Rafael Delgado Sánchez, apodado artísticamente “Rafael El Gitano”, nació en El Puerto de Santa María el 2 de abril de 1927 y se marchó con los que no vuelven el 3 de mayo de 2000, a los setenta y tres años de edad, en la Ciudad en la que por primera vez vio la luz. Pertenecía a una familia muy conocida en El Puerto cuyos patriarcas eran Juan Delgado Rodríguez y Carlota Sánchez Serrano, apodada “La Estraperlista”.
El estraperlo se convirtió en una actividad bastante generalizada en los años de la posguerra. Mujeres con cargas familiares y viudas se dedicaban a esta ocupación, con los riegos de ser multadas, procesadas, e incluso encarceladas, pero había que sacar a los hijos adelante en aquellos años de decadencias y miserias, después de una guerra en la que perdieron los más débiles e indefensos. Siento una gran admiración por estas mujeres luchadoras, que en contra los temporales que les presenta la vida, sortean los momentos adversos que les toca vivir.
Fueron seis hermanos, de los que conocí a Ginés, futbolista del Victoria y creo que también de El Portuense. Por cierto, fue un buen defensa. Sus hermanos Pedro y Juan, conocidos también como “Perico” y “Chuliqui”, respectivamente, trabajaron en la otra banda como portuarios, ambos bailaban, siendo Juan el más conocido. José era otro de los hermanos varones que trabajaba en una calería. Sus hermanas se llamaban Encarna y Carmeluchi. Vivieron en una de las dos casonas grandes de la plaza del Polvorista.
En la imagen, Carlota Sánchez Serrano y Ginés Delgado Sánchez, madre y hermano de nuestro protagonista.
Hoy en día aún existen muchos aficionados al flamenco que conocieron a Rafael, porque he tenido el placer de hablar con todos ellos, buscando información sobre su baile y sus actuaciones. Voy a mencionar a algunos muy conocidos: Luis Gatica, Manolo Suárez (El bailaor), Paco Duque, Salvador Cortés, Julio Flores, Paco Navarro y Luis Suárez, entre otros. Todos residen en nuestra ciudad y el de menos edad pasa de los setenta años.
Rafael fue un estupendo bailaor, su academia fue la calle, así como los bares, ventas y ventorrillos de los alrededores de su ciudad. Yo no he tenido el placer de verlo bailar, pero sí he tenido muchos amigos del cante y del baile que le vieron y le conocieron. Manolo Suárez decía que bailaba por fiesta muy bien, tenia un portentoso movimiento de manos y brazos y que actuó con muchos bailaores de su época nacidos en El Puerto, como fueron: Manolo Ansonini, Fernando Gatica, Manolo Barrera o El Soldao, cuyo nombre era Manuel Rodríguez Barrera, y Palomito. Todos ellos contaban con el sello del baile autóctono del Puerto.
Mi compadre Luis Gatica, me comentó que lo vio en tomas de dichos, bautizos y quedó prendado de su arte y del de su hermano Perico, que también bailaba. Joaquín Albaiceta, guitarrista que estuvo en algunas fiestas con él, nos habla del movimiento de brazos de estos dos artistas del El Puerto: de Rafael El Gitano y de Manolo Ansonini. (Ver nótula núm. 524 en Gente del Puerto). /En la imagen de la izquierda, un joven Rafael.
El Chato de la Isla, nombre de José Llerena Ramos, amigo entrañable, conoció a Rafael y estuvo con él en muchas reuniones flamencas, actuando en la Venta Mari (Bar de Jerez), Venta de Vargas de San Fernando y Teatro Principal de Puerto Real, en los años cincuenta.
Al Beni de Cádiz, nombre de Benito Rodríguez Rey, le gustaba mucho el baile de Rafael y siempre que tenía algunas fiestas o juergas flamencas privadas le llamaba. Actuó con él en el Cine Macario del El Puerto, Teatro de San Fernando, Teatro Principal de Chiclana y en la feria en Sevilla, en diversas ocasiones. El Beni de Cádiz, presentó a Rafael El Gitano a Lola Flores en una fiesta privada con dueños de bodegas jerezanas y esta gran artista y los presentes quedaron prendados del arte de nuestro paisano. Cuenta la familia que Lola cuando lo vio dijo: “Ese gitano tan guapo ¿quién es?”. A ese niño me lo llevo yo”. Con La Faraona actuó Rafael, en varias ocasiones.
El portuense Antonio Orellana García, era un gran aficionado al cante y al baile flamenco. Este industrial se dedicaba al transporte y tenía una calería, como le llamábamos en aquellos tiempos, donde se vendía todo tipo de materiales para la construcción. Este almacén daba a dos calles: Cruces y Gatona. Orellana tuvo el capricho de montar una fiesta o juerga, con artistas de la talla, de La Paquera de Jerez, nombre de Francisca Méndez Garrido, El Chato de la Isla, El Beni de Cádiz, Chano Lobato, nombre de Juan Sarabia Ramírez, Rafael El Gitano, Eliseo del Puerto, nombre de José Almendro Vías, El Príncipe Gitano, Pepa La Macaca y los guitarrista: El Niño de los Rizos, nombre Eugenio Salas Domínguez y Roberto Iglesias, nombre de Roberto Iglesias Rodríguez.
