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matiasayusomarin_puertosantamariaMatías Ayuso Marín (1920-2000). Nace en el antiguo Cuartel de la Guardia Civil, en la calle Cielos, frente a la calle Santa Clara, el 8 de septiembre, Día de la Patrona. Ese año nacen también Juan Antonio Samaranch, Isaac Asimov, Federico Fellini, Juan Pablo II, Alberto Sordi, Ray Bradbury, Mario Benedetti, Mario Puzo, Miguel Delibes, Melina Mercuri y muere Benito Pérez Galdós.
Hijo de Matías y Carmen, era miembro de una numerosa familia de 13 hermanos, de los que sobreviven 9. Tuvo que ayudar a la economía familiar y de chico estuvo de aprendiz en la Platería Antonio, en la calle Nevería. El bachiller lo acomete con 22 años en la Academia de José Luis Poullet, mientras ayudaba en la consulta del dentista Vicente Lizaso, pagándose así, sus estudios. Tuvo un largo servicio militar en el que participa en la Guerra Civil Española y es acuartelado para la II Guerra Mundial, en la que nuestro país acaba no participando. «La Segunda Guerra Mundial fue el conflicto armado más grande y sangriento de la historia mundial, en el que se enfrentaron las Potencias Aliadas y las Potencias del Eje, entre 1939 y 1945. Fuerzas armadas de más de setenta países participaron en combates aéreos, navales y terrestres. Por efecto de la guerra murió alrededor del 2% de la población mundial de la época (unos 60 millones de personas), en su mayor parte civiles. Como conflicto mundial comenzó el 1 de septiembre de 1939 (si bien algunos historiadores argumentan que en su frente asiático se declaró el 7 de julio de 1937) para acabar oficialmente el 2 de septiembre de 1945.» (W).

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El Título de Practicante a favor de D. Matías Ayuso Marín,  expedido por la Universidad de Sevilla.

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A caballo, en la Feria de Ganado, en el Palmar de la Victoria, con su novia Carmela.

matiasayuso_azoteaDe regreso a El Puerto, en 1942 continúa trabajando y estudiando en Poullet, donde tiene como profesor a Hipólito Sancho de Sopranis quien, a la sazón trabajaba en el Departamento de Relaciones Internacionales de Bodegas Osborne, examinándose en el Insituto Padre Luis Coloma de Jerez. Cursa los estudios de Practicante en la Facultad de Medicina de Cádiz entre 1946 y 1947, diplomándose con 27 años el 30 de Octubre de 1947. Se casa en 1950 con Carmela Romero Torrado, con la que tiene dos hijos, Maria del Carmen y José Antonio. Implicado en todas las cosas de su Ciudad, fue rey mago en una Cabalgada de Reyes de la década de los cincuenta del siglo pasado. Fue, igualmente, socio fundador de la Hermandad de la Oración en El Huerto, con el número 12. (En la fotografía, Matías con 25 años, en una azotea desde la que podemos divisar la fachada del Colegio de San Luis Gonzaga. Año 1945).

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En 1950, en el Banquete de Bodas celebrada con Carmela Romero Torrado.

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En Madrid, de izquierda a derecha, Matías Ayuso, Manuel Nieto Molinero, trabajador de RENFE y padre de una señorita que tocaba el piano; la señora de Cayetano Vélez y el propio Vélez, uno de los propietarios de Casa Lucas. 7 de diciembre de 1952.

LA DIFÍCIL VIDA DEL PRACTICANTE.
La vida del practicante en aquellos años era muy dura. Trabajo tenía seguro; cobrarlo, no tanto dada la situación económica del país. Muchas veces cobraba en especies: gallinas, huevos, tomate, pescado, vino en incluso trabajos, una especie de obligado trueque... Estaba claro que era un ejercicio profesional de vocación. Sus allegados recuerdan como dormía en un sillón con orejeras, dado que, como tenía que inyectar penicilina y había que cumplir un número de dosis cada cierto tiempo, no le daba tiempo a dormir las ocho horas seguidas. Incluso, si le cogía por la calle, descabezaba algún sueño en el Teatro Principal donde le dejaban entrar gratis, con encargo a los acomodadores para que lo avisaran, para el siguiente cometido. Era conocida su imagen por El Puerto montado sobre un ciclomotor “mosquito”, herramienta imprescindible para poder hacer tantas visitas a las casas en el menor tiempo posible, entre el campo y la ciudad. A finales de los cincuenta trabajó varios veranos en el botiquín de la Playa de Valdelagrana.

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Descansando en una de las populares y desaparecidas casetas de playa de La Puntilla, a mediados de los sesenta del siglo pasado, en pleno veraneo porteño.

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Con una reunión de amigos, en el campo, de izquierda a derecha: Fernando Torrent, Matías Ayuso, Pepe Rodríguez el farero de Sancti Petri, Mr. Will, oficial americano y Paco Rodríguez Artola.

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De izquierda a derecha: Merche Macaria, Matías Ayuso, Angelines Ayuso y María Tardío. Iban ataviadas de mantilla como damas de honor en la boda de Concepcion Torrent Sánchez y José Miguel Camacho Garcia en la que estaba invitado Matías. Estaba previsto que una sobrina del novio, de 3 añitos llevase la cola a la novia y la niña, por razones obvias, cogió una pataleta y terminaron llevando la cola las tres citadas señoritas. 31 de agosto de 1968.

LA CONSULTA.
El gabinete para las inyecciones “en consulta” estaba situado en el número 128 de la calle Larga, frente a Alquiladores --en la misma casa donde viviría más tarde el fotógrafo Monclova--, aunque la vivienda familiar, que se comunicaba, tenía su entrada por la calle Santo Domingo. El teléfono negro, de baquelita, con el número  1750 (Matías decía que el número eran “3 duros y medio”, o sea 17,50 pesetas) y una pizarra negra para los avisos, era la otra herramienta imprescindible para el ejercicio de su profesión. Carmen, su mujer lo atendía con diligencia ya que  actuaba como recepcionista de aquellos avisos y las urgencias. Carmen trabajó también, durante algo más de quince años como encuadernadora en Gráficas Andaluzas.

