Hoy se cumplen 21 años del fallecimiento de nuestro padre, José Lucas Morillo León. (Nótula núm. 336 en GdP). In memoriam.
Todavía olía a chamusquina cuando en junio de 1988 Agustín Merello dio la orden de salida a Enrique Alcina, Antonio Bueno, Diego Mora y José Ignacio Buhígas como primeros redactores del Diario con Delegación propia en El Puerto. Fito Carreto empezó a maravillarnos con sus insólitas instantáneas convertidas en obras de arte, y Pedro Ríos nos tenía al día rabioso sobre la vida y milagros del Rácing Club Portuense.
Esta primera redacción de la Delegación de Diario de Cádiz en nuestra ciudad, empezó a recorrer las calles de El Puerto con el olor a requemado que aún perduraba en los alrededores de la esquina de calle Luna, San Bartolomé y La Placilla. Ya habían pasado cuatro años pero el tufo a cisco de las vigas, de los palcos, plateas y butacas del Teatro Principal no se esfumaba tan fácilmente de las pituitarias de los portuenses. /En la imagen, el Teatro Principal, solo fachada, tras el incendio.
Estos redactores descubrieron que la versión oficial de ese incendio que tuvo lugar el 24 de febrero de 1984 no tenía nada que ver con la versión que les contaron los vecinos que habitaban las casas aledañas al Teatro. (Ver nótula núm. 937 en GdP). Ese día, una futura actriz que estudiaba 3º de EGB aprendió de sus mayores la palabra adrede. Ni los porros ni los porretas incendiaron el Teatro.
Los bomberos, actuando desde La Placilla. (Foto: Pedro Lara. Colección Manolo Morillo).
Tres explosiones con intervalos de cinco minutos cada una dieron buena cuenta de un edificio “sencillo, cómodo, elegante, proporcionado al vecindario, en el mejor sitio de la población y preparado para las estaciones más rigurosas” que levantó en su día Críspulo Martínez en un terreno desamortizado a los jesuitas denominado Trabajadero de la Compañía a mediados del siglo XIX. Pero esa es otra historia.
El Teatro Principal, en la década de los cuarenta del siglo pasado. /Colección V.G.L.
Curiosamente la vida del Teatro sin teatro como actividad cultural en un edificio cerrado, ha ido transcurriendo paralelamente a las vicisitudes diarias de estos veinticinco años que ahora rememoramos. La desaparición de uno ha convivido en el tiempo con la aparición de la redacción periodística porteña, y ésta a ayudado en la medida que un medio informativo puede hacer –sirviendo como altavoz a los que reclamábamos un nuevo Teatro- para que veintitrés años después de la desaparición del Principal El Puerto de Santa María inaugurara un coliseo/auditorio en octubre del año 2007. Pelín lentos los porteños en restaurar o construir nuevas dotaciones e infraestructuras culturales, pero ya sabemos que el hecho cultural siempre va a la zaga de cualquier formación política sea del color que sea, y casi siempre suele salir muy mal parado en la cosa de los dineros.
El Teatro Municipal 'Pedro Muñoz Seca'. Fachada.
Teatro Muñoz Seca. Interior.
Dicho esto, no podemos obviar que el teatro nació de la necesidad que una comunidad siente de expresarse a sí misma, y desde esta aserción, durante este periodo de tiempo los grupos aficionados de teatro han tratado de ocupar y de soslayar la ausencia de un coliseo actuando en salones de actos de colegios, gimnasios, calles, salas de exposiciones… allá en donde se les ocurría y/o les dejaban.
En estos 25 años grupos como Bellas Artes, TEJA, Jaramago, Piesplanos, Fierabrás, Hamaca, Tesón, Trovadores, Duende Teatro, Balbo (con anterioridad Histrión, Baco y Antinoe) Olvido Producciones, El Carromato… han ocupado -y algunos lo siguen haciendo desde la óptica profesional- un papel sumamente importante que la perspectiva del tiempo sabrá agradecerles; ellos con su entusiasmo inquebrantable han sabido mantener encendida la llama del teatro hasta nuestro días.
La Compañía Olvido Teatro, compartiendo risas junto a un espectador de lujo, el prestigioso director de cine, José Luis García Sánchez.
No se trata de destacar a ninguno porque todos en su conjunto y desde distintas perspectivas sobre el hecho teatral en sí mismo, han sido el verdadero motor que ha empujado tanto a los aficionados como a la Administración local a que El Puerto se siga acordando que las primeras expresiones del hombre fueron teatro. Desde el teatro muñozsequiano a la comedia y la tragedia griega. Desde el teatro de calle a la alta comedia. Desde el teatro de denuncia social al teatro para el público infantil.
Pero fue el grupo Piesplanos que nació como continuidad de los talleres municipales de teatro, concretamente del Instituto Muñoz Seca, siendo monitor del taller Pascual Varo -quien siguió luego como director del grupo- el impulsor y fundador del Colectivo Teatral Portuense, una asociación de los grupos de teatro de El Puerto con la que se pretendía, no solo potenciar y fomentar el teatro en la ciudad, sino ayudar a la formación de los miembros de los diferentes grupos, para lo que se organizaron diferentes encuentros, como Café y Teatro, una tertulia que en cada ocasión se invitaba a una persona relevante dentro del mundillo teatral, y por los que pasaron Manuel Pérez Casaux, Pepe Bablé, Paco Algora y el profesor de teatro argentino Franklin Caicedo, entre otros.
“La Cena de los Generales” original de José Luis Alonso de Santos, representada en 2007 en el ‘Teatro Muñoz Seca’, con el desaparecido actor Sancho Gracia en el papel protagonista.
El CTP (Colectivo Teatral Portuense) estaba formado por siete grupos de teatro que en esa época existían en El Puerto y, entre sus reivindicaciones, la más significativa era la de que se construyera un teatro para la ciudad, motivo por el cual se organizaban encuentros y concentraciones cada 27 de marzo con motivo del Día Mundial del Teatro.
José Sacristán, el pasado mayo de 2013, interpretando en el Muñoz Seca 'Yo soy don Quijote de la Mancha'.
Traíamos a colación hace poco en una de las entregas de la columna de opinión El alambique que en el año 1983 nació una tímida y experimental Muestra de Teatro Escolar que acababa de cumplir los treinta años. Y decíamos también que como en la vida de cualquier hijo de vecino la Muestra ha disfrutado de las luces de los tiempos mejores, y está sufriendo entre sus bambalinas las sombras de los tiempos no tan mejores. Esta apuesta municipal necesita imperiosamente alicientes novedosos que le den un nuevo impulso para perpetuarse en el tiempo. Treinta años son muchos años para que no haya apenas cambios, y no parece sea oro todo lo que reluce, aunque se valore el trabajo que vienen realizando los monitores con tan poco tiempo de escuela. Así y todo, indicábamos igualmente que no deberíamos obviar nunca que la austeridad no tiene por qué estar reñida mal que bien con la calidad de lo que se hace.
El Enfermo Imaginario, por El Carromato.
De esta Muestra de Teatro Escolar y de los grupos cantera de antaño y actuales como Balbo Teatro y Duende Teatro, han salido verdaderas vocaciones teatrales y una ingente cantidad de buenos aficionados al teatro incluso cuando carecíamos de él. Montse Torrent, Joaquín Perles, Juanjo Macías, Juan García Larrondo, Esther Pumar, José Pecho, Ana Peregrina, Jesús Torres, Eva Rodríguez, Mónica Yuste, Joaco Arjona, Ignacio Glez Verano, Germán Arjona, Carol Delgado, Juan Lorca…; además de actores y actrices han salido, dramaturgos, productores, creadores de contenidos y gestores culturales, maquinistas, iluminadores, espacio sonoro… todo un lujo para un núcleo poblacional cercano a los noventa mil habitantes.
El Puerto es una ciudad con una afición y cultura teatral muy por encima de la media habitual, más teniendo en cuenta el tamaño de la medida a la que nos referimos, es decir, en comparación con capitales de provincia o poblaciones de un mayor calado cultural labrado a través de los años. No es sólo que existe una programación teatral de calidad con producciones de primerísima línea y grandes formatos, sino que viene siendo una programación estable desde otoño a primavera, a la que responde un público muy fiel que prácticamente llena en cada sesión el auditorio-teatro Muñoz Seca desde que abrió sus puertas. Estos aficionados se han ido educando a lo largo de los años convirtiéndose en un público entendido, que diferencia matices que quizá otro tipo de público no es capaz de valorar, y que reparte méritos (y deméritos) entre autor y puesta en escena, dirección y trabajo actoral, ritmo y sensibilidad.
En este último cuarto de siglo ha surgido el Festival de Teatro de Comedias. La apuesta de un concejal, Juan Gómez, con uno de los considerados mejores dramaturgos españoles, José Luis Alonso de Santos, arrancaba mezclando compañías profesionales con el grupo Balbo Teatro y con el Grupo de Teatro de Bellas Artes. Una apuesta que ha ido creciendo con el tiempo y que ha mantenido el respaldo del público aunque últimamente los problemas económicos se están dejando sentir en su programación. De alguna manera el turismo cultural del verano portuense pasa necesariamente por acudir al patio porticado de San Luis Gonzaga para disfrutar de una noche veraniega viendo un teatro comercial, plagado de caras televisivas al que determinado sector de público gusta ver de cerca.
Presentación de los libretos con Sancho Gracia y José Luis Alonso de Santos, en el Teatro Muñoz Seca.
También es un lujo la colección de textos teatrales emprendida por Diario de Cádiz. ¡Ojalá pueda seguir! Más que la guinda del pastel es el envoltorio, la caja en la que se exhibe el regalo. La presentación de los libretos con los actores o directores, la coqueta maquetación, las ilustraciones, todo, es una idea genial que abre el apetito para el ritual de la noche en el escenario y el patio de butacas. Un valor añadido incalculable. Gran encuentro con las entrañas de lo que se representa, imprescindible en el punto que ha alcanzado El Puerto como nivel de afición teatral.
Quizá uno de los puntos negros en este tiempo es haber perdido la Muestra de Teatro Andaluz del mes de noviembre. Una lamentable pérdida por la que había que haber luchado más. Era la oportunidad de acceder en casa a las primicias andaluzas de cada temporada.
Grupo Balbo
A día de hoy existen seis grupos de teatro en El Puerto, dos profesionales: El Carromato, con una magnífica y exitosa trayectoria en teatro de calle, y Olvido Producciones, especialistas en alta comedia dirigidos por el premio nacional de teatro José Luis Alonso de Santos. Y cuatro amateur: Balbo Teatro, el más longevo y auténtico referente del Teatro Clásico a nivel nacional; Duende Teatro, con representaciones de prestigio muy vinculadas al compromiso social y cada vez más reconocidas en los ambientes teatrales; Grupo Tesón, compuesto de actores y actrices con muchísima afición a los que hay que agradecer el enorme esfuerzo que realizan cada vez que se suben a un escenario, y Trovadores, de muy reciente creación, cuyos componentes son jóvenes actores y actrices estudiantes de la Universidad de Cádiz.
Duende Teatro.
Es muy difícil sintetizar el trabajo de Paco Teja, de Emilio Flor, de Pascual y Adrián Varo, de Antonio Ocaña, de Enrique Miranda padre e hijo, de Manolo Barba, de José Manuel Pecho y Paco Crespo, de Pepe Ojeda, de Enrique Atalaya, de Maleni Rosso, de Federico Arjona, de Manolo Albert, de Lola Teja, de José Antonio Andrades, de Milagros Arena, de Pepe Sevilla, de Antonio Noriega, de Juan Villarreal, de Antonio Sánchez, y de tantos y tantas más… ellos/ellas y nosotros saben/sabemos muy bien lo que han hecho y lo que siguen haciendo por el TEATRO en El Puerto. /Texto: Manolo Morillo