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Toman el nombre de la Tertulia Flamenca donde se reúnen: Tomás ‘el Nitri’. Las originales: Fila superior de izquierda a derecha: Milagros Parralo, Ana Santamaría, Carmen Mesa, Ana García, Carmen Díaz, Sandra Muñoz; sentadas, Mari Soto, María Vera,  Antonia a la guitarra, Milagros Caraballo y Antonia Real.

A iniciativa de José Carrasco Mateo, conocido como Carrasco ‘el Guardia por su condición de agente de la policía local jubilado, se crea en Otoño de 1992, un grupo flamenco, formado mayoritariamente por mujeres, en la sede de la Tertulia Flamenca ‘Tomás el Nitri’, de donde se reúnen y de donde toman el nombre. El colectivo nacía en el entorno de la Navidad con una vocación clara: cantar villancicos eminentemente flamencos para que no se perdieran las raíces de esta parte de  nuestra cultura. /En la imagen de la izquierda, José Carrasco Mateo, 'Carrasco el Guardia'.

Las Tomasas acompañadas por el porteño Jesuli Núñez, hoy Jesús Nuñez, tocaor de Sara Baras y Pitingo, entre otros.

José Carrasco conecta con la poetisa  Lola Alba, y entre ambos lo exponen a la directiva de la entidad flamenca, que lo ve con buenos ojos. Serán las mujeres de los socios las componentes de este grupo. Y así, Lola Alba, con tesón y paciencia educa las voces de estas mujeres, no ya para que fueran las mejores de los grupos o coros flamencos de El Puerto, sino para que sus voces sonaran diferentes y… parece que lo consiguió.

En la Tertulia Flamenca 'Tomás el Nitri'. Panorámica.

En las Navidades de ese mismo año se hace la presentación en Tertulia Flamenca de su nombre organizándose también la primera Pestiñá, lo que constituyó un éxito de arte: la  sede social se llenó; había más gente fuera que dentro del recinto.

Con el conocido locutor Fernando Duran, en la Feria de Primavera de 1995, durante una actuación delante de las cámaras de la desaparecida televisión local Tele Puerto. Enfrente, la caseta de 'La Misma Gloria'.

Con la ilusión y el legítimo orgullo de la buena acogida, ‘Las Tomasas’ deciden no circunscribir su actividad a la Navidad y continuar ensayando para actuar en la Feria de Primavera y Fiesta del Vino Fino. Y lo hacen. Todos los días del año, con una voluntad a prueba de tentaciones, y eso que son amas de casa con la responsabilidades que conlleva tan sacrificada ocupación.

Las Tomasas, en la VII Fiesta de los Patios.

VII Fiesta de los Patios. Obrita de Teatro Flamenco interpretada por Las Tomasas y algunos socios de la Peña. De izquierda a derecha, María Vera, José Carrasco, Milagros Caraballo, Antonia Real, Ana Santamaría, Ana García, Mari Soto, Antonio Santilario, Carmen y Ángeles Carrasco, Sandra Muñoz y Carmen Mesa.

Preparan, también, una obrita de Teatro Flamenco para la VII edición de la Fiesta de los Patios. Cantan en la Feria de Primavera en la caseta municipal, en la de la hermandad del Nazareno y en cuanta les son solicitadas. Han actuado además: en Puerto Real, Cadiz, San Fernando, Paterna, Rota, Jerez, Casas Viejas, Alcala de Guadaira, en Cordoba en las peñas ‘La Oveja Negra’ y  ‘Azahara’. Le cantaron al portuense universal, Rafael Alberti en varias ocasiones con motivo de la fiesta de su cumpleaños, el 16 de diciembre.

Nuevas incorporaciones entre las que se encuentran, el tocaor David Cruz, sobre él Ángela Carrasco y su hermana Carmen.

Fueron 16 las componentes iniciales del Grupos, siendo en la actualidad 11, habiéndose incorporado algunas hijas de sus componentes, lo que hace que permanezca la tradición oral de forma viva. Desde 1.996, su actual responsable es Mari Soto quien, con acierto, lleva adelante al Grupo. Y, como cualquier grupo humano, nada humano les es ajeno y tampoco han estado exentas de algunas incomprensiones, pero ahí siguen. Tienen grabado dos CD’s, uno de Villancicos y otro de Sevillanas Flamencas, llevando un estilo  diferente, su estilo y esto ha hecho que el prestigio de estas porteñas rompan fronteras.

Con Rafael Alberti, en un cumpleaños. De izquierda a derecha, Carmen Mesa, Asunción Mateos ex directora de la Fundación y viuda del poeta, Mercedes Carbonell, María Vera, Milagros Caraballo, Carmen Soto y Sandra Muñoz.

Ver nótula 855 de Tomás ‘el Nitri’, primera Llave de Oro del Cante.

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Pulsar sobre la imagen para ampliar el tamaño de la fotografía.

En el antiguo campo de fútbol Eduardo Dato, del Racing Club Portuense, el 24 de enero de 1965 la Rondalla de La Salle, compuesta, en la fila superior de izquieda a derecha por: el abanderado, Juan Arjona Acá, Pedro Ríos con la armónica, Vargas, Francisco Rodríguez Rendón, J.L. Sánchez García (+). Antonio Pérez Brea, Hermano Luis, J.M. Morro Durán, J.L. Pérez Ruiz, Ramón Bayo Valdés y un poco desplazado, desconocido. Agachados, J. A. González Conejo (+), J.E. Miranda García, Pablo Pérez Aguilera, José Sánchez González (+), Fernando Arjona González, José Villar Guerrero y Juan Sánchez Peralta. /Foto: Colección Pablo Pérez Aguilera.

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Fotografía  tomada en la priméra década del siglo pasado, en la que aparece José Caro Izquierdo, con bigote y una banda negra en el brazo en señal de luto, a la izquierda de la imagen; la taberna estaba situada donde hoy se encuentra el bar 'Bugatti'.

Mi abuelo paterno, José Caro Izquierdo, era de Cádiz y conoció a mi abuela, María Ahumada Lino en la capital. Vivieron en El Puerto y regentaron un par de bares y tabernas, uno en la esquina de la plaza de Juan de la Cosa (antigua de Bizcocheros), otra donde se encuentra hoy el bar ‘Bugatti’ y, creo, fue cocinero en un acuartelamiento que hubo en la calle San Bartolomé.  falleciendo mi abuelo al poco de acabar la Guerra Civil.

José Caro Izquierdo, en el centro de la imagen sentado y con bigote, en una fotografía tomada en la calle San Bartolomé, cerca de Federico Rubio. El tercero por la izquierda de la fila superior, pudiera ser Pedro Muñoz Seca.

En la imagen solo se reconoce, sentado en el centro, a José Caro Izquierdo. La foto está fechada el 21 de junio de 1928, delante del Restaurante 'La Puntilla', que aparece al fondo  la izquierda.

Mi padre, José Caro Ahumada conocido como ‘Carito’ pasó la campaña de la guerra  en en el llamado ‘Bando Nacional’ mientras  mis abuelos seguían viviendo en El Puerto. Cuando mi padre volvió de la Guerra retomó  el noviazgo con la que sería su mujer: mi madre, Carmen López Pérez, quien en aquellos difíciles años entre 1936-1939 estuvo trabajando de operadora en Telefónica.

Domingo de Ramos de 1940. Cinco jóvenes amigas pasean por el Parque Calderón; la del centro es Carmen López Pérez.

Luego entraría a trabajar de administrativa en la Imprenta de Carmen Pérez Pastor, en la calle Larga, casa hoy desaparecida, junto a la actual tienda de copistería y artículos de oficina, HIVA. Mi madre, era una mujer adelantada a su época, con un buen nivel académico para aquellos tiempos. Se casaron en 1946 fecha en la que deja  de trabajar para dedicarse a la familia que acababan de construir. Era hija de Carmen Pérez Gómez,  hermanas de Soledad, María y cinco hermanas más. Mis tías fueron ‘de toda la vida’ las porteras del Hospitalito (Hospital de Mujeres).

La fotografía está tomada en Trebujena en 1955, el 1 de enero, recibiendo y celebrando  --se nota el buen ambiente-- el Año Nuevo, José Caro Ahumada está en la fila de atrás.

En las gradas del campo de fútbol Eduardo Dato, de izquierda a derecha, el niño Manuel Caro López, su padre, José Caro Ahumada, Ramón López Pérez y Manuel Baena Carracedo, de Suministros de la Base Naval de Rota.

De paseo por el Parque Calderón, con familiares y compañeros de Vidrieras Palma. De izquierda a derecha, Vicente, desconocido familiar del siguiente, Jaime Bonet, José Caro Ahumada, Manuel  y Ramón López Pérez, cuñados ambos del anterior. Vicente, Jaime y José trabajaban en la antigua fábrica de vidrios VIPA, donde hoy se encuentra la Comisaría de Policía y sendas promociones de viviendas que llegan hasta el colegio 'José Luis Poullet'. /Foto: Cuellar.

Verano en la playa de 'La Puntilla', antes o después de pasar la barca a la de 'Valdelagrana' atravesando 'el canal', es decir, la desembocadura del río Guadalete. De izquierda a derecha, fila superior, desconocida, Ana Baena, Pilar López que es prima de Carmen Caro; María Baena; debajo, de izquierda a derecha, Paca Baena, desconocida, la niña Carmen Caro López y Luisa, amiga de las hermanas Baena.

Mi padre, como conocía el gremio de la hostelería por tradición familiar, puso un bar que se llamaba ‘El Continental’, en la calle Larga, que cerraron al tiempo colocándose como operarrio en VIPA (Vidrieras Palma), hasta que se jubiló en el año 1981, tres meses antes de que cerraran dicha fábrica. Su hermano Luis Caro Ahumada, fue funcionario municipal y muy conocido también en El Puerto. (Textos: Carmen Caro López).

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Julio Juez Ahedo nace en Galarde, (Burgos) el 13 de Marzo de 1944.  Es el sexto hijo de una familia de 8 hermanos, donde hicieron gala de la paridad entre sexos, sus padres, Pedro y Francisca tuvieron 4 hijos y 4 hijas.

Eran una familia trabajadora dedicada a la agricultura y la ganadería, que inculcaron a sus hijos los valores de una familia cristiana. A los 8 años Julio ya era monaguillo y encargado de que la lamparilla del Sagrario estuviera siempre encendida. Así fue como se familiarizó con la liturgia y se habituó a conocer los entresijos de la vida eclesial. Pasa el tiempo y, con tan solo trece años, propone a sus padres ir al seminario diocesano de Burgos, a  20 Km. del hogar familiar. Un camino iniciado ya por sus hermanos mayores Jesús y Jose Maria, que ya estaban en la orden franciscana.

EL SEMINARIO.
Y será en 1957, tras realizar el examen de ingreso, cuando entrará en el Seminario. Allí fue moldeando su vocación de sacerdote, sin olvidar sus raíces galardeñas y sus obligaciones de ayudar a sus padres en las tareas del campo en los largos meses de verano. No dejaba atrás, tampoco, sus obligaciones de seminarista. Así asistía a misa a diario y, como no había sacerdote en su pueblo, acudía con sus hermanos a la parroquia de Arlanzón municipio situado a unos  kilómetros de su casa. Comenzó sus estudios pasando los dos primeros años en el Colegio-Preceptoría de Quintanilla-Escalada, tres años en el Seminario menor de San Jose, cursando Filosofía y Teología en el seminario Mayor de San Jerónimo.

Julio Juez, a la izquierda, con la banda de los seminaristas.

ORDENACIÓN.
El 8 de Junio de 1968 fue ordenado sacerdote por el Obispo Segundo Garcia de Sierra y Méndez, en la Catedral  Santa Maria la Mayor de Burgos, celebrando su primera eucaristía el 14 de Junio de ese mismo año.

En la imagen, el misacantano Julio, entre su hermano el franciscano sacerdote, José María y el Obispo Segundo García de Sierra, el día de su ordenación.

DESTINOS.
Su primer destino fue como coadjutor en Briviesca (Burgos) durante tres meses. En noviembre lo destinaron a Valle de Zamanzas, --municipio burgalés limítrofe con la provincia de Santander--, integrada por ocho pequeños pueblos que, entre todos, no llegaban a mil habitantes. Los domingos celebraba cuatro misas, alternando los pueblos, a las que acudían las gentes sencillas del campo.

En 1970 le trasladan a Vallejera, municipio burgalés limítrofe con la provincia de Palencia, donde permanecerá por espacio dos años más, alternado su labor pastoral con los estudios en la facultad de Teología de Burgos, donde obtuvo el grado de bachiller en Teología.

En el año 1972, un nuevo destino Castillo de la Reina, también en Burgos, viviendo en una comunidad de sacerdotes en Salas de los Infantes, entre los que se encontraba el actual Arzobispo de Pamplona Francisco Pérez. Cada Cura tenía la obligación de atender cuatro pueblecitos.

DIÓCESIS DE JEREZ.
Pasados unos años su hermano franciscano, Jose María (éste había estado destinado en El Puerto como profesor de Religión en varios centros de enseñanza y colaborando con algunas misiones pastorales) le plantea que que solicite autorización al Arzobispo de Burgos para trasladarse a la Diócesis de Asidonia-Jerez, recientemente creada --antes pertenecíamos a la de Sevilla-- donde la escasez de clero regular era un auténtico problema.

En 1976, animado con la idea, realiza un viaje a El Puerto donde conoce al párroco del Carmen y San Marcos, Ramón Gonzalez Montaño, quien le motiva, igualmente, a unirse a el servicio parroquial de la Diócesis. El cura Ramón se encargará de realizar ante el Cardenal Bueno Monreal, los trámites necesarios para su traslado. /En la imagen de la izquierda, el cura Ramón González Montaño.

LA PRIORAL.
En noviembre de 1977 Julio se incorpora a su primer destino como cura en El Puerto la Iglesia Mayor Prioral, como coadjutor del párroco Antonio González Montaño, hermano de Ramón. Tras un periodo de tiempo y, debido a la enfermedad de Antonio, nuestro protagonista accederá a la responsabilidad de párroco, hasta el año 1994.

De izquierda a derecha, Enrique Ortega, Julio Juez y José María Giraldez, del Camino Neocatecumenal.

De aquella etapa no podemos olvidar la labor desarrollada en favor de los más desfavorecidos, el trabajo en Cáritas, con los Focolares, con los Carismáticos, la pastoral de los enfermos, la impulsión de los Cursillos de Cristiandad, la Escuela de Padres, el Camino Neocatecumenal donde se implicó a fondo, la Escuela de Catequistas, las Hermandades y de forma singular con la Archicofradía y Esclavitud de la Patrona, de la que se siente devoto.

“--Tenia muchísimo interés en  que no viviéramos una simple religiosidad sino que nos formáramos, participáramos y nos comprometiéramos cada uno según su carisma”, afirman de nuestro protagonista quienes le trataron en el día a día en alguno de los grupos a que nos hemos referido. Otros recuerdan su obra explicando que “--Unos servían para una cosa y otros para otra, lo cierto es que la Prioral estaba siempre en continuo movimiento”.

Julio, a la derecha de la imagen, supervisando la operación de desmontaje de las camapanas de la Prioral.

OBRAS EN LA PRIORAL.
El reverendo Julio consiguió subvenciones de la Junta de Andalucía para arreglar las bóvedas de la Prioral, el campanario y as campanas de bronce, la piedra del interior de dos naves completas de la Iglesia y algunos salones para la catequesis, que estaban apuntalados. Consiguió que se bajaran y limpiaran lámparas, --muchas de ellas no se habían limpiado desde su colocación--.

Pero su labor no se quedaba en la ejecución de las obras sino que, para sufragar los costes, invertía toda su energía y su tiempo en pedir colaboración y ayuda a todos los estamentos públicos y privados de la Ciudad: organizando pases de modelos, cenas benéficas, rifas… o lo que fuera necesario para recaudar fondos. Consiguió implicar a todos los sectores de la Ciudad  haciendo de la Prioral algo nuestro. Logró con mucha constancia y paciencia mantener en pie nuestro primer Templo porteño, una de las más importantes joyas de nuestro patrimonio.

En 1993 celebra sus bodas de plata sacerdotales. "Tu es sacerdus secundum ordinem Melquisedech".

La estampa recordatorio dice: Celebracion de las Bodas de Plata Sacerdotal del Rvdo. Sr. D. Julio Juez Ahedo, Pbro. PADRINOS DE ALTAR: Padre Fray José Marìa Juez Ahedo,O.F.M. Padre Fray Nicolás Juez Nieto, O.F.M. ORADOR SAGRADO: Padre Fray Onofre Núñez. PADRINOS DE HONOR:
Sr.D. Jesús Juez Ahedo y su esposa Doña Begoña Urruticoechea Lopez:
Burgos, 6-7-68
El Puerto de Santa Maria, 6-7-93

En la imagen de la izquierda en la que aparece recibiendo los parabienes durante la ceremonia de las bodas de plata de su sacristán Manolo Girón Ceballos, figura esta dedicatoria manuscrita de Julio: "¡Manolo! Hemos compartido alegrías y penas durnte 16 años. Hemos reposado el uno en el otro viviendo la comunión puesta a prueba algunas veces y el Señor no ha permitido romperla. Te felicito de corazón y no se como agradecerte la hermosa celebración que preparaste para mis Bodas de Plata, pórtico de mi despedida de la Prioral. Que podamos bendecier cada día al Señor y en comunión de sentimientos en Cristo construyamos el Reino. Con el cariño de sincera amistad con vosotros, matrimonio y con vuestros hijos, recibid este recuerdo. Julio Juez. 10.07.93".

UN NUEVO DESTINO E ITINERANTE.

Rafael Bellido Caro, primer Obispo de la Diócesis de Asidonia-Jerez, le encomienda un nuevo destino: en la jerezana barriada de La Granja, como párroco de Santa María Madre de la Iglesia. En 1995 nuestro Cura solicitará al Obispo implicarse más en el Camino Neocatecumenal y vivir la experiencia de Itinerancia, desplazándose por espacio de dos años a Paola, municipio del sur de Italia.

JEREZ Y SANLUCAR.
A su vuelta a España, en 1997, el Obispo Bellido le encarga hacerse con la responsabilidad de Capellán del Hospital de la Seguridad Social (Jerez) y Párroco de San Pedro en La Jara, (Sanlúcar de Barrameda) y será en este lugar donde nuestro protagonista transformará un antiguo gallinero en una Capilla para la celebración del culto.

Junto a Monseñor Ceballos, Obispo de Cádiz, en la iglesia de la Residencia de Anciano de 'Las Banderas'.

