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Miguel Castro Merello fue un gran amante de la cultura y de lo exótico. Pertenecía a la generación que había ganado la Guerra Civil, en la que participó como alférez provisional, estando imbuido de ese espíritu imperialista al que eran tan propensos los de su época.

Presidió durante unos años la alcaldía local (1958-1960), siendo el promotor de los Juegos Florales de la Fiesta de la Hispanidad que durante toda una década se celebraron en el desaparecido Teatro Principal, y también el mecenas gracias al cual se creó una parroquia nueva, la de Ntra. Sra. del Carmen y San Marcos, en un barrio de familias marineras, habilitando para ello una antigua Casa de Cargadores, hoy Ayuntamiento.

Aquella Casa Palacio, la de Reinoso o Reynoso, situada en uno de los costados de la plaza del Polvorista, fue restaurada y habilitada en los años sesenta de este siglo último para albergar provisionalmente la parroquia, alojando a los numerosos vecinos en ella existente, en una casa, también de gran porte y antigüedad, de calle Cielo, próxima a la parroquia de San Joaquín.

Miguel Castro estaba casado con Margara Hernández Rodríguez de los Ríos, teniendo el matrimonio nueve hijos, muchos de los cuales nacieron en la casa palacio de Oneto, en la calle Larga. De ellos, solamente dos son varones. Miguel, el mayor, y Pedro, el sexto. Las siete hijas restantes se llaman: Margara, María José, Milagros, Mercedes, Ángeles, Begoña y Cristina Castro Hernández.

A la derecha, en primer término, la Casa Palacio Oneto, en la calle Larga.

Durante una época, vivieron con la familia Castro Hernández, en la casa palacio, una tía de don Miguel, Rosario Castro Naranjo y un cuñado, hermano de su espossa, Francisco Hernández Rodríguez de los Ríos. Los Castro Hernández fueron los últimos habitantes de esta casa palacio antes de su rehabilitación y venta por apartamentos, manteniendo durante el tiempo que en ella estuvieron la imagen de señorío que caracterizaba a dicha mansión, cuidando especialmente el exorno del patio, que causaba la admiración de propios y extraños, es decir, de nosotros los portuenses, que ya lo conocíamos y de aquellos visitantes ocasionales y de paso que se asomaban a verlo desde la casapuerta.

Galería de la planta superior del Palacio de Oneto.

METALÚRGICO Y GANADERO.
Miguel Castro Merello fue empresario en los años del despegue económico, fue accionista de la industria ‘Metalúrgica Portuense’ junto con Fernando T. de Terry Galarza y ganadero de reses bravas, poseyendo hasta tres diferentes. La primera de ellas la adquirió en 1966 a Luis Miguel Dominguín, vendiéndola años después a un señor de Bornos llamado Antonio Fernández Bernal. Tenía divisa roja y blanca y, aunque su ascendencia era de ganado de una ganadería tan prestigiosa como la de Samuel Flores, la rehizo con vacas del Marqués de Villamarta y sementales de Domecq. Solamente lidió novilladas. Pastaba en la finca “Las Navas” de Algodonales. /En la imagen de la izquierda, Luis Miguel Dominguín.

Poseyó una segunda ganadería, figurando como titular su mujer, que había comprado a Francisco Rincón Cañizares. La divisa era amarilla, verde y blanca, lidiándose especialmente en festejos menores de la sierra gaditana salvo un lote de reses lidiadas en Pontevedra, en una corrida de rejones. Tres años después la vendió a José Gutiérrez Mora y Hermanos, de Sevilla. Aún tuvo un tercer hierro, en este caso anunciado con el nombre de “Castro Hernández Hermanos”, con divisa caña y verde, lidiando en Rota cuatro becerros en 1970.

Vista desde el mirador de Las Redes, residencia de verano de Miguel Castro.

LAS REDES.
Asimismo fue propietario de varias haciendas rústicas y de recreo,  destacando la magnífica finca, mirador sobre la bahía, dominando la parte central de la playa de Santa Catalina también llamada "de los curas",  lindante con la casa de ejercicios de los jesuitas, en la que  construyó una soberbia mansión, decorada con el lujo más refinado, que es actualmente la sede del Club Social de la urbanización Las Redes, con una parcela de aproximadamente 20.000 metros cuadrados..

FARÁNDULA.
Por la casa-palacio en el tiempo que la habitó esta familia desfilaron numerosos personajes. Los mejores saeteros profesionales  cantaron desde su balcón a los pasos de la hermandad de la Misericordia; toreros míticos  en la historia de la tauromaquia como han sido Antonio Ordóñez, Luis Miguel Dominguín y El Cordobés estuvieron alojados como huéspedes de don Miguel.  Incluso doña Carmen Polo, la señora del Generalísimo Franco, el Jefe de Estado, estuvo una tarde,  en la década de los años cincuenta del siglo XX, merendando con la familia, acompañada de doña Isabel Merello, en cuya casa se alojaba, mientras los maridos realizaban jornadas de caza en la finca "El Pedroso".

El cuidado patio de la casa familiar en la calle Larga.

Podríamos decir que tuvo un esplendor fugaz, pero intenso, tanto en su trayectoria social y empresarial como humana, falleciendo en la casa-palacio, donde aún permanecieron algunos años más su viuda e hijos, cerrándose con ellos un ciclo vital, y dando comienzo otro con la segregación en apartamentos de la que fue Casa Palacio de Oneto.  Tiene una barriada puesta a su nombre: Alcalde Miguel Castro Merello. (Texto: Antonio Gutiérrez Ruiz. A.C. Puertoguía).

‘Los Gondoleros de Venecia’ fueron en 1966 el Primer Premio de Chirigotas, en su modalidad de provincia, teniendo más valor si cabe dado que el jurado dejó desiertos los segundo y tercer premios.

Los Gondoleros de Venecia. /Foto Fariñas publicada en La Voz de la Bahía.

En aquellas ‘Fiestas Típicas Gaditanas’ (no se les podía llamar Carnaval, estaba prohibido’, tras cuatro meses de ensayos, los porteños consiguieron revalidar, con la letra de ‘La inundación de Chiclana’ original de Federico Rodríguez García ‘el Cote’.Para escuchar el audio de la copla, pulsar aquí. (Desde dicha página se pueden escuchar otras coplas antiguas de carnavaleros de El Puerto.

En años anteriores, en 1963 es cuando, ‘el Cote’ en colaboración con José Camacho Francés ‘Chusco’ obtiene el primer premio por la autoría de ‘El lazo del matrimonio’ interpretado por la agrupación ‘Los Maridos Modelos’. Y en 1965 con la agrupación ‘Los Amigos de la Capa’ obtendrá otro primer premio por la letra ‘Un recuerdo’

Ver más información de ‘El Chusco’, nótula núm. 933 en GdP
Ver más información de ‘El Cote’, nótula núm. 950 en GdP

1966
Ese año era alcalde de El Puerto Luis Portillo Ruiz. En España se votaba el 14 de diciembre el Referendum de aprobación de la Ley Orgánica del Estado, que era un referéndum a Franco, el dictador y anterior Jefe del Estado.
En 1966 el poeta José Luis Tejada será Lector de español y profesor de Literatura Española Contemporánea en la Universidad de Nantes (Francia).

Regreso al Parque Calderón como es habitual cuando acudo a la ciudad. Lo he conocido como un oasis de palmeras canarias. Todas ellas perfectamente alineadas. Y también configurando frondoso vergel, como otrora lo fue el del Conde. Del que nació como prolongación.

Fue un personaje importante, aunque discutido, aquel conde. No sólo en la historia de El Puerto, sino en la del conjunto de la España carolina. Irlandés de origen humilde, pero creso por matrimonio, don Alejandro O’Reilly sirvió con inusitada eficacia a la España ilustrada, aunque sus enemigos no le perdonaron cierto desastre militar en Argel y la devoción que por él sentía el rey alarife. Mariscal de campo en Puerto Rico, gobernador de Luisiana y capitán general de Andalucía, o de la Mar Óceana, fortificó Cádiz. Y re-urbanizó algunos lugares de El Puerto, levantando un puente de barcas que se hundió el día de su inauguración y tintó el Guadalete de tragedia. /En la imagen de la izquierda, Alejandro O'Reillly, en 1722.

Pero después vinieron otros puentes, de madera, colgante y de hierro. Todos con el nombre de San Alejandro, en honor del irlandés, hasta que en los años sesenta se empezó a construir el carreteril de la actualidad que va emparejado a la vía férrea, quitándonos con el tiempo a los que viajábamos en automóvil desde Cádiz el privilegio de ser recibidos por El Corribolo.

El desaparecido puente de hierro de San Alejandro, en honor del conde irlandés.

Despertar ante el reclamo del brandy Centenario. Y sentir tan de cerca la cálida copla de amor que Pilar Paz Pasamar le regaló a la ciudad.

Yo supe que te quería,
cuando atravesé el silencio,
caliente de la Herrería.

Contemplo ahora un segundo puente luminoso de color azul para peatones que parece extraído del estante de un bazar chino. Es como replicar hasta la otra banda del río el blanco poder luminoso de Romerijo, laboriosa familia esta, pero adobado de reluciente y fresca pintura de barco.

Las viejas pilas del último puente de hierro conforman simetría con los estípetes talados de las palmeras dañadas por el picudo rojo. Unos y otros, en la imaginación, conforman el estilóbato de un templo griego, recién iniciada su construcción. O destruido por la historia. Dejemos a cada cual su interpretación. Aunque la tragedia helénica ya había llegado a El Puerto antes con Menesteo, hijo de Peteo y undécimo rey de Atenas. General de las tropas atenienses en la guerra de Troya, y uno de los guerreros que se ocultaron en el caballo burlón, éste monarca se estableció tras su huida, y al perder el trono, en estos márgenes del Guadalete, entonces llamado Criso. Fenicios de Cádiz y griegos de El Puerto guerrearon entre sí. Y siglos después cruzaban amistosamente sus barcos por la bahía repletos de mercaderías.

El río Guadalete 'río del Olvido', antes de su desembocadura, a su paso por El Puerto.

El nombre árabe de Guadalete casa hoy con el mal endémico que sufre desde hace tiempo la ciudad por mor de quienes no la sienten suya. Pues, no en vano, lete procede del griego clásico. Y significa olvido.

Del olvido escribió Cernuda:
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas,
sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.

Pero también Pablo Neruda:
¡Ay gran amor, pequeña amada!

El picudo rojo llegó hasta aquí por la ruta del té. Originario de Asia, caminó y voló hacia Egipto. Hizo allí estragos. Y la España del pelotazo lo trasladó a esta tierra de cante recio, vinos, toros y caballos, volantes y trajes de luces, dunas y pinos piñoneros, estacas y pesqueros abarbolados, como polizón troyano oculto en baratas palmeras destinadas a disimular con su estampado verde el impacto del ladrillo. Los científicos estiman que el ciclo reproductor de este coleóptero se completa hasta tres veces en un año. Y es tan dañino que cada larva neonata se zampa un metro de palmera. Comparado con lo que se están zampando otros en este país, el picudo rojo es sólo un insecto, aunque acorazado.

La voracidad del corrupto en España no tiene límites porque es mastodóntica. Y ahora, cuando el país se desnuda en los juzgados, comprobamos con rabia (y tristeza) la enorme suciedad que algunas conductas poco ejemplares llevaban dentro.

Muñoz Seca fue asesinado por la envidia y por recordar que España es también comedia. Y Alberti labró su mejor poesía en el exilio argentino, cuando sintió la nostalgia de su arboleda tras el trágico drama de la guerra civil.

