Cuantas veces he visto con indiferencia a diputados recoger su acta y su cartera. Pero esta, la cartera de Noelia Vera (ver nótula núm. 2.631 en GdP), me ha emocionado especialmente. Porque comparto con ella, las calles con olor a Vino Fino, las playas con sabor a sal, el barrio con el “jartible” de la pelota, los amigos en el murito, la vecina ingresada en Frontela, mi madre recogiéndome en la estación de tren, el cartucho de pescado, los poquitos barcos que quedan en la Bajamar…
Categoría: Periodistas
2.699. La fotografía en El Puerto. Las masas tomaron el protagonismo.
En pocas décadas el medio fotográfico se convirtió en un verdadero proyecto democrático de la cultura de masas, dejando constituido al homo camera. Andando el tiempo, en el último tercio del siglo XIX, la fotografía se fue creando un rol de profundo y extenso calado social. Lo que de principio estaba en manos del establishment, se fue introduciendo con habilidad entre el gentío. Y lo que de principio estaba producido de manera individual para contemplar en la intimidad, ahora se consumía por las masas de forma pública con inusitada depredación. /En la imagen, ejemplar de la Revista portuense de 1898 donde puede verse la fachada del edificio de San Luis
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2.685. La estación de trenes vista por Juan Pando Barrero
De siempre esta Ciudad, por su situación de paso marítimo-terrestre estuvo en los mapas marcados de infinidad de nómadas con cámaras fotográficas. Ya lo hemos contado en alguna ocasión, el primero en hacerlo que se sepa hasta la fecha fue el francés Jean Laurent a finales de los sesenta del siglo XIX. En esta ocasión presentamos un grupo de imágenes de la Estación de Trenes --edificio hoy desaparecido por el nuevo proyecto arquitectónico-- tomadas en la década de los sesenta del siglo pasado por el fotógrafo madrileño Juan Miguel Pando Barrero (1915-1992).
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2.633. Pepe Ferrer. Periodista. Embajador del Vino de Jerez en la Gastronomía.
El Consejo Regulador del Jerez ha creado la figura, en la persona del conocido periodista gastronómico Pepe Ferrer, del embajador en la gastronomía. Su labor será acercar a los restaurantes, también a los de la provincia, los jereces para que los tengan en sus cartas y también formar al personal para que sepa recomendarlos
No existe nada igual en España, aunque si algunas marcas de champán francés o algunas de güisqui escocés tienen una figura parecida, un “embajador” que se dedica a difundir las bondades de sus productos. Pero la figura creada por el Consejo Regulador del Jerez, el embajador del Jerez para la gastronomía, es novedosa ya que es una institución y no una marca concreta la que lo apadrina. /Foto: Pepe Ferrer en un autorretrato.
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2.631. Noelia Vera Ruiz-Herrera. Candidata de Podemos por la provincia de Cádiz y Directora de Contenidos del Secretario General de Podemos, Pablo Iglesias.
Noelia Vera Ruiz-Herrera es una portuense nacida el 27 de octubre de 1985 --tiene 30 años-- licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, Master en Agencias por la Universidad Juan Carlos I, Directora de Contenidos del Secretario General de Podemos, Pablo Iglesias. Es cabeza de lista por la provincia de Cádiz de dicho partido político para las elecciones generales del 20N y ha sido corresponsal de la agencia Efe en Buenos Aires, redactora cultural en Telemadrid y responsable del contenido web de CNN, además de cooperante en Latinoamérica.
2.629. Javier Alonso Osborne. Publica ‘Anécdotas del corazón’, recuerdos y exclusivas sobre celebrities de la prensa rosa
El nuevo libro del periodista porteño Javier Alonso Osborne (ver nótula núm. 778 en GdP) no es un ensayo, ni unas memorias, sino una serie de amenos recuerdos sobre personajes del mundo del corazón que el autor tuvo ocasión de conocer desde su privilegiada posición como director y subdirector de las revistas Diez Minutos y ¡HOLA! Unas semblanzas de la mano de un autor que siempre se ha caracterizado por su elegancia, tanto literaria como personal y profesional.
El autor recuerda hechos y personajes ligados a nuestra memoria individual y colectiva; una memoria que, en cierta manera, también constituye un retrato de esa España que pasó del blanco y negro de la dictadura franquista al color y la libertad de la apertura democrática.
2.446. RINCONES PORTEÑOS DE MADRID.
Madrid tiene calles y barrios muy conocidos. Por ejemplo, la Gran Vía, con sus imponentes teatros con musicales y espectáculos; la Plaza de Callao, con sus impresionantes luminosos, en un intento de fabricar un Times Square a la madrileña; el barrio de La Latina, con sus bares de pinchos y restaurantes legendarios de la capital como Casa Lucio y sus huevos rotos; o la calle Serrano y sus sofisticadas boutiques de marcas de lujo, donde apuestas señoras y señoritas de alto pedigrí madrileño se pasean los sábados por la mañana luciendo modelitos. Estos son algunos de los rincones más conocidos de Madrid, aquellos que salen en las guías turísticas, los blogs de viajes y, por supuesto, en los “selfies” de aquellos que visitan la ciudad.
Sin embargo, Madrid en ocasiones guarda algunos secretos. Uno de ellos se encuentra en el Barrio de Canillas. Un pequeño homenaje a los portuenses que vivimos en Madrid, ya que en este barrio residencial se ubica la calle “Puerto de Santa María” (que incluyera el determinante “El” delante era ya mucho pedir). En nuestra calle hay varios chalets y un pequeño parque infantil. No es gran cosa, pero he de reconocer que al verlo uno se siente orgulloso.
De todas formas, también estamos representados en el propio centro de la ciudad, junto a la Puerta de Alcalá, con la calle Pedro Muñoz Seca, escritor y autor de teatro portuense conocido en toda España por sus comedias. Otro escritor de la tierra, Rafael Alberti, también cuenta con su avenida en la capital, esta vez muy cercana al histórico barrio de Vallecas.
Pero, además de calles, Madrid también esconde grandes tesoros portuenses. Uno de los más destacables es el primer mapamundi completo, elaborado por Juan de la Cosa en El Puerto en el año 1500. El mapa es la primera representación inequívoca del continente americano más antigua conservada. En El Puerto lo podemos contemplar en un deteriorado monumento junto al Castillo de San Marcos, pero este ejemplar es una réplica. Incluso la lámina que el señor Alcalde tiene en su despacho también es una reproducción. El auténtico se encuentra en el Museo Naval de Madrid, junto al Palacio de Cibeles, en el espacio central de una de las salas más transitadas del Museo.
Seguiremos recopilando rincones y tesoros portuenses que tenemos en Madrid. Animo a los portuenses que visitan la ciudad que se acerquen a visitarlos, aunque sea después de haber visto el Rey León, hacerse una foto con el oso y el madroño o haberse comido un bocadillo de calamares en la Plaza Mayor. Orgullo de ser portuense, allá dónde vayamos. /Texto: José Antonio Ortega Romero.
Más información: El Puerto, en las calles de España.
2.413. FRANCISCO PÉREZ PASTOR. Último adiós de la Revista Portuense.
Francisco Pérez Pastor nos dejaba e Madrid el miércoles 13 de enero de 1988, a primera hora de la tarde, el tiempo y el espacio dejaron de tener sentido para él, porque estaba penetrando serenamente en lo eterno y en lo ilimitado.
