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La presencia del galeón “Andalucía” en Puerto Sherry, atracado en su muelle, en las mismas aguas que bañan los restos del fuerte de Santa Catalina de El Puerto, cuya rada albergó en siglos precedentes navíos y tripulantes de significado protagonismo en nuestra historia. Además de generar una admiración mayúscula por la belleza y fidelidad de la réplica, produce una cierta nostalgia a los que nos gusta especialmente la historia, en el más amplio sentido de la palabra, incrementada con la presencia de otra excelente réplica, la de la nao o carabela “Santa María”, amarrada en un muelle paralelo al del galeón. Esta pequeña añoranza sentimental experimentada en el luminoso paseo por nuestro puerto deportivo, batido por el viento de Levante el pasado domingo de Feria, me anima e inspira la presente nótula, de la que es protagonista  una dama del siglo XVII, época de la que data el galeón “Andalucía”. /En la imagen, el pintor Diego Velázquez.

En la imagen, el galeón 'Andalucía' y la nao 'Victoria', atracados en el Puerto Deportivo.

El imponente lienzo de Velazquez con el que hemos iniciado el título de nuestra colaboración, que tiene más de nueve metros cuadrado de superficie y 375 años de antigüedad fue encargado por Felipe IV al genial artista sevillano para formar parte de la decoración, junto a otros lienzos encargado a Carducho, Maíno, Jusepe Leonardo y Antonio de Pereda del Salón del Reino del palacio del Buen Retiro, donde fue instalado originalmente.

"La rendición de Breda" o"Cuadro de las lanzas". Óleo sobre lienzo. 307 x 367 cms. Autor: Diego Velázquez. 1634-1635. Museo del Prado. Madrid.

El cuadro conmemora la conquista de la ciudad de Breda, en Flandes, en poder de la Casa de Orange desde 1590, retratando la escena del protocolo de su rendición. El acto inmortalizado en el cuadro tuvo lugar el 5 de junio de 1625, del que hoy se cumple el 386 Aniversario y los dos personajes centrales son: el que entrega las llaves de la ciudad, Justino  de Nissau y el que las recibe para la corona española, el general Ambrosio Spinola Doria, I marqués de los Balbases, Duque de Sesto, Caballero del Toisón y Gobernador de Milán y Flandes.

CONEXIÓN PORTUENSE.
Su biznieto Felipe Spínola Colónna –aquí entra la conexión portuense- casó en la iglesia de Santa María la Real de la Almudena con Isabel María de la Cerda y Aragón el 20 de noviembre de 1682, recién cumplidos 15 años, pues ella había nacido en El Puerto, en el palacio de Medinaceli, en la calle de los Oficiales, hoy Palacios o del Palacio, el 30 de octubre de 1667. El marido, tan solo uno o dos años mayor que ella, pues había nacido en Milán en 1665 o 1666, según indican biógrafos diferentes, poseyó los títulos de IV Marqués de los Balbases, fue Gentilhombre de Cámara de S.M. y Virrey y Capitán General de Sicilia, además de caballero de la Orden de Santiago y Comendador de la misma. Era hijo de Pablo Spínola, marqués de los Balbases, Comendador Mayor de León y del Consejo de Estado de S.M., nieto de Filippo Spínola, II marqués de los Balbases y duque de Sexto que fue el primogénito de Ambrosio Spínola. /En la imagen, Ambrosio Spínola Doria.

Nuestra protagonista, Isabel María de la Cerda y Aragón, era hija del VIII Duque de Medinaceli, VIII Conde del Puerto de Santa María y varios títulos más, Juan Francisco de la Cerda Enriquez de Ribera, del Consejo de Estado de S.M., Sumiller de Corps y Caballerizo Mayor de Carlos II, su Privado y Primer Ministro, Adelantado Mayor de Castilla y Condestable de Aragón,  descendiente por la rama paterna del Infante Fernando de la Cerda y, por tanto de su padre, Alfonso X El Sabio y de Luis IX de Francia, por la esposa de este, Blanca de Francia. Fue su madre, Catalina Folch de Cardona, Duquesa de Segorbe, Cardona, Lerma, Condesa de Ampurias y marquesa de Comares y por esta rama materna, descendiente de San Francisco de Borja, su sexto abuelo. /En la imagen, San Francisco de Borja.

Es bastante probable que el joven matrimonio se instalara en el Milanesado, donde nacerían sus cinco hijos: Juana, que casó con el marqués de Castel-Rodrigo; María Teresa, con el Duque de Mirandola; Jerónima que casó con su primo Nicolás Fernández de Córdoba y de la Cerda, X Duque de Medinaceli y Ana María, con el Duque de Arcos. El único varón, heredero del marquesado, Ambrosio Gaetano, enlazaría con otra pariente: Ana Catalina de la Cueva y de la Cerda, todos ellos con sucesión a excepción de María Teresa.

En 1707 residía en Palermo (Sicilia. Italia). En las fiestas navideñas de ese año enfermó, falleciendo poco tiempo después, en 1708. Tenía 40 años. /En la imagen, grabado de la catedral de Palermo

BAUTIZO EN LA PRIORAL.
En la página oficial de la Fundación Casa Ducal de Medinaceli solamente se cita el año de su nacimiento, sin completar la fecha ni el lugar del mismo. Para que no quede duda del paisanaje de esta ilustre dama del siglo XVII, reproducimos el texto de su acta bautismal, tal como figura en el folio 219 del Libro nº 37 de Bautismos, conservado en la caja 77 del archivo parroquial de la iglesia Mayor:

«En la ciudad del Puerto de Santa María, el jueves diez de noviembre de mil seiscientos sesenta y siete, Yo, el Doctor Alonso Holguín, Vicario en ella y Cura más antiguo en la iglesia Mayor de esta ciudad, bauticé en la capilla del palacio del Excmo. Señor Duque de Medinaceli, marqués de Cogolludo, conde de esta ciudad y Gran Puerto de Santa María, Señor de las villas de Deza, Enciso y Lobón, de los Consejos de Estado y de Guerra, Capitán General de la Mar Océana, Costas y Ejércitos de Andalucía, a Isabel María, hija del Excmo. Señor Don Juan Francisco Thomás Lorenzo de la Cerda, Duque de Alcalá y Lerma,  marqués de Denia, Adelantado Mayor de Castilla, Conde de Santa Gadea y Buendía y de la Excma. Señora Doña Catalina, Antonia, Gabriela, Josefa, Benita María de Aragón y Sandoval,  Duquesa de Alcalá y Lerma, marquesa de Denia y condesa de Santa Gadea y Buendía, su legítima mujer. Fue su padrino el Señor Don Tomás Antonio de la Cerda, marqués de Laguna, Comendador de la Moraleja en el Orden de Alcántara y Mestre de Campo del Tercio provincial de Sevilla, encárguele el parentesco espiritual y la obligación que tiene en fee de lo cual lo firmé» . (Textos: Antonio Gutierrez Ruiz. A.C. Puertoguía).

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Pehr Löfling o Pedro Loefling, nació en 31 de enero de 1729 en Valbo Gastrikeland (Suecia), hijo de Erik Löfling y Bárbara Standman. Estudia con un profesor privado hasta que, con 16 años se matricula en la Universidad de Upsala, en un principio para estudiar Teología empero, influido por el profesor Carlos Linneo se apasiona por la Botánica y acaba cursando estudios de Medicina. Tutor del hijo de Linneo y ayudante de sus profesor, presenta tu tesis escrita sobre ‘Yemas y Retoños de los Árboles’ e ingrea en la Real Academia de Ciencias Sueca. /A la izquierda, silueta del científico.

ESPAÑA Y VENEZUELA.
Con 21 años viajará a España recomendado por su mentor, a instancias del rey Fernando VI, donde permanecerá entre 1751 y 1754, realizando una serie de colecciones de zoología, --especialmente ictiología-- y botánica, que enviará a Carlos Linneo a Suecia, entre las que se encontraban especies nuevas. Publicará sus estudios en la Gaceta de Madrid en 1752 y, a título póstumo, su mentor dará a conocer su único artículo científico Iter Hispanicum, eller resa til Spanska Länderna uti Europa och America 1751 til 1756 (1758), pues falleció, prematuramente con 27 años, en la actual Venezuela, a orillas del río Caroní, en la Misión de San Antonio de Caroní (Bolívar, Venezuela), siendo enterrado al pié de un naranjo junto a la iglesia, en la Misión de Santa Eulalia de Merecuri.

Quizás fue este El Puerto que, 30 años antes, conoció Pedro Loefling, visto desde el Matadero Viejo, detrás de la actual estación de Ferrocarril. “Vista del Puerto de Santa María”, óleo sobre lienzo, 70 x 95 cm, 1781-1785 (propiedad del Museo del Prado, en depósito en el Museo Naval de Madrid) [P1151]. Autor: Sánchez, Mariano Ramón (Valencia, 1740-1822).

1753. EL PUERTO.
Pedro Loefling permaneció por espacio de algo mas de tres meses en nuestra Ciudad, en 1753, mientras esperaba partir en la expedición que le llevaría a los límites del Sur de América o del Orinoco (en el viaje  realizó descripciones de peces, moluscos, crustáceos y medusas, y ya en Venezuela realizaría una interesante descripción de flora y fauna) y elaboró durante aquel periodo de tiempo, con la ayuda de los pescadores de El Puerto, el Primer Tratado Español de Descripción de Peces.

La sueca Solveig Nordin recoge en un estudio sobre su compatriota que «En Iter Hispanicum se puede leer sobre los peces que Loefling preparaba para la Reina de Suecia y probablemente algunos todavía están en Estocolmo, Suecia en el Museo Nacional de Ciencias Naturales (Naturhistoriska Riksmuséet). [algo que la autora no tiene aún contrastado durante la redacción de este texto]

Se reproducen las páginas 93 y 94 del Iter Hispánicum En la segunda página, hace referencia a los 50-60 peces de El Puerto de Santa María que fueron enviados a la Reina de Suecia.

Traducción libre del texto, escrito por Loefling el 18 de diciembre de 1753, del Iter Hispanicum. «El 20 de Octubre, la misma fecha de llegar a Madrid hace 2 años, resultó ser mi primer día de viaje en mi Viaje Americana, y el 2 de noviembre llegué aquí al Puerto de Santa María y el 5 de noviembre a Cádiz, donde me quedé un poco mas de 2 semanas antes de regresar de nuevo junto con mi compañía al Puerto de Santa María, como aquí se presentan más posibilidades de realizar estudios de la Naturaleza, mejor que en Cádiz que está cerrada. Por fin me he dedicado a los peces, y me he entrenado en la Ictiología, además de haber preparado entre 50 y 60 Especies de Peces en “Spiritu Vino” para Su Real Majestad La Reina, los cuales serán mandados con el primer barco a Suecia por el Sr. Cónsul BELLMAN (en Cádiz).» /Portada de Iter Hispanicum, eller resa til Spanska Länderna uti Europa och America 1751 til 1756 (1758)

Loefling partió de la Bahía de Cádiz  la madrugada el 15 de febrero de 1754 en dirección a la que sería la actual Venezuela. Ya no volvería, quedando allí para siempre.

PISCES GADITANA. OBSERVATA GADIBUS ET AD PORTUS Sª MARÍA. 1753. Mens. Nov. et Decemb.
La abreviatura Loefl. se utiliza en los géneros creados ó especies descritas por Pedro Loefling. Algunos de los nombres vernáculos y nombres científicos dados por Löfling a la fauna marina de la Bahía de Cádiz, durante su estancia en El Puerto de Santa María en el Primer Tratado Español de Descripción de Peces:

anchova: Clupea encrasicholus; anguilla: Muraena anguilla; araña: Trachinus draco; armado: Trigla coccyx; azedia: Pleuronectes; borracha: Trigla; borriquete: Perca marina; breja: Sparus; burel: Scomber trachurus; cadella: Galeus Glaucus; cazon: Squalus Galeus; chucho: Raya; dorada: Sparus aurata; faneca: Gadus; galera: Cancer; herrera: Sparus oblongus; lenguado: Pleuronectes; lisa: Mugil; morena: Muraena; perrillo: Gobius niger; pescada: Gadus; pintarroja: Squalus Canicula; rape: Lophius; robalo: Perca labrax; rubio: Trigla cuculus; sabalo: Clupea; safio: Muraena; sardina: Clupea sardina; tapaculo: Pleuronectes; vaca: Raya maxima; xibia: Sepia.

Placa situada en la esquina de la calle Guadalete esquina Avda. de la Bajamar, en agosto de 2010.

PLACA DE RECONOCIMIENTO.
En la calle Guadalete, en una esquina del antiguo Hospital Municipal, con la vista puesta al río, se descubrió el pasado 11 de agosto de 201o una placa en reconocimiento del científico sueco que vivió durante unos meses en nuestra Ciudad y del trabajo realizado. El alcalde de la Ciudad Enrique Moresco, el presidente de la Academia de Bellas Artes de Santa Cecilia, Manuel Pico Ruiz Calderón y el presidente de la Asociación de Amigos de la Cultura Científica, Francisco González de Posada uno de los impulsores de la iniciativa, presidieron el acto. La Asociación Ecologista, en palabras de su Coordinador Local, Juan Clavero Salvador, valoraron positivamente esta distinción. También, en el Real Jardín Botánico de Madrid, se encuentra una placa a la memoria del joven sueco desaparecido prematuramente a causa de unas fiebres en la expedición a los Límites del Orinoco.