En los años 70 conocí al mejor periodista que ha dado El Puerto en los últimos tiempos. Fue en el escritorio de Antonio Cologan. Entre albaranes de Ilsa Frigo, y una vieja velosolex Orbea allí aparcada, Agustín Merello, viejo cruzado e inolvidable amigo, escribía ruidos y nueces magistrales. Eran crónicas sanas que ayudaron a cambiar mentalidades. Y motivaron espacios para que entre todos nos entendiéramos mejor.

Entonces yo disfrutaba de una licencia de ocio que nos había otorgado un ministro de Educación de Franco que se llamaba Julio Rodríguez. Y que nos retrasó el inicio del curso universitario hasta después de Reyes. Me preparaba para empezar la carrera de Derecho en Jerez con mi amigo Eduardo Terry, hoy procurador de los Tribunales. Y desde un teléfono de pared de la casa familiar, la de la plaza de los Jazmines, mandaba yo crónicas deportivas a Radio Popular de Sevilla. Ante la irónica mirada de su hermano Nicolás, después cronista de la causa náutica, y la perplejidad de sus padres al escuchar la entonación que yo hacía de las alineaciones de los equipos de la bahía.

Manolín y Lolo, por el Racing. Baena y Carvallo, por el Cádiz. Galleguito, por el San Fernando. Cuarenta años ya. Eran tiempos hermosos. De felicidad y templanza, pese al dolor que en muchos causaba el régimen. Y su falta de libertades.

Etiqueta de Fernando A. de Terry. Imperio. Cognac (brandy) Español. (Exportado a Montevideo, Uruguay. Importador: Pesquera y Cía.).

Las etiquetas de los brandys del marco llevaban nombres suntuosos. De la regia historia. Y de la empresa colombina. Pero también de la mejor condición humana. Insuperable. Magno. Galante. Oxigenado. Soberano. Y Príncipe. Hoy son palabras en desuso, pero no porque estén vencidas. Si no porque son difíciles de aplicar. O de acompañar. Y es que este país no sólo padece tristeza sino que siente desconfianza.

Juan Ramón, viajero imaginario desde la ventana de un colegio de El Puerto, hace suyos estos latidos:
Han sonado las horas dormidas,
está sólo el inmenso paisaje,
ya se han ido los lentos rebaños,
Flota el humo en los pobres hogares.

El picudo ha sorteado la fuente de las Galeras Reales dejando al descubierto el azulejo de Los Afligidos en su feroz incursión hacia La Puntilla, pero confío en que será derrotado en retaguardia desde los matacanes y saeteras del Castillo de San Marcos por su guarnición de ballesteros sin que haya que emplear la caballería acuartelada en El Polvorista.

Palmeras desmochadas del Parque Calderón.

Hay lugares en El Puerto que sobreviven milagrosamente. Y otros que han traído a nuestros días (y pese a los tiempos) nombres hermosos. Echo de menos el vaporcito amarrado en el cantil del muelle. Y el murmullo, entre chiquitas, de La Burra después de una buena tarde de toros o la difícil captura aérea del pollo fuera de concurso que Manuel Moreno, siempre bajo bóveda, nos ofrecía entre sus apretadas paredes de recortes taurinos. El Ruedo. O Dígame. Ricardo Chibanga. Curro Girón. Bienvenida. Ordóñez. Y el conde de San Remy.

Pero me siento protegido al descubrir que el Liba sigue cobrando el café a un euro. Como protegida está la historia de El Puerto mientras otro cruzado de excelente pluma, mi querido José Ignacio Buhigas Cabrera, siga siendo el archivero de la ciudad desde la métrica soledad del vetusto casco de la bodega Cuvillo.

No hace mucho estuve aquí con un buen amigo: Jaime Paz Zamora, ex presidente de Bolivia. Convinimos tomar unos vinos finos mientras le explicaba los lugares que recorrió José Bonaparte en la ciudad durante el asedio de Cádiz. Quedó impresionado por la tala del palmeral urbano. Y se mostró interesado por esta ruta portuense a la que yo le añadía imaginación. Y escenarios posteriores. Paseamos por el Campo de Guía, antiguo ejido recordado en sus vinos por Gutiérrez Colosía. Y por la calle de los Moros, sede secular de las criaderas y solerajes de las Bodegas Osborne. Hasta alcanzar la Real plaza de toros, el colegio y contemplar tras la verja, cuan estricta observancia, el viejo drago de Caballero. San Francisco, Ordo fratrum minorum.

El Puerto es una ciudad en familia. Que no de familias. Aunque aquí la empresa familiar tiene dimensiones institucionales desde el siglo XVIII, cuando la ciudad se incorporó a la jurisdicción real. Y dejó de pertenecer al duque de Medinaceli. La familia es de lo poco que no se ha oxidado aún en España. También es el socorro de la mayor parte de los que se han quedado sin trabajo. Seis millones ya, acaudillados por el viejo emporio gaditano.

La poesía sosiega. Pero emerge con fuerza cuando tras ella se encuentra un gran poeta. El Puerto es tierra de excelentes poetas. Y este corto paseo sufriría también los efectos de la tala sin la emoción que supone el vivo recuerdo del lírico ingenio de un proel como Tejada:

Una fragata en la ría
y yo con diez bucaneros,
amor, de piratería.

Llegar a tu puerto un día.
Robarte, y hacerte mía...
 ¡Levad anclas, compañeros!

 Que suenan por la Caleta
 voces de carabineros.

Y en el lomo de una duna,
tu padre con la escopeta,
solo ya, frente a la luna.

(Texto original de Fernando Orgambides, leído por su autor en la presentación de su libro Viento de Palabras el 1 de febrero en la Galería Milagros Delicado de El Puerto de Santa María)

Sandra Rico Fernández nació en El Ferrol el 6 de mayo de 1973. Pertenece a la promoción de 1991 de la Escuela Turismo de Jerez de la Frontera. En 2011 ha comenzado a estudiar Criminología. Ha sido conductora de un reconocido programa de la desaparecida televisión local Tele Puerto.

--Su programa ‘Solos en la Noche, de la televisión local Tele Puerto tenía muchos seguidores. ¿Se acabó convertido en la voz mediática de los más necesitados?. --En lo que si se ha convirtió, sin realmente serlo, fue en el clavo ardiendo de esta pobre gente.

--¿Qué opinión le merece que a Bill Gates, fundador de Microsoft, se le haya quedado pequeña su mansión de 3.400 metros y haya gente que no tenga donde caerse  muerta?. --Lo peor es el sistema. Me preocupan los metros del Vaticano y cuanto contienen. Me preocupa el dineral usado para crear armamento y luego para destruirlo. Y así...

--Esto del machismo, el feminismo, las luchas de género...  ¿qué opinión le merece?. --No los mezclaría, aunque sea un dualismo. El machismo no tiene un fundamento coherente. El feminismo nace como necesidad para conseguir la igualdad. Me quedo con las personas no con su sexo.

Con Elena Aznar Espósito, Elena Álvarez, María Jesús Romero, amigas de Sandra Rico.

--¿Haber conocido el mapa de los problemas sociales en El Puerto, la deprimía o la convirtió  en una ONG unipersonal y televisiva? --Me conviertió en ONG, FBI y en clienta diaria de la gasolinera. Pero me enriquecía personalmente.

--¿Conoció entre sus entrevistados a alguno que tenga posibilidades de llegar a Director General de Carretera y Manta?. --A uno al que acusaron por teléfono de pegar a la madre; de tener un punto de venta de droga; de inducción a la prostitución... Se fue contentísimo de Tele Puerto porque había salido en pantalla. Increíble.

--Puso una sonrisa ante los problemas ajenos. ¿Cómo lo conseguía?.  --Era la sonrisa del apoyo y del cariño o de complicidad con sus problemas,  que ya había estudiado con ellos anteriormente al programa.

--La última vez que se mordió la lengua en una situación ‘de directo’ fue... --Pregunté a una entrevistada si prefería el blanco o el negro.  Me contestó que los negros tenían su corazoncito, pero que se fueran a Africa con las pateras. Me hice sangre en la lengua.

--Sinceramente, ¿Usted sabía que con su naturalidad, su complicidad con la cámara, y el saber hacer hablar a los entrevistados ofrecía un programa para ‘prime time’ en cualquier cadena nacional? --Era evidente que el programa era bueno, allí estaba la audiencia, pero... ¿Lo pensaban así esas cadenas?. (Texto: José María Morillo).

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Antonio Ramírez Alejo, ‘el Peana’, nació en San Fernando el 28 de octubre de 1940, primer hijo del matrimonio formado por el también cañaílla Isaac Ramírez del Río y la chicanear María Alejo Rendón; tuvieron otras dos hijas, Carmen y Josefina.

El padre de Antonio era militar quien fallecería en 1945 a la edad de 29 años, por lo que la familia se traslada desde la La Isla a El Puerto con sus abuelos, viviendo en el núm. 98 la calle Cielos (entonces General Mola). Antonio tenía cinco años. Estudiaría, ya en El Puerto, en los colegios de Bellas Artes (actual Instituto de Santo Domingo), con don Juan ‘el Cojo’ (ver nótula núm. 138 en GdP) en la calle San Sebastián, y en el ‘Colegito’, actual SAFA-San Luis.

En el Colegito fue miembro del coro de cantores en las cuatro voces, dirigió por hermanos del Noviciado y Justo Pastor, a la vez profesor del colegio, que fue quien le puso el apodo de ‘el Peana’. Fue monaguillo y sacristán en la iglesia del Convento del Espíritu Santo, colaborando con el desaparecido convento de Las Salesas (en la calle Larga, donde hoy se encuentra la tienda Galsa decoración), también con el convento de las Capuchinas (hoy Hotel Monasterio) y con la parroquia de San Joaquín. En los momentos libres o durante las vacaciones estuvo como aprendiz de barbero en la Barbería de Barcala, en la calle Larga, con su tío Antonio Alejo que era oficial. Es hermano de la Cofradía del Nazareno, desde hace más de cuarenta y cinco años.

Antonio, sobre una bicicleta en la calle Ganado.

Pero su fuerte no eran los libros y sí la Formación Profesional: le gustaban los talleres de SAFA, aunque su madre no lo compartía aunque si entendía la necesidad imperiosa de tener que empezar a trabajar pronto, para ayudar algo en la economía de la casa de una familia sin el progenitor.

José López y Antonio Ramírez, en el Cine Moderno.

Es amigo de los que fueron propietarios de los cines Moderno y Victoria, los hermanos López, y como tal les ayudaba en los días de mucha afluencia de público en las tareas de acomodador, portero, taquillero o donde hiciera falta.

TEJIDOS REPULLO.
Con 17 años, Antonio se colocó como dependiente en Casa Repullo, una tienda de tejidos y confecciones en la calle Ganado 23. Su propietario, Pedro Repullo Dufort, natural de Lucena era una gran persona y su primer jefe. Pero hubo de marcharse, por razones de índole familiar a su pueblo y traspasó la tienda --con Antonio dentro, para que no perdiera la antigüedad-- a Rafael Martín Pérez, de calzados ‘Mi Tienda’ pasando de vendedor de telas a vendedor de zapatos, estableciéndose en el mismo lugar Calzados ‘La Infantil’.

En el Parque Calderón, de izquierda a derecha, José Gil Duran “Gilito”, Miguel Perez Sanchez, Franciasco Sordo de la Torre, Eduardo Clemente Rial Presidente de Aspodem Pm 40 del Puerto de Santa Maria, Antonio de la Torre Gonzalez y agachado, Antonio. /Foto: Bernal.

En el año 1967 dejó la zapatería cubriendo su puesto la esposa de su jefe, ejerciendo como comercial durante algunos meses en EDYCO, empresa de representaciones para la hostelería, representada por Antonio Cólogan Osborne y donde trabajaba el inolvidable Agustín Merello. La sede de la empresa estaba en un lateral donde hoy se ubica la actual plaza de Enrique Bartolomé, siendo pioneros en la venta de platos, vasos y cubiertos de plástico. Antonio vendía el vermut Calty.