El Puerto de Santa María, desde hace muchos años atrás, tuvo en él una especie de embajador oficioso en la Villa y Corte. Muchos son también los portuenses que saben de su actividad receptiva , de su consejo amistoso, de su gestión eficaz, en tantas y tantas entrevistas mantenidas en su despacho de la Sociedad de Autores o en su propio domicilio de Fernando el Católico, ineludiblemente rematads con unas amigables copas de vino de su tierra.
El Puerto, siempre latente en el corazón de Paco Pérez Pastor. Una ciudad y un entorno permanentemente sentidos con él con cariños de hijo fiel y sensibilidades de fino escritor. Sin lejanías, sin nostalgias, porque sus visitas eran frecuentes y su vivencia continúa. Se añora lo que no se tiene; y él no podía añorar a El Puerto, porque El Puerto siempre estaba con él.
Desde mucho tiempo atrás. Desde su infancia asomada a los azules de la Bahía. Desde su juventud con inquietudes intelectuales, en que por tradición familiar y propia vocación periodística participara tan activamente en la publicación de esda doble hojilla diaria que se llamaba la “Revista Portuense”.
Casi medio siglo de información local, desde los penúltimos años del siglo XIX hasta el año 1939. Un periódico breve, sencillo, coridal; para una ciudad cordial, sencilla y breve, como era El Puerto de por entonces. Luis y Dionisio Pérez Gutiérrez (ver nótula núm. 812 en GdP) lo habían traído al mundo, y una nueva generación --Luis y Paco Pérez Pastor-- recogió la antorcha de la continuidad.
La fotografía tiene 108 años. En ella aparece la redacción de la Revista Portuense, sentados de izquierda a derecha: Mariano López Muñoz, andalucista y socio fundador de Racing Club Portuense; Luís Pérez Gutiérrez, propietario de la publicación; Manolo Soto, Javier Caballero, Antonio Peñasco y de pie junto a éste, el comediógrafo Pedro Muñoz Seca. /La foto es del año 1907 y pertenece a la Colección Pérez Pastor.
Cuando, por las circunstancias que el paso del tiempo trae consigo, hubo de cerrar sus puertas la Imprenta Pérez Pastor, hogar y taller de la entrañable publicación, todo un tesoro de datos, anécdotas y curiosidades locales de la vida del Puerto de Santa María, permanecía reunido en treinta o cuarenta grandes tomos alineados en una vieja estantería en las penumbras de la ya desaparecida imprenta: la colección completa única e insustituible de la Revista Portuense. Francisco Pérez Pastor tuvo el gesto noble y generoso de donarla al Ayuntamiento de su pueblo. De sus manos la recibí, para depositarlas en la Casa de la Cultura, y hoy forma parte del Archivo Municipal.
Cuando Paco se nos fue, callada, serenamente, sin la oportunidad de una despedida cuando su vida cerrada dejó atrás la triple cosecha de su familia, de su trabajo y de su amor por El Puerto, parecía como si las páginas amarillentas de la Revista Portuense nos dijeran su adiós definitivo, el adiós que Paco Pérez no nos pudo decir. /Texto: Manuel Martínez Alfonso.
2.400. PEPE MONFORTE ARIZA. El colaborador de Gente del Puerto, nuevo fichaje en Diario de Cádiz.
Pepe Monforte Ariza colaborador gastronómico de Gente del Puerto empieza a colaborar desde hoy con un artículo de opinión semanal bajo el epígrafe 'Cateto a babor'. Los sábados tendrá una sección en la que contará novedades del mundo hostelero y gastronómico. También el fin de semana, escribirá un perfil de un personaje gaditano conocido
El periodista gaditano Pepe Monforte entra en la nómina de colaboradores de Diario de Cádiz. A partir de hoy, el que es un referente indiscutible en el mundo de la información gastronómica de la provincia comienza a escribir en estas páginas. Y lo hace con un artículo, que tendrá periodicidad semanal, en la sección de Opinión, bajo el epígrafe 'Cateto a babor'. Pero la labor de Monforte se extenderá a más ámbitos de la información, siempre tratada desde su original y particular punto de vista. Así, entre otras, los sábados tendrá una sección en la que contará novedades del mundo hostelero y gastronómico de la provincia, un terreno en el que se ha ganado prestigio de pionero y, a su desenfada forma, líder de opinión. También durante el fin de semana, Monforte escribirá un perfil de un personaje gaditano conocido o que reúne los suficientes méritos para serlo.
Pepe Monforte nació en Cádiz hace 49 años y ha desarrolado una larga labor periodística. Empezó su carrera en la emisora gaditana de la Cadena Ser, en los tiempos en los que la dirigía Rafael Plaza. Posteriormente, pasó a formar parte de la plantilla de Diario de Cádiz, donde desarrolló su trabajo en la sección de información Local. Su labor en las páginas del Diario del Carnaval fue premiada en más de una ocasión, y se puede decir que revolucionó la manera de contar las crónicas del Concurso de Agrupaciones. Tras dejar el periódico fundó junto a su hermana Lola la empresa La Alacena, de venta de productos gastronómicos de la provincia por correo y posteriormente por internet. En 2006 puso en marcha la revista gastronómica digital Cosas de Comé. Ha sido también colaborador del periódico La Voz de Cádiz.
Su primer artículo 'Yo confieso' aquí de la serie Cateto a babor.
2.377. ADRIÁN MORILLO. Expone ‘Jondo’ en el Campus de Jerez.
El portuense Adrián Morillo expone desde ayer y hasta el 6 de marzo en el Campus de la Universidad de Cádiz en Jerez, su exposición de fotografías en blanco y negro ‘Jondo’ alrededor del flamenco en la provincia de Cádiz que ha estado desarrollando durante los últimos años. Durante el acto estuvo arropado por flamencos, compañeros de profesión, amigos y familia y donde ofreció un recital de los que mueven entrañas el cantaor José Carpio ‘el Mijita’, acompañado a la sonanta por Domingo ‘Rubichi’. Se degustaron vinos de El Puerto de bodegas Obregón y los asistentes recibieron una cuidada copia del catálogo de la exposición. Reproducimos el texto que sobre la exposición y Adrián ha escrito Juan Jesús Torres Jurado.
Yo no soy de esta tierra,
ni conozco a nadie,
de esta tierra yo no soy.
Seguiriya de Jerez.
Adrián momentos después de inaugurar la Muestra. /Foto: M.M.
A cada verónica, temple. Si existe un rebato de la tierra, éste debe ser previo. No vive el apego a la cal de las paredes ni al canto de las chicharras, preexiste el blanco y el tedio. Nadie vuelve en la flama de agosto, tampoco nadie marcha. Sólo el compás del tiempo que no sucede, el eterno ritmo entre el calor y el mustio, es capaz de diluir el sol abrasador en la calma necesaria. Templar es armonizar, sonar la nota precisa, afinar, mitigar, serenar la sacudida de una bestia sangrante, retorcida, totémica. Hallarse en un lugar u otro es un lance, una suerte para eludir la embestida; en cada giro, en cada huella sobre el albero, el fin es alcanzar las profundidades, la jondura. Como el bailaor que ama la soledad, el caminante marca el ritmo de vuelta, una sinfonía de pasos en la que el tiempo sólo toma sentido cuando se refiere a la experiencia. El que torna para descifrar se debe a una pulsión vital de colmar todos los ámbitos, de atravesarlos. El que vuelve para saber se derrama ante nuestro ritmo, ese que otros, desconocidos, se afanan en explicar sin entender. Volver es convertirse en una figura multisensible, un actor deleuziano que aprende a ser transversal para discernir, ahora sí, que en Andalucía las vergüenzas se exculpan en la noche, en el abismo de un lenguaje proteico, en el estoque final. El golpe definitivo; un bofetón de acervo y mito, doloroso, anterior a cualquier atisbo de discursos pedantes, de tendencias dudosas. El que regresa sólo entiende el todo por el todo, verdad, esperpéntica y exagerada, pero verdad. Adrián emprendió el camino de vuelta con temple, el mismo que hace del artista un hechicero.