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En Madrid, ante los Servicios Médicos de la Empresa Nacional Ardaro, donde ejerció durante casi 25 años.

TRABAJANDO  EN MADRID.
Las circunstancias económicas ya hemos dicho que no eran las más favorables para un país aislado en lo político y consecuentemente, en lo económico, tras las guerras. Los pacientes de Matías no tenían muchos posibles y así, además de recibir un ofrecimiento para trabajar en una bodega, a principio de la década de 1960 Juan Gavala y Laborde le propone trabajar en Madrid junto a otros porteños. Así, en 1961 se traslada a la capital de España formando parte de los Servicios Médicos de la Empresa Nacional ADARO, S.A., donde trabaja en nuevos proyectos de investigación. Primero se fue Matías, luego la familia y en El Puerto dejó un gran paquete de recibos que nunca cobraría. Mientras y hasta su jubilación el 12 de enero de 1985, las vacaciones de verano o de Semana Santa serían una constante para no perder el contacto con su ciudad natal, con El Puerto. Un dato a tener en cuenta es que, mientras en El Puerto pagaba 150 pesetas por el alquiler de la vivienda, en Madrid era 10 veces más: 1500 pesetas.

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En Madrid, dirigiendo un acto de donación de sangre, el 25 de septiembre de 1970.

INSIGNIA DE ORO DONANTES DE SANGRE.
Fue un miembro muy activo de la Hermandad de Donantes de Sangre desde sus inicios, de la que obtuvo la insignia de oro a nivel nacional. Y era, lógicamente, donante. Estudió Protésico Dental, carrera que ejerció, así como Podología. Fue ATS de Servicios Médicos de Empresa y Colegiado de Honor del Colegio de Enfermeros de Cádiz, donde fue distinguido, por sus cincuenta años de ejercicio de la profesión, en marzo de 1999.

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Matías, recibiendo el reconocimiento por sus cincuenta años de ejercicio profesional, como Colegiado de Honor del Ilustre Colegio de Enfermería de Cádiz. Recibe de manos del teniente de alcaldesa de Cádiz, Juan Antonio Guerrero, ante la presencia de Orlando Blanco, Presidente del colegio gaditano. Mayo de 1999.

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Carmelo Delfín López es un porteño de los nacidos en Cádiz. Vio la luz en la calle Manuel Rancés 19, el 9 de marzo de 1935, hijo de José y Carmen y muy vinculado con el mundo del mar, pues su padre fue Patrón Mayor de la Cofradía de Pescadores de nuestra Ciudad. Estudió en los Marianistas de la capital gaditana durante 11 años. Sin antecedentes familiares en la medicina, decidió estudiar dicha carrera pues desde pequeñito siempre tuvo muy claro que quería ser médico. Tal es así que, con 18 años empieza a colaborar en la Clínica San Rafael de Cádiz, del Dr. José Manuel Pascual Pascual. Al terminar la carrera hizo la especialidad de Traumatología, habiendo sido alumno y médico interno por oposición de la Cátedra de Fisiología de la Facultad de Medicina de Cádiz.  Es vicesecretario general del Colegio Oficial de Médicos de la provincia, puesto en el que lleva 16 años, colegiado con el número 1144. Está en posesión de la medalla al Mérito Policial y fue Rey Mago (rey negro) en 1998, junto a Ramón Ruiz y Emilio Flor.

lawrenceLAWRENCE DE ARABIA.
Hizo el servicio militar en el reemplazo de 1961, como soldado médico, en el Regimiento de Melilla 52. Previamente había estado en el Campamento de Instrucción de Huercal Overa, en Almería, donde conoció y coincidió al que más tarde sería Comisario de Policía de El Puerto y Jefe de la Policía Local, José Díaz Otero -que hoy vive jubilado en nuestra Ciudad-. Precisamente en el puerto de Almería, previo al embarque para su destino en Melilla, tuvo oportunidad de ver los decorados, atrezzo y demás materiales que se habían usado para el rodaje de la película Lawrence de Arabia (en la imagen de la izquierda) y algunos aspectos del film rodado en nuestro país. Luego en Melilla coincidiría otras veces con el Teniente Díaz Otero. En esta película actuó como extra junto a su regimiento, el general en la reserva Francisco Lena Pacheco, padre de la ceramista local Pepita Lena.

Como ya hemos señalado, imbuido por su vinculación familiar con la Pesca y el mundo de la mar, llegó a ser Inspector Médico del Instituto Social de la Marina. En el año 1966 fue nombrado cirujano traumatólogo de la Sociedad Española de Construcción Naval de Puerto Real, en la que estuvo durante 31 años, hasta 1997. En 1972 obtuvo, por concurso oposición la plaza de Jefe de Equipo de la especialidad de Traumatología en la Escuela de la Seguridad Social cesando, a petición propia en 1993, tras 21 años de ejercicio de dicha responsabilidad.

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La Clínica Santa María del Puerto, antigua del Dr. Frontela, vista desde la calle Pintor Juan José Bottaro.

EL HOSPITAL SANTA MARÍA DEL PUERTO.
En 1987 la empresa de José Manuel Pascual Pascual adquiere  el hospital conocido como del Dr. Frontela, tras varios años cerrado. Eran los tiempos en que los niños tenía que nacer en Cádiz porque en nuestra ciudad no contábamos con una clínica. En aquel año de 1987 fue nombrado director médico, puesto en el que continúa en la actualidad.

De pequeño venía mucho por El Puerto ya que su padre fue Patrón Mayor de la Cofradía de Pescadores en 1947, al que acompañaba. «--Me enamoré de aquella -por entonces- pequeña Ciudad, con el Resbaladero de Maximino, La Lucha, ... y tantas cosas buenas como ví que me dije: “Algún día viviré, trabajaré y moriré en El Puerto”». Y sus pensamientos se hicieron realidad pues, desde 1983 vive en Vistahermosa en una casa concebida en principio para los fines de semana y el veraneo y luego se construyó una segunda, próxima a la primera y más reducida,  cuando los hijos empezaron a disgregarse del techo familiar.