En el Freidor de la calle Ganado: Miguel Pérez Sánchez; Antonio Ramírez Alejo; Sebastian Marroquin Gómez; Diego López Romero; y el propietario de la freiduría de pescado, Daniel Villar. 30 de marzo de 1963.

AGUAS DE EL PUERTO.
En 1967 Antonio paraba en el Bar La Solera, en la calle Ganado, donde coincidía con algunos funcionarios municipales a la salida de su jornada laboral, entre ellos Francisco Lara Izquierdo, Jefe del Servicio Municipal de Aguas hoy APEMSA, y quien fuera su jefe durante muchos años. «--Me comentó que si quería cubrir unas vacaciones de un cobrador domiciliario y acepté la propuesta y allí continuaría trabajando desde entonces hasta mi jubilación en 2005 como sub Jefe de Servicio, tras 38 años de trabajo en la institución municipal».

Personal de APEMSA, de izquierda a derecha, Antonio Camacho, Antonio Ramírez, Eduardo Brea, Miguel Baena, y sentadas Asunti Poullet y Hortensia Renedo.

Con la llegada de los ayuntamientos democráticos, en 1979, se produjeron algunos cambios en la ubicación de algunos negociados, entre ellos la Recaudación Municipal, destinándole con el primer Recaudador que tuvo el Ayuntamiento, José Manuel Martínez Machuca, de Cádiz, que se instaló en la calle Cielos en la antigua carbonería de Gonzalo, cambiando con los años de Recaudador.

En el homenaje de su jubilación, de izquierda a derecha, Juan Campos, Antonio Ramírez, su mujer, y de pié María Alba y Hortensia Renedo.

A Antonio le buscarán nueva ubicación en el organigrama municipal, y de nuevo regresa al Ayuntamiento, esta vez en Depositaría teniendo como jefe a José Ignacio Pérez Salas, regresando con posterioridad al servicio de aguas, a la ya entonces empresa municipal APEMSA (Aguas de El Puerto Empresa Municipal, S.A.)

En el desaparecido camo Eduardo Dato. De pie: Antonio Ramírez Alejo; Sebastián Marroquin Gómez; Miguel Casado González; Carlos Diaz Nieves; Miguel Pérez Sánchez; Antonio de la Torre González. Agachados: Javier Tosar Barrera; José Nogués Ropero; Mariano Serrano García “Nano”; Reina; Juan Antonio Gilabert Lopez; José Gil Durán “Gilito”. 06 de junio de 1958.

PORTERO DE FÚTBOL.
Pero hagamos un retroceso en el tiempo y volvamos a los años jóvenes. Con 17 años Antonio empezará a jugar de portero en el equipo del C.D. Frente de Juventudes, aunque casi siempre de suplente, formando un buen equipo, siendo entrenados durante algo más de una temporada por Ledesma, un portero que perteneció al primer equipo del Atlético de Madrid, quien fichó por el Portuense.

Antonio Ramírez Alejo y Agustín Merello del Cuvillo entrevistando a Bernardo Sancho Jimenez. Año 1968

REDACTOR DEPORTIVO.
Superando la adolescencia Antonio da un giro a su vida dedicándose a la prensa deportiva, en aquellos tiempos ‘Cruzados’ y ‘La Voz de la Bahía’, firmando como A. Ramírez, ARA, y ‘El Peana’ como redactor deportivo, entre otros. Le fue bien, viviendo momentos muy felices en la temporada 1965/66 con el C.D. San Javier, en una potente regional alzándose con el campeonato de liga. El San Javier llamaba poderosamente la atención por su forma de jugar y, porque eran muy pocos los equipos que, a nivel nacional, iban uniformados en sus desplazamientos, siendo su presidente Pedro López Romero.

RACING-ALAVÉS.
Otro momento aún mejor fue la temporada 1967/68, cuando el R.C. Portuense se proclamaba Campeón de Tercera División de su grupo XII. tras previas eliminatorias para subir a Segunda División, siendo eliminados por el C.D. Alavés. El partido de ida fue un divertimento: se desplazaron para cubrir la información a Vitoria, Agustín Merello de Cruzados, el recientemente desaparecido Antonio Pérez Sauci de Diario de Cádiz y el propio Antonio. Los dos primeros emitieron para Radio Jerez F.M. con el patrocinio de Bodegas Terry.

1967-68 Racing C.F. Esta foto fue la que se usó en el número extraordinario de Cruzados para su edición especial que se editó con motivo del fracasado ascenso a segunda división contra el Alavés. De pie: Jaime Ruiz Chinea; Manuel Gómez Barrera “Manolín”, Luis Soriano Gómez, : Mariano Serrano “Nano”, desconocido, Chares, Maza, Marcelino, Manuel Prado Gómez “Lolo”, Manuel Jarque “Chicharito”, “Nene, Iginio Obregón Agudo, Ventura (entrenador). Agachados: Feria, José Breval, Sebastian José Vera Palmer, desconocido, Jesús Bastián, Miguel Mata, Martínez Jaen, desconocido, desconocido.

Recuerda: «El Racing realizó un buen partido de contención, el resto creo que todos lo conocemos. Refrescando un poco la memoria, no os podéis imaginar lo que tuvimos que trabajar un grupo de personas para sacar el número especial extraordinario de Cruzados, y retransmitir para la Radio Jerez F.M., en aquella época con poca audiencia, ya que no conseguimos patrocinadores para la onda media. Fueron un buen equipo de periodistas aficionados: el incansable trabajador y admirado por todos Agustín Merello del Cuvillo (ver nótula núm. 262 en GdP), junto a José Ignacio Buhigas, Diego Utrera Sánchez (ver nótula núm. 1584 en GdP) y un servidor».

Antonio Ramírez, con Garrucho, en el Bar 'El Ermitaño'.

VARIEDADES.
En la calle Javier de Burgos, en el local social de esta institución, Antonio organizaba espectáculos de variedades con los artistas locales de la época: Luis ‘el de los Huevos’ (ver nótula núm. 203 en GdP), Manolo Carrillo (ver nótula núm. 076 en GdP), Luis Moreno, Manolo Astorga Morillo, Manuel Jarque Martínez 'Chicharito'  (ver nótula núm. 292 en GdP), Luis Aranda, Pepichi Nogués y su conjunto (ver nótula núm. 444 en GdP), entre otros y la verdad que con bastante éxito, repitiéndose las actuaciones.

LOS TOROS.
‘El Peana’ es también un gran aficionado a los toros y fue íntimo amigo del que fuera novillero sin picadores Miguel Paradela del Pino, su padre conserje del Matadero Municipal, acompañándole allí a los entrenamientos junto a los más íntimos para hacer, ora de toro, ora de torero. Así que, de salón, Antonio practicó también durante un tiempo el arte del toreo.

En la cantina del Cine Moderno, con Manuel Ojeda.

«--Me viene a la memoria que fui cómplice de Agustín Merello cuando, siendo corresponsal de ABC de Sevilla y, entre otras cosas tenía que cubrir las informaciones deportivas y taurinas y dado que no le hacía mucha gracia redactar esta última se la hacía yo, firmando él como corresponsal. Un día me hizo mucha ilusión cuando me dijo Agustín: ‘--Me han llamado de ABC para que entreviste a José Luis Galloso, para la contraportada, junto a su apoderado Jaime Osborne. Y en casa de este último en la calle Jesús Nazareno se hizo el trabajo, coincidiendo con la presentación de Galloso como becerrista o novillero sin caballos, cuando puso el cartel de ‘No hay billetes’, saliendo por la Puerta del Príncipe y, con el temor a equivocarme, me parece que, en ambas cosas, fue pionero».

Fue directivo de la Peña Flamenca ‘El Chumi’: entre 1994 a 2007 tesorero, y hasta 2011 Socio Colaborador, siendo en la actualidad socio numerario. Sigue siendo aficionado al fútbol y a los toros y al cine, pero en la televisión.

Casado con Carmen Sánchez Guerrero, natural de Ubrique, tienen tres hijos varones: Isaac, Daniel y Jesús.

«Existe en nuestro pueblo una herencia espiritual, pero no un patrimonio de raza. El Puerto no es la estirpe, no es la raíz o tronco de una familia. La ciudad tiene más de alambique y de molde, que de cuna. En cuanto corre por la sangre un miligramo de sal marina de la que satura el ambiente o una gota del vino sutil de estas soleras que sin embriagar adormece, El Puerto ha realizado su conquista. Un hijo de castellanos-cántabros, nacido aquí, dirá siempre que es portuense. Dirá lo mismo que el nieto del inglés o de otros extranjeros. El ambiente penetra, domina y caracteriza cuanto se le entrega.»

Quién así se expresaba, en los inicios del siglo pasado era el portuense Mariano López Muñoz, en un artículo publicado la ‘Revista Portuense’ bajo el título “Lo que Pío Baroja vio en la Ciudad” recopilado con posterioridad en su libro “Las Trovas del Guadalete. Predicaciones y Divagaciones”, editado en nuestra Ciudad en 1926 por la Tipolitografía Pérez Pastor. Que forma más lírica y más profunda, como podrán comprobar más adelante, de introducirse en la esencia del portuense.

Continúa López Muñoz: «La personalidad colectiva se forma por fusión de abolengos particulares bajo las influencias ponderadas de la luz y de las brisas. El pueblo en constante renovación representa una suma: un resultado sintético obtenido por mezcla. Esto nos explica la diversidad de matices, cuando se desasocian nuestros pensamientos individuales.  Habiendo todos cristalizado en igual forma –la naturaleza portuense- tenemos diferente composición química, procedente de asturianos, de gallegos, de sevillanos, de ingleses, de alemanes o vascos o de hombres de Castilla, que sostienen la tendencia a la disgregación.»

Lo que este portuense del siglo pasado vio en El Puerto es lo que cualquiera puede comprobar hoy, sigue vigente. Las procedencias de todavía más lejos y más variados rincones del mundo, como se comprueba en el padrón de habitantes. Las preferencias para escoger, amar y vivir El Puerto, de diversa índole. Y el que viene obligado por circunstancias, o por casualidades de la vida, acaba en un idilio de por vida con esta Ciudad. Idilio que se traduce en irregulares resultados para con este Puerto de arribada, de abrigo, de arrebatacapas, de claridad, franco y de Santa María.

Y es que se dan varias clases de portuenses (y ya se quien va a reprochar mañana lunes en el café que soy un xenófobo). Están los de nacimiento: y de éstos tenemos tres tipos: los involucrados por el engrandecimiento de su Ciudad, los que se aprovechan de ella y los que dejan que El Puerto pase por ellos porque ellos no pasan por El Puerto. Los que han venido por haber encontrado aquí su puesto de trabajo. Los que han escogido la ciudad para vivir en un acto de amor con la misma y luchan por ella mas que muchos nativos. Los que han aterrizado en El Puerto y puesto su objetivo en especular con los valores de todo tipo que aun conserva (a esos, mi vecino de la calle San Juan, Luís Suárez, los llama paracaidistas). Los que viven aquí pero igual podrían hacerlo en Beteta (Cuenca), sin preocuparse de nada más que no sea su supervivencia. Con una mijita de humor se podrían dividir a los que vienen del extranjero globalizado en dos: guiris y emigrantes. En fin.

Prosigue el intuitivo escritor hace cerca de 90 años: «Se vive en El Puerto paladeando amarguras, se sale de él con los desengaños agobiadores sobre los hombros; pero se le sigue amando, aunque los corazones destilen, gota a gota la desilusión. El Puerto, mezcla de almas individuales en el alma colectiva, no logró nunca someter los pensamientos de sus hijos a un ritmo concertado en las acciones: cada cual camina a su paso y con su opinión… o sin ninguna. ¡No sabremos nunca si los vuelos de las gaviotas representan una bella ilusión o una triste fatalidad a la entrada de la ría! El Puerto, cuyas riquezas llegan y se deshacen, como la espuma del oleaje en la playa, mientras los gatos del Resbalón (la lonja del pescado) van entrando con cautela y se llevan lo que pueden…». Otro amigo mío, ha llegado a llamar a El Puerto 'la Ciudad ingrata', pero me resisto a ello.