Carpio y Rubichi, durante el recital realizado en la Sala de Exposiciones. /Foto: M.M.
No hay origen anterior al gesto. La jondura nace del cante jondo, del baile jondo, nunca antes. Los vestigios, las señales supervivientes que aún pululan en cada esquina, en plazas, en tablaos, es memoria indescifrada que pervive a través de muecas. Son restos que surgen en la profundidad del instante, del deseo. Ombra Phantasmogorica. Cuando Adrián Morillo volvió a su lugar de origen llevaba una cámara de fotos. En la búsqueda de su venir a ser le atrajo lo deforme, la desmesura del rito, el figurín de un torero aficionado bajo una bandera falangista. Con él, con su cuadrilla, empezó su retorno, consciente de que la eternidad es reescrita al instante, a cada mohín, en la imagen fijada que vuelve una y otra vez. Despojado de recelos, se mezcló en los ambientes fundadores de las presunciones. Cara a cara con el precario arte del toreo rural, cerril y agorero, desvió su atención al carnaval y su máxima proeza, la creación de comunidades unidas por solera. Adrián se diluyó en Andalucía de noche, a través de la madrugada del lenguaje, en gestos. Con el fin de entender su apego a la soledad supo que el tiempo es un rizoma, una tolvanera sin extremos, y se adentró en él, en la cadencia de la destreza vital. Atrapado en el torbellino presencial quiso llegar a las profundidades de lo esotérico; reconoció en las siguiriyas un rujo animal, en las soleas el retiro del alma. Desasido, vislumbró en la jondura del baile el poder atávico de un pueblo, el calado de una valentonada. En el cante jondo, el redicho sólo escruta ruidos y formas sin son; ni ve ni entiende. En su regreso, Adrián sentía los remates.
Un aspecto de la inauguración. /Foto: M.M.
Jondo es el último estadio de un retorno al empiece. Fotografías en blanco y negro de alto contraste que hablan de soledad, de oraciones internas, de instantes irrepetibles succionados. Hay aquí una sima fotográfica más allá de la apariencia formal y tiene que ver con el infundio. La fotografía es, en cualquier caso, una decisión más o menos honesta; la vemos de lejos, reconocemos lo captado, pero al mismo tiempo nos obliga a acercarnos, a penetrar en los hechos que han quedado limitados, a fisgonear. Es la misma actitud que muestra nuestro fotógrafo, que no pretende desgranar los secretos de un arte ancestral sino escoger aquellos momentos que le sirven para construir una autobiografía latente. No es casual, por tanto, la posición de un artista que maneja los códigos fílmicos, consciente de que vivimos en una época consecuencia del celuloide, esto es, la vida a escala pantalla. Adrián hace que la jondura sea fotografía porque percibe que sólo a través de la farsa se pueden alcanzar cotas mayores de conocimiento; conocedor del eterno retorno de la imagen fijada, sabe que cuando Georges Bataille habló de instante privilegiado se refirió a ese instante en el que aparece la profundidad.
Una de las fotografías expuestas en el Campus de Jerez. /Foto: Adrián Morillo.
Un aspecto de la sala. /Foto: M.M.
Jondura y fotografía, por tanto, para lograr un entendimiento de su propia existencia, de saber leer el terreno del que beben sus raíces. Las fotografías de Adrián se centran en el delicado equilibrio entre ese instante y su sencilla apariencia en la realidad. Ahí, en ese lugar intermedio, es donde ocurre el acontecimiento, o lo que es lo mismo, lo puro expresado entre lo que nos sucede y lo que nos acecha. Adrián capta en Jondo un designio de nuestra contemporaneidad, la conjetura arqueológica personal en el disloque, el remate, la dialéctica, el conflicto entre cuerpos, como una danza.
El flamencólogo Pepe Marín, en el centro, durante la copa posterior de Fino Obregón que se ofreció a los asistentes. /Foto: M.M.
Se baila para estar unidos, rito de varios. La coreografía promueve el roce, el deseo. Unido al comportamiento humano, se baila para celebrar, para instaurar tradición. Cada paso es una supervivencia, la del bailarín y la del caminante. Adrián, en su reintegro, quiso fijar sus pasos y a través de fantasmas llegó a la soleá. Por la soledad, por medio de la soledad, a causa de la soledad; la soleá es el lugar de la soledad. Las referencias biográficas no se velan, cada elección esconde una forma de ser; la fotografía por su propio signo es falsedad y su designación remite a ella. Adrián quiso llegar a las profundidades, a la hondura, sin trampear, a través de actos de pura verdad y se transfiguró en un bailaor, que a diferencia del bailarín, lidia con su soledad. Adrián fotografió para ser solo y múltiple al mismo tiempo, para vibrar entre el espacio superficial y la jondura, porque fotografiar, en definitiva, es rizoma. Por ello, el trabajo de Adrián ha virado a un registro cotidiano, lo que él llama Fotodiario, un fotografiar pese a todo, como el bailaor vetusto y agotado que baila porque se resigna al presente. Como torear, como bailar, fotografiar es buscar el centro candente, el lugar del conflicto. En la jondura, en lo más recóndito, es donde el enfrentamiento y el movimiento se convierte en perfil. A través de Jondo, Adrián supo configurar el suyo, encontrar su sitio. /Texto: Juan Jesús Torres Jurado.
Ver vídeo de la Muestra, gentileza de El Puerto Actualidad, obra de Miguel Ángel Peragón.
2.309. ANTONIO FEMENÍA MÁIQUEZ. Paradigma del pluriempleo: Archivero, Bibliotecario y Periodista.
José Antonio Femenía Máiquez, es uno de esos personajes autodidactas, muy conocido en nuestra Ciudad, mientras estuvo entre nosotros. Muy pocos sabíamos que se llamaba José Antonio pues siempre respondió a su segundo nombre, Antonio. Había nacido el quince de agosto del año 1.917. /La fotografía de la izquierda, de Rafa, está tomada en 1978
1917.
Un año trágico especialmente para Europa pues estábamos sufriendo la Gran Guerra de la que España quedó al margen, aunque sufríamos conflictos sociales un día sí y otro también. En el mes de su nacimiento, la UGT convoca un paro ferroviario que sería la antesala de la primera Huelga General. El papá Benedicto XV había hecho un llamamiento a los países en conflicto para que depusieran las armas y renunciaran a las anexiones y en Rusia se estaba preparando la revolución que dos meses más tardes acabaría con el régimen de los zares.
En agosto de 1917 era alcalde de El Puerto, Manuel Ruiz-Calderón Paz. Ese año, Rafael Alberti se traslada a Madrid con su familia, donde abandona el bachillerato por la pintura, que ejerce una gran influencia en su obra. Se traslada a Madrid Francisco Anglada Gallardo, fundador de la fábrica portuense de automóviles Anglada. La Cruz Roja organiza la Fiesta de la Poesíal,con con beneficios humanitarios, en El Puerto. Pedro Muñoz Seca estrena la obra de teatrp ‘El Rayo’, escrita en colaboración con Juan López Núñez
Publicidad de 'coñac' Terry en ABC de Madrid, en 1917.