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Recibiendo de José Manuel Pascual Sánchez-Gijón un reconocimiento por aquel entonces por sus más de  25 años de servicios prestados a la empresa de hospitales José Manuel Pascual Pascual, en presencia de la viuda del fundador de los hospitales.

LA FAMILIA.
Carmelo se casó con Margarita Martínez de Salazar Bascuñana, el 8 de diciembre de 1964, llegando a formar una familia numerosa de entonces -Familia de 1ª- con cinco hijos. Su hijo Carmelo, economista de profesión, presta sus servicios en el Ayuntamiento como responsable de la Recaudación Muncipal. El segundo, médico, estudia la especialidad de cirujía en Portugal; el tercero es abogado; el cuarto economista también, y la quinta, Psicóloga, reside en Madrid.

En El Puerto ha conocido a casi todos los alcaldes del periodo democrático, con los que, afirma, haber mantenido buenas relaciones con todos ellos.

alberti4ALBERTI EN ELHOSPITAL.
En enero de 1996 Rafael Alberti ingresaba --lo haría una vez más-- en la Clínica que dirigía el Dr. Carmelo Delfín. Aquello fue un revulsivo para el hospital y para la Ciudad. El poeta más universal, único superviviente de la generación de 1927 era noticia para los medios de medio mundo. La presencia de televisiones, radios, periodistas y las llamadas desde cualquier lugar del mundo -recibieron llamadas de Radio Shangai (China)- hizo que la vida del hospital se alterase porque había que atender a esos medios. Las televisiones exigían tres partes diarios antes las cámaras. El alcalde de la Ciudad ordenó acicalar el entorno de la clínica ante la cierta avalancha de medios que se deplazaron a El Puerto y la imagen que podrían proyectar del mismo...
Fueron unos días complicados, trabajando y haciendo de portavoz del equipo médico,  a petición de los periodistas que agradecieron y por escrito las facilidades dadas por el hospital para poder cumplir con su trabajo.

antonioguterres_puertosantamariaOtro ilustre visitante del Hospital lo ha sido el que fuera primer ministro de Portugal, Antonio Guterres, ex-presidente de la Internacional Socialista y Alto Comisario de las Naciones Unidas para los Refugiados quien, durante su estancia en El Puerto en un veraneo en Las Redes, tuvo que desplazarse a la clínica a visitar a un familiar suyo allí atendido y de quien el Dr. Carmelo Delfín guarda un grato recuerdo por su amabilidad y educación quien llegó a regalarle un libro. Conserva una anécdota del día que se marchó de El Puerto pues pasó a despedirse, alabando lo tranquilo del hospital. Lo que no sabía el entonces primer ministro luso era que media hora antes un trastornado mental, llevado poco antes por la policía, había querido suicidarse desde los pisos altos. Carmelo tuvo que hacer uso de su fuerza y agarrarlo para evitar que cometiera el desaguisado que anunciaba.

carmelodelfin_juanlara_puertosantamariaEL MÉDICO PINTOR.
Como ya hemos señalado, el padre de nuestro protagonista había sido Patrón Mayor de la Cofradía de Pescadores y coincidió con el pintor de la luz, Juan Lara quien, a la sazón trabajaba como personal civil en la Ayudantía de Marina. Se hicieron muy amigos y como prueba de aquella amistad Lara le regaló a José Delfín un aguafuerte. (En la imagen de la izquierda, manuscrito de Juan Lara dirigido a nuestro protagonista tras su estancia en el hospital).

Pasados los años, nuestro médico y nuestro pintor, coincidieron en el Aula de Cultura de Vistahermosa y allí se dieron un abrazo después de tantos años. Juan Lara sabía que el médico, aficionado a la pintura, había dejado de pintar. Más adelante, recuperado el trato y viendo un cuadro del Dr. Delfín le dijo: «--Carmelo, tu eres pintor y por tanto debes pintar. Mañana por la tarde te espero en el jardín de Cecilia Ybarra con caballetes, lienzos y todo lo necesario para que pintes». Y dicho y hecho. Juan Lara le dedicó su libro de memorias “Mis Recuerdos” con la siguiente dedicatoria: “A Carmelo Delfín, mejor médico, mejor persona y mejor pintor".

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"La Calita", óleo sobre lienzo tomado del natural. Carmelo Delfín. Año 1997.

Carmelo, que sigue encantado y feliz de vivir en El Puerto llegó a exponer hace tres años una muestra de su obra pictórica en el Castillo de San Marcos. Oleos, acuarelas de marinas -se vendieron todas- incluso una perteneciente a un lote de cinco que su mujer no dejaba salir de casa y que se expuso de forma equivocada. Le gusta pintar del natural, al aire libre y los rincones de su jardín ya los tiene amortizados de aparecer en sus cuadros. El médico pintor es un hombre que exuda bondad y tranquilidad, desde la atalaya de un oficio en el que ha tenido que aliviar los sufrimientos de los demás con la fortaleza de un gaditano enamorado de El Puerto.

Jubilado a principios de 2012, fallecía a la edad de 84 años a finales de octubre de 2019.

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El desaparecido farmacéutico de la Plaza de Juan de la Cosa -de la Plaza de Bizcocheros- de toda la vida, Antonio Benjumeda Abreu, hijo de Antonio Benjumeda Martínez de Pinillos y Milagros Abreu Fernández, nació el 13 de Abril de 1929, siendo el mayor de diez hermanos. Desde muy joven fue muy aficionado a todas clases de deportes, llegando a ser, con los años -en 1975- vocal de Deportes de Vistahermosa Club de Golf, organizando competiciones de alto nivel. Simpático donde los hubiere y chistoso, le sacaba punta a todo -el sentido del humor y el ingenio porteño corría por sus venas- e incluso,  a sus hermanos les tenía puesto un apodo a cada uno. Fue concejal de la última Corporación Municipal previa a la llegada de los ayuntamientos democráticos. Nos dejó el 13 de Junio de 2007, con 78 años de edad. En Abril de 2008 Vistahermosa Club de Golf organizó un memorial de Tenis y Padel que lleva su nombre.