SOLVEIG NORDIN.
Solveig Nordin Zamano, compatriota sueca de Pedro Loefling (idealizado en el grabado de la izquierda) hizo en mayo del 2008 un recorrido por España, utilizando como guía de su periplo, el Diario de Viaje escrito por nuestro protagonista, en su viaje desde Madrid el 20 de octubre de 1753  hasta llegar a Cadiz el 5 de noviembre, que refleja en algunas entradas y comentarios en su blog: http://rutahistoria.blogspot.com/ (Texto: José María Morillo).

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En nuestras manos cayó para ser restaurada una pequeña Virgen, una más. No tendría mayor importancia ni significado, si no fuera por su procedencia y su pequeña historia.

Hablamos de “la Virgen de la Placilla”, o de “la Casa de los Leones”, o también la Virgen conocida como “de Escaldas”. Tanto esta pequeña imagen como el lugar donde fue colocada siempre han despertado curiosidad e interés en gran parte de los portuenses, que al pasar por la calle, camino del mercado, es inevitable volver la cara y echarle una mirada a su bella portada, hoy aún más, después de su reciente remozamiento. /En la imagen la Virgen a su llegada al taller de restauración.

Esta pequeña figura es de autor anónimo. Está realizada en terracota y policromada al óleo con adornos en oro. A primera vista despista un poco su vestimenta y sus atributos; sus ropas ricamente decoradas en líneas muy barrocas, con manto de motivos florales dorados en bajorrelieves, tanto  la Srª como el niño.  La Virgen con rostrillo de coronas circulares doradas porta al Niño Jesús en su mano izquierda, y sostiene en su mano derecha un corazón flameante; y,  ambos, sobre una bola mundi atravesada por una gran cruz dorada. Sobre los pies de la Virgen, la luna, flaqueada por siete angelitos. El niño con su mano derecha en actitud bendicente y en su mano izquierda sosteniendo la bola mundi con crucifijo sobre ella.

En la imagen se procede al estucado de la cara.

RESTAURACIÓN.
La figura, por las características del soporte, no presentaba grandes problemas estructurales; tan solo la unión de la bola mundi con la Virgen, que tenía tirantes de barro sin cocer que estaban muy pulverulentos y degradados.

La policromía estaba muy sucia y su color muy torcido, los dorados estaban verdes y oxidados. La bola mundi estaba totalmente repintada de azul intenso. Todos los bordes de la imágen estaban llenos de diferentes brochazos de cal y pinturas, de las que durante mucho tiempo se dieron a la fachada y a la hornacina.

Se realizó una limpieza superficial en profundidad, se consolidó y reforzó la estructura y la unión de la bola con la imagen. La policromía fue regenerada eliminando los repintes y los óxidos metálicos, quedando a la vista la rica decoración y su colorido. Al carecer de peana, se le añadió una amplia de hormigón muy fina, de color de la piedra de la portada y que queda oculta detrás del junquillo que porta el cristal que protege a la Virgen.

EL ENTORNO Y LOCALIZACIÓN.
La figura se encuentra en la hornacina que existe en el dintel de la fachada de la casa de la Placilla (San Bartolomé 6), conocida popularmente como la Casa de los Leones. Es de estilo barroco, con fachada tipo retablo y construida hacia 1.787 como consta un grabado en la misma. /Estado de la casa tras su restauración.

No queda constancia fehaciente documental, o al menos en un rastreo rápido no localizamos quién mando construir esta casa. Tan solo, según nos cuenta el Archivero Municipal J. Ignacio Buhígas, la habitó hasta 1797 la  familia Díaz de Celis, Jacinto, Benito, Juliana. Según Olga Lozano y Mercedes García Pazos en su Guía Histórico-Artística nos cuentan que fue mandada a construir por Pedro Montes. De todas formas no es la base de este artículo. Sí lo es la memoria popular que nos cuenta que la pequeña Virgen “de Escaldas” fue colocada allí por el gremio de “Los Montañeses”.

LOS MONTAÑESES EN EL PUERTO.
Durante el siglo XVIII, como es sabido, el Puerto contaba con un florecimiento económico importante gracias a las transacciones que se realizaban con América. Por aquí pasaban muchas mercancías y en determinados sectores económicos el dinero corría. /Vista del patio, desde la casapuerta.

A la llamada de esta bonanza hay zonas de España en que las migraciones hacia El Puerto de Santa María fueron más abundantes. Evidentemente las zonas mas cercanas fueron las mas numerosas como las de Cádiz, Jerez, Sevilla, Huelva etc. sin embargo desde zonas tan lejanas como Galicia con 842 hombres y 56 mujeres, o la cornisa Cantábrica con 354 hombres y 56 mujeres, y mas específicamente Santanderinos 152, y 142 Asturianos por ejemplo, según los datos de los registros parroquiales de matrimonios aportados por Juan José Iglesias en Una Ciudad Mercantil en el S. XVIII.

El gremio de los montañeses fue muy importante en nuestra ciudad y en las del entorno de la Bahía, llegando a ser un colectivo muy unido y organizado. Su campo de trabajo se encontraba repartido fundamentalmente en comercios de primera necesidad y en tabernas. Esta exclusividad en la actividad ha llegado hasta nuestros días, aún queda en la ciudad algún comerciante descendiente de los instalados en este siglo en el Puerto. La denominación de “el montañés” es sinónimo de tienda de ultramarinos.  “El montañés de la esquina” es el titulo de un curioso libro de Venancio González, publicado en 1995 por la Universidad de Cádiz que habla de la actividad en estas tiendas en Cádiz. /En la imagen, hornacina en la fachada donde permanece la reproducción del original.

En la ilustración podemos observar cada número y lugar correspondiente a los santanderinos que emigraron al Puerto.

EL PORQUÉ DE LA VIRGEN DE CALDAS.
Viendo el mapa de población,  vemos los lugares de donde proceden los Santanderinos asentados en el puerto y observamos  que gran parte de ellos procedían de las zonas próximas al cauce del río Besaya y de los alrededores de Torrelavega. En el cauce del río y muy cerca de Torrelavega, a siete Km. se encuentra la localidad de Caldas de Besaya. El cauce del río fue utilizado por los romanos como camino de entrada de la meseta castellana hasta el mar Cantábrico. Aún quedan algunos restos de la calzada que construyeron y ya desde esta época hay conocimiento de los manantiales termales de esta localización.

En estos lugares, en la última hoz del Besaya y entre el camino real que lleva a Castilla y el río,  existía muy cerca de éste un manantial de aguas calientes, y entre éstas y el camino, en un estrecho lugar, existía una ermita medieval con algunas dependencias. En esta ermita se adoraba ya a Ntrª Srª de Las Caldas, que según las noticias del propio monasterio es posiblemente desde la segunda mitad del S. XII. En ella los ermitaños cuidaban de los enfermos con el auxilio de las aguas y de la Virgen. /En la imagen Dñª María Ana Velarde, óleo 104 x 74 cm.

Los vecinos, en el intento de fortalecer el culto a la imagen, acudieron a principios del S. XVII al convento de los Dominicos de Regina Coeli de Santillana del Mar. En 1.611 los Dominicos tomaron posesión del convento.

El destino del santuario cambiaría con la llegada fortuita del padre Fray Juan Marfaz quien es nombrado Prior en 1.663 y junto con la ayuda espiritual y económica de Dñª María Ana Velarde trazan y comienzan la construcción de un nuevo Monasterio mas amplio y mas digno.  La imagen fue trasladada a su actual ubicación en Marzo de 1.683. Ninguno de los dos promotores llegaron a verla en el nuevo santuario,  pues Dñª María Ana muere cinco años antes en la hospedería del antiguo santuario, tras quedar viuda y tomar los hábitos Dominicos y el P. Marfaz tres años antes de los traslados. /Retrato del P. del Pozo, óleo 168 x 104.

El Prior sucesor del P. Marfaz fue el Padre Alonso del Pozo, calificador e inquisidor del Santo Oficio, al que conoce en el Colegio de San Gregorio de Valladolid. Este, fue el primer Historiador de Ntrª Sra. de Caldas y biógrafo del P. Marfaz y Dñª María Ana Velarde que publico en 1700, junto con la tercera regla del Padre Santo Domingo que publico en otro tomo. Mas tarde construiría  el Santuario de Montes Claros.

ATRIBUTOS.
En el cuadro que representa al P. Alonso del Pozo que está en la camarín de la Virgen, se nos representa rezando el rosario a la Virgen que ya esta vestida con manto, y con los dos tomos, mencionados anteriormente, escritos por el, de fondo en la ventana al Hoz del Besaya, y los dos monasterios, el nuevo y el viejo. /En la imagen, grabado S. XVIII.

Gracias a la documentación facilitada por el Padre Alberto González Fuente, al que desde aquí damos las gracias por tan inestimable colaboración, conocemos datos interesantes en un articulo suyo publicado en el boletín del Santuario en Diciembre de 1.976 y titulado “Un corazón en la mano de la Virgen de Las Caldas”.

Hasta  el año 1.953 la imagen de la  Virgen estuvo vestida con el mismo aspecto que presenta la de la Placilla, hasta que, con motivo de la restauración de la Virgen por el artista madrileño José Lapayese, se decide eliminar los mantos y dejar la imágen en su estado primitivo con todo el aspecto de una imagen gótica. /En 1953 aún tenia el brazo prolongado.

HISTORIA.
En la Historia la Virgen de Las Caldas y biografía de los fundadores del P. Julián del Pozo (1.700) dice: “a quien con atención la mira, le arrebata el animo y le atrae el corazón, como la piedra imán al hierro, y hace maravillosos efectos en las almas de los que la miran...Tiene en la mano derecha un corazón, como indicio de que es el árbol sagrado que lleva por fruto corazones para ofrecer a su sagrado hijo... Sobre el brazo izquierdo tiene el Niño: es de la misma pieza de la talla, de suerte que no se puede quitar.”, “Y aunque la imagen de Nuestra Señora está sentada, como ahora se viste, parece estar de pie. Vistese al uso de Castilla, tiene su rostriño y corona con arco”. Es evidente que ya en esta fecha y no desde mucho tiempo atrás, la imagen gótica ya esta vestida.

En esta misma historia en páginas mas adelante el P. del Pozo relata que estando Dñª María Ana encomendando a la Virgen su director espiritual el P. Marfaz, escucho de su Ángel de la guarda la siguiente frase: “Ese tu confesor, por quien pides, ha puesto su corazón en buena mano. Y al mismo tiempo le pareció ver a María Santísima que traía en su mano el corazón de su devoto capellán y siervo y daba a su entender que era verdad lo que le había dicho su ángel; y que le tenia en su mano y por su cuenta”. Del mismo modo esta claro que en 1.700 la figura había sido amputada y estirada de la mano derecha y sustituido el atributo frutal de las imágenes románicas y góticas por el corazón que vio Dñª María Ana Velarde. /Estado actual de Ntra. Sra. de las Caldas.)

En el proceso de remozamiento efectuado por Lapayese en 1.953, se coloco la mano al modo de este tipo de imágenes y se coloco la fruta en ella. Al parecer la mano eliminada era de nogal y la figura es de madera de sicomoro, con lo que es probable que no fuera original.

CONCLUSIONES.
Es evidente pensar que los montañeses de que vivían en El Puerto a finales del S. XVIII, solo conocían su imagen venerada de Ntrª Srª de Las Caldas con el aspecto que presenta este grabado. Y sin entrar en si fue colocada en la casa de la Placilla por el gremio de montañeses o únicamente por el fervor del dueño de la casa, la imagen que nos legaron es la que afortunadamente y tras los avatares sufridos por la casa, hoy parece respirar tranquilidad tras convertirse, en un Aparta-Hotel. /Estado actual de la Virgen de la Placilla.

ISLA DE GUAM.

La advocación de la Virgen de Caldas o de Ntra.  de  las Caldas desde antiguo saltó el Atlántico y los Santanderinos la llevaron al nuevo mundo. La isla de Guam es llamada Guaján en español. El 6 de marzo de 1521, la descubrió  Magallanes durante la expedición española de circunnavegación del mundo. Hay referencias en el Archivo de General de Indias de un patache (embarcación de vela de dos palos, mezcla entre bergantín y goleta) llamado Ntra. Sra. de las Caldas, El 25 de agosto de 1734 se realizó un Mapa de la entrada y puerto de San Luis de Apra, (de dicha Isla de Guam que perdió España en la guerra hispano norteamericana), siendo su capitán y cabo Don Juan Antonio Jove y su piloto mayor Don Luis Duplesis, los cuales pilotos sondaron y demarcaron el dicho puerto y lo hallaron capaz de entrar en él cualquier navío o galeón de la carrera y Filipinas.