CONSTRUCTOR DE TEMPLOS.
Será a partir de entonces cuando comenzará la que podríamos denominar su nueva etapa de 'constructor de templos'. Al año siguiente de su regreso a España, en 1998, el Obispo le nombra Capellán de las Hermanitas de Los Pobres de la Residencia de Ancianos de 'Las Banderas' y, al mismo tiempo, le encomienda la construcción de una nueva Parroquia para descongestionar los servicios religiosos que se prestaban a la feligresía de la Parroquia de la Milagrosa.

Con el primer obispo de Jerez-Asidonia, Rafael Bellido Caro, en la capilla de Ntra. Sra. de la Palma.

A los tres meses comienzan las celebraciones litúrgicas en el local de la asociación de vecinos “Virgen de la Palma” donde, al  cabo de tan solo un año, se coloca una caseta de obra en la que empiezan a celebrar diariamente misa y donde administrarán los demás Sacramentos. /A la izquierda, Iglesia de la Palma.

IGLESIA DE LA PALMA.
Al poco tiempo, impulsa la construcción de un templo mayor. Conseguido el terreno, que inicialmente estaba destinado para un albergue de transeúntes y realizado el proyecto, se adjudica la obra y en febrero del año 2000 comienza la construcción. El 23 de Diciembre el nuevo Obispo de la Diócesis, Juan del Río consagró la iglesia de La Palma.

A partir de entonces, Julio no cesa en su empeño por buscar financiación para acabar de construir los salones parroquiales, para que desde La Palma, se pudiera ejercer con dignidad la actividad catequética, entre otras tareas.

Julio Juez con el obispo de Jerez, Juan del Río, en diciembre de 2000, durante la consagración del Templo.

Han pasado once años y la Parroquia está a pleno rendimiento, con un numeroso grupo de catequistas que trabajan con los más pequeños, catequesis prematrimoniales y prebautismales, evangelización para jóvenes y adultos, comunidades, matrimonios, Alcohólicos Anónimos, Manos Unidas, administración y colaboración con una caseta de la Feria de Primavera, cuya recaudación es para los que más lo necesitan. La convivencia es importante y así lo define el reverendo:  “--Hay que hacer Parroquia hasta en la caseta de la feria”.

CATECUMENIO Y SANTA CATALINA.
Será en 2007 cuando se bendice el Catecumenio y Complejo Parroquial, en el que cada semana se reúnen grupos de niños y adultos para recibir la catequesis.

Con el actual obispo de Jerez, José Mazuelos, durante la consagaración de la Capilla de Santa Catalina.

Y Julio continúa con su labor constructora. El 31 de Julio de 2010  el nuevo Obispo de la Diócesis --el tercero desde que fue creada-- Jose Mazuelos, consagra la Capilla de Santa Catalina en la Urbanización de Las Redes y que depende también de la Parroquia de la Palma.  En la actualidad, continúa trabajando en el proyecto para la construcción de una Capilla en Fuenterrabía donde celebra misas en una caseta de obra, como la que usó hace años en el gérmen de la Parroquia de La Palma o la primitiva capilla de Santa Catalina.

Con cuatro o cinco operaciones importantes, ninguna de ellas ha sido impedimento para estar y continuar estando al pie del cañón. Todos los días, después de decir la misa en las Hermanitas de los Pobres, lo podemos ver en su parroquia, atendiendo las necesidades que surgen en el día a día. Por las tardes, sentado en su confesionario y luego celebrando de eucaristía.

En su despacho de la parroquia de La Palma.

DOMINGOS: JORNADA EXTENSIVA
Y si vamos un domingo a misa al Asilo por la mañana temprano,  lo veremos celebrar la misa con los mas mayores y con las Hermanitas de los Pobres, pero si luego vamos a su Parroquia de La Palma lo volvemos a ver en la misa de los niños, para quienes tiene un don especial, pero si nos vamos al final de la mañana a la capilla de Santa Catalina en Las Redes, lo veremos allí celebrando de nuevo la eucaristía; pero la jornada no acaba ahí, si por la tarde vamos a la capilla de Fuenterrabía lo veremos en otra misa, seguro que pensando como buscar patrocinadores para levantar la Capilla en ese lugar; y si luego fuéramos a su parroquia de La Palma lo veríamos  nuevamente celebrar la misa como si fuera la primera de la mañana, sin mostrar un gesto de cansancio en su rostro, después de haber celebrado cinco misas en un solo día,  Domingo tras Domingo…

Con el recientemente beatificado papa, Juan Pablo II, en una visita a Roma.

30 AÑOS.
¿A cuántos portuenses ha casado, bautizado, confesado, dado la primera comunión, enterrado… en estos más de 30 años? Siempre dando una explicación de las lecturas de cada momento, pues jamás desaprovecha la ocasión para la prédica y el adoctrinamiento. Algunos de sus fieles han comentado alguna vez, “--Es que D. Julio habla mucho”... "--Es que sus homilías son muy largas...” Aunque eso parece que ya esta solucionado; pues después de treinta años advirtiéndole: “D. Julio, que se ha pasado usted...”, “D. Julio, que se ha pasado...”, así, una y otra vez, ahora, nuestro protagonista se controla.

Recibiendo el título de Hijo Adoptivo de El Puerto, en sesión solemne y extraordinaria celebrada el pasado marzo de 2011, de manos del alcalde de la Ciudad, Enrique Moresco.

HIJO ADOPTIVO.
Dice el Cardenal Carlos Amigo Vallejo, en la imagen de la izquierda, Arzobispo emerito de Sevilla en una carta de agradecimiento y adhesión al nombramiento de Hijo Adoptivo “Mi profundo reconocimiento a la figura de D. Julio, a su trabajo, pero sobre todo a su testimonio de consagración y dedicación a las cosas de Dios en el servicio a los hermanos, y a esta querida Ciudad de El Puerto de Santa Maria que ha sabido llegar al corazón con este gesto de reconocimiento”

Nuestro agradecimiento a Millán Alegre y Juan Prieto quienes han facilitado la documentación y un buen número de fotografías que han servido para la elaboración de esta nótula.

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Antonio Villalpando Moreno nació en Cádiz el 15 de enero de 1982, hijo de Joaquim Villalpando Tacón y Ángeles Moreno Bohórquez, miembro de una familia con 4 hermanos, dos varones y dos hembras de la que Antonio es el mayor. Su  referente en El Puerto es Antonio Monclova Bohórquez, primo hermano de su madre al que llama indistintamente primo o tío. “--Es además de un científico y profesor de referencia nacional, muy buena persona, como lo fue su Padre, Rafael Monclova, empleado de banca y conocido fotógrafo local. En El Puerto tengo familia aparte de él. Ramón, Mª Carmen, Fali, Mercedes…”

SU FORMACIÓN COMO ARQUEÓLOGO.
Estudió en el C.P. Arquitecto Léoz y el IES 'Antonio Muro', ambos en Puerto Real. Su formación como Arqueólogo está muy ligada al Museo del Puerto, a Francisco Giles Pacheco y su entorno, lo que podemos denominar 'Escuela de Gibraltar' del mismo modo que a la UCA, al área de Prehistoria y al Seminario 'Agustín de Horozco' de Estudios económicos de Historia Antigua y Medieval.

La carrera  de Licenciatura en Historia la estudió en Cádiz y parte en Edimburgo (Inglaterra). De vuelta a Cádiz realizó los cursos de doctorado sobre Sociedades Históricas Gaditanas y con posterioridad la primera promoción del Máster de 'Gestión e Investigación de Patrimonio Histórico Arqueológico', cuyo proyecto sobre gestión de patrimonio cultural en Espacios Naturales Protegidos marcó un punto de inflexión en su proyección, que al inicio estaba dedicada a la Arqueología y su investigación y hoy se enfoca a la Gestión e investigación de Patrimonio Cultural en Espacios Naturales de interés Medio Ambiental.

LA AVENTURA DE LA VIDA.
Antonio nació en el seno de una familia humilde, de casta de mecánicos del sector naval. Un abuelo, el materno, Agustín, del Astillero de Matagorda, el paterno, Antonio, del Astillero de Bazán. Su padre, Joaquim también de Matagorda, podía haber llegado a donde hubiera querido. En la mili haber hecho la carrera militar, en los estudios terminar la carrera inconclusa de Ingeniería Superior en Sevilla. Pero los tiempos no lo quisieron, de modo que terminó siendo Herrero, luego Bombero y actualmente Conductor de Ambulancias, siempre en Matagorda. Aún así “siempre lo tendré por infinitamente más inteligente que yo” , dice Antonio. /En la imagen de la izquierda, el biólogo y paleontólgo Antonio Monclova Bohorquez.

Esta condición marcó de forma decisiva su visión del mundo. Por un lado, entendió desde niño que si quería llegar a algo en la vida tendría que ganárselo el mismo, con esfuerzo y sacrificio. Por otro lado su entorno rendía culto al mar, a la pesca, a los barcos. El haberse criado en un pueblo con un entorno natural poco modificado urbanísticamente acrecentó su interés por la naturaleza. El carácter soñador de sus padres lo educó bajo una máxima. “La cura del Cáncer puede venir tras un canasto de coquinas” (Frase de su abuela que repetía su madre todos los días) o lo que es lo mismo, que los hijos de los trabajadores hoy pueden llegar donde quieran aunque lo tengan más difícil que nadie. Esto fue clave, junto con una serie de profesores de geografía e historia magníficos, para terminar estudiando Historia y cometer la imprudencia de querer ser arqueólogo.

En principio todos pensaron que terminaría siendo biólogo. Su primer libro fue una guía de aves de Europa, por su comunión pidió de regalo un telescopio terrestre, siempre participó o quería participar de las actividades ambientales de los municipios del entorno.

NEARDENTALES.

Una vez tuvo clara la rama que iba a tomar, que sorprendió a todos al no ser Biología, aconteció otro hito clave. Las Jornadas de Historia de Puerto Real se realizan en ERA, y allí conocerá por primera vez a un arqueólogo, con 16 años. Allí conoce a Rita, a Fran, a Espe, a Santi y, importante, a Paco Giles, Ex Director del Museo Municipal de El Puerto de Santa María y Clive Finlayson, Director del Museo de Gibraltar. / En la imagen, Antonio Villalpando, durante su etapa como Director de Arqueología de Aula 3, empresa de actuaciones integrales sobre el patrimonio, junto a Marta Murciano, en 2008

Cuando entra en la carrera en Cádiz, decide asistir al congreso de Valencia “El neolítico y el paisaje mediterráneo”. El reencuentro inesperado con Paco Giles y Clive Finlayson en Valencia representó un nuevo punto de inflexión ya que por vez primera le ofrecen participar en una excavación. Nada más y nada menos que Gorham´s Cave, la cueva gibraltareña que representa uno de los mejores yacimientos vinculados a Neandertales de Europa Occidental, que encima tiene restos de otros periodos prehistóricos, destacando el Paleolítico Superior y un santuario fenicio. El equipo de Gibraltar fue clave en su formación, marcadamente anglófila, donde destaca haber cursado parte de sus estudios en la Universidad de Edinburgo (Inglaterra)..

LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN.
Desde esa excavación y al amparo de profesores de la UCA como José Ramos, L. Lagóstena o el porteño José Antonio Ruiz Gil --hijo de José Luis Ruiz Álvaro-- fue ampliando su formación y participación en actividades ligadas a la arqueología, hasta que se vinculó de forma definitiva a la línea de investigación desarrollada por Lázaro Lagóstena y el Seminario de Estudios Económicos de Historia Antigua y Medieval Agustín de Horozco , del que forma parte como investigador desarrollando la línea de Investigación de Líneas de Gestión de Patrimonio Cultural en Espacios Naturales Protegidos, con especial atención a áreas marismeñas y sus usos.

Playa de Levante y Los Toruños. /Foto Jorge Roa.

PRIMER ENCUENTRO CON LOS TORUÑOS.
Al respecto, su proyecto de la primera promoción del Máster Oficial de Gestión de Patrimonio Histórico-Arqueológico, (UCA) focalizado en la contribución al establecimiento de un modelo de Gestión de Patrimonio Cultural en Espacios Naturales Protegidos le abrió las puertas a la participación como técnico en proyectos del Parque Metropolitano Marisma de Los Toruños y Pinar de La Algaida, donde su director, Juan Martín Bermúdez (ver nótula núm. 411 en GdP), apostó desde un inicio en el desarrollo de esa línea de gestión para potenciar la calidad y cualidad de la oferta de servicio público que la Consejería de Obras Públicas ofrecía en un espacio que estaba bajo el punto de mira de los especuladores.

Puente sobre el río San Pedro que une los términos municipales entre El Puerto y Puerto Real, en el Parque de Los Toruños.

LOS TORUÑOS, A SALVO DE ESPECULADORES.
Esto estaba principalmente justificado en la medida que los bienes de patrimonio cultural se relacionan a la ordenación del territorio y de cómo afectan a los usos del suelo. Además se estableció desde el inicio el incuestionable elemento de plusvalía que ejerce el carácter histórico a los diferentes espacios y senderos del Parque Metropolitano. No puede seguir ofertándose el sol y la playa, ese tiempo ha pasado y si no actuamos hoy el desastre que podría suponer la caída del sector turístico podría suponer un auténtico cataclismo. Del mismo modo era importante establecer criterios de ordenación que impidieran que la costa terminara siendo un cinturón de hormigón con pisos vacios salvo en verano.

LA PIEDAD Y LA CALLE LUJA.
Es importante que haya participado en proyectos en espacios como Gibraltar, Cantabria o Escocia, donde el marco de trabajo es completamente diferente al de Cádiz. Ha trabajado en numerosos proyectos de investigación y en arqueología de gestión, en municipios como Jerez de La Frontera, Puerto Real, Vejer de La Frontera, Medina Sidonia, todas junto a arqueólogos de ASPHA (Cobos, Mata, González y los Montañés) Especialmente importante en el caso actual los trabajos en El Puerto. Destacan los trabajos como técnico en el Acueducto de La Piedad y en la Calle Luja con su amigo Jorge Ramírez.

EL PROYECTO CULTURAL DE LOS TORUÑOS.
El Proyecto Cultural del Parque Metropolitano es referente en muchos ámbitos, ya que supone la primera vez en Andalucía en que se cataloga los elementos de Patrimonio Histórico ubicados en un Espacio de interés ambiental sin atender a criterios de Cartas Arqueológicas Municipales, atendiendo al espacio definido geográficamente y  más allá de la enumeración de elementos identificados en bibliografía antigua.

Actualmente está trabajando como asesor técnico en el Parque Metropolitano atendiendo a proyectos vinculados a la Red de Espacios Libres de Andalucía. Se lleva una política de transferencia de resultados de la investigación al público en general. Para ello se están realizando cursos de formación del personal de guía y de vigilancia, charlas de difusión, se preparan exposiciones y actos conmemorativos y se buscan líneas de gestión que hagan realidad, en la medida de lo posible, la creación de empleo retomando actividades artesanales que en otros tiempos fueron altamente productivas, se abandonaron y gracias al aumento de conocimiento y la coyuntura económica actual pueden volver a ser rentables y sostenibles. Este es el caso de las salinas, el marisqueo,  la ganadería, la mejora de la formación del personal de guías o la reactivación de industrias de transformación de base agropecuaria. /En la imagen, Juan Martín Bermúdez, director de Los Toruños y Antonio Villalpando, examinando un molino romano en las ruinas de Volúbilis (Marruecos).

YACIMIENTOS DE EMPLEO.
Un espacio donde todo es no es poco sostenible y aún peor, no es querido. Actualmente  se estudia  la viabilidad de desarrollar actividades tradicionales de forma que representen prácticas sostenibles, que generen empleo. Se es consciente de que no se va a quitar el paro de la bahía con esta oferta, pero si se crean nuevos yacimientos de empleo y se reactivan otros. Son decenas las familias que han cesado de estar sin ingresos gracias a actividades económicas tradicionales que hoy se puede garantizar que son sostenibles respecto al futuro.

REACTIVACIÓN DE LAS TRADICIONES.
El Parque trabaja en la reactivación de actividades tradicionales como el cultivo en Navazos y las explotaciones salineras, muy frecuentes antaño en El Puerto. También se están realizando proyectos de puesta en valor y de conservación preventiva de patrimonio material inmueble que pueda asociarse a rutas ya existentes o rutas temáticas que puedan vincularse a senderos preestablecidos.

Una montaña de sal, apilada a mano por los trabajadores, en una imagen antigua. /Foto : Centro Municipal de Patrimonio Histórico).

LA CULTURA Y EL TURISMO.
Otra línea de trabajo, que beneficia al conjunto de la Bahía es la búsqueda de la mejora en la oferta cultural de cara al ciudadano local y al turismo. No se pude pretender vender elementos que no se tienen acondicionados para usarse ni se puede visitar áreas en toda su dimensión social sin conocer los elementos identitarios. El Parque Metropolitano representa un espacio virgen junto a un medio urbano, con centro de recepción, senderos debidamente acondicionados, con garantías de seguridad, con servicios varios de aseos, fuentes, vending,  renting de bicicletas o indicaciones de senderos. Los guías del Parque realizan a día de hoy su visita por zonas como el Río de San Pedro conociendo su origen geomorfológico, cuando se navegaba en época antigua y medieval y el porqué,  incluso la evolución de  los usos a los que fue destinado o los tipos de barcos que se usaron. Eso es calidad en la oferta.

GUERRAS NAPOLEÓNICAS.
«Siempre destaco como elementos culturales del Parque Metropolitano su Patrimonio Militar vinculado a las Guerras Napoleónicas, los restos de actividades agropecuarias y las vinculadas a explotaciones marinas, como las salinas. Hay mucho de historia social, de razas de ganado autóctonas, de identidad de la Bahía.» /En la imagen de la izquierda, uniformes de soldados napoleónicos.

Antonio afirma tenerlo clarísimo: «Por supuesto que no es lo mismo recorrer un sendero cualquiera que aquel donde se conoce como se ha formado el paisaje paso a paso y se sabe que pasó y en qué momento, dando señal de autenticidad,  ¿acaso es lo mismo estar en un coliseo de cartón piedra que en el de Roma?. La investigación cultural genera marca, da valor de auténtico. Uno está donde se montaron baterías francesas para defender la navegación del río en época napoleónica, aunque hoy solo quede arena en el suelo, pasea por el primer trazado de ferrocarril andaluz, descubre restos de intentonas industriales en tiempos de la construcción del Astillero de Matagorda, visita espacios vinculados a las gentes de verdad, las que trabajaban de sol a sol, en el campo con vacas, en las salinas o con cabras y como no, en el mar. Como cambia la cosa cuando se habla de fondeaderos, de morgueras, galeones o candrais en un sitio como el Puerto de Santa María, donde casi ninguna familia carece de un miembro que haya estado vinculado al mar. Y encima respiras paz, espacio y si tienes suerte te topas con un camaleón».

