| Texto: Bernardo Rodríguez Caparrini
“Y ahora, ahora que es casi el sacrificio de su vida lo que se le ha pedido, lo ha aceptado, tras ruda defensa, es verdad, pero lo ha aceptado para corresponder con una largueza y un desinterés inmensos, a la fe y a la esperanza que en él puso el Puerto entero”. Estas palabras fueron pronunciadas el 7 de mayo de 1924 por el escritor Antonio Peñasco Bueno (comandante de Infantería de Marina retirado) durante el almuerzo celebrado en el patio del Casino Portuense en homenaje a Pedro Albadalejo Alarcón (coronel del Tercer Regimiento de Artillería Pesada y comandante militar de la plaza, que cambiaba de destino), Sebastián Péndola Soto (alcalde saliente) y Alfonso Sancho Mateos (flamante alcalde). Se refería Antonio Peñasco a la aceptación por Alfonso Sancho de la alcaldía de El Puerto de Santa María, cargo al que había accedido —sin solicitud por su parte— solo nueve días antes, el 29 de abril de 1924, hace ahora un siglo.