Rafael 'el Gitano', con unos amigos, el segundo por la derecha.
Lo que daría yo por ver de nuevo a estos artistas gaditanos, que para mi marcaron una época del cante y del baile flamenco. José Breíta estuvo presente en esta fiesta y nos dejó su información. Esto pudo ocurrir en los años cincuenta.
Luis Suarez, me contó una simpática anécdota de nuestro paisano Antonio Orellana. En una Semana Santa en El Puerto, de los años sesenta, contrató a un cantaor jerezano apodado El Berza, nombre de Antonio Acevedo Flores, para que le cantara varias saetas al Cristo de la Piedad y a la Virgen de la Misericordia, de la Hermandad apodada por el pueblo con la denominación, de los Cerillitos, que pasaba todos los años por la puerta de su domicilio en la calle Conejitos. El cantaor en aquel tiempo se estaba arreglando la boca y se presentó desdentado, cuando le vio Orellana le apunto: “Antonio como te presentas con la boca en este estado”. Éste le respondió- “Don Antonio, usted me ha contratado para cantar, no para romper piñones con los dientes”.
También lo vio bailar este inolvidable amigo y artista de la danza flamenca, que fue Ramón Vélez, “amigo-hermano” del Beni de Cádiz, y me apuntó: “Tenía un movimiento de brazos y una estética en escena muy flamenca”. A finales de los años cuarenta, actuó en el elenco del Teatro Chino de Manolita Chen, en el cuadro de baile flamenco.
En el Cine Macario en los años cincuenta participó en un concurso de baile, con bailaores del Puerto y provincia, entre ellos, Los Hermanos Suárez, ganando el primer premio Manolo Suárez y el segundo para Rafael El Gitano. En el Teatro Principal de El Puerto, participó en muchos espectáculos, según viejos aficionados portuenses.
Luis Botello, jefe de la Estación de Ferrocarril de El Puerto, gran aficionado al cante y al baile flamenco que vivía cerca de la Peña Corribolo, invitaba a Rafael a numerosas fiestas. Botello era muy amigo de Lola Flores y de Manolo Caracol a los que recibía en su casa muy a menudo. Asimismo, otros grandes aficionados al flamenco como el torero Paco Camino o el que fuera alcalde de Cádiz, José León de Carranza lo llamaban para que animara sus reuniones festivas. /En la imagen de la izquierda, Rafael 'el Gitano', con su mujer y alguno de sus hijos, en la Feria de Ganado.
Rafael, estuvo relacionado estrechamente con Enrique Castellón Vargas, “El Príncipe Gitano”, y con Josefa Martin-Bejarano Lanzarote, “La Macaca”. Actuaron en muchas salas de fiestas, cabarés, teatros del Campo de Gibraltar y provincia de Cádiz de los años cincuenta. Rafael podría haber vivido de su arte, según comentarios de aficionados y artistas del flamenco que le conocieron bien.
Hay una anécdota de El Príncipe Gitano, de Pepa La Macaca (ver nótula núm.1.455 en Gente del Puerto) y Rafael El Gitano, que nos dejó el amigo Joselito Mora, gran aficionado portuense y socio fundador de la Tertulia Flamenca de Tomas El Nitri, que ya no se encuentra entre nosotros. Éste me dijo que los tres se encontraban tomando copas en un establecimiento muy de moda en aquellos años en El Puerto, llamado Bar Central, situado en la esquina de calle Larga con Luna, hoy banco Popular de Andalucía. En este establecimiento no se podía cantar ni bailar, pero viendo la calidad de estos tres artistas, ese día quitaron el cuadrito de “Prohibido El Cante”, por orden del cántabro Maximino, dueño de esta firma y del restaurante “El Resbaladero”, que en aquel tiempo estaba clasificado como de los mejores de la provincia de Cádiz.
Rafael 'el Gitano', en su kiosko.
Yo he tenido la suerte de estar metido en fiesta con El Chato de la Isla y “El Príncipe Gitano y les puedo decir que Enrique, cantaba y bailaba por fiesta extraordinariamente, hoy en día no se encuentra en un buen estado de salud, por los achaques de los ochenta y tres años de edad que tiene a sus espaldas y lo que ha vivido este gran artista, gran amante de nuestro pueblo, actuando por medio mundo.
Como siempre, quiero agradecer a los aficionados flamencos del El Puerto su información, y a su nieta Carmen Salguero, la aportación de datos familiares y fotos, y a mi buena amiga Ana Becerra por su colaboración y por aguantar mi pesadez, ¡gracias Ana¡ /Texto: Antonio Cristo Ruiz.