Se construyó un fuerte de piedra que se fabricó el año 1737 y tenía cabalgadas 6 piezas de cañón para defensa de dicho puerto. Su planta es de 35 varas de largo, su ancho 9 varas, su alto, hasta las troneras de 5 varas y está fabricado sobre cimiento firme de piedra viva.  /Mapa de la isla de Guam.

FILIPINAS, BUENOS AIRES.
También se menciona en la audiencia de Filipinas en 1735/ 1738/ 1740/ 1741/ 1782. Otra referencia americana, La polacra (Buque de dos o tres palos) Nuestra Señora de Caldas  matriculado en Buenos Aires comprada en diciembre de 1810 por el comandante de Marina y diputado ante la Junta Grande Francisco de Gurruchaga, fue convertida en bergantín y puesta al mando de Hipólito Bouchard, quien llevaba como segundo al mando a Ángel Hubac y contramaestre a Luis Rafia. La nave tenía 26 metros de eslora, 5,5 de manga, 3 de puntal, 2,3 de calado y un porte de 180 t.

EN MÉJICO.
Por otro lado, en México se encuentra la Ciudad Jiménez en Chihuahua, cuyo nombre anterior fue el de Santa María de las Caldas. Se cambió el 28 de octubre de 1826, en honor de José Mariano Jiménez, héroe de la independencia fusilado en Chihuahua en 1811. /Óleo de Ntrª Sra. de las Caldas, ciudad Jiménez, Mexico.

Fue poblado por los españoles a partir de 1643, reconquistada por los indios “Tobosos” en varias ocasiones, el 4 de enero de 1753 el capitán Bernardo Antonio Bustamante y Tagle fundó el presidio militar de Santa María de las Caldas del valle de Huejoquilla, población que se logró consolidar y que dio origen a la actual ciudad de Jiménez. De esta época se conserva en la ciudad el cuadro de la virgen de Santa Maria de las Caldas imagen que fue llevada en su fundación y que tenía en ese momento el aspecto como la de El Puerto

Hoy día la imagen que figura en la portada de la Casa de los Leones es una reproducción en resina que se realizó para preservar la original que se conserva en la recepción del hotel. (Texto: Javier M. de Lucas Almeida. Ldo. en Bellas Artes).

Entrevista publicada en Diario de Cádiz el 26 de septiembre de 1976.

De José Fernández Sanjuán, Pepe 'el del Vapor', se puede oír hablar en cualquier sitio, por muy alejado que esté de la Bahía de Cádiz. Ha conseguido que la mayoría de los que nos embarcamos en el 'Adriano' no podamos olvidar su imagen y el timón y el rato de tertulia en el puente... Porque salir con Pepe a hacer el viaje por la Bahía era, porque ya está retirado y tiene un patrón que lleva el barco "pero yo no puedo dejar esto porque me moriría", y aún sigue siendo --nuestra conversación fue un viaje de Cádiz a El Puerto y la vuelta apoyados sobre el puente-- como un rato de charla en uno de los viejos cafés de los puertos, pero con la luz a y el aire de la Bahía que e sol que mantiene a Pepe al pie del timón. Durante cincuenta años los 'Adriano', el que en la actualidad hace el viaje es el tercero, han estado yendo tres, cuatro o cinco veces al día de El Puerto a Cádiz. La Bahía encontró en estos barcos uno de sus motivos característicos. Y Pepe como fiel protagonista de todos los días. /Foto: Colección Andrés Ferández Valimaña.

El Vapor por aguas del río Guadalete.

EN LA BAHÍA DE LA CORUÑA.
Pero en él también existió otra bahía, la de la 'morriña'; su acento gallego no lo ha perdido a pesar de los cincuenta años en la mar andaluza. La Bahía de La Coruña fue para él el comienzo de su vida marinera, de toda su vida. En aquella, fueron los pioneros de los viajes en vapor. "--Fomentamos los paseos por la Bahía de La Coruña. Lo malo que tenía era que sólo podíamos salir en verano... Pero entonces había mucha gente de Madrid. El precio del viaje, que duraba cuarenta y cinco minutos era de treinta céntimos en el interior y cincuenta en la toldilla. Se hacía por el Castillo de San Antón, hasta la Torres de Hércules y a la Marola, que era un sitio muy peligroso a donde sólo o se podía ir cuando había buena mar porque tenía unos bajos donde era fácil tocar. Hay una canción que ha reflejado esto:
"El que pasa la Marola,
pasa la mar toda".

La Peña de la Marola.

De cuando en cuando, silencio. La mirada perdida en la mar para encontrar recuerdos.
"--Las excursiones que hacíamos de niños desde Ferrol hasta Betanzos. En una ocasión, ya en el barco salimos a esperar al Rey Alfonso XIII que llegaba con los barcos de la Escuadra española. Venían el 'Jaime', el 'España' y él en el 'Alfonso'."

EN SEVILLA EN LA EXPOSICIÓN DE 1929.
De aquel recuerdo de niño a la Exposición de Sevilla del año 1929. Y en ella de nuevo ve al Rey. "--La última vez que vi a Alfonso XIII fue en Sevilla; iba por el paseo de la Palmera en un coche de caballos con la reina, solos... Igual que ahora". Pepe había llegado a Sevilla para ver la Exposición. "--Yo llegué de 'turista' en el año veintinueve. Vinimos con el 'Adriano I' y yo soy el único que queda de aquella primera tripulación que formamos mi tío, un maquinista, un patrón y un capitán. El maquinista se quedó en Cádiz, pero después, al poco tiempo, se ahogó al entrar en Ferrol, junto al castillo de Coca". /Cartel Oficial de la Exposición Iberoamericana de Sevilla de Gustavo Bacarisas.

Vapor Cádiz navegando por el Guadalete.

Y entonces les llegó la propuesta. Millán les ofreció la línea. --"Hacía un mes que estábamos en Sevilla y 'los Millanes', que formaban una empresa muy fuerte y tenía la línea [de vapores] del Puerto a Cádiz, nos la ofrecieron. 'Mercedes', Puerto de Santa María', 'Puerto Real' y 'Cádiz' eran barcos de esta empresa... Y una vez estando en El Puerto, en el año veintisiete al 'Cádiz' le reventó de noche una caldera porque se quedó sin agua. Hubo un muerto... El muelle donde atraca el Vapor era de Millán, desde la reja hasta el agua y tenía una caseta; pero entonces El Puerto no reunía las condiciones necesarias y no teníamos que salir con la marea alt. Cuando estábamos con media marea ya no podíamos salir. 'Los Millanes' fueron nuestros consignatarios hasta que murieron".

Antiguo muelle de San Ignacio, donde atracarían los primeros vapores, perteneciente a la empresa Millán. Al fondo la Plaza de las Galeras Reales.

AMANECER JUNTO AL MAR.
Y Pepe llega a El Puerto. Era El Puerto del Restorant de La Puntilla, de las veladas en la Victoria, la Fuentecilla, ... "--Cuando llegué había yerbas por las calles más céntricas y no se veía a nadie por la calle, sólo las 'comadres' que se asomaban por los ciertos. El público en el Teatro Principal estaba dividido. arriba iban las mujeres y los hombres en la parte de abajo. Y al que se atrevía a subir era considerado como un cara..."


En la imagen los Vapores Adriano I, atracado y Adriano II.

El 'ADRIANO I' COMIENZO DE SUS VIAJES.
"--Al principio, en El Puerto, no había muelle, ni entrada. Era muy peligrosa la salida; la barra suponía cada día el riesgo de pasarla con la incertidumbre de tocar o no Una vez que se toca, ya el barco se queda sin gobierno y el viento puede llevarlo a donde quiera". Todas las mañanas iban andando y veían amanecer junto al mar y sabían entonces si podían salir o no. "--A pesar de esto hubo veces que tuvimos que volvernos con el pasaje, lo mismo volver a Cádiz o a El Puerto porque no se podía entrar en el otro sitio".

¿Cuanto costaba el billete en el año veintinueve? "--Valía noventa y cinco céntimos y cincuenta los cosarios". ¿Y el Cádiz de aquella época? "--Entonces era cuando los Carnavales y el Corpus eran fiestas de verdad. En Carnavales la calle San Francisco tenía de serpentinas y papelillos como medio barco de este. Entonces había menos gamberristmo, la gente se divertía mejor".

Antiguo muelle de Cádiz.

LAS MEJORES OBRAS.
¿Como ve el Cádiz actual? "--La mejor obra que han podido hacer son los espigones del puerto, el de Levante y el de la Punta de San Felipe. Antes, cuando había Levante no se podía estar en el puerto. Muchos barcos se iban a Matagorda y los que sabían entrar se iban a El Puerto, donde también los espigones ha sido lo mejor que se ha hecho. Prueba de lo peligroso que era el puerto con Levante es que una vez se hundió un barco de los Prácticos [del Puerto]; se fue al fondo porque se le rompió un 'muerto'. Por otra parte, todo lo que es la parte de Puerta de Tierra se lo debe Cádiz a la explosión y si no fuera por las víctimas que hubo debería haber muchas más. El Cádiz del interior está abandonado. Está igual que hace 50 años".

En el Adriano II, sentados José Fernández Fernández (Padre de Pepe  ‘el del Vapor’), Asunción Posada (su esposa) con su hija Asunción en brazos, Pepe Fernández Sanjuán con su hijo Juani, en el centro su otra hija Socorro, ya fallecida. De pie detrás de izquierda a derecha: Antonio y Pepe. Año 1.955. (Foto Colección A.F.V.)

FALTA DE COMBUSTIBLE Y EXTRAPERLO.
Hasta 1940 estuvo funcionando el 'Adriano I', pero desde 1936 se encontraba ya en El Puerto el 'Adriano II'. Del primero aún queda algo de su esqueleto porque los gitanos y los niños se encargaron de irlo desguazando. Fue el barco que peores ratos les hizo pasar en la barra [del río]. Durante el Movimiento estos dos barcos tuvieron su papel. "--Estaban fondeados en la Bahía los barcos italianos y nacionales y me obligaron a traerlo a los soldados a Cádiz o al Puerto. Nunca estuvimos parados, estuvimos trabajando a pesar de todo, solo tuvimos que dejar de salir cuando cortaron el combustible, ya en el año treinta y nueve".

Era el momento del estraperlo y en el vapor ocurrió un hecho con el que Pepe pudo salir perjudicado. "--Los estraperlistas traían pan y patatas. La Fiscalía había fichado el barco y cuando llegaron, los estraperlistas lograron escaparse y dejaron la mercancía en el barco. Las culpas vinieron para mi y no me querían admitir un pliego de descargo hasta que al fin se solucionó todo".

NADANDO HASTA JEREZ.
En El Puerto, los días de toros cada vez que llegaba el Vapor, las 'Cuatro Esquinas se llenaban de gente que venía para ver la corrida. "--Estos viajes eran muy malos por las discusiones y las peleas y cuando un barco va tan abarrotado cualquier cosa de estas supone un disgusto muy grande. Una vez, uno de jerez que venía borracho se tiró al agua y decía que quería llegar nadando hasta Jerez. Tuvo la suerte de que estaba la Draga cerca y 'los ganguis' salieron pronto a recogerlo. Pero él seguía en sus trece y tuvieron que llevarlo hasta El Puerto tendido boca abajo en la cubierta. Allí lo estaba esperando la Guardia Civil. Era Comandante de Marina don Francisco Martel y lo dejaron libre porque la madre vino llorando y todo". /En la imagen, un desconocido Pepe sin su popular boina, aunque si, como siempre, de negro y con corbata. /Foto: Colección Andrés Ferández Valimaña.

La barra [del Guadalete] les dio una vez un susto. "--Nos quedamos varados porque tocamos con un ancla de la Draga. Gracias a que la mar estaba buena y el barco sólo se quedó encallado. El pasaje se transbordó a un remolcador y no pasó nada".

¡AUXILIO!
¿A que pasajeros recuerda con más cariño? "--A José León de Carranza, que venía casi todos los días (en la imagen de la izquierda), a Blázquez, Álvaro Picardo, Alfonso Sancho [bodegueros]. También a don Joaquín Vich, que fue el que mas malos ratos ha pasado con el problema de la barra. El fue mi gran maestro, venía todos los días con nosotros. Era el capitán más joven que tuvo la Comapñía Transmediterránea y vivía en una casa frente al muelle del Puerto y tenía un molino para el agua; a mi me consideraban como de la familia y aún le queda una hermana que tiene ochenta años. Después estuvo en Mecánica de la Marina de Guerra".

Y a sus recuerdos vienen también un pasajero llamado padre Alegría. Pepe sonríe antes de contarlo. "--Es la primera vez que he visto a una persona que, cayendo, grite ¡auxilios! Habíamos atracado en el muelle de El Puerto y cayó entre él y el barco. Le dio tiempo a gritar por el aire. Fue increíble porque, además, no le pasó nada".

RUMBO GARBOSO.
Desde hace unos doce años, el 'Adriano III' ha venido a cargar con el peso de los viajes diarios, dejándole al 'Adriano II' los momentos más solemnes de los paseos turísticos por la Bahía. "--El viejo es más alegre, pero este es más cómodo".