Nace en la calle Santa Lucía el bailaor flamenco José Luis S. Rodríguez y el corredor de comercio Fernando Monguió Becher. Nace en Bronchales (Teruel) el periodista de presna, radio y televisión, así como guionista y director de cine, Clemente Pamplona Blasco, director de Farmacia de Guardia, fallecido en El Puerto en 2001, padre y abuelo de las actrices Amparo y Laura Pamplona.
LA FAMILIA.
En este contexto histórico nació Antonio, el mayor de tres hermanos, junto a Juan y Manuel, fruto del matrimonio entre Carmen Máiquez López y Manuel Femenía García. Su padre era tonelero y cuentan que vivió algún tiempo en Chiclana, pero su memoria se perdía porque era muy pequeño. Al ser de una familia de condición humilde, estuvo muy poco tiempo en la escuela, pero le quedó de ella un profundo amor por la lectura y el conocimiento. Entre sus aficiones favoritas figuraba la filatelia. En los años cincuenta, contrajo matrimonio con Francisca Albaiceta Núñez con la que tuvo tres hijas: María del Carmen, María José y Francisca
Antonio Femenía y Francisca Albaiceta, en septiembre de 1950, en la fotografía oficial de la boda. /Foto: Paco.
PRISIONERO DE GUERRA.
Cuando no había cumplido los dieciocho años, fue movilizado por el denominado bando ‘nacional’ y enviado al frente. Allí coincidió con su paisano y amigo Manolo
Gallardo, siendo hecho prisionero. Contaban ambos amigos sus batallitas y entre la más sobresaliente estaba la fuga del campo de prisionero. Ambos, heridos, llegaron hasta Francia donde una enfermera, según contaban, guapísima, les curó las heridas hasta que la policía gala, una vez recuperados, los envió a España a la zona ‘nacional’ donde estuvieron hasta el final de la guerra.
EL MUNDO DEL TRABAJO.
A su regreso a El Puerto, ejerció varios oficios, --era una persona muy laboriosa—ejerciendo el pluriempleo. Fue cobrador de los recibos de la compañía de electricidad y de Seguros Santa Lucia cuando se pagaban en el domicilio de los asegurados. Ayudó a su amigo Luis, sirviendo copas en el Bar Playa "Rempujo", (ver nótula núm. 1.610 en GdP) y consiguió una plaza de auxiliar de archivo en el Ayuntamiento donde trabajó hasta su jubilación en 1982.
Antonio Femenía en la antigua Biblioteca Municipal, sita en Plaza de Isaac Peral el 15.01.1950 con el Jefe del Servicio Luis Fernández Sanz Méndez y un investigador desconocido. /Foto de Emilio Rasero
Antonio, por aquel entonces, era muy conocido en la ciudad, especialmente por los usuarios que visitaban la biblioteca porque era el encargado del Servicio de Préstamos de la Biblioteca Pública y de la Sala de Lectura. Siempre tuvo palabras de elogio para su jefe, Luis Fernández, el bibliotecario titular al que, según contaba, fue para él, un verdadero maestro.
José Antonio Femenía Máiquez en la Antigua Biblioteca Municipal, sita en Plaza de Isaac Peral el 23.06.1972 con el investigador Juan de la Lastra Terry y Ana María Fernandez Sánz, funcionaria Municipal. /Foto Rafa.
Acceso a la Biblioteca Pública, en la planta superior de la entrada lateral al Ayuntamiento, en cuya planta baja se encontraba la Policía Nacional. /Foto: Archivo Municipal.
Además de la biblioteca, también atendía el Archivo Municipal, lo que le despertó un gran interés por la historia colaborando con Hipólito Sancho de Sopranis (ver nótula núm. 780 en GdP), Juan de la Lastra y Terry, el profesor Manuel Martinez Alfonso (ver nótula núm. 1.051 en GdP) y con todos los estudiosos e investigadores que acudían al Archivo en busca de información.
CORRESPONSAL DE DIARIO DE CÁDIZ.
Como el salario de funcionario era bastante corto, se vio obligado a buscarse la vida con otros oficios. Así le llegó la propuesta de Diario de Cádiz para ejercer la corresponsalía en nuestra Ciudad, que aceptó ejerciéndola entre finales de los sesenta y el año 1.986 cuando sufrió un ictus que lo dejó incapacitado hasta que falleció el uno de septiembre de 1.990.
Antonio Femenía con su inseparable amigo y compañero en Diario de Cádiz, el fotógrafo Rafa, y su cuñado Antonio Reyes Castañeda, patrón de pesca, durante una celebración familiar.
De su etapa como corresponsal hay un abundante testimonio en la hemeroteca de Diario de Cádiz. En su época de periodista, siempre se veía junto a su compañero y amigo, Rafael Pérez González, ‘Rafa’ el fotógrafo (ver nótula núm. 1.781 en GdP), recogiendo todos los acontecimientos de la vida local. Diariamente mandaba sus crónicas escritas en el último Vapor de la tarde, siendo el conocido Pepe Fernández Sanjuan, Pepe ‘el del Vapor’ (ver nótula núm. 1.026 en GdP), su mejor colaborador
Con Rafael Morro Velázquez, entonces corresponsal de Radio Jerez en El Puerto, en las instalaciones del Club El Buzo el 27 de noviembre de 1970. /Foto: Rafa..
Las noticias de última hora también circulaban por medio del teléfono. Diario de Cádiz ubicado entonces en la gaditana calle Ceballos, era una empresa familiar dirigida por Emilio de la Cruz Hermosilla, Augusto Delkader o Luis Alberto Balbontín (ver nótula num. 096 Gente de Cádiz) como redactor jefe. También estaban otros periodistas como Higinio Sainz, Enrique Márquez, Paco Perea, Pérez Sauci y el porteño Agustín Merello del Cuvillo (ver nótula núm. 262 GdP). Otros colaboradores de El Puerto que mandaban sus artículos eran Luis Suárez Ávila (ver nótula núm. 128 GdP), Alfredo Botello Reyes (ver nótula núm. 1.170 GdP), Juan Ignacio Varela Gilabert (ver nótula núm. 1.047 en GdP) y otras plumas ilustres del ámbito local.
En la imagen, entrevistando a Antonio Álvarez Herrera, el día de su toma de posesión como alcalde de El Puerto, el 19 de abril de 1979/ Foto: Rafa.
Femenía no sólo ejercía la labor informativa, era un hombre multidisciplinar, sino que también tuvo a su cargo la recepción de esquelas y diversas publicaciones publicitarias, directamente o mediante agencias..
Recibiendo una placa de agradecimiento de las peñas flamencas, por la difusión dada a este mundo en Diario de Cádiz. De izquierda a derecha Pepe Arjona, Femenía, José Matiola 'El Mono', presidente de la Peña Flamenca 'El Chumi' y el guardia Torrriguera, el 16 de abril de 1983. /Foto: Rafa.
AMIGOS.
Muy amigo del pintor Juan Lara izquierdo, con quien pasaba algunos fines de semana en la casa que el pintor de la luz tenía en Benamahoma. Por mediación del portuense Enrique Galán, a la sazón director de la Banda Municipal de la vecina Villa de Rota, ayudó a organizar el Archivo Municipal de dicha población limítrofe con la nuestra. Era un todo terreno, hombre abierto, fiel y leal.
2.288. FITO CARRETO. Nacional 502.
En el restaurante situado en la calle Los Moros, ‘El Arriate’, se pudo disfrutar del saber hacer de Fito Carreto, con su exposición ‘Nacional 502’.
Fotografía de Mauri Buhigas.