Amor a la Ciudad y desilusión, a partes iguales, parece que conjuga el escritor de antaño, como un dios Jano, el de las dos caras. Un certero texto del que se pueden entresacar, más allá de las figuras literarias, un cierto hartazgo de quien enamorado de la misma no terminaba de estar a gusto ante la desidia de sus paisanos. Y es que, entonces como ahora, participar en la vida de la Ciudad, implicarse en el desarrollo de la misma transforma a los residentes en vecinos. En ciudadanos. Vecinos y ciudadanos de El Puerto en la trimilenaria Bahía de Cádiz. Casi ná. (Texto: José María Morillo).

El segundo hijo de Gervasio Winthuysen La Haya y María Magdalena Garrasi sería bautizado como Tomás Felipe al día siguiente de su nacimiento, un miércoles 20 de diciembre de 1705, de manos de Don Tomás Antonio de Abreu y Brito, cura en la iglesia Mayor Prioral de El Puerto, y apadrinado por Juan Bautista Porro, de la familia política del tío de su padre, Mathias Winthuysen.

La primera referencia documental válida obtenida sobre Tomás Felipe corresponde a los padrones civiles o de vecindario del año 1734. Generalmente los que se conservan de este siglo, salvo dos o tres excepciones, están incompletos de ahí que resultase una sorpresa conocer su filiación en esa fecha: “Tomás Wintuisen, de oficio corredor, de hedad de veintiocho años, de estado casado, con dos hijos, el uno varón, de hedad de tres años.” Figura empadronado con su familia en una casa señalada en cuarto lugar de calle Santa Clara, actual Carmen Pérez Pascual, casa que se indica como propia del presbítero Don Juan del Clavo.

Pasaron varios años en los que nada supimos de la vida y milagros de este interesante personaje. Decimos lo de interesante porque la siguiente noticia que de él tenemos nos la proporcionó el autor norteamericano Donald Chipman que  sitúa en la primavera de 1741 a Tomás Felipe Winthuysen  en Texas, enviado por el Virrey de Nueva España como gobernador del presidio de San Antonio de Bexar, sustituyendo a Prudencio de Orobio y Basterra.

Relación de gobernadores de Texas. Entre 1741 y 1743, estuvo nuestro protagonista, señalado en rojo.

Realmente, la primera noticia me la proporcionó la familia Winthuysen Aparici, residentes en EE.UU. que habían localizado un documento registrado como “Relato de la expedición a Texas y las Nuevas Philipinas” en la colección del “Center for American history”, en Austin (Texas), fechado el 19 de agosto de 1744, con la firma de Thomás Phelipe de Winthuysen, personaje que ellos, que conocían su genealogía familiar desde sus orígenes, no acertaban a encajar en la misma.

El documento proviene, según me informó la familia Winthuysen Aparici, de una donación que hizo un industrial norteamericano, dueño de la “American Smelting and Refining Company” en 1920. Al parecer, este millonario lo adquirió en una subasta de documentos supuestamente pirateados, como muchos otros del reino de España que se encuentran en los archivos norteamericanos, y después hizo la donación que atestigua una carta dirigida a Baker, en la Universidad de Tejas.  Parece que fue traducido al inglés al poco tiempo de su donación –continúa informando los Winthuysen Aparici- “por especialistas de la Historia de Texas que tanto empeño pusieron en demostrar la identidad única del estado con una bandera en la que campea una estrella sola. El caso es que el relato si proviene de una segunda expedición para verificar el problema que causaban los establecimientos de los franceses y como la población india vivían bajo protección de misiones y presidios, -huyendo de la violencia de los Apaches- que mantenían la corona española en las áreas de San Antonio, Brazos y madre de Dios, suena verídico, no como una copia amanuense. El tono que mantiene el relato es el de comprobar que en verdad existe la posibilidad de que esas nuevas provincias sean un día productoras de pingües rentas y de que convenga continuar sosteniendo las fuerzas militares en los presidios, más el servicio eclesiástico en las misiones.”

Estos documentos, conocidos como “relatorios” eran informes técnicos realizados por encargo de alguna autoridad. En este caso, parece que por encargo del Virrey, aunque en el encabezamiento del documento original, que consta de once pliegos, simplemente se enuncia como “Señor”. Reproducimos el primer y último párrafo de dicho documento, en el que puede apreciarse por su redacción el alto nivel de educación, conocimiento y observación del redactor del mismo.

Esto dice la página que reproducimos a la izquierda: “Señor: Para aver de informar a V.S. sobre el adelantamiento de la Provincia de Texas y Nuevas Philipinas. En virtud de su precepto tengo por conveniente exponer primero el estado actual de sus presidios y misiones, y sobre este el dictamen del remedio que a mi cortedad alcanza.

Primeramente desde el rio llamado de Medina, se da principio a la vasta Provincia de Texas y Nuevas Philipinas, y a distancia de él, como de seis leguas, está el Presidio de San Antonio de Béjar, y Villa de San Fernando, situado a orillas del rio de S. Antonio, por la vanda del Norte y por la del Sur a orillas del río de S. Pedro; este no es abundante de aguas como el río antecedente, el cual nace dos leguas Delante de dicho presidio, tan abundante de aguas, que no solo contribuye al riego de las labores de dicho presidio, villa y cinco misiones, sino que es capaz de contribuir a muchísima más poblazón, siendo al mismo tiempo sus aguas muy delgadas y saludables; y las tierras son sumamente fértiles, pues en ellas ay experiencia de darse todo género de semillas, plantas y frutas.”
…      …     …     …      …    …    …    …    …     …    …    …    …    …    …    …

Por tanto, atendidas las principales causas que me an parecido exponer las pongo en la alta comprehensión de V.S. para que vistos sus fundamentos y mi buen deseo en que se adelante Provincia tan (sic) dirija y ordene a conseguir el fin mediante la acertada conducta de V.S. por cuya vida le pido a Dios le guarde muchos años. México y Agosto 19 de 1744.  B.L.P.V.S. (Besa los pies de Vuestra Señoría)= Rúbrica

Con estos datos podemos llegar a la conclusión de que, a partir de 1735, abandonara su actividad mercantil y se iniciara en la militar, emigrando a las Indias, como soldado de fortuna, posiblemente sin su familia. En Nueva España debió mostrar aptitudes muy positivas para, en tan corto espacio de tiempo, gozar de la confianza del Virrey mexicano que le nombró jefe del presidio citado que, al ser el más importante de la colonia tejana, llevaba aparejado el cargo de gobernador

La sede del gobernador de Texas, el presidio de San Antonio de Bexar.

La denominación “presidio” en el contexto de la época nada tiene que ver con cárcel o confinamiento. Era un centro de defensa para proteger a los colonos instalados en tierras fronterizas, denominadas misiones, especialmente contra los nativos hostiles y también para controlar el robo de ganado y el contrabando. El presidio de San Antonio de Bexar fue fundado en 1718 en el lado oeste del río San Antonio (San Antonio River) aunque su puesta en funcionamiento no se consolidó hasta 1722, fecha en la que se instalaron cuatro familias de colonos, y se dotó con 54 soldados, la mayoría novatos, con solo una decena de  veteranos que hacían la labor de guarda  y escolta de diversas misiones cercanas, entre ellas la  de San Antonio Valero, San Antonio del Álamo y el asentamiento de “Los Adaes”. A este colectivo citado hay que añadir las familias de los soldados, totalizando unas doscientos españoles agrupados en torno al presidio.

Una década antes de la llegada de Winthuysen a San Antonio se amplió el número de colonos, agregándose quince nuevas familias procedentes de las islas canarias: de Lanzarote, Tenerife y Las Palmas, coincidiendo este movimiento migratorio con una época de grandes erupciones volcánicas en este archipiélago  (1731-1736).  A estos colonos canarios, a los que se les llamó “isleños” y que en años posteriores se mezclarían con los indios, se les consideran los fundadores de la ciudad de San Antonio, actual capital del estado de Texas. Sumaban 57 individuos, entre hombres, mujeres y niños. Llegaron a Veracruz y, en una penosa marcha de muchos meses, con sus propios medios debieron recorrer más de 1.500 kilómetros, pasando por Tampico, Monterrey y Nueva Laredo hasta llegar a su destino: el presidio de San Antonio de Bexar.

Debió ser un hombre audaz, además de poseer dotes de mando y organizativas, como queda reflejado en los comentarios de Chipman pues, acompañado de un fraile y un guía de la cercana misión de San Antonio Valero y una corta escolta, viajó a las orillas del río Trinidad (Trinity River) a los territorios de las tribus indias de los Atakapa y Tonkawa, contribuyendo a convencer a estos para que se integrasen en la comunidad de la misión.

Situación de San Antonio (Texas) y el río Trinidad.

Respetado  por los “Isleños”, a los que consentía se suministrasen de la colonia francesa de Luisiana de algunos productos básicos  como el poroto  o el maíz, desobedeciendo las órdenes del propio Virrey y también por los indios, por los que se tomó un gran interés, demostrado a las diversas etnias nativas en su relativamente corta estancia en aquellos parajes fronterizos. Puede ser que este humanismo que le atribuimos, sumado a su espíritu crítico con las autoridades, considerando la variedad de problemas que se presentaban en el desempeño de sus funciones contribuyesen a acortar su estancia en aquellas exóticas y lejanas tierras, aunque la presumible ausencia de su familia, aspecto este que no he podido constatar por lo que debo indicarlo como una mera suposición, forjaría en su espíritu la clásica morriña del emigrante y no vio con malos ojos su relevo en 1743 por Justo Boneo Morales, del que dice Chipman que “hizo muchos elogios de su antecesor”. No iba a ser menos. Este curtido militar, capitán de Granaderos, ¡con 38 años de servicio a la corona!, era paisano suyo. Un portuense, por segunda vez, Gobernados de Texas, el decimoctavo.

(Texto de Antonio Gutiérrez Ruiz. Fragmento de su último libro, IV volumen de la serie “Mansiones y Linajes de El Puerto de Santa María” editado hace unos días, titulado “Los Winthuysen” que puede adquirir las personas interesadas en las librerías locales o por correo electrónico: sedtel@hotmail.com)

La A.C. PUERTOGUÍA, editora de esta serie, invita a los seguidores de GdP a la lectura del IV volumen para conocer otros interesantes personajes de esta misma familia y, en general, un abanico de anécdotas, sucedidos, relatos, crónicas e incluso leyendas referidas a los personajes protagonistas y a la ciudad en la que, generalmente, nacieron, vivieron y murieron: El Puerto de Santa María. ¡VOSOTROS, LOS LECTORES, SOIS NUESTROS ÚNICOS PATROCINADORES!

Gago y García de Quirós, desde el tendido, en 2005: «Venimos a ver torear, y de paso, presidimos»

Gago llevaba, en el momento de hacer esta entrevista -año 2005-  doce años presidiendo la Plaza y García de Quirós dos. El primero era el que más bodas civiles había oficiado en el Ayuntamiento seguido  del segundo. Gago afirmbaa que siendo centenario, era el decano de los presidentes por ser el más veterano. Gago fue seminarista. Quirós había estado un año en el noviciado de presidentes taurinos. Ambos tenían en el dorso de ssu tarjetsa de visita, el azulejo de Joselito, dedicado al día de Toros en El Puerto. Por aquel entonces, se entendían.

Presidentes ¿tanto cuesta, cuesta tanto dar la segunda oreja?
--Gago: Lo que dice el artículo correspondiente del Reglamento Taurino.
--García de Quirós: Pesa el reglamento, la afición de los presidentes y las ganas que le pongan los toreros.

¿Cuándo les mientan a sus antepasados muertos… eso forma parte de la Fiesta?
--GdQ: Es un síntoma de la educación del respetable.
--G: Es una prueba evidente de la falta de educación.

Mójense: Una plaza de Primera, clasificada como de Segunda, y un público…
--G: Que paga y que premia lo que le gusta.
--GdQ: Con arte, conocimientos y afición.

El purismo se está perdiendo, y es una pena…
--GdQ: El libro de los gustos está por escribir. Hay toreros, faenas y toros para todos.
--G: No se está perdiendo. La Fiesta está en constante evolución.

Quien no ha visto Toros en El Puerto no sabe…
--G: Lo que es un día de Toros.
--GdQ: Apreciar lo que es una buena copa de vino, una buena conversación taurina y un paseo por El Puerto.

¿Vds. que prefieren, que se lidien  o que se corran los toros?
--GdQ: Se corren en Pamplona y se lidian en El Puerto.
--G: Públicamente, deben lidiarse.

¿Le haría falta un poco de humor de Muñoz Seca al ambiente taurino portuense?
--G: Por supuesto que si. Hay mucha gente que quiere imponer su criterio a los demás y para eso hace falta mucha gracia.
--GdQ: Le falta relax y ganas de disfrutar. Sobran tiranteces y malas caras.

¿Y las Peñas Taurinas de El Puerto?
--GdQ: Intentan cumplir con su papel dentro de la Fiesta.
--G: Muy bien, gracias. ¿Y usted?

¿Qué tal con el empresario, Justo Ojeda?
--Los dos: Nosotros con la empresa no tenemos nada que ver. Ni tampoco con el ganadero, ni con los toreros. Nosotros venimos a ver torear. Y de paso, presidimos.

--¿Cuál es el toro de El Puerto?
--GdQ: Que tenga dos cuernos, una cabeza, dos orejas, cuatro patas, el rabo, del pelaje que quiere el espectador, y nos dejamos de pamplinas.
--G: Y que se vaya arrastrado sin los apéndices indicados. O indultado.

¿Cuántas corridas, Presidentes?
--G: Entro toros y novillos, más de un centenar. Y aguantando tela.
--GdQ: Catorce espectáculos presididos. Catorce tardes en compañía del respetable y un año de noviciado. (Texto: José María Morillo. Fotos: Fito Carreto.)

6

Juan Cristo Charneco, (Lagoa, Portugal, 1923 - El Puerto, 2012). Tuvo un primer matrimonio, con Ángeles Jiménez, de cuya unión nació un hijo. Está casado actualmente con Manuela Álvarez, de Ceuta, de este matrimonio nacieron dos mujeres y dos hombres. Trabajó de marinero, cocinero y patrón, toda una vida en la mar, fue cocinero del barco hospital, durante 25 años. En su juventud fue cantante de melodías modernas, fados portugueses, y tangos argentinos. Canto en El Pay Pay, Teatro Principal, Las Cuevas del Pájaro Azul, El Picnic, El Oasis, en Sanlucar de Barrameda y en San Fernando, participando en concursos de Radio Cádiz, Sevilla, Radio Juventud y Radio Tánger. Bohemio y romántico en su época joven, cantó verdaderamente bien.

Realizó una tournée con una compañía de teatro por los pueblos de la costa, sierras de Cádiz y Málaga, en los años cincuenta. Hay personas que se acuerdan de él y me preguntan. Fue un hombre apuesto y muy buena persona, no lo digo yo, lo dice todo el que le conoce. Recuerdo cuando ensayaban los componentes de la compañía, en el edificio del Sindicato Vertical, anteriormente este edificio fue el Hotel Vista Alegre situado en la avenida Micaela Aramburu.

Imagen del antiguo edificio de Sindicatos, en la calle Micaela Aramburu.

En este elenco artístico participaban: Las Hermanas Villar, Soledad y Pepa, La Valladares, Los Hermanos Vargas, Antonio y Manolo, Roberto Iglesias, Juan Cristo, Manolo Barrera, y otros que no  recuerdo. Director y coreógrafo, del espectáculo, Francisco Rodríguez “Paquito el Maricon”, como él le gustaba que le llamaran cuando lo hacían de buena fe y en el momento adecuado. Buen bailarín, conocía el flamenco y el clásico español. Tubo de profesor a José Luis S. Rodríguez, nombre artístico de José Luis Sánchez Rodríguez, El Puerto, 1917. Cádiz, 200?, (ver nótula núm. 100 en Gente del Puerto).  Paquito, se quejaba que le tuvo muy poco tiempo de profesor, a este maestro del baile, afincado en Cádiz, alumno del bailaor  jerezano “el Estampio”. Recorrió los cinco continentes actuando con su mujer Pepita Sarazena (ver nótula 121 en Gente del Puerto). Hablaremos de éste artista, en otra ocasión.

Fue con Doña Virginia y Ramón Zarco, profesores de la Academia de Bellas Artes ‘Santa Cecilia’ con la orquestina a algunas fiestas particulares o eventos, de la sociedad bien de aquellos años. Cantó con Merche ‘la Macaria’, nombre de María Mercedes Valimaña Lechuga (ver nótula núm. 047 en GdP)  y con Julio Pérez Flores, presidente fundador de la tertulia Flamenca de Tomas El Nitri, en algunas de las fiestas que se hacían en aquellas fechas en nuestra ciudad, en los bautizos, tomas de dichos y casas de tratos o del amor comprado. Mi tío terminó su vida artística en Algeciras. Llamo al abuelo y le dijo: «--Padre, estoy harto de bocadillos de sardinas en conservas y de morcillas, mándame dinero para el viaje, que dejo la vida artística para otros, que cojan el testigo, y tomo el  primer autobús que salga para El Puerto de Santa María». /En la imagen de la izquierda, Doña Virginia Hernández.

Teatro Chino de Manolita Chen.

Le llamaron para el Teatro Chino, de Manolita Chen. En este tiempo  estaba mi tío embarcado, pescando en el Moro. Mi abuela no se lo comunicó, no quiso que se metiera en más aventuras, con las que había vivido, estaba más que bien. En estos momentos pasa por la vida, sin reconocer a los familiares que no tienen contacto diario con él.

De izquierda a derecha, el autor de esta nótula Antonio Cristo Ruiz; Romeo Gómez Cristo; Juan Cristo Charneco; Manuela Álvarez; la mujer de Rui Gómez Cristo; Rui Gómez Cristo. En la discoteca El Oasis, década de los 70 del siglo XX.

Por cierto, en este Teatro trabajó un inolvidable amigo y portuense, Guillermo Aguilar Dueñas, este actuaba de relleno en el coro del ballet flamenco, y en el montaje y desmontaje, de este coliseo. Recorrió con este espectáculo ambulante varios meses, era su tiempo joven y se hace lo que te dicta el corazón, y con ganas de vivir aventuras. Fue encargado general de obras, y un artista en esta materia. La obra y el decorado interior de la Tertulia Flamenca de Tomas El Nitri, la realizo el referido Guillermo Aguilar. Esta local obtuvo el primer premio nacional de peñas flamencas, en la década de los ochenta del siglo pasado. Tuvo el cargo de vicepresidente de esta entidad y socio fundador. Te echamos de menos.

Segunda boda, en esta ocasión civil, de Juan Cristo Charneco con Manuela Álvarez, de Ceuta, en los juzgados, en la que actuaron como testigos el oficial de juzgado Manuel Artiel y el Decano de los Abogados en El Puerto. De este matrimonio nacieron dos mujeres y dos hombres.

Mi tío cocinaba fantásticamente, todo lo que fuera pescado. El rape en pan frito, como él lo guisaba no lo he comido mejor. De la familia Cristo, hubo un cantante fadista según me dijo mi abuela, de apellido Gabana. De todos los hermanos de mi padre con el que más me comuniqué fue con él y tuve más relación personal. Recuerdo muchas navidades, ferias y fiestas pasadas con mi tía Manuela y el tío Juan --que fallecía el pasado 29 de diciembre de 2012--, con los que pasamos muy buenos ratos, mi esposa y yo. (Texto: Antonio Cristo Ruiz).

He solicitado al Sr. Morillo, que dirige y coordina esta exitosa ventana virtual de todo lo local, a la que se asoman diariamente tres millares de internautas, insertar en esta fecha, el 27 de enero,  la colaboración que me dispongo a desarrollar con algunos datos y apuntes biográfico de un portuense de cuna: Martin de Garay Perales. Es la misma fecha en la que, hace 242 años, (número capicúa) recibió este ilustre personaje, dos veces ministro de Hacienda entre otros muchos e importantes cargos que desempeñó, el líquido bautismal en la pila de nuestra iglesia Mayor Prioral un día después de su nacimiento.

Corría el año de 1771 (también capicúa) fecha en la que se asentaba en nuestra ciudad el Regimiento de Caballería de Santiago, cuyo capellán castrense, de nombre Antonio Ruiz Navarrete, fue el encargado del ritual sacramental del hijo de uno de los capitanes de dicho Regimiento llamado Martin de Garay Martínez de Villela y de su joven esposa, María Sebastiana Perales Franco, aragonesa como él, de la Almunia de Doña Godina. Al recién nacido, primogénito de la pareja, se le impuso el nombre de Martín, como a su padre, abuelo y bisabuelo, añadiéndoles los de Policarpo, Sebastiano, Francisco, Felipe, Joaquín, Antonio y Vicente. Posteriormente, lejos de estas tierras del Sur, la pareja tendría otros tres hijos, hermanos de nuestro protagonista; dos varones: Mariano Joaquín y Faustino José, que fueron ambos Caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén,  y una hembra: Bárbara de Garay Perales.

Firma de Martín de Garay Perales.

Actuó de padrino, un fraile capuchino en representación del Obispo de Barbastro, el  Sr. Don Fernando de Perales, tío abuelo del cristianado. Su ilustrísima, en esa fecha, era victima de una enfermedad “grave y dilatada” que le mantenía sumido en una especie de sopor que le dejaba inútil para el gobierno de la diócesis. Veinte meses después de apadrinar a su sobrino perdió la mitra. Se le retiró del cargo por “privación de potencias y torpeza corporal” y al poco tiempo falleció (22-11-1772). En su familia materna, que poseían la Baronía de Latorre, hubo también otro notable clérigo, Fray Pedro Mercado, franciscano guardián del convento de Belén y del de San Juan Bautista de las montañas de Judea.

Debieron asistir a la ceremonia compañeros de armas del padre y, tal vez, sus superiores jerárquicos, el Sargento Mayor Don Francisco Xavier de Santiesteban y el coronel del regimiento,  el Brigadier Marqués de Casa Henestrosa. Años después, en 1793, justamente 22 después de esta fecha, (otro número capicúa) Martín de Garay padre, que ocupaba ese último cargo citado, el de coronel del Regimiento de Caballería de Santiago, fallecería en el feudo familiar, aprovechando esta circunstancia el joven Martín de Garay (IV de este mismo nombre) que era un imberbe militar con el empleo de alférez, después de estudiar en el Seminario de Nobles de Madrid, pasar por la Real Academia y Picadero Militar de Ocaña, ocupando una de las 18 plazas asignadas a los hijos de la oficialidad  y debutar en algunas acciones bélicas de la Guerra del Rosellón, para retirarse a su pueble natal con la excusa de su primogenitura y, por tanto, de su obligación para con su familia.

Placa que se encuentra en el Paseo de la Independencia de Zaragoza.