The good old departed pharmacist from Plaza de Juan de la Cosa - Plaza de Bizcocheros (Cake Makers’ Square), Antonio Benjumeda Abreu, son of Antonio Benjumeda Martínez de Pinillos and Milagros Abreu Fernández, was born on the 13th of April 1929, the eldest of ten siblings. Right from a young boy he was always a huge fan of all types of sport, becoming, over the years, in 1975, a board member of the Vistahermosa Golf Club, organising high level competitions. One of the nicest persons you can come across and funny too, he could make a joke out of anything – he had the porteño sense of humour and ingenuity in his blood. He even had nicknames for all his 9 brothers and sisters. He was town councillor on the last Town Council under Franco before Spain embraced democracy. He passed away on the 13th of June 2007, at 78 years old. In April 2008 Vistahermosa Golf Club organised a Tennis and Padel Memorial in his memory.

josebenjumedagensEs descendiente directo de José Benjumeda y Gens, médico, nacido en Cádiz en Junio de 1787 y fallecido el 27 de Abril de 1870, (cuadro a color de la izquierda)  y de José Antonio Benjumeda y Fernández, también médico, nacido y fallecido en Cádiz en 1817 y 1888, respectivamente. (Fotografía debajo del cuadro a color).
Desciende, igualmente del arquitecto neoclásico, escultor, académico y militar, Torcuato José Benjumeda Laguada, (1757-1836), quien aunque nacido en El Puerto vivió en Cádiz capital, siendo apadrinado por Torcuato Cayón de la Vega, Maestro Mayor de Obras de Cádiz, al que sustituiría en el cargo a su muerte. La capital de la joseantoniobenjumedafernandezprovincia y otros municipios de la Bahía contienen multitud de obras de este apreciado arquitecto, tanto de índole civil como religioso. El  baldaquino del Altar Mayor de la Iglesia Mayor Prioral está firmado por él, al estilo del gaditano Oratorio de la Santa Cueva o la Catedral de Cádiz, obras igualmente suyas. En 1820 fuez responsabilizado, como Arquitecto Mayor, del derrumbe de la Plaza de Toros, permaneciendo inhbilitado durante cuatro años. Es el autor del edificio de la Cárcel Real y del diseño y ensanche de plazas gaditanas. Las inspiración arquitectónica de Benjumeda se corresponde a una línea italiana neoclasicista que que alcanzaría un gran enraizamiento en la España del cambio de siglo  XVIII al XIX. (En la fotografía coloreada, el baldaquino del Altar Mayor de la Iglesia Mayor Prioral).

Pero ya centrados en nuestro protagonista, Antonio, éste estudió Bachillerato en el Colegio de San Felipe de Neri, en Cádiz, regentado por los Hermanos Marianistas, viviendo durante esa época en casa de sus abuelos maternos.  Desde su juventud ha contado con infinidad de amigos de todas clases, tanto de sus estudios sdiezbenjumeda_villajulia_puertosantamariacomo de su Ciudad. Como hemos señalado, desde jovencito tenía una gran afición a toda clase de deportes. Tenía presente la máxima “Mente sana en cuerpo sano”.

A principios de la década de 1940 del siglo pasado, en sus ratos libres y en vacaciones se dedicaba a correr en ropa de deportes por la carretera de Sanlucar, ya que por entonces su familia vivía en Villa Julia -hasta que la familia se trasladó a vivir a la calle Larga, 50- y se cuenta, como anécdota, que los vecinos de la zona comentaban “Que pena del hijo mayor de Don Antonio que se le ha ido la cabeza”, pues en aquellos años no era muy frecuente ver una a persona corriendo por la carretera en pantalón corto, es decir  no se hacía footing. (Ilustración: Villa Julia. Acuarela de Santiado Díaz Benjumeda).

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Una vez terminado el Bachillerato con la Reválida de aquellos tiempos, en Sevilla, se matriculó en Farmacia en la Universidad de Granada, y allí fue donde empezó a hacer deportes de competición: atletismo, fútbol y rugby. Participó en unas olimpiadas universitarias en Granada, compitiendo en Pentalón.  Llegó a ser campeón nacional de 400 metros lisos. (En la fotografía, Antonio recorriendo los 400 metros en los que resultó ganador).

Los fines de semanas se dedicaba a jugar al fútbol en equipos de los pueblos de la provincia de Granada, jugaba de delantero y los defensas les tenía mucho miedo porque como era tan rápido les costaba mucho marcarlo, y llegó incluso a jugar en 3ª división, en aquella época no existía la 2 B, sino que de 3ª pasaban a 2ª. También llegó a jugr al Rugby. Estando en la Universidad de Granada fue delegado de deportes, cosa que le ocasionó algún que otro disgusto ya que tuvo que dejar fuera de los equipos a algunos de sus compañeros por no encontrarlos suficientemente válidos para las competiciones.

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1970. Partido de aficionados contra toreros. Campo de Fútbol del Rácing. De izquierda a derecha de pie: Manuel Jarque 'Chicharito', Manuel Ruiz Chaparro 'Botica', José Antonio Lojo Rodríguez, Luis Sucino Rico, Caco, Ramón Gil Sánchez 'Suárez', un policía desconocido, Ignacio Valimaña Lechuga 'Vali', Pedro López de Tejidos López. El del puro un antiguo ditero. Agachados: Pinto Muñoz 'Tagarnina',  Julián Montero Fuentes, José Peregrina 'el Barato', Antonio y Joaquín Miranda, Salvador Ortega Mallen, 'el Patilla', Sebastián Marroquín Gómez y Antonio Benjumeda Abreu. (Foto Laurá).

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El equipo de los toreros que se enfrentó al anterior: De pie: Manuel Caballero Bazo, colaboró con el equipo ya que no fue torero, torero desconocido, Antonio González Sabio, Paco Ragel,  Antonio Morales, Francisco Heredia y un banderillero de la cuadrilla de Galloso. Agachados: Felipe Romo, cuñado de Antonio González Sabio, José Cañas Bejarano (Cañita), Leopoldo López León, subalterno de Galloso, José Luis Feria Fernández, 'Galloso' Francisco Ruiz Miguel, torero de San Fernando y José Martínez Limeño, torero de Sanlúcar de Barrameda.