Una muestra de fotografías firmadas por Fito Carreto, fotoperiodista portuense con una dilatada experiencia en prensa y una gran pasión por su trabajo, que le hace estar en continua acción, intercambio y aprendizaje. De ahí que ‘Nacional 50? sea una colección abierta, en constante movimiento, a la que se van incorporando fotografías a medida que su autor capta nuevas instantáneas, relacionadas con la Nacional IV. “Comencé en 2001. Hubo algo que me llamó la atención en la carretera que une El Puerto con Sevilla y quise hacer algo inspirado en la Ruta 66 americana. Lo llamé ‘Nacional 50?, porque me encanta la estética de esos años”. Unos años difíciles, pero con una riqueza visual y una fuerza en sus personajes que el fotógrafo portuense echa en falta en el mundo globalizado. “Son personajes felices, del mundo del circo, de los toros, camareros… Y con mucha personalidad. Ahora todo el mundo viste de la misma forma, la globalización e Internet han neutralizados las personas diferentes”.
La ultramodernidad aporta ventajas, como comodidades, rapidez… pero también mina la idiosincrasia y el encanto de muchos edificios, lugares y personas. Y esa es la reivindicación que Fito Carreto hace con esta muestra, en la que también hay varias piezas de ‘Mozos y espadas’, o lo que es lo mismo, la trastienda de los toros. En el plano técnico, todas las fotografías son en blanco y negro, tomadas con una cámara analógica Leica, con objetivo de 28, con la misma película. Su autor las ha revelado y posteriormente digitalizado.
No es la primera vez que Fito Carreto expone su trabajo. Ha estado en el Metro de Madrid, en Sevilla con el grupo al que pertenece ‘Cobertura Foto’, en Málaga, en diversos puntos de la provincia de Cádiz y en la sala CAI de El Puerto, entre otros puntos. “Ha sido mi primera vez en El Arriate, y me ha encantado la experiencia. Sobre todo, la forma en que Mauri Buhigas ha colocado las fotos, el entorno, el trato de David y Eva… Y la gente que se ha interesado por las fotos. He recibido muchas llamadas, más de lo habitual en otras exposiciones”.
Fito Carreto lleva 28 años publicando sus fotografías en el Diario de Cádiz. “Ha sido mi escuela, mi universidad y mi trabajo’. Ha vivido momentos muy distintos en el mundo de la prensa: desde cuándo tenía que revelar él mismo las fotos que saldrían impresas al día siguiente, hasta el mundo de la edición digital en el ordenador y la publicación de periódicos en Internet.
“Al principio me lo tomé con mucha ilusión y confiaba en que funcionara. Pero me llevé una gran decepción cuando me di cuenta de que Internet estaba destruyendo el periodismo y a todos sus profesionales. No se puede hacer un trabajo para después regalarlo en Internet. Algunos están ganando más, pero la inmensa mayoría se está quedando sin trabajo. Y si ya antes nuestro gremio estaba en crisis, con esto ha llegado el toque de gracia” /Texto: Pete.
2.284. LUIS ALBERTO BALBONTÍN. Y las grúas del muelle de El Puerto.
El ínclito Luis Alberto Balbontín Márquez (ver nótula núm. 096 en Gente de Cádiz), quien ocupaba la dirección del decano de la prensa andaluza en 1973, el Diario de Cádiz, hacía referencia en su sección local de 'Cádiz al Día, a una buena noticia para El Puerto, para el muelle de El Puerto, en contraposición con el de Cádiz, que iba a mejorar notablemente la actividad de carga de las instalaciones portuenses. La noticia era publicada el 7 de junio de 1973. Eran otro tiempos ...
“Es mas que normal que en una zona tan ligada al mar nos tengamos que ocupar, con frecuencia, a todo lo referente al tráfico portuario. Hace unos días comentamos sobre la Memoria del Puerto de Cádiz, y recordarán que nos referíamos a algo tan fudamental como es la antigüedad de las grúas que aquí funcionan. Hace mucho tiempo que se anunció oficialmente la llegada de otras modernas. Gestiones de todo tipo; viajes a Madrid a todos los niveles, presentación del problema a cuantas personalidades nacionales que por aquí desfilaron y ya ven ustedes el resultado. Nada de nada. No podemos comprender las razones máxime cuando el actual director general de Puerto fue ingeniero director del de Cádiz. /En la imagen de la izquierda, Luis Alberto Balbontín.
Las grúas instaladas en La Otra Banda. En la margen derecha, una abigarrada flota de barcos pesqueros. /Foto: Rafa.
Contrasta este trato con la noticia que nos llega de que en plazo de días serán colocadas en la zona portuaria de Puerto de Santa María, cuatro modernas grúas de 9 toneladas cada una, lo que facilitará una enormidad el tráfico, especialemnte de chapas, importante en esta zona. Entendemos, y nos alegra, el florecimiento portuense y el hecho de haber pasado de 40 o 50 mil toneladas a 190.000, el estar logrando un comercio importante --próximamente un notable cargamento de automóvil--, pero esto no puede quitar el que sigamos lamentándonos de que el puerto de Cádiz no reciba también un trato también acorde con su importancia y con todo ese aumento que nos reflejaban las estadísticas de la mencionada Memoria. ¿que pasa con las grúas de Cádiz?
2.275. JOSÉ MORILLO LEÓN. El Estudio de Radio Puerto lleva el nombre del locutor.
El alcalde de la ciudad, Alfonso Candón, presidía anoche el acto de colocación de una placa con el nombre de José Morillo León del estudio de la emisora municipal Radio Puerto, en la fachada del centro cultural Alfonso X El Sabio. Con la presencia de la familia de Pepe Morillo (hijos, nietos, bisnietos y sobrinos) el popular locutor de la antigua emisora Radio Puerto, fallecido en 1992, veía así reconocida su trayectoria con la rotulación de estos estudios a su nombre.
De izquierda a derecha, Raul Capdevila, presidente de El Puerto Global; Alfonso Candón, alcalde de la Ciudad, María Isabel Morillo que habló en representación de la familia y Julio Otero, Coordinador de Contenidos de Radio Puerto.
Durante el acto, habló en nombre de la familia su hija mas pequeña, María Isabel Morillo Sánchez, quien dijo que: “Nuestro padre nos ha reunido esta noche para recordarnos que allá por el año 1954, emprendió la aventura de la Radio: Radio Puerto. Radio, teatro, poesía, un largo etcétera de inquietudes y aficiones que lo hicieron ser una persona comprometida con El Puerto y la cultura de la época. Ese compromiso, le hizo transmitir unos valores que son los mismos que él nos traía a casa y que, junto con nuestra madre, nos inculcó. Esos mismos valores que a nosotros nos inspiran en el día día. Entendemos que esos valores a los que hacía referencia, son reconocidos hoy, aquí, con el descubrimiento de la placa que da nombre a los Estudios de Radio Puerto, ‘Estudio José Morillo León’, Pepe Morillo”.
Manolo Morillo, Fernando Durán e Isabel Morillo, durante el programa matinal dedicado al locutor en el Estudio de Radio Puerto que desde anoche lleva el nombre de José Morillo León.
Previamente, durante la mañana del día de ayer se emitió desde la emisora municipal un programa especial dedicado a su memoria en el que participaron sus hijos mayor y menor, Manolo e Isabel, al que luego se incorporó José María, conducido por Fernando Durán en el que intervinieron telefónicamente sus compañeras de antena Hortensia Renedo y Juana Salas, así como su amigo, el veterano profesor del Instituto Laboral, ya jubilado, Ventura Lozano Moreno.
No sería este el primer homenaje que recibe en la Ciudad José Lucas Morillo León. Ya en 1999 la comisión de Gobierno municipal acordó dedicarle una plaza en la confluencia entre las calles Postigo y San Juan, una zona que no obstante, al no estar todavía rehabilitada como espacio público, no se ha podido rotular, a pesar del tiempo transcurrido desde la dedicatoria, que incluso aparece recogida desde hace años en los callejeros oficiales del Ayuntamiento.
También en el año 2000 se instauró el premio nacional de Periodismo 'José Morillo León', que fue patrocinado por Unicaja, y en cuya recuperación se está ya trabajando, según anunció el alcalde, Alfonso Candón, durante el acto, señalando que es "un honor" haber podido dar a los estudios de la emisora municipal el nombre de una persona que fue un ejemplo por sus valores y principios, por lo que felicitó a toda su familia.
Placa descubierta en el exterior del Centro Alfonso X El Sabio.
José Morillo León nació en la calle Santa María el 18 de octubre de 1921. En 1926 perdió a su padre y en 1932 a su madre, quedando huérfano a la edad de 11 años, pasando a estudiar en los Salesianos de Cádiz. Allí aprendió a tocar el clarinete, la batería y otros instrumentos musicales, pero donde realmente se distinguió fue en su afición por la poesía y el teatro, preámbulo éste de lo que iba a ser toda una vida, pues en el mundo del teatro destacó con un grupo de aficionados locales a lo largo de tres décadas. Su vida laboral pasó por los oficios de impresor, oficinista de la Seguridad Social, y por todos los puestos de oficina en la que fue Caja de Ahorros de Cádiz, hoy Unicaja, entidad en la que ingresó como cajero y se jubiló como delegado.
Sus cualidades oratorias descubrieron en Pepe Morillo una innata preparación para el micrófono, y pasó a ser en 1954 el primer locutor de Radio Puerto, emisora del Instituto Laboral.
Tras descubrir la placa, la familia posando con el alcalde, Alfonso Candón. /Foto: Pedro Payan.
Pepe Morillo capitaneaba desde los micrófonos de la emisora cuantas iniciativas de interés social necesitaban de la solidaridad de los portuenses. Su otra gran afición, el teatro, encontró suficiente espacio en el día a día de la emisora: con la limitación de medios propia de la época, se representaron infinidad de comedias y sainetes de autores locales y andaluces. Agustín Merello, Fernando Gago, Sanchito Sancho, Ortiz o los Renedo eran actores fijos en una plantilla de aficionados a los que Morillo supo ilusionar, tal y como él lo estaba, de forma altruista por y para el esparcimiento y la cultura de El Puerto. /Texto: Teresa Almendros.
Más de Pepe Morillo en Gente del Puerto.
Nótula núm. 336. Primer Locutor de Radio Puerto. Emisora del Instituto Laboral.
2.267. ESPAÑA EN TANGER
¡Qué gran paradoja!Un periódico que se crea para enaltecer al ejército vencedor y al régimen franquista, se convierte en referente para los republicanos andaluces españoles.
Desde muy niño leía ESPAÑA de Tánger en El Puerto de Santa María, como periódico de la tarde, debido al transporte marítimo, primero hasta Algeciras y luego su distribución provincial.
Por entonces, hablo de los primeros años sesenta, lo compraba mi vecino de abajo, una persona cultísima, natural de Badajoz, donde había sido desposeído de su titulación de ingeniero, aunque jamás me lo dijo, sí supe por mi padre que era un represaliado que había pagado cautiverio tras la cruenta contienda civil, condenado a trabajos forzados, construyendo presas y esclusas desde Jaén hasta Sanlúcar y, muchos años después, que lo habían obligado a casarse con una mujer a quien no quería y que ésta, falangista y de muy mal carácter, dependía según informase, su vuelta a prisión. ¡Por supuesto no tenían hijos!
Rafael se llamaba este hombre, desterrado a 200 kilómetros de radio de Badajoz, donde fue oficial republicano, desempeñando un durísimo trabajo de carga y descarga en la boca de los hornos de la fábrica de vidrios VIPA, S.A.
En Cádiz y su provincia se leía el Diario de Cádiz y su Departamento, La Hoja del Lunes para el descanso y en Jerez, el periódico Ayer y también La Hoja del Lunes de Jerez. El Puerto de Santa María sólo tenía un rotativo semanal de 4 páginas, denominado CRUZADOS, que ya su propio nombre indicaba perfectamente su ideología. Hubo un intento fallido a finales de los 60 con un proyecto editorial, sufragado entre todos para un periódico semanal a cuatro tintas de 16 páginas, de excelente tirada y mejores redactores. A cuatro tintas y 7 columnas, lo comprábamos todos a pesar que los sectores reaccionarios se negaban a incluir publicidad en él, desde el momento que se descubrió que no era afín al régimen aunque explícitamente no se decía, esta aventura duró casi tres años. Era tierno comprobar como las mujeres de camino al mercado paraban por la Librería Cortés porque la otra de un tal Jiménez se negaba a venderlo. Las ediciones se agotaban y se podía seguir saliendo a la calle, pero la mano del régimen franquista era larga y se inventaron un escándalo y su director fue desterrado también: ¡Cosas de ese período de nuestra historia reciente tan cruel con los vencidos! Tan cruel, que ni siquiera ahora nos dejan recuperar a nuestros muertos a pesar de que muchos de ellos ya han sido localizados por las cunetas españolas en fosas comunas: ¡España!
La lectura del periódico tangerino (no toda), nos llegaba como brisa fresca africana de libertad. Aprendimos en él a leer entre líneas y a comprender tanto lo que no se decía, como a desconfíar de todo aquello que se resaltaba.
Guardo un grato recuerdo de ese periódico que me pasaba un ingeniero republicano degradado a peón y a esclavo de una mala mujer. Siempre me preguntaba qué me había gustado más y cuando no acertaba, me miraba con sonrisa dulce para comentarme: ¿no se te ha olvidado nada, vuelve a leerlo que hoy sí merece la pena pagar su precio? Nunca nos lo cobró.
No tengo que decir por lo escatólogico, cual era el destino final de estos periódicos que leíamos con fruición todos en la casa, así como que siempre don Rafael, el ingeniero republicano extremeño, nos doblaba cuidadosamente y era mi misión, un niño con 7 años, pasarlo a mi familia también republicana y represaliada, en la persona de mi abuelo paterno, que permaneció en el terrible Penal de El Puerto, desde el 19 de julio de 1936 hasta abril de 1953, naciendo yo en mayo del mismo año y falleciendo él pocos meses después.
A propósito de esto que he escrito, me evoca la letra de la terrible carcelera, género flamenco que al parecer nace en este penal.
¿Adonde va ese barquito
que cruza la mar serena
unos dicen que Almería
y otro que si a Cartagena?
Carcelero, carcelero
tú has tenío la culpita
que pase la noche en vela.
Mejor prefiero estar muerto
que preso pa toa la vía
en este penal de El Puerto.
Puerto de...
Puerto de Santa María.
Afectuosamente,
Texto: Jesús María Serrano
2.239. ADRIAN MORILLO GONZÁLEZ. Los comienzos en la fotografía.
Adrián Morillo. /Foto: Vanessa di Gregori.