LIBREPENSADOR, INNOVADOR Y CULTO.
No era un hombre de acción, más bien todo lo contrario. Un librepensador, innovador y culto que se transformó en experto economista en los siguientes lustros hasta ser considerado entre los más importantes y prestigiosos de su época en toda Europa. Si insertamos su nombre en un buscador de la red de Internet aparecerán más de veinte mil referencias con cuyo contenido se puede desmenuzar su trayectoria  pública y conocer los diversos cargos de responsabilidad que ocupó durante el periodo que duró la invasión francesa y años posteriores, tanto en la Junta Central Suprema y Gubernativa del Reino, de la que fue Secretario de Estado como ejercitando de forma interina la dirección del Ministerio de Estado y Asuntos Exteriores.

MINISTRO DE HACIENDA.
Después sería “fichado” por Fernando VII para el Ministerio de Hacienda, salvando –según algunos historiadores- a la corona de la bancarrota con sus acertadas gestiones en el corto periodo que medió entre su nombramiento, curiosamente el día de los Santos Inocentes, 28 de diciembre de 1816, y su cese, un cese administrativo realmente, el 4 de Febrero de 1817, pues en la misma fecha  fue nuevamente nombrado ministro, en esta ocasión con una duración en el cargo algo más extensa, casi un año y medio. El encargo regio fue el de regenerar la economía nacional, remodelando el sistema tributario existente. Cuando Garay expuso que para conseguir esa meta era indispensable una desamortización general y suprimir buena parte de los privilegios de la nobleza, además de hacer tributar más al que más poseyese, el circulo de influencia de la corona, formado por nobles, generalmente grandes terratenientes, debió ver esa teoría como una blasfemia al conservadurismo imperante y una amenaza evidente hacia sus propios intereses, retirándolo del cargo, lógicamente. /En la imagen, portada del libro 'Biografía de un liberal aragonés: Martín de Garay. 1771-1822', escrito por su descendiente Nuria Alonso Garcés.

LA ALMUNIA DE DOÑA GODINA.
El resto de su vida, que apenas se prolongaría un lustro, lo pasó en la comarca aragonesa en la que habían nacido y vivido sus antepasados.  Nuria Alonso Garcés, que se autodefine como la única descendiente con estudios de Historia, ha publicado un extenso trabajo titulado: “Ideas y pensamiento político de Martín de Garay” en el que indica: “Martín de Garay nació en 1771 en el Puerto de Santa María, Cádiz, aunque siempre se consideró aragonés a causa de que su familia había vivido en La Almunia de doña Godina –un pequeño pueblo de Zaragoza- desde el siglo XVI.”  Y al que se trasladó a muy corta edad, debemos añadir, llegando incluso a solicitar y obtener su familia la inscripción del acta de bautismo en los libros parroquiales de aquella población zaragozana, hecho consumado en 1782 con la autorización y beneplácito del Vicario General del Arzobispado de Zaragoza, hecho este que ha confundido a algunos biógrafos a la hora de determinar el lugar de nacimiento de Garay.

La plaza, que tuvo funciones de plaza de Toros, de La Almunia de Doña Godina (Zaragoza). Está enterrado en la parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción. Y tiene calle a su nombre en el pueblo, detrás de la plaza que aparece en la fotografía.

DESMONTANDO EL ANTIGUO RÉGIMEN.
Continúa esta autora y descendiente comentando que, aunque “emprendió una reforma de la Hacienda cuando ocupó ese ministerio, lo cual es sobradamente conocido,  también tomó parte en importantes decisiones que contribuyeron a desmoronar las viejas estructuras del Antiguo Régimen en España, lo cual solo conocen contados investigadores. Su pensamiento político e ideas permanecieron ocultos en medio de su archivo privado por el espacio de doscientos años.”   

En 1820, al inicio del trienio liberal fue llamado a Madrid para que formase parte del Consejo de Estado pero el agravamiento de su enfermedad, la terrible tuberculosis, que era un mal prácticamente incurable en esa época, le obligó a abandonar definitivamente cualquier actividad, retirándose a la Almunia de doña Godina, donde falleció en 1822.

CON LA CONSTITUCIÓN DE 1812.

En la imagen de la izquierda, alegoría de la Constitución de Cádiz de 1812.

Hemos visto con asombro como siendo un personaje bastante relacionado con las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812, en cuyo Bicentenario, recientemente finalizado,  El Puerto y los portuenses no hemos tenido ningún protagonismo, no se aprovechase la condición de ser El Puerto de Santa María su ciudad natal para, al menos, hacer un guiño a la historia oficial del evento, reivindicando al personaje como algo nuestro. Y es que podemos sentirnos orgullosos de él, que es “gente del Puerto” pues dejó fama de sabio, íntegro y patriota y al decir de los que lo trataron, estaba dotado de un carácter afable y bondadoso.  De todo ello he querido dejar constancia en el 191º (¡otro capicúa!) aniversario de su muerte, ofreciendo algunas de las pinceladas menos difundidas de su biografía que lo conectan con nuestra ciudad. (Texto: Antonio Gutiérrez Ruiz. A.C. PUERTOGUÍA).

Milagos Moya y Miguel Larios, detrás de la barra de la Venta que regentan.

La Venta Miguel tiene la estructura típica de venta de carretera con decoración sencilla, abierta en marzo de 2012, frente a la segunda gasolinera que encontramos en la carretera de El Puerto a Sanlúcar, antes de la antigua fábrica de Cádiz Electrónica. El establecimiento tiene dos salones comedores, uno de ellos con barra para tapear, y una terraza. Fuera aparcamiento para coches. Miguel Larios y Milagros Moya decidieron, cuando se hicieron cargo del establecimiento, especializarse en pescados y mariscos, un mundo que conocen bien ya que Miguel ha sido pescador y también ha tenido una pescadería. Con anterioridad también habían regentado un pequeño bar en la barriada de El Juncal. La fritura mixta de pescados es una de las estrellas de la casa. Suele llevar acedías, pijotas, salmonetes, cazón, boquerones, aunque la composición depende de lo que compren fresco. En el apartado de mariscos suelen tener gambas, cigalas, langostinos de Sanlúcar y bogavantes, aunque estos es mejor encargarlos ya que siempre no están disponibles. Las tortillitas de camarones, son también otro de los platos más solicitados. Por las mañanas tienen desayunos y los días laborables menú. Se puede comer por tapas o también por raciones y platos. Tienen también algunas tartas caseras.

Una contundente realidad: las tortillitas de camarones.

Habíamos acudido a esta venta tras la alerta de varios tapatólogos sobre las tortillitas de camarones de este establecimiento y es verdad que las tortillitas de camarones están buenas, pero los inspectores del colegio disfrutaron especialmente con media ración de cazón frito, de ese que está más blanco que el vestido de una novia (antes del convite). El cazón frito güeno es difícil de encontrar. El adobo permite ser menos “estricto” con este pescado, pero cuando se presenta frito, sin aliño alguno, ahí es cuando la calidad del pescado da la cara.

Cazón frito de la Venta Miguel.

Este cazón frito de la Venta Casa Miguel destaca por la calidad de la materia prima, un cazón de esos de textura agradable. Miguel Larios, que se encarga de freirlo en la Venta Casa Miguel, sabe de que habla porque ha sido pescador y pescadero antes que cocinero en este establecimiento que regenta junto a su mujer Milagros Moya. El pescado que utilizan es fresco y habitualmente es de la lonja de El Puerto de Santa María. Llega a la mesa en color rubito escandinavo y Miguel destaca que para freirlo usa la premiada harina de El Vaporcito. El cazón se puede pedir solo, en medias o en raciones completas, o también formando parte de un frito de pescado mixto a los que el colegio le echo el ojo, sobre todo a unas huevas que iban con el plato, que pa mí que me guiñaron y tó. (Texto y fotos: Pepe Monforte).

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Manuel María Sánchez Cerdá nació el 2 de agosto de 1969, hijo de Manuel Sánchez y Sánchez ‘Zutanito’ era su seudónimo literario y Margarita Cerdá Cossi. Aficionado a la música desde pequeño por la afición familiar, es Organista, pianista, director de Coral formado en diversas capitales andaluzas. Este asesor fiscal que afina los números como si fueran corcheas, que estudió en Safa San Luis,  fue llamado a dirigir el Orfeón en Octubre del año 2001.

--Su padre, cofundador del Orfeón; Vd. en la entidad coral mas señera de El Puerto desde los 14 años. ¿el tiempo pasa como la música?. --No, la música permanece siempre; pasamos las personas, eso sí, pero queda lo bien hecho. --¿Por qué es la música un lenguaje que no todos pueden hablar pero si escuchar? --Tiene algo que ver con la calle Larga: todos paseamos alguna vez pero no todo el mundo puede vivir en ella.


Los padres de Manolo, Manuel Sánchez y Sánchez y Margarita Cerdá Cossi, en la Feria de Primavera, en el Palmar de la Victoria. Año 1962.

--Vd. fue director de la Coral Juvenil durante cuatro años, donde apuntaba maneras de conductor de masas...corales. ¿diferencias entre aquella dirección y la del Orfeón?. --La principal diferencia la notaba cuando me miro al espejo... Musicalmente, al variar las personas tenía que variar alguna vez la forma de ensayo, pero nada más. --Entre sus aficiones: la equitación y el fútbol, ¿cuándo fue la última vez que escuchó música celestial en el campo del deporte?. --En la equitación, todos los sábados; en el fútbol, el último ¡gooool! que marcó el Betis para ganar.


Manolo de organista dirigiendo la Camerata Menesteo, aparece en la imagen junto a Gloria Bollullo Carrasco,  Rosa Carrasco Vaca y Yolanda Martín-Arroyo.

--Dado que su profesión es la de Asesor Fiscal, especializado en tributos, ¿donde encuentra la convergencia entre corcheas y porcentajes? --En ambos casos no hay que desafinar nunca cuando tienes que actuar, en eso convergen. --¿Qué ha conseguido con la música que no lo haya hecho con la palabra?. --Hacer que nuestras grabaciones lleguen bien lejos. Con la palabra, como no ponga un puesto de discos...

Tras el estreno de la Salve a María de Gracia y Esperanza, con el autor de la letra, el profesor y diácono Juan A. Villarreal Panadero, Manolo, que actuó como organista y Cándido Núñez, autor de la música y ex director de la Banda de Música ‘Maestro Dueñas’. Año 2010.

--¿Como anda la cosa de sentido del humor, en casa del hijo de Zutanito, aquel célebre cronista de la vida local portuense de mediados del siglo pasado? --Son otros tiempos; hoy como no tengas sentido del cachondeo, que para mí no es lo mismo, pasas por soso. --¿Alguna de las bodegas que se quieren recalificar para viviendas sería un buen auditorio, conservatorio, espacio para la música...? --Precisamente, el teatro ha ido en una de ellas; pero a ver si alguna bota de vino que se haya quedado, no la recalifican... --¿Cuál es el sonido de El Puerto y la Bahía de Cádiz? --Mire a la Bahía donde se juntan mar y cielo: pasará por su cabeza el sonido que sea mejor para usted, ya sea de Albéniz, Falla, Camarón, la bocina del Vapor... (Texto: José María Morillo).

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Agustín Castro Merello, nacido en El Puerto de Santa María, ingresó en la orden religiosa de los Jesuitas en 1941. Gran parte de su vida religiosa y docente la realizaría en Las Palmas de Gran Canaria. Durante varias décadas fue colaborador de la edición dominical del rotativo grancanario ‘La Provincia’, publicando ensayos de diversa índole y comentarios de pastoral religiosa.

En 1981 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo, convocado por el ayuntamiento onubense de Moguer, por un trabajo dedicado al Nobel y alumno de los jesuitas de El Puerto, Juan Ramón Jiménez. También, durante su etapa como Superior en la Residencia de los Jesuitas de Huelva, fue colaborador habitual del periódico onubense ‘Odiel’. Está en posesión de otros premios de poesía a nivel nacional. Fue autor de otras publicaciones: poesías, artículo y ensayos, así como de investigación.

Superior de la Orden Jesuita en Las Palmas de Gran Canarias, ciudad de la que fue Hijo Adoptivo y en la que falleció en 2003. Allí ejerció como profesor de Literatura Española donde, todavía, es recordado por quienes fueron sus alumnos, no solo por la calidad de sus enseñanzas, sino también por la amplia dimensión humana de nuestro protagonista.

Agustín Castro Merello con su primo, Rafael Alberti Merello.

ALBERTI, COLEGIAL Y MARINERO.
En 1994, editado por la Unión Eléctrica de Canarias, publicó el libro ‘Alberti, Colegial y Marinero. Historia y Poesía’. El volumen sería presentado por la viuda del poeta, María Asunción Mateo y el colaborador de GdP, Luis Suárez Ávila, en la Fundación que lleva el nombre del poeta de la Generación del 27. Ambos primos, Rafael Alberti Merello y Agustín Castro Merello estuvieron presentes en la misma.

La investigadora Mercedes García Pazos hizo en 1995 una recensión sobre la obra a la que nos referimos, de la que destacamos: «El hilo conductor de ‘Alberti, Colegial y Marinero (Historia y Poesía)’ que se centra fundamentalmente en los años escolares de Rafael Alberti, es el colegio de San Luis Gonzaga de El Puerto. Su autor, que también ha publicado otros trabajos relacionados con la imagen personal y literaria del poeta de ‘Marinero en Tierra’, aúna en una misma personal el ser portuense, primo de Alberti, sacerdote jesuita y alumno y profesor de ese centro escolar. A través de las páginas de este libro realiza una aproximación a la historia del colegio, apoyándose en interesantes aportaciones documentales, a la vez que realiza un acercamiento biográfico al poeta mediante el que refleja el cariño albertiano por el colegio de su infancia y desvela, a su juicio, algunos errores, poetizados ya en su madurez, y conservados en la memoria de Alberti. […] Añade algunas aportaciones fundamentalmente a la historia del colegio que Rafael Alberti conoció, vivió y recordó, así como una completa recopilación literaria albertiana a la que se suman análisis e impresiones muy personales de Castro Merello».

Copa de confraternización que ofreció el Ayuntamiento a los empleados del Palacio Municipal, cuando se encontraba en la Plaza de Isaac Peral en la década de los sesenta del siglo pasado, siendo alcalde Luis Portillo Ruiz.

01.- Joaquín Picazo Gutiérrez; 02.- Manuel Gallardo; 03.- Federico Jiménez Hernández; 04.- Antonio Torres Santiago; 05.- Juan Ignacio Pérez Salas; 06.- Francisco Lara Izquierdo; 07.- Frrancisco Rábago de Celis; 08 y 10.- 2 desconocidos (sólo se les ve un poco la cabeza); 09.- Eugenia Mena; 11.- Campos; 12.- desconocido; 13.- Ana María Fernández; 14.- Díaz Vance; 15.- Juan Manuel Martín Vélez; 16.- Jerónimo Yeste Wenseslao; 17.- desconocido; 18.- Elisa Solís Muñoz Seca; 19.- Luís Almansa; 20.- Manuel García Sánchez; 21.- desconocido; 22.- desconocido; 23.- desconocido (sólo se le ve un poco la cabeza); 24.- Toto; 25.- José Luís Calderón; 26.- Miguel Gómez; 27.- Vicente Terrada; 28.- Brotón; 29.- María del Carmen García de Cos; 30.- Francisca Cerdá Cossi; 31.- Juan Melgarejo Osborne; 32.- Ana; 33.- Luís Portillo Ruiz (Alcalde de la Ciudad); 34.- Fernando Arjona Cía; 35.- José Almagro; 36.- Manuel Rebollo Laínez; 37.- Manuel Jarque Martínez “Chicharito”; 38.- Francisco Dueñas Piñero “Maestro Dueñas”; 39.- Manuel Astorga; 40.- Jesús Nogués Ropero; 41.- Francisco Sara Zampalo; 42.- Chonita Lassaleta; 43.- Luis González Dominguez “Poniqui”; 44.- Antonio Guerrero Aldana “Enero”;   45.- José Valiente Moreno; 46.- Antonio Romero Castro; 47.- José María Amosa Muriel; 48.- desconocido; 49.- José Puente García; 50.-  Francisco Martínez Montenegro; 51.- Eduardo Brea; 52.- Antonio García Terrada; 53.- Francisco Raya; 54.- Pedro Rives Ferrer; 55.- Juan Valiente Moreno; 56.- Gabriel Ullen García de Quirós. (Foto Martínez, de la colección Vicente González Lechuga, quien ha identificado a los integrantes de la misma).

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De Jefe en Telefónica a Informático de Cabecera del Ayuntamiento, este ingeniero jiennense que disfruta de la Bahía de Cádiz, afincado en El Puerto, es aficionado a los tebeos, a la caza, la hípica y el ciclismo. Y cree que los ordenadores tienen sus propios sentimientos.

Manuel Gómez Navarro, nació en Arjonilla (Jaen) el 19 de octubre de 1969, cuando el hombre había pisado ya la luna.  Estudió en el instituto Rey Alhamar (Arjona-Jaen). Obtuvo la Licenciatura en Ingeniería Informática por la Universidad de Granada en 1992, estando en posesión de un Master en Redes y Comunicaciones y otros en Dirección de TICs. Ha sido profesor asociado del Departamento de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la UCA, impartiendo asignaturas en la Escuela de Relaciones Laborales y en la Escuela de Ingeniería Informática. Dirige el Departamento de Informática y Sistemas de El Puerto Global, S.L, Empresa Tecnológica Municipal del Ayuntamiento de El Puerto de Santa María.

--Dígame D. Manuel, los informáticos ¿creen en Dios, se creen Dios o crean a Dios? --Le facilitaríamos muchísimo la labor a Dios, gestionando y automatizando sus tareas. --Y si se fuera la luz, ¿se fabricarían ordenadores a pedales? --Desarrollaríamos otra fuente de energía alternativa a las actuales, más potente y ecológica, y la distribuiríamos a través de Internet. --¿Piensa Vd. que, con la informática, se puede solucionar el problema de la pesca, el algodón, o el desinterés de un ministro por su tierra? --Los problemas de la pesca o el algodón se resolverían, pero para el desinterés de un ministro por su tierra sería necesario desarrollar un sistema con de una complejidad algorítmica exponencial, cuyo tiempo de ejecución sería infinito.

--Vd. ha trabajado en Repsol Petróleo, en Siemens, en la UCA, en Telefónica como jefazo ... ¿por qué de nuevo en la Bahía de Cádiz, en su día en Serecop, hoy El Puerto Global? --Porque la Bahía es mucha Bahía, a pesar de ciertos dirigentes políticos de la zona. --¿Vd. ha elegido El Puerto para vivir, o El Puerto le ha elegido a Vd.? --En su día El Puerto me eligió para trabajar, y luego yo le elegí..., para seguir trabajando. --¿Los informáticos son como los médicos, usan palabrotas para que nadie los entiendan? --Ni mucho menos, lo que ocurre es que las malas formas de hablar se contagian, a pesar de disponer de sistemas de seguridad y antivirus actualizados.

--¿Cómo equilibra Vd. su salud mental, después de tantas horas diarias analizando sistemas y elucubrando soluciones informáticas? --No la equilibro, ya que los informáticos después de dar una solución informática, hemos de analizar un nuevo sistema que palie los problemas de la anterior solución. --Una duda inquietante: ¿los ordenadores son capaces de llorar? --Como cualquier ‘ser vivo’, tiene sus propios sentimientos, los cuales transmite a los usuarios a través de una serie de reacciones y pantallazos inesperados. --Hágame un vaticinio de futuro en El Puerto, por la vía de la Informática ..Es necesario seguir desarrollando nuevas versiones de los productos actuales, con un interface de usuario más cómodo, ya que  de lo contrario el sistema actual se degradará en rendimiento y fiabilidad en un corto periodo de tiempo.
--Y se queda tan fresco...  (Texto: José María Morillo).

Alineación de los dos equipos: CD El Troncho: Tito, Romo, Durán, Murga, Mesa, Soriano, Miranda I, Gatica, Rojas, Rivas, Miranda II, Jesús Mamarrosca, Feria y Luini. Equipo Compacorogota: Valiñana, Romo, Benjumeda I, Benjumeda II, Rueda, Tosar, Cueva, Palomino, Albert, Rendón, Almagro, Pantoja y Tomás.

Cerca del millón de pesetas dejó el IV Trofeo de Reyes, con mucho público en las gradas de la Ciudad Deportiva Portuense se celebró el domingo 2o de diciembre de 1992 el partido de fútbol entre los equipos C.D. El Troncho y el Compacorogota, que como se puede apreciar eran formaciones de aficionados que solo vestían de corto, por una causa benéfica que sirviera para recaudar fondos para una institución y obra de beneficencia.

El motivo de aquel encuentro no fue otro que recaudar fondos para el día 6 de nero de 1993, la festividad de los Reyes Magos de Oriente, y así asomar una sonrisa de unos cuantos niños de El Puerto que sin esta ayuda, no hubieran podido -quizás- conocer, lo que es  la ilusión, en noche tan inolvidable.


El equipo arbitral estuvo compuesto por Antonio Reinado auxiliado por Mora y Reyes, acompañados en la fotografía por SSMM los Reyes Magos de 1993, Almagro, Rendón y Valimaña.

Según comentaba el menor de los Miranda, Joaquín, la recaudación estuvo cercana al milló de pesetas, dada la respuesta masiva en cuantas localidades se mandaron a los comercios y entidades sin que hubieran existido devoluciones; además, el público, a pesar de la mañana grisácea en la que se disputó el encuentro, acudió a la Ciudad Deportiva, de forma masiva.

El partido resultó bastante entretenido y, en ocasiones, vistoso, acertando más en la puntería los del equipo El Troncho, tres veces (Luis Soriano, Luini y Juan Durán) , por ninguna los del Compacorogota, que tenía entre sus filas a los Reyes Magos de 1993, Rendón, Almagro y Valimaña; el equipo del Compacorogota llegó a corear, en los prolegómenos del partido: «Nos vamos a comer el troncho».

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El seis de enero de 1993, hace 20 años, ejercían como SS. MM. los Reyes de Oriente Melchor Francisco J. Rendón Gómez, Gaspar Fosco A. Valimaña Lechuga y Baltasar Antonio Almagro Buhígas; la Estrella de Oriente fue Milagros Cuevas. Por cierto, que los Reyes ‘se regalaron’ prendas de vestir.

SS.MM los Reyes de Oriente, antes de iniciar la Cabalgata en el Castillo de San Marcos.

El año 1993 era alcalde de El Puerto el independiente Hernán Díaz Cortés. Para las elecciones generales de ese año, del censo de 46.810 electores, votaron 30.124 ciudadanos, es decir el 64,35%. Se inauguraba el Centro Cultural Municipal ‘Alfonso X el Sabio’. Se creaba la Fundación ‘Rafael Alberti’ y la empresa de desarrollo local ‘Impulsa El Puerto’. Federico Rodríguez García ‘Cote’ pregonaba el Carnaval. El 1 de agosto toreaban en el coso portuense Joselito, Enrique Ponce y Jesulín de Ubrique. La cantante Eva Santa María, publicaba su disco ‘A Buen Puerto’. El presbítero Julio Juez Ahedo celebraba sus Bodas de Plata Sacerdotales. La Torre del Yacimiento ‘Castillo de Doña Blanca’, recibía un reconocimiento especial por parte de la Junta de Andalucía. Era el año de la crisis económica en España…

Atrás quedaba la dura cabalgata del día 5, las incesantes visitas a colectivos sociales de esa noche y la mañana de tal día como hoy, y meses de intensa actividad para recaudar fondos para los niños mas necesitados.

El año 1993, que aparece iluminado en la imagen delante de la fachada del Ayuntamiento, delante de Hernán Díaz Cortés (al que SS. MM. le regalaron una pluma), que vivía sus segundos reyes como alcalde, fue el año de la anterior crisis económica. Y mientras las bombillas iluminaban el año, el portavoz de SSMM, Baltasar A. Almagro se dirigía a los niños de El Puerto.

Los Reyes de 1993, adscritos al equipo de la Compacorogota, acompañados de Cuevas y Pantoja, en el Campo de la Ciudad Deportiva, el 2o de diciembre de 1992.

El 20 de diciembre de 1992, recaudaron cerca del millón de pesetas que dejó el IV Trofeo de Reyes, disputado en la Ciudad Deportiva, disputado entre los equipos CD El Troncho y el Compacorogota CF, con el resultado CD Troncho 3, Compacorogota CF 0.

Nunca unos Reyes Magos fueron tan portuenses, o quizás si. Pero en este caso la imagen los recoge en la Tribuna del Estadio José del Cuvillo delante del escudo racinguista.

S.M. el Rey Gaspar Fosco Valimaña (ver nótula núm. 095 en GdP) posaba con el poeta Rafael Alberti, al que lo reyes ese año le llevaban, a las doce de la noche de aquel martes seis de enero, dos reproducciones en madera de coches de época y el típico roscón que el poeta agradeció reiteradamente.

Luis Suárez Ávila, colaborador de estas páginas, conocedor de la ‘otra’ profesión de Baltasar Antonio Almagro (ver nótula núm. 178 en GdP) le hizo esta singular petición que reproducimos para nuestros lectores.

La última visita de la mañana del día seis de enero de 1993 la realizaron los Reyes al asilo de ancianos que atienden en Las Banderas, las Hermanitas de los Pobres, a cuyos acogidos llevaron diferentes obsequios en lo que constituyó ‘un acto muy emotivo’. Los soberanos se mostraron gratamente sorprendidos por ‘lo bien atendidos que se encuentran los ancianos’, y por ‘el trabajo que realizan las monjas que los atienden, digno de elogio, lo mismo que la colaboración que les prestan algunos grupos de portuenses’. dijo Baltasar Antonio Almagros, parra quien uno de los momentos mas gratos de su estancia en el asilo fue el del encuentro con el cantaor José de los Reyes ‘el Negro’ (ver nótula núm. 1355 en GdP) y con Fernando Pasaje, ambos residentes en este centro asistencial y ya tristemente desasparecidos./ En la imagen de la izquierda, los Reyes Magos, durante su visita al Asilo de Ancianos, acompañando a José de los Reyes 'el Negro'.

Les sucederían al año siguiente, 1994, Melchor José Cuevas Mateo, Gaspar Juan L. Hörh Jiménez y Baltasar Joselito Escribano Ivison. La Estrella de Oriente fue Beatriz Filgueira. El acto fue en las instalaciones del Club Náutico. A la derecha de la imagen, el que fuera edil de Fiestas, Jaime Gutiérrez Perea.

157. Noche de Reyes.
500. Los Reyes Magos. Entrega de Coronas 2009/2010
518. Los Reyes Magos de El Puerto (II)
886. Los Reyes Magos de El Puerto (III)
1.251. Los Reyes Magos en El Puerto (IV)

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Jesús Torres nació en El Puerto de Santa María el 20 de diciembre de 1983, donde comenzó a actuar a los 13 años en un taller de teatro, representando ‘La Zapatera Prodigiosa’. A los 14 años entró en la compañía portuense de teatro grecolatino Balbo.
Estudió la carrera de Comunicación Audiovisual, en la Universidad de Sevilla, un año de estudios de Arte Dramático (en Sevilla), una maestría de Teatro y Artes Escénicas (en la Universidad Complutense de Madrid) y sigue estudiando un doctorado de Teatro. Realizó una tesis sobre «La técnica del actor en el Siglo de Oro».

Representando 'Las Coéforas', en 2005, en Baelo Claudia (Bolonia. Cádiz).

Comenzó su carrera teatral con la obra ‘Vacas Gordas’ de la compañía Imagina Teatro, en el papel de Michino. Con esta obra consiguió el reconocimiento como ‘mejor actor joven andaluz’ y fue seleccionado como finalista en los ‘Premios Andaluces con Futuro’. Entró en los escenarios de Madrid estrenando ‘Esperando al señor S’ en el Teatro Español de Madrid, en el personaje de Pedro. A partir de este momento, trabajó con directores tan reconocidos como José Luis Alonso de Santos y Carlos Ballesteros.

Durante la representación de 'El Aedo', monólogo sobre 'La Odisea'.

En 2009 fue docente de teatro en el Festival Juvenil Europeo de Teatro Grecolatino. En 2010 fundó su propia compañía, llamada ‘El Aedo Teatro’, con la que lleva a los escenarios monólogos que escribe y protagoniza, como ‘Yo, Lázaro’ (la historia de «El lazarillo de Tormes», ‘El Aedo’’ (monólogo sobre «La odisea») y otras muchas obras. El Aedo es una compañía de teatro especializada en el teatro clásico. Sus obras destacan por el matiz didáctico y la adaptación de los textos que llevan a escena.

Jesús Torres en 'La Vida es Sueño'.

LA VIDA ES SUEÑO: EL BULULÚ.
El pasado año 2012 protagonizó otra obra, ‘La vida es sueño’, con su compañía ‘El Aedo’, que fue nominada por el programa ‘Desencaja’ de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía a «mejor obra andaluza 2012».’ La vida es sueño: el bululú’ resucita la técnica del bululú, tan usada en los años de crisis teatral en el Siglo de Oro, en la que un solo actor, nuestro protagonista, el portuense Jesús Torres, se enfrente al reto de representar todos los personajes de la obra de Calderón. Durante más de una hora, Jesús Torres interpreta un monólogo en el que el espectador puede comprender todos y cada uno de los versos de ‘La Vida es sueño’. Torres afronta el reto de encarnar a los numerosos personajes que esta pieza teatral tiene. Lo mismo es Segismundo, que el rey Basilio, que varias mujeres.

Jesús Torres, a la izquierda, copresenta 'Desafío Ben 10', para los canales de TV Boing y Cartoon Network.

Ese mismo año consiguió el apoyo de Iberescena para coproducir ‘El tiempo está después’, en el papel de Segismundo, con la que se adentró en el teatro contemporáneo. En 2012 también protagonizó ‘Soñé que no soñabas’, con la compañía ‘Microteatro’. Para televisión ha grabado la serie histórica Un mar de libertad, y copresenta 'Desafío Ben 10', para los canales Boing y Cartoon Network.

EDGAR, ESCRITOR DE SOMBRAS.
Actualmente trabaja en el musical ‘Edgar, escritor de sombras’, del que es director y guionista, con la compañía ‘Telón Corto’, que ha visto la luz en Madrid a finales del pasado diciembre de 2012, proyecto iniciado en 2009 como tributo a los 200 años del nacimiento del escritor Edgar Allan Poe (1809-1849).

La acción se situa en 1909, cuando un matrimonio parisino viaja a América con un nuevo invento: el cinematógrafo. Se instalan en la Casa Usher, donde vivió y murió Edgar Allan Poe. Su enigmático casero, Mr. Willmot, esconde un gran secreto y una gran maldición que se conocerá tras la firma del contrato.

La dirección es de nuestro paisano Jesús Torres, que además firma el guión, la coreografía es de la también portuense Eva Rodríguez Cruz y la dirección musical es de Txema Cariñena. José F Ortuño firma la composición de este nuevo espectáculo, y David Ordinas ha compuesto el tema 'El Descenso' para el espectáculo. El vestuario es de Rosa Peralta y el maquillaje de Patricia Cazorla. La escenografía es de Alfonso Pizarro, y el musical cuenta con animación 3D de José Carreño. El sonido es de Enrico Bárbaro, iluminación de Jesús Díaz y fotografía de Jorge S. Matilla.

Jesús Torres, durante la dirección de 'Edgar, escritor de sombras'. /Foto: JS Matilla.

Alberto Comesaña, conocido por ser uno de los componentes de Amistades Peligrosas, es Mr Wilmot, Laura Toledo (La Vuelta Al Mundo de Willy Fog) Hanna, Enrique Arnaut es Vincent, Marta Malone (Cats, El Rey de Bodas) es Elisabeth, Chus Herranz (My Fair Lady, Follies) es Morella, Virginia Carmona (High School Musical, Los Miserables) es Berenice, Andrea de Pablos (Cenicienta, La Mayor Historia Jamás Contada) es Madeleine y Naim Thomas (El Rey De Bodas) hace de Edgar.

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Victor Unzueta Gabiola (Vitocho, como era conocido familiarmente) nació en 1921. De ascendencia vasca, aunque portuense por varias generaciones, era natural de El Puerto, ciudad por la que mantuvo un gran cariño toda su vida.  Su predilección por El Puerto fue tan grande, que incluso en sus últimos meses, cuando la enfermedad de alzheimer le hurtaba la memoria, recordaba con claridad y emoción el nombre de cada calle, cada rincón portuense y el lugar de residencia de las muchas amistades que tuvo.

Licenciado en Derecho por la Universidad de Sevilla, Víctor Unzueta ejerció como abogado desde 1952 con despacho propio en su casa familiar, situada en la esquina de las calles Larga y Santo Domingo, donde residió con su mujer Sofía Melgarejo Osborne y con sus hijos Amparo, Fernanda, Lupe, Víctor y Cristina, antes de trasladarse a la calle Galeote de Vistahermosa, donde también se regentó una tienda de muebles clásicos y en la actualidad tiene su despacho de Gestoría José María Martín (ver nótula núm. 1545 en GdP). Fue empleado del Ayuntamiento y de la empresa privada, así como Juez sustituto. Formó parte de las Asociaciones de Padres de Alumnos de los colegios de sus hijos, tanto de enseñanza pública como privada

Víctor Unzueta Gabiola estuvo vinculado al mar desde su juventud, llegando a ser uno de los socios fundadores del Real Club Náutico en 1948. Su hijo Epi (ver nótula núm. 906 en GdP) es un reputado navegante.

De izquierda a derecha, Elías Martín, Carlos Campoy, Victor Unzueta, José Luis Poullet, Carmen Fernández y Pitarque, visitando la lonja del pescado el 21 de abril de 1982/ Foto: Rafa. Col. V.G.L.

El Ayuntamiento le dedicó en diciembre de 2007, en la Costa Oeste, un paseo frente a la Bahía que lleva su nombre, como reconocimiento a su generosidad en un momento muy importante para la historia de El Puerto, como fue la transición política, de la que fue un destacado artífice, siendo la persona más votada en las primeras elecciones democráticas celebradas en la ciudad después de la dictadura, en 1979, cuando se presentó a la Alcaldía como cabeza de lista de UCD, aunque no fue alcalde debido al pacto político de los partidos de izquierdas (PC, PSOE y PSA).

Victor Unzueta, arriba a la derecha, durante la celebración de 10 Años de Ayuntamientos Democráticos. Concejales electos: 1979-1989 La fotografía tiene 23 años: abril de 1989. El alcalde de la Ciudad, era el socialista Juan Manuel Torres Ramírez. (ver nótula núm. 827 en GdP).

Pese a ello, aun se le recuerda por la forma de hacer política: marcada por la educación, la amabilidad y los buenos modales hacia toda la Corporación, lo que allanó el camino para el cambio democrático en la Ciudad. Falleció en la madrugada del jueves 30 de abril de 2009 de un fallo cardiaco, a los 88 años de edad.

Candidatura a concejales por UCD en 1979. (1).

Candidatura a concejales por UCD en 1979. (2).

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