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Antonio Benjumeda, ganador de la Copa Caballero del Tiro de Pichón porteño, con Luis Cabellero Florido, haciéndole entrega del Trofeo. (Foto 27 de junio de 1969).

También era muy aficionado al tiro de pichón, ganando muchos premios. El que más ilusión le hizo fue cuando ganó la Copa de Caballero en 1969. E igualmente, aficionado a la caza tanto menor como mayor, contando con muchos trofeos.  Una de sus grandes ilusiones eran cuando llegaban la época de las tórtolas y palomas torcaces se iban él y sus amigos a Extremadura, al campo que tenía su suegro en la provincia de Badajoz y que se llamaba el “Cincho”, muy cerca de Montijo.

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escudofarmaciaUna vez obtenida la licenciatura en Farmacia abrió una Botica en la Plaza Juan de la Cosa, en un pequeño local que había justo a lo que hoy es la casa del dueño del Bar La Draga, frente donde vivió Luis Péculo,  trasladándose posteriormente a la esquina de la Calle La Palma y Plaza de Juan de la Cosa -antes Plaza de Bizcocheros-, donde permaneció 50 años hasta su jubilación. Como se puede apreciar en las fotografías en blanco y negro, existía una valla con jardín, donde luego se construiría un edificio de dos plantas, que sería donde se ubicaría la Farmacia. Ésta en la actualiadad la farmacia  se encuentra cerrada.

Se casó con Victorina Arrobas Vila, pacense natural de Montijo  y tuvieron seis hijos, por los que el matrimonio, con constancia y tesón, trabajó con ellos para que obtuvieran cada uno  una carrera que les posibilitara enfrentarse al mundo laboral con una titulación debajo del brazo. Así, Antonio es psicólogo; Agustín, Ingeniero Naval; Carlos, periodista e historiador, actualmente trabajando en la Delegación porteña albarelode Diario de Cádiz; Luis, farmacéutico; Pablo el cual, aunque sus padre se empeñaron en que estudiara una carrera optó por la navegación, dedicándose a Regatas de Alta Competición y en la actualidad está a cargo de una flota de yates en Palma de Mallorca; y Miguel Ángel, también farmacéutico.

ayuntamientoviejo_puertosantamariaFue concejal de la última Corporación Municipal antes de  la restauración de los ayuntamientos democráticos, ostentando el cargo de delegado de Sanidad. Fue mérito suyo que el Hospital de San Juan de Dios -hoy abandonado a su suerte- siguiera abierto atendiendo a los pacientes después que las Hermanas de San Vicente de Paul se marcharan atendiendo, igualmente a los enfermos de Beneficencia, facilitando médicos y medicinas para los necesitados. Nombra, a la sazón, como encargada de la organización del Hospital a Angeles Izquierdo, Vda. de Félix Pérez Peral, de quien guardaba una grata memoria por su ejecutoria profesional.  En unas de las Comisiones Permanentes del Ayuntamiento, el equipo de gobierno propuso trasladar el cementerio a la carretera de Sanlucar --donde aun quedan restos de su construcción-- a lo que Antonio se opuso con rotundidad, dado que la capa de nivel freático se encontraba muy próxima a la superfice, no siendo un terreno apto para las inhumaciones. Pero ya el gasto, inútil, estaba hecho... (Foto: Ayuntamiento antiguo, 1979. Foto Rafa. Archivo Municipal).

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En la fotografía, Antonio -primero abajo por la izquierda-, concejal de Sanidad posando en el Salón de Sesiones tras el último Pleno Municipal celebrado en el Ayuntamiento de la Plaza de Isaac Peral. De izquierda a derecha los concejales: Antonio Benjumeda Abreu, Manuel Lojo Espinosa, Camacho, Diego Mora, Jaimen Fernández Criado, Secretario General, Manuel Martínez Alfonso y Aponte, Interventor. Fila de arriba, de izquierda a derecha: Francisco Manzano Ortega, Juan Ponce, Rafael Sevilla López, Antonio Cólogan Osborne, Fernando T. de Terry Galarza, Javier F. Merello Gaztelu, Eligo Pastor Nimo, Enrique Pedregal Valenzuela, Manuel Pérez Pichaco, Federico Aguirre, Oficial Mayor. Foto Rafa. (Archivo Municipal).

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En la fotografía, Antonio -segundo por la izquierda-, durante la celebración del último Pleno de la Corporación en el edificio del Ayuntamiento de la Plaza de Isaac Peral. 13 de diciembre de 1975. Foto Rafa. (Archivo Municipal).

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Antonio es recordado como una persona buena, muy deportista, con ese humor a lo Muñoz Seca al que hicimos referencia, que ayudó a cuantos pudo y, como padre, sumamente implicado junto con Victorina, su mujer,  en la educación en valores de sus hijos; alguien avanzado para la época, con una mente privilegiada al igual que la tuvieron sus antepasados. (Todas las fotografías, salvo la del Archivo Municipal, pertenecen a la colección de Vicente González Lechuga).

Mª Carmen Fernández Sánchez

Maricarmen es una hija de El Puerto, de familia de portuenses conocidos por todos. Si, además, nos remontamos a sus abuelos e incluso bisabuelos, como vamos a hacer, enseguida localizamos sus ancestros. Pero antes hablemos de esta joven emprendedora, Diplomada en Educación Física y también en Fisioterapia,  10 años al frente de un Centro de Fisioterapia situado en una de las vías con nombre más bonito de El Puerto:  la avenida de la Libertad, donde se encuentra Fisiobahía. Nótese que el sufijo bahía aclara la vocación abierta de la ciudadana Maricarmen. Por sus expertas manos han pasado muchos dolientes de El Puerto que allí han sido resanados, restaurados, con técnicas expertas y, sobre todo, con la alegría, el optimismo y el trato familiar que dispensa Maricarmen y su equipo. Pero además ha realizado cursos de Acupuntura para Fisioterapeutas, Osteopatía Básica o Fisioterapia ante la Salud y la Práctica Deportiva.

