Junto a la Plaza de Toros, en la recién peatonalizada calle Pagador, se ha establecido un nuevo establecimiento de hostelería en El Puerto: una tasca-bodega a la manera antigua. Allí se bebe vino de El Puerto y la zona; ahora también tienen el mosto sacado con los primeros fríos. Además el vino se puede conseguir a granel para el consumos casero, en un espacio y ambiente cargado de simbología porteña: unas paredes repletas de carteles y fotografías taurinas de mucho tiempo atrás y botellas de vinos y brandies de El Puerto de todas sus bodegas –algunas desaparecidas-- y de diferentes épocas. Aunque están abiertos desde finales de julio, parece que llevan establecido en el mismo lugar toda la vida.
815. ANTONIO FERNÁNDEZ SEVILLA. Jefe de Restauración del Museo del Prado.
Juan Antonio Fernández Sevilla nació el 24 de diciembre de 1929 en el número 135 de la emblemática calle Larga, aunque se crió y vivió su infancia en la cercana calle de Alquiladores.
En el taller de pintura de su padre, realizó sus primeros dibujos y, a la vista de las cualidades que despuntaba, le inscribieron en la Academia de Bellas Artes Santa Cecilia de nuestra Ciudad, bajo la tutela del pintor y escultor Juan José Bottaro, permaneciendo en ella hasta que se traslada a Madrid, donde fija definitivamente su residencia.
Ya residiendo en Madrid, inicia estudios en la Escuela Central de Artes y Oficios, obteniendo el curso 1945-46, último de esta etapa, el Premio Extraordinario de Dibujo Artístico de dicha institución. Su siguiente etapa formativa comienza cuando sus padres solicitan y obtienen del Excmo. Ayuntamiento de El Puerto una beca que amplíe sus estudios de Bellas Artes, beca que posibilita su ingreso en la Academia de San Fernando, dirigida, en aquella época, por el que fuera su gran maestro el artista Eugenio Lafuente. Durante su estancia en la mencionada Academia, gana diversos premios: el ‘Carmen del Río’ de pintura en 1947, y el de dibujo en 1949; y el ‘Molina Higueras’ de pintura, de la Fundación Madrigal en 1950.
En este periodo de su existencia, mientras realizaba sus estudios y completaba su formación, trabajó en la restauración de los cuadros de la catedral de Sigüenza (1947), bajo la dirección de su maestro Lafuente.
En la imagen, la Catedral de Sigüenza, donde trabajó junto a su mentor, Lafuente.
A la muerte de éste continuó con la labor iniciada, estableciendo Estudio en el madrileño Paseo de Recoletos, número 7, donde prosiguió perfeccionando los conocimientos ya adquiridos, y muy especialmente en restauración. Conocimientos que acrecentó al obtener una beca de la Fundación Juan March y marchar a Italia al Instituto Centrale del Restauro di Roma (1961-1963), centro donde la técnica de restauración de cuadros había alcanzado, y mantiene, un alto nivel de perfección.
Avenida Antonio Fernández Sevilla, entre Rotonda del Magisterio y Plaza de la Noria.
Fernández Sevilla siguió de cerca estas labores trasladando a España los procedimientos más importantes y actualizados, pasando a desarrollar su labor en el Instituto Central de Restauración, recién creado por aquel entonces, realizando al mismo tiempo trabajos de restauración para la conocida Galería Linares, y para diversos particulares.
En 1970 comenzó a transmitir los muchos conocimientos adquiridos, impartiendo clases de dibujo en diferentes institutos de bachillerato madrileños, siendo nombrado el mayo de 1975 Jefe de Restauración del Museo del Prado, cargo que ejerció hasta su jubilación.
El ayuntamiento de El Puerto, su ciudad natal, en sesión plenaria acordó en 1979 rotular con su nombre la avenida que comunica la Plaza de la Noria con la Rotonda del Magisterio. Años más tarde, en 1993, realizó el cartel de la Feria de El Puerto por expreso deseo del Ayuntamiento.
Toda su trayectoria profesional de restaurador fue unida a la pintura, destacando siempre en su obra los bodegones y las naturalezas muertas a las que aplicó una técnica ampliamente adquirida. Nunca llegó a exponer sus pinturas aunque estuvo a punto de hacerlo en los años 90. Sus cuadros se hallan en diversas colecciones particulares de Alemania, Francia, Estados Unidos y Uruguay, así como en varias ciudades españolas.
Siempre se sintió portuense y vinculado a la Academia de Bellas Artes de su ciudad, manifestándose de esta manera en una entrevista que le hicieron en 1961: “—Mi orgullo es ser portuense y gaditano, y mi deseo que nuestra Academia de Bellas Artes Santa Cecilia siga dando pintores y artistas que honren a su patria chica”.
La muerte de su esposa en el año 1986 le marcó profundamente hasta el fin de sus días, luctuoso hecho que tuvo lugar el 26 de diciembre de 2000. (Texto: Vicente Reyes Fernández. Academia de Bellas Artes de Santa Cecilia).
814. HERÁLDICA LOCAL Y ASTRONOMÍA.
Escudo del Ayuntamiento de Juan Bottaro del 11 de febrero de 1937, realizado por encargo de la municipalidad en pergamino basado en sellos de la corporacion del S. XVI, así como la orla miniada inspirada en dibujos de la misma época. A su lado escudo del Cabildo Municipal del año 1864.
Parece ser que las primeras noticias que se tienen del escudo de armas de nuestra ciudad se remontan a 1479, en un sello de cera pendiente de un documento de la Casa ducal de Medinaceli y en él aparece representado un castillo con la figura de la Virgen coronando dicho castillo. Mas tarde en 1607 el propio Ayuntamiento en un acta capitular lo describe diciendo, que las armas de la ciudad son un castillo con una imagen de Nuestra Señora encima, haciendo una descripción pero sin que se conozca ningún dibujo que haya podido llegar hasta nuestras manos.
[En 1690, en el escudo municipal en el que aparece la patrona, en los sellos de cera que se conservan se puede ver la leyenda: 'In gremio matris resident sapientia patris'. Con el ataque anglo holandés de 1702 fueron saqueadas muchas posesiones municipales y eclesiásticas. En 1746 con la coronación de Fernando VI se describe el escudo de la Ciudad, se manda hacer el Pendón y los actuales pecheros de los maceros municipales en Plata de Ley, desaparecidos como se ha dicho por el ataque de la piratería de estado en 1702.
En la imagen, Pendón de El Puerto de Santa María, reverso, que propiedad de Don Guillermo Tirry, Marqués de la Cañada, enarboló a caballo, en las fiestas que se celebraron en esta Ciudad con motivo de la proclamación del Rey Fernando VI. en 1746- Esta cara del pendón repite, en las cuatro esquinas, bordado, el escudo de El Puerto. El anverso tiene las Armas de la corona de España completas. Este pendón se quemó en el incendio que hubo en el palacio del Marqués de la Cañada en Madrid.
Reglas dictadas por el Ayuntamiento en 1769, sobre como han de funcionar los mesones de El Puerto. Se observa el escudo principal con la imagen de la Virgen, pero a ambos lados, culminando las grecas, sendas torres con estrella y corona abierta. Una curiosa forma de convivir ambos escudos.
Con posterioridad en 1769 podemos observar el escudo de la ciudad con la Virgen, simultaneado con el de la torre y la estrella, a ambos lados, como se puede observar en una ordenanza de Mesones, promulgada por el Cabildo Municipal en dicho año. En 1775 y 1772 el escudo oficial que se conserva es de una torre con estrella para, en 1783 volver a la Virgen sobre el torreón.
Si bien en el siglo XVIII podemos contemplar dicha simultaneidad, no lo es menos que edificios municipales como la Casa del Pósito y la Alhóndiga o el Hospital de Mujeres, vulgo Hospitalito --en la imagen superior-- llevan en su frontis el escudo labrado en piedra con la Virgen sobre torre. JMM]
En 1823 en el escudo la Virgen ha sido sustituida por una estrella de cinco puntas, que representa a la diosa pagana Venus. Nada extraño si nos referimos a Venus como diosa pagana, ya que nuestras vecinas localidades de Chipiona y Sanlúcar, también ostentan en su escudo heráldico un castillo coronado también por una estrella, pero claro eso tiene una explicación lógica, ya que en aquella zona existió un templo dedicado a esta divinidad, al parecer de gran importancia, y al que acudían numerosos fieles de toda la comarca. (Escudos heráldicos de Chipiona y Sanlúcar de Barrameda).
En nuestro caso habría que ir más lejos y no solamente atribuírselo a la cercanía con dicho templo, sino que por la situación geográfica que disfrutamos y la posición en que se encuentra el Castillo de San Marcos, si nos colocamos en determinada época del año, al atardecer de un día despejado, al principio de dicha plaza dándole la espalda al Levante y mirando hacia el Oeste, o sea, hacia la torre principal del castillo, veremos un lucero brillantísimo que cae justo encima de dicha torre. Ese lucero no es otro que el planeta Venus, visible solamente poco antes de la salida del Sol [el bíblico lucero de la mañana] o inmediatamente después de la puesta de éste, según la posición que ocupa en su órbita respecto a la tierra.
(En la imagen de la izquierda, diversos escudos municipales: Fila superior izquierda, Plaza de Toros, coronando la puerta principal 1880. Guardacantón de la calle San Bartolomé esquina Valdés, sin datar. Debajo, escudo de cartel de Feria del año 1878. A su lado escudo realizado por José Sánchez, de la Academia de Bellas Artes Santa Cecilia. siglo XX).
Entonces nos surge la duda, de si la estrella que vemos en el escudo, representa a Venus como plantea o como diosa pagana siguiendo la misma teoría que Sanlúcar y Chipiona, si bien nos inclinamos por la primera, o sea como planeta, ya que sería demasiada casualidad que fuera como homenaje a la diosa pagana y más tarde tratáramos de alinear castillo y estrella.
(En la imagen de la izquierda, etiqueta de brandy 'Alonso el Sabio' de Bodegas Osborne, con la estrella ocupando el lugar de la Virgen en el torreón).
¿Se dieron cuenta los antiguos de este detalle, para colocar la estrella encima del castillo? ¿Fue en realidad al revés, primero la Virgen y después la estrella? o ¿Estuvieron alternándose, Virgen-estrella, estrella-Virgen?
(En la imagen, en la fila superior, a la izquierda, escudo de la Ciudad con el escudo de los Casa Real en el interior del mismo. A su lado, placa pechera de macero municipal de plata de ley de 1746. Debajo, original escudo --no oficial-- con motivos marítimos de Juan Avila. A su lado, escudo municipal aprobado por la Corporacion Municipal el 23 de noviembre de 1936, original de Juan Bottaro).
[Hay que señalar, sin embargo que, en 1871 en la justifiación que se hace del escudo de la Ciudad, Pedro Antonio Pacheco teoriza en aquel entonces que quizás la sustitución de la imagen de la Virgen por la estrella, se debiera a una cuestión piadosa: no debería aparecer la imagen de la Virgen en documentos mundanos. También ofrece otra razón hipotética: el tamaño de la Virgen desproporcionaba la armonía del escudo, lo que se resolvía colocando la estrella en la lugar de la imagen. Se ha llegado también a afirmar que el motivo de existir ambos escudos, lo era para distinguir el Cabildo civil del religioso. JMM.]
Lo que está claro es, que de un modo u otro, el escudo de armas de nuestra ciudad, en cualquier caso tiene un origen del todo singular, bien como fruto de la inquietud por la observación astronómica de sus habitantes, bien, por la fe demostrada al certificar en su escudo de armas la aparición de la Virgen al rey Alfonso X ‘el Sabio’.
Parece que esta última teoría gana argumentos y que la sustitución de la Virgen por la estrella, fue circunstancial, y se dio entre otros momentos bajo la influencia del Enciclopedismo, o en momentos muy puntuales como la I República. Pero, una vez que la pasó la fiebre enciclopedista y cambiaron las circunstancias políticas del momento [1936], volvió la Virgen a coronar el castillo tal como ha llegado a nuestros días y se representa en los documentos oficiales.
(En la imagen, escudo actual de la Ciudad, e imagen simplificada en logotipo usada en impresos corrientes, circulares y cartelería. Un estudio mas detallado en una próxima nótula en GdP nos revelará lo acaecido con escudo y corona a partir de 1972 a nuestros días).
Por último, al tratarse de una virgen de tez morena, no cabe la menor duda, de que no es otra que Nuestra Señora de los Milagros, Patrona y Alcaldesa Honoraria y Perpetua de la Ciudad. (Texto: Manuel Rincón Sucino).
Remate de Armario donde se custodiaban las pesas y medidas del Consistorio.
Nuestro agradecimiento a José Ignacio Buhigas, del Archivo Muncipal, por la información facilitada que completa el interesante artículo de Manuel Rincón.
813. PEPE VALIENTE MORENO. Niño huérfano de la guerra.
Pepe Valiente Moreno es un huérfano de la guerra. Hijo del tonelero Rafael Valiente y de Josefa Moreno, es el tercero de cinco hermanos, nacido en Sanlúcar de Barrameda, el 23 de abril de 1923, aunque muy pronto se vinieron a vivir a El Puerto, primero en la calle Bolos 3 y luego en Cruces 73, durante ocho años. (En la imagen, Pepe Valiente, con una fotografía detrás, de su padre, asesinado en los primeros días de la Guerra Civil).
EN 1923 Pedro Muñoz Seca estrenaba Las Hijas del Rey Leal, Equilibrios, El filón, Las cosas de Gómez, De lo vivo a lo pintado, El Rey Nuevo, y El Vaticinio o S.S.S. El 23 de abril de 1923, el ABC recogía la proclamación de los 145 candidatos a diputados a Cortes por el artículo 29, siendo por El Puerto de Santa María, José Morote, Adicto. También estaban los Conservadores, Mauristas, Ciervistas, Regionalistas, Republicanos, Socialistas, Integristas e Independientes. En 1923 Rafael Alberti empieza a trabajar en los primeros poemas de Marinero en Tierra.
En la Escuela de D. Juan Pinto Salas, en 1929.
Junto a su hermano Rafael Valiente, con nótula núm. 102 en Gente del Puerto, con 6 y cuatro años respectivamente, lo inscribieron en la escuela de Juan Pinto Salas, en la calle Meleros. Recuerda Pepe que en el recreo con el desayuno, el maestro decía aquello de: «Cada cual se come lo suyo y Dios lo de todos», además, por allí aparecía Paco ‘el de los Bollos’ quien portando una garrafa de helado y una ruleta o reolina invitaba probar suerte y era verdad que siempre tocaba el barquillo con helado de vainilla.
En la Escuela Nacional de Niños de Bellas Artes, en Santo Domingo. El profesor era D. Antonio de la Torre. Pepe es el primero por la izquierda, de la segunda fila desde el suelo.
El edificio de Bellas Artes, antes de su destino como ‘Escuela Nacional de Niños Nº 5’, fue convento de Santo Domingo, luego Casa Consistorial, y depués además de Escuela, Bellas Artes e Insituto de Enseñanza, en sus diferentes modalidades. Recuerda a diferentes profesores de aquella Escuela: doña Juanita y doña Librada Mingorance, don Guillermo Beltrán, don Juan Wenceslá, doña Carmen Campos Panisse esposa de don Manuel Álvaro Bonet, destinado en el grupo escolar de La Aurora, don Salvador Adame y don Antonio de la Torre. Allí transcurrieron sus seis años de escolaridad.
Fuerzas de Carabineros entrando en El Puerto en 1936. (Foto: Kiko Sánchez Pérez).
Su padre, Rafael Valiente Pérez, tonelero de profesión como ya se ha indicado, era una persona de fuerte carácter, implicado en movimientos reivindicativos, que sufrió cárcel durante la II República y que vivió periodos de paro forzado. Militante de UGT sufrió en sus carnes la represión de las derechas durante los primeros días de la rebelión del 18 de julio. Previamente su madre sería detenida y ‘paseada’ presionando para que dijera donde se encontraba su padre.
LO CONTADO POR UN NIÑO DE LA GUERRA.
Así recuerda Pepe Valiente aquellos días, en su libro «Lo contado por un niño de la guerra», Serie Vivencias y Saberes, nº 2, editado por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de El Puerto en 2006. «En los primeros momentos del llamado ‘Movimiento Liberador de españa’, como producto fabricado por un fracasado golpe de Estado, se inventa o se provoca la Guerra Civil; los piquetes de activistas voluntarios son compuestos por falangistas (señoritos y fieles seguidores), Guardias Civiles y Carabineros, todos traidores e la República (los leales son rápidamente fusilados. Hablo de El Puerto de Santa María. Patrullan por las calles de El Puerto haciendo exhibición de fusiles, pistolas y porras y encarándose sus componentes, con todo el que se considere. […] Desde los coches bastaba con divisar a un posible competidor de profesión o rival en el galanteo a una pretérita novia, o a alguna joven hacia la que abrigó rencor al sentirse rechazado ante un antiguo intento de ligue, para que este esforzado patriota decidiera realizar un servicio a la Patria, con la consiguiente detención del presunto o presunta rojo/a; acto que culminará con el purgante de aceite de ricino en el mejor de los casos, o el rapado de pelo al cero a la hembra en su caso. En ocasiones ambos procedimientos coincidían en una misma persona: ítem mas: el aceite de ricino migado con un trozo de pan acompañado del ‘no va más’ de mezclar el pelo procedente del rapado con la dosis del ricino. Mi hermana Ana de 16 años de edad, se libró de protagonizar uno de estos casos gracias a la intervención de un comandante del ejército propietario de la vivienda que teníamos en alquiler. Delito de mi hermana: ser hija de un republicano encarcelado; ¿Para que mas?»
El testamento de su padre, sacado de la cárcel en un papel doblado dentro de una pieza de pan, poco antes de su asesinato.
EL ASESINATO DE SU PADRE.
Ciertamente la Guerra Civil le dejaría marcado con el asesinato de su padre, que regresaría a la casa de la calle Cruces, aquella noche sería detenido por un piquete que de madrugada se lo llevó a la cárcel, previamente al ‘paseo’ mortal que recibiría días después. Años más tarde Pepe tendría información de quien detuvo a su madre, de quien pudo dar el tiro de gracia a su padre, de todos aquellos que jugaron un papel importante en la represión en El Puerto. Sus nombres no los ha querido publicar en el libro, a pesar de haberlos oído pavonearse en algunos de los casos de represión que vivió El Puerto.
"Aquí, en nuestro Puerto, nunca se ha comentado, ni referido. Ni mucho menos se ha publicado una crónica de lo acaecido durante los primeros momentos del fracasado Golpe de Estado, convertido luego en Guerra Civil, llamado al final 'Movimiento de Liberación de España' o algo así. En resumen: la Rebelión Fascista protagonizada por militares de la que hoy todos son desertores y a la que nadie apoyó al parecer. En otros muchos lugares han salido a la luz los sucesos acaecidos en aquellos momentos, siquiera sea con el propósito de comparar los tantos de culpas de ambos bandos: vencedores y vencidos; y de esta forma tratat y hasta conseguir con su manipulación por parte de quienes impunemente pudieron hacerlo, justificar sus atrocidades. No es mi intención hacerlo desde mi orilla, por innecesario y por intempestivo". De su libro 'Lo contado por un niño de la guerra'. (En la imagen, cartel del Ministerio de Propaganda del gobierno de la República).
Pepe ya estaba en Sanlúcar cuando ocurre lo de su padre con unos familiares donde permanecería hasta 1937, de allí volvería a una nueva vivienda en la calle Pagador, 35, frente a un acuartelamiento de legionarios Camisas Negras italianos, con los que haría de escribiente, sin saber italiano.
Homenaje a las tropas italianas acuarteladas en El Puerto. El público en la Plaza de Isaac Peral.
EL MUNDO LABORAL.
Sus comienzos con el mundo del trabajo empezarán en julio de 1937, como aprendiz de barbero en la situada en la esquina de Cruces y Postigo, aunque por poco tiempo. Luego entraría en la Fábrica de Productos Enológicos de Rafael Poullet, donde se fabricaban la mecha de azufre o pajuela, el lacre, almíbar, bozaletes para botellas de cava, entre otros productos que se fabricaban en la calle Larga.
Al año, por mediación del Martín García-Lago y de la Herrán, gestor Teniente de Alcalde, consigue entrar en el Ayuntamiento como botones-recadero, tras unas pruebas que le realiza el entonces secretario general Federico A. Sánchez-Pece del Puerto, siendo alcalde Antonio Rives Brest (el que le daría el nombre a la marca de Destilerías Rives). Allí permanecerá hasta la jubilación, con 65 años, durante el mandato de Juan Manuel Torres Ramírez.