Paco Alba, en la imagen de la izquierda.

Lo que no cambia nada es la imagen de la blanca estela del vapor cruzando la Bahía que ha llegado a crear incluso una literatura no loo a nivel de escritores consagrados sino en el sentimiento popular Los pueblos que se asoman a las dos bahías que han enmarcado la vida de Pepe han dejado para siempre en sus cantes el recuerdo entrañable de este pequeño barco que sin dejarse intimidar por los grandes trasatlánticos ni por el tiempo, supo ser cada día una manifestación del espíritu de esa tierra. Y ella así lo reconoce. De la voz nostálgica gallega:

"Venimos de bordear la Bahía
en el Adriano.
Mi novio no quería
y yo le dije: anda pocho
que allí gozamos".

Pepe, con 'Los Hombres de la Mar' y junto al popular 'Sopa de Cádiz'. /Foto: Colección Andrés Ferández Valimaña.

A Cádiz, la voz de Paco Alba, en su comparsa de 1965 'Los Hombres de la Mar', (en la imagen superior) le dedicó estas coplas:

"¡Ay vaporcito del Puerto!
cuando en ti me embarco,
cuando en ti navego,
me contagias los recuerdos
de tus viejos sueños,
sueños marineros.

¡Ay vaporcito del Puerto!
Tú eres la alegría,
tú eres la alegría,
de este muelle tan hermoso
con ese rumbo garboso
con que cruzas la Bahía".

Pepe, dirigiendo el Vapor, desde la cabina del 'Adriano III'. /Foto: Colección Andrés Ferández Valimaña.

EL MAR, SU VIDA.
Y Pepe nos dice que le gustan mucho. ¿Cual fue la mejor época del Vapor? "--Los años mejores son ahora que se puede navegar tranquilo. Hay mucho más tráfico de barcos, pero salvo una vez que un bar o inglés nos dio un rozonazo al desatracar en El Puerto, nunca nos ha pasado nada. Otra vez quedamos en la Bahía porque había una niebla tan grande que no pudimos llegar al Puerto". ¿Y cuando descansa, Pepe? "--Nunca he descansado. Seguro que soy el que menos gasto ha hecho a la Seguridad Social".

Pepe Fernández, con la Medalla al Mérito Naval que le fue impuesta durante las Fiestas de la Hispanidad de 1966. En la fotografía, junto al alcalde, Luis Portillo Ruiz. Aparecen en la imagen, a la derecha, Juan Martín Vélez y Antonio Romero Castro. También le entregaron un gallardete de la Armada./Foto: Archivo Municipal.

Pepe le han llamado don José y casi se ha molestado, está retirado, pero a pesar de todo sigue faenando en el barco. "--No me acostumbro a estar en tierra" y desde su mundo nos ha ido hablando dejando a un lado su gran timidez, no como cuando le concedieron la Cruz del Mérito Naval y la Medalla de la Ciudad. "--Me hicieron pasar un mal rato... uno no está acostumbrado a eso". [y añade] "--Yo ya que voy a ambicionar, sólo quiero tener para poder pagar". Pepe querría mucho tiempo para seguir trabajando en el mar, que no sólo es su costumbre, que es su vida.  (Textos: Gabi Cañas y José Ignacio Buhigas).

Ayer se cumplía el 190 aniversario de su nacimiento.

Cuando sublevó Juan Bautista Topete Carballo la flota a su mando, el 17 de septiembre de 1868, estando a bordo de la fragata acorazada “Zaragoza”, fondeada en aguas de la Bahía de Cádiz, secundaba un movimiento revolucionario militar que encabezaba el General Prim, al que acompañaban media docena de camaradas sediciosos o, tal vez, suene mejor la expresión disconforme con la política regia. Era, por aquellos tiempos ya tan lejanos, a sus 47 años, un veterano de la Armada de Guerra, condecorado por numerosas acciones militares, algunas de ellas, como el bombardeo del puerto de El Callao, calificadas de heroicas por sus contemporáneos y con varias cicatrices en su cuerpo, incluida la que le infringiera el poeta Campoamor en el duelo de honor que sostuvo en 1862, a sablazo limpio, por una crítica que hizo a sus compañeros de armas en el periódico “La Época”. Entonces ejercía como segundo comandante en La Carraca. Ahora, en el momento de iniciar nuestro relato, Topete era Brigadier y capitán del puerto de Cádiz.

Prim, Serrano y Topete subastan los atributos del trono español, publicado en la publicación 'La Flaca', abril de 1869. Posterior a 'La Gloriosa' o Revolución de 1868. Las caricaturas marcaron época, fijando el estilo y el tipo de caricaturismo político español del siglo XIX. 'La Flaca' está considerada por diversos historiadores como la publicación más incisiva y crítica de la realidad de su tiempo. Poseía buenos colaboradores; los textos aparecían sin firmar o con pseudónimo, pero lo más destacable es la calidad de sus ilustraciones, realizadas en cuatricromía por Tomás Padró.

MINISTRO.

La revolución triunfó, como es bien sabido, marchando al exilio la reina Isabel II. Nuestro personaje ocuparía, a raíz de estos acontecimientos, diversas carteras ministeriales, presidiendo el Consejo de Ministros con carácter interino en tres ocasiones y, finalmente, el 29 de octubre de 1885 fallecería en Madrid, donde residía, ostentando la graduación de Vicealmirante de la Real Armada.

Gobierno Provisional, 1869. Figuerola, Sagasta, Ruiz Zorrilla, Prim, Serrano, Topete, López Ayala, Romero Ortiz y Lorenzana. Foto: J. Laurent (1816-1886).

ASCENDENTES PORTUENSES.
Juan Bautista Topete Carballo, con un destacado protagonismo en la Historia de España, había nacido en Méjico, en uno de los parajes más bellos y visitados del estado de Veracruz: San Andrés de Tuxtla, el 24 de mayo de 1821. Fueron sus padres Juan Bautista Topete Viaña, capitán de fragata, destinado en el apostadero de Veracruz. y María Clara Carballo, miembro de una destacada familia criolla. Este ilustre marino había nacido en Cartagena (Murcia). Su hermano Francisco de Paula Topete --tío de nuestro protagonista--, capitán de fragata, igualmente, fue portuense de nacimiento, al igual que la madre y la abuela de ambos. A Francisco de Paula, lo bautizó en la pila de la Iglesia Mayor Prioral el párroco castrense de la Isla de León el 20 de junio de 1782. Al igual que su padre, fue admitido como Caballero Pensionista de la Real Orden de Carlos III.. No conocemos mucho más de su vida, salvo que en la fecha del nacimiento de su sobrino estaba soltero y destinado en el apostadero de La Habana.

LA ABUELA MATERNA PORTUENSE.
De casta le venía al popular brigadier Topete, pues aparte su progenitor y su tío, estimados miembros de la Armada, el padre de estos, su abuelo paterno, Ramón Topete Fuentes, un bragado marino, natural de la villa de Morón (Sevilla), que ostentó el cargo de Jefe de Escuadra y estuvo en todos los fregados náuticos, que no fueron pocos, de finales del siglo XVIII y comienzos del XIX. Entre misión y misión, plagada de escaramuzas con los tradicionales enemigos, la armada inglesa, navegando de Cartagena a El Ferrol, pasando por Cádiz y viceversa, tuvo lances amorosos con una dama portuense, con la que casó por poderes, tal como se indica en el acta de su boda que figura en el libro de casamientos secretos de la Iglesia Parroquial y Mayor de El Puerto de fecha 16 de diciembre de 1780.

La contrayente era una adinerada dama portuense: Francisca de Paula Viaña Sánchez de Sanz, hija de un hidalgo montañés, oriundo de Lorio, asentado en El Puerto, José Enrique Viaña Fernández, Regidor del Cabildo local y Diputado del Común en el último tercio del siglo XVIII. Este caballero, cuya ejecutoria de hidalguía se conserva en el Archivo Histórico Municipal, contrajo matrimonio con María Pilar Sánchez de Sanz en el verano de 1759,contando la novia 22 años de edad, pues había sido bautizada en la iglesia Mayor, de manos del cura beneficiado de la misma, Juan Gaspar de Cañas Trujillo, el 21 de marzo de 1737. Diez meses y medio después nacería la abuela de Juan Bautista Topete, Francisca de Paula Viaña, que fue bautizada por su tío Juan de Viaña, Lector de Teología en el convento franciscano de Cádiz, el 7 de julio de 1760 en las varias veces mencionada Iglesia Mayor de nuestra Ciudad.

Esta boda en El Puerto, la del bizarro marino, de prestigiosa carrera aunque de escasos recursos, con la primogénita de los Viaña Sanchez de Sanz, de hidalga ascendencia y desahogada posición, idealizaba la pareja pues introducía en la mejor sociedad, la elitista de la Armada, a ella, actualizando y modernizando su rancia estirpe y a él, que dependía de su soldada, escasa y llena de atrasos como era habitual en la hacienda real, la dote nupcial le garantizaba una vida digna y desahogada en los años iniciales de su vida en común. La dote ascendió a 12.000 ducados, que podemos estimar en unos 150.000 reales de vellón, entregados en moneda y frutos del campo, percibidos en distintas partidas. Fueron decisivos para la educación de la prole, especialmente para sostener los estudios de guardia marina de sus hijos Juan Bautista, padre de nuestro protagonista y Francisco de Paula.

RETIRADO EN EL PUERTO.
Retirado en nuestra ciudad después de ejercer cono Jefe de Escuadra, Ramón Topete abuelo de nuestro protagonista, que en realidad debía apellidarse “García” o “García Topete” pues era hijo de José García Topete y María Ventura Fuentes, estando ya viudo, cayó enfermo en el verano de 1821. En esa fecha, dos de los cuatro hijos habido en su matrimonio, José y Ramona Topete Viaña, al igual que su esposa, habían fallecido. Los otros dos se encontraban al otro lado del atlántico y no nos consta que retornasen. Durante los 15 meses que duraron sus dolencias, con mejoras y recaídas, tuvo el consuelo de dos viejos camaradas, el brigadier Cosme Carranza y el que fuera Comandante General del Cuerpo de Pilotos, Joaquín Rodríguez de Rivera que hicieron. compañía a su soledad con sus visitas.

Falleció, creemos que en una casa de la calle Durango, dato este sin confirmar, el 12 de diciembre de 1822, con lo puesto, prácticamente, según el mismo declara en sus últimas voluntades. Refiriéndose a la dote recibida, en diferentes partidas, como antes indicamos, dice: “…, las cuales se consumieron en varias atenciones de la casa y familia, educación de los hijos y otras urgencias para las que no alcanzaban los sueldos del empleo en unas ocasiones y en otras los atrasos que he experimentado en mi carrera militar, falta de pago y otras causas que son bien notorias a mis hijos.” Con este dato finalizamos la pequeña historia de la familia portuense del militar que realizó la primera proclama de la Revolución de 1868, dirigida a los gaditanos, de donde eran algunos de sus ancestros. (Texto: Antonio Gutiérrez Ruiz. Asociación Cultural Puertoguía).

7

Mañana viernes, día 20, se celebrarán elecciones en el Real Club Náutico de nuestra Ciudad. Con estas nuevas elecciones --curiosamente a dos días de las Municipales 2011-- se decidirá que equipo dirigirá el futuro durante los próximos cuatro años de esta importante entidad que promociona los deportes náuticos en la Bahía de Cádiz y el nombre de El Puerto de Santa María por España y Europa.  Su actual presidente, José María Escribano Ivison, Medalla de Oro de la Ciudad de El Gran Puerto de Santa María --nótula núm. 956 en GdP--, se presenta a la reelección.

LA PROPUESTA DE ESCRIBANO.
Para el próximo mandato, Escribano se compromete, caso de resultar elegido, a la ejecución de un nuevo proyecto a la vista de la nueva concesión administrativa con la Autoridad Portuaria, entidad que gestiona la concesión marítimo terrestre que ocupa dicho Club. Los socios de la veterana entidad ya conocen este proyecto, que se ajusta a la Ley de Puertos y al nuevo PGOU de nuestra Ciudad, haciendo un Club más social y más permeable a los ciudadanos del Puerto.

El alcalde de la Ciudad entregaba el pasado 17 de marzo de 2010 la Medalla de Oro de la Ciudad de El Gran Puerto de Santa María, en un Pleno Extraordinario y Solemne celebrado por la Corporación Municipal. /Foto: Jorge Roa.

La larga trayectoria del Club Náutico, con José María Escribano al frente, en cuanto a actividades deportivas relacionadas con el mar, y su capacidad de organizar grandes eventos deportivos en sus respectivas modalidades, le avalan como legítimo merecedor de esta reelección.

En la candidatura de Escribano le acompañan portuenses de nacimiento, conocidos de todos, y porteños de elección; una renovada junta directiva que combina experiencia y juventud, contando entre sus miembros con un amplio palmarés deportivo y experiencia en la organización de eventos. Como muestra, un campeón de Europa en patín a vela, y numerosos títulos a nivel nacional de diferentes modalidades en vela y piragüismo:

DEPORTISTAS PREMIADOS.