Maricarmen has strong connections to El Puerto since she’s from a family of portuenses known by the whole town. If we go back to her grandparents and even great grandparents, as we shall do, we can immediately find her ancestors. But first let’s talk about this young entrepreneur who has a Diploma in Physical Education and also in Physiotherapy. She’s been in charge of a Physiotherapy Centre for 10 years which is located in a street with one of the nicest names in El Puerto:  la avenida de la Libertad (Avenue of Liberty), where “Fisiobahía” (Physiobay) has it’s offices. Note that the suffix bahía (bay) demonstrates Maricarmen’s clear interest in treating local patients from the area. Many sufferers of aches and pains from El Puerto have been treated by her expert hands and have been healed, restored to health, with expert techniques and, above all, with the joy, optimism and familiarity with which Maricarmen and her team treat their patients. She has also taken courses on Acupuncture for Physiotherapists, Basic Osteopathy and Physiotherapy in relation to Health and Sports.

Los apellidos de Maricarmen son muy conocidos y si me apuran, hasta corrientes por repetidos: Fernández y Sánchez. Pero ahí va la información que rápidamente hará que esos apellidos se distingan al comprobar de quienes proceden.  Por su familia paterna: hija de Eloy Fernández Lobo, conocido empresario de la Ciudad; nieta de Eloy Fernández Moro, que tuvo un almacén de Ultramarinos en la calle Vicario esquina con Sierpes, al lado del mercado de Abastos; y sobrina nieta de Manuel Fernández Moro, último alcalde de El Puerto durante la Segunda República. Por su familia materna: hija de Rosa Sánchez Matabuena, conocidísima familia de El Puerto de toda la vida, de la calle Cielos; nieta de Francisco Sánchez Pérez, funcionario municipal; y bisnieta de Quico Sánchez Pérez, aquel fotógrafo  de principios del siglo pasado, contemporáneo de otro pionero de la fotografía local: Justino Castroverde. En esta ocasión vamos a hablar de la rama paterna, que de la materna, con otros primos o sobrinos, otros personajes, tendremos ocasión de volver a esta publicación electrónica.

El abuelo, Eloy Fernánez Moro, había nacido en 1906 en el municipio onubense de Cumbres Mayores. Era marchante, viajante o representante de Ultramarinos y se acabó estableciendo en El Puerto con su padre y hermanos, abriendo una tienda, un almacén de ultramarinos que, fíjense que curioso,  no era gestionado ni por gallegos ni por montañeses, estando situado en Vicario esquina con Sierpes, como ya hemos dicho. Otros hermanos del abuelo Eloy fueron Concha, Miguel, Máximo y Ramona, abriendo estos dos últimos, también, su propio Ultramarinos en la esquina de la Calle Santa Clara esquina con Zarza. Recuerda Maricarmen los andares ágiles de su abuelo, su aspecto que prácticamente no cambió desde que ella tuvo uso de razón, el naranjo de su casa, lo imaginativo y constante que era. Probablemente esa imaginación fue la que sus hijos heredaron, Eloy y Manuel, ya que ambos estudiaron sus respectivas carreras mientras colaboraban -trabajaban- en el negocio familiar de Ultramarinos, siendo ambos personas de ingenio. (El abuelo, Eloy Fernánez Moro, en una foto con Maricarmen tomada en 1974, con 68 años).

En la imagen, la tienda de Ultramarinos del abuelo de Maricarmen, que se fue transformando lentamente, pasando a convivir dos negocios, el de alimentación y el de la electrónica y la radioafición, ya dirigido por su tío Manolo. En la foto aparece el abuelo Eloy, poco antes de su fallecimiento con 95 años en la tienda, tal y como está en la actualidad: es un comercio de productos de electrónica de consumo, radioafición, reparaciones, antenas, etc.,  dirigido tanto al gran público como al especializado, llamada Selenio Radio, gestionado por Manuel Fernández Lobo.

EL ÚLTIMO ALCALDE DE LA II REPÚBLICA.
Manuel Fernández Moro, fue el último alcalde que dirigió los destinos El Puerto -durante apenas cuatro meses- al final de la Segunda República. En los convulsos meses previos a la rebelión militar del 18 de julio de 1936 que daría paso a la Guerra Incivil, El Puerto había conocido tres alcaldes pertenecientes a la coalición de izquierdas del Frente Popular: Francisco Veneroni Arcos (21 Febrero-18 Marzo 1936) -ya que Francisco Cossi Ochoa había declinado serlo-; le sucedió José Blandino Mitges (18 Marzo-24 Abril 1936) y por último Manuel Fernández Moro (24 Abril-18 Julio 1936), siendo detenido en su despacho de la Casa Consistorial en la Plaza de Isaac Peral y conducido a prisión, donde “desaparecería” sin dejar rastro.
Manuel Fernández Moro era militante de Izquierda Republicana, el partido liderado por el presidente de la República, Azaña. Manuel, desapareció durante la tercera semana de agosto de 1936 -había estado preso en el Penal- custodiado tanto él como otros militantes y simpatizantes republicanos por funcionarios de prisiones y un destacamento del ejército con la misión de vigilar a los presos políticos. De ahí lo extraño de estas desapariciones. El investigador Jesús Núñez ha estudiado la historia de otro portuense  que fue alcalde de la Ciudad durante dos periodos, y cuyo final también se desconoce: «Francisco Cossi Ochoa 1898-1936. El último presidente de la Diputación de Cádiz en la II República. Una muerte sin esclarecer». En dicho libro se afirma que en los primeros meses de la Guerra Incivil era usual que una siniestra camioneta, bautizada como La Viuda Negra, conducida por milicianos facciosos se llevara presos de la cárcel. Sus cuerpos eran luego encontrados en los alrededores de la Plaza de Toros. Nunca apareció el de Manuel Fernández Moro. (La ilustración, carboncillo de Manuel Romero Brú, situado en la Galería de la Planta Noble de la Casa-Palacio Municipal).

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Perfecta Fernández
Perfecta Fernández

No pierde el buen color. La color es como su nombre: Perfecta Fernández, viuda de aquel empleado servicial y amable que tuvo Gonzalo Ganaza en el taller de motos y bicicletas, en la calle San Juan, frente a la vicaría de la Iglesia Mayor. Perfecta hace honor a su nombre y a su color y luce todo el año un bronceado impecable, acompañado de un porte, igualmente, envidiable. ¿Acaso toma todo el sol de Valdelagrana, donde vive, para ella?

She never loses her nice tan, and her complexion is like her name: Perfecta (Perfect) Fernández. She is the widower of that helpful and kind worker which Gonzalo Ganaza employed in his motorbike and bicycle workshop in calle San Juán, opposite the Iglesia Mayor’s vicarage. Perfecta lives up to her name and her complexion with a year round impeccable tan, accompanied by a just as enviable sense of presence. Perhaps she keeps all the sun in Valdelagrana, where she lives, just for her?

Perfecta se dedica profesionalmente a la ayuda a domicilio, atendiendo a una señora mayor que está encantada de su compañía. Y es que la alegría acompaña a esta mujer, contagiando, contaminando, conminando a vivir, algo que se nota en la intensidad de su mirada.
«Los cuidadores de ancianos son personas capacitadas a través de cursos teórico-prácticos de formación, dictados por equipos multi e interdisciplinarios de docencia, para brindar atención preventiva, asistencial y educativa al anciano y a su núcleo familiar. El deseo de formar cuidadores de ancianos nació del convencimiento de que ese arte, tan viejo como la vejez misma, requería del conocimiento y la técnica y no meramente de buenas intenciones. Su campo de acción cubre el hogar, centros y hospitales de día, clubes y centros de jubilados, algunos servicios hospitalarios, asilos, residencias geriátricas y servicios sanatoriales. El cuidador apoya al personal de enfermería y a los equipos geriátrico - gerontológicos de trabajo, cubre horas de soledad brindando compañía, aplicando técnicas para evitar la dependencia, previniendo accidentes, ayudando a los discapacitados e investigando indicios de alteraciones físicas o mentales en los ancianos bajo su cuidado. La formación de cuidadores de ancianos posibilita solucionar una demanda social, sanitaria y cultural, regulable por horas, de bajo costo y sin condicionar el desarraigo familiar.» (Cuidadores de Ancianos).

Dra. Lourdes Oriente Guarido

La Doctora Oriente, que tiene un apellido exótico, como de quiromántica o adivinadora del futuro, es Licenciada en Medicina y Cirugía, y su especialidad es la Oftalmología. Vive entre nosotros desde hace 29 años: 1979.

Doctor Oriente (in English, East, as in Middle East), who has an exotic surname, worthy of a palmist or fortune teller, has a degree in Medicine and Surgery, and her specialisation is Ophthalmology. She has lived here in El Puerto for 29 years, since 1979.

Natural de Algeciras, estudió la licenciatura en Madrid, allí se casó y allí nacieron sus hijos, pero necesitaba el mar como referencia -todos los años se involucra muchos días seguidos navegando- cuando deja a un lado sus obligaciones como oculista. Lourdes Oriente Guarido, persona de profundas convicciones: en lo que cree, cree y lo manifiesta con seguridad. Es una profesional de la vista. De la vista de uno. Es un privilegio que sea imputual en una cita en la consulta: siempre dedicará el tiempo necesario -el que haga falta- con el paciente de turno. Usará técnicas de siempre y medios electrónicos e informáticos de ahora. Pero sobre todo una larga experiencia de formación continua y de ver a muchos, muchísimos pacientes a diario, en jornadas interminables: la que los pacientes necesitan, dándoles a cada uno tiempo, mucho tiempo, sabios consejos y profesional prescripción.
«La vista es el sentido más ávido. La pupila del ojo se dilata o se contrae in-vo-lun-ta-ria-men-te por lo que gusta o disgusta. El hombre tiene cerebro óptico. Los gestos, los ademanes, la mímica, las expresiones de lo movible y de lo fijo, el contorno, los relieves, las contexturas, las formas, las líneas son de la visualidad. El sueño es óptico. Dormidos soñamos sucederes ópticos, soñamos imágenes. Ansioso de ver el hombre amplió la capacidad de sus ojos, hizo visible lo invisible, con el telescopio acercó lejanías, con el microscopio agrandó lo pequeñísimo. El sentido de los viajeros es la mirada. Tal vez sea el único sentido viajero. Se viaja con máquinas fotográficas para duplicar la mirada, fijar el tiempo y mostrar o vivificar lo que se ha visto.
Se “habla” con los ojos. La mirada es entregadora: declara el secreto de los demás sentidos, de los sentimientos, de las emociones, de las intenciones. Por la mirada y no por el oído escuchador sabemos del agrado o del tedio de quien escucha. El alma se refleja en los ojos, decimos. De ningún otro órgano somos capaces de afirmar que refleja el alma.» (P. Turina).

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Ignacio y Juan

Estos dos ciudadanos afirman que la Oficina de  la Farmacia Central lleva abierta más de 100 años. Perteneció a Blas Dorca y a Ernesto Jiménez Sancho, aunque yo siempre la he conocido como la Farmacia de Fernández Prada, la que está en la calle Luna arriba. Ignacio entró de mancebo hace 41 años, en 1967 y cuatro años más tarde, en 1971, Juan.

These two townspeople maintain that the Central Chemist’s Office has been open for more than 100 years. It belonged to Blas Dorca and Ernesto Jiménez Sancho, although I always knew it as Fernández Prada’s Chemist, the one at the top of calle Luna. Ignacio started working as a shop assistant there 41 years ago in 1967, and Juan started four years later, in 1971.