Antiguo puente del ferrocarril

FERROCARRIL JEREZ-ELPUERTO-TROCADERO.
«Es interesante enfatizar el rico patrimonio industrial» enfatiza, «encabezado por el Ferrocarril Jerez-El Puerto- El Trocadero, primer proyecto ferroviario español y primera obra ferroviaria en Andalucía. Los elementos de arqueología subacuática tienen vigilancia permanente por los vigilantes del Parque en coordinación con la Guardia Civil y sus pautas de gestión se establecen directamente desde el CAS, donde desarrollan su función algunos los mejores técnicos de arqueología subacuática de España. Parece mentira, pero el Parque Metropolitano es una auténtica joya que envidiarían en cualquier país por la carga cultural que contiene y la importancia ambiental del entorno».

AFICIONES.
Antonio Villalpando es aficionado al avistamiento de aves y al senderismo. Le encanta la acuariofilia y  los animales en general. Le gusta salir a pasear con su esposa junto a Pili, su sobrina, y  Williams Gross, Mastín Español, su mascota. Como buen arqueólogo, no tiene bastante con las ‘piedras’ de su trabajo, y dedica sus fines de semana a ver restos arqueológicos. Le podemos encontrar por tanto indistintamente en museos, senderos, marismas o conjuntos históricos. También le gusta el arte y la música folk escocesa, la mediterránea y la balcánica, especialmente los temas relacionados con Kusturica. Es aficionado a la cocina tradicional gaditana y su plato favorito son los 'muergos aliñaos' y los higos de tuna. Sus películas favoritas son El Imperio ContraatacaTierra y sueña con visitar la Amazonia Peruana y Tierra Santa.

AMIGOS EN EL PUERTO.
«En esta ciudad siempre tengo que acordarme de Paco Giles. Es un arqueólogo muy querido y con publicaciones de referencia, determinante en mi formación y buen amigo, él y su familia. Los técnicos municipales en El Museo y en Patrimonio siempre me han ayudado en todo y gran parte de mi actividad profesional se ve facilitada por su predisposición a colaborar en todo lo que beneficie a El Puerto. También me gustaría mencionar a los pescadores y mariscadores de esta ciudad, que me han enseñado tanto sobre el mar y su cultura y amigos del gremio como Santos, José Antonio, Diego y Carlos Millán. Portuenses como el amigo Ángel León lanzan al mundo nuestra bahía». /En la imagen de la izquierda, Francisco Giles Pacheco.

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| José García Girón.

EN EL HOMENAJE A
JOSÉ GARCÍA GIRÓN.

Cometistes el error
de marcharte jubilado
en tiempo de Navidad.
Y ha venido un inspector,
diciendo, muy enfadado,
que no has cumplido la edad,
y, lo que es mucho peor,
que tampoco has cotizado
ni siquiera la mitad
de lo que está legislado.

Después de gran discusión
y de una larga refriega,
se vió que el citado error
era del tal inspector
que, por equivocación
entendió García “Noriega”,
en vez de García Girón.

Así que ya está aclarado;
pero me queda la pena
de saber que en Nochebuena
te marchastes jubilado.
Y por muchas perrerías
que te hicieran los clientes,
porque fuiste buena gente,
buen amigo y servicial,
besucón y cordial,
compartiendo tu alegría,
en el Bar de la Herrería,
en su entorno y en su ambiente
estarás siempre presente
¡Noriega del alma mía!

31 Diciembre 1999

De la Draga a la Herrería pasando por la Herradura

| Francis Gómez Real

BAR ‘LA HERRERÍA’.

De 'puticlub' parece que ha tomado
hechuras esta casa laboriosa,
formal, trabajadora y obsequiosa,
donde  la plebe inmunda se ha colado.

De verdad que me siento desplazado
ante el cambio sufrido. Y es la cosa
que a esa gente vulgar y churretosa
es difícil tenerla a nuestro lado.

No diré sea el culpable Francisquito,
siendo un sol, un tesoro y un bendito
que aguanta tantos carros y carretas;

pero al orden llamar, creo que debiera
al necio ineducado y a la hortera,
y mandarlos, sin más, a hacer puñetas.

23 de julio de 2003.

Paco del Castillo.


Esta calle San Juan --donde Vd. tiene su casa--, se convirtió en un hervidero de gente la tarde en que José María Cano --el del grupo Mecano--, pisó, en carne mortal, los umbrales del número 17, donde vivo. Se recurrió a un bloc cuadriculado para satisfacer la enardecida demanda de autógrafos; niñas hubo casi en trance de privarse de la emoción; fueron momentos de paranoia colectiva, aunque, al cabo de algún tiempo, se fue despejando mi casa-morada de la horda febril que la había invadido.

Nacho y José María Cano, en el Restaurante Casa Flores.

La cuestión es que José María Cano había quedado conmigo para trabajar en la preparación del argumento de lo que iba a ser su ópera 'Luna', o 'Hijo de la Luna'. Acordamos que la acción se iba a desarrollar en El Puerto, en pleno siglo XVIII, concretamente la noche del 30 de julio de 1749, con motivo de la prisión general de los gitanos ordenada por Fernando VI.

La obertura debía estar presidida por la explosión de júbilo de la alboreá, en una boda cuyos contrayentes, ajenos a la prisión de todos los gitanos, se habían retirado a un sobrado, donde tenían instalado su tálamo. Al despertarse, nadie les llevó la taza de caldo, ni la ‘mañana de aguardiente’. Todos habían sido apresados, menos ellos.  Libres, engendraron a un gitano albino --única exigencia de José María--, hijo de la luna, con toda la simbología que la luna tiene para los esa raza. La liberación de todos los gitanos de sus prisiones en cárceles, arsenales y minas y el nacimiento de una nueva era, con el hijo de la luna, marcaban un final apoteósico. En medio, había una hermosa historia de amor.

Durante casi un año --sabático para José María--, a las once de la noche, todos los días, me llamaba, desde Londres donde se había recluido, para contarme cómo iba la cosa. Tuve que írsela descargando de tópicos típicos. Le mandé textos y documentos y resultó un gran retablo mítico-racial. Hasta que, de pronto, supe que lo tenía terminado.

La obra era bien distinta, desconocida más bien. La tuvo que amañar, según él, para hacerla asequible al gran público. Pero que nadie se la estrenaba; se le cerró el Teatro Real; tuvo que vender su colección de pintura de vanguardia y, al final, de su bolsillo, la estrenó en Valencia. El resultado fue una insípida ‘suite’, por decirlo de algún modo, que se remedió con la edición de unos CD's que, con el título de ‘Luna’, se vendieron como rosquillas.

Ni El Puerto, ni el argumento pactado tuvieron acomodo en ‘Luna’. Desde 1992 no sé de José María Cano. Ahora, ni tan siquiera hay niñas que lo conozcan y lo aclamen. Una pena. (Texto: Luis Suárez Ávila).

La ópera 'Luna fue tan sólo representada una vez, en versión concierto, en 1997 en el Palau de la Música de Valencia. Esta es la lista de canciones del disco compacto:

01. Te Quiero, Morena 02. Llevame niño pal’ cura (Acto 2°, escena 3°). Lola no quiere “bodas de Sangre”. 03. Pasodoble de la Luna (Acto 2°, escena 2°). Antonio pide a Lola que se case con él. 04. Bajo el cielo de Sevilla. Mercedes intenta parar la boda. 05. Jaleo. El sargento Miguel dispara sobre el Mudo. 06. Y nos vamos pa’ Belén (Acto 3°, escena 2°). En navidad Antonio continúa en la cárcel. 07. Arrorro, arrorro (Acto 3°, escena 2°). Lola canta a su hijo recién nacido. 08. Un gitano sin su honor (Acto 3°, escena 4°). La ley de los gitanos: “lava con sangre…” 09. Epílogo. La Luna recoje a su hijo en el río.

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... y todo siguió gracias  al testigo recogido por Rafael Rivero, que mantuvo la llama encendida.

Acostumbrados que solo aparezcan en la historia escrita los líderes o los que los historiadores quieren, es hora de que se conozcan y se les reconozca el mérito a los verdaderos artífices de la democracia. Nombres de hombres y mujeres, en su mayoría anónimos, que con su esfuerzo plasmaron la utopía de la libertad convirtiéndola en realidad, sin importarle perder la suya personal. Desde aquí, el reconocimiento a los que aun están y el recuerdo a los que se fueron. /En la foto, Rafael Rivero.

Día del Trabajo de 1979. Entre los manifestantes, se puede ver a José Marroquín “Alicate” y a la derecha de la fotografía, al padre de Isabel Oreni Mayi, suegro de Antonio Álvarez Herrera, Fernando Oreni. Miguel Marroquín y su mujer, Maruja. La fotografía está tomada en la calle Luna, a la altura del antiguo Banco Hispano Americano, esquina con la calle Larga. Ya se habían celebrado las primeras elecciones democráticas a los ayuntamientos, consiguiendo el PC la alcaldía, gracias al pacto de la izquierda, gobernando conjuntamente con el PSOE y el PSA.

Cuadro 'El Cuarto Estado', de Giuseppe Pellizza da Volpedo

SPAIN IS DIFERENT.
Cuando en el mundo se celebraba el 1º de Mayo como Fiesta del Trabajo, en España, los prohombres del régimen también deciden celebrar ésta. Si bien, en vez de denominarla 1º de Mayo le ponen el nombre de San José Artesano, por aquello del nacional-catolicismo. La fiesta del 1º de Mayo lo es en conmemoración de los trabajadores de Chicago. Trabajadores asesinados por el capitalismo por pedir mejoras en sus condiciones laborales: 8 horas para el trabajo; 8 horas para su instrucción y ocio y 8 ocho horas para el descanso.

Manifestación del Primero de Mayo en Madrid, de obreros de Hispano,  a principios del siglo XX.

ANTECEDENTES EN EL PUERTO.
En los últimos años de la década de los cincuenta y primeros de los sesenta, resurgen los primeros conatos de la lucha antifranquista en El Puerto. Se decide simultanear la lucha desde la legalidad del régimen con la extralegal, es decir, copar el sindicato vertical para socavarlo desde dentro.

Elecciones Sindicales. Año 1966. /Archivo: Fundación Largo Caballero.

En 1963 se celebran Elecciones Sindicales, resultando elegidos en la mayoría de las secciones sindicales los componentes de las incipientes CC.OO.: la vid, construcción, el metal, hostelería, banca, artes gráficas, viticultura, servicios, vidrio y cerámica. En 1964, por primera vez después de la Guerra Civil, se celebra esta fiesta con una manifestación, que se repetiría los años 65 y 66, donde ya se vivieron  las primeras represiones policiales y detenciones.

Elecciones para Jurado de Empresa. /Archivo: Fundación 1º de Mayo.

DETENCIÓN DE ANTONIO ÁLVAREZ.
En 1967, durante el mes de marzo, con motivo de las negociaciones del Convenio de la Vid, hubo en Jerez una manifestación del sector, a consecuencia de la cual detienen a Antonio Álvarez. El Sector de la Vid y otros gremios hacen Huelga General. La represión no se hace esperar y en Bodegas Osborne despiden a Manolo Vela, Manolo Luque y a Bernal. Se producen nuevas manifestaciones de mujeres, concentración ante la Policía, entrevista con la condesa de Osborne, manifestación ante la casa de Joaquín Osborne y nueva concentración ante la comisaría hasta que se consigue la libertad de Antonio Álvarez, que es readmitido sin problemas en Bodegas Caballero, donde trabajaba. /En la imagen de la izquierda, Antonio Álvarez Herrera.

En 1968 muere Manolo Vela, cuyo féretro llevamos a hombros en manifestación hasta el cementerio con una corona de flores que decía: ‘El Mundo del Trabajo No te Olvida’, (hay que tener en cuenta la época y la prohibición que había a cualquier manifestación, por menos te condenaban a cinco años de cárcel). Posteriormente, en la lapida se le puso: ‘El Mundo Obrero No Te Olvida’.

Portada de 'Mundo Obrero', órgano de comunicación del Comité Central del Partido Comunista de España.

En Agosto de ese mismo año se produjeron detenciones en Chiclana donde facilitan los nombres de Antonio Álvarez y Federico Iglesias a los que vuelven a detener.  Esta detención duró apenas tres días, los mismos que fueron de lucha pacífica en la calle: manifestaciones, concentración ante la Policía y encierro en la Iglesia de San Joaquín hasta conseguir la libertad de ambos.

EL PUERTO, REFERENTE.
El clima de lucha y compromiso por la libertad que ejercía El Puerto, se irradiaba hacía otros lugares y éramos el punto de mira de otros pueblos por saber conjugar la pelea legal con la extralegal. Pero es que, también, las fuerzas represivas hacían su trabajo y estábamos en constante vigilancia. Entonces se decía que junto a San Jose de la Rinconada (Sevilla) y Tarrasa (Barcelona), El Puerto era una de las Zonas de Libertad.

30 DE ABRIL.
En 1969, el 1º de Mayo conseguimos legalizar la concentración de los trabajadores en las Dunas de San Antón. Para ello, se hizo una manifestación el 30 de Abril desde la sede del sindicato vertical en la calle Micaela Aramburu hasta el Ayuntamiento, donde se haría entrega de un documento al alcalde, Juan Melgarejo Osborne, con nótula núm. 890 en GdP, con las peticiones de los trabajadores. Hubo más de una carga de la Guardia Civil y a punto estuvo de ocurrir una desgracia. /En la imagen de la izquierda, Juan Melgarejo Osborne.

El alcalde se puso  en contacto con el Gobernador Civil, Julio Rico de Sanz y éste accedió a la petición de los manifestantes. El escándalo que se formó, las fuerzas represivas, los caciques y los capitalistas no se lo podían creer, pero nosotros celebramos la Fiesta y no pasó nada. Nos habíamos comprometidos con el gobernador y los trabajadores cumplen su palabra. /En la imagen de la izquierda, el gobernador civil, Julio Rico de Sanz

NOMBRES PARA LA HISTORIA.
Relación de nombres de algunas de las personas que hicieron posible la libertad de la que hoy disfrutamos. Que me perdonen los que no se vean reflejados, es que es casi imposible acodarse de todos.

De izquierda a derecha, Pepe Marroquín 'el Bloque', Antonio Álvarez Herrera, Pepe Marco y Esteban Caamaño Bernal.

Aldana, José;  Almirante, Pepe; Álvarez, José; Álvarez Herrera, Antonio; Álvarez Herrera, Pedro; Artola Beuzón, Paco; Bernal; Bueno, Pepe; Barcia, Antonio;  Borrajo, Paco; Camacho, Antonio; Cárdenas, Antonio; Ciria del Pino, Carmelo; Chico; Conejo, Agustín; Cumbreras, Juan; Escudero, Rafael; Espinar Galán, Jesús; Espinar Galán, Manolo (que aparece en la fotografía de la izquierda); Fernández, Manolo; Franco, Juan; Gallardo, Joaquín; Gallardo, Santiago; García Caballero, José María (el Carnicero); Gatica, Luis; Gatica, Paco; Gómez Ojeda, Rafael (Ceferino); González, Andrés; González, Joaquín; González, Sebastián; González Delgado, Juan Antonio; Guilloto, Fernando; Gutiérrrez de Celis, Francisco (Paco ‘el de las Flores’); Gutiérrez Ponce, Pepe (Pepito Alberti, que aparece en la segunda fotografía de la izquierda); Herrera, Benito; Iglesias, Federico; Jaramillo, Luis; Jiménez, Pepe; Luque, Manolo; Malete; Marcos, José; Marroquín Gómez, José I y II; Marroquín Travieso, Pepe (el Bloque); Mendoza, Miguel; Molina, Juan Ramón; Muñoz Benítez, Miguel; Noni; Núñez, Manolo; Ortega, Antonio; Palma, Pascual; Pecho, Antonio; Pellicer Bohórquez, Pepe; Perea España, José María; Portilla, Ismael; Rivero, Rafael; Revuelta, José Manuel; Romero, Paco;  Sánchez Alonso, José Luis (Selu); Sánchez, Antonio; Sánchez, Paco; Sanchez Cortéz, Manolo; Sendra; Serrano, Pepe; Tey, Paco; Vela, Manolo.

De izquierda a derecha, Miguel, Manuel Espinar Galán, Santiago Gallardo, Pepe Marroquín y agachado José Marco, de excursión al Valle de los Caídos (Madrid), durante unas jornadas sindicales en los años sesenta del siglo pasado.

Veteranos ugetistas que al no existir este sindicato colaboraban con CC.OO., entre otros: Cruz, Joselito; Guillén, Rafael; López, Paco. Sector de la Iglesia militando en USO, entre otros: Caamaño Bernal, Esteban; Fernández Cortabarría, María Ángeles; Gálvez, Isidoro (que aparece en la fotografía de la izquierda); Gálvez, Manolo; Rincón Noya, Luis; Rodicio, Rafael. (Texto: Miguel Marroquín Travieso).

DOMINGO DE QUASIMODO.
El primer domingo después de Semana Santa, Pascua de Resurrección, se conoce bajo el nombre de “Domingo de Quasimodo”.

Este Domingo se llama de Quasimodo por las primeras palabras de la Antífona de Entrada, o “In Albis”, («Quasi modo géniti infántes, allelúja») porque los neófitos de la Iglesia acababan de dejar sus blancas túnicas. La Iglesia compara a sus hijos con los niños recién nacidos .

Antífona Ad Introitum.  1 Petri 2, 2 Quasi modo géniti infántes, allelúja: rationábile, sine dolo lac concupíscite, allelúja, allelúja, allelúja. Ps. 80, 2. Exsultáte Deo, adjutóri nostro: jubiláte Deo Jacob. V. Glória Patri. Antífona de Entrada. Como niños recién nacidos, aleluya, ansiad la leche espiritual, y sin mezcla. Aleluya, aleluya, aleluya. Ps. Regocijaos alabando a Dios, nuestro protector: cantad al Dios de Jacob. V. Gloria al Padre.