La formación principal de Adrián Morillo González (El Puerto de Santa María, 1986), ha sido en Comunicación Audiovisual, en las Universidades Juan Carlos I y en la Complutense, ambas de Madrid. Se especializó en Cine y sobre todo en Cine Documental. Durante los años que estuvo estudiando hizo algunos cortometrajes documentales con algunos amigos, donde hacía de cámara, editaba… Estaba muy centrado en el Vídeo y el Cine, donde llegó a trabajar en alguna película comercial: Miel de Naranjas (2012), Libertador (2013).
La fotografía no le interesaba especialmente, llegó a ella por accidente. Fue viendo el blog Gente y Habitantes de El Puerto, cuando dio con una imagen de Francisco Rodríguez Mateo, 'El Pajarito' (nótula 365 en Gente del Puerto), que le impactó bastante y gracias a la cual empezó a trabajar la fotografía.
“--La mirada del torero, los compañeros que tenía, la bandera franquista de fondo… Tenía un punto cómico-trágico-esperpéntico que me dejó como poco sorprendido. Sobre todo teniendo en cuenta que la fotografía solo tenía 3 o 4 años. Estuve varios días pensando en esta fotografía hasta que decidí que sería una buena idea hacer un trabajo documental acerca del torero y sus compañeros. No sabía realmente casi nada de él pero estaba seguro que la aventura merecería la pena”. Tomó esta decisión a comienzos de verano de 2011.
Por diversas razones, el grupo con el que desarrollaba documentales se disolvió, por lo que se vió en una situación difícil para desarrollar él solo un documental. Pensó entonces que tal vez no sería mala idea realizarlo mediante fotografías. “--Aunque tenía experiencia como cámara, en lo que realmente me había especializado era en edición de vídeo, por lo que el proyecto se me planteaba como un reto”. Decidió comprar entonces una cámara analógica (Nikon FM2), hacerse con un objetivo 50mm y un buen número de carretes. “--Ya que me planteaba un nuevo reto, quería tener límites en el número de disparos del carrete para obligarme a pensar qué era lo que quería captar, no estar probando sin tener claro qué quería, algo a lo que invitan a veces las cámaras digitales”.
En aquel entonces Adrián vivía en Madrid. Ya con el equipo se plantó en su ciudad natal: El Puerto de Santa María, conoció al torero de la fotografía, apodado “El Pajarito”, así como a otras figuras de la zona. “--Fui con ellos a ver distintas corridas de toros, salimos de fiesta… Me sumergí de lleno en el ambiente taurino, un mundo que hasta entonces me era completamente desconocido”.
El Bimbo, portada de la Exposición 'Toreros de Provincias. Ritos y Nostalgias'.
Y prosigue: “--Al final del verano volví a Madrid con muchos carretes. Los revelé, empecé a ver todos los fallos que había cometido y a darme cuenta lo difícil que es crear una serie fotográfica que tenga cierta coherencia. Con todo, muchos meses después, finalicé el trabajo Toreros de provincias, Rito y Nostalgia (nótula 2o11 en Gente del Puerto), proyecto final de un Master en Arte, Creación e Investigación que estaba realizando en la Universidad Complutense. Ese trabajo me permitió conseguir una beca para estudiar en la escuela de fotografía MadPhoto”.
La experiencia vivida con los toreros, tanto realizando las fotografías como después dándoles forma, le enseñó mucho sobre fotografía. Descubrió que era un medio que daba mucha más libertad que el Cine, que hacía más sencilla la conexión con quienes trabajaba y, sobre todo, “--Que podía transmitir de una forma que hasta entonces desconocía ciertos sentimientos y sensaciones. Por lo tanto decidí seguir trabajando con la fotografía”. Luego vendría el Flamenco con Jondo, pero esa es otra historia. /Texto: Juanjo Villalba.
2.178. EL MUSEO DEL PRADO SE ABRE PARA EL FOTÓGRAFO ALBERTO SHCOMMER.
Los retratos de Alberto Schommer (Vitoria, 1928) llevan detrás un proceso de reflexión que tiene más que ver con la pintura que con Instagram. No hay disparos casuales, ni siquiera instantes decisivos.
Alberto Schommer.
Ayer, flanqueado entre 18 fotografías suyas y 13 cuadros de otros, que se desafían de pared a pared en el Museo del Prado, Schommer se reveló suavemente contra el signo de los tiempos: “Una fotografía no puede hacerse banalmente”. Se sabe, como poco, desde los retratos psicológicos que realizó en Abc y El País.
En su serie sobre la Transición desplegó una sabiduría multidisciplinar y una osadía propia de los tiempos de la movida: retrató al cardenal Tarancón levitando agarrado a un crucifijo, a Suárez con un interrogante sobreimpreso en la frente y al poeta José Hierro como un imán de libélulas y mariposas. Ayer, en el marco de PhotoEspaña, inauguró Máscaras, una exposición, pequeña y singular, en el Prado, midiendo sus retratos con los de Goya o Ribera, en un diálogo que demuestra que la complejidad de sus imágenes le emparenta con la introspección de la pintura.
El poeta Rafael Alberti visto por Schommer.
El fotógrafo es también un maestro de la luz, la llave maestra que le permitió despojar a sus modelos de la mirada: “El primer retrato que hice así fue el de Alberti, aunque no era mi intención. He hecho infinidad de retratos, pero las máscaras son una forma única de que tengan una gran fuerza interior”. Las máscaras obligan a detenerse en rasgos que suelen ser relegados por la intensidad de los ojos. La colección fotográfica, con sus seres desprovistos de mirada (oculta por juegos de iluminación), tiene algo de antología griega. Y aunque no haya ojos que escudriñar abunda la información. Cela, con sus cuencas oscuras, parece tan malhumorado como lo que fue. El músico Luis de Pablo se convierte en un trovador medieval ciego. De Chillida sobresale la mandíbula, sólida y contundente como sus esculturas.
Aranguren, la boca algo entreabierta, es un hombre perplejo. Frente a ellos, tan contemporáneos aunque todos, excepto tres, hayan fallecido, se asoman otros hombres que destacaron en las artes y la cultura mucho antes de que se inventara la fotografía: Luis de Góngora, Diego Hurtado de Mendoza, Alonso Cano y acaso el propio Velázquez en un Retrato de un hombre. /A la izquierda José Luis L. Aranguren, visto por Schommer.
Era un sueño de Schommer. Exponer en el Prado. Lo verbalizó el mismo día que le concedieron el Premio Nacional de Fotografía 2013, que conlleva la organización de una muestra del galardonado por parte de Cultura. Un deseo de Schommer que tuvo hada madrina: Miguel Zugaza, el director del Prado, que pensó en juntar a unos (óleos) y otros (imágenes) para hacerlos debatir más que para retarse. Y si alguien mira al artista Mariano Fortuny, en su autorretrato de 1947, y al escultor Pablo Serrano, fotografiado en 1985, solo podría pensar en un hermanamiento artístico y casi biológico. “La serie de Schommer nos permite reconocer una manera de hacer retratos, que se desarrolló en la pintura y que tiene un precedente en los bustos romanos”, señaló Zugaza, que ve la muestra casi “como un ramal” de las obras del Greco que se exponen a pocos metros.
Los 13 cuadros muestran a artistas y creadores, al igual que las 18 imágenes de Schommer. Solo hay una mujer: la galerista Juana Mordó, retratada en 1985. Unos y otros son sobrios, preparados para realzar la información que transmiten los rostros. Zugaza descartó a pintores extranjeros para la composición. Hay un sesgo austero que se puede rastrear en el retrato español, ya sea de Velázquez, Goya o Luis de Morales. Un fondo negro que puede llegar a invisibilizar las ropas, algo que también ocurre en la imagen de Antonio Saura. Juntos en la sala hacen más evidente las carencias, en opinión de Zugaza: “Este cara a cara nos permite reconstruir algo que en la cultura latina no se produce con la misma confianza que en la anglosajona. En esos países se ha creado una National Portrait Gallery, mientras que en España falta esa gran institución”. /Texto: Teresa Constenla.