Juntos pueden contar la historia de las tribulaciones, en forma de enfermedad, que han aquejado a El Puerto en las últimas cuatro décadas. A El Puerto en su conjunto, que no de forma pormenorizada ya que eso pertenece al secreto profesional. Pero lpueden contarla con el sentido del humor que les caracteriza. Ya hay que tenerlo para que, después de tantas horas de pié escuchando problemas de males, siempre tengan dispuesta la sonrisa, la broma, la fina ironía sin ofender. Muchas veces es esa sonrisa cómplice, esa juego de palabra entre el cliente y uno de ellos, sorteando a la 'ropa menuda' que pueda estar en la Farmacia; otra escuchar y escuchar al viejecito su problema, interpretar la letra del médico y alargar la explicación que venga en un prospecto. Son, ciertamente, un referente de la sanidad en El Puerto y de la buena gente que, como Muñoz Seca, saben reírse hasta de su sombra. A las acepciones blancas de la palabra mancebo: "persona joven, o dependiente de Botica", se unen otras de menor fortuna, en las antípodas de nuestros dos protagonistas de hoy, tal y como nos explica el lexicógrafo Mariano Arnal:

Albarelos

EL MANCEBO
La palabra mancebo/manceba confirma la relación entre prostitución y esclavitud, ya en la época de la Grecia y Roma clásicas. A propósito de la palabra emancipación, mancipium era el protocolo de compra-venta por mancipación, y por extensión el objeto de la mancipación, por lo que significaba también "esclavo" y "prisionero de guerra". Y de esa palabra deriva el término "mancebo", que en masculino nació significando "esclavo", pero en femenino pasó en seguida a significar "mantenida", que es la misma palabra, con la única diferencia de que el verbo capere contenido en la palabra "manceba" hace referencia al principio de la relación, a la "captura"; mientras que el verbo tenere contenido en los términos "mantener", "mantenida" hace referencia a la continuidad de esa relación. El amancebamiento es, por tanto, el mantenimiento de una mujer en casa, no en calidad de esposa, que ésa es la prevista por las leyes, aquella en que la mujer tiene el mayor nivel de derechos; sino en calidad de "esclava", es decir simplemente para ser utilizada como una propiedad. El amancebamiento sería, por tanto, un atentado contra los derechos de la mujer. Mancebía era antiguamente el nombre usual de los burdeles, llamados también "casas de mancebía"; y "padre de la mancebía" al que regentaba el burdel.

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Laura Sánchez. Herbolario La Argentina
Laura Sánchez. Herbolario La Argentina

Las herboristerías son establecimientos especializados en la venta de productos buscados para beneficiar el cuerpo. Entre los que se encuentran en los herbolarios y herboristerías, destacan los suplementos alimenticios, diferentes vitaminas y minerales, plantas medicinales, terapias complementarias, adelgazamiento, alimentación dietética, cosmética y belleza. Los productos proceden de una agricultura ecológica de calidad y los alimentos están cultivados de forma convencional. Es difícil encontrar en ese tipo de establecimientos alimentos tratados mediante la ingeniería genética. Entre los productos ecológicos que se pueden encontrar, destacan todo tipo de panes, frutas, verduras, lácteos, bebidas, alimentación para bebés, vinagres, aceites, condimentos para la cocina, mieles, dulces, cosméticos naturales, detergentes o alimentación para animales. La salud, la vitalidad, la belleza y el bienestar dependen de nuestra alimentación y de nuestro comportamiento, decisiones que realizamos continuamente y a diario y que condicionan nuestra forma de vida. La calidad de vida la podemos mejorar si, por ejemplo, hacemos ejercicio todos los días y huimos de la contaminación medioambiental. Realizar ejercicio y tener una concepción positiva de las cosas, una alimentación sana, que pasa por la elección de los alimentos adecuados, pueden contribuir enormemente al bienestar y a la salud personal como también a la belleza interior y exterior.

En la fotografía, Laura Sánchez, del céntrico Herbolario ‘La Argentina’ situado en la calle Nevería, que el año próximo cumple 25 desde su apertura y que ya tiene un establecimiento gemelo en los Bloques de Guadebro. De gemelos y mellizos hablaremos otro día.

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Consuelo Romero. Presidenta ADISPOREntender la diabetes y llevar adecuadamente la condición de diabético consiste también en conocer las complicaciones relacionadas con esa enfermedad y la forma de prevenirlas de la mejor manera posible. Manejar la diabetes, es importante para mantener una buena salud, al igual que se debe conocer cómo puede, asimismo, afectar diversos aspectos de la vida cotidiana. Los trastornos sexuales pueden ser motivo de preocupación para aquellas personas con diabetes; lo mismo que lo son para el resto de la gente, pero es algo que cada vez interesa a mas ciudadanos con el problema diabético. El control glucémico regular es una parte importante a la hora de vigilar la diabetes como base para sostener una buena salud.
En la fotografía, Consuelo Martínez, presidenta de la Asociación de Diabéticos Portuenses (ADISPOR). Vive –convive- desde pequeña con esa enfermedad y es una persona feliz: pongamos mejor ‘moderadamente feliz’ para no provocar a quienes, a estas alturas de la vida, no saben como serlo. Feliz también por ayudar a los demás. Es… la sonrisa del régimen, diabético.

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Florencia Viqueira
Florencia Viqueira

La Formulación Magistral es el medicamento preparado por el farmacéutico para un paciente individualizado para cumplimentar una prescripción médica. Tradicionalmente, los farmacéuticos habían elaborado artesanalmente los medicamentos para todos los pacientes de forma individualizada, hasta que empezó a desarrollarse a mediados del siglo pasado la industria farmacéutica. A partir de ese momento, la aparición de las especialidades farmacéuticas fue desplazando poco a poco a las fórmulas magistrales. Gracias al desarrollo industrial, se empezaron a fabricar series de medicamentos iguales, que normalmente tenían que prepararse para muchos pacientes que precisaban las mismas dosis. De esa forma se ganaba también el tiempo que el farmacéutico necesitaba para la preparación manual. Pero la formulación magistral no ha quedado abandonada, porque siempre permite individualizar el medicamento para cada paciente de acuerdo con las dosis que prescriba el médico según cada situación particular. Es una adaptación total del medicamento para aquel enfermo que tenga dolencias extrañas, no cubiertas de forma explícita por los grandes laboratorios.

En la fotografía, Florencia Viqueira Lamadrid, hija del jerezano afincado en El Puerto, José María Viqueira Prieto (Oficina de Farmacia en Calle Larga, esquina y vuelta con Palacios), cuyo despacho permanece abierto desde el año 1900, fundado por un gallego: el abuelo de Florencia. El conocido pintor de cristales (que pintaban del revés) Lepe y J. del Barco,  pintó el rótulo, todavía existente y que se puede apreciar en la fotografía, en el interior de la Farmacia Viqueira.


Asociación Española de Farmacéuticos Formulistas.

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