6

Alfonso X el Sabio (n. 1221) fue, sin lugar a dudas, el monarca más universal y brillante que produjo la Edad Media hispánica; el más universal, por la amplitud de sus conexiones, y el más brillante, por la amplitud de su cultura, por el hálito renovador de sus leyes y por la generosidad y ambición de sus empresas artísticas y culturales. También fue un rey controvertido, en vida y en muerte. Su triste final ha llevado a los historiadores a efectuar de su reinado un balance excesivamente negativo, y a distinguir, de manera errónea, entre su fracaso como político y gobernante y sus logros en el campo de la cultura. Esta valoración ha dominado en la consideración que la Historia ha hecho del gran rey castellano desde que en el siglo XVI el padre Juan de Mariana sentenciara aquello de que “mientras estudia el cielo y observa los astros, perdió la tierra”. Tiene, sin duda, algunos fundamentos ciertos. Pero, veremos, es falsa en términos generales.

ACCESO AL TRONO.
El 1º de junio de 1252, a la muerte de su padre Fernando III, Alfonso accedía a un trono prestigioso. Llegaba al poder con fama de hombre refinado y culto, protector de artistas y poetas, y dotado de una curiosidad insaciable por acceder a todos los saberes. /En la imagen inferior, su padre, Fernando III, 'el Santo'.

No era, desde luego, un joven inexperto ya que tenía 30 años cumplidos. Pero de su larga etapa formativa, de la que emerge hacia 1240, a punto de cumplir los 20 años, ignoramos muchos aspectos fundamentales. Sabemos, sí, que tenía una más que aceptable experiencia política y militar. Había llevado a efecto, entre 1243 y 1246, la conquista del reino de Murcia; había participado en la conquista de Jaén y Sevilla; había negociado con Aragón el tratado fronterizo de Almizra (1244), y se había visto envuelto, al lado del rey portugués Sancho II Capelo, en la guerra civil que enfrentó a éste contra su hermano el conde de Bolonia, el futuro Alfonso III de Portugal. Pero ignoramos casi todo acerca de su formación intelectual: qué maestros tuvo, qué libros estudió, quiénes formaban el círculo intelectual de sus más allegados. Así, pues, cuando accede al trono de Castilla, en junio de 1252, Alfonso X era un personaje maduro y perfectamente conocido en el mundo político europeo.

INICIOS DE SU REINADO.
Los inicios de su reinado fueron, ciertamente, prometedores. En ellos pudo esbozar cuáles iban a ser sus principales líneas de actuación. Algunas prolongaban iniciativas ya en marcha en tiempo de su padre Fernando III, como la Cruzada contra el norte de África o, como se decía en la época, el fecho de allende, que el Rey Santo proyectaba llevar a cabo. La construcción de la atarazanas de Sevilla y la creación del cargo de almirante mayor de la mar, junto con otras iniciativas, prueban que este proyecto ocupó a Alfonso X por lo menos hasta las Cortes de Sevilla de 1261. /En la imagen de la izquierda, Alfonso X, con el manto de castillos y leones.

ATRAER POBLADORES: SEVILLA.

Las primeras medidas de gobierno de Alfonso tuvieron, como no podía ser menos, un claro carácter coyuntural. Había que afrontar una serie de problemas cuya solución se había ido aplazando debido a la larga enfermedad de su padre y a otras circunstancias. Este era el caso, por ejemplo, del repartimiento de Sevilla, que su padre no pudo ultimar y que Alfonso X retoma con energía y concluye a 1º de mayo de 1253. Retengamos un dato: el repartimiento de Sevilla estuvo presidido por el principio de atraer el mayor número de pobladores a Sevilla, y entre ellos se repartió el 88 por ciento de las tierras disponibles. Quiere ello decir que la nobleza debió contentarse con una mínima parte de la tierra repartida. Era el primer indicio de un enfrentamiento larvado entre el rey y sus nobles. En la misma línea habría que entender la recuperación para el realengo del enorme señorío otorgado por su padre al infante don Enrique, centrado en torno a Jerez, y de algunas de las villas dadas a su segunda esposa, doña Juana de Ponthieu o de Pontis, como Carmona.

MODERNIZACIÓN Y REFORMA ADMINISTRATIVA.
Pero Alfonso X hizo algo más que afrontar problemas heredados. Para empezar renovó, con algún que otro problema, los principales cargos de la corte, dando entrada a hombres nuevos, de su propia generación, al tiempo que emprendía una reforma administrativa tendente a dotar de mayores competencias a los responsables de la administración de las grandes circunscripciones territoriales del reino, los antiguos merinos que, a partir de 1253, comienzan a ser sustituidos por los adelantados. La corte misma, en cuanto centro de la administración, debió reformarse en el sentido que se expresa en las Partidas, dando entrada en ella a un numeroso y especializado cuerpo de funcionarios, entre los que destacaban los alcaldes reales.

REFORMA LEGISLATIVA.
Otro problema de urgente resolución era la reforma legislativa, acorde con las nuevas corrientes jurídicas, y a tono con lo que el propio rey pensaba acerca de sus propias competencias. Y entre ellas estaba, en un primerísimo plano, la de crear derecho o fazer leyes y administrar justicia. Como ha señalado el Prof. Aquilino Iglesia, Alfonso X reivindicaba para sí de manera exclusiva el "monopolio legislativo". Pero al mismo tiempo pretendía "la renovación jurídica" incorporando lo mejor del derecho común y la "unificación jurídica de sus reinos".

De esta forma, sucesivamente, Alfonso X promulgó el Fuero Real (1254-55), que se difundió preferentemente por Castilla la Vieja; el Espéculo (1255), promulgado antes de su definitiva redacción que quedó interrumpida al iniciarse en 1256 la elaboración de las Partidas, concluidas, al parecer, en 1265.

Al hablar de la obra jurídica de Alfonso X estamos hablando del principal monumento de la ciencia jurídica, peninsular y europea, de la Edad Media y de uno de los logros más destacados de su reinado, no importa el fracaso relativo del rey a la hora de hacer efectivas sus leyes. /En la imagen de la izquierda, Alfonso X ‘el Sabio’ uno de los legisladores retratados en el edificio del Capitolio, en la galería de visitantes de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, donde existen 23 relieves con retratos de legisladores cuya obra se considera que ha servido de base para la legislación americana.  Fue seleccionado por su autoría del Código Real, recopilación de legislación local de uso general que establecía las normas sobre las relaciones jurídico-políticas entre los reyes y sus vasallos, y por redactar el Código de las Siete Partidas, considerado por los estudiosos como el legado de más relevancia aportado por España a la Historia del Derecho. A cada lado de la sala hay 11 retratos. Todos están mirando al del centro, que pertenece a Moisés.

PROFUNDA REFORMA FISCAL.
Cimientos de la Hacienda Pública moderna.
Estas reformas exigían un amplio soporte financiero que sólo podía ser el resultado de una profunda reforma fiscal. Hasta entonces la hacienda real se había nutrido de algunos impuestos tradicionales (moneda forera, martiniega, fonsadera), ingresos por vía de multas y confiscaciones, además de los recursos obtenidos de la explotación de su propio patrimonio territorial o realengos, algunos impuestos heredados del mundo islámico (los almojarifazgos de Toledo, Murcia y Andalucía) y algún que otro impuesto extraordinario./En la imagen moneda alfonsí: vellon  (Dinero Blanco de la guerra)- En la leyenda de la moneda se lee: ALFONSVS REX CASTELLE ET LEGIONIS. Cayon 1144.

Tras duras negociaciones con la Iglesia, Alfonso X se hizo con el control de una parte del diezmo eclesiástico (las llamadas tercias reales), que sumadas a las parias o tributos que pagaban los reinos musulmanes vasallos de Granada, Murcia, Niebla y Jerez, además de los ingresos fiscales pactados con los mudéjares andaluces que habían permanecido en la región tras la conquista, daban a la corona una amplia capacidad de maniobra. A estos ingresos hay que añadir, en años posteriores, servicios aprobados en Cortes, los impuestos aduaneros o diezmos de la mar y los que aportaban los ganados trashumantes de la Mesta, institución creada por el rey, a la que dio privilegios y controló de forma muy eficaz. Estas medidas permiten afirmar sin género de dudas que Alfonso X puso los cimientos de la Hacienda pública moderna. /En la imagen, óbolo alfonsí.

ACTIVIDAD REPOBLADORA.
Igualmente notable fue su actividad repobladora, tan brillantemente iniciada con el repartimiento de Sevilla. En efecto, la obra repobladora de Alfonso X se centró especialmente en Andalucía y en Murcia, es decir, en los territorios conquistados por su padre y por él mismo. En este sentido, a Alfonso cupo la gloria de repoblar y organizar Sevilla, Carmona, Niebla, Jerez, Écija, Cádiz y El Puerto de Santa María, la última de sus actividades repobladoras, por citar las principales villas y ciudades del reino de Sevilla, además de Murcia, Lorca, Orihuela, Alicante y otras más en el reino de Murcia. Pero su actividad repobladora no se redujo al sur. Por el contrario, se extendió, de forma más o menos intensa, por todo el reino, desde Villa Real (hoy Ciudad Real) hasta Villafranca de Ordicia, en Guipúzcoa; desde Galicia a la Rioja. Especialmente intensa fue la fundación de “polas” o pueblas nuevas en Asturias  y las villas nuevas de Álava y Guipúzcoa. /En la imagen, vista interior del Catillo de San Marcos.

EL ‘FECHO DEL IMPERIO’.
El fecho del Imperio es, probablemente, uno de los aspectos de la política de Alfonso X sobre el que más ríos de tinta se ha vertido, y no siempre de forma acertada. Frecuentemente la cuestión se considera como si se tratase de algo que se cruzó en la vida del rey, desviándole del camino que se había trazado al comienzo de su reinado. Otras veces se piensa que se trató de un empeño personal del rey en el que se obcecó hasta el punto de perder todo sentido de la perspectiva y hasta de la realidad. Creo que se trata de puntos de vista que no tienen en consideración la globalidad del problema y, por supuesto, desconocen lo que de verdad pretendía Alfonso con su obsesiva reclamación del título imperial.

Libro de Juegos.

A comienzos de 1256, estando en Soria, Alfonso X recibió una embajada de la república de Pisa que venía a ofrecerle, en nombre de las ciudades gibelinas de Italia, el Imperio al que por su linaje tenía todo el derecho.

Este ofrecimiento no debió de coger por sorpresa al monarca castellano ya que, desde el fallecimiento de Conrado IV, dejando como heredero a un niño de corta edad, entraba dentro de lo posible que, en su condición de cabeza del linaje de los Staufer, su nombre se viese implicado en cualquiera de las previsiones sucesorias relacionadas con la casa imperial: el ducado de Suabia, el reino de Sicilia y el mismo Imperio. Una vez propuesto para el título imperial y efectuada, en 1257, aunque de forma irregular, la elección preceptiva, contando incluso con el apoyo inicial del papado, el Imperio parecía algo al alcance de su mano. Renunciar a ello era renunciar a algo que le correspondía por derecho y que redundaba tanto en honor suyo como en el de su reino. Pero, además, ser emperador era algo que reforzaría sus proyectos políticos sobre el papel de Castilla dentro del contexto político peninsular.

PROYECTO DE FERNANDO III
En efecto, desde el comienzo de su reino Alfonso X se propuso hacer efectivo un antiguo proyecto de su padre: ser "emperador de España". No se trataba simplemente de resucitar la vieja idea imperial leonesa, cuyas bases ideológicas correspondían a un pasado marcado por el ideal neo-goticista o por un feudalismo trasnochado. Se trataba más bien de reforzar, a partir del título de emperador, la preeminencia efectiva de Castilla sobre los restantes reinos peninsulares. /En la imagen de la izquierda, libro sobre Fernando III 'el Santo', de Manuel González Jiménez, Premio Antonio Domínguez Ortíz de Biografía 2006.

A la luz de este proyecto se entienden muy bien algunos hechos que, por sí solos, no se explican de manera suficiente: como la cesión temporal a Navarra de los puertos de San Sebastián y Fuenterrabía; la renuncia de Alfonso X al Algarbe portugués y hasta el mantenimiento, a trancas y barrancas, del fecho de allende o Cruzada a Africa. En una palabra, detrás de la obsesión por el Imperio había algo más que orgullo dinástico y afán de notoriedad. Por tanto, la idea no era en modo alguno, como  algunos piensan, una muestra más de su falta absoluta de olfato político.

“Aparición de la Virgen a Alfonso X” Cuadro de grandes dimensiones que se exhibe en el Auditorio Municipal San Miguel. Anteriormente se encontraba situado en la escalera del antiguo Ayuntamiento de Plaza de Peral, para donde fue originalmente concebido. Ha sido restaurado por los técnicos de Museo Municipal, Javier de Lucas y Juan José López  Amador. /Foto Servicio Municipal de Restauración del Excmo. Ayuntamiento).

EL ‘FECHO DE ALLENDE’ DESDE ALCANATE.
La idea de proseguir la conquista del norte de África la había concebido el rey Fernando III. Alfonso retomó la cruzada, o como solía él mismo llamarla, el fecho de allende. La cantiga de Santa María 328 refiere como el rey Alfonso preparó personalmente en 1260 la expedición a Salé, residiendo una larga temporada en Santa María del Puerto desde donde pudo seguir los preparativos de la expedición. El lugar, llamado entonces Alcanate fue escogido, sobre todo, por su riqueza agrícola y ganadera. La cantiga 328 refiere, en efecto, que

“Este lugar está en una tierra
muy buena y abundante
en pan, en vino, en carne
y en fruta muy sabrosa;
y en pescado y caza;
por lo que es tan deliciosa
que muy raro sería
en un largo día poder contarlo”


Óleo sobre tela (3760x32o0 cms. obra de José María Rodríguez Losada. (Año 1852).  El cuadro, antes de su restauración y anterior a la desaparición de los lampareros, rrepresenta una idealización de Alfonso X recibiendo del alguacil moro de Jerez las llaves de la aldea de Alcanate. Al fondo el Castillo de San Marcos y, sobre la torre del homenaje, aparición de la Virgen de los Milagros, escudo de la Ciudad. / Foto: Colección LSA.

Fue restaurado, a instancias de la Academia de Bellas Artes de forma altruista, a finales de 2010 por parte de su equipo técnico, formado por José Sánchez González, José Zamorano Franco, Fernando Sánchez García, Salvador Rodríguez Sánchez y Rosario Navarro Giner, bajo la dirección del Lcdo. en Bellas Artes José Ramón Villar Juan. | Foto: Academia de Bellas Artes.

El cuadro está situado arriba y delante de la Capilla de la Patrona, en la Iglesia Mayor Prioral. Fue entregado por Bellas Artes el 22 de noviembre de 2010. Podemos comprobar que ya no se pusieron los lampareros. /Foto: Vicente González Lechuga.

Pues bien, el interés estratégico de El Puerto de Santa María llevó a Alfonso X a solicitar su entrega por parte del alguacil [moro] de Jerez, a cuya jurisdicción pertenecía la zona. El objetivo de esta nueva repoblación finalizada en 1268 era evidente: disponer de un puerto excelente para la empresa del fecho de allende.

FUNDACIÓN DE EL PUERTO.
Los hitos principales, hasta 1281, fecha de la concesión de la carta puebla a El Puerto de Santa María son: 1268: Conclusión del repartimiento de Cádiz-Puerto de Santa María. 1272: El Puerto de Santa María es segregado de la jurisdicción de Cádiz, pasando a depender de la recién creada Orden de Santa María de España. 1275 - 1277: Incursión de los benimerines por el territorio de la Bahía de Cádiz. 1277: Saqueo y destrucción de El Puerto de Santa María por los benimerines. 1279: La Orden de Santa María de España traslada su convento mayor a Medina Sidonia que había sido concedida a dicha Orden, junto con Alcalá de los Gazules y, probablemente, Vejer de la Frontera. 1280: Extinción de la Orden de Santa María de España e integración de sus freires y propiedades en la Orden de Santiago. 1281: Alfonso X otorga a Santa María del Puerto la condición de concejo autónomo de realengo mediante la carta puebla --la última que otorga antes de morir-- del 16 de diciembre. Le concede también el título de ciudad y manda que en adelante fuese llamada El Gran Puerto de Santa María. /En la imagen vista parcial perteneciente al retablo barroco del siglo XVII, de la escuela de Pedro Duque Cornejo en el que se representa, en la cúspide del mismo, la aparición de la Virgen al rey Sabio. Capilla de la Virgen de los Milagros. Iglesia Mayor Prioral.

LA CARTA PUEBLA.
Las concesiones y privilegios que otorga Alfonso, abarcan diferentes aspectos: Se dota a El Gran Puerto de Santa María de término municipal. Se otorga la norma foral (el Fuero de Sevilla). Los habitantes podrán elegir alcalde de la villa, del mar y un juez. Los extranjeros podrán tener sus ‘rúas’ apartadas y tener cónsules. Se le eximirá de impuestos como el portazgo y el diezmo. El Rey renuncia al “quinto de cavalgadas” a favor de los vecinos. Se favorece la pesca sin impuestos por captura y pesca. Se establecen mercados --miércoles y sábados-- y dos ferias, una al principio de la cuaresma y otra en octubre. /En la imagen, Privilegio rodado concediendo carta puebala a nuestra ciudad. Traslado hecho en el siglo XVI. Archivo Municipal.

Dejemos aquí la historia de la fundación de El Puerto, de la que se cumplen en diciembre 730 años y volvamos con la de Castilla y León y nuestro personaje.

1264. SUBLEVACIÓN MUDÉJAR EN ANDALUCÍA Y MURCIA.
Hasta la sublevación de los mudéjares andaluces y murcianos, en 1264, la estrella política de Alfonso X brilló sin discusión dentro y fuera de España. A partir de entonces, los problemas se acumularon. Pretender tan siquiera enumerarlos es algo que desborda mis pretensiones. Voy, por ello, a referirme tan sólo a los asuntos que considero fundamentales.

1272. SUBLEVACIÓN NOBILIARIA.
Dejando de lado la cuestión con el reino musulmán de Granada, cuyas relaciones con Castilla no volverían a ser las mismas que antes de la ruptura de 1264, y el interminable fecho del Imperio al que acabamos de referirnos, Alfonso X hubo de afrontar en los últimos años de su reinado dos graves problemas: la sublevación nobiliaria de 1272 y la cuestión sucesoria, planteada en 1275 a raíz de la muerte imprevista del heredero don Fernando de la Cerda. /En la imagen de la izquierda, sello de cera alfonsí. En la imagen inferior, Alfonxo X a caballo, en la tumba del Apóstol Santiago.

No voy a detenerme mucho en el primero de los problemas. Lo traigo simplemente a colación por ser una manifestación muy significativa de la resistencia que la nobleza, en cuanto grupo, ofreció a las innovaciones y reformas legislativas del Rey Sabio.

A través de sus leyes y de otras disposiciones concretas Alfonso X había recortado el poder de la nobleza y, sobre todo, su ámbito de actuación, especialmente en las villas y ciudades. En efecto, la política del rey de fundar pueblas nuevas en las propiedades reales, o realengos, dispersas por todo el reino y, especialmente, por Galicia, Asturias y León, había substraído estas tierras al beneficio de los ricoshombres e hidalgos locales. Por otra parte, las nuevas pueblas reales se estaban convirtiendo en focos de atracción del campesinado de la zona que abandonaba sistemáticamente a sus señores para acogerse al seguro del rey y a los beneficios de un régimen jurídico más beneficioso y menos arbitrario. Fue el primero de los enfrentamientos de un largo conflicto que, con altibajos, se prolongaría hasta el reinado de los Reyes Católicos.

Escultura de Alfonso X en la escalinata de acceso a la Biblioteca Nacional (Madrid). Obra de José Alcoverro y Amorós. Año 1892

EL PROBLEMA SUCESORIO.
El problema sucesorio tuvo mayor repercusión y complejidad. A mediados del siglo XIII la sucesión al trono se regía por una norma tradicional que primaba la primogenitura por línea masculina y, en defecto del primogénito, al mayor de los hijos supervivientes. A falta de hijos varones, podían acceder al trono las mujeres. Estos fueron los principios que rigieron la sucesión al trono durante los siglos XI, XII y XIII, desde la muerte sin sucesión directa de Sancho II (1072) hasta el accidente que puso fin a la corta vida de Enrique I, el tío de Fernando III, en 1217. Y así hubiera seguido siendo de no haber sido por la recepción en Castilla del derecho romano, de mano de la obra legislativa de Alfonso X el Sabio. Muy lejos estaba el Rey Sabio de pensar que esta intrusión en el derecho público de un principio de derecho privado romano (ius representationis) iba a provocar no sólo la división del reino y de su propia familia, sino una guerra civil que sólo interrumpiría su fallecimiento en abril de 1284.

Escultura de Felix Tejada, situada en uno de los laterales exteriores del Castillo de San Marcos.

En efecto, el problema de la sucesión no era una simple cuestión de optar por una u otra solución: por la práctica tradicional o por las Partidas. La cuestión no era tan simple, ya que Alfonso X estaba cogido entre dos fuegos: por las leyes que él mismo había creado y por los compromisos contraídos con Francia cuando Fernando de la Cerda casó con Blanca, hija de San Luis IX.

NOMBRAMIENTO DE HEREDERO: SANCHO.
Tras largas vacilaciones, en abril de 1278 Alfonso X reconoció a su segundo hijo, el infante don Sancho, como hijo mayor heredero. Y fue entonces cuando el problema se exacerbó. La reina doña Violante se refugió en Aragón acompañada de los hijos y de la viuda de don Fernando de la Cerda, y Felipe III de Francia, tío de los “infantes de la Cerda”, exigió el cumplimiento de  los compromisos firmados con ocasión de la boda de don Fernando. La tensión entre ambos reinos estuvo a punto de provocar la invasión de Castilla. La intervención del papa y del rey de Inglaterra consiguió conjurar de momento el peligro. Para satisfacer al francés, Alfonso X se mostró dispuesto a ceder a su nieto Alfonso de la Cerda el reino de Jaén. Pero esta solución no satisfizo a Francia ni menos aún al infante don Sancho.

SUBLEVACIÓN, GUERRA CIVIL, SUSPENSIÓN Y DESHEREDO.
Sintiéndose amenazado en sus derechos y temiendo que Alfonso X cambiase sus disposiciones sucesorias, don Sancho rompió con su padre e inició, en 1282, contando con el apoyo de la mayor parte del reino, una sublevación que culminaría con la sentencia de la suspensión de Alfonso X en sus funciones de rey, pronunciada en Valladolid el 20 de abril de dicho año, 282 por el infante don Manuel, hermano del Rey Sabio.

Ante este acto de rebeldía, la reacción de Alfonso X no pudo ser otra que la de maldecir y desheredar a don Sancho. Y esta maldición parece que le acompañó hasta la tumba, a pesar de que poco antes de morir el rey su padre manifestase la intención de perdonarle. Pero nunca lo hizo, al menos formalmente, aunque otra cosa se diga en la Crónica del rey escrita sesenta años después de su muerte.

Arqueta que contiene las entrañas del rey Sabio. Catedral de Murcia. El sepulcro con el resto de el cuerpo se encuentra en la Capilla Real de la Catedral de Sevilla.

La muerte de Alfonso X el 4 de abril de 1284 puso fin a la crisis sucesoria, al menos dentro del reino. El infante don Juan y todos los ricos hombres castellanos que habían regresado a la fidelidad del rey difunto reconocieron como rey a don Sancho. En 1304 se produciría, en un contexto político muy diferente, la renuncia de don Alfonso de la Cerda a sus derechos al trono castellano, reinando entonces su primo Fernando IV.

LEGADO CULTURAL: UNA CORTE DE SABIOS.
Puede discutirse la capacidad política de Alfonso X, aunque, como hemos visto, la valoración que hoy podemos hacer de su actuación como gobernante no es tan negativa como tradicionalmente se ha dicho. Pero lo que, sin duda, está fuera de toda discusión es su legado cultural, que le mereciera, justamente, el título de “el Sabio”.

Heredero de una tradición cultural riquísima, en la que se entremezclaban influencias de todo tipo, tanto orientales y clásicas, vía al-Andalus, como occidentales, Alfonso fue un hombre que amó por encima de todo la sabiduría, las artes y la literatura. Dotado de una especial sensibilidad para apreciar la belleza de las obras de arte y de una curiosidad universal, puso a disposición de estas aficiones toda su capacidad de organización y de mecenazgo. Y lo hizo en extraordinaria medida, como señalara hace años Evelyn Procter en un extraordinario libro titulado “Alfonso X de Castilla, patrón de las letras y del saber”. Como resultado de estas aficiones, su corte se convirtió en punto de atracción de poetas, sabios, juristas, astrónomos y astrólogos, traductores y compiladores, músicos e iluminadores de todas partes y de toda condición: judíos y cristianos, portugueses, provenzales, italianos, castellanos y leoneses.

Libro de Ajedrez, Dados y Tablas.

POETA DE LO SAGRADO Y LO PROFANO.
Alfonso X fue, además de mecenas e impulsor de traducciones, un buen poeta en la lengua entonces de moda en la corte de Castilla, el gallego-portugués. De su obra poética de tema profano nos ha llegado un conjunto de cantigas de tema amoroso, burlesco o crítico, que los especialistas consideran como de las mejores de su época. Pero su gran obra es de carácter religioso, las Cantigas de Santa María: una extraordinaria colección de más de 400 milagros y loores a Nuestra Señora, originales unos, tomados de otras colecciones otros, muchos de ellos referidos al rey, a personajes de su familia y corte, y a acontecimientos de su propio reinado, en los que está presente la mano del rey trovador, unas veces como autor y otras, las más, como inspirador.

Libro de Cantigas de Santa María.

CANTIGAS DE SANTA MARÍA DEL PUERTO.
Del cancionero mariano destaca, sin duda, el ciclo de cantigas de Santa María del Puerto, reflejo de una de las devociones marianas más personales de Alfonso X. Las Cantigas nos han llegado en una serie de códices preciosos en los que los poemas se acompañan de su música y se ilustran con centenares de viñetas que constituyen todo un friso de la sociedad, de las costumbres y de la vida real de la Castilla de la segunda mitad del siglo XIII.

Cantiga 375, del Cancionero de Santa María de El Puerto 'En todo nos faz mercee'. "De como Santa María del Puerto sanó un caballo moribundo que pertenecía a un escribano del Rey". Eduardo Paniagua, de su serie Música Antigua, tiene editados sendos trabajos discográficos (Santa María del Puerto I y Cantigas de Jerez), que contienen un número de cantigas que forman parte del Cancionero de Santa María del Puerto.

TRADUCCIONES: ASTRONOMÍA, ASTROLOGÍA O ASTROMAGIA.
Menos sello personal tienen las muchas traducciones hechas directamente del árabe de obras de astronomía y de astrología o astromagia, aunque muchas de ellas se encabezan con prólogos redactados personalmente por el monarca. Los traductores fueron, por lo general judíos, oriundos muchos de ellos de Toledo, pero también pudieron intervenir en esta tarea mozárabes toledanos. En cualquier caso, a pesar de su probable vinculación a la famosa “escuela” de traductores de Toledo, los traductores que trabajaron para Alfonso X lo hicieron en la corte o en algún centro cultural secundario, como Murcia.

Libro del Saber de Astronomía.

Y dado que la corte de Alfonso X residió durante buena parte de su reinado en Sevilla –donde, además, el rey creó un Estudio General del “latino y del arábigo”–, es muy probable que en esta ciudad trabajasen de manera asidua muchos de estos traductores y otros muchos colaboradores en las empresas literarias del monarca Sabio. De esta tarea “científica” fueron resultado, entre otras obras, los Libros del saber de astronomía, las llamadas Tablas alfonsíes, hechas en Toledo y que estuvieron vigentes hasta Kepler y Copérnico, y el Lapidario, sobre las virtudes y efectos mágicos de determinadas piedras.

COMPILACIONES: PRIMERA CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.
Ya hemos hablado de sus compilaciones jurídicas. Notabilísima es también la aportación de Alfonso X a la historiografía. Él fue el creador de las primeras historias escritas en castellano, inaugurando el género de las Crónicas Generales de España con su Estoria de España, conocida también, desde don Ramón Menéndez Pidal, su editor, la Primera Crónica General de España. Se trata de una gran compilación, que nunca llegó a ser revisada del todo, que abarca desde los orígenes míticos de España hasta la muerte de Fernando III (1252), hecha a partir de materiales de muy diversa procedencia, históricos los más y, también de cantares de gesta, hoy desaparecidos, que los compiladores de la Estoria prosificaron para incorporarlos al relato. También mandó hacer una monumental e inconclusa historia universal, desde la creación del mundo, titulada la General Estoria.

CREADORES DE LA LENGUA CASTELLANA.
Este magno esfuerzo de traducciones y de poner en castellano “derecho” materias y conceptos que hasta entonces se habían expresado solamente en latín o en árabe produjo unos resultados realmente sorprendentes.

La lengua que,  según Gonzalo de Berceo, empleaba todo el mundo para “fablar con su vecino” se convirtió, gracias a Alfonso X, en instrumento de transmisión de conocimientos, científicos, jurídicos o literarios. En este sentido es de justicia reconocer que el Rey Sabio y sus colaboradores fueron los creadores de la prosa castellana, situando el viejo romance nacido en aquel “pequeño rincón” donde surgió Castilla a la misma o superior altura que las otras lenguas románicas. /Ilustración de Gonzalo de Berceo.

LA SENDA DEL ESTADO MODERNO.
En conclusión, puede afirmarse que Alfonso X vivió en una época histórica esplendorosa, pero también plagada de dificultades. Su tiempo fue un tiempo de grandes cambios, y el monarca, sin duda, fue el impulsor en su reino de alguna de estas profundas transformaciones. En este sentido, Alfonso X introdujo de forma decidida a Castilla en la senda de eso que llamamos el Estado Moderno. Y lo hizo de forma consciente, aunque muchos de sus proyectos y directrices se vieron, aparentemente, abocados al fracaso.

Alfonso X fue, sin duda, un gran intelectual. Pero también fue un gran político. La opinión del historiador Juan de Mariana no solo es injusta, sino simplista y superficial. Porque, como ha escrito el prof. O´Callaghan, "los más de treinta años del reinado de Alfonso X estuvieron marcados por extraordinarios triunfos y por logros definitivos eimportantes", que hicieron de su reinado todo un hito en la historia de Castilla y de España. (Texto: Manuel González Jiménez. Catedrático Emérito de Historia Medieval. Universidad de Sevilla).

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Desde julio de 2008, más de novecientos personajes y cerca de cien temas se han convertido en protagonistas diarios de la web antropológica Gente de El Puerto (GdP). Sus gentes, sus habitantes, caras anónimas, caras conocidas, la savia de la Ciudad Rey Sabio: El Gran Puerto de Santa María. Con una nótula diaria, una pequeña historia día a día, han ido ido conformando con la suma de éstas, una versión de la reciente Historia de El Puerto. Unas veces contada en primera persona, las más obteniendo la información del propio protagonista, otras por quienes le conocieron y muchas, también, relatadas por investigadores e historiadores que colaboran con este proyecto de corte enciclopedista.

COMENTARIOS Y ACTUALIZACIONES.
Una web viva donde los ciudadanos pueden participar aportando o rebatiendo datos, reconociendo a personajes en fotos antiguas, enviando documentos gráficos, sugiriendo protagonistas para la página, ofreciendo su visión de lo sucedido; hechos  algunos, que forman parte de la Historia de esta Ciudad. A veces una nueva información vuelve sobre un personaje o contenido, rectificando lo publicado en la misma nótula mediante comentarios aportados por los propios lectores. Otras, la nueva información es de tal relevancia que merece ser tratada. de nuevo. en artículo aparte, como es el caso del Colegio de la Pescadería, que ya va por su cuarta aparición en GdP.

DEBATES.
A veces, el debate se ha producido con apasionamiento y numerosas intervenciones, con aportación de numerosos datos; baste consultar las secciones de ‘¿Portuenses?’ o ‘¿Porteños o Portuenses?’, donde mientras unos reivindican el antiguo gentilicio de El Puerto ‘porteños’ avalado por un siglo de ediciones del DRAE, otros se basan en el mismo argumento para poner de manifiesto que es una palabra descatalogada para denominar a nuestra Ciudad. Por sus páginas han pasado personajes vivos o muertos, gentilhombres, hombresricos [sic] o pobres, gente humilde y de a pié, como ministros y personajes relacionados con la realeza.

PINACOTECA VIRTUAL.
Pero no solo personajes o materias son objeto de la atención de este portal de Internet, sino que la poesía o artículos que se refieren a El Puerto de Santa María tienen sus propias secciones, así como una galería de alcaldes desde 1900 a nuestros días; una colección de etiquetas de vinos y destilados a partir del siglo XIX; una extensa pinacoteca virtual que recoge grabados, litografías y cuadros desde el siglo XVIII, hasta nuestros días.

“Vapor de El Puerto” Juan Carrero (Costus). Acrílico. 73×100 cms.

Obras de Juan Lara, Costus, Tardío, Luis Ortega, Arniz, José Manuel Paredes, Molina Mora, Fenoy, Alonso Santiago, José Manuel Perea, Ángel Lara, Pantoja, Javier de Lucas, Faelo Poullet, Manolo Prieto, Manolo Bejarano, Humberto Parra, Alberti, Adrián Ferreras, Suárez, Vicente Vega, Carrillo, Marita Rufino, José Carlos Gracia, y así hasta más de cincuenta autores y casi doscientos cuadros. Un Palabrario Porteño con expresiones propias de nuestra Ciudad y ámbito geográfico. Una colección de escudos de El Puerto, tanto los que tienen sobre el torreón la estrella de seis puntas como el vigente con la Virgen de los Milagros. Y una extensa colección de cuadros, dibujos, litografías, tallas, esculturas, medallas, relieves, recuerdos, composiciones, exvotos y otros iconos de la Virgen de los Milagros.

LOS COLABORADORES.
Nada de esto hubiera sido posible sin la colaboración y participación de instituciones y particulares que, con su apoyo y esfuerzo, hacen que GdP sea la página web más visitada de nuestra Ciudad, con una media en el último año de 8.000 impactos diarios, habiendo llegado a picos de cerca de 13.000 en un día. Estos son, el Archivo Municipal, el Centro Municipal de Patrimonio Histórico, Luis Suárez Ávila, Antonio Gutiérrrez Ruiz, Javier Maldonado Rosso, Manuel González Jiménez, Manolo Morillo Sánchez, Pepe G. Mendoza, Tomás Rodríguez Rendón, Antonio Carbonell López, Paco González Luque, Juan José López Amador, Pepe Monforte, Francisco M. Arniz Sanz, Bernardo Rodríguez Caparrini, Antonio Muñoz Cuenca, Francisco Ramírez Tallón, Álvaro Rendón Gómez, Salvador Cortés ‘el Chigüi’, Hermanos García Lázaro, Joaquín Cordero, José Luis Calle, Miguel Ángel Borrego Soto, Juan Leiva, Alberto Boutellier, Francisco Bollullo, Alfredo García Portillo, Fernando Romero Romero y Francisco Andrés Gallardo.

COLABORADORES GRÁFICOS.
El jefe de fotografía y documentación gráfica es Vicente González Lechuga con, también, la colaboración de Fito Carreto, Jorge Roa, Nani Delgado Poullet, Luis Serrano, Antonio Leveque, Antonio Fernández Feria, Fernando Camacho Obregón, Carlos Pumar Algaba, Vicente Utrera, Alberto Trigueros, Paco Mata, Miguel Sánchez Lobato, Camilo González Selma, Andrés Fernández Valimaña y José Antonio Aguirre Oceja. /En la imagen de la izquierda, Vicente González Lechuga.

La idea es un proyecto original y dirigido por el colaborador de Diario de Cádiz,  José María Morillo que ha apadrinado el nacimiento de otros portales parecidos: Gente de Cádiz, Jerez, Rota, La Línea y Ubrique, en la provincia de Cádiz. El número 1.000 que ve la luz mañana, es una colaboración especial del catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Sevilla, Manuel González Jiménez, dedicado al fundador de El Gran Puerto de Santa María, Alfonso X ‘el Sabio’.

Manuel González Jiménez, catedrático emérito de las Universidades de Sevilla y Cádiz.

MANUEL GONZÁLEZ JIMÉNEZ.
Es uno de lo más célebres medievalistas españoles, autor de magníficas aproximaciones biográficas a Alfonso X el Sabio y su padre, Fernando III. Catedrático emérito de Historia Medieval en la Universidad de Sevilla y excelente conocedor del siglo XIII castellano. Su prolífica producción científica ha renovado la historia andaluza y ha permitido formar un nutrido grupo de investigadores medievalistas en Andalucía.

Portada del número 1.000 de GdP de mañana, 30 de abril de 2011.

Hace 30 años formó parte del Comité Científico que organizó los actos conmemorativos --en 1981-- de «Nuestros orígenes históricos como El Puerto de Santa María» estudiando la Carta Puebla, habiendo publicado, editado o participado en varios libros y revistas sobre el periodo fundacional de nuestra Ciudad. Es director de la Cátedra de Estudios Alfonsíes y del Consejo de Redacción de la Revista Alcanate, ambas con sede en el Castillo de San Marcos.

PORTUENSES EN CUYAS NÓTULAS ESTAMOS TRABAJANDO.

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Jorge Ostenero Rivas nació el 21 de abril de 1943 en Tetuán, población entonces pertenecientes al Marruecos español. Hijo del valenciano José Ostenero y la malagueña Carmen Rivas, tiene una hermana. En la actualidad vive jubilado en Torremolinos, Málaga, de donde es su mujer y en cuya provincia vive, también, su hija. La familia tira...

Su infancia transcurrió en Tetuán donde su padre, ebanista, tenía una carpintería. Debido a la repentina muerte de su progenitor --Jorge tenía 7 años--, tuvieron que venderla.

1943
En 1943 era alcalde de El Puerto Ignacio Osborne Vázquez.  Se celebra una de las primeras Ferias de Ganado después de la Guerra Civil.

Miguel del Pino toma la alternativa en la Plaza de Algeciras, el 14 de junio de 1943. Se publica ‘El Verdugo de Sevilla’ de Pedro Muñoz Seca.El historiador Hipólito Sancho Mayi dirige las obras de reformas que se le van a hacer al Castillo de San Marcos tanto en su exterior como en interior, adoptando a grandes rasgos su aspecto actual. Se construye el Salón Bottaro en Bodegas Terry. Nacen ese año en Sevilla Manuel Delgado Villegas ‘el Arropiero’; el hombre de mundo Javier Tosar Barrera; el autor carnavalesco Diego Caraballo Blanco, y el Doctor en Farmacia y en Ciencias Biológicas, Enrique García-Máiquez Rosado.

El Padre Guerrero, S.J. profesa sus votos sacerdotales. El artesano Ángel Martínez García especializado en figuras de nacimiento, recibe la primera medalla de la Exposición de la Obra Sindical de artesanía de 1943. La hermandad de la Misericordia saca en procesión por primera vez la imagen de su titular, Ntra. Sra. De la Piedad.  Antonio Castillo Lastruci esculpe  Ntra. Sra. De la Amargura en 1943. La imagen costó 1200 pesetas y lleva la firma del imaginero sevillano en la espalda. Soldados españoles pertenecientes a la División Azul, son repatriados desde Rusia, entre ellos el porteño Ramón Sánchez Pina.

Jorge está sentado en el centro de la imagen. Clase de 4º de Bachiller. Colegio de Ntra. Sra. del Pilar (Marianistas) de Tetuán (Marruecos). Año 1957.

UNA DIPLOMATURA Y DOS LICENCIATURAS.
El mundo de la enseñanza, los colegios, han marcado la vida de nuestro profesor. Estudió en los Marianistas (Colegio de Ntra. Sra. del Pilar) de Tetuán gracias a una beca, de lo contrario no habría podido, donde estudió el bachillerato. Luego vendría la Escuela de Magisterio de Ceuta por libre, donde obtiene el título de Maestro de Escuela. Más adelante en la Universidad de Educación a Distancia (UNED), obtendrá las licenciaturas de Geografía e Historia y la de Antropología Social y Cultural.

Don Ángel, don Felix Gallo (director) Don Jorge, en el Colegio Cristóbal Colón.

PRIMERO, MAESTRO.
Durante 40 años se dedicó a la enseñanza, --había terminado la carrera en dos años-- primero en un colegio privado en Tetuán; después, el gobierno marroquí le contrató y, con 18 años, estuvo dando clases en el Instituto Lamchichi de Xauen (Marruecos), mientras preparaba las oposiciones a maestro público. Al aprobar las oposiciones en 1963, estuvo destinado en la ya citada Ceuta, en la Campaña de Alfabetización de Adultos, durante cinco años, hasta 1968, año en el que se realiza concurso de traslado y escoge la península.

Patio del Colegio Cristóbal Colón.

SU LLEGADA A EL PUERTO.
Su siguiente destino será El Puerto de Santa María, llegando en agosto de 1968 un joven Jorge, con 25 años, a impartir clases en el Colegio 'Manuel Siurot'. De ahí pasará a ejercer en el Colegio ‘Cristóbal Colón’, donde permanecerá por un largo periodo de tiempo. Hizo oposiciones a profesor de Instituto de Bachillerato, especialidad de Historia, destinándole primero a la Extensión del I.E.S. ‘José Luis Tejada’  y, posteriormente, al mismo centro ya en horario de mañana. Allí permanecerá hasta su jubilación, ocupando el cargo de director los dos úlitmos años.

Claustro de Profesores del Colegio Cristóbal Colón, fila superior, de izquierda a derecha, Ángel Miguel González, Santiago Moreno actual Consejero de Presidencia de la Junta de Castilla-La Mancha, José Antonio Perales, Valentín Muñoz, Joaquín Guillén, Jorge Ostenero Rivas, Maruja Porras e Inés Cardona. Fila del centro, Miguel Ángel Dávila, Ángel García, Manuel Rojas, Felix Gayo, Ángel  y su esposa Ana Mari Manero, María Bartolomé Bellancos (+). Sentadas, Angelita, desconocida, Petri Santacruz, Desconocida, María Teresa Cano esposa de Jorge, Desconocida, María Teresa Hernández, Desconocida.

Aquí conoce a la que será su mujer, María Teresa Cano del Río, malagueña afincada en El Puerto, con la que se casó en la Iglesia Mayor Prioral hace 41 años. Recuerda un comentario de la que entonces era su novia: "El Puerto de Santa María está lleno de conventos, bodegas y casas antiguas". Recuerda, no obstante que "la vida era muy agradable, provinciana pero muy agradable, donde todo el mundo  se conocía".

Miembro del Orfeón Portuense, podemos verle en la segunda fila, primero por la derecha, en una actuación en la Iglesia Mayor Prioral. En la dirección, Diego Casares.

EL CANTO CORAL.
Jorge disfruta con el canto coral, de hecho perteneció al Orfeón Portuense más de quince años y, actualmente, pertenece a la Coral de Torremolinos. En los últimos tiempos está aprendiendo música y a tocar a guitarra, asistiendo dos días a la semana a la Escuela de Música de Torremolinos.

Jorge, fila superior primero por la izquierda, en el Concierto de Navidad 2010 ofrecido por la Asociación Coral de Torremolinos, donde también aparecen Isabel Arrieta, Clara Utrera y Paco Castón, entre otros.

LA LECTURA, LA ANTROPOLOGÍA, LOS VIAJES...
Aficionado a la lectura sobre todo a la historia y a determinados estudios históricos y algún que otro antropológico. “-Ultimamente he leído una interesante obra sobre Bizancio, que es como se llama la publicación. Otro de un famoso antropólogo, Malinowski ‘Una teoría científica de la cultura’”. Le interesa todo lo publicado sobre la Sábana Santa de Turín, ‘la Síndone’ y, entre unos y otros libros sesudos, siempre hay sitio para una buena novela.

Es afcionado a pasear por las ciudades y conocer a sus gentes. De hecho, ha recorrido Andorra, Portugal, Francia, Italia, Francia, Luxemburgo, Alemania, Bélgica, Holanda, Austria, República Checa, Eslovaquia, Hungría, Polonia, Marruecos, Egipto, Chile, Sicilia y presume también de conocer toda la geografía nacional.

Con un grupo de amigos en Torremolinos

AMIGOS.
Le gusta mucho hacer y conservar amigos, y especialmente las tertulias. Entre sus amistades porteñas le gusta afirmar que tiene muchos amigos, entre los que se cuentan Joaquín Ruibal, Antonio Chaparro, Andrés Sánchez, Olga Lozano, Marita Merino, Jesús Py, Juan Villarreal, Juan Luis Tijera, Manuel Núñez, Manuel Flores, Gregorio Fuentes, Eduardo Fraile, y... la lista se hace interminable.

Jorge, segundo por la izquierda, con profesores de la extensión del IES 'José Luis Tejada' (clases por la tarde), en una comida de convivencia.

Jorge no contempla El Puerto en la lejanía "--Sigo viviéndolo interiormente; después de más de 35 años es difícil, por no decir imposible, desligarse del hechizo de esta Ciudad" y abunda "recuerdo con especial cariño la forma de ser de la gente, su gracia natural y la simpatía", algo que siempre pone como ejemplo de amistad y saber estar. El Puerto una vez más, ha realizado una conquista para siempre.

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El abuelo de Manuel Muñoz Rodríguez, Luis Muñoz y Carballo tenía en 1870, entre otros negocios radicados en la calle Palacios 34, uno dedicado a la venta y distribución de toda la prensa y revistas que, en aquella época, se editaba en Madrid, Sevilla y Cádiz, entre ellos Diario de Cádiz, fundado por Federico Joly y Velasco en 1867, una de cuyas primeras portadas podemos ver en la imagen inferior.

...continúa leyendo "997. MANUEL MUÑOZ RODRÍGUEZ. Decano de la distribución de la prensa ."

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El termómetro no sube de los 12º y son las 10 de la mañana de finales de enero. Las gaviotas residentes en la lonja de la margen izquierda del río, con probable esclerosis en sus arterias por el escaso batir de sus  alas en busca de alimentos, graznan constantemente con esos gritos lastimosos, que más bien parecen los quejidos aflamencados de una soleá  o de un  martinete. Paso por delante de La Taberna La Gaviota, habitualmente llena de clientes hasta la puerta, donde suele haber algún pescador que en  una cestilla expone a la venta un exiguo ranchillo de peces arrancados con eterna paciencia a la bahía. Hoy no hay nadie y me extraña.

Las mesas de La Gaviota, atiborradas con clientes jugando al dominó.

Vuelvo sobre mis pasos y entro en el bar. Confieso que es la primera vez que la visito en 36 años. Es un pequeño bar de no más de treinta metros cuadrados para clientes y unos veinte de trastienda. Cuatro mesas ocupadas por cuatro pescadores cada una, en dos se juega al dominó, en las otras a las cartas, donde se dirime quien será el pagano del café o simplemente la honrilla del vencedor. Enfrente un mostrador, y a su espalda varias docenas de trofeos adornan las estanterías que no sé si proceden de torneos de estas timbas o de otro tipo de concurso.

En la imagen, José Camacho.

LOS 80 AÑOS DE JOSÉ CAMACHO.
La única mesa sin jugadores está ocupada por un parroquiano que parece ajeno al resto de clientes. «--Buenos días, --le digo--, ¿Puedo sentarme?» «--Naturalmente que sí». Me presento, y le digo que me ha llamado la atención este santuario, refugio de viejos pescadores que apuran el último tramo de su vida entre fichas, cartas, chanzas y que les permite pasar el tiempo en el único reducto posible donde olvidar las penurias de sus indignas pensiones. «--Pues yo me llamo José Camacho. Tengo 82 años». José, está tocado con una gorra de visera de color piel de ratón, camiseta, camisa y chaqueta. Un aspecto sereno, saludable y hasta venerable.

El techo de la taberna, con cuatro ventiladores de aspa.

LA TABERNA POR DENTRO.
Mientras lo saludo paseo mi vista por el resto del local. Un remedo de artesonado mudéjar, huérfano de decoración, donde unas vigas negras son entrelazadas por listones a juego, lucen en su techo como único adorno; de él penden cuatro ventiladores de cuatro aspas, probablemente de los primitivos S&P de mediados del siglo XX, al contrario de sus paredes donde no queda un centímetro sin ocupar. Estas, en su parte superior, a las que están adosados unos arcos de medio punto, sirven de marco para unas pinturas  que representan un paisaje del río Guadalete y al fondo El Resbaladero; en el paramento de enfrente, otra pintura  con rederos en plena faena de reparación y un pesquero amarrado al muelle.

Pintura en la pared donde se ve una antigua representación del río Guadalete, sin los bloques de la Plaza de la Pescadería. Cuadros de especies marinas, relojes, platos, fotos antiguas completan la decoración del paramento.

Debajo, y sobre el techo de los urinarios, reposan desde tiempo lejano unas  enormes botellas de cinco litros de Veterano, Caballero y Anís  del Mono, cuyos golletes están tocados por una gorra de guardia urbano, con esas  cuadrículas de los librillos de papel de fumar Jean, una gorra de plato de algún marino de graduación, y un sombrero de paja que le dan un aire de museo; este marco se remata por la custodia que de ellos hacen sendas escafandras de buzo en un cobre obscurecido por el tiempo.

En primer término, los urinarios donde hasta hace poco estaban las botellas de cinco litros de diversos destilados. Al fondo, el fresco pintado en la pared, con el oficio de cordelero y redero y un salvavidas del 'San Telmo'.

CORDELERO.
José Camacho continúa contándome cómo empezó a trabajar a los catorce años y se jubiló con setenta; cincuenta y seis largos años trabajando en tierra, como cordelero, haciendo  malletas (ver nótula núm. 321 de GdP) para las redes; hoy ‘disfruta’ una pensión de 575 euros. Recuerda como no hace muchos años, en El Puerto amarraban ciento setenta barcos, dos docenas faenaban en ‘el moro’ y el resto pasaban hasta cuarenta días en la mar. Hoy apenas veinte, tratan de sobrevivir en las esquilmadas aguas que median entre Cádiz y Ayamonte, en la frontera con Portugal. «--José, y ¿qué piensa de las pateras?». «--Pues, en las fatiguitas que tienen que estar pasando esas criaturas pa venir a ahogarse aquí, yo no sé la forma de vivir que tienen por ahí, pero cuando vienen, es porque deben estar pasándolo mu mal».

Las paredes no dejan espacio para el vacío, en una especie de 'horror vacui' de un barroco marinero.

EL NAUFRAGIO DE VICENTE.
Al lado está Vicente, ochenta y un años, viudo, cuenta como se embarcó con dieciséis años y pasó más de  diez faenando en el Caribe. Muchas noches de mala mar. Náufrago en dos ocasiones. Cuando me va a contar qué se piensa mientras  se está en el agua a la espera de rescate, unas voces en la mesa colindante celebran alguna jugada que atrae más el interés de Vicente, y decido dejar para otro día oír de viva voz, qué pasa por la cabeza de un  náufrago mientras está en esa situación.

Patio de la casa de la Taberna, vista desde el interior a la calle.

TABERNA, PENSIÓN Y CASA DE TRATO.
Alguien me contó que la taberna tiene como tal, más de ochenta años de antigüedad. En un tiempo fue prostíbulo, dedicando la planta alta a pensión por horas, como mucho, una noche; abajo la taberna donde se alegraban las pajarillas los parroquianos, al amor del coñac y del anís propios de la época, sin desdeñar los ocasionales güisquis  y ginebras.

ENTRE ‘EL CHIGÜI’ Y ‘EL PRINGUE’.
Por cierto que, tomando café con mi amigo Salvador Cortés ‘el Chigüi’, --con nótula núm. 307 en GdP en la imagen de la izquierda-- me contó cómo, con posterioridad a la actividad de comercio carnal, allí se alojó su amigo y compañero de trabajo en VIPA (Vidrieras Palma), ‘El Pringue’, simpático personaje, y que debía este mote a su exagerada afición a los cocidos  con generosa ‘pringá’. En sus años mozos,  ‘El Pringue’, aficionado a la pesca, pedía a los pescadores de caña le permitieran acompañarles, aunque solo fuera ‘para darle sombra al botijo’ y mantener el agua fresquita. ‘El Pringue’  andaba siempre ofreciendo su ayuda a todo el mundo para agenciarse unas perrillas, hasta  que logró entrar en VIPA donde trabajó como palero y después en alguna otra función. Tras las duras jornadas de trabajo, los operarios solían ducharse, más en verano que en invierno. El agua que se utilizaba era fría y al remitir el verano, los más proclives a una higiene diaria, tuvieron que ingeniárselas para lograr agua caliente, y aquí surgió el talento de “El Chigüi”. El horno cuyas temperaturas alcanzaban los 1500º en su interior, irradiaban a una determinada altura setenta u ochenta, justo contra la pared a cuya espalda se hallaban  las duchas. Solo tuvo que elevar las tuberías a ese nivel, para disponer de un sistema de calefacción que permitió a todos disfrutar de gratificante placer. Aquí estaba “El Pringue”, quien no se sabe si por sus enormes atracones de pringá o por su genética, pese a su baja estatura, desarrolló unos enormes atributos sexuales y se jactaba ante sus compañeros desnudos de tales proporciones. No solo presumía de ello, sino que les amenazaba para que no se agacharan a coger el jabón porque corrían evidente riesgo.

El acceso a la casa de la Taberna de la Gaviota, no tiene puerta de la calle, accediéndose directamente al patio donde existe un taller de imprenta y viviendas.

EL MUELLE.
La taberna estaba atiborrada. Busqué como en anteriores ocasiones a Juan Diego, joven patrón que atesora “millones” de anécdotas, como él dice, de su vida en la mar, pero tampoco estaba. Me fui hacia la balaustrada del Guadalete, iniciando un paseo de unos cien metros que separan la taberna del muelle. Mientras camino observo cómo está bajando la marea y deja al desnudo los bloques de protección, que cubiertos con un musgo de verde intenso, son fuente de alimentación de bogas y cangrejos.

Vista del río Guadalete, desde el Edificio Vistalegre. (Foto: Vicente González Lechuga).

‘EL CACHORRO’.
Próximos al embarcadero y sentados en un banco, dos hombres mantienen una animada charla. Me siento al lado de ellos y después de saludarles me presento. Para mi suerte, uno de ellos  es un pescador jubilado: José Mª, 'el Cachorro' natural de Lepe,  78 años, barba de dos días, rala, con zonas menos pobladas que en otras; aprecio una piel escasa de arrugas y de tono sonrosado que desmentiría sus más de cuarenta y cinco años  como marinero; conserva gran parte de un cabello entrecano. Mirada franca en ojos gastados, uno de ellos un tanto enrojecido y tal vez producto de incipiente conjuntivitis, deja ver en su lagrimal una pequeña legaña.

Solo he tenido que preguntarle por la bolsa de pescado situada a sus pies, cuando me enseña su contenido; varios salmonetes de buen tamaño y unas pescadillas; de inmediato, una  catarata de información sobre la procedencia de la bolsa. «--Esta mañana a las siete, ya estaba ayudando a los pescadores en la descarga y haciéndoles “mandaos”, ¿sabe  usté?…». Y continuó con su historia mientras yo observaba un nervioso movimiento de manos acariciándose ora una, ora la otra, que no sabría si atribuirlo a un tic, consecuencia de  los muchos años de jalar de redes, maromas y malletas y que me recuerda aquella escena de la película “Tiempos modernos”, en la que su protagonista, Charlot, trabajaba en una cadena de montaje; toda la jornada en monótona y rutinaria acción de apretar tornillos con ambas manos, derivaban en el regreso a su domicilio, en un acto reflejo del que no podía prescindir en un repetitivo gesto de sus  manos… (Texto y fotos: Alberto Boutellier Caparrós).

7

Ana Delgado Ramos nació hace 77 años, en 1934. Eran cuatro hermanos.  Estudió interna en un colegio en Cádiz, junto al Hospital de Mora: había que quitar una boca que alimentar en plena posguerra. Su padre trabajó en Jerez, en una bodega, cuyo nombre no recuerda. 31 alcaldes ha tenido El Puerto desde que nació nuestra protagonista: 6 durante el Frente Popular; 19 durante la Rebelión Militar, la Dictadura y el Postfranquismo y 6 durante el actual periodo democrático.

1934
El año del nacimiento de Ana, nacen también Juan Muñoz Aparicio, jefe de taquillas de la Plaza de Toros y Luis Caballero Florido, presidente de honor de Bodegas Luis Caballero. El Ayuntamiento estuvo presidido por tres alcaldes, desde junio del año anterior hasta marzo, por Francisco Cossi Ochoa; de marzo a Octubre, por Francisco Tomeu Navarro y, desde octubre hasta enero de 1936 por José Luis Macías Caro, padre de Luis Macías Rubio.

Hipólito Sancho (en la imagen de la izquierda) publica «La Iglesia Prioral del Puerto de Santa María y Antón Martín Calafate». Pedro Muñoz Seca estrena «Mi chica», «¡No hay no!», «La Eme», «El Escándalo» y «El Ex». Alberti publicará, ese año, ‘Bazar de la Providencia’ y ‘La farsa de los Reyes Magos, dos farsas revolucionarias’ y funda junto a su esposa, María Teresa León, la revista revolucionaria ‘Octubre’ e iniciará una gira por diversos países americanos.  La vía pecuaria ‘Colada del Cementerio’ fue deslindada y amojonada los días 14 y 15 de marzo de 1934. El Maestro Dueñas es destinado a hacer el servicio militar en El Puerto. Agrupaciones carnavalescas de El Puerto participan en el Carnaval de Isla Cristina (Huelva).

La primera pata concedida como trofeo taurino fue entregada en 1934 a Vicente Barrera Cambra (en la imagen de la izquierda) que cortó, además dos orejas y rabo y toreó junto a Rafael ‘el Gallo’ y Juan Belmonte. El Teatro Principal, cerró sus puertas durante la Semana Santa, reabriéndolas el sábado de Gloria, con la película ‘Melodías de Arrabal’, en la que intervenía Carlos Gardel junto a Imperio Argentina. El Ayuntamiento, creemos que en el último trimestre del año, acordó que fueran días festivos locales, las festividades religiosas del Corpus, la Virgen del Carmen y la Virgen de los Milagros.  Se crea el ‘Pósito Marítimo y de Pescadores’, siendo su primer presidente José Poquet Cabrera, entidad antecesora de la Cofradía de Pescadores.

Una antigua imagen del Mercado Municipal realizado con el material de derribo del Convento de los Descalzos (actual Plaza de Isaac Peral).

MERCADO DE ABASTOS.
Ana lleva 56 años vendiendo camarones en la Plaza, en el entorno del Mercado de Abastos, desde los 20 años. Y continúa a sus 76 porque, ya sin paga desde los 70 años al no tener hijos dependientes, no alcanza con la jubilación de su marido: Joaquín Lara Pino (80 años), con quien tuvo 8 hijos «--y dos abortos», se apresura a precisar, además de 9 nietos y 3 bisnietos. Joaquín trabajó en muchos sitios: estuvo embarcado, emigrante en Alemania, al principio de las obras en la Base Naval de Rota, en el campo...

Camarones vivos y saltando

Los camarones que vende, vivos y saltando antes en un canasto, hoy en una moderno recipiente de polímero azul, los cogía antes Joaquín, su marido. Hoy, dada su elevada edad, son sus hijos los que surten a Ana de la materia prima y se los paga, «--Ellos también tienen que dar de comer a sus familias», añade.

Ana, el pasado Miércoles Santo, en plena faena de venta.

Y en la plaza, esta menuda mujer aún tiene voz para lanzar su pregón: «--¡Venga niño: camaroncito vivo!». Paga al ayuntamiento según los días que tenga el mes, que viene a ser una media de cincuenta euros mensuales. Y vende con dos medidas diferente de cristal, la cantidad estipulada, para tortillas, para cocerlos e incluso para cebo vivo para los pescadores, ofreciendo a quien se lo pide, recetas de como cocinarlos.

Hace un mes, un matrimonio americano le pidió permiso para que su hija pequeña se fotografiara con Ana, avisándola de que aquella imagen se colgaría en una de las paredes de su restaurante, a su regreso tras las vacaciones. Y ahí sigue Ana, en la Plaza, en invierno y en verano --sufriendo corrientes de frío y golpes de calor-- recordándonos con su presencia que antiguas formas de subsistencia siguen vigente en pleno siglo XXI. (Texto: José María Morillo).

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El campanario de la Iglesia Mayor Prioral.

Imagen de principio de siglo del Campanario de la Prioral

Si traigo hoy a las campanas entre mis personajes, es porque todas tienen un nombre. Yo encontré una vez en una librería de viejo, y lo compré, un raro opusculillo del XVIII que recoge el ritual para la bendición de las campanas, que es como ponerle nombre o bautizarlas. Las campanas tienen nombre y lengua.

LA MATRACA.

Hoy es Domingo de Gloria --Regina Coeli, laetare, ¡Alleluia!-- y me han venido a la memoria, no las campanas, sino la matraca que, desde el Jueves Santo hasta el Sábado de Gloria, hoy Domingo de Gloria, se tocaba en la espadaña de la Prioral y de todas las iglesias importantes del orbe cristiano. Desgraciadamente, estos conservables aparatos han ido desapareciendo de los campanarios por la incuria de la gente, de los curas mal informados, de los arquitectos sin preparación... como en el caso de El Puerto. /En la Catedral de Santiago de Compostela han inaugurado estos días una monumental matraca (en la imagen) fiel reproducción de la anterios existente, que se encontraba en lamentable estado. La matraca está compuesta por cuatro cajas de resonancia rectangulares, colocadas en cruz. Cada una de las cajas presenta una lengüeta que, al rotar sobre un eje con forma de rueda mordisco, las golpea y hace sonar al unísono. Los brazos de la cruz miden algo más de dos metros y medio.

Y yo echo de menos la monumental matraca del campanario en los días que han pasado, ahora que en la Catedral de Santiago de Compostela han inaugurado una monumental matraca, casi tan grande como la que recuerdo en el campanario de la Prioral.

Desmontaje de las Campanas de la Prioral en 1989. En la imagen, el párroco, Julio Juez Ahedo.

Desmontaje de las Campanas.

Lo mismo que echo de menos a aquellos campaneros de El Puerto que daban a cada toque el punto preciso y adecuado con lo que todo el mundo sabía qué era lo que se estaba cociendo y qué anunciaban: la media, (primer toque), el cuarto (segundo toque), la Misa (tercer toque); a muerto, entierro, funeral, a gloria; a  fuego, alarma; la salida del Viático para un enfermo; el Ángelus, la oración, las Ánimas, la salida de una procesión, su entrada, las treinta y tres campanadas --la edad de Cristo-- con que se abría la Puerta del Sol para salir el Nazareno...

A la derecha, uno de los campaniles del Coro de la Iglesia Mayor.

Anoche las campanas de la espadaña de la Prioral y los campaniles de la reja del coro sonaron a Gloria, anunciando la Resurrección --Quia surréxit Dominus vere, ¡Alleluia!. Y estoy seguro de que en todas las páginas web del Vaticano y de todas las Diócesis, con sus respectivos enlaces en las más humildes  hermandades, cofradías, órdenes religiosas e institutos de vida consagrada, habrá saltado la noticia. Porque en internet, se sabe al momento todo lo que ocurre.

El campanario de la Prioral, sin las campanas, durante la restauración de finales de la década de los ochenta del siglo pasado.

Imagen de la reparación de las cubiertas de la Iglesia Mayor, a finales de la década de los ochenta del siglo pasado, hace 20 años.

LOS NOMBRES.

Pero yo me quedo en lo más cercano, en lo más doméstico, en lo de toda la vida de Dios: en las campanas, con su nombre --San Miguel, San Pedro, San Cristóbal... y su lengua, su badajo, aunque, ahora, no las muevan con bramantes y sogas, a mano, volteadas o  amartilladas, sino dándoles corriente con un interruptor, programadas.

Manolo Girón, a la sazón sacristán de la Prioral, con la campana 'San Pedro' desmontada en el patio trasero del templo  y dos operarios, el 30 de marzo de 1989.

La verdad es que quien primero lo supo, sin campanas, ni teléfonos móviles, ni Internet, fue María de Magdala, y se lo dijo un humilde jardinero. Que no hay nada como tener interés por saber y estar al tanto de la noticia, a pie de obra. ¡Felices Pascuas! (Texto: Luis Suárez Ávila).

Una imagen actual del Campanario, visto desde la calle San Sebastián. (Foto: Utrera/Trigueros).

LA SOLEDAD DESFILÓ A PESAR DEL MAL TIEMPO EXISTENTE.
Los romanos de la Humildad escoltaron la Urna.

Lo desapacible del día, lloviendo a intervalos de tiempo con gran intensidad, hizo temer por la salida de la única procesión prevista: la de la Soledad. Afortunadamente para todas las personas que esperaban ese momento, y para los que habían trabajado durante las últimas semanas organizando el desfile, a la hora señalada el cielo estaba despejado, llenándose la plaza de la iglesia de un público ansioso de presenciar la salida, con un ojo en el cielo y otro en el atrio de la iglesia, donde los guardias municipales que iniciaban el cortejo esperaban la confIrmación del hermano mayor para comenzar el desfile. Las esbeltas banderolas, -nuestros genuinos guiones- de Humildad y Soledad tremolaron en la húmeda tarde-noche y los niños del orfanato iniciaron la carrera portando velas encendidas, seguidos de penitentes con túnicas y caperuzas moradas. Estandartes de las diferentes congregaciones religiosas antecedían al pequeño y sobrio paso de la Cruz y después de otra hilera de nazarenos, la Cruz Parroquial de primera clase, con manga negra, ciriales, clero y cantores, así como cuatro acólitos «que no cesan de turificar» precedían al paso con la urna «cuajado de flores naturales.»

Daban escolta una sección de romanos, con lanzas y rodelas. Seguían mas nazarenos, estos con túnicas y capirotes negros y en el centro «palio guiado por penitentes, trompeteros y banderín del Senado y Pueblo Romano» y los miembros de la junta de gobierno, seguidos de numerosas señoras con cirios encendidos, formando filas, precediendo al paso de palio de la Soledad, al que daban escolta cuatro números de la Guardia Civil, tras el que fIgura un cura de la iglesia Mayor ofIciando de Preste, relevado, según la costumbre, al pasar la procesión a la altura del convento de las MM. Capuchinas, en la calle Larga. Cerraba el cortejo la comisión municipal presidida por el alcalde, Luis Portillo, guardia municipal y la banda de música. Dieron las once cuando terminó el tradicional sermón de la recogida, con el paso de la Soledad frente al púlpito, en el interior de la iglesia, a cargo del sacerdote D. Juan Luis Cózar. (Texto: Antonio Gutiérrez Ruiz, del libro  agotado "Tradiciones religiosas de El Puerto de Santa María").

LOS ARMAOS DE EL PUERTO.
Desde el siglo XIX las crónicas hablan de la centuria romana que acompañaba a la hermandad de la Humildad y Paciencia, que con irregular trayectoria procesionaba intermitentemente en la Semana Santa de El Puerto. Hasta 1947 procesionó con esta cofradía (entonces residente en la Prioral) los romanos que formaban una banda de cornetas y tambores dirigida por Torriguera. En la foto aparecen varios componentes, en el claustro de San Agustín, desaparecido monasterio y patio del clausurado colegio, cuya imagen se encuentra en los archivos de la hermandad, que sufrió especialmente con el saqueo angloholandés de 1702. Paco González Luque está ultimando el libro que se editará con estos 400 años de la Humildad F.A.G.

1

Aquel Sábado Santo de 1977, el 9 de abril, la mitad de los españoles disfrutaban de sus vacaciones de Semana Santa o estaba viendo procesiones cuando, llegó la noticia de la legalización del Partido Comunista de España. El presidente del gobierno Adolfo Suárez, y el Secretario del PCE, Santiago Carrillo, habían acordado tras arduas negociaciones que ‘el Partido’, como se le conocía en el periodo predemocrático, sería legalizado aquel Sábado Santo. La paradoja se daría que la legalización del PCE llevó aparejado un claro declive político y electoral, tras tantos años de militancia clandestina.

El libro de Joaquín BardavíO 'Sábado Santo Rojo', publicado en 1980.

La noticia saltó a las seis de la tarde de los teletipos de la agencia de noticias Europa Press y de ahí, a Radio Nacional de España. Un descompuesto Alejo García, que casi sin aliento tras la carrera que se pegó entre la sala de teletipos y el estudio, leía ante los micrófonos de RNE: «Señoras y señores, hace unos momentos, fuentes autorizadas del Ministerio de la Gobernación han confirmado que el Partido Comunista...perdón... que el Partido Comunista de España ha quedado legalizado e inscrito en el... perdón... (ráfaga musical)... Hace unos momentos fuentes autorizadas...(ráfaga musical)». Luego, la televisión, los periódicos...

Resumen de Televisión Española.

¿Donde estaban?, ¿Que pensaron? ¿Que hicieron?

Estos 10 portuenses nos cuentan como vivieron aquella jornada, el momento político más delicado de la Transición Española, hace 34 años.

Francis Gómez Real.
Gerente bar la Draga/Herrería.

"Tenía seis años y no lo recuerdo, pero tuvo que ser muy bonito. Cuando tomé conciencia de que significaba aquello, aprecié la importancia del momento histórico y lo que suponía para la libertad en España, independientemente de mi forma de pensar. No todos tenemos que pensar igual, pero defiendo que cada uno pueda hacerlo libremente".

Miguel Marroquín Travieso.
Jubilado, ex militante del PC."

Tenía 34 años y estaba en casa. Al enterarme por la radio, yo como otros nos dirigimos a la sede oficiosa del Partido Comunista en la calle de Los Toreros. Allí nos congregamos junto a Antonio Álvarez Herrera, mi mujer Maruja, Manolo Espinar Galán, Rafael Gómez Ojeda, mi hermano Pepe Marroquín 'el Bloque', José María García Caballero 'el Carnicero', Antonio Ortega, ... Lo celebramos y preparamos la jornada del día siguiente en la que, en el Parque Calderón voceamos en libertad el periódico 'Mundo Obrero' y vendimos insignias y otros reclamos con los símbolos del PC".

José Puente García.
Estudiante universitario jubilado. Falangista.

"Tenía 45 años y me cogió en Arcos de la Frontera donde estaba con mi mujer y mis hijos para ver las procesiones y el domingo la suelta del toro. Como estaba desconectado de prensa, radio y televisión, relacionándome solo con el pueblo llano, me enteré de la noticia al regresar a El Puerto. No me cogió de sorpresa pues era algo que se rumoreaba desde hacía días. Tuve una sensación confusa al vivir la noticia a toro pasado pues, efectivamente, el gobierno había utilizado el efecto sorpresa. Salvo los interesados, la gente estaba a lo suyo".

Francisco M. Arniz Sanz.
Pintor y Crítico de Arte. Colaboró en la clandestinidad con en el PSUC, versión catalana del PC. Ex concejal del PP.

“El día que legalizaron el PC estaba en Barcelona, donde vivía desde 1971, celebrando con amigos la legalización con champán y tarta personalizada con emblemas del partido. Vivimos la alegría por la legalización del último partido que quedaba por legalizar y que de no haber ocurrido no se hubiesen celebrado unas elecciones completamente libres. Como tampoco hubiese podido regresar nuestro ilustre paisano, Rafael Alberti. Publiqué por esas fechas el libro ‘Homenaje a Rafael Alberti: Del Corazón de mi pueblo’, en edición cuatrilingüe. También, entre marzo y abril, publiqué en Madrid, un estudio bio-bibliográfico sobre el poeta, en la revista ‘Galeradas’.

José Luis Jiménez Alcázar.
Propietario del restaurante 'Pescados Capitales'.

"Tenía 33 años y estaba en Madrid, donde regentaba en el Paseo de la Castellana el restaurante 'Sansofé', que en guanche significa 'bienvenido'. Estaba en mi casa, vivía en la calle Dr. Fleming, 54 donde además tenía la oficina. Al bajar a la marisquería que había en los bajos de mi vivienda, el dueño me espetó: "¿Tu te crees que hay derecho que hoy hayan legalizado a los rojos?". Subí a casa y avisé a mi mujer e hijos que tuvieran cuidado por los posibles altercados que se pudieran producir, algo que no sucedió. A mi también me molestó la fecha elegida".

Paco Artola Beuzón.
Jubilado. Militante del PC.

"Tenía 41 años y estaba viendo una película en el Cine Moderno junto al sindicalista Paco Ibañez, cuyo nombre no consigo recodar. Así que me enteré dos horas mas tarde que el resto de los españoles porque, no fue hasta llegar a mi casa, en la Barriada José Antonio cuando me dieron la feliz noticia. Bien es verdad que en la calle ya había una cierta tolerancia hacia nosotros, los comunistas. Me quedé en casa comentándolo con mi mujer ya que nunca me han llenado los entusiasmos del momento".

Fernando Mora Eliso.
Ex director de SAFA-San Luis.

"Tenía 27 años y venía de viaje desde Bujalance, donde estaba de director del colegio de SAFA en dirección El Puerto. A la altura de Córdoba me enteré por la radio de que se había legalizado el PC. Muchos pensamientos vinieron a mi mente. Yo creía en la democracia y creía que aquello era factible. Me acordé de Julio Anguita, cuya primera mujer era de Bujalance y que me había ayudado en numerosas ocasiones desde Córdoba. En El Puerto me incorporé a los cultos religiosos del Sábado de Resurrección y, a mi regreso a Bujalance, pude compartir la satisfacción de los comunistas sabedores todos que, con aquella legalización, se iba a posibilitar que la democracia lo fuera de lleno".

Enrique Pedregal Valenzuela.
Ex alcalde pre democrático de El Puerto. Empresario.

"Tenía 40 años y formaba parte de la Corporación que presidía Manolo Martínez Alfonso, como Teniente de Alcalde. Con él nos reunimos --yo pensaba que era contrario-- y resultó que le pareció bien la actuación del gobierno pues a su juicio "se iban a acabar las rencillas". También estuve con el ex alcalde Fernando T. de Terry y otros concejales que pertenecieron a su corporación. "¡Bueno se van a poner los militares!", exclamé. Llamé a la Base de Rota donde tenía amistades y hablé con  el almirante ¿Ricardo Cruz? que no lo sabía, creo que por falta de diligencia de los oficiales que estaban de guardia. Recuerdo que afirmé: "Por fin vamos a saber quienes son", pues aunque se conocía a los líderes locales, el grueso militaba en la clandestinidad".

Rafael Gómez Ojeda.
Ex alcalde comunista. Jubilado.

“Tenía 43 años. Sabíamos algo, pero no se podía decir. Estábamos casi convencidos de que iba a pasar. Santiago Carrillo había dado la consigna de que no saliéramos a la calle, ni lo celebráramos con gritos, no fuera a parecer una revancha. Parecía que no iba a llegar nunca y es que nunca llegaba, pero el sueño se vio cumplido. Me acordé de mi padre, fusilado durante la Guerra, que dio su vida por la libertad. Y ya podíamos decirlo, recordarlo, sin temor y expresar nuestros sentimientos. Al día siguiente, los camaradas fuimos al Parque Calderón, con un clavel en la solapa y nos pusimos a celebrarlo invitando a una copa a todo el que quiso que pasaba por allí, en el desaparecido bar existente frente al también desaparecido carrusel de los caballitos.

Fue una alegría mas grande que cuando se murió Franco: una explosión de alegría”.

Fernando Gago García.
Ex alcalde independiente. Emérito de RRPP.

"Tenía 36 años y me  dirigía a la Casa de Ejercicios de 'La Inmaculada' de los Jesuitas a los oficios del sábado santo: la vigilia de Pascua de Resurrección y bendición del Cirio Pascual cuando, por la radio me enteré de la noticia. Y pensé 'Mira que bien, ya estamos todos unidos en paz'. Lo atribuí a los buenos oficios de S.M. el Rey". (Texto: José María Morillo).

Francisco Arniz celebrando, puño en alto, la legalización del PC. Le acompañan Amador Rey Fondo y Javier Aragüez

Rafael Gómez Ojeda, en el centro de la imagen, durante una concentración pro Aministía política en Cádiz, un año antes. Al final de la misma fue detenido junto a Rafael Román, José Ramón Pérez Díez-Alersi (a la izquierda de la imagen) y otros.

4

Las agujas del frío de la madrugada las recuerdo clavadas en mi cara infantil, sorprendido, medio despierto de un sueño-vela, inquieto, expectante, ilusionado, cuando salíamos mi padre, mis hermanos y yo, calle San Juan abajo, para la Prioral a eso de la una de la noche del Jueves al Viernes Santo. Mi padre vestía la túnica de nazareno, del Señor, y , nosotros, las dalmáticas de acólitos. /El autor de la nótula, revestido de acólito, en la época que recrea.

Recién peinados, con fijador ‘Lucky’, revestidos de nuestras albas de encaje, planchadas y rizadas por las Madres Capuchinas y, encima, las dalmáticas moradas, con su cuello y su fiador, oliendo a alcanfor, que se mezclaba con el amargo humo de la retama, del horno de pan vecino, con la humedad de la rociada, con el frío, atravesábamos la puerta del Taller. Allí nos esperaba el Arcipreste del Partido, el Cura Propio de la Prioral, el Dr. Don Antonio Cía Moreno, con su sotana, su bonete de borla roja y su larga boquilla liada de 'papel de oficio' del Juzgado que le proporcionaba su sobrino Antonio Carmona, desde que el médico le dijo una vez que se retirara del tabaco.

«--Ya está aquí la Comunidad de Venerables Granujas», decía el Cura, señalándonos a los que vestíamos dalmáticas. Nos habíamos estrenado en salir en el Nazareno, la Venerable, Ilustre y Antigua Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Santa Cruz en Jerusalén, María Santísima de los Dolores, San Juan Evangelista, Orden Tercera de Servitas y Cofradía de Ánimas de San Nicolás de Tolentino, a la imagen y semejanza de la ‘Madre y Maestra’ de Sevilla. La Cofradía se fundó en el siglo XVII, en el convento del Sr. San Agustín, donde tuvo capilla propia, con camarín, un buen retablo, y muchas arañas de cristal que lo iluminaban. El Nazareno, con eso de venerarse en el Barrio de Guía, fue erigido en Protector de las Galeras Reales de España, que tenían su base e invernadero en el frontero río Guadalete desde tiempo inmemorial. /En la imagen, Antonio Cía Moreno, párroco de la Prioral en aquella época.

Aquel era el primer trasnoche de nuestras vidas y todo nos sabía a nuevo, nos sorprendía, nos sobrecogía y nos ilusionaba. Allí, con túnicas nazarenas -del Señor o de la Virgen-, las caras que habíamos conocido en el "desayuno del Nazareno", que se daba en mi casa, no bien acabada la misa de Comunión del Quinario y antes de la Función Principal: Don Francisco Quijano Rosende, Don Antonio de la Torre, José Ríos Santaorosia, Don  José Bononato, Carlos Zamora, 'Poniqui', Antonio González Rivera, Stenterello Rosario Ventura, Fernando Arjona, Eustasio Torrecillas, mis tíos José Moresco y Diego Muñoz, Lorenzo Boragno, Domínguez, Piñero, Rafael, Miguele Forte, Jesús Rodríguez Neto, José Muñoz Carrera, Tato y Paquito Quijano, Arturo Garrido, Paco Blandino y casi para de contar.

Los nietos del autor de la nótula y un nieto de Serafín Álvarez-Campana, de monaguillos, en la procesión de la Patrona.

A la salida procesional, la salvaban, las ‘representaciones’ multicolores, con sus guiones, sus estandartes, sus varas.... y  las mujeres, en tan gran número, que ‘en manada’ como se decía, ocupaban más de un centenar de metros lineales. Le daba cierto toque de ancestral manifestación barroco-religiosa la presencia del ‘Tío de las Cadenas’, y el ‘Tuerto del Resbaladero’ con la cruz al hombro, y Milagros Góngora Caballero, vestida de túnica y antifaz, la única mujer a la se le permitió ceñir el hábito nazareno porque tenía una promesa de ir detrás del Cristo pidiéndole por la salud de su hija Manuela.

Cuando Antonio Bernal Ortega, Antoñito ‘el Sacristán’ se dirigía a la Puerta del Perdón de la Iglesia y tomaba la soga de la campana grande, todo el mundo callaba. Treinta y tres veces sonaba el badajo sobre el bronce. Eran las treinta tres campanadas, por los treinta y tres años de la vida de Cristo. Silencio. Y se hacía un silencio sepulcral. Se abría la Puerta del Sol. La gente se esperaba reverente y callada en la plaza y por la calle Palacios abajo. Se acababa de recoger, en la Capilla de la Aurora la Humildad y Paciencia. Los mismos cargadores que la habían llevado, llevaban ahora los dos pasos de ‘El Silencio’. Yo no sé cómo esos hombres tenían cuerpo para tanto.  Los guiones flameaban por la plaza, las ‘representaciones’ salían tras sus estandartes. Luego, un pequeño número de penitentes nazarenos con la túnica y la capa de lana virgen blanca y los vivos, la botonadura, el cíngulo y el antifaz, morados. En rojo, sobre el hombro de las capas, a la izquierda, campeaba el Corazón de María traspasado por las siete espadas y, dentro de él, la Cruz quíntuple de Jerusalén. El estandarte bordado que hiceron en Valencia, en ‘Casa Garín’, y, por fin, el paso del Cristo. /A la izquierda, Antonio Bernal Ortega, Antoñito 'el Sacristán'.

Luis, Jesús y Juan Suárez Ávila, de pequeños, revestidos para acompañar al Nazareno.

Delante, inquietos, los acólitos de las dalmáticas moradas. Guiándolo, el hermano Luis Suárez Rodríguez, con túnica y antifaz y, debajo, la cuadrilla de los ‘Paquis’: ‘El Niño Chico’, ‘Tarugo’, ‘Panete’ y Gatica, de pateros. Las órdenes, escuetas, casi rumoreadas, sin que se percibieran, sino por ‘los de abajo’: (¿Prevenidos?; ¡Los delante a la derecha los de detrás a la izquierda!, o viceversa y ¡Fondo!). Tan sólo el llamador de hierro rompía aquel silencio. Con paso corto, arrastrando las alpargatas, sin mecido, hacia delante, el Nazareno de Pedro Roldán, con su túnica de terciopelo rojo, que le hiciera doña Cruz Hernández con las cortinas del salón de su casa-bien-venida-a-menos, y su rica Cruz de laca oriental barroca, hacía su aparición, entre los cuatro candelabros con veintiocho parabrisas con sus velones, sobre el ‘paso’, de caoba y cedro, que encargara el hermano Juan Avila y tallara José Ovando Merino.

La Guardia Civil, de gala, con correajes amarillos, y tricornios de fieltro, galoneado de castillos y leones, se incorporaba, escoltando el paso, con los fusiles a la funerala.  Detrás, la figura, escueta y alta, impresionante, del ‘Tío de las cadenas’, un vendedor ambulante de caramelos, que por promesa se ataba a los tobillos unas gruesas cadenas de cinco metros de longitud, ‘ida y vuelta’, que iba arrastrando desde que salía hasta que entraba la procesión. Y el ‘Tuerto del Resbaladero’ y ‘Saldiguera’ y Milagros Góngora Caballero, y multitud de mujeres.

De pronto, en el recogimiento de la noche, cortaba la saeta. ‘Silencio, pueblo cristiano…’ Era Pellicer, o Laynez, o ‘el Azotea’, o Arana, o Juanito Arjona, o Milagritos Forte, o Esperanza López, o Matiola, o Gatica... Cada vez que hacía ‘fondo’ el paso del Cristo, cada vez, una saeta. Era inevitable.  Una saeta, o dos, o tres. Calle Palacios abajo, Vergel, Plaza de las Galeras, calle Luna. Mi padre procuraba ordenar ‘fondo’ al pasar el paso en la esquina con la calle Misericordia y, entre los visillos del balcón, aparecía la silueta de la cara de su madre, mi abuela María de los Ángeles. Y mi padre miraba hacia arriba y se complacía de poder complacerla.

Calle Larga, a la derecha... El escueto paso de palio, con sus diez varales, de la Virgen de Ovando, confortada por el San Juan de Pedro Roldán, firmado tres veces, requiere detenerse en él. Lo primero, por el atuendo de sus imágenes: la Virgen vestía la saya y el manto de tisú de oro que le regaló don Francisco Quijano, el esposo de la camarista, Doña Luisa Aquino y Arnosa, la diadema de plata dorada que diseñó y regaló mi tío Juan Avila. Iba radiante, con el rostrillo de encaje, salpicado de joyas, y, en su mano derecha un pañuelo bordado. El San Juan, que vestía mi madre, llevaba una túnica que había sido del Cristo, y un mantolín que se le hizo del traje de una novia judía-sefardita de Marruecos. Se tocaba la impresionante cabeza de Roldán, con un nimbo de plata barroco que todos los años se le pedía a las monjas Comendadoras del Espíritu Santo. /En la imagen de la izquierda, María Santísima de los Dolores.

El palio, sin ser rico, era elegante. Morado, de terciopelo, estaba bordado en oro con motivos vegetales, cartelas con símbolos de la pasión y, en el fondo, al centro, el escudo de la Hermandad. Los respiraderos fueron obra del maestro Arjona, en lo que a carpintería se refiere, y, de mi padre, las excelentes cartelas pintadas con escenas de la calle de la Amargura. Pero al paso, por lo reducido, le decían ‘la caja de cerillos’. Ahora, que lucía, con la cera ardiendo y los gladiolos y los alhelíes blancos, entresacados con papaver, como el mejor paso de Sevilla.

Lo mandaba el hermano Don Antonio de la Torre González, a quien se conocía, pese a estar su rostro tapado, por cierta berruguita negra con  pedúnculo que tenía en el párpado derecho, junto a la nariz, que le salía por uno de los ojos del antifaz nazareno, y , por la tos, (Ején, ején) que tenía, de vez en cuando, como un tíc nervioso.

Detrás del paso, de preste, siempre iba Don Antonio Lobo, de capa morada, con bonete. Este sacerdote se prestaba humildemente a todos estos menesteres enojosos y cansinos, y estaba presente de celebrante o de capero en todos los entierros y capellanías, porque, aunque suspendidas las licencias para confesar, tenía que ingeniárselas para sacar adelante a su prole clandestina y sacrílega. Murió santamente, como había vivido, aunque esclavo de su fogosidad juvenil y de la carne débil --o dura, según la parte--, en el Hospital de Venerables Sacerdotes de Sevilla.

Dejamos al Cristo enfilando la calle Larga, a la derecha. Y bien larga que se hacía, porque la procesión llegaba hasta la Plaza de los Jazmines y volvía por la calle Cielos, Vicario y a su templo. Serían las siete de la mañana cuando el Nazareno entraba por la Plaza de la Iglesia, abarrotada de fieles, porque infieles es que no los había en aquellos años, o, por lo menos, no se manifestaban como tales.

El paso del Cristo entrando en la Prioral por la Puerta del Sol.

Nada de palmas, ni de vítores. Un respeto religioso presidía todo el cortejo. Y el ambiente. Silencio. El paso del Cristo daría la vuelta sobre el empedrado de la Iglesia. Con las maniguetas, casi daba en las columnas. Pero no las rozaba. Fondo y para dentro. Acaso una saeta o dos. Silencio. Mujeres; penitentes de la Virgen. A la altura de la casa de don Francisco Muñoz Seca se apreciaba la luz de la cera del paso de palio. Silencio.

Cuando la Virgen con San Juan, daban la vuelta sobre el empedrado y entraban por la Puerta del Sol, las dos pesadas hojas se cerraban. La procesión había terminado. Y el silencio seguía. El Alcalde dictaba todos los años un bando ordenando la suspensión de los espectáculos, la prohibición de la circulación rodada, el cierre de los bares... Silencio. Era ya Viernes Santo y el silencio se estrenó a las doce de la noche, una hora antes de salir por las puertas de la Prioral ‘El Silencio’. (Texto: Luis Suárez Ávila).

Los tres hermanos Rodríguez Román vestidos de Guardia Municipal de Gala, vulgo 'plumeros' a las puertas del antiguo ayuntamiento portuense. Manolo (cabo), Guillermo (casado con Vicenta, la hija de la panadera) y Vicente.

Durante la década de los setenta del siglo pasado, invitados por la Hermandad de Jesús Cautivo --en realidad es Real, Muy Ilustre y Venerable Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús Cautivo, María Santísima de la Trinidad Coronada y del Glorioso Apóstol Santiago--  de Málaga, una patrulla de la Guardia Municipal de Gala de El Puerto, acompañaba junto a una representación municipal a esta imagen en su traslado desde la iglesia de San Pablo a su trono procesional, todos los viernes de Dolores, recorriendo el barrio de la Trinidad malagueña.

José Arena Navarro, Cabo, José Muñoz Martínez, Juan Manuel Marroquín. José Carrasco Mateo. Conducía el Land Rover, en aquellos viajes a Málaga el guardia municipal Manuel Quirós (que no aparece en la fotografía), formados en las calles de Málaga.


La Guardia Municipal de Gala, desfilando por las calles de Málaga. Al frente de la misma, el Cabo Arenas.


Desfile procesional de la representación municipal. De izquierda a derecha,  los tenientes de alcalde Enrique Pedregal Valenzuela, Francisco Javier Merello Gaztelu y Diego Mora.

Durante dicho recorrido se visita a los enfermos en el Hospital. Este Cristo ha sido exaltado hace algunos años por el humorista y cofrade Angel Garó. Desde el año 2010 se ha trasladado al sábado, para propiciar mayor presencia de público y fieles, algo que se ha convertido realmente en una marea humana.

Retablo azulejo de 20 piezas (5x4) existente en la calle de Jesús Cautivo, inaugurado en febrero de 1972.

A la espalda del antiguo ayuntamiento, en la calle Jesús Cautivo, --cuyo nombre ya consta en el nomenclator de calles de 1874, acaso debido a alguna imagen que se pudiera venerar en el antiguo Convento de Descalzos-- existe un azulejo con ese nombre «Calle Jesús Cautivo, milagrosa efigie que se venera en la iglesia de San Pablo de Málaga». El azulejo fue realizado en los talleres malagueños de J. Ruiz de Luna. /Juan Melgarejo Osborne, a la sazón alcalde de la Ciudad, inaugurando el azulejo.

El 28 de febrero de 1972, la Junta de Gobierno de la hermandad malagueña se trasladó a nuestra Ciudad, acompañada por una representación municipal del ayuntamiento de la capital malacitana, para descubrir el azulejo mencionado.  La calle Jesús Cautivo se llamó en la antigüedad, calle Yeserías, acaso por las calerías o polveros existentes en dicha calle que proveían de material de obra para construcción y reformas.

Escuadra mixta de la Guardia Municipal de Gala de Málaga y El Puerto, en la calle Jesús de los Milagros el día 28 de febrero de 1972, durante la inauguración del azulejo que lleva el nombre de la cofradía malagueña.

En la imagen el casco de los uniformes de gala. Como curiosidad se puede decir que uniforme y cascos fueron comprados, de segunda mano, a la Guardia Urbana de Barcelona; aparece el escudo de la Ciudad Condal en el casco. Tradicionalmente el ayuntamiento de la epoca adquiría la uniformidad de los guardias en Sevilla, en los Almacenes Pedro Roldán.

El Ayuntamiento tuvo una escuadra de Agentes de Policía de Gala con uniforme  isabelino y sombrero tipo ros, que estuvo funcionando durante algunos de los mandatos de Independientes Portuenses, habiendo desaparecido en la actualidad.

Los 'plumeros' de gala, cerrando el cortejo de la procesión cívica, con la Corporación Municipal Bajo Mazas, camino de la Iglesia Mayor para asistir a la procesión religiosa de la Patrona. Año 2009. (Foto Juan de Dios Corzo).

Pregón de la Semana Santa 2010. Los 'plumeros' a derecha e izquierda del escenario.

En la actualidad, la Asociación Musical Santísimo Cristo del Amor, que preside Francisco Navarro García, hace las funciones de acompañamiento de gala, tanto en procesiones, como a la Corporación Municipal Bajo Mazas, en Plenos Solemenes de la municipalidad o en el Pregón de Semana Santa. El uniforme, inspirado en 'los plumeros' de la antigua Guardia de Gala porteña, sigue teniendo aceptación, como vitola de solemnidad y distinción en actos públicos civiles y religiosos.

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