2.151. EL CORAZÓN DE LOS DÍAS. Nuevo libro de Francisco Lambea.
Hoy jueves a las 20:30 horas se presenta el libro El corazón de los días de Francisco Lambea Bornay publicado por el Grupo Editorial Sial Pigmalión, en la Fundación Rafael Alberti que correrá a cargo del periodista Pedro Payán e intervendrán, precediendo al poeta, el editor, Basilio Rodríguez Cañada y el escritor Luis García Gil.
Paco Lambea (ver nótula núm. 124 en Gente del Puerto) es licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. Periodista de amplia trayectoria, actualmente en la televisión 8 El Puerto y colaborador en “Diario de Cádiz”. Este libro, que el autor convierte en un homenaje a su padre, constituye el cuarto en su trayectoria tras los poemarios Meditación de tu nombre, Estampas familiares y Densidad del labio.
Lambea nos describe en su poemario cómo “Llega un momento de la vida/ en que la muerte decide/ nombrarte adulto”, y admite emprender una búsqueda que a veces siente infructuosa, toda vez que […] es tu mundo aquél/ donde las sombras son blancas”. El poeta experimenta los naturales sentimientos que inspira una pérdida tan dolorosa, y los refleja con versos de conmovedora sencillez (“Es difícil ver el cielo/ igual de azul tras tu muerte”) y mensaje hondísimo (“Somos el tiempo/ que contigo fuimos”).
El escritor traza una obra tremendamente personal, en la que se recogen momentos significativos de la biografía de su padre y, en cuanto a la relación con él, del propio autor, consciente, como señala en el pórtico que precede a los versos, de que “La muerte de una persona amada abre una herida que nunca se cierra”, sabedor también de que, mientras llega esa otra existencia en la que cree, necesaria para que el mundo no sea tan injusto, hay que “tejer con las palabras esa corporeidad que se nos niega”.
2.092. PATRICIA GARCÍA PY. Co autora del libro ‘La Mesa del Pecado’.
Soy Patricia García Py una de las autoras del libro ‘La Mesa del Pecado’ que acaba de publicar la editorial Larousse, y que se pone a la venta esta semana. Una gaditana de El Puerto de Santa María, que después de dejar allí parte de mi corazón --aunque siempre regreso y paso las temporadas de vacaciones en casa de mi familia en El Puerto--, me fui a estudiar la carrera a Escocia, a viajar después por el mundo y a trabajar durante 5 años en los países más remotos… Asia, África, Latino América… Hasta que en Sitges, encontré al amor de mi vida y junto a él formé mi preciosa familia con los tres soletes que iluminan nuestra vida y donde hemos vivido hasta que ahora, por motivos de trabajo, nos hemos trasladado a la preciosa ciudad de La Coruña, desde donde sigo escribiendo mi blog ‘Sabores y Momentos’ para compartir mis recetas y mi día a día. Desde Octubre 2012 colaboro en la revista digital ’Cuquin Magazine Food & Photography’, lo que me permite estar rodeada de fantásticos compañeros con los que aprendo y me enriquezco, así como con la revista digital de recetas y fotos gastronómicas ‘Food&Photo digital magazine’.
LA MESA DEL PECADO.
Con el lema ‘Pecando sabe mejor’, ocho gastroblogueros, entre los que se encuentra nuestra paisana, que nos invitan a pecar hasta en la mesa, con este original libro.
«La mesa del pecado» es una sugestiva combinación de cocina y fotografía ideada por un conjunto de blogueros que se han propuesto agitar nuestros sentidos e incitarnos a caer en todas las tentaciones posibles. Con los siete pecados capitales como hilo conductor, cada uno de ellos presenta otras tantas recetas, sencillas algunas, suculentas todas. Un llamamiento a pecar sin remordimientos, aunque también se reserve un hueco al final para que las virtudes compensen tanto frenesí.
¿Se puede cocinar con ira? ¿A qué sabe la avaricia? ¿Cómo es un plato lujurioso? ¿Y uno repleto de envidia? ¿Qué comer cuando te puede la pereza? ¿Que plato asociaríamos a la envidia? ¿Y la soberbia que receta nos sugiere? ¿Y la gula, como se interpreta en una receta?...
Los siete pecados capitales son el hilo conductor del libro, la propuesta elaborada por siete de los principales protagonistas de la actual blogosfera gastronómica. Y como contraste, las siete virtudes (la castidad, la templanza, la generosidad, la diligencia, la paciencia, la caridad y la humildad), ínterpretadas por un octavo protagonista, que elabora sus recetas como contrapunto (o penitencia) a los pecados. Todas las respuestas están en «La mesa del pecado», un libro tan original como práctico. Cada receta se acompaña de una sugerencia de maridaje.
En el blog ‘Hoy del día’ le preguntan a nuestra protagonista que se considera: ¿Bloguera, cocinera, fotógrafa, comunicadora? ¿Qué es lo que mejor te define? «--Quizás un poco de fotógrafa, algo más de bloguera, un bastante de cocinera de casa (como me gusta a mi llamarme) y un muchísimo de comunicadora, jajajaj!! Es lo que más me gusta, trasmitir comunicar, expresar lo que siento, ya sea con mis palabras, mis recetas o mis fotos. Como buena gaditana, me gusta preparar el pescaíto frito!!! No lo puedo remediar, me encanta jaja!! La verdad es que lo preparo de muchas maneras, al horno, a la plancha, en guiso, en sopa… pero que no me quiten mi bandeja de pescaíto frito, boquerones, calamares, chocos, pescadillas… es que la tierra tira!»
La Capilla de la Universidad de Aberdeen, en Escocia, donde estudió la carrera.
MUNDO LABORAL.
Patricia es licenciada en Dirección y Administración de Empresas, Economía de la Empresa por la Universidad de Aberdeen (Escocia), donde estudió entre 1991 y 1995.
A partir de 1996 y hasta el año 2000 fue directora de equipos internacionales de AFA Press Internacional, de esta importante agencia de comunicación y prensa internacional. Visitó diferentes países por su trabajo en el último año: Filipinas, Macao (China), Sudáfrica, Tanzania, Turquía, Finlandia, Portugal, Rusia, República Dominicana, Croacia, Kenia, Israel, Egipto, Chipre y Yugoslavia. Durante los cuatro primeros años realizó reportajes en Indonesia (Partes I & II) para el USA Today (con base en Yakarta, 12 meses); Eslovaquia para el Paris Match (con base en Bratislava, 4 meses); Macao (China) para US News & World Report (estancia 4 meses); Hong Kong para US News & World Report (estancia 6 meses); Mozambique para Handelsblatt (con base en Maputo, 6 meses); Puerto Rico para US News & World Report (con base en S. Juan, 5 meses); Uruguay para US News & World Report (con base en Montevideo, 5 meses); Malaysia para el Frankfurter Allgemeine Zeitung (con base en K.L., 6 meses).
Luego cambió radicalmente su profesión, y empezó a adentrarse en el mundo de la gastronomía, pero desde la óptica empresarial, como Directora de Expansión Internacional de la franquicia ‘Tabernas Lizarrán’, durante 2001 y 2002. Desde enero de 2012 es la editora de ‘Sabores y Momentos’.