  • Ángel Ruiz Díez, Campeón de Europa en la modalidad de Patín a Vela, además de haber destacado en numerosos campeonatos a nivel regional y nacional en la modalidad de Cruceros. Candidato a Tesorero.
  • Juan Carlos Carrasco Lorenzo, ganador de varios campeonatos, tanto a nivel regional como nacional. Candidato a Vocal de Piragüismo y Vela Ligera.
  • Santiago Villagrán Yañez, poseedor de un alto palmarés deportivo, forma parte del equipo de deportistas de Alto Rendimiento, catalogado por la Junta de Andalucía. Candidato a Vocal de Crucero. /En la imagen de la izquierda, Escribano, delante de la torre de comunicaciones que, junto a las nuevas instalaciones del Club, fueron inauguradas en 1992, en presencia de miembros de la familia real, el Príncipe de Asturias y la Infana Doña Cristina.
  • Completan la candidatura que compone la propuesta de Escribano: Miguel Mena a Vicepresidente; Rafael Álvarez-Cienfuegos, a Secreatrio; Miguel Roselló a Comodoro, Jaime Conde a Vicecomodoro, Nicolás García-Máiquez a Vocal de Pesca; Antonio Matiola, a Vocal de Cultura; Antonio Gugel, a Vocal de Tennis y Paddel y Miguel Roldán a Coordinador de las mismas materias.

    Vista aérea del Guadalete, la Bajamar y el Club con los pantalanes que en su día instaló la directiva de Escribano. /Foto: Jorge Roa.

    S.A.R. EL PRÍNCIPE DON FELIPE.
    Y en esa tarea de darle prestigio a El Puerto y al Club, se puede adelantar, que este año, Su Alteza Real, el Príncipe Don Felipe ha aceptado la Presidencia de Honor  de la 40ª edición de la Semana Náutica que se celebrará el próximo mes de Agosto.

    S.A.R. Don Felipe de Borbón, recibiendo en Zarzuela a José María Escribano.

    Por todo ello, José María Escribano ha instado, personalmente, a la masa social, tanto residentes en El Puerto como a los que viven fuera, a que acudan a depositar su voto mañana viernes 20 de 16:00 a 21:00 horas en las instalaciones del Club en la Avda. de la Bajamar para que legitimen, con su participación, la candidatura que presenta.

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    El termómetro no sube de los 12º y son las 10 de la mañana de finales de enero. Las gaviotas residentes en la lonja de la margen izquierda del río, con probable esclerosis en sus arterias por el escaso batir de sus  alas en busca de alimentos, graznan constantemente con esos gritos lastimosos, que más bien parecen los quejidos aflamencados de una soleá  o de un  martinete. Paso por delante de La Taberna La Gaviota, habitualmente llena de clientes hasta la puerta, donde suele haber algún pescador que en  una cestilla expone a la venta un exiguo ranchillo de peces arrancados con eterna paciencia a la bahía. Hoy no hay nadie y me extraña.

    Las mesas de La Gaviota, atiborradas con clientes jugando al dominó.

    Vuelvo sobre mis pasos y entro en el bar. Confieso que es la primera vez que la visito en 36 años. Es un pequeño bar de no más de treinta metros cuadrados para clientes y unos veinte de trastienda. Cuatro mesas ocupadas por cuatro pescadores cada una, en dos se juega al dominó, en las otras a las cartas, donde se dirime quien será el pagano del café o simplemente la honrilla del vencedor. Enfrente un mostrador, y a su espalda varias docenas de trofeos adornan las estanterías que no sé si proceden de torneos de estas timbas o de otro tipo de concurso.

    En la imagen, José Camacho.

    LOS 80 AÑOS DE JOSÉ CAMACHO.
    La única mesa sin jugadores está ocupada por un parroquiano que parece ajeno al resto de clientes. «--Buenos días, --le digo--, ¿Puedo sentarme?» «--Naturalmente que sí». Me presento, y le digo que me ha llamado la atención este santuario, refugio de viejos pescadores que apuran el último tramo de su vida entre fichas, cartas, chanzas y que les permite pasar el tiempo en el único reducto posible donde olvidar las penurias de sus indignas pensiones. «--Pues yo me llamo José Camacho. Tengo 82 años». José, está tocado con una gorra de visera de color piel de ratón, camiseta, camisa y chaqueta. Un aspecto sereno, saludable y hasta venerable.

    El techo de la taberna, con cuatro ventiladores de aspa.

    LA TABERNA POR DENTRO.
    Mientras lo saludo paseo mi vista por el resto del local. Un remedo de artesonado mudéjar, huérfano de decoración, donde unas vigas negras son entrelazadas por listones a juego, lucen en su techo como único adorno; de él penden cuatro ventiladores de cuatro aspas, probablemente de los primitivos S&P de mediados del siglo XX, al contrario de sus paredes donde no queda un centímetro sin ocupar. Estas, en su parte superior, a las que están adosados unos arcos de medio punto, sirven de marco para unas pinturas  que representan un paisaje del río Guadalete y al fondo El Resbaladero; en el paramento de enfrente, otra pintura  con rederos en plena faena de reparación y un pesquero amarrado al muelle.

    Pintura en la pared donde se ve una antigua representación del río Guadalete, sin los bloques de la Plaza de la Pescadería. Cuadros de especies marinas, relojes, platos, fotos antiguas completan la decoración del paramento.

    Debajo, y sobre el techo de los urinarios, reposan desde tiempo lejano unas  enormes botellas de cinco litros de Veterano, Caballero y Anís  del Mono, cuyos golletes están tocados por una gorra de guardia urbano, con esas  cuadrículas de los librillos de papel de fumar Jean, una gorra de plato de algún marino de graduación, y un sombrero de paja que le dan un aire de museo; este marco se remata por la custodia que de ellos hacen sendas escafandras de buzo en un cobre obscurecido por el tiempo.

    En primer término, los urinarios donde hasta hace poco estaban las botellas de cinco litros de diversos destilados. Al fondo, el fresco pintado en la pared, con el oficio de cordelero y redero y un salvavidas del 'San Telmo'.

    CORDELERO.
    José Camacho continúa contándome cómo empezó a trabajar a los catorce años y se jubiló con setenta; cincuenta y seis largos años trabajando en tierra, como cordelero, haciendo  malletas (ver nótula núm. 321 de GdP) para las redes; hoy ‘disfruta’ una pensión de 575 euros. Recuerda como no hace muchos años, en El Puerto amarraban ciento setenta barcos, dos docenas faenaban en ‘el moro’ y el resto pasaban hasta cuarenta días en la mar. Hoy apenas veinte, tratan de sobrevivir en las esquilmadas aguas que median entre Cádiz y Ayamonte, en la frontera con Portugal. «--José, y ¿qué piensa de las pateras?». «--Pues, en las fatiguitas que tienen que estar pasando esas criaturas pa venir a ahogarse aquí, yo no sé la forma de vivir que tienen por ahí, pero cuando vienen, es porque deben estar pasándolo mu mal».

    Las paredes no dejan espacio para el vacío, en una especie de 'horror vacui' de un barroco marinero.

    EL NAUFRAGIO DE VICENTE.
    Al lado está Vicente, ochenta y un años, viudo, cuenta como se embarcó con dieciséis años y pasó más de  diez faenando en el Caribe. Muchas noches de mala mar. Náufrago en dos ocasiones. Cuando me va a contar qué se piensa mientras  se está en el agua a la espera de rescate, unas voces en la mesa colindante celebran alguna jugada que atrae más el interés de Vicente, y decido dejar para otro día oír de viva voz, qué pasa por la cabeza de un  náufrago mientras está en esa situación.

    Patio de la casa de la Taberna, vista desde el interior a la calle.

    TABERNA, PENSIÓN Y CASA DE TRATO.
    Alguien me contó que la taberna tiene como tal, más de ochenta años de antigüedad. En un tiempo fue prostíbulo, dedicando la planta alta a pensión por horas, como mucho, una noche; abajo la taberna donde se alegraban las pajarillas los parroquianos, al amor del coñac y del anís propios de la época, sin desdeñar los ocasionales güisquis  y ginebras.

    ENTRE ‘EL CHIGÜI’ Y ‘EL PRINGUE’.
    Por cierto que, tomando café con mi amigo Salvador Cortés ‘el Chigüi’, --con nótula núm. 307 en GdP en la imagen de la izquierda-- me contó cómo, con posterioridad a la actividad de comercio carnal, allí se alojó su amigo y compañero de trabajo en VIPA (Vidrieras Palma), ‘El Pringue’, simpático personaje, y que debía este mote a su exagerada afición a los cocidos  con generosa ‘pringá’. En sus años mozos,  ‘El Pringue’, aficionado a la pesca, pedía a los pescadores de caña le permitieran acompañarles, aunque solo fuera ‘para darle sombra al botijo’ y mantener el agua fresquita. ‘El Pringue’  andaba siempre ofreciendo su ayuda a todo el mundo para agenciarse unas perrillas, hasta  que logró entrar en VIPA donde trabajó como palero y después en alguna otra función. Tras las duras jornadas de trabajo, los operarios solían ducharse, más en verano que en invierno. El agua que se utilizaba era fría y al remitir el verano, los más proclives a una higiene diaria, tuvieron que ingeniárselas para lograr agua caliente, y aquí surgió el talento de “El Chigüi”. El horno cuyas temperaturas alcanzaban los 1500º en su interior, irradiaban a una determinada altura setenta u ochenta, justo contra la pared a cuya espalda se hallaban  las duchas. Solo tuvo que elevar las tuberías a ese nivel, para disponer de un sistema de calefacción que permitió a todos disfrutar de gratificante placer. Aquí estaba “El Pringue”, quien no se sabe si por sus enormes atracones de pringá o por su genética, pese a su baja estatura, desarrolló unos enormes atributos sexuales y se jactaba ante sus compañeros desnudos de tales proporciones. No solo presumía de ello, sino que les amenazaba para que no se agacharan a coger el jabón porque corrían evidente riesgo.

    El acceso a la casa de la Taberna de la Gaviota, no tiene puerta de la calle, accediéndose directamente al patio donde existe un taller de imprenta y viviendas.

    EL MUELLE.
    La taberna estaba atiborrada. Busqué como en anteriores ocasiones a Juan Diego, joven patrón que atesora “millones” de anécdotas, como él dice, de su vida en la mar, pero tampoco estaba. Me fui hacia la balaustrada del Guadalete, iniciando un paseo de unos cien metros que separan la taberna del muelle. Mientras camino observo cómo está bajando la marea y deja al desnudo los bloques de protección, que cubiertos con un musgo de verde intenso, son fuente de alimentación de bogas y cangrejos.

    Vista del río Guadalete, desde el Edificio Vistalegre. (Foto: Vicente González Lechuga).

    ‘EL CACHORRO’.
    Próximos al embarcadero y sentados en un banco, dos hombres mantienen una animada charla. Me siento al lado de ellos y después de saludarles me presento. Para mi suerte, uno de ellos  es un pescador jubilado: José Mª, 'el Cachorro' natural de Lepe,  78 años, barba de dos días, rala, con zonas menos pobladas que en otras; aprecio una piel escasa de arrugas y de tono sonrosado que desmentiría sus más de cuarenta y cinco años  como marinero; conserva gran parte de un cabello entrecano. Mirada franca en ojos gastados, uno de ellos un tanto enrojecido y tal vez producto de incipiente conjuntivitis, deja ver en su lagrimal una pequeña legaña.

    Solo he tenido que preguntarle por la bolsa de pescado situada a sus pies, cuando me enseña su contenido; varios salmonetes de buen tamaño y unas pescadillas; de inmediato, una  catarata de información sobre la procedencia de la bolsa. «--Esta mañana a las siete, ya estaba ayudando a los pescadores en la descarga y haciéndoles “mandaos”, ¿sabe  usté?…». Y continuó con su historia mientras yo observaba un nervioso movimiento de manos acariciándose ora una, ora la otra, que no sabría si atribuirlo a un tic, consecuencia de  los muchos años de jalar de redes, maromas y malletas y que me recuerda aquella escena de la película “Tiempos modernos”, en la que su protagonista, Charlot, trabajaba en una cadena de montaje; toda la jornada en monótona y rutinaria acción de apretar tornillos con ambas manos, derivaban en el regreso a su domicilio, en un acto reflejo del que no podía prescindir en un repetitivo gesto de sus  manos… (Texto y fotos: Alberto Boutellier Caparrós).

    1

    José María Escribano Ivison, Joselito para quienes le quieren, nació en la sevillana calle del Porvenir –al lado de la iglesia de La Paz--, el 3 de junio de 1945. Hijo de José María Escribano Aguirre y de la jerezana Patricia Margarita Ivison Lassaletta, es el segundo de cuatro hermanos: Margarita, José María, Dolores y Mari Paz. Su padre fue Secretario del Consejo de Administración de la Fábrica de Cervezas Cruzcampo, fundada por un portuense, y amigo y compañero en el Tiro de Pichón de Eduardo y Felipe Osborne, por lo que su vinculación con El Puerto venía predestinada.

    1945.
    El año 1945 era alcalde de la Ciudad Ignacio Osborne Vázquez.  En el pleno municipal celebrado el 17 de enero de 1945  se adoptaba el acuerdo de crear la Feria  de Primavera con la filosofía de la que ha llegado nuestros días. Eran tenientes de alcalde  Eduardo Ciria, Manuel Gago, José Merello y Pedro Salvatierra quienes, junto al alcalde, acordaron su instauración. Rafael Alberti empieza sus obras ‘A la pintura. Poema del color y la línea (1945-19489’ y Poemas de Punta del Este (1945-1956). Manolo Prieto ilustrará las portadas --hasta 30, más de la mitad de la colección de ese año-- de la Revista Literaria Novelas y Cuentos, entre otras ‘Una princesa de Marte’, ‘Juana Eyre’, ‘El Comendador Mendoza’, ‘Ivanhoe’, ‘Fabiola’, ‘El comerciante de antigüedades’, ‘Tu eres la paz’, ‘La portera de la fábrica’, … Juan Botaro restaura el Cristo de la Hermandad de la Flagelación.  Hipólito Sancho publica su libro relacionado con El Puerto: «Los Valera y Marruecos». El Plan de Nacional de Embalses de 1945, aprueba la conducción general de agua desde el futuro pantano de Los Hurones (Algar) hasta el gran depósito regulador de la Sierra de San Cristóbal. Nacían la ceramista Pepita Lena de Terry y el peluquero Juan Antonio Paloma Benítez. /En la imagen, jugando a los bolos en Piscinas Sevilla, en 1961.

    En 1962 ganó los campeonatos de Sevilla y Andalucía, representando a los Escolapios, en la modalidad de 100 metros libres. En la imagen, con el trofeo acrreditativo y el sacerdote Enrique Culeou-Valera.

    EL PUERTO, DESDE CHIQUITITO.
    Joselito vería la luz de El Puerto, por primera vez, con pañales. Desde siempre vinculado a nuestra Ciudad, solía pasar temporadas en casa de sus abuelos maternos, en la jerezana plaza de San Juan, número 3, frente a la botica de los Ballesteros –abuelo de Joselo Ballesteros Benjumeda--. La aventura duraba tres días, un día para venir desde Sevilla, el de la estancia propiamente dicho y el de regreso. Y es que el coche familiar con chófer pinchaba las ruedas varias veces en los trayectos. Luego, de Jerez a las playas de El Puerto.

    Playa de Fuenterrabía.

    Unas veces a Valdelagrana, dejando el coche un poco más adentro de los pinares donde hoy está el Caballo Blanco, andando hasta un chiringuito instalado en la playa. Otras veces a la de Fuenterrabía, o a Vistahermosa, a la Casa Grande, por los vínculos familiares. Nuestro protagonista estudió en los Escolapios de San José de Calasanz, y más tarde Ciencias Químicas en la Universidad de Sevilla.

    17 de marzo de 1963, poco antes de ir como voluntario al Servicio Militar, como abanderado de los Escolapios, en el Estadio de la Macarerna. /Foto: Valentín.

    De izquierda a derecha, Margarita, Joselito (con 17 años), su madre, Mari Paz, su padre y María Dolores (+), la mayor, en 1962, delante de la Catedral de Sevilla.

    SERVICIO MILITAR.
    Haría el Servicio Militar en la Base Aérea de Tablada (Sevilla), en 1963. Ese año, con la desaparición del Ala-25 iniciaba su decadencia aérea: sus aviones B-21 pasaron al Ala-27 (Málaga) y Ala-46 (Gando), quedando casi desguarnecida de medios aéreos, pasando a la categoría de Aeródromo Militar. No sería hasta el año 1966, en el que se crea el Mando Aéreo de la Aviación Táctica, superpuesto a la Jefatura de la Región Aérea del Estrecho, cuando se inicia la regeneración de Tablada, coincidiendo con la estancia de Joselito en dicho acuartelamiento militar.

    En Tablada (Sevilla), durante el Servicio Militar.

    EL MUNDO DEL TRABAJO.
    Al finalizar el Servicio Militar se adentrará en el mundo del trabajo con Helados Frigo. Su padre, fundador de ILSA gestionaba desde Sevilla  helados Frigo para Andalucía, al tiempo que en Madrid y Barcelona otros empresarios abrían la correspondiente empresa que gestionaba la marca en esas capitales. En El Puerto la Delegación la llevaría Agustín Merello del Cuvillo, quien mas tarde se asociaría con Antonio Cólogan Osborne, en el edificio, hoy desaparecido que se encontraba donde hoy está la plaza de Enrique Bartolomé, frente a un edificio de infraviviendas, denominado eufemísticamente ‘La Casa de los Millones’. Allí colaboraría en los Departamentos Comercial y de Expansión, aficionándose a venir mas a El Puerto viviendo en la casa que la familia posee en la Costa Oeste. Estamos hablando de mediados de la década de los sesenta.

    Con sus padres y dos de sus hermanas: Margarita y Mari Paz.

    Gestiona en la actualidad otros negocios familiares (concesionarios de coches en Sevilla y El Puerto), como vicepresidente del Consejo de Administración, negocios que fueron fundados en algún caso por su padre en sociedad con  Eduardo y Felipe Osborne y otros amigos.

    REAL CLUB NÁUTICO.
    Será en 1965, cuando contacta con el desaparecido José Luis Caballero Morales –Pepete--, Nicolás Terry Martínez y Juan Carlos Gutiérrez Colosía en el Real Club Náutico, adonde iba con sus padres de pesca en la embarcación ‘La Coral’ adquirida al que fuera presidente de Cruzcampo, Ignacio Ybarra Mendaro quien, curiosamente, se mareaba. Luego vendría el ‘Alicate’ y el ‘Alicate III’ es la actual embarcación de nuestro protagonista.

    Con Juan Lara, socio de honor del Club Náutico, en 1992.

    Con Rafael Alberti y su viuda, María Asunción Mateo.

    Joselito entrará como vocal en la directiva del Náutico en 1979, al fallecer su padre, formando parte de las juntas presididas por Miguel Duro y Ángel Ruiz, sucediendo en el cargo de presidente a Francisco Perdigones, llevando al frente de la entidad marítima y marinera desde 1991, durante cinco mandatos consecutivos.

    LA FAMILIA REAL.
    Durante sus mandatos ha sabido imprimir al club un extraordinario anfitrionaje, no solo de la entidad, sino de El Puerto, asociando la imagen de la Ciudad a la entidad que preside, y haciendo que los participantes en las regatas de toda clase y entidad que visitaran El Puerto, se sintieran como en casa. Merced a ese trabajo, regatearon en aguas de la Bahía de Cádiz, desde el Club, la infanta de España doña Elena, luego doña Cristina y por último el Príncipe e Asturias, habitual durante muchos años de El Puerto merced a estas pruebas. En 1992 inauguraron las nuevas instalaciones del Club Náutico; una placa en el mástil que preside la torre del Club, recuerda la efemérides.

    En la imagen, la infanta Doña Cristina, el príncipe Don Felipe y Jose María Escribano, durante el descubrimiento de la placa de inauguración de las nuevas instalaciones del Club. Precisamente esta fotografía se la ha llevado nuestro protagonista al príncipe, en la audiencia en Palacio que, con motivo de la XL edición de la Semana Náutica dió a los organizadores de la misma. Año 1992.

    Don Juan de Borbón, en el Club Náutico con nuestro protagonista, el 24 de agosto de 1992.

    El padre de S.M. el Rey, Don Juan de Borbón, visitó en varias ocasiones el Club, a bordo del yate ‘Giralda’ y fue aquí desde donde partiría para la clínica de Pamplona, al sentirse repentinamente indispuesto navegando en dirección a Sevilla por el Guadalquivir, falleciendo poco después. También desde el Náutico se está organizando la regata ‘Doña María de las Mercedes’ que tendrá carácter bianual, y que empezara el pasado año 2010.

    Con Pepe Fernández Sanjuan, Pepe 'el del Vapor', patrón del Adriano III, ofreciéndole un homenaje en el Club Náutico el año 2005.

    SEMANA NÁUTICA INTERNACIONAL.
    La que empezó como Semana del Sherry vivirá este verano su XL edición como Semana Náutica Internacional, una de las pruebas de vela más reconocidas de España, tanto por su organización como por el programa social que lleva incorporado. Y hablando de sherry –o mejor, de vinos del Marco del Jerez—nuestro protagonista usa para sus libaciones los vinos finos, amontillados y olorosos, practicando poco el vino tinto.

    En el homenaje ofrecido en el Club a Francisco Rodríguez Ceballos, del Bar 'Casa Paco', que aparece a la izquierda de la imagen, a continuación Ignacio Osborne Vázquez, José Luis Caballero Morales y Joselito Escribano. Detrás N.N. y Alejandro Navarro.

    Otras Regatas, como la ‘Barcos de Época', o la de ‘Juan de la Cosa’, destacan en la organización del Club que fue elegido en 1992, ‘Premio a la Promoción Turística’ de El Puerto, con efecto del año anterior. En 1992, también, sería nombrado Juan Lara socio de honor de la entidad.

    Escuchando en la Tertulia Flamenca 'Tomás el Nitri'. De izquierda a derecha, Diego Gómez Ángel, Juan Luis Moreno, Javier Ollero, Joselito Escribano, Ramoni Palacios, N.N. Baldomero Rodríguez Sánchez y Antonio Muñoz Cuenca.

    TERTULIA FLAMENCA.
    Al año de su fundación, en 1974, se hizo socio de la Tertulia Flamenca ‘Tomás el Nitri’, en la calle Diego Niños, siendo introducido por su amigo Baldomero Ceballos, del Bar Casa Paco, donde hará muchas amistades y donde pasará ratos inolvidables de tertulia, escuchando flamenco y participando con buenas reuniones:  Juan Lara, Pansequito, Julio Pérez Flores, Pepe Morillo, Robertito Rodríguez, Antonio Núñez, Guillermo Aguilar, Manuel Ceballos Arniz ‘el Fontanero’, … Se involucra tanto que con un equipo de sonido semi profesional realiza grabaciones de los festivales y actuaciones que se celebraban en la entidad, documentos sonoros de una época del cante flamenco de Andalucía la Baja.

    De izquierda a derecha, arriba, José María Barrigá (propietario que fue de la Academia San Cristóbal), Joselito Escribano, Carrasco policía municipal, cantando Robertito Rodríguez. Debajo, Juan Lara, Guillermo Aguilar, Manuel Ceballos Arniz 'El Fontanero' y a la sonanta, Antonio Núñez Buhigas. La imagen, en la Tertulia Flamenca.

    Durante la imposición de la Medalla al Mérito Naval, con distintivo blanco, el 5 de junio de 1998.

    CRUZ AL MÉRITO NAVAL.
    S.M. el Rey de España, a propuesta del Ministerio de Defensa, previo informe del Jefe del Estado Mayor de la Armada y del Almirante de la Flota, le concedió la Cruz al Mérito Naval con distintivo blanco –se concede en tiempos de paz-- que instruyó el contralmirante Manuel Sánchez Baircaztegui.

    Joselito se lleva bien con todo el mundo, “con todo el que va por derecho y quiera a El Puerto, no tengo más remedio que llevarme bien, afirma”. Es un talentoso relaciones públicas que lleva el nombre de El Puerto y las bondades de las aguas de la Bahía de Cádiz, allá por donde va, siendo s unos de los actuales ‘hombres de marketing’ de El Puerto, promocionándolo desde una entidad privada sin interés empresarial.

    Con SS.AA.RR., los Príncipes de Asturias, el año 2004.

    MEDALLA DE ORO DE LA CIUDAD.
    Si bien la propuesta inicial era hacerlo Hijo Adoptivo de El Puerto, un tecnicismo reglamentario hizo que desde el Ayuntamiento se optara por otorgarle otra distinción: la Medalla de Oro de la Ciudad. Fue en la sesión plenaria del pasado febrero donde se adoptó el acuerdo y la tarde del 17 de marzo de 2011, en un Pleno Extraordinario y Solemne celebrado en el Teatro ‘Pedro Muñoz Seca’ cuando le fue impuesta, constituida la Corporación Municipal, en presencia de amigos, familiares y colaboradores.

    Agradeciendo la imposición de la Medalla de Oro de la Ciudad.


    Escenario del Muñoz Seca donde se celebró el acto institucional.

    Luego en una conocida bodega de la Ciudad se le ofrecerá un coctel homenaje, destinando una parte de lo recaudado a la ONG Cáritas Parroquial. El Colegio La Salle recibirá igualmente idéntica distinción por sus cincuenta años de docencia en El Puerto y el sacerdote Julio Juez Ahedo, será nombrado Hijo Adoptivo, en el mismo acto.

    Con Curro Romero y el futbolista Joaquín.

    Fotografía tomada en la puerta del bar 'Casa Paco', propiedad de los hermanos Baldomero e Ignacio Rodríguez, en la Ribera. De izquierda a derecha, N.N., Joselito, José Luis Perales, Merche Macaria, Baldomero, Nano de Jerez, el ganadero de reses bravas Luis Sánchez Sánchez y su hijo. Año 2007.