En ese periodo conocerá de todo, bajo los diferentes mandatos en dictadura y democracia de 18 alcaldes. En su primer año como funcionario se sucede el hundimiento del Crucero Baleares donde perecen varios hijos de El Puerto. En el ayuntamiento recibe el final de la guerra y conoce la dureza de la posguerra, pero contento con poder tener un trabajo donde algunos le miraran con escepticismo ‘al hijo del rojo’. Corridas patrióticas, incluso una que no se celebró y eso que la promovía el General Queipo de Llano, actos de nacional catolicismo, con procesiones y presencia constante de la Iglesia Católica, acaso como desagravio a lo que sufrieron sus integrantes durante la contienda, pero ahora posicionada claramente con el poder. Los moros corriendo la pólvora en la Plaza de Toros. Desfiles de los italianos, de la Legión, de los flechas navales, de…
Las ventanas de la parte superior derecha del edificio municipal fue la vivienda que ocuparía Pepe Valiente con su familia.
Pepe se casa con la arqueña Juliana Candón Pérez en 1957 con la que tendrá cinco hijos: Marina, David, Moisés, Abraham y Rebeca. Al igual que su hoy desparecido hermano Juan Valiente --el hijo póstumo de su padre que nacería cuatro meses después de asesinado éste-- quien además de ser también funcionario municipal pondría a sus hijos nombres bíblicos.
Con su familia, ocuparía la vivienda que existía en la parte superior derecha de la Casa Consistorial en la Plaza de Isaac Peral, un pisito pequeño desde el que se divisaba el caso antiguo de El Puerto. En la actualidad habita en una vivienda de los funcionarios municipales existentes entre la Casa de la Cultura y la Avenida de Andalucía.
Carné de la Falange Española Tradicionalista y de las JONS, expedido en 1963.
LA FALANGE ENTRA EN PEPE.
El tiempo pasa y Pepe Valiente sigue prosperando en el Ayuntamiento, donde desempeñará diferentes funciones. A principio de la década de los sesenta del siglo pasado tiene oportunidad de ascender en el escalafón municipal, ya era ordenanza y necesitaba hacer unas oposiciones internas. Para ello, le exigen, de forma sutil en la documentación a presentar el ‘certificado de adhesión al Movimiento expedido por la Jefatura donde esté inscrito como militante’. O sea, que se tenía que hacer falangista, y Pepe solicitó su carné para poder seguir avanzando en el mundo profesional, como tantos en aquella época. Estamos en el año 1963.
Pegada de carteles en las primeras elecciones democráticas para los Ayuntamiento en 1979, con la imagen de Pepe Valiente, Paco Lara, Estaban Caamaño o María Angeles Fernández Cortabarría, en la esquina de la calle Valdés con Menesteo.
TENIENTE DE ALCALDE DE URBANISMO.
Con la llegada de la democracia, militante del PSOE, iría en las primeras listas municipales que encabezaba Esteban Caamaño Bernal, junto a Francisco Lara Fernández, María Ángeles Fernández Cortabarría y Alfonso Sevillano Garcia. Merced al pacto de las izquierdas, gobernarían junto al Partido Comunista y el Partido Socialista de Andalucía.
De izquierda a derecha, Pepe Valiente, el periodista y archivero municipal, José Ignacio Buhigas Cabrera, desconocido, José María Simón Castilla, Teniente de Alcalde y Concejal de Cultura, Francisco Lara Fernaández, concejal socialista, el periodista Agustín Merello y el poeta Rafael Alberti, en el Salón de Plenos de la Plaza del Polvorista.
Con Santiago Carrillo Solares a las puertas del Ayuntamiento.
Pepe Valiente pediría una excedencia especial del Ayuntamiento y ostentaría la responsabilidad de Teniente de Alcalde de Urbanismo, empero, dimitiría a los dos años y medio, «aquello no era lo mío» afirma, y se reintegró en su puesto como Jefe de Subalternos del Ayuntamiento, categoría profesional con la que se jubiló en 1988.
De izquierda a derecha, Elias Py, desconocido, Rafael Valiente Moreno, desconocido, Esteban Caamaño Bernal, Ramón Rubial Cavia, Tina Aguinaco, Pepe Valiente, Pablo Expósito, Milagros Sanz Ganaza, desconocida, Fernando Mena, y Rogelio, ante el desamortizado Penal, donde estuviera preso Rubial.
PINTURA.
Aficionado al dibujo y la pintura desde pequeño, ha participado en diferentes exposiciones colectivas en El Puerto, en el Auditorio Municipal ‘Las Capuchinas’, en el antiguo Hospital Municipal y en la Bodega Alvareda; sus obras son en óleo y acrílico sobre lienzo. Pintaría también el primer cartel del Carnaval de El Puerto tras su recuperación y algún encargo de Rota. Buen rotulista, muchos diplomas de los que salían de la Casa Consistorial llevan el estilo inconfundible de este ‘niño huérfano de la guerra’.
812. DIONISIO PÉREZ GUTIÉRREZ. Fundador de la Revista Portuense.
El periodista Dionisio Pérez, hijo del maestro Rafael Pérez Cruces, natural de Campillos (Málaga) y de Francisca Gutiérrez Álvarez, natural de Grazalema, donde nació en 1871, pasaría a vivir desde muy temprano en nuestra Ciudad: El Puerto de Santa María, hasta el punto que el propio Dionisio se consideraba hijo de El Puerto, donde residió con sus padres y hermanos. Fallecereía repentinamente en Madrid en 1935, llevándose una frustración este escritor y político, fue diputado a Cortes: no conseguiría ingresar en la Real Academia de la Lengua Española. Obtuvo el Primer Premio de Periodismo 'Mariano de Cavia' insituido por ABC en 1929.
Los estudios los realizó en el Colegio de los Jesuitas, manifestándose desde sus inicios como un aventajado alumno y muy inteligente. Siendo muy joven colaboró en el Diario de Cádiz y llegó a fundar la Revista Portuense (1889), y dirigir una publicación con el título La Dinastía, una hoja “febril y violenta, con la pretensión de combatir el caciquismo de El Puerto de Santa María”. Llevó adelante diferentes y sensacionalistas campañas contra el caciquismo imperante en la época en la provincia. Parocinó la candidatura política de Isaac Peral y se distinguió como orador político ardoroso y violento, hasta el punto de ser procesado.
En la fotografía de debajo, en el Colegio San Luis Gonzaga1. Juan Ramón Jiménez; 2. Pedro Muñoz Seca; 3. Fernando Villalón; 4. Dionisio Pérez. Al lado de Villalón, a la derecha de la Virgen, Francisco Ciria y Vergara de la Concha. En la fila de abajo, segundo por la derecha, Juan Ávila González. (Foto Colección LSA).
En 1891 se trasladó a Madrid. fue redactor de los más importantes periódicos de aquella época. Su labor periodística era inmensa. Hizo célebres, además de su nombre, sus seudónimos «Mínimo Español», «Amadeo de Castro» y «Martín Ávila» en El País, Heraldo de Madrid, El Globo, El Correo o La Iberia y en las revistas de Prensa Gráfica y en las columnas de El Sol y La Voz.
ABC recogía en una hagiografía de la época: "Sus ideas republicanas le llevaron una larga etapa a El País, donde compartía con Ricardo Fuente la orientación del periódico. Pasó luego al Heraldo de Madrid, en la gran época del Heraldo, y fue el articulista predilecto de Canalejas. Madrugadores ambos, se reunían, a las seis de la mañana, y Canalejas le sugería el artículo, que luego iba a manos de Augusto Figueroa, único enterado de quién era el autor de las cuartillas. Aún le quedaba tiempo para sus colaboraciones de provincias y para aportar su ayuda a Mencheta. Como antes, y como siempre, en aquellos tiempos Dionisio Pérez trabajaba doce horas diarias. Del Heraldo pasó, con Figueroa, al Diario Universal. Poco después le llamaba a su lado Gasset, confiándole el primer puesto que había dejado vacante el insigne Troyano.
DIPUTADO AL CONGRESO
Conservaba como reliquia de su mocedad la fobia contra la política caciquil El Puerto de SAnta María. Canalejas quiso satisfacerle con la mejor ocasión de desquite y le proporcionó el acta por aquel distrito. Su gestión fue tan popular y tan certera que en las Cortes siguientes obtenía la reelección, sin que él la trabajase ni la solicitara. Pero los bastidores de la política le habían decepcionado; comprendió que aisladamente nunca conseguiría emancipar a su tierra de la influencia de los primates de Madrid y renunció el acta. Ya no volvió a poner, un pie en el Congreso; para él fue la política en lo sucesivo una abstracción romántica. Su ilusión era la República federal y se afilió al partido de los sucesores de Pi, bien que platónicamente, sin exhibiciones ni apetencias."
Al mismo tiempo su capacidad de trabajo se desbordaba hacia Ultramar. Mandaba colaboraciones especiales a El País, de la Habana, y a El Diario Español de Buenos Aires., donde los porteños acogían con veneración su escritos. Siempre sus campañas aparecieron animadas por un fervoroso espíritu liberal al viejo uso. Su ofensiva contra la usura y su apología de Bolívar le situaron en el plano más destacado de la consideración pública.
Al mismo tiempo realizaba una brillante obra puramente literaria, entre la que figuran libros de valor tan estimable como la novela La Juncalera, con personajes y ambiente porteño. (En la imagen reproducción de la portada de "La Juncalera". Edición facsímil de la obra editada en Barcelona en 1902. Colección Biblioteca de novelistas del siglo XX. Estudio crítico de Manuel Pacheco. Academia de BB. AA. Santa Cecilia. Imprenta Bollullo. El Puerto de Santa María, 2006).
Otra novela fue 'Jesús' y el tomo de crónicas de viajes 'Por esas tierras'. En la última época publicó la novela El cendal de la vida, Guía del buen comer, Daniel Vierge, el príncipe y el renovador de la ilustración moderna, La Dictadura a través de las notas oficiosas y El enigma de Joaquín Costa.
Durante el año 1928 realizó una excursión por tierras cubanas, donde en conferencias y artículos desarrolló una meritorio labor de exaltación de los valores de España.
En 1930 fue propuesto para ocupar el sillón vacante en la Academia de la Lengua por la muerte de otro insigne periodista, «Andrenio». Cuando numerosos periódicos de provincias, en cuyas columnas diariamente colaboraba Dionisio Pérez, preparaban un homenaje en su honor, le ha sorprendido la muerte el 23 febrero de 1935.
PROLÍFICO AUTOR
En muchas ocasiones, cmo ya se ha señalado, Dionisio Pérez firmaría además con estos otros pseudónimos: Pedro Recio de Tirteafuera, ,Martín de Ávila, y Post-Thebussem, este último para sus obras de tema gastronómico, en homenaje y reconocimiento al gran polígrafo y gastrónomo Mariano Pardo de Figueroa, conocido por Doctor Thebussem, dando muestra del enorme ingenio y capacidad de trabajo que poseía. Los libros de Dionisio Pérez sobre cocina han sido reeditados y se pueden incluso comprar en la página Derecoquinaria.
PRESIDENTE DE LOS COCINEROS CATALANES.
También realizó la edición de El Libro de Guisados de Ruperto de Nola (siglo XV-XVI) en cuya introducción y anotaciones demuestra los enormes conocimientos que poseía en dicha materia. Fue publicada en 1929 en la Colección Los Clásicos Olvidados a requerimiento de su director, Pedro Sáinz Rodríguez. Su relación con la gastronomía y cocinas españolas le procuraron no pocas relaciones y distinciones. Entre todas la que más apreciaba, además del homenaje que recibió junto a Teodoro Bardají y Alberto Insúa por el Sindicato Libre Profesional de Cocineros de Madrid, era la de Presidente Honorario de la Asociación Profesional de Cocineros de Cataluña. Algunas de sus numerosas colaboraciones de tema gastronómico o alimentario dieron lugar a una obra de carácter póstumo, La cocina clásica española (1936), editada por su viuda con la colaboración y prólogo de su amigo el novelista y también columnista Alberto Insúa, reeditada por La Val de Onsera.
En la imagen, acto celebrado el 30 de abril de 1929 en el Hotel Florida (Madrid) con motivo de la entrega un homenaje a Teodoro Bardají -recibe el cuadro en su derecha-, a Alberto Insúa, y a Dionisio Pérez quien aparece en el centro de la imagen con sus características gafas oscuras-. Dicho acto estaba promovido por el Sindicato Libre Profesional de Cocineros de Madrid.
Para otro estudioso de su obra, José María Pisa: «Fue un notable periodista, político (en dos ocasiones diputado) y escritor que probó diferentes géneros. Como periodista de información y opinión destacó pronto, y se hizo un hueco importante en Madrid. Como gastrónomo también sobresalió como pocos de su tiempo, pero el valor de sus escritos y de sus opiniones se fundaban en el reconocimiento que como periodista y escritor había adquirido, de modo que sus crónicas gastronómicas, sus artículos de fondo, sus ediciones de libros complementaban su labor de escritor y periodista en los diferentes medios para los que trabajó. Hay que tener en cuenta que sus crónicas se reproducían en muchos periódicos españoles y en los más importantes de Hispanoamérica, donde era muy conocido. Como ocurre hoy, sus “padrinos” no consiguieron que llegara a ocupar el deseado sillón en la Academia Española de Lengua. La “ suerte” declinó la balanza hacia otros con mejores apoyos.»
GUÍA DEL BUEN COMER ESPAÑOL.
En 1929, editada por el recién creado Patronato Nacional de Turismo, dio a la luz una obra, fruto de un laborioso trabajo de campo, a través de numerosos amigos periodistas, cocineros, o secretarios de ayuntamiento, etc. bajo el título ‘Guía del buen comer español: inventario y loa de la cocina clásica de España y sus regiones’, verdadero retrato de la España gastronómica, donde capítulo a capítulo, encabezados por las diferentes regiones españolas resume con pluma fina y cuidada lo mejor de la gastronomía de cada región, cuya suma constituye la gran cocina española. El índice de la obra no puede ser más completo: La cocina nacional española. La cocina arábigo-española. La cocina post-colombina. La cocina española moderna. La cocina extremeña. La cocina andaluza. Las cocinas de Sevilla y Huelva. La cocina gaditana. Las cocinas de Málaga y Granada. Las cocinas de Córdoba, Jaén y Almería. La cocina levantina. La cocina catalana. La cocina aragonesa. La cocina navarra. Las cocinas vasca y santanderina. La cocina leonesa. La cocina asturiana. La cocina gallega. Las cocinas de Castilla la Vieja. El garbanzo en el meridiano de Madrid. En un lugar de La Mancha. Las cocinas balear y canaria. (En la web de Re Coquinaria se encuentra una edicción facsímil).
LUTO Y DOLOR.
El diario 'El Sol' de Madrid, relata una última crónica de Dionisio Pérez, en su edición del 24 de febrero de 1935, con moivo de su fallecimiento: "Acaba de realizar el tránsito definitivo el que fue ilustre periodista D. Dionisio Pérez. Su cuerpo, en el que hace unos momentos alentaba el calor de la vida, aparece rígido y frío en la estancia, sobre el lecho familiar. Le rodean sus deudos afligidos, sus amigos íntimos y algún admirador a cuyos oídos ha llegado la triste noticia. —Alguna vez –nos informa uno de sus hijos– nos habló de la muerte. «Moriré, nos decía, sin ruidos ni molestias para nadie. Un día moriré trabajando.»
La predicción se ha cumplido. Ayer se levantó a la hora acostumbrada: las dos y media de la madrugada. Aquí en este despacho, modesto y casi pobre, se puso a trabajar. En el fondo, la estantería repleta de libros, en cuyo entrepaño más alto un busto de Galdós modelado por Victorio Macho sonríe con su sonrisa de hombre bueno y comprensivo. Montones de periódicos sobre estantes y mesas, dos máquinas de escribir. Los libros todos que rodean a D. Dionisio son de consulta.
Desde primeras horas de la madrugada hasta las dos de la tarde el veterano periodista trabaja. Escribe con una letra clara y en tinta roja cuartillas y cuartillas. Su secretario nos dice. —Venía a escribir todos los días de cincuenta a sesenta cuartillas. Artículos para los periódicos de provincias; sus famosas «Informaciones comentadas», donde un espíritu eternamente joven se desbordaba en generosidades y exaltaciones de hombre que busca el bien de su patria.
Acababa de publicar la biografía de Isaac Peral. Una gran ilusión le embargaba: preparaba los materiales para ponerse a escribir la biografía de D. Benito Pérez Galdós. Sobre una mesa, un montón de ejemplares de su último libro, con las páginas húmedas aun de tinta de imprenta. —De este libro se mostraba muy satisfecho D. Dionisio. Pero lo que le entusiasmaba era la idea del otro libro sobre Galdós. Fueron grandes y entrañables amigos. Don Dionisio adoraba la genial obra galdosiana.
EL TRÁNSITO.
En la tarde de ayer, D. Dionisio Pérez cambió un poco el programa de su vida diaria. Las tardes las dedicaba a la peregrinación por las librerías, a visitar a algún amigo, a pasear. Pero en la tarde de ayer hubo de asistir a un bautizo. No era un hombre religioso, más si comprensivo y tolerante. Con su espíritu se apaga una antorcha más de aquel liberalismo generoso de los hombres preclaros del siglo XIX. Asistió al acto mencionado y se sintió repentinamente enfermo. Se dirigió a su casa. Y allí murió víctima de la acción fulminante de una angina de pecho. Momentos después la noticia de su óbito llegaba a los centros periodísticos. Luto y dolor."
LA REVISTA PORTUENSE.
La Revista Portuense nace en 1889. Se le ha considerado de línea editorial conservadora, en su primera época liberal, acorde con la mentalidad de la clase media española y portuense de la época. En el Archivo Municipal se conservan las ediciones desde 1891 a 1938. Fue donada por Francisco Pérez Pastor en 1973 a la Biblioteca Pública. Ha sido digitalizada recientemente.
El 28 de octubre de 1889 se dio conocimiento a la alcaldía de la publicación de un periódico llamado Revista Portuense, que había de ver la luz los días 1, 8, 15 y 23 de cada mes, por lo tanto, tendría una periodicidad semanal, al principio. Se imprimiría en el almacén de los señores Pérez Hermanos, en calle Larga 116. Su fundador fue Dionisio Pérez Gutiérrez, que tenía entonces 18 años. Su interés por el periodismo le hizo ser redactor de Diario de Cádiz ese mismo año. El 23 de septiembre de 1890, casi un año después del nacimiento de la Revista, ésta se convierte de semanario en diario.
La fotografía tiene 103 años. En ella aparece la redacción de la Revista Portuense, sentados de izquierda a derecha: Mariano López Muñoz, andalucista y socio fundador de Racing Club Portuense; Luís Pérez Gutiérrez, propietario de la publicación; Manolo Soto, Javier Caballero, Antonio Peñasco y de pie junto a éste, el comediógrafo Pedro Muñoz Seca. (La foto es del año 1907 y pertenece a la Colección Pérez Pastor).
Pocos años estuvo al frente de la revista pues en seguida marchó a Madrid. Desde 1891 ya estaba publicando artículos en El Heraldo, El País, La Iberia, Diario Español, El Correo u otros periódicos nacionales, muchos de esos artículos eran enviados a Revista Portuense y publicados en ella. Otros directores de Revista Portuense fueron: José Mª Moreno en 1890, en diciembre de este año toma el relevo Carlos Hernández hasta el 4 de febrero de 1891, le sucede entonces hasta el 17 de octubre de 1891 Manuel García Ramírez, le sigue José Carrajal García hasta el 18 de enero de 1893, fecha en que ocupará el cargo Luis Pérez Gutiérrez. Más tarde, ya en 1936 su director fue Francisco Pérez Pastor.
En 1891, en el primer número lleva la cabecera de Revista Portuense con la leyenda ‘Periódico Independiente y de intereses materiales y especiales’. En 1897 cambia a ‘Diario de la Mañana. Extensa Información Telegráfica’, con la variante de ‘Información Local y Telegráfica’ al inicio del siglo XX. En 1908 la leyenda del encabezamiento definía a la Revista Portuense como ‘Perioódico Político y Literario’, cambiando 3 años mas tarde, en 1911 a ‘Periódico Literario y de Intereses Generales’ para, definitivamente adoptar el escueto ‘Periódico de la Mañana’ a partir de la década de los años veinte del siglo pasado.
En la imagen aparece Dionisio Pérez a la derecha, con sus gafas oscuras, con Alfredo Hornedo Suárez, personaje singular, dueño y director del diario El País de La Habana, a quien Dionisio Pérez reclamaba habitualmente sus honorarios, y que dada su súbita muerte dejó una importante cuenta por satisfacer el tal empresario. Dionisio Pérez viajó a La Habana, pero también se vieron en París, donde les obsequió con una comida en la que degustaron una garbure, según cuenta, con alguna retranca, en la Guía del Buen Comer Español. (Texto de la fotografía: José María Pisa).
Su periodicidad al principio era semanal, después diaria, excepto los lunes. En 1938 tuvo un periodo trimestral. La tirada en sus inicios era de 200 ejemplares. Su precio de 10 céntimos ejemplar, suscripción al mes de 2 pesetas hasta 1920; 2,50 desde 1920 hasta 1938. Número de páginas, primero dos, luego cuatro. Su tamaño variaría con el tiempo. Cuando fue semanario: menor a 42 cms., después 42 cms. y de 48 a 50 cms. según las épocas. Las cabeceras también variaron según las circunstancias políticas. Ha tenido cuatro y cinco columnas.
En ella colaboraron importantes firmas como el propio Dionisio Pérez, José Navarrete, Pedro Muñoz Seca, Mariano López Muñoz, Rafael Alberti, Francisco Hohenleiter, Luis Suárez Rodríguez, Augusto Haupold, Hipólito Sancho Mayi, Blas Infante, Francisco y Luis Pérez Pastor, Luis de Lassaletta, etc.
El día 17 de abril de 1936, tras ser asaltada la redacción del periódico el día anterior, la revista interrumpió su edición. El 8 de septiembre del mismo año, festividad de la patrona, se reanudará la publicación. En 1938 cierran definitivamente los talleres y deja de publicarse. (En la ilustración, caricatura de Dionisio Pérez, realizada por Tovar).
811. GACETILLA DEPORTIVA. El Tagarnina.
Los domingos se publicaba la ‘Gacetilla Deportiva’ en Imprenta Bollullo, con el resultado de los partidos del fin de semana. Luego se repartía en el Estadio del Racing Club Portuense. En este ejemplar, en el que se hace referencia al encuentro entre el Portuense y el Rota, se cuenta la verdadera historia falsa de Manuel Pinto Muñoz, ‘Tagasnina’, ‘Tagarnina’ o simplemente ‘el Taga’.
Más información de Manuel Pinto, en la nótula núm. 106 de GdP.
810. CONCHI RODRÍGUEZ Y MIKA DE LA CRUZ. Haciendo ruido en comunicación: NOISE.
El encuentro casual entre estos dos porteños, Conchi y Mika, ambos con la misma filosofía de vida hizo que naciera la aventura profesional de Noise, que en inglés significa ruido. Tras varias conversaciones se dan cuenta de que si unen sus mentes pueden crear algo con mucha fuerza y, sobre todo, muy creativo.
Noise, imagen y social media, es una productora gráfica y audiovisual especializada en creatividad, diseño gráfico y web, fotografía y video de calidad para las identidades corporativas de los clientes, así como en la creación y gestión de perfiles empresariales alojados en las diferentes redes sociales disponibles en la actualidad.
FILOSOFÍA DE NOISE.
Su filosofía está basada en una idea que aplica a todo lo que hace. Todos sus proyectos tienen como objetivo último conseguir influencia para sus clientes. La influencia en Internet se consigue únicamente a través de la credibilidad.
Noise es una red de trabajo en la que participan profesionales en distintos campos dentro del mundo de la comunicación, además de sus dos componentes principales, Conchi y Mika, también cuentan con profesionales como Moisés Pérez Cordero o Javier Reguera Aragón.
Su principal objetivo es unir sus conocimientos en las distintas materias para formar un equipo profesional sólido y creativo que ofrezca servicios de alta calidad. Ofrece diferentes paquetes de productos que se adecuan a las diferentes necesidades de las empresas para que se hagan oir, cuantos más decibelios (dB) mejor.
Conchi Rodríguez Gil, nació en 1975 en Madrid, el año en el que la ONU lo declara como Año Internacional de la Mujer, año de la proclamación de S.M. el Rey don Juan Carlos I, año en el que Bill Gates y Paul Allen fundaron Microsoft. Hija del gaditano Francisco Ramírez y de la madrileña Toñi Gil, tiene otro hermano, Salvador.
En 1975 Rafael Alberti publica ‘La Arboleda Perdida’, primera parte de sus memorias. Diego Caraballo, será el autor de la comparsa ‘Alegrías de Cádiz’. Los Reyes Magos de ese año en El Puerto, serán Luis Suárez Ávila, José María Morillo Sánchez y Felipe Bononato Sáez. Era alcalde de la Ciudad, Fernando T. de Terry Galarza.
De pequeña vivió en la calle Federico Rubio en una casa de más de 100 años, grande, con un patio en el que jugaba con bolas: canicas y baloncesto, con su hermano. Fue, como no podía ser de otra manera a la Guardería de Marjó y estudió EGB en las Esclavas y el bachillerato en San Luis Gonzaga. Se licenció en Publicidad y Relaciones Públicas en la Facultad de Ciencias de la Información perteneciente a la Universidad de Sevilla.
Miguel Ángel Rodríguez de la Cruz, conocido como Mika de la Cruz, nació en agosto de 1977 en la antigua clínica del Dr. Frontela, año en el que se celebraron las primeras elecciones democráticas al parlamento español y se derogaba la censura. El 4 de diciembre millón y medio de andaluces salieron a la calle para pedir una autonomía en pie de igualdad con el resto de los pueblos de España; moría Caparrós en la manifestación Diego Caraballo compondría, mas tarde, el pasodoble ‘Un 4 de diciembre muere un malagueño’. Las Madres de la Plaza de Mayo, en Argentina, iniciaban su primera marcha frente a la Casa Rosada, sede de la presidencia del gobierno sudamericano.
Hijo del porteño Manuel Rodríguez Álvarez, el popular Manolo ‘el del Garitón’ y de la también portuense Josefina de la Cruz Carreto, es el tercero de tres hermanos, tras José Manuel e Inma y tío de 4 sobrinos.
De pequeño vivió en la calle Descalzos, hoy Javier de Burgos, en la misma casa del Garitón, propiedad de su padre que con anterioridad regentó el Bar La Garita. Mika estudió en La Salle y en los institutos Muñoz Seca y Santo Domingo. Cursó estudios de fotografía en Londres en el Westminister College of London y en Noruega en el International College of Art en su capital, Oslo.
Su juventud, sus ganas de trabajar , de hacer las cosas bien y su imaginación unidas, además de mucho esfuerzo y constancia, . hacen que Noise salga a la luz.
Tras poner en común los años de experiencia en el sector y los conocimientos adquiridos en el mundo de la publicidad , el marketing y la comunicación, deciden embarcarse en este nuevo proyecto para poder desarrollar su creatividad y dedicarse profesionalmente a ofrecer campañas publicitarias, a potenciar las marcas de sus clientes y a seguir creando nuevos conceptos con un entusiasmo aún mayor.
Playa de Levante desde Los Toruños.
DESDE EL EXTRANJERO, A LAS MEJORES OFICINAS DE EL PUERTO.
Y es que que lo que están haciendo lo hacen desde las mejores de las oficinas de El Puerto: la punta de Santa Catalina, las piedras de las Murallas, desde el eucaliptal de El Ancla, frente a la playa de La Puntilla, desde el Parque Metropolitano de los Toruños o el Coto de la Isleta... En estas oficinas portuenses, se unen, mezclan, combinan rebujan , hilan y tejen todas las experiencias vividas, en todos y cada uno de los países donde han estado y vivido: Portugal, Francia, Irlanda, Inglaterra, Alemania, Holanda, Noruega, Italia, Estados Unidos, Mexico, Seychelles, Hawai y Nueva Zelanda.
Arriba de estas líneas, Mika de la Cruz con uno de sus perros, un Gran Danés. Debajo Conchi, con su gato romano rubio 'Lulo'.
LOS CLIENTES.
Sus clientes proceden de diversos sectores profesionales lo que les obliga a imnovar constantemente para poder seguir manteniendo sus firmas en lo mas alto.
Como muestra de algunos de sus trabajos realizados en lo que a perfiles profesionales en redes sociales se refiere podemos nombrar a: Martínez Moreno abogados, Heladería Artesana da Massimo, Galería Blanco y Negro, Taberna Italiana Non solo Pasta, etc.
Respecto a imagen corporativa, diseño y creación web, cuentan con la de su propia empresa donde se muestran ejemplos de algunos de las empresas que ya están haciendo Noise
FOTOGRAFÍA Y OTRAS TÉCNICAS.
En cuanto a lo que fotografía se refiere, cuentan con las diversas exposiciones que Mika de la Cruz ha realizado para la Diputación Provincial de Cádiz, para la Suma Flamenca de Madrid y las realizadas en varias galerías nacionales e internacionales. Como ejemplo reseñamos dos de las exposiciones que mas identifican su carácter portuense, La Mar Hecha Mujer y Movimiento Flamenco.
Además, realizan trabajos a medida de diseño gráfico, web, software, fotografía y video, campañas publicitarias, dotación de museos en lo que a audio guías, aplicaciones interactivas y proyección de su presencia mas allá de los limites físicos del edificio se refiere
Los astilleros de Noise, haciendo acopio de cascos para sus veleros ecológicos.
ESTE DOMINGO: EMBARCA TUS DESEOS.
BOTADURA DE 300 BARQUITOS DE VELA.
Noise es una empresa 'verde', es decir, concienciada con la necesidad del cuidado de nuestro planeta en todos los sentidos. Este evento pretende hacer ver a todo el que acuda que la creatividad también se puede utilizar en este sentido y que además es necesario.
Como ellos afirman: “--No solo se trata de hacer dinero, también hay que valorar que podemos hacer por mejorar nuestra existencia y cuidar a la madre tierra".
Un velero de Noise preparado para la botadura del domingo próximo. Es el prototipo 01, bautizado con el nombre de 'Galatea'.
Embarca tus deseos, consiste en la botadura de casi trescientos veleros ecológicos que zarparán de El Puerto cargados con los deseos de todos aquellos asistentes al acto, como los de aquellos que, aún no pudiendo estar presentes el próximo domingo 24 de octubre, los han dejado escritos en los muros que Noise posee en las diversas redes sociales existentes.
Estos deseos quedaran plasmados en las velas de esos veleros biodegradables que se botaran el domingo y que han sido realizados a mano poniendo en cada uno el mismo cariño con el se ha creado este evento.
Prueba de flotabilidad Noise en la Playa de la Muralla.
OTROS PROYECTOS SOCIALES.
Son muchísimos los proyectos que bullen en las mentes de este equipo, pero debido a que el factor sorpresa es lo que hace que cada campaña sea única e irrepetible, lo único que nos pueden adelantar desde la Factoría Noise es que el próximo evento ya esta metido en el horno y que está muy relacionado con la Libertad, el Vuelo sin Motor y los deseos de ver de nuevo el Centro de El Puerto lleno de gente. Con ello quieren inspirar a quienes corresponda a que siga haciendo Noise (ruido) a favor de su causa.
Mika, Conchi y Miguel Ángel, haciendo Noise.
JASP's
Además de una empresa joven, creativa y muy estricta en lo que a su trabajo se refiere, Noise está formado por gente a la que le encanta un buen libro, escuchar buena música, oír a un buen orador, ver sonrisas en caras ajenas, disfrutar del azul de nuestro cielo, de la historia de nuestros abuelos pero, sobre todo, del blanco de nuestra sal y el verde de nuestros pinares porque no olvidan de donde proceden: El Puerto de Santa María, casi trimilenario, alfonsí y americanista.
809. EN EL AÑO DE LA ALTERNATIVA DE GALLOSO.
José Luis Galloso, Fernando T. de Terry, oyendo el acta del homenaje por boca del secretario del Ayuntamiento.
A primero de junio de 1971, año de la alternativa del diestro José Luis Galloso, el ayuntamiento le tributó un homenaje en la Casa Consistorial. Ese año, el 18 de julio tomaría la alternativa de manos de Antonio Bienvenida en la Plaza Real ante un fiero oponente: “Inclusero”. De testigo, Sebastián Palomo Linares, cortándole a los toros del lote de Heredero de Carlos Núñez dos orejas y rabo a cada uno. Al año siguiente confirma en Madrid la alternativa, siendo su padrino Paco Camino y de testigo actuó Curro Rivera.
Con un grupo de amigos relacionados con el mundo del toro: De pie, de izquierda a derecha, el propietario el Bar ‘El Niño, en la calle zarza; su tío Antonio Fernández Galloso, Francisco Ragel, ¿Juan Luis de los Ríos?, José Luis Feria Fernández ‘Galloso’, 3 miembros, posiblemente, de la cuadrilla del diestro y Soriano. Agachados, Antonio Gil González, Juan Muñoz Aparicio y Jesús Vela.
En la imagen, de izquierda a derecha, el presidente del desaparecido Club Taurino del Parque, Victor García a la sazón Comisario Jefe de Policía, Galloso, Fernando T. de Terry alcalde, desconocido, Antonio Rosales ‘don Puyazo’, el secretario del Ayuntamiento, Enrique Barrilaro y Antonio Fernández Galloso.
Más información en la nótula 368 de Galloso en Gente del Puerto
808. INAUGURACIÓN DEL PALCO REAL. Plaza de Toros. 1998.
En 1912, se anunció en la Plaza de Toros de El Puerto una corrida regia que presidiría S.M. Don Alfonso XIII, a la que no asistió. Mandó a los Presidentes del Congreso y del Senado que, después de haber estado comiendo y bebiendo en una bodega de Jerez, llegaron al cuarto toro.
(En la imagen de la izquierda, sombreros de copa en la presidencia. Antiguamente la Banda de Música estaba situada delante de los palcos principales).
Por fin, el 2 de agosto de 1998 S.M. el Rey Don Juan Carlos I inauguraba el Palco Real de la Plaza de Toros, asignatura pendiente de la Corona desde que su abuelo don Alfonso XIII prometiera venir a inaugurarlo. No asistió S.M. la Reina Doña Sofía.
El 2 de agosto de 1998 los diestros fueron Emilio Muñoz, El Litri y El Cordobés, rodeando a S.M. el Rey Don Juan Carlos. A la derecha Manolo Vázquez Garcés. El niño que aparece en la imagen es el hijo de Emilio Muñoz. El cuarto por la izquierda es Manuel Rodríguez ‘El Mangui’, de la cuadrilla de El Litro.
Los toros de Jandilla, mansos y sin clase en la que solo se cortó una oreja por parte de ‘El Cordobés’. La anécdota ocurrió cuando tras brindar 'El Cordobés' un toro a S.M. el rey y lanzarle la montera, esta no llegó lógicamente al palco real. Entocnes, el usía Fernando Gago abandonó su puesto en la presidencia del festejo para llevarla. Este gesto provocaría que desde una parte del tendido 2 de sombra, precisamente donde se encontraban espectadores ‘de pescuezo’, iniciaran a coro algo que acabaría gritando un sector del público al unísono: ‘pelota, pelota’. (En la imagen podemos ver a S.M. el rey, en pié, escuchando el brindis).
807. JOSÉ PÉCULO APARICIO. Víctima de un accidente laboral.
Meses antes de realizarse las obras de remodelación de las instalaciones industriales de la Compañía Lebón en sus locales de calle Diego Niño y Descalzos [que luego pertenecerían a la Fábrica de la Luz, o Electra Peral Portuense, hoy Caja Inmaculada] tuvo lugar un trágico accidente en la primitiva fábrica de gas de la compañía en el Campo de Guía, en el que se vieron implicados cinco operarios de la misma, afectados todos ellos por inhalación de hidrógeno sulfurado según el diagnóstico oficial facilitado por el equipo médico que atendió a los accidentados, compuesto por los doctores Plácido Navas, Adolfo Barra, Luis Rouselet y Luis Lorite, este último médico forense
Fábrica de Gas Lebón, donde hoy está ubicado el Polideportivo Cubierto.
En la imagen el doctor Plácido Navas.
El accidente laboral se produjo el sábado 8 de febrero de 1919 en el interior de un profundo pozo situado entre los dos gasómetros existentes, que contenía en su fondo las válvulas de las cañerías de gas. Cada semana una cuadrilla formada por media docena de hombres procedía al achique del agua que se filtraba del cercano río, bajando uno de ellos hasta el piso encharcado y desde allí, situándose los demás de forma intercalada en la escala metálica adosada al muro, mediante esta cadena humana, eliminaban el agua acumulada en la lenta filtración. Esta operación, realizada puntualmente cada sábado, venía realizándose, prácticamente, desde la construcción de la fábrica, sin ningún incidente. Sin embargo, en esta ocasión, una concentración de hidrógeno sulfurado, formando una “bolsa” en el fondo de la oquedad, propició el desmayo inicial del obrero que bajó al fondo. En los primeros tramos de la escala estaba el encargado, José Péculo, que acudió en ayuda del accidentado, sufriendo el mismo efecto y así, sucesivamente, los otros tres compañeros que se encontraban situados en la escala, acumulándose en el fondo los cuerpos de cinco personas en pocos minutos. Los accidentados fueron: José Péculo Aparicio, de 55 años, casado y con 8 hijos; Joaquín Delgado Benítez, de 38 años, casado, con 5 hijos.; Manuel Moreno Paz, de 25 años, soltero; Manuel Naviero Delgado, de 28 años, casado, con 1 hijo y Manuel Garay Trinidad, de 30 años, casado, con 1 hijo.
La Fábrica de Productos Químicos de Haupold estaba cerca y acudieron a auxiliarles.
El último miembro de la cuadrilla, que se ocupaba de vaciar los cubos, pudo dar aviso al encargado de la fábrica, Manuel Garcia Bastardin y este, a su vez, solicitar el auxilio de sus vecinos de la cercana fábrica de productos químicos Haupold. Acudieron Augusto Haupold y su cuñado, Antonio Ordóñez, que era médico, organizándose la operación de salvamento y primeros auxilios de los accidentados. Se pidió un voluntario para bajar al pozo, ofreciéndose uno de los obreros, Manuel Flores Lainez, al que ataron de una cuerda previsoramente. Descendió y se consiguió rescatar con su eficaz ayuda, uno a uno y con gran dificultad dado los rudimentarios medios con que contaban, a todos los accidentados, a los que se les practicaron la respiración artificial, logrando reanimar a cuatro de ellos, que fueron trasladados por la Cruz Roja al hospital municipal. El quinto accidentado, de mayor edad, José Péculo Aparicio, cuando fue rescatado era ya cadáver. El juez, Don Fernando Badía, ordenó el levantamiento del cadáver y autorizo el traslado del cuerpo a su domicilio –vivía muy cerca de la Electra Peral, en el nº 85 de calle Larga- para ser velado por la familia, señalando la obligada autopsia para la mañana siguiente, previa al entierro.
Electra Peral Portuense, por su fachada de la calle Larga.
José Péculo era el empleado de mayor antigüedad en la empresa, --35 años de servicio-- en la que gozaba no solo de la confianza y estima de sus patronos que le habían distinguido con el premio “Constancia y Trabajo”, instituido por Lebón y Cia. entre sus empleados y obreros a nivel nacional tambien del respeto y aprecio de los demás componentes, sus compañeros de trabajo y sus conciudadanos en general, tal como refleja en su crónica del suceso la “Revista Portuense” que lo menciona “como modelo de laboriosidad y honradez”.
Fue él quien, en representación de la compañía Lebón, firmó las escrituras de compra de los solares en donde ahora se levanta la Sala Cultural de CAI, adquiridos en subasta pública, mientras que el otro firmante, el de la parte vendedora, sería otro ilustre personaje local, el alcalde del momento, Severiano Ruiz Calderón, cuyo nombre se ha perpetuado en el palmeral junto al río, el paseo y parque público que lleva su apellido y que aparece en la imagen de la izquierda.
El sepelio, al que acudieron numerosas personas, estuvo presidido por el alcalde la ciudad, Ernesto S. Piury, el Gerente de Lebón y Cia en Cádiz, el ingeniero Gatell Lomaña, Jefe de Personal de la empresa y el director de la misma, Manuel Ordóñez Garabito, aficionado a la fotografía, de quien en breve esperamos publicar una nótula. (Texto: Antonio Gutiérrez, A.C. Puertoguía).
806. FRANCO POLICASTRO. Pintor italiano afincado en El Puerto.
Franco Policastro Iuzzolino nació el año que Luchino Visconti estrebana ‘Noches Blancas’, en 1957. Natural de San Gregorio Magno (Salerno) Italia, hijo de Giuseppe y María Antonia y primero de cuatro hermanos, allí pasó su infancia.
Estudió en la Scuola Media de San Gregorio Magno y en Liceo Artístico de Éboli los estudios medios y los superiores en Florencia, en la Academia di Belle Arti di Firenze.
1957.
Ese año de 1957, en El Puerto, ya existían 16 toros de Osborne, diseñados por Prieto, en las carreteras españolas. Además, se instalaba en la fachada de la Capilla del Hospital San Juan de Dios, el retablo cerámico de N.P. Jesús de los Afligidos. El Ateneo de Sevilla se desplazó a nuestra Ciudad para rendir un homenaje a Pedro Muñoz Seca. El historiador Luis Torres Balbás, publica el libro ‘Cementerios Hispanomusulmanes’ en el que hace referencia a una estela funeraria o ‘mqabriya’ depositada en Bodegas Caballero, tras vivir infinidad de traslados. Se construye en la calle San Juan la casa del Cura, en el espacio que ocupaban unos almacenes en mal estado.
En la imagen, San Gregorio Magno (Italia) tierra natal de Policastro.
El Colegio conocido como Asilo de Huérfanas o de San José, en la calle Cielos, instala un internado y medio pensionado bajo los auspicios de la Junta de Protección de Menores. Se estrena en Madrid la versión de Gustavo Pérez Puig de ‘La Venganza de Don Mendo’, con los hermanos Ozores. Nacen el pintor Angel Lara Barea, hijo del también pintor Juan Lara; el escultor Pablo Tejada, hijo del poeta José Luis Tejada; el pintor italiano afincado en El Puerto, Franco Policastro; Manolo Morillo, actor. Juan Franco del Valle, maestro coctelero. Muere Luisa Butrón, ‘Luisa la del Puerto’ y Norberto Sordo de la Borbolla, uno de los propietarios de la taberna ‘La Burra’, por otro nombre ‘La Andaluza’.
Franco Policastro con sus compañeeros del Liceo de Arte en 1974.
Con sus padres, Giuseppe (desaparecido hace escasamente un mes) y María Antonia, en 1993.
Policastro trabajaría más tarde como restaurador en la Soprintendenza di Belle Arti di Pisa en 1978. Está especializado en la restauración de obras de arte, pintura y decoración de interiores. El arte lo ha tocado desde muchas perspectivas y técnicas: pintura con diferentes materiales y soportes, retauración, perfomances, happenings, diseño gráfico, arte digital, … Una parte de su obra se encuentra en entidades públicas, Ayuntamientos e instituciones privadas, así como en Iglesias. Intercambia obras de su producción con otros artistas, pintores o escultores, y lleva una galería virtual como testigo de ese estado de compartir el arte: «--Cambiar nuestras obras por otras que nos gusten sin ánimo de lucro. Es por ello que se me ha ocurrido esta posibilidad de conocer las trayectorias de otros creadores y, además intercambiar alguna obra con ellos».
Ha viajado por toda Europa: Francia, Alemania, Inglaterra, Suiza, Portugal y España donde se establece en El Puerto y desarrolla mayoritariamente su trabajo artístico.
Con su mujer, María Mercedes Ponce, en una visita a Roma (Italia), delante del monumento a Victor Manuel.
Está casado desde 1985 con María Mercedes Ponce Alegre, con quien tiene una hija que ya tiene 21 años, Gisella, actualmente cursando en Córdoba la licenciatura de Traducción e Interpretación y ya está titulada en inglés por la Escuela Oficial de Idiomas.
RETABLOS.
Entre otros retablos ha trabajado en la Iglesia ‘Chiesa Madre, la pintura del retablo ‘Il Vecchio e Nuovo Testamento’ de 800x500 cms. en 1993. La pintura ‘Degli Apóstoli’ 150x160 cms. también en 1993 y 15 lienzos para el ‘Vía Crucis’ de 35x50 cms. en 1995. También ha realizado encargos para la Iglesia ‘Chiesa Madonna di Loreto’ en 1997 y la Iglesia ‘Chiesa del Cimetero’ entre 2001 y 2002.
Retablo realizado por Francesco en la Iglesia 'Chiesa Madre', en Italia.
El premio nacional de Teatro, el también porteño Manuel Pérez Casaux, afirma de su obra: «Pincelada a la vez efímera y rotunda la de francesco policastro, como anuncio de este drama de la estética que debe ser el arte plástico. Por supuesto que nuestro pintor no puede olvidar su conciencia mediterránea, pero hablar ahora del color y la luz de su Salerno natal -que sí,que se le escapan del pincel como sin querer- sería superficial u tópico, porque en Policastro hay otras muchas cosas. De momento , hay como una obsesión recurrente por dar fe de ese debate entre la sugerencia y la confirmación; de ahí los contraste de color, unas veces violentos y otras sosegados, que dejan entrever en ocasiones una figura humana reinventada y adivinable, unas formas orgánicas que nos observan o que se difuminan entre los restante elementos del cuadro. A través, pues, de esa existencia efímera y al mismo tiempo permanente, los objetos de la imaginación de nuestro pintor van levantando acta del terrible conflicto del mundo que él ha descubierto a su paso por la vida».
En italia, restaurando una talla
RESTAURACIONES ÓLEOS Y TALLAS.
“La Maddalena” 140x180 cm. S. XVII. 2001.“San Carlo” .140X180 cm. S. SVIII. 2001. Y en restauración de tallas: “Madonna e bimbo”, S. XVI, Escala humana. 1997. “L´Addolorada” S. XX. Escala humana. 1997. “San Gregorio”, S. XVIII. Escala humana. 2000. “L' Annunciazióne” , S. XX. Escala humana. 2001. “San Giovanni Battista”, S. XVII. Escala humana. 2001. “Crocifisso”, S. XIV. 80 cm. 2001. “Crocifisso”, S. XX. 95 cm. 2001. “Madonna delle Grazie”, S. XX. Escala humana. 2004. “Santa Lusìa”. S. XX. Escala humana. 2004, entre otras…
Con Jesús María Serrano, en el Perfomance 'La Sinrazón de la Locura'. Jerez. 2010.
Como afirma el escritor Jesús María Serrano: «La madurez y personalidad que identifica -sin género de dudas- la obra de Policastro, no ha sido consecuencia ni del azar, ni de apoyos y mecenazgos particulares o institucionales. Este pintor se ha dedicado a su trabajo creativo con una férrea voluntad a lo largo de los años, esta actitud suya ha servido para subirse a los andamios de las iglesias y dedicarse a la restauración de preciadas piezas insustituibles y, sin solución de continuidad, reencontrarse en el estudio que es el ámbito de su proyección interna para viajar, aprender, trabajar y descubrir su propia cosmovisión estética sin salir del mismo. Quizás sea por ello que Policastro repita compulsivamente que la realidad es imperfecta por lo que el arte debe imitar esa divina imperfección. Carece de secretos, se considera un trabajador al que se enfrenta diariamente desde el respeto y profundo conocimiento de su oficio. Todo para este artista es susceptible de convertirse en objeto artístico, su propio estudio y vivienda bien lo demuestran».
Franco Policastro durante el Happening 'El bolígrafo y la vida'. Jerez 2009.
En la Feria de El Puerto, con su mujer y su hija Gisella (dcha).
EXPOSICIONES.
Entre su primera exposición en Florencia (Italia) y la última este año 2010 en Jerez con ‘La Sinrazón de la Locura’, ha habido en medio más de sesenta muestras de sus trabajos.
En Europa. Pintura Contemporánea en "Schola dell´arte dei Tiraoro e Battioro” en Venecia. Kunst-Forum-Internatinal Meisterschwanden (Suiza) 2005.
- En Italia. Galería Teorema (Florencia). Galaria Etruria (Salerno), Galería La Spirale (Prato-Florencia). Chiodo Fisso (Florencia) Giovani Pittori (Florencia).
- En España. Biblioteca Gregorio Marañón (Benidorm). Diputación de Castellón. Sala Los Jardinillos (Majadahonda. Madrid). Galería Sala Oriente (Caja de Ahorros San Fernando. Sevilla). Galería Casanova (Zamora). Expresión 86 Encuentro de Artes Plásticas de Andalucía. Expo Joven (Sevilla). Casa de la Cultura (Sanlúcar de Barrameda).
- En la provincia de Cádiz. Diputación de Cádiz. Casino Gaditano. Caja de Ahorros de Cádiz (Jerez). Galería Tragaluz (Jerez). Galería Melkart (Cádiz). Galería San Fernando (Jerez). I, II y III Muestra de Arte de Vanguardia Diputación de Cádiz. Pintores para el 92 Caja de Ahorros (Cádiz). ADUANA 88, 89 y 91 Diputación de Cádiz. Exposición Vino Fino organizada por Diputación de Cádiz en Jerez y en Cádiz. Expo Obra Cultural (Rota) 2006. Happening ‘El Bolígrafo y la Vida’ (Jerez) 2009. ‘La sinrazón de la locura’ (Jerez) 2010.
- En El Puerto. Club Caype, Galería Mosaico. Galería Casino Bahía de Cádiz, Plastilírica I, III y IV. Encuentro Internacional de Artes Plásticas. Jóvenes Artistas en Bodegas Terry. Sala Alfonso X ‘el Sabio’ con varias muestras, entre otras ‘De Fino y de Arte’. Muestra de Arte Andaluz en el Auditorio Municipal San Miguel. ‘Racismo y Xenofobia’. Pintores Portuenses, Centro Alfonso X ‘el Sabio’. Galería Alacena. Arte y Solidaridad a beneficio de Cáritas en el Auditorio del Monasterio de la Victoria. Tauromaquia. Hotel Caballo Blanco.
'Toro', un cuadro de Policastro de su serie 'Tauromaquia'. Acrílico sobre papel, 70x100 cms.
El crítico de arte del Grupo Joly, Bernardo Palomo, dice de nuestro artista: «El Arte Contemporáneo mantiene unos esquemas abiertos que dejan a un lado posturas tan inflexibles como la disciplina de lo concreto, la dictadura de la técnica o el patrimonio de la mimética realidad; por el contrario, abre unas perspectivas infinitas por donde pasa la luz diáfana de lo creado con el impulso vital, con el juego puro de la expresión, con el simple desarrollo colorista, en definitiva, con la espontaneidad de la forma plástica. Franco Policastro, artista curtido en mil batallas, heredero de una tradición vieja y sabia e inmerso en un espacio geográfico lleno de inquietante espiritualidad, ha ideado una experiencia que busca dar forma artística a unos elementos plásticos. Con ello se pretende que una serie de objetos cotidianos, cosas ajenas a la realidad artística, manifiesten sus muchas posibilidades estéticas. Los materiales, de variada y dispar naturaleza, mínimamente manipulados, provocan las más inesperadas acciones. El artista da pistas, abre caminos, deja entrever los muchos resquicios de una obra de arte y lanza inquietantes guiños a un espectador del que se espera su contribución». (En la imagen, el estudio actual del artista).
Imagen de Franco Poliscastro en la Exposición de la Sala CAI (Caja Inmaculada), en febrero 2011.
805. LA SALLE EN EL PUERTO. Acto inaugural del 50 Aniversario.
Evocación de los Alumnos, en representación de los cincuenta cursos, escrita y leída por Francisco Andrés Gallardo, antiguo alumno, durante el acto inaugural.
PRETÉRITO PERFECTO.
Lo que hubiera dado por remachar en la red el gol definitivo de aquella mañana de fiesta de mayo. Sentirme campeón a la sombra de aquellas torretas rojas, las que dejaban tiznadas las camisas. Lo que hubiera dado por alzar la copa futbolera que nunca tuve y tener todas las respuestas en el Futbigol.
Lo que habría dado para que mi torpe trabajo de hilograbado, un junco asiático o una mariposa imposible, se hubiera convertido en la estrella de la exposición en el Cascarón
Lo que hubiera dado por acumular más vales que nadie ante don Siro; el que hubiera aparecido en el panel como delegado, o al menos como simple responsable de los sacapuntas; el que hubiera conseguido más bolis en los agujeros excavados junto a la tapia; el que hubiera sorprendido a todos con una impresionante jugada soviética en aquel ajedrez de paño de don Antonio.
Lo que habría dado por un sobresaliente en abrazos de buenos amigos, por una medalla en voleibol de manos del hermano Ángel. Y haber triunfado en la cantera del hermano Aniano. Lo que habría entregado por haber sido siempre el primero en la cola del bocadillo, el primero en salir cada mediodía y el último en entrar de la fila del recreo o en entregar la tarea del fin de semana. No pude tener todos los libros de Astérix y Tintín que se deshojaban de abuso en la biblioteca, ni pude completar el álbum de los Billetes del Mundo. Pero tenía ese bolígrafo bic de plástico gris que se empeñaba en quedarse en blanco justo en la tarde que más cuentas había que hacer.
Una improvisada clase de antaño abrió los actos conmemorativos. El Hermano, con 'babero' como mandaban aquellos tiempos.
Lo que hubiera dado por haber esquivado al Padre Palanca y a la chasca del gruñón hermano Pascual. Por haber tenido correctos todos los ejercicios de Física de don Martín y las ecuaciones de segundo grado de don Joaquín. Y tener el visto bueno de todos esos problemas del Cuaderno Rubio, problemas de sacos de patatas, trenes que viajaban a velocidad constante y barriles con decimales puñeteros. Ay, cuando los problemas se resolvían a mano, con cuentas en hojas aparte y fórmulas programadas. Nada que ver con los problemas y quebraderos de cabeza que nos reservaba la existencia más allá del concesionario de la Seat.
Lo que hubiera dado por saberme el Credo sin tropezarme, por saber dónde estaba la derecha y la izquierda en la señal de la Santa Cruz, por encontrar todos los complementos circunstanciales de tiempo y dominar todas las trampas para domesticar a los kilopondios, los culombios y los decámetros cuadrados.
Nicolás Jiménez Aragón, alumno que fué y profesor en la actulidad, habló en nombre de los docentes
Lo que daría porque sonara la campana ahora mismo para irme a jugar con Morilla y con Quiñonero. Lo que daría por oír la voz de don Eleuterio y ponerme firme ante una amonestación del hermano José Miguel…
Lo que daría y no tengo por aguardar en la puerta de casa a mi padre para que me firmara en la cartulina verde de las notas, esas notas que siempre eran un poco más generosas que nuestros más pesimistas pronósticos.
Se proyectó un frangmento de una película que resultaba familiar: 'El Señor de La Salle'.
Excmo. señor alcalde, directora. presidente de la comisión organizadora Don Martín. Queridos maestros; estimados padres y compañeros. Hermanos y condiscípulos. Amigos todos.
Que San Juan Bautista de La Salle os siga acompañando cada día y siempre tengáis presente de donde proceden nuestros primeros pasos. Seremos siempre los papeles de El Señor de la Salle. Aún suenan los cuchicheos en el salón de actos porque la película va a comenzar. Cuando la oscuridad era la fiesta en la que descubrimos el verdadero cine de barrio.
Medio siglo es más de media vida. Y toda una vida es lo que se nos amontona en la memoria cuando recordamos lo vivido entre La Rosa y San Francisco de Paula, junto a la Vid y frente a la venta El 7, cerca de la caseta azul de Milagros donde tantos de nosotros nos surtimos de pipas, caramelos y de esos chicles que teníamos que arrojar a la papelera.
La orquesta 'Plectrum Gaditanum' dirigida por Carlos Coronado, antiguo alumno del centro, formada mayoritariamente por portuenses, contó con un solo de saxo de otro antiguo alumno, Juan Luis Barcia.
Bajo el pavimento del patio está la arena de la playa, la arena de aquellos campos de fútbol que se embarraban con cuatro gotas y que se convirtieron en los estadios de nuestras fantasías. Por la reja que ahora da a la plaza del Hermano Ignacio Javier aún parece que vemos aquel murete que servía de grada y peligroso pasillo de escaramuzas, cuando los ángeles de la guarda, dulces compañías, no podían permitirse ningún despiste con aquellos niños, entonces sólo niños, alimentados con pan con chocolate.
La plaza Hermano Ignacio Javier, qué mejor nombre y lugar para descubrir un amanecer en El Puerto y contemplar la firme estampa del legado de aquel constante fundador y de todo cuanto hicieron quienes ayudaron a levantar medio siglo de generaciones de escolares.
El coro del Colegio cantó el Himno de La Salle.
Y es uno de los honores más grandes que he podido tener, representar a todos vosotros y a todos esos miles de paisanos que pasaron por las aulas de azulejos celestes, que llegaron con las rodillas al aire un septiembre de estos, con una cartuchera de lápices de colores, y se marcharon siendo casi hombres y mujeres, mirando al frente con el bagaje de los valores lasalianos y una maleta llena del afecto de don Juan, de los consejos del hermano Francisco o de don Nicolás, de las notas musicales entregadas por don José Luis o de los mapas de colores del hermano Jose María.
Representantes de los antiguos alumnos de distintos cursos académicos que pasaron por el colegio. (Foto: Alfonso González).
Es un privilegio poder evocaros los olores a cedro, a goma de nata, a cera Dacs y a cera Manley, a cuaderno limpio, a humedad en el vestuario, a barro amasado, a papel charol y a pila de petaca. A sabores como el de la satisfacción del agua fresca en aquellos servicios a los que había que ir en peregrinación. Más de uno no llegó a tiempo. De sabores de embutido zampado en el patio, de peta-zetas de fresa y de citrato negro, de sudor de recreo y jersey mojado.
Qué bien sentir de nuevo con vosotros sonidos como la algarabía tras cada timbrazo, el crujiente hojeo de los libros recién estrenados, las risas tras cualquier disparate en clase y el cascabeleo sordo del aula de mecanografía, ya de noche. Todavía me sobrecoge el sonido de los palmetazos de una regla y me serena la evocación de los rezos infantiles de cualquier mañana de invierno. Los dedos parecen guardar el áspero polvo de tiza, el tacto pegajoso de la tinta de bolígrafo desparramada y la dulce sensación de acariciar los cristales tibios calentados por el sol de la primavera.
Autoridades y representaciones asistentes al acto.
Crecí en La Salle Santa Natalia tal vez cuando se revolucionaba esa historia que después pude estudiar a lo grande. Mi generación se estrenó en el colegio cuando gobernaba Franco. Con razón siempre temíamos la palabra dictado... En mi caso el dictador se marchó justo cuando don Siro nos enseñaba aquella copla que decía “ya se murió el burro de la tía Vinagre, ya se lo llevó Dios de esta vida miserable”.
Aún me desconcierta de aquella copla del burro la estrofa que decía: “él era valiente, él era mohíno… él era el alivio de todo buen vecino”.
En 3º de EGB, en 1975, mis compañeros y yo aprendimos coplas que hoy no pasarían el control antidoping de un inspector como ‘A mí me gusta el Pimpirimpimpím’.
En clase aprendimos las capitales de Castilla La Nueva, que mapa más viejo, nos hacía ilusión la visita del hermano visitador, como ese pariente que llegaba en coche desde muy lejos, y después de las vacaciones de Navidad nos peleábamos a la salida con pistolas de juguete y con madelman militares.
Maria del Carmen López Marchena, directora de las Escuelas Cristianas de la Salle en El Puerto, no olvidó en su alocución a nadie de quienes hicieron posible la celebración del acto.
Soy de otra época, tal vez de la vuestra. Leía tebeos cada semana, comía pastelitos de Cropan y Kubala era mi seleccionador, el de una selección que no era La Roja, si acaso era La Gris porque en casa teníamos un televisor en blanco y negro con un solo canal, el que nos regalaba la Justicia Infinita de Mazinger Z y los chistes malísimos de Bigote Arrocet. Mientras aprendía en La Salle se fraguó la democracia y en la última vez que bajé las escaleras de la puerta principal como alumno lo más azul que quedaban eran los Pitufos. Naranjito iba despidiéndose para recibir a Felipe González y la bandera andaluza ya hacía tiempo que ondeaba por las calles en paz. Fueron años decisivos que pasamos en clase mejorando nuestra caligrafía, el cálculo mental y la memoria histórica. Nos hicimos mayores subiendo escalones, superando plantas y completando fichas y exámenes.
Nos fuimos entrenando en la vida vigilados por la espadaña del edificio presidida por la cruz. Y por el pararrayos de aquellos temporales que anegaban los pasillos y filtraba el agua por las rendijas. El colegio era una inmenso diagrama de Venn, de intensas relaciones biyectivas, un círculo donde nos construimos como jóvenes y nos formamos como ciudadanos, con el disco duro amueblado de recuerdos y conocimientos. Los ordenadores eran entonces de ciencia ficción y lo más móvil que habíamos conocido era aquel compañero que mandaban castigado de cara a la pared.
El alcalde de la Ciudad, Enrique Moresco, cerró el acto que había presidido desde el público.
En el colegio estaban el hermano Julio, y el hermano Teodoro, el hermano Telesforo, el hermano Gonzalo, el hermano Eduardo o el hermano Tomás. Y entre los alumnos había auténticas estirpes, los Obregón del Valle, hijos de don Isidro, el portero de siempre, los Rendón, los Morillo, los Pecci o los Fernández Fernández. Eran otros hermanos que encadenaban el apego por el colegio. Porque La Salle siempre me pareció una gran familia, un sistema circulatorio de buenas implicaciones, una sabia combinación de moléculas, un firme cuerpo poliédrico.
Evocar este pretérito perfecto es vivir un presente continuo, el de las lecciones de inglés de don Vicente. Un ‘carrete’, Cantidad por rédito y por tiempo, como nos formulaba don Antonio…
Detalle de la alfombra de sal de la procesión de la Patrona 2010, dedicado a la efemérides.
Han pasado 50 años en un suspiro. Lo que dura un pastel ante la puerta verde. Se ha cumplido medio siglo de vidas enteras que siempre alzaron la vista para encontrarse con la estatua de San Juan Bautista tutelando aquel edificio que comenzaron a poblar las ilusiones infantiles en 1960. Unos ladrillos que no hubieran tenido mayor utilidad sin la labor de los religiosos que pasaron por sus aulas y la entregada tarea diaria de profesores y profesoras que nos entregaron todo, con su mejor voluntad, su sapiencia y su paciencia. Una tarea con matrícula de honor, la mejor nota que podemos dar a todos estos años sobresalientes.
A los profesores que nos educaron y nos enseñaron, muchas gracias. Al colegio que nos acogió y en el corazón siempre nos sigue albergando, muchas gracias por haber existido. Gracias a los que lo hicieron posible y por habernos hecho este favor de convertirnos en hombres y mujeres de bien y haber cumplido con creces aquella confianza que depositaron nuestras familias. Es lo que menos que podemos decir esta noche.
Isidro toca con denuedo la campana. Los recuerdos se ponen en fila en el patio. Empieza un nuevo día. Muchas gracias a todos vosotros.
Después del acto, se sirvió un aperitivo a los asitentes, el Auditorio de la Victoria estaba completo, aperitivo que no se pareció en nada a aquellos desayunos con chocolate y dulces que se ofrecían a los niños el día de SU Primera Comunión, como en esta fotografía de 1963 tomada en aquel Salón de Actos multiusos. Pero lo importantes fue que el ágape sirvió para que continuara la convivencia.
REVISTA CRUZADOS.
En la Revista Cruzados del 21 de mayo de 1960 se publicaba la siguiente noticia: «El Hermano Ignacio Javier Orbegozo, ha recibido orden de sus superiores, para que en el próximo septiembre, comiencen a funcionar algunas de las clases, en el nuevo Colegio que se construye en nuestra Ciudad, para los Hermanos de las Escuelas Cristianas, y que sigan aumentando cada año nuevas clases, hasta llegar al millar de alumnos.
El edificio puede decirse que ya está hecho, y esto es lo más esencial, pero falta amueblarlo debidamente, como requieren las circunstancias presentes, lo que ha de hacerse con los esfuerzos de todos, para que los niños se aprovechen más y más y sean el día de mañana, hombres útiles a la sociedad cristiana y orgullo para El Puerto de Santa María.
Es cosa sabida por demostrada, aquí y fuera de aquí, la generosidad del Puerto no tiene límites y por ello, se acude con este llamamiento a todos, con el fin de que ayuden a amueblar la escuela que va a ser para todos, pues ya conocen la desprendida caridad de las dos personas que han sufragado la construcción de tan grandioso Grupo, y como se hace necesario más de un millón de pesetas para estos fines, es de confiar que Organismos, Hermandades sindicales y cada familia portuense acudan, que si cada uno aporta cuanto pueda, seguro está, que se superará con creces dicha cantidad.
Para todos será un honor el haber podido contribuir con sus donativos a la realización de una labor tan cristiana, que redundará en beneficio moral y material de esta hermosa Ciudad de Santa María».
804. HERMANO IGNACIO JAVIER. El promotor de La Salle en El Puerto.
El Hermano Ignacio Javier, --en el mundo José Antonio Orbegozo Aizpuru-- con la Gran Cruz de la Orden de Alfonso X 'el Sabio'.
Esta tarde a las 20:30 horas se celebra en el Monasterio de la Victoria, el acto inaugural entre otros de los muchos programados, para conmemorar los 50 años de la llegada de los Hermanos de La Salle a El Puerto de Santa María. Este tipo de realidades concretas no son posibles sin el esfuerzo y la aportación de una serie de personas, que confluyen en un momento concreto de la historia de los pueblos dándole empellones hacia adelante.
Una de esas personas fue José Antonio Orbegozo Aizpuru, el Hermano Ignacio Javier, natural de Azpeitia (Guipúzcoa). Nació el 5 de agosto de 1878 y falleció en Griñón (Madrid) el 16 de diciembre de 1968. Tenía 90 años de edad, de los cuales, 73 de vida religiosa en la Congregación de los Hermanos de las Escuelas Cristianas de La Salle.
A la edad de 16 años ingresa en el Noviciado Menor de la Casa de Formación que los Hermanos de La Salle tienen en Bujedo (Burgos). Ese mismo año toma el hábito y al siguiente, comienza sus estudios para graduarse como Maestro Nacional. (En la imagen de la izquierda, el Monasterio de Bujedo).
Es en 1912 cuando hace su primera incursión por tierras del sur, concretamente en la ciudad de Melilla. Y desde el año 1926 hasta finales de la década de los sesenta vuelca todo su esfuerzo en la provincia de Cádiz. Recorrió las Comunidades de Cádiz-Viña en dos ocasiones, logrando reconstruirlas tras ser reducidas a cenizas en 1936; San Fernando también en dos ocasiones; Jerez La Salle y Jerez Sagrado Corazón; Puerto Real y El Puerto de Santa María.
Resaltan los que le trataron que probablemente una de sus cualidades más sobresalientes fuera su total dedicación a la escuela. En su casi media lengua de vasco andaluzado solía decir: «--A mi entender, Hermano de las Escuelas Cristianas quiere decir que está para dar escuela y casi para nada más». Con esta máxima como referencia fija su cuartel de operaciones en las cercanías de El Puerto. Ya sea en Jerez, ya en Puerto Real, todos los días irá y volverá para estudiar aquella nueva fundación de la que había oído años atrás.
EL GERMEN DEL COLEGIO: DOÑA NATALIA.
Fue en 1911 cuando doña Natalia Pajares de Salgueiro, dejaba en su testamento, al morir, una cierta suma de dinero para la fundación de una escuela de carácter benéfico regentada por los Hermanos de las Escuelas Cristianas. El Hermano Seridón Isidoro, visitador de la Congregación, había estudiado el alcance de la manda testamentaria y estimándola insuficiente para abrir un centro de tres unidades al menos, espera a que otra oportunidad ofrezca posibilidades de llevar a efecto los deseos de la piadosa donante.
Fachada lateral y frontal del Colegio San Luis Gonzaga, cuyas aulas fueron ofrecidas por la orden a La Salle.
Esta dificultad parecía que iba a superarse cuando los Padres Jesuitas ofrecieron un inmueble para habitación de los Hermanos; aulas por tiempo ilimitado en su Colegio de San Luis Gonzaga, y una cierta cantidad para gastos de instalación y complemento de la pensión anual de cada religioso. Pero, antes de entrar en vigor este convenio se cerró el Colegio para convertirse en Noviciado y las cosas quedaron como en un principio.
CONDE DE OSBORNE.
Posteriormente el Conde de Osborne se adhirió al proyecto de doña Natalia y compró un terreno para construir el edificio; pero, aun así, no bastaba. Fue el Hermano Ignacio el encargado de llevar a buen término los deseos de doña Natalia Pajares. Visto el estado del proyecto y el alcance del mismo, él, que nunca fue partidario de hacer las cosas a medias, ni realizar planes pequeños sin perspectiva de futuro ambicioso, concibió la idea de interesar a otras personas para dar a la obra la importancia requerida para una ciudad como El Puerto de Santa María.
Con la experiencia de Cádiz, comenzó nuevamente a peregrinar de puerta en puerta exponiendo el sueño de la creación de un importante centro escolar donde los niños más necesitados de la población pudieran recibir cristiana y gratuita educación.
(En la imagen de la izquierda, el hermano Ignacio, con un encargado de obra, durante una de sus constantes visitas de seguimiento a las mismas).
TERCERA CONFUNDADORA: ISABEL MERELLO.
Pronto esta idea encontró acogida en Doña. Isabel Merello, Viuda de F. Terry, que prometía ayuda si las escuelas se edificaban cerca de sus bodegas, donde estaba la barriada más populosa y necesitada de la población. Puesta de acuerdo con el Conde de Osborne, ambos se convierten en cierto modo cofundadores con doña Natalia, primera inspiradora de la benéfica Institución. El Hermano Ignacio logró también que el Ayuntamiento considerase la obra como de gran interés para la ciudad comprometiéndose a colaborar en su realización. Se vende el terreno adquirido por el Conde y se compra otro mucho más extenso, cercano a las Bodegas Terry.
En primer término, Isabel Merello Vda. de Terry, el cardenal arzobispo de Sevilla, José María Bueno Monreal, el Hermano Ignacio Javier, Luis Portillo Ruiz alcalde de El Puerto y el Conde de Osborne, durante la inauguración oficial del centro el 15 de diciembre de 1963. (Foto Rafa).
En diciembre de 1958 comienzan las obras. El 10 de abril del año siguiente bendice la primera piedra el Cardenal de Sevilla, Dr. Bueno Monreal; y apenas año y medio después, el 16 de octubre de 1960, ya estaba dispuesto para entrar en funciones el edificio de 4 plantas, 17 aulas, salón de actos y demás dependencias y servicios que requiere un Grupo Escolar completo. Aquel día, el Hno. Ignacio debió entonar con inmenso gozo el ‘Nunc dimittis’ del anciano Simeón.
Las calles de la ciudad cien veces recorridas a sus 80 años saben mucho de sus andanzas y fatigas, prodigiosamente superadas merced a su tesón y a su fortaleza física. «--Hay que trabajar a la velocidad de la luz», repetía «que la urgencia de hacer el bien no admite demora». Sus últimos recuerdos de El Puerto se confunden con el rumor del estudio en las clases y la algazara de los niños en los patios de juego de su Colegio. Ya estamos celebrando los 50 años de su fundación. (Texto: Manolo Morillo).
803. MANUEL MUÑOZ APARICIO. Manolín ‘el del Cosario’.
Manuel Muñoz Aparicio, Manolín 'el del Cosario', nació el 23 de diciembre 1937. Sus padres fueron Juan Muñoz Villanueva, fallecido en junio de 1939 y Luisa Aparicio García, fallecida en septiembre de 2000.Su otro hermano, Juan Muñoz --conocido entre otras muchas actividades por haber llevado durante años la taquilla de la Plaza de Toros, desparecido en marzo de 2005-- y el que sería cura, Juan Carreto Aparicio, quien se crió con ellos, pues estuvo bajo la custodia de Luisa 'la del Cosario' el morir durante el parto su madre.
Manolín, nació en el núm. 32 de la calle Nevería, casa que hoy ocupa una Fonda. Curiosamente, por venir de quien vino: el párroco de la Prioral, Antonio Cía Moreno, compró aquel edificio e intentó echar a la calle a Luisa y su familia. Luisa alegaría que su negocio, el Cosario, lo tenía en la esquina, lo que la protegía legalmente para permanecer en aquella vivienda; sin embargo, casualidades de la vida, en el número 34 vivía un militar de apellido Alba al que destinaron fuera de El Puerto y al quedarse vacía la casa --a pesar de los muchos pretendientes que le salieron- el cura consiguió que el piso de la casa núm. 34 fuera para Luisa y, de forma anecdótica, la mudanza de los muebles se hizo por la azotea.
LUISA APARICIO.
La madre de los Muñoz y tutora del que sería el cura Carreto fue una heroína, como tantas y tantas mujeres de su época que, en circunstancias adversas sacaron a familias numerosas adelante sin la presencia de su esposo. Con 33 años se quedó viuda, con tres niños, además de su madre, su hermana Antonia, el hijo de ésta Pepito Aparicio y un primo de su marido, Joselito Muñoz. Siete personas a su cargo, osea, siete bocas que alimentar, más algunos allegados que también necesitaron ayuda, como sus sobrinos, Juan, Jesús y Bartolo Aparicio. A todos sacó adelante con entereza y dignidad: Juan y Manolín y su sobrino Pepito irían al colegio privado de Alfonso Cárdenas, en la calle Luna, entonces conocido como un 'colegio de pago'. El cura Carreto, desde muy temprana edad marchó al Seminario, no sin antes haber trabajado de botones en el Banco Central.
ESTUDIOS DE COMERCIO.
Juan y Manolín estudiaron Comercio, aunque Juan abandona dichos estudios relativamente pronto para ponerse a trabajar. Y Manolín, inexplicablemente y por una fobia a los estudios y el colegio, lo deja pendiente de Reválida. Lo que no podría imaginar este último que, con posterioridad aquellos conocimientos adquiridos durante los cinco años de peritaje: contabilidad, cálculo mercantil, inglés, francés, etc.. le servirían para el puesto de trabajo que, con el tiempo, ocuparía en la Base Naval de Rota.
Manolo estudiando y trabajando en el Cosario. La fotografía está tomada el 26 de marzo de 1954.
Recuerda a algunos de sus profesores y compañeros. Entre los primeros a Rafael Bedoya, Guillermo Beltrán, Antonio Gil González --muy querido por nuestro protagonista. Entre los compañeros Paco Bollullo, Eduardo Zamorano, José Luis López Franco 'Lopete', Antonio González Díaz, Antonio García Díaz, Miguel Aguilar, Antonio Pérez Ruiz o Manuel Clemente.
SERVICIO MILITAR EN EL FERROL.
Entre 1957 y 1959 hizo el servicio militar en El Ferrol. Precisamente en 1957 tuvo que examinarse de Reválida en el peritaje de Comercio que cursaba, pero 'la llamada de la Patria' se lo impidió, algo que no le importó entonces, pero de lo que se arrepentiría más tarde, pues aunque tenía los conocimientos no así el título.
Con el equipo de Fútbol 'Arsenal del Ferrol' que jugaba en Segunda División, como filial del 'Rcing del Ferrol'. Manuel Muñoz aparece en ropa de faena. Año 1957
Manolo rememora con satisfacción el trabajo que realizó durante el Servicio Militar con 200 analfabetos a los que enseñó a leer y escribir. Así, tenía que alternar el trabajo en la oficina con la docencia de urgencia que practibaba con los marinos de reemplazo. Además, mientras éstos no aprendiesen, no podían coger permisos, con lo que en seis meses conseguiría que 199 pudieran ir de visita a sus casas y con el único que quedó se hizo una excepción para que cogiera el permiso, aunque al final también acabaría aprendiendo
La calle de la izquierda es Palacios y los que posan en la calle Nevería. La puerta de detrás, donde hoy existe una óptica y estuvo el Bar El Faro y, anteriormente la armería. De izquierda a derecha, Macario, empleado del Cosario sin relación con los Valimaña, desconocido, José Torres hijo del que fuera directivo del Racing Club Portuense, Manolin Muñoz y, delante del carro, el que luego sería cura, Juan Carreto Aparicio. Este vehículo eera el transporte mecanizado --perdón, 'manuzalizado'-- del Cosario que se usaba para el reparto de mercancías.
LAS TERTULIAS DEL COSARIO DE TABLAS.
Un Cosario es una especie de agencia de transportes de pequeñas mercancías, un recadero de servicios urgentes, situado en la esquina de Nevería con la calle Palacios. Aquel Cosario lo compró el abuelo de Manolo en el año 1921 a un tal Sr. Tablas, de ahí el nombre por el que se le conocía. A la muerte de su padre y al hacerse cargo su madre de dicho establecimiento, empezaron a realizarse tertulias por las que pasaron varias generaciones de porteños.
En la imagen de la izquierda, Feria de 1946. De izquierda a derecha, Juan Carreto Aparicio, Lolita Vélez, hija de uno de los propietarios de la taberna Casa Lucas, Manolín, su hermano Juan Muñoz y José Aparicio.
Las primeras estaban compuestas por Luis y Pepe Bootello, Eugenio Pedregal, Paco Socastro, Juanelo --gran cazador--. La siguiente generación, Emilio Bootello, Juan Santisteban 'Santi' y Juan Muñoz Aparicio entre otros. La tercera y última, la más numerosa con Alfredo Bootello Reyes, Enrique Pedregal Valenzuela 'el Tiracruz'' algo que luego se aclarará, Victoriano y Antonio Gil Jiménez, los Llorca que vivían arriba del Cosario, Pepín Bustillo, Pepe Torres, Manolo de la Torre 'Jalisco' y el propio Manolín Muñoz. A éstos se unieron, aunque otros muchos, más jóvenes como Javier Tosar Barrera, Emilio y José Manuel Almagro, Pepito Aparicio, Angelito Albert, Simeón Simeón Arenas, Antonio Pineda Crespo 'el Pichurra', Enrique Rivas Acal y seguro que muchos más en cantidad bastante, para no extendernos más.
Entre los empleados que estuvieron en el Cosario podemos recordar a Leopoldo Gómez Moya 'Lupo', Pepe Gómez Moya 'Lupo Chico', Macario, Antonio Hermida, Emilio Suano, Manolo, Rafael y Antono Muñoz de la Rimada, Domingo Romo 'el Minguito', Juan, Jesús y Bartolo Aparicio y los hermanos Muñoz, Juan y Manolo, bajo la dirección magistral de Luisa.
Desgraciadamente para Luisa --para ella fue un trauma--, en diciembre de 1971, tras 50 años de funcionamiento el Cosario se cerró, a causa del progreso y los medios de comunicación: los clientes, o bien traían los encargos ellos mismos o bien ya compraban directamente en fábrica.
ANECDOTARIO.
El abuelo de Manolo tenía en la oficina una mesa muy grande de dos por un metro y en la tapa ponía unos papelitos conl os encargos que tenía que traer de Cádiz --la mayoría era la compra de cosas que no se encontraban en El Puerto-- con su dinero correspondiente encima que, en aquelas fechas eran monedas; ordenaba los pedidos por el callejero, y una vez hecho, se ponía a nivel de la tapa de la mesa, pegaba un soplido con todas sus fuerzas y los papelitos que no tenían las monedas encima, volaban, y aquellos encargos no se hacían. Y es que, como afirmaba el abuelo, "--Sin dinero no se puede hacer nada".
Durante el mes de mayo, se confeccionaba una Cruz de Mayo que, en un tenderete, se paseaba por la calle Nevería y siempre se recogían algunas propinillas. Enrique Pedregal tuvo una discrepancia con los organizadores y se quedó fuera del cotarro. Entonces dijo que "--Como yo vea el tenderete con la cruz por la calle, le pego una patá y lo tiro". Y para los amigos se le quedó el apodo de 'el Tiracruz'. (En la imagen de la izquierda, de pie, Enrique Pedregal y agachado, Manuel Muñoz).
Manolo no puede olvidar la experiencia que le aportó el Cosario: dirección de personal, resolución de situaciones difíciles y muchas, muchas más cosas, digamos que le abrió los ojos al mundo del trabajo y la empresa. Aquello le sirvió para que una vez trabajando en la Base Naval de Rota estuviese entrenado, a pesar de empezar a comunicarse en otro idioma.
Equipo de Acción Católica. De pie de izquierda a derecha, Miguel Pantoja del Puerto, José Vázquez, José Jacinto Cossi Mora, Enrique Pedregal Valenzuela, Eduardo Cuvillo Jiménez, Miguel Caro Gómez, Juan Fernández Gallero 'Juanito Gasolina' quien tuvo el Bar Juanito. Agachados, José Manuel Neto, Manuel de la Torre, Antonio Gil Jiménez, Rafael Gómez Giménez y Manuel Muñoz Aparicio. La foto, de Rafa, está tomada el 15 de diciembre de 1948 en un encuentro contra el equipo de la Congregación de los Luises en el Campo del Eduardo Dato, ganando los primeros por 5 a 2.
DEPORTES: EL PORTÁTIL Y EL TRONCHO.
Manolo fue aspirante a hombres de Acción Católica, aunque nunca llegaría a formar parte ya que antes de llegar a los 18 años renunció. De aquella época recuerda a Jacinto Cossi, Pablo Cerdá, Rafael Felices, Pepe Bononato, Eduardo Cuvillo, Manolo Martínez Mel, Luis Bustos, Rafael Corzo, Pepe Pineda, Miguel Pantoja, quienes llegaron a tener un buen equipo de Fútbol y jugaban en el campo de Eduardo Dato (FOTO). Contaban con una hinchada increíble. Los Sánchez Romate, que eran tres pero hacían por trescientos. También jugaron en el Portátil Antonio Gil Insúa, Rafa Rivas Acal, Isidoro Nogués, Juan Luis Perles, Francisco Bernal 'el Caco', etc.
El Portátil C.F. en el Campo Eduardo Dato, en un partido que jugaron contra los Luises. De pie, de izquierda a derecha, Domingo Monje Reinado, Ignacio Sánchez Selma, José Aparicio, Manuel Muñoz Aparicio, Angel Albert Alonso, Ignacio Jiménez González-Nandín. Agachados, Diego Castro, Antoñete, Juan Durán, Domingo Romo Martínez, Juan Rodríguez Alonso.
En El Ferrol, durante el Servicio Militar, jugó en el Arsenal, que formaba un gran equipo pues la mayoría eran jugadores de Primera División. Recuerda a Suco, extremo izquierdo en el Barcelona, Polo, extremo derecho del Atlético de Madrid y también Carolo, central del Granada.
De pie, de izquierda a derecha, Juan Luis Perles Giner, desconocido, Manuel Muñoz Aparicio y Pedro López. Agachados, Isidoro Nogués Ropero, José Joaquín Muñoz Manzanera, desconocido y Rafael Rivas Acal. Campo Eduardo Dato, 3 de marzo de 1957. (Foto Fariñas).
La faceta futbolística de Manolo quedaría incompleta si olvidáramos al CD Troncho y a sus componentes: Antonio y Joaquín Miranda, Ramón Suárez, Huguito, Rojitas, Tito, Lolete, Juani Durán, Juani Alonso, Domingo Monge, MInguito, Castro, Ignacio Jiménez, Luis Gatica, Luini y sobre todo al gran Cabete --José Antonio--, y alguno más que se queda rezagado en algún lugar de la memoria.
Posando tras la ceremonia de boda, en la capilla de la Virgen de los Milagros. De izquierda a derecha, Enrique Miranda Benítez, María Miranda García, Manuel Muñoz Aparico y Luisa Aparicio García. 15 de julio de 1965.
LA FAMILIA.
El 15 de julio de 1965 contrajo matrimonio con María Miranda García, hermana de Chelique (padre del Mister España Enrique Miranda), y de Luis. De esta unión nacieron tres hijos: Manuel, Enrique y José Luis. Trágicamente el segundo de los hijos fallecería a la edad de 20 años en un accidente en enero de 1990. José Luis fallecería a los 13 meses de vida, algo que ha marcado profundamente a la familia. De su hijo Manolo, casado con Toñi García Cordero tiene una nieta que tiene ya 19 años, Laura y un hijo, Enrique
Foto familiar, de pié Manuel Muñoz Aparicio y Manuel Muñoz Miranda. Sentadas: María Miranda García, Laura Muñoz García, Enrique Muñoz García y Antonia García Cordero. Año 2000.
Reunión de amigos en el Bar Tadeo, De pie, de izquierda a derecha, Juan Niño Garrido, Mauri Ferrugia, Luis Jiménez González-Nandín, Felipe Bononato Saez, José Jacinto Cossi Mora, José Bononato Saez, Rafael Mayo, Vicente Zuasti, José Luis López Franco. Agachados, Manuel Muñoz Aparicio y Pablo Cerdá Cossi. Agosto 1996.
BASE NAVAL DE ROTA.
Manolo entra a trabajar en la Base Naval de Rota en 1967. Aquel trabajo no le gustó a su madre que veía que su hijo estaría expuesto a los accidentes de tráfico en la carretera, diariamente. Fueron unos comienzos duros, con un idioma que no era el suyo. Empezó en el Departamento de Intendencia (Supply Departmen). A los cinco años surgió una vacante en la Oficina de Pagaduría (Disbursing Office): allí se encontraba de Supervisor su amigo Pepe Torres quien, al año es contratado por el Banco de Andalucía y Manolo pasa a ocupar su puesto. Ahí fue donde Manolo se tuvo que fajar a fondo, con solo un año de experiencia en una oficina muy complicada y compleja, en la que se operaba con tres monedas diferentes: pesetas, dólares y escudos portugueses, manteniéndose la contabilidad en una especie de Libro de Mayor y Auxiliares (Master Cash Book and two Subsidiaries) uno en pesetas y otro en escudos.
Manolo, ante el jet que solía utilizar para sus desplazamientos por motivos de trabajo entre las ditintas bases de la OTAN para auditar las cuentas. Un detalle de los americanos fue rotular la aeronave con el nombre de 'Puerto de Santa María'.
La categoría profesional de Manolo en la Base ya era alta. Allí se miden las categorías por grados entre el 1 y el 12, y ya ocupaba un grado 8 proveniente de un grado 4. Así, se tuvo que emplear de lleno en el aprendizaje del idioma inglés, algo obligatorio a partir de ese grado, así que nos podemos imaginar la cantidad de horas e incluso consultas con la almohada que Manolo tuvo que echar para hacerse con el control de esta oficina. Al cabo de dos años ya la controlaba completamente.
PRIMER ESPAÑOL CON PODERES ECONÓMICOS.
A pesar de ello, con el grado 8 aun no se tenia autorizacion para tener la custodia de efectivo o el talonario de cheques, como tampoco los poderes para firmarlos. Y es que los manuales de procedimiento del Departamento del Tesoro norteamericano especificaban que ningún ciudadano extranjero podía obtener dichos privilegios. Aquí fue donde llegó la gran sorpresa: el jefe de su departamento le comunica que va a hacer una excepción en el cumplimiento de la norma (Waiver) y enviar una solicitud al Departamento del Tesoro de los EEUU solicitando y justificando la importancia de asignarle dicha responsabilidad.
En 1978 llegó la respuesta afirmativa, 11 años después de haber entrado a trabajar con los americanos. Aquel mes de mayo le dieron la responsabilidad de custodiar todos los fondos de la Base Naval de Rota, así como la autorización para firmar cheques del Departamento del Tesoro de los EEUU que solo requieren una firma. Imaginen la sensación que viviría Manolo al firmar el primer talón, primero de una larga lista de miles de ellos, durante más de veinte años por valor de muchos cientos de millones de dólares americanos. (En la imagen de la izquierda, cheque del Tesoro de los Estados Unidos por valor de 2.500.000 de dólares, librado el 17 de febrero de 1981, faltaban unos días para el 23F, con la firma de Manuel Muñoz Aparicio).
En la historia de las Oficinas de Pagaduría norteamericanas, fue la primera vez que se asignaba esta responsabilidad a un extranjero, además español y de El Puerto. Aquello llevaría a que aumentase su grado profesional, pasando de 8 a 11. Además, aquel departamento, donde eran alrededor de 150 personas de las cuales el 95% por ciento militares, nuestro protagonista era el tercero de a bordo.
Foto de la jubilación, ante las banderas española y norteamericana.
CONDECORADO Y JUBILOSO.
Manolo fue condecorado en dos ocasiones con sendas medallas por diferentes méritos: en la imagen de la izquierda aparece la Superior Civillian Service, por haber contribuido en desarrollar un programa informático que redujo tardar de dos horas a 15 minutos el tiempo de realización del arrqueo contable, con un buen premio en metálico. Dicho programa lo utilizó la marina norteamericana en todas las actividades a nivel mundial donde se operaba con dos o mas monedas diferentes.
Quizás el que mayor tuvo es que actuó como una especie de 'Oficina de Colocaciones' para la gente de El Puerto, dada su amistad con el Jefe de Personal quienes, previo examen, accedieron a trabajar en la Base cuando esta estaba en todo su apogeo de funciones y personal, jubilándose en marzo de 1999. En el auditorio de la Base Naval de Rota le rindieron honores militares frente a las dos banderas, la española y la norteamericana, escuchándose ambos himnos. Ya jubilado, con 72 años, sigue practicando el golf para no dejar de hacer deporte y, por supuesto, no ha renunciado a sus partidas de 'Dominó' que tanto le han gustado a lo largo de toda su prolífica vida. (Gestión fotográfica: Vicente González Lechuga. Tratamiento infográfico: Luis Serrano Romero).
802. ANTONIO PALOMA BENÍTEZ. El barbero de la calle San Juan.
Antonio Paloma Benítez nace en la calle Zarza, núm. 11 el 27 de noviembre de 1945, hijo de Antonio y de Josefa, ambos de El Puerto. Asistió al Colegio de don Juan Diaz Álvarez, don Juan ‘el Cojo’, con nótula núm. 138 en GdP. Antonio es una persona sencilla en el trato, directo y cercano.
El año que nace Antonio Rafael Alberti publica ‘Retorno de lo vivo lejano’. Nace la Feria de Primavera tal y como la conocemos ahora, aunque, de entonces a nuestros días ha tenido varios emplazamientos. El Plan de Nacional de Embalses de 1945, aprueba la conducción general de agua desde el futuro pantano de Los Hurones (Algar) hasta el gran depósito regulador de la Sierra de San Cristóbal. Juan Botaro restaura el Cristo de la Hermandad de la Flagelación. Hipólito Sancho publica su libro relacionado con El Puerto: «Los Valera y Marruecos». Manolo Prieto protagonista en la revista ‘Tipográfica’ en el artículo ‘Los dibujantes e ilustradores españoles contemporáneos’. Nace la ceramista Pepita Lena de Terry.
1945 es también el año en el que se termina la II guerra mundial y se detona la primera bomba atómica. En España nace tabacalera S.A. y el Barcelona se proclama campeón de liga, además de ser el mismo año en que nace el cantante Raphael, cantante del gusto de nuestro protagonista.
NIÑO DE LA POSGUERRA.
La vida de Antonio transcurre como la de la mayoría de niños nacidos en la posguerra, en un país y un pueblo, donde el miedo, el hambre y la desconfianza formaban parte de lo cotidiano. Ya de joven y una vez abandonado los estudios, comienza a aprender una profesión que le permita tener un futuro que pueda ir labrando con su propio trabajo. Después de varios años, abre su propio negocio, no sin mucha dificultad y empieza a formar su familia, casándose con Mari Carmen. Estas son sus dos grandes pasiones: su familia y su negocio, por las que lucha desde el primer día. Con mucho trabajo y dedicación consigue consolidar la barbería, unos clientes para toda la vida, y una familia. (En la imagen, Antonio muy pequeño).
APRENDIZ CON 9 AÑOS.
Una vez cumplidos los 9 años y después de una conversación entre su padre: Antonio, --hombre recto, primero trabajador en la fabrica de botellas y luego cajero en el ayuntamiento-- y su profesor don Juan, éste le hace saber las pocas aptitudes para el estudio del hijo, por lo que le recomienda que aprenda un oficio. Visto lo cual comienza desde los 9 años a trabajar bajo una fórmula muy común en la época: la de aprendiz, en la barbería que había en la esquina de la calleSan Juan esquina y vuelta con Zarza, con Juan y Mateo como maestros. Después continuará su aprendizaje por diferentes barberías de nuestra Ciudad: Ganado, San Bartolomé, callejón Espelete y junto al desparecido Restaurante ‘El Resbalón’ o ‘Resbaladero’, con Pepe ‘el Gitano’, lo que le permitirá hacerse un hueco dentro de la profesión. Allí lo contratan y es donde se queda por primera vez de encargado.
Fotografía tomada en el Paseo de la Victoria, durante una Velada, en los años cincuenta del siglo pasado, con su abuela María, su tía Milagros y su prima Mariani, con quienes creció.
SE INDEPENDIZA CON 21 AÑOS.
En 1966, movido por la ilusión de poder tener una estabilidad económica, formar una familia junto a su novia Maria del Carmen y poder ser su propio jefe, decide embarcarse en su propio negocio, estableciéndose en el número 44 de la calle San Juan, donde todavía sigue y donde se jubilará el próximo mes de noviembre. (En la iamgen de la izquierda, afeitando, cuando todavía era aprendiz).
Durante los inicios de esta barbería, una vez va consolidada entre la clientela del Barrio Alto, incorpora a José Manuel Ramos, conocido como ‘Michel’, como aprendiz, convirtiéndose en uno mas de la familia, y abriendo luego este su propia peluquería. Su objetivo está claro: consolidar esta industria artesana, con la que crió a su familia.
44 AÑOS DE CLIENTELA.
Durante estos 44 años que ha permanecido al pie de la Barbería --hoy Peluquería--, ha tenido todo tipo de clientela. Los parroquianos en un establecimiento con tanta solera, son de todo tipo, edad y condición, muchos de ellos ya amigos después de tanto tiemp, y otros muchos, hijos y nietos de antiguos clientes. Anécdotas tiene muchas para contar, tanto en la forma del trabajo con los pelados y afeitados a domicilio o los afeitados en la barbería, que desaparecen con el paso de los años, como en el trato con los usuarios. La clientela ha evolucionado como la propia sociedad y El Puerto.
Con José Manuel Ramos, conocido como Michel, aprendiz de Antonio hasta que se independizó, en una fotografía tomada a las puertas de la Peluquería a mediadios de los sesenta del siglo pasado.
LA CALLE SAN JUAN.
La calle San Juan al ser antiguamente calle de entrada y salida de la Ciudad, hizo que durante unos años tuviese Antonio muchos clientes americanos, provenientes de la Base Naval de Rota en una época en la que, el cambio peseta-dólar, era muy favorable para los norteamericanos. Muchos marinos militares, esta vez oficiales Españoles, que vivían pocos metros mas arriba en la Plaza de San Juan de Austria --frente al Pilón de San Juan, con nótula núm. 282 en GdP--, en los pisos propiedad de la Armada Española construidos sobre el solar de la antigua Iglesia de San Juan de Austria que dio nombre a la calle, eran también clientes habituales, hasta el punto de marinos que solo se cortaban el pelo cuando venían a El Puerto.
Antonio es una persona que por su profesión, ha conocido a gente con la que ha tenido la oportunidad de enriquecerse mutuamente, creando lazos de amistad con personas de lo mas dispares. Fiel además a sus amigos de antaño con los que sigue manteniendo contacto. La fotografía está tomada en los años setenta, donde aparece con Michel.
Quienes vivían en el campo y el extrarradio cuando bajaban al casco antiguo lo hacían por la calle San Juan y se hicieron clientes de Antonio. Por supuesto no faltaban los clientes habituales, aquellos que creaban el ambiente de tertulia de las barberías de antaño, donde se reunían a diario para charlar sobre los temas de actualidad. El crecimiento a lo largo por gran parte del término municipal de El Puerto hace que la gente cada vez viva mas lejos pero esto, lejos de reducir la clientela, hace que esta se siga manteniendo igual de fiel y numerosa al igual que años atrás, habiendo consolidado una clientela propia, reforzándose con las nuevas generaciones.
En la imagen, con su mujer y sus tres hijos a mediados de los setenta del siglo pasado.
Está casado felizmente con Maria del Carmen Gutiérrez Feria, con quien ha vivido 43 años de matrimonio y con quien ha tenido a sus tres hijos: Antonio de 42 años, José Manuel de 40 y Miguel Ángel de 38 años todos ellos residentes en El Puerto. Tiene también 5 nietos: Sergio, Elisa, Silvia, Antonio y Jaime.
AFICIONADO AL CINE SUPER 8.
Antonio es una persona amante de su Ciudad, a Antonio le duele El Puerto, que grabó con su cámara súper 8: imágenes de sus calles, parques y monumentos en los años 70. Es socio del RC Portuense desde hace muchos años. Igualmente es cofrade de la Hermandad de El Nazareno. Durante la etapa de novillero, acompañaba a su cuñado, José Luis Feria por las plazas donde toreaba. Los viajes, la buena mesa, y sobre todo el Sevilla F.C., al que acude a ver cada vez que puede al estadio, son sus otras grandes aficiones.
Foto reciente con su mujer en uno de sus viajes, en este caso a Zaragoza.
AMANTE DE LOS VIAJES.
De joven siempre aprovechaba los pocos días libres de que disponía para conocer y enseñar a su familia localidades cercanas y sobre todo, cuando podía, se desplazaba a Sevilla, de la que es un enamorado. Además era fijo en la playa La Colorá, cuando se acampaba en la misma playa durante todo el verano, teniendo como vecinos a Pacote o El Bigotes; aquellas acampadas duraban tres meses y desde allí acudía todos los días a trabajar: era su veraneo en El Puerto. De hace unos 15 años aproximadamente y, cuando por fin se decide a cerrar al menos una semana al año, realiza algún viaje, que lo enriquecen como persona y le permiten conocer nuevas gentes y costumbres.
En la actualidad, cortando el pelo, en este caso a uno de sus nietos.
Antonio, con su mujer, en la Feria de Primavera yFiesta del Vino Fino.
LA JUBILACIÓN.
Antonio se jubila como ya se ha dicho el próximo mes de noviembre, cuando cumpla los 65 años. No hay nadie de la familia cercana que se haya preparado para seguir con esta tarea de artesano que Antonio lleva practicando desde los 9 años. Después de tanto tiempo dedicado a su profesión, afronta esta con un sabor agridulce, contento por el trabajo bien hecho, pero con una deuda no resuelta con sus clientes: no podrá seguir antendiéndoles como le gustaría y ellos le piden.
801. BARTOLOMÉ DÍAZ ‘LAUREL’. ¿El Beato mártir de El Puerto?
(1593-1627, martir franciscano beatificado el 7 de julio de 1867, fiesta: 17 de agosto).
Su nombre era Bartolomé Díaz y su apodo ‘Laurel’. Por ello no podemos saber cuál de los varios niños de idéntico nombre que se butizan en la Iglesia Mayor Prioral de El Puerto de Santa María es el mártir Laurel. Probablemente es el niño que nace el 19 de enero de 1593 (L.IV, fol. 125). Marcha a Méjico, como uno más de los innumerables españoles que emigran a las Indias, siendo niño, y por ello se le ha tenido y tiene por mejicano. Pero también, a raíz de su beatificación, la archidiócesis de Sevilla lo incluyó en el santoral propio.
Como consta en el libro de profesiones del convento de la ciudad mejicana de Morelia, hoy Valladolid, el joven Bartolomé Díaz, llamado también Laurel, profesó la orden franciscana el 18 de octubre de 1617. Tenía 24 años y su profesión fue como hermano lego. Enseguida se ofreció para marchar a las misiones del Extremo Oriente, pero su ofrecimiento tardó unos años en ser aceptado. Por fin, en 1619, fue enviado a Filipinas, en cuyas islas estaría hasta 1623. Vivió en el convento de su orden en Manila, que tenía anejo un hospital donde se daba acogida a comerciantes y marineros japoneses. Destinado al hospital, aprovechó su trato con los mismos para aprender la lengua japonesa y para perfeccionar sus conocimientos de medicina.
Cuadro de la Inmaculada Concepción, en la Capilla del Mercado Central, procedente del destruido Convento de Los Descalzos (con cuyas piedras se construiría el citado Mercado), que exisiía en la actual Plaza de Isaac Peral. A la derecha de la imagen, según Luis Suárez, aparece representado Bartolomé Díaz Laurel o Laural, aunque existen discrepancias al respecto. En la imagen superior izquierda, detalle del cuadro.
Se le asignó al beato Francisco de Santa María como enfermero y catequista, con el que trabaría sólida amistad espiritual y con el que sufriría el martirio. Pese a la rígida prohibición imperial de que los misioneros arribasen en Japón, los dos misioneros se lanzaron a la aventura. Lograron desembarcar en una playa cercana a Nagasaki. Su misión era itinerante: visitar las comunidades cristianas más desasistidas de atención misionera.
Firma de Bartolomé Diaz Laurel o Laural.
[Ambos religiosos andarían por lugares secundarios, escondiéndose, realizando su labor, uniéndoseles un joven que también sería martirizado: el beato Antonio de San Francisco]
Como guía y vanguardia del sacerdote, Bartolomé realizó una intensa labor. Programaba las visitas a los pueblos y comunidades, llevaba sobre sus hombros el saco de los enseres litúrgicos y preparaba a los cristianos para la recepción de los sacramentos. Ejerció como enfermero. Visitaba las chozas con gran constancia llevando catecismos y medicinas. Preparó a numerosos niños a recibir su primera comunión.
Cuadro que se conserva en la caja de escaleras de la zona de Sacristía y Curato de la Iglesia Mayor Prioral. Procede, posiblemente del desamortizado Convento de los Descalzos. Puede ser del Martirio de Japón, o como sostiene el investigador Antonio Gutiérrez, del martirio de San Pablo Miki y demás compañeros mártires, tamién en Japón en 1597.
DETENCIÓN Y MARTIRIO.
La detención de los misioneros se produjo durante una misa en casa de un cristiano con un grupo de fieles y todos fueron cogidos presos. Un apóstata los delató. Llevados a la cárcel allí continuaron su ministerio. Condenados a muerte, fueron llevados a Nagasaki, donde una parte del grupo fue martirizado por degollación y otra por cremación a fuego lento. Bartolomé fue uno de los quemados vivos. Era el 17 de agosto de 1627.
Imagen del Papa Pío IX, quien el 7 de julio de 1867 beatificaría a los 206 Mártires del Japón, entre el que se encontraba Bartolomé. Curioso este Papa, Pio IX quien promulgó, además, el dogma jesuítico de la ‘infalibilidad papal’, aceptando la declaración de los jesuitas de que el papa era el ‘rey del mundo’; también redactó el famoso "Syllabus errorum” condenando los principios democráticos de las naciones. Y en su honor, también y por haber instituido en 1858 el dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, un pastelero de Santa Fé (Granada), decidió homenajear al pontífice bautizando con el nombre de ‘pionono’ (en italiano Pio IX) a un bizcocho cilíndrico de masa esponjosa que rellenó de dulce manjar y cubrió con crema en forma de tiara papal. Por último, hemos de señalar que este peculiar pontífice padecía una supuesta epilepsia parcial compleja, según revela un interesante artículo de Sirven JI, Drazkowski JF, Noe KH. Seizures Among Public Figures: Lessons Learned From the Epilepsy of Pope Pius IX. Mayo Clinic Proceedings 2007; 82 (12): 1535-1540
BEATIFICACIÓN MASIVA: 206 MÁRTIRES.
Bartolomé fue beatificado con gran grupo de Mártires de Japón, cuya causa encabezaron Alfonso Mena y Alonso Navarrete. Los beatificados fueron 206. Decretada por Pío IX por breve del 7 de mayo de 1867, se celebró el 7 de julio del mismo año, centenario del martirio de los apóstoles Pedro y Pablo. Su memoria fue incluida en el propio de los santos del arzobispado de Sevilla e igualmente en el de la diócesis de Asidonia-Jerez, cuando se constituyó este obispado en 1980, dado que El Puerto de Santa María pertenece al obispado jerezano. Su memoria se celebra el 17 de agosto. (Texto: José Luis Repetto Betes).
Fuentes: ALONSO MORGADO A., Santoral hispalense. Sevilla 1867; ARZOBISPADO HISPALENSE, Officia Propia Archidiocesis Hispalensis, Sevilla 1942; MORAN J.M., Relación de la vida y gloriosa muerte de ciento diez santos…, Madrid 1867; REPETTO BETES J.L., Andalucía, tierra de santos. CSIC, Jerez de la Frontera.
¿NATURAL DE ACAPULCO?
En Acapulco (Méjico), defienden que el Beato es natural de aquella población, y que nació en el vecindario y Puerto de Acapulco, pomposamente llamado ‘Ciudad de los Reyes’, en 1599. Tiene un culto bastante consolidado y sus promotores han publicado libros, realizado documentales y fomentado su nacimiento acapulcano. El 18 de agosto de 1989, el arzobispo de Acapulco, Rafael Bello Ruiz, lo proclamó patrón del catecismo. En 1992 le dedica una iglesia en el centro histórico, en el barrio de Petaquillas donde, anualmente celebran su fiesta. Imágenes del beato se conservan en la Casa Diocesana de Acapulco y otras que tienen culto en las iglesias de Petaquillas y en la del barrio de Unidad. (Imagen del Beato Fray Bartolomé Dias-Laurel (nombre oficial en Méjico), que recibe culto en la catedral de Toluca, estado de México).
SIN PRUEBAS DE SU ORÍGEN PORTEÑO.
El investigador Antonio Gutiérrez mantiene sus dudas en tanto que considera que no está suficientemente probada su naturaleza portuense. ¿Pudiera ser hijo de un emigrante de El Puerto? No encontró ninguna referencia bautismal cierta ni de él ni de su padre en la Prioral, único templo allá por la fecha del nacimiento del Beato, tan solo una cita en un boletín del Obispado, basado en revistas de misiones que, al parecer, no estaban suficientemente documentadas.
Imagen del Nomenclator de la Ciudad, aprobado en sesión plenaria del Ayuntamiento el 15 de agosto de 1936. Como se puede apreciar en la línea segunda, la calle que se llamó durante un tiempo durante la república Bartolomé Laural, con 'a', retornando al antiguo de San Bartolomé después de la rebelión miliar del 18 de julio que dió origen a la Guerra Incivil.
ANCESTRO DE LOS DÍAZ CORTÉS.
Incluso existe una leyenda urbana, al atribuir el parentesco del mártir como ancestro de la conocida familia porteña de los Díaz Cortés, como descendientes de Beato Bartolomé Laurel o Laural por la rama materna. Quizás fuera un mito familiar. Existe también la creencia de que el abuelo de los Díaz Cortés, de ideas políticas republicanas pero casado con una señora de fuerte convicciones religiosas, por complacer a su esposa, consiguió cambiar el nombre de la calle donde vivían, arriba del Cafetín, y ponerle San Bartolomé, en un periodo en el que estuvo como teniente de alcalde en el Ayuntamiento.
800. FERNANDO ZAMACOLA. Falangistas, héroes y matones.
«Como Fernando Zamacola, hemos de ser en todo, los camaradas de la Falange. Ni vacilación ni desesperanza. Acción, Acción, Acción. Nada de pausas ni de rodeos con esa santa intransigencia de la verdad; adelante y arriba; elevación y progreso, no el progreso demócrata a que apestaban las promesas políticas, no el progreso material y grosero, solamente, sino el avance en espiritualidad, en poesía, en inmaterialidad; cualidades que tienen los gestos de los hombres de la Falange». Ramón Grosso. ‘Aguilas’ diario gaditano en su número extraordinario de 19 de julio de 1937.
Los hermanos Fernando, Domingo y Alejandro Zamacola Abrisqueta habían nacido en Galicia, Fernando en Cariño y sus dos hermanos menores en Coruña. El cabeza de familia, Domingo Zamacola Arancheta, se había establecido en El Puerto de Santa María, donde se ganaba la vida como contratista de material de cantería para la compañía Obrascon. De los tres hijos era Fernando quien tenía un pasado más turbio, pues la policía lo tenía fichado como autor de un atraco a mano armada, en 1935 había estado arrestado por borrachera, escándalo público y estafa y en febrero de 1936 fue denunciado por agredir a un guardia municipal que iba de paisano.
Él mismo reconocía haberse afiliado a la CNT en 1932; decía que tuvo que hacerlo para poder trabajar y ayudar a su padre en la empresa de transporte, pero que rompió el carné “en vista de las canalladas y atropellos que cometía dicha organización”. Según la policía del Puerto, se afilió a Falange al ver que los obreros “abusaban de su padre como patrono”. La consecuencia de abandonar la CNT fue el boicot por parte del sindicato para impedirle trabajar y –según sus propias palabras– “por defender el partido Nacional Sindicalista llegaron hasta a condenarlo sin pruebas e inicuamente a veintiocho meses y veintiún días por supuesta tenencia de armas”.
Sobre su conversión al falangismo decía que al conocer y estudiar la doctrina de José Antonio se convenció de que era la única verdadera y por eso decidió afiliarse y se entregó a la organización “en cuerpo y alma”. Alejandro perteneció al Partido Comunista y había sido detenido con motivo de una huelga en solidaridad con los arrumbadores de Jerez. Él decía que pasó a la Falange en 1934, pero según la policía se le vio con un grupo comunista que apoyaba la candidatura del Frente Popular y su integración en el partido fascista debió ser hacia el mes de abril de 1936. Domingo no estuvo en ninguna organización política antes de Falange y el único antecedente que constaba a la policía es que fue detenido en junio de 1936 por pegar carteles del partido en la plaza de toros; en julio, cuando se produjo el golpe, era jefe local del Puerto de Santa María y estaba detenido en el penal.
El Puerto cayó en manos de los sublevados. Una sección de Regulares mandada por el teniente Pérez Calvo desembarcó el 19 de julio en un remolcador procedente de Cádiz e inmediatamente ocupó el Ayuntamiento. Detuvieron a los miembros de la corporación municipal, requisaron armas y luego se dirigieron a la Prisión Central para liberar a los detenidos de derechas. El capitán que mandaba las fuerzas de infantería que custodiaban la cárcel no opuso resistencia y rápidamente salieron Fernando, Domingo Zamacola, Luis Benvenuty y otros falangistas que estaban detenidos. Uno de los que salió con ellos y se convirtió en estrecho colaborador de Fernando en la organización de la centuria falangista era el cartero Manuel Almendro López; había sido expedientado varias veces en el trabajo, se le acusaba de apropiarse de fondos de la asociación benéfica Conferencias de San Vicente de Paúl y antes de afiliarse a Falange había pertenecido al partido monárquico Renovación Española; cuando salió del penal el 19 de julio iba como jefe de escuadra al mando del primer contingente de falangistas portuenses armados.(En la imagen, moros del ejército de Franco).
Durante aquel encarcelamiento en vísperas de la sublevación, Fernando Zamacola conoció en el penal a Rafael Antequera Martínez, un sevillano que había pertenecido a la CNT y que estaba detenido por hacer sin billete la travesía de Tánger a Cádiz; gestionó su liberación, se afilió a Falange y terminó convirtiéndose en uno de sus hombres de confianza. En torno a estos individuos y otros como Ramiro Blanco, antiguo ex militante de la CNT que según los informes policiales había robado fondos del sindicato en Badalona, los de un sindicato de marineros en Barbate y también los de la “Sociedad Filarmónica” portuense, se fue formando la Centuria de los Leones de Rota. En ella se mezclaron gente “de orden”, arribistas, matones y ex militantes de organizaciones de izquierdas que voluntariamente se pusieron el salvavidas azul o que fueron obligados a alistarse, como tantos otros casos de lealtad geográfica. Marcharon al frente y en los pueblos de la sierra por donde pasaron todavía se recuerdan los excesos que cometieron, dejando a su paso un rastro de sangre y muerte. (En la imagen, interior de la Prisión Central de El Puerto, en la que estuvieron presos Zamacola y otros falangistas portuenses, que sería luego una de las más mortírferas prisiones del franquismo).
Fernando Zamacola no tardó en convertirse en el héroe de Grazalema, donde parte de la columna rebelde del comandante Salvador Arizón quedó cercada el 13 de septiembre de 1936. Él logró romper el cerco la noche del 14 al 15 y entrar con un convoy de municiones. Recibió recompensas militares por su actuación en Grazalema y en Casares (Málaga) el 9 de octubre. El 20 de febrero de 1937 Franco le concedió la Medalla Militar individual y el 6 marzo obtuvo el empleo de alférez honorario del arma de Infantería “por su brillante comportamiento en las acciones de guerra en que ha tomado parte”. Además el teniente coronel Manuel Coco lo propuso para la Cruz Laureada de San Fernando, la más preciada condecoración del Ejército español, por su intervención en la conquista de Estepona (Málaga) el 14 de enero de 1937. Mientras el Comandante Gallo instruía el expediente, la prensa falangista daba publicidad a la propuesta de Coco de otorgar la Laureada para Zamacola, pero el instructor concluyó la información con un dictamen desfavorable.
En el expediente de la Laureada no constan las razones por las que el comandante Gallo informó negativamente, pero pudo interferir una denuncia que dio pie a la apertura de otro expediente informativo –esta vez de carácter judicial militar– que afectaba a Fernando Zamacola. Había llegado directamente al Cuartel del Generalísimo y en ella se exponía la irregular situación en la que se encontraba la Falange del Puerto de Santa María, controlada por los Zamacola y su camarilla que, con actitudes propias de una banda de matones, se habían hecho dueños de la ciudad. También salpicó, entre otros, al jefe local y al que había sido comandante militar de la plaza en 1936. Entre los nueve investigados, podemos conocer el delicado informe sobre Fernando Zamacola.
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Tropas italianas acuarteladas en El Puerto, recibiendo un homenaje en la Plaza de Isaac Peral el 1 de octubre de 1938.
Con informes como éste se iniciaba cada uno de los nueves expedientes que la Auditoría ordenó instruir separadamente y presentarlos luego unidos con cuerda floja. Al de Fernando Zamacola se añadió a continuación un certificado de las referencias a su conducta que constaban en la denuncia sobre el ex comandante militar del Puerto. Tales eran el hecho de haber sacado de la cárcel a gente como Rafael Antequera, uno llamado Paco y otro apodado El Portugués, a quienes se presentaba como pistoleros que estaban imponiendo una política de terror en El Puerto. De Antequera se decía que como jefe de centuria tenía una actitud brutal con sus subordinados, que en diciembre de 1936 envió al frente un contingente de falangistas sin prendas de abrigo mientras en el cuartel se despilfarraba el dinero en comilonas y que todo eso estaba provocando que las personas de orden que iniciaron la Falange hubiesen empezado a retirarse de la organización o a solicitar cambios de destino para no seguir bajo las órdenes de individuos como aquéllos.
Estatutos de la Falange Española Tradicionalista.
También se decía que unos prisioneros que supuestamente había tomado el enemigo a la centuria en Villaharta, en el frente de Córdoba, no fueron tales, sino que hubo una deserción de los izquierdistas que formaban parte de ella. Y por si todo eso fuera poco, se rumoreaba que los Zamacola habían reunido una fortuna de unas 350.000 pesetas que habían obtenido en muchos casos sacando a la gente de noche y con fusiles y que Fernando había gastado cantidades desorbitadas alojando a su novia durante varios meses en un hotel de la ciudad.
Luego se fueron incorporando los informes sobre sus antecedentes y conducta solicitados por el comandante Chacón al Ayuntamiento, Policía Gubernativa y Guardia Civil del Puerto de Santa María, las declaraciones del propio Zamacola, de Rafael Antequera, de los dueños de los hoteles en los que podía haber estado alojada la novia de Fernando, del jefe provincial de Falange y certificados de las entidades bancarias de la ciudad sobre la existencia de cuentas a su nombre.
Textos de homenaje a Zamacola, ilustrados con dibujos de Julio Pérez Palacios.
Las indagaciones del instructor dejaron en claro, por ejemplo, que en los bancos de El Puerto de Santa María no había cuentas a nombre de Fernando Zamacola y que no era su novia, sino la de Domingo, quien había estado viviendo en el hotel Vista Alegre, en la foto de abajo a la izquierda.
Pero estoy convencido de que el instructor no se empleó a fondo para aclarar las acusaciones más graves que pesaban sobre él. No tiene sentido que le preguntase a él directamente si en los pueblos por los que pasó su centuria oyó decir que preferían a los rojos antes que a ellos, si había permitido el ingreso de pistoleros en su organización, si tuvo algún altercado con el comandante militar de la plaza, si se había manifestado contrario a la unificación o si hubo deserciones en su centuria, a todo lo cual respondió negativamente, cuando lo que tendría que haber hecho es solicitar informes sobre todo ello a las autoridades locales del Puerto, de los pueblos en los que actuó la centuria, a los mandos militares y al jefe provincial de Falange.
[Tras aquella denuncia se inició una investigación de la que se dedujeron diferentes informes, tanto los del Ayuntamiento de El Puerto de Santa María como los de la Policía de la Ciudad. En 1937 la Policía de El Puerto elabora un informe sobre Domingo Zamacola al que acusa, entre otros cargos de secuestro y violación de las mujer de Daniel Ortega Martinez, con nótula núm. 734 en Gente del Puerto y también de extorsión a diferentes industriales de la localidad]
“En cuanto a su actuación, [Domingo] era el Jefe Local de Falange en el momento de iniciarse el Movimiento, aunque estaba en la cárcel de donde fue liberado al llegar las fuerzas del Ejército. Es del dominio público que hallándose en los pueblos de la sierra, al principio del Movimiento, cometió muchas inmoralidades por ser juerguista y gastador. (Daniel Ortega Martínez en la imagen de la izquierda):
En esta ciudad, en El Puerto, siendo Jefe de Milicias, sacó de la cárcel a Luisa Rendón Martel, la mujer del diputado comunista Daniel Ortega Martínez, y la llevó a su domicilio, teniéndola allí hasta que la misma madre del Domingo fue a la Comandancia Militar a suplicar que sacasen de su casa a dicha mujer.
Durante su actuación como jefe de Falange en esta ciudad, también se sabe que amenazó a varios industriales para que entregasen fuertes sumas de dinero, siendo algunos de ellos don Daniel Martínez, don Luis Suárez..., a los cuales amenazó, y ellos pueden aportar detalles directamente. A otro industrial, don José Dosal, también le exigió una fuerte suma, llegando a ponerle el cañón de la pistola en el pecho para obligarle.
En general, se comenta mucho que este individuo frecuenta mucho los cabarets y las casas de lenocinio, haciendo buen gasto sin que se le conozca propiedad ninguna...”
El Juez Instructor que llevaba a cabo la investigación la paralizó durante tres años, tras los cuales, el Auditor decide darle carpetazo al asunto, aduciendo que los cargos no estaban suficientemente probados. Así no se aireaban los trapos sucios. No es frecuente encontrar pruebas documentales de la violencia y excesos cometidos por las fuerzas sublevadas y las bandas de falangistas. Cuando los autores de los crímenes eran los rojos, la Justicia Militar se empleaba a fondo para castigar a los culpables, pero en el caso contrario se miraba para otro lado. Sin embargo hay excepciones, y una de ellas es el expediente abierto en 1940 contra el que había sido comandante de Puesto de la Guardia Civil de Benamahoma en 1936. A los falangistas no volvieron a molestarlos. Al fin y al cabo no habían hecho más que cumplir con su deber: obedecer las órdenes de sus jefes y fusilar a quienes les mandaron. Algunos todavía hablaban abiertamente de todo aquello, pero otros preferían olvidar y echar tierra sobre lo que vieron y lo que hicieron. (A la izquierda, bandera de la Falange Española).
Esquela de Fernando Zamacola publicada el 16 de junio de 1938 en la Revista Portuense.
Fernando Zamacola falleció en Los Blázquez (Córdoba), siendo alférez de Regulares, el 14 de junio de 1938. La Jefatura Provincial de Propaganda de Sevilla le tributó un homenaje desde Radio Sevilla y posteriormente publicó el folleto “Fernando Zamacola ¡Presente!” (Ediciones de la Jefatura Provincial de Propaganda de FET-JONS de Sevilla, 1938) con textos del jefe gaditano Joaquín Bernal (“Fernando Zamacola ¡Presente!”), Diego Romero (“No lloréis”), Julio Estefanía (“Romance de Zamacola”) y Fernando Bruner Prieto (“Elogio de Fernando Zamacola”), ilustrado con ocho grabados en boj de Julio Pérez Palacios, como el que aparece en la imagen de la izquierda. El jefe de los Leones de Rota continuó siendo “el heroico falangista Fernando Zamacola”, a pesar de todo, para los vencedores.
Esa imagen del héroe, del noble, del poeta... se cae completamente por tierra cuando se aborda a la figura de este personaje con un criterio objetivo, con un criterio historiográfico; manejando, no la leyenda ni la propaganda, sino lo que nos dice la documentación que creemos que puede ser la más objetiva. Y es la documentación creada por la propia Administración franquista... se trata de una investigación que se hace desde el propio régimen sobre quiénes son sus servidores. La información encontrada procede de la propia documentación generada por la administración franquista y por el aparato jurídico militar de los golpistas sublevados en julio de 1936. (Texto: Fernando Romero Romero).
Fernando Romero Romero es miembro del Grupo de Investigación Patrimonio Documental y Bibliográfico de Andalucía y América, así como de la Asociación Memoria Histórica y Justicia de Andalucía y del equipo técnico del proyecto 'Todos los Nombres'.
Fuentes: Fernando Romero Romero: “Represión por la Justicia Militar: Rota, 1937-1942”, en M. Rodríguez Izquierdo y P. P. Santamaría Curtido (Coords.): Memoria rota. República, Guerra Civil y represión en Rota. Ayuntamiento de Rota, 2009, pp. 381-434.
799. JUAN BAUTISTA POQUET MORENO. De perdidos a la Red: ¿Cibermendigo?
Juan Bautista Poquet Moreno nació en la Placilla, en la Casa de Los Leones, hace 49 años, arriba de donde estaba la charcutería de Los Pepes. Más tarde el matrimonio formado por sus padres, Juan Bautista y Pilar y sus cuatro hijos se trasladarían a la Torre de Fermesa. Su padre, hombre de mar por tradición familiar, de siempre, es sobrino del desaparecido Tio Pé, --José Poquet Cabrera-- con nótula núm. 34 en GdP.
Los negocios de la mar fueron cambiando y el padre se marchó con la familia a Las Palmas de Gran Canaria en 1979, cambiando el empleo en la pesca por los buques de acero.
Juan continuaba en El Puerto donde estudiaba FP Delineación en SAFA, se preparaba como voluntario en la Cruz Roja del Mar, con la que colabora y marchará a Las Palmas de Gran Canaria donde termina los estudios en el Instituto Politécnico, en la misma rama o especialidad.
En la imagen, inferior Juan en el Club Náutico con la Cruz Roja del Mar, que atendía el salvamento y socorrismo en las playas de El Puerto. Aparecen Juanlu, Dandi, Lastra, Javier Cobos --hoy responsable técnico local de Protección Civil--, Juan Cebrián, Juan Carlos, Juanmi, Enrique, M.Lechuga, Javi y hermano, Ibáñez, Juanlu Morillo, Vela, ...
Luego vendría el servicio militar en la Brigada Paracaidista del Ejército del Aire entre 1981 y 1983. Iniciaría estudios de Ingeniería Técnica en Diseño Industrial, que hubo de abandonar por su implicación político profesional, como veremos a continuación --las precampañas y campañas electorales eran continuas--. También tiene estudios de Sociología y Ciencias políticas a través de la UNED (Universidad Española de Educación a Distancia).
EL MUNDO DEL TRABAJO.
Regresa a Canarias al domicilio familiar donde, durante cinco años trabajaría como administrativo en un grupo de empresas del sector pesquero, llevando descargas de sol a sol: atendiendo cuatro barcos a la vez, o yendo a Vigo, o a Huelva e incluso algún viaje de subastas de pescado a El Puerto. Luego, con su ordenador, y trabajando de forma autónoma, con las mismas funciones de pesquería, para diferentes empresas. A continuación vendría Mapfre Vida donde acabaría como subjefe de equipo y después el Banco de Santander, como comercial.
Juan a la derecha, con bigote, el 22 de febrero de 2002, en la inauguración de la sede el Partido Poular en Las Palmas, entre los que posan en la fotografía, el político andaluz Javier Arenas.
INGRESO EN EL PARTIDO POPULAR.
Con el tiempo, recibe una llamada que le introdujo en el mundo de la política, en 1991, en el Cabildo Insular Canario donde trabajará como cargo de libre designación del Partido Popular. Allí permanecerá por espacio de 16 años como responsable de Orientación en Elecciones, entre otras ocupaciones. Sería candidato en diferentes ocasiones tanto para las elecciones generales como para las locales por el PP.
Interior de la Casa de los Leones, donde nació y vivió Juan Bautista. (Foto K.V.).
2007: REGRESO A EL PUERTO.
Pero una enfermedad del padre así como el padecimiento de una larga enfermedad de la madre, hacen que Juan se plantee algo que hace tiempo tenía en mente: volver a El Puerto, cosa que hace en el año 2007, después de casi 25 años en Las Palmas. Aquí regresa con su hija María, que hoy tiene 20 años, fruto de su primer matrimonio y que también elige vivir junto a su padre en nuestra Ciudad. Dejará en Canarias a buenos amigos y muchas relaciones, pero entendió que su sitio estaba aquí. Su relación con los populares en El Puerto pasa por ser solo un militante de base.
GESTIDESOL.
Y, ya en El Puerto, Juan se metió en una aventura profesional como autónomo; primero aprende el oficio de soldador asistiendo a varios cursos en el Centro de Empresas, cursos novedosos con técnicas actuales, lo que le llevará con el tiempo a ser un multiusos. Se define a sí mismo como un hombre multidisciplinar que repara o atiende cualquier necesidad que se produzca en el hogar. Crea la empresa GESTIDESOL, Gestión de Ideas y Soluciones, adquiere equipos y herramientas y su proyecto es subvencionado por la Junta de Andalucía. Ahora empieza la lucha en la calle.
EN SEPTIEMBRE, RNE.
Juan recibió una llamada desde la Federación de Trabajadores Autónomos en la que, tras otro intento unos meses antes, le ofrecían la oportunidad de contar su caso y experiencia como autónomo, a través de un programa de radio de Radio Nacional de España (RNE), ‘Afectos’, dirigido por Silvia Tarragona, que se emite de martes a viernes, de 00:00 a 01:00
El 9 de septiembre pasado participó en el programa. Juan no quedó muy satisfecho por donde discurrió el mismo, «Y cual es mi sorpresa cuando ya de entrada me presentan como ‘un político que tuvo poder y ahora es soldador’ … ¿Como? ¿Que? A partir de ahí y hasta poder meter baza, una serie de entradas y cortes hasta llegar a comparar mi situación según la frase atribuida a Calvo Sotelo, ‘cuando dejé la política dejó de sonar el teléfono y dejaron de atender mis llamadas’ o, para el colmo, ‘por aquello de haber perdido mi parcela de poder’, compararme con Mario Conde, a quién conocí en Las Palmas durante unas conferencias y con quién me separa mucho más que la situación personal, la experiencia y el conocimiento, por mucho que le admire como gestor».
Interviene en el programa AFECTOS, a partir del minuto 15 aproximadamente. Para escuchar la entrevista a Juan, pulsar sobre el logotipo de RNE, donde participa junto a otros interesantes invitados.
¿CIBERMENDIGO?.
La aventura empresarial de Juan como autónomo no va todo lo boyante que debiera, dados los tiempos que corren. Hay menos dinero en la calle y menos trabajo. A lo mejor sus precios son muy bajos… se solidariza enseguida con quien no puede pagar sus servicios. La ayuda de la Junta de Andalucía, los ahorros y el desempleo se acaban y los bancos no dan dinero a quien no lo tiene. Juan está pasando un mal momento y no ha dudado en grabar un vídeo donde expone su situación.
El pasado 1 de octubre se dirige a todo el mundo a través de internet y graba y edita un video donde ofrece sus servicios para lo que sea. Quiere trabajar, no quiere ser el primer cibermendigo de España. Pide ayuda y promete devolverla. Para sus dos criaturas: su hija y su empresita. Ofrece trabajo a cambio. En el vídeo deja incluso una cuenta corriente donde recepcionar esas ayudas y una dirección de correo electrónico para aclarar dudas: clp356@hotmail.com. Juzguen ustedes mismos.
DISEÑO GRÁFICO.
Hay que señalar, por último, que es un adelantado en el diseño gráfico y la informática. Empezó con los primeros equipos de Amstrad, hace cerca de 20 años hasta terminar con un Apple G5 --ahora averiado--. Hace lo imposible con una tableta gráfica, una pantalla y la creatividad y el oficio adquirido con los años. El montaje de este video es del propio Juan, fruto de la falta de sueño y de la angustia de las noches en vela, viendo como se consumen sus recursos.
798. IMPRENTA BOLLULLO. 50 años de buenas impresiones.
Antiguo taller situado en la calle Zarza. De izquierda a derecha, Francisco Bollullo,Antonio Graván, Enrique Domínguez, Juan Sánchez y Ramón Bollullo.
La Imprenta Bollullo, nació como consecuencia de una aventura empresarial de mi padre, Juan Luis Bollullo López y de un conocido, José Espinosa Temoret cajista de imprenta y antes policía municipal. José Espinosa, sabía de una imprenta en Cádiz que vendía parte de su maquinaria y utillaje.
En la imagen de la izquierda, entintando una galerada.
Mi padre, como persona emprendedora, se entusiasmó con la propuesta que el Sr. Espinosa le hizo de formar ambos una sociedad, en la que éste sería el socio industrial y mi padre el socio capitalista. Con esta disposición nos presentamos un domingo por la mañana de finales de los años 1.959, en Cádiz en la Imprenta Atlántida, situada en la Calle Cánovas del Castillo, cuyo propietario era José Luis Sánchez Lassaleta, Rápidamente llegamos a un entendimiento y cargamos en un furgón todo el material, que relaciono a continuación:
Dos máquinas de imprimir de palanca marca ‘Boston’, una tamaño cuartilla y otra tamaño folio con tintero. Una guillotina marca ‘Krause’, de 61 cms. de corte, manual. Una perforadora de 40 cms. Una cosedora marca ‘El Casco’, mod. 65. Dos comodines de madera de 12 cajas. Comodín de madera de letras ‘versales’. Tipos de letras diversos, regletas, imposiciones, lingotes, capuchinas. Componedores, numeradores, etc…
En la imagen de la izquierda un Comodín de madera de letras versales o chivalete de 12 cajones, los cuales tienen unos departamentos; en cada uno de ellos se colocan letras mayúsculas, llamadas versales, éstas letras que solían estar adornadas de orlas y arabescos, suelen emplarse a principio de versos o principio de capítulos.
Con todo esta maquinaria, algún material obsoleto, y una gran ilusión empezó la aventura empresarial de la Imprenta Bollullo a navegar en el mundo de las Artes Gráficas. Con idea de que los trabajos pudiesen salir con calidad, hubo que adquirir material nuevo, sobre todos tipos de letras, ya que los que teníamos estaban bastante deteriorados, dado que este material se deteriora con el uso. La firma Richard Gans, S,A., una de las cuatro fundiciones tipográficas que existían en España en aquel entonces, nos proveyó de todo lo necesario para poder funcionar con la garantía de hacer un buen trabajo.
Los comienzos de imprenta Bollullo, en la calle Zarza, 25.
MÉTODOS ARTESANALES.
El taller que montamos, en la calle Zarza 25, era de lo más modesto y artesanal. El trabajo y el esfuerzo físico que había que hacer con este tipo de maquinaria --si ustedes conocen algún taller de imprenta-- se lo pueden imaginar. Imprimíamos en máquinas de palanca a mano, el corte de papel se hacía en guillotina a volante, había que girar una rueda con un manubrio y entonces bajaba la cuchilla y cortaba el papel, con una precisión relativa. Empezamos haciendo pequeños encargos de tarjetas, facturas, cartas, octavillas publicitarias, etc., que Espinosa aportaba por sus relaciones con determinadas personas, a las que fuimos haciendo nuestros clientes.
Galeradas. Una galerada en imprenta es el fragmento de composición que cabe en una galera. También es la prueba sacada de esta composición para hacer sobre ella las correcciones oportunas.
Plancha dispusta para imprimir y caja de tipos.
DIFERENTES SOCIEDADES MERCANTILES.
Estuvimos aproximadamente dos años asociados con Espinosa, acuerdo que finalizamos nosotros, estableciéndose dicho señor, después, por su cuenta. Por aquellas fechas, compramos a Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia, una máquina de impresión rotoplana, marca ‘Marinoni’, que empleaban los Jesuitas en hacer los boletines e impresos para el noviciado. Esta máquina procedía de la imprenta del colegio San Luis Gonzaga, regentada por Ramón Grabán Gré. Creamos otra sociedad con Fernando Bustillo Carrillo, sociedad que él deshizo al poco tiempo, al preferir este señor establecerse por su cuenta. Mientras tanto mi hermano Ramón se había incorporado también a la empresa y poco a poco fue conociendo como funcionaba un taller de Artes Gráficas, mientras yo simultaneaba el trabajo de la imprenta en una empresa constructora.
En la primitiva imprenta de la calle Zarza, 65.
Por otra parte la experiencia que habíamos tenido con otros socios, no fue lo satisfactoria, que hubiéramos deseado, así que dijimos: ‘no más socios’. Así que contratamos a un Oficial Cajista de Primera, más tarde algún Maquinista y Minervista, algunos aprendices hasta que conseguimos ir haciendo una plantilla de la cual siempre nos hemos sentido orgullosos. Poco a poco fuimos entrando en gremio y relacionándonos en el sector de los impresores. Nombraron a nuestra empresa vocal de la Asociación Provincial de Empresarios de Artes Gráficas y cambiamos el nombre de la sociedad "Tipografía Bollullo" dado que todos los trabajos que hacíamos eran a base de trabajar con tipos de letras de imprenta.
En la imagen, Caja de Tipos y Componedor. Esta caja en una de las que ocupa el comodín o chivalete, y se compraban la cantidad de letras adecuadas para componer uno o dos folios. Se compraban en tamaños distintos, desde el cuerpo (tamaño) 6 hasta el 48. De cada modelo de letra, cada impresor adquiría las que podía según sus posibilidades. A mas modelos, mas posibilidades se ofrecían a los clientes. Imprentas hubo en la provincia de Cádiz que tuvieron hasta 30 comodines por 12 cajas, un total de 360 porciones (pólizas) de letra. La componedora es una herramienta que se utiliza para ir componiendo líneas o texto seguido.
Componiendo textos usando regletas y lingotes. Se utilizaban para separar líneas de texto, por ejemplo, si el cajista estima que unas líneas están muy unidas, empleará regletas, o lingotes para hacer las separaciones adecuadas.
En la imagen una máquina Minerva, modelo Heidelberg, de la Imprena Bollullo, prensa de impresión tipográfica de pequeño formato, aunque existen algunas de doble folio. Minervistas se llama al trabajador que la maneja. Luego vendrían las Rotoplanas, máquinas, en general, para la impresión de formatos grandes, pues el pliego a imprimir se maneja, con más facilidad, sobre una mesa inclinada, que llega a ser sujetado por unas uñas a un rodillo, en el cual se enrrolla el pliego, mientras la forma es la que se mueve y "mancha " el papel.
LOS TIPOS DE IMPRENTA.
Para que el visitador de esta página, que no conozca una imprenta a la antigua usanza, aclaramos que los tipos de letras son barritas compuesta de plomo, estaño y antimonio. Cada barrita es una letra, número o espacio y de esta forma había que componer los textos. Existían tipos de letras desde el cuerpo 6 (aprx. 2,5 mms.) hasta el cuerpo 48 (aprx. 15 mms). Los tipos de letras mayores solían hacerse de madera. Estos materiales eran bastante costosos y de difícil amortización, por lo que la imprenta tradicional era un negocio de un resultado económico incierto.
CALLE CIELOS.
A primeros de Enero de 1.968, casi nueve años después de crear la primera imprenta, trasladamos no sin grandes esfuerzos el taller a la calle Cielos, 65. Adaptamos varias dependencia de esta finca para hacer unas instalaciones en un lugar mucho más operativo de las que disponíamos en calle Zarza.
En la imagen de la izquierda una composición de tipos. cuando el cajista compone una forma para imprimir: membrete de una carta, cartel o lo que fuera se coloca en una 'rama' --anillo rectangular de acero, que es la medida máxima de la máquina de imprimir--. Los espacios que se quedan libres sin tipos de letras se suplementan con las 'imposiciones' que fueron primero de aluminio y con el tiempo llegaron a ser de plástico. Tenían diferentes medidas parra poder ajustarlas al tamaño de la 'rama' y, a continuación, se apretaban con cuñas, todo perfectamente ajustado se colocaba en la máquina y... a imprimir. Artesanía pura. Otro artilugio son 'las capuchinas', unas guías que se colocaban en la 'cama' de la máquina --cama es la parte de la máquina que llegaba hasta la forma--; se colocaban en ángulo recto, una en vertical y dos en horizontal. En ense ángulo, cuando el tímpano de la 'cama' se despegaba de la 'rama', el maquinista colocaba hábilmente el papel y... a imprimir.
En la imagen , podemos contemplar una imagen de una máquiena de impresión a offset, en concreto la Roland 200, que se encuenra en Bollullo.
En 1.972 empezamos cambiar el sistema de impresión de tipografía a offset, proceso que fuimos haciendo de forma progresiva hasta conseguir que, al cabo de algunos años, nuestra industria funcionase casi al cien por cien con las técnicas más actuales. En 1.980 construimos un nuevo edificio en el lugar que ocuparon las primeras instalaciones de la calle Cielos, trasladándonos de forma provisional a un edificio contiguo, en Cielos 67, y al que volvimos para albergar las nuevas instalaciones a las que dotamos de mejores medios y maquinaria, de acuerdo con la demanda de nuestros clientes.
EL EQUIPO HUMANO.
Resulta del todo imprescindible nombrar a las personas que, en principio nos ayudaron al montaje físico de nuestra industria y que han cumplido ya cincuenta años de actividad. Su ayuda fue inestimable y les tenemos un agradecimiento especial: Antonio Albaiceta Revuelta, José Martínez Cabrera y Vicente Utrera Caro. Y un agradecimiento de todo corazón a nuestro personal, o mejor dicho nuestros amigos los trabajadores de Imprenta Bollullo, que han sido nuestro mejor activo. En parte gracias a ellos somos algo en el mundo de las Artes Gráfica: Antonio Grabán Gré, Enrique Dominguez González, Manuel Martín-Arroyo Bocanegra, Francisco Bollullo Altamirano, Juan Sánchez González, Antonio Bollullo Altamirano, Manuel Bollullo Alvarez, Miguel Rosso Riverola, José Luis Prado Galán, Emilio Jaén Domínguez y Juan Rosique Oviedo.
Trabajadores ya jubilados de la Imprenta Bollullo, a excepción de Juan, tomada en los años 90, de izquierda a derecha Enrique Domínguez, Juan Sánchez, Antonio y Manuel Martín-Arroyo. Los dos primeros aparecen en la primera fotografía que ilustra esta nótula.
Plantilla actual de la imprenta. De izquierda a derecha, Juan Sánchez González, Margarita Bollullo Díaz, Juan Manuel Bollullo Díaz, Ramón Bollullo Estepa, Manuel Bollullo Álvarez, Ramón Bollullo Díaz, Juan Manuel Campanario Cornejo.
LA FAMILIA
A mi hermano Ramón le agradezco, la dedicación que ha tenido dirigiendo como regente el Taller de Imprenta, las horas que ha invertido en el trabajo son impagables. Desde primero de Septiembre de 2004, Imprenta Bollullo depende exclusivamente de mi hermano Ramón.
A mi padre, desearía ponerle un pedestal especial en la memoria de mis recuerdos, hombre con una preparación escolar escasa, pero siempre ávido de leer el Quijote y la biografía de Cristóbal Colón, emprendedor, trabajador, valiente, honrado y amasador de ilusiones, que nos enseñó tanto a mi hermano como a mí, que lo más importante es el trabajo.
Hemos sido considerados por parte de algunos portuenses e investigadores como fuente de información --porque así lo puso en la prensa un portuense hace años, criticando nuestra postura al redactar impresos que poníamos en demasía El Puerto de Santa María-- entre su documentación sobre cual es el verdadero nombre de la Ciudad, si lleva o debe llevar el artículo ‘el’ y sea nombrado Puerto de Santa María, El Puerto de Santa María ó simplemente El Puerto. (A la izquierda tinta de imprenta disponiéndose para su uso).
EL PAPEL DE LA IMPRENTA.
La imprenta era algo especial, un lugar donde se redactaba cualquier panfleto, catálogo o cualquier impreso que pudiese ser leído o difundido. Formábamos parte de los medios de comunicación. Hoy es distinto, pero entonces, las paredes de nuestra imprenta, de cualquier imprenta, se podían decorar con esta máxima:
'Esta es una imprenta
adelantada de la información
cuna de la Libertad
clarín incesante del comercio.
Desde este lugar,
vuelan al mundo las palabras.
No para desvanecerse
como las ondas del viento.
Ni para morir como las olas
a la orilla del mar.
Sino para quedar fijas eternamente.
Está Vd., amigo, en terreno sagrado.
Está Vd. en una Imprenta'.
En la imagen de la izquierda, Juan Luis Bollullo López, fundador, junto a José Espinossa Temoret de Imprenta Bollullo, a finales de los 50 del siglo pasado).
(Texto: Francisco Bollullo Estepa).