    EA7BMQ Y EL BERQUELIO.
    Joselito cuenta entre sus aficiones con la de radioaficionado. Empezó con los hermanos Alejandro y Roberto Romero Laffite y Luis Fernando Terry Muñoz en la banda de los 27 Mh, la banda ciudadana, con el distintivo de ‘Berquelio’ (1) No podía estar de mas actualidad en estos días. Luego vendrían la banda conocida coloquialmente como de los ‘Dos Metros’, donde se sacaría el distintivo oficial de EA7BMQ. En aquellos tiempos aprendió morse y era un mundo nuevo el de la comunicación, hoy superado por la informática, los dispositivos móviles e internet. Pero continúa en posesión de la licencia.
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    (1) Berquelio. El berquelio es un elemento radioactivo hecho por el hombre (símbolo atómico Bk), número atómico 97 y peso atómico 247. El becquerelio (símbolo Bq) es una unidad derivada del Sistema Internacional de Unidades que mide la radiactividad. Equivale a una desintegración nuclear por segundo. En la planta nuclear de Fukushima (Japón), se han vertido estos días al mar cientos de litros de agua con, al menos, 90.000 becquerelios.

    En 1992 fue Rey Baltasar --Rey Negro-- junto a Luis Hörh y José Cuevas, en la imagen tomada en la capilla de la casa de Antonio Sánchez Cortés, en la Ribera.

    1

    Mi nombre es Mara Escassi Revuelta, soy choquera (Huelva) de nacimiento y portuense desde que elegí esta ciudad para vivir hace ahora veinte años. Nací 13 trece de junio del sesenta y cuatro --año en que se hizo la primera foto a la Luna-- a la una y media de la tarde, y soy la pequeña de tres hermanos, Miguel y Luis, que también viven en El Puerto y que nacieron en Cádiz (Miguel) y Río Tinto (Luis).

    El año del nacimiento de Mara, 1964, Rafael Alberti publicaba ‘La Lozana Andaluza’. Salvador Dalí diseñaba para bodegas Osborne, la botella del brandy Conde de Osborne.  El Ayuntamiento de El Puerto vendía a la Diputación Provincial 300.000 metros de terrenos para la construcción de un camping en la urbanización Valdelagrana. Fallecía el historiador Hipólito Sancho de Sopranis. Manuel Delgado Villegas ‘el Arropiero’ cometía un nuevo delito de asesinato en la Laya de Llorach, el Garraf. El Hotel Meliá El Caballo Blanco se anunciaba en ABC en junio de 1964. /En la imagen de la izquierda, Mara, en las playas de Huelva.

    Mara, con su madre Angelines y sus hermanos, en una evocadora imagen en la playa.

    Mara, con sus padres, en dos momentos diferentes.

    Mi padre, Paco Escassi, de Morón de la Frontera, era militar y el mejor hombre que he conocido, pero nos dejó demasiado pronto en el año 1991, y mi madre, Angelita, de Cádiz, sigue con nosotros y espero que por mucho tiempo. Precisamente fue la enfermedad de mi padre la que me trajo al Puerto, dicen que todo sucede por algo, y yo, de una experiencia traumática saque algo bueno, un lugar donde vivir y un futuro profesional.

    Mara y su marido, Borja Álvarez Ossorio, el día de su boda.

    También hice en El Puerto algo que nunca pensé hacer, casarme, y lo hice el 12 de Octubre de 2006 con Borja Álvarez Ossorio, un tiarrón, por dentro y por fuera, ocho años menor que yo. No tenemos hijos, esto no fue una elección, lo intentamos, ¡¡claro!!, y casi lo conseguimos pero no salió y también esto será por algo… positiva, siempre positiva. Esta es mi lección de vida.

    Fachada interior del Palacete de Joy Sherry, fuente luminosa y laser.

    La verdad que mi vida personal esta muy ligada a la profesional, algunos dicen que soy una obsesa del trabajo y no se si tendrán razón, seguramente, pero es que soy de las afortunadas que disfrutan muchísimo con el. No es fácil para mi hacer una cronología muy exacta de mi vida porque la verdad es que me he movido bastante y por temporadas, compaginando incluso un mismo trabajo en dos ciudades distintas.

    Como ocurrió cuando trabaje para una cadena hotelera y para el empresario Pedro Trapote --gran tipo-- en Joy Sherry (El Puerto) y Joy Eslava (Madrid). Aprendí muchísimo, mi trabajo como relaciones públicas y co-responsable del departamento de Marketing fue una verdadera escuela. Además, se aprende mucho de la noche, aunque algunos piensen lo contrario, todo depende de la profesionalidad que le eches al asunto, algo que, según mi opinión, hay que tenerla, y sobre todo demostrarla, siempre. /En la imagen de la izquierda, Pedro Trapote.

    Hice la carrera de Turismo en Sevilla y empecé la de periodismo en Madrid, pero circunstancias de la vida me impidieron acabarla, y el no haberla retomado nunca es algo de lo que no estoy demasiado orgullosa, pero siempre he preferido, y necesitado, trabajar y no me ha quedado mucho tiempo para otra cosa.

    Mara, en el mejor Campo de Regatas de Europa: la Bahía de Cádiz.

    En la actualidad me dedico a la comunicación, esto es algo que siempre se me ha dado bien, modestia a parte, desde mis inicios como relaciones publicas. Una de mis aficiones, la Vela, me llevó a la profesión y hoy por hoy escribo y hago las ‘labores’ propias de lo que se entiende por comunicación para la Federación Andaluza de Vela, algunos clubes náuticos, regatas y barcos patrocinados.

    Con un buen puñado de amigos en el Chiringuito de 'Los Toruños'.

    También y desde hace tres años, trabajo para el Parque Metropolitano Marisma de Los Toruños y Pinar de la Algaida (comprendido en los términos municipales de  los Puertos: el de Santa María y Puerto Real), una dedicación que me ha permitido no solo diversificar, sino aprender mucho de un mundo que antes para mi era desconocido y que he llegado a amar. Cosas de la vida, hace ya algunos años y cuando yo ni siquiera conocía ese lugar privilegiado, mis hermanos esparcieron las cenizas de mi padre desde el puente que divide en dos Los Toruños.

    En el Puente de Los Toruños, desde donde fueron esparcidas las cenizas de su padre.

    Hasta llegar a El Puerto, viví en Huelva, donde nací, Sevilla, Madrid y Londres, casi por este orden. Me gusta viajar y lo hago por trabajo pero, la verdad sea dicha, por ocio poco y cuando lo hago es con el ordenador a cuestas… me temo que este es uno de los males ‘menores’ de los autónomos como yo…. no es que no queramos desconectar… es que no podemos!

    Con su amiga Coral, de viaje por Marruecos.

    Además de la Vela, y más que la Vela, el Mar, tengo otras aficiones. Algunas antiguas como montar a caballo y otras que he descubierto hace poco, como la bicicleta y andar. Y me encanta compartir tiempo con amigos. Me gusta sentarme alrededor de una buena mesa, y digo buena por la gente porque no soy muy exigente en lo gastronómico, será porque la cocina nunca ha sido mi lugar preferido de la casa, pero para un buen vino y una buena tertulia, para eso si tengo un paladar exquisito.

    Con S.M. el Rey Don Juan Carlos, S.A.R. el Príncipe de Asturias y la Tripulación del Cutty Sark, campeones en Palma de Mallorca. Nuestra protagonista, a la derecha.

    Disfrutando de los amigos y el trabajo, entre ellos Nicolás Terry, al centro junto a Mara.

    Definitivamente me gusta muchísimo El Puerto, creo que es un lugar privilegiado para disfrutar de todo esto. Me gusta su gente y entre ellos tengo muchos conocidos y pocos pero enormes amigos. Me gusta que me conozcan y conocer a la gente por la calle y ayudar en la medida de mis posibilidades a que esta ciudad sea grande. No sé lo que me deparará la vida, algunas veces sueño con irme lejos y cambiar radicalmente de ‘modus operandi’…., pero de no ser así, todo pinta a que seguiré paseando por las playas de El Puerto y mi querido Parque… hasta que el cuerpo aguante!  (Texto: Mara Escassi Revuelta).

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    Joaquín Calero Cuenca nace el 14 de agosto de 1890 en San Fernando Cádiz, fruto tercero del matrimonio formado por Antonio Calero Piñero y Marcelina Cuenca Romero, ambos naturales de San Fernando. Sus otros hermanos, María Candelaria (1881), José Antonio (1888) y Manuel (1892), vivieron en la casa familiar en la calle San Joaquín, núm. 8. Allí pasó su infancia, salvo los años 1894 y 1896 que vivió en Filipinas, a donde se trasladó su madre y hermanos, al estar destinado allí su padre en el Arsenal de Cavite como Contramaestre de la Armada, residiendo posteriormente en Madrid, donde vivió su juventud.

    El año de su nacimiento, 1890, El Puerto contaba con 19.006 habitantes. Dionisio Pérez fundaba la Revista Portuense. El solar que ocupaba antaño el Convento de los Descalzos, y que iba a llamarse plaza de la Libertad, a petición popular se le dio el nombre de plaza de Isaac Peral, marino e ingeniero elegido ese año diputado por El Puerto, tras la renuncia del ingeniero de montes Federico Laviña.

    La Plaza de Isaac Peral y la Electra.

    En 1911 Calero ingresó en el Cuerpo de Escribientes de la Armada, siendo destinado al Ministerio de Marina en Madrid, aprobando al año siguiente las oposiciones al Cuerpo de Inspección de Aduanas obteniendo su primer destino en La Rábita (Granada).

    En 1914 contrajo matrimonio en Albuñol (Granada) con Luisa Rosa Muñoz del March y fruto de aquel matrimonio nacieron 5 hijos: Antonio en 1915, Luisa Rosa en 1918, Joaquín --que llegaría a ser director del Instituto Santo Domingo, Jefe de la Falange y precursor de la radioafición en El Puerto-- en 1920, María Soledad en 1924 y Francisco en 1927. Era abuelo del cantautor Javier Ruibal de Flores Calero.

    El muelle del Vapor y la Otra Banda, en la década de los 30 del siglo pasado.

    LLEGADA A EL PUERTO.
    Otros destinos fueron, en 1915 en la Aduana de Alicante. 1918 en la Aduana de Barcelona hasta que, en 1924 fue destinado a la Aduana de El Puerto de Santa María.
    Desde el día de su llegada a El Puerto se integró en la sociedad del momento intentando participar en la medida de sus posibilidades en la promoción y desarrollo de la Ciudad.

    Construcción y rellenos de los muelles en la Avenida de la Bajamar.

    Intervino Calero de forma directa en la consecución del dragado del río Guadalete --gran preocupación del momento-- y la construcción de los muelles que permitieran las llegadas y establecimiento de líneas regulares de buques para que cargaran los vinos para la exportación directamente desde nuestra ciudad, sin tener que pasar obligatoriamente por el envío previo a Cádiz.

    Foto tomada en la puerta de la Aduana del Vergel del Conde., con motivo de la visita del Director General de Aduanas. En ella podemos ver, en el zaguán de la puerta el 2º por la izquierda Caballero Noguera, Luís; el 1º por la izquierda en la calle Terry y Cuvillo, Fernando A. de; el señor del bigote el Director General de Aduanas; el señor de uniforme con gabardina en el brazo su ayudante; el de la gorra blanca con uniforme de aduana Calero Cuenca, Joaquín. El resto son desconocidos.

    Según el investigador Antonio Gutiérrez Ruiz. "El alcalde de 1930 y 31, Eduardo Ruiz Golluri, que estuvo un corto pero fértil periodo al frente del Ayuntamiento, formó parte de la Comisión Administrativa del puerto marítimo que dirigia el ingeniero Ignacio Merello, se realizó el dragado del río, abriéndose un nuevo canal en la desembocadura que permitía la entrada de buces mercantes de hasta 1700 toneladas de registro, se instaló el transbordador de sal y se construyó la fábrica de cemento. Se diseñó de común acuerdo con la Hermandad del Carmen y contando con la iniciativa del capitán de puerto Vicente Pérez Baturone y la especial colaborción de Felix Tejada, presidente de la comisión de Fiestas del Ayuntamiento, de Joaquín Calero, administrador de Aduanas y del ingeniero Ignacio Merello, una procesión marítima que se celebraría en la festividad de la Asunción, el 15 de agosto".

    En nuestra Ciudad fijó su residencia hasta en tres ubicaciones distintas; la primera en la Plaza de la Herrería esquina con Jesús de los Milagros, la segunda, en la calle Micaela Aramburu frente al extinto Hospital Municipal y  Capilla de los Afligidos, y la tercera, en la calle Vergel del Conde O’Reilly (en la actualidad Ribera del Marisco, donde hoy se encuentra Restaurante Flores), en cuya planta baja  estuvieron ubicadas las oficinas de Aduana.

    Sentados, de izquierda a derecha, Eduardo Ruiz Golluri, alcalde, Daniel Martínez García, Francisco Quijano Rosende, Ramón García Llano. De pie, José Carvajal, desconocido, Joaquín Calero Cuenca, Manuel Beardo Oliva y desconocido. Patronato de la Vejez del Marino. 19 enero 1936.

    El 25 de Julio de 1930 se crea El Instituto Colombino de El Puerto de Santa María y de él fue nombrado Vocal.  El 14 de Enero de 1931, conjuntamente con la junta directiva en pleno del Instituto Colombino, fue nombrado Académico de Honor por la Real Academia Hispano-Americana de Ciencias Y Arte de Cádiz. Profesionalmente, ese año,  fue ascendido a Jefe Superior de Administración del Cuerpo Pericial de Aduanas

    En la foto del nombramiento de hijo adoptivo, podemos ver a Joaquín Calero recibiendo dicha acreditación de manos del  Alcalde de la Ciudad  Eduardo Ruiz Gollury y detrás de él  Ramón García Llanos. El resto nos son desconocidos.

    HIJO ADOPTIVO DE EL PUERTO.
    El 8 de Abril de 1931 en el Pleno celebrado en el Ayuntamiento se acordó por unanimidad que D. Joaquín Calero Cuenca fuera nombrado Hijo Adoptivo y Predilecto de la ciudad. A pesar de no haber nacido en nuestra ciudad, fue un gran enamorado de El Puerto y de su río. Reproducimos unas  palabras, pronunciadas en el almuerzo homenaje que sus convecinos y amigos le rindieron, reflejadas en la Revista Portuense:

    «--Señores: yo soy un enamorado del río Guadalete. Vivo tan cerca de sus orillas que el rumor de sus aguas mansas es como canto que adormece mi espíritu y lo baña en sensaciones de paz; he llegado a enamorarme como un muchacho, hasta el punto, de que siendo idéntico el paisaje, yo lo encuentro distinto siempre, y siempre también, con encantos nuevos, que cual la hembra a quien se ama, aparece a nuestra mirada con aspectos insospechados de amor y de belleza».

    Homenaje a  Joaquín Calero Cuenca; se celebró en el chalet de la Real Sociedad de Tiro de Pichón situado en la antigua carretera de Jerez,  y asistieron entre otros: el homenajeado 4º por la izquierda, señalado con una “X”; Alcalde Eduardo Ruiz Gollury (traje claro en la fila de abajo sentado, el 2º por la derecha de la foto); Fernando A. de Terry y Cuvillo; Ayudante de Marina Vicente Pérez Baturone (de uniforme junto a Calero Cuenca); Arcipreste Francisco Nuñez Galvan (el cura); Pastor Moreno, Jose Maria (detrás del señor con sombrero claro y cinta oscura, junto a Villar); Jose Leon de Carranza; Coronel de Infanteria  Varela Iglesias, Enrique (el de la capa que llegaria a ser general); Atanasio Quijano; Jose Jimenez Gonzalez; Ramon Varela Campos; Benjumeda Martínez de Pinillo, José Luís (de los tres de arriba del todo el más alto); Benjumeda Martínez de Pinillo, Antonio (arriba sobre la baranda); Juan Gilabert; Osborne Tosar, Juan; Osborne Tosar, Luís (como los dos eran muy parecido, uno es el 3ª por la izquierda y el otros el 10º por la izquierda delante de la baranda); Felix Tejada Mayo (puede ser el 1º por la izquierda, solía siempre ponerse en una esquina de las fotos); Carlos J. de Terry y del Cuvillo; Villar Burgos, Juan (suegro de José López, detrás de la barabda el 1º por la derecha); Jaime Togores; Jose Togores; Ruiz de Cortazar y Tosar San Gines y Zurutuza, Antonio (junto a Benjumeda Martínez de Pinillo, Antonio con  la mano derecha sobre el pecho); Francisco Ponce; Justino Castroverde (este asistió al acto, pero supongo no estará en la foto, ya que está hecha por él); Tosar García de Valdeavellano, Adolfo (padre de Javier, creo es el 1º por la drecha de pie y gabardina en mano); y algunos más que no ha sido posible indentificar.

    Foto tomada en el muelle de los faluchos finales de los 40 del siglo XX. El que está detrás entre el Ayudante de Marina, Francisco Martel Vinegra y Joaquín Calero Cuenca en José Valiente Moreno  y el penúltimo hacia la derecha el entonces Alcalde de El Puerto de Santa María Eduardo Círia Pérez. El militar desconocido y el paisano, el Juez de Primera Instancia e Instrucción del Partido Judicial de El Puerto,  Diego Martínez Valbuena, primo del Padre Juan Martínez, S.J.

    CONCEJAL Y ALCALDE.
    El 1 de Julio de 1944 es nombrado Gestor-Concejal del Ayuntamiento de El Puerto de Santa María, formando parte en principio  de la Comisión Informativa  Sexta a la que le competían la Policía Urbana, Obras Municipales, Fiestas, Paseos y Jardines, formando parte de la misma con Eduardo Ciria, Antonio Duran y Francisco Bernardo.

    El 14 de Enero de 1945, en atención a los meritos contraídos como Primer Teniente de Alcalde, obtuvo la Cruz del Merito Naval de 2ª Clase con distintivo Blanco. (En la imagen, dibujo de Torres Brú, que se conserva en la galería de alcaldes del Palacio Municipal).

    Joaquín Calero Cuenca (con sombrero y abrigo), en el muelle comercial inspeccionando un embarque para el extranjero.

    Foto tomada, posiblemente, a bordo del Cañonero "Lauria", la foto puede ser de finales de los 30 o principios de los 40 del siglo XX.

    El 14 de Julio de 1947 fue nombrado Alcalde de la ciudad de El puerto de Santa María cargo que desempeñó hasta  Abril de 1948, dimitiendo por incompatibilidad profesional con su carrera al frente de la Administración de Aduana, presentando el 15 de abril  la renuncia a la Alcaldía y la Presidencia de la Comisión Gestora del Ayuntamiento de El Puerto de Santa María

    En 1956 un nuevo destino de Aduanas, en Sevilla, duró muy poco tiempo, falleciendo el 11 de agosto de dicho año.

    Hablar del Vapor de El Puerto en la última década, era asociarlo a la entrañable figura de su patrón más conocido: Pepe. Sin embargo apenas se hablaba del otro hermano, Juan, quien también fue patrón del barco, cobrador, marinero y gestor de la nave hasta su jubilación. A Juan Fernández Sanjuán yo le tenía un afecto especial. Me relacioné con él durante 20 años por razones de índole profesional, y siempre aprendía algo de sus comentarios, parcos, pero certeros. Era un hombre de pocas palabras, las precisas, pero de un gran corazón y mucha sabiduría. Los años en el barco le hicieron ver la lámina de agua de la Bahía de forma diferente. (En la imagen, Juan Fernández, recogiendo el Premio a la Promoción Turística que le otorgó el Ayuntamiento en 1991).

    Era una persona sencilla, amable, educada, que asumía la realidad de la pérdida de transportes de viajeros del Vapor con resignada corrección. Los cambios económicos y demográficos en la Bahía de Cádiz eran también cambios para el Adriano III. En eso era igual que El Puerto, que ha ido asumiendo la pérdida de negocio en la pesca, en la crianza de vinos y brandies, o en la agricultura, en silencio. Veía llegar el ocaso de la actividad del barco como veía próxima su jubilación, o el final biológico de su propia existencia. Con una sonrisa y los ojos entrecerrados, que es como mejor se mira el horizonte marítimo. Lo aceptaba. Sentí mucho no haber podido acompañarle en el adiós definitivo en febrero de 2004, va a hacer seis años, por encontrarme fuera de la Ciudad.

    El Adriano III en construcción en San Adrián (Vigo) en el 1.955. En la fotografía Antonio Somorrostro, Presidente de la sociedad familiar que gestiona el barco: Motonaves Adriano, S.L. con su madre. (Foto: Colección A.F.V.)

    Hogaño, otros familiares de los hermanos Fernández Sanjuán:  Andrés, hijo de Eduardo, hermano de Pepe y de Juan, y Antonio Somorrostro están al frente de este evocador transporte marítimo. El Adriano III, que no reporta beneficios a los múltiples propietarios que por herencia tiene el barco, sigue aún navegando en aguas de la Bahía más por mantener viva una tradición de sus mayores, que por negocio, y además crea unos cuantos puestos de trabajo. Otros enfoques pretenden darle al Adriano setentaiañero sus nuevos gestores. Pero están asustados antes la que se les viene encima: barcos modernos, necesarios y con precio subvencionado, recorren la bahía como antaño, cubriendo las necesidades de los viajeros del siglo XXI.

    Sus gestores piensan que los catamaranes pueden dar al traste con este Bien de Interés Cultural (BIC) de toda la bahía gaditana, al no poder competir en precio por lo cuantioso de los gastos, y además, porque al estar el Vapor protegido por la ley, no pueden hacer con el cualquier cosa. Y para colmo, las pocas subvenciones públicas se les están apagando como una vela.

    Ya hablan de amarrar, si no les tratan igual, si no les subvencionan ‘el billete’. Y amarrar puede ser sinónimo de final para las tablas del Adriano III. ¿O es que no nos acordamos de los desguaces de sus predecesores? Una vez más, las leyes que están para regular y proteger llevan a nuestros mayores –nuestros recuerdos, nuestra historia, nuestras costumbres- al desamparo.

    Eduardo, Pepe, Juan Fernández Sanjuán no saben como patronear desde el más allá, para que el barco no encalle, como tantas cosas, en la desidia de los portuenses. (Texto: José María Morillo).

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    El navegante porteño Victor Unzueta Melgarejo, afincado en la isla de Mallorca, nació el 6 de febrero de 1962 por lo que cumple 49 años en pocos días. Es el cuarto hermano de los cinco que tuvo el matrimonio formado por Victor Unzueta Gabiola (El Puerto 10.01.1921) y de Sofía Melgarejo Osborne (Madrid 22.02.1927): Amparo Patrocinio, Fernanda, Victor,  Guadalupe y Cristina. De pequeño vivió en la casa de siempre , Larga, 130 esquina con Santo Domingo, núm. 8, donde la familia tenía una tienda de muebles clásicos. Estudió en el Colegio San Luis Gonzaga y el Instituto Pedro Muñoz Seca.

    1962.
    El año de su nacimiento era alcalde de la Ciudad Luis Portillo Ruiz.  Se inauguraban las viviendas de La Pescadería, reciente y parcialmente derrumbadas para recuperar la Plaza del Carmen. Rafael Alberti publica ‘Poemas Escénicos’ primera serie. Manuel Martínez Alfonso publica su libro «El Puerto de Santa María en la Literatura Española». Se rueda en El Puerto la película ‘La Becerrada’ con Fernando Fernán Gómez; la Plaza de Toros y el Vapor, espacios inmortalizados.

    La Estación de Ferrocarril, en junio de 1962. (Foto: Archivo Municipal).

    Se inauguraba el Hotel Meliá ‘El Caballo Blanco’. El ayuntamiento concede la Medalla de Oro de la Ciudad al dictador y Jefe del Estado, Francisco Franco. Empieza a realizar su labor docente el Colegio La Salle que, en septiembre, inaugura el Curso 1962/63. Nacen el investigador Bernardo Rodriguez Caparrini, el compositor carnavalesco Luis Galán y la actriz Montse Torrent.

    DE TAL PALO…
    Fue su padre, Victor Unzueta Gabiola, uno de los fundadores del Real Club Náutico de El Puerto de Santa María quien introdujo a Epi desde muy joven en el arte de la navegación a vela. Con solo siete años ya navegaga en el ‘Pinky II’I por aguas del río Guadalete y hoy, 48 años después, tanto su afición como su profesión, siguen siendo su vida.

    Su padre,  abogado, ganó con mayoría minoritaria las primeras elecciones a los ayuntamientos democráticos en 1979, siendo alcaldable por UCD, aunque nunca gobernaría, merced a los pactos de los partidos de izquierdas que dieron la victoria a Antonio Álvarez Herrera, del PC, con quien mantuvo una cordial relación mientras permaneció en la corporación municipal.

    Epi estuvo haciendo el servicio militar en el buque escuela de la Armada Española.

    JUAN SEBASTIÁN ELCANO
    Con el crucero de Instrucción ‘Juan Sebastián Elcano’, entre los años 1982 y 1983, Victor decidió dejar el tiralíneas, abandonando los estudios de arquitectura para dedicar su vida a la mar.

    Con el 'Galicia Pescanova' en el año 2003. También ganaron la Vuelta a Europa y la Fastnet.

    Empezó en el mundo de la vela de crucero en Galicia con el ‘Vento’ con el que cosechó numerosos triunfos tales como la ‘Vuelta a España’, la ‘Semana Kiel’, la ‘Admirals Cup’ y Campeonatos del Mundo de ‘One Toner’.

    Ola Proa en la Copa América.

    COPA AMÉRICA Y EL REY.
    Mas adelante se involucró a fondo en la ‘Copa América’, cosechando cuatro ediciones, tres con el equipo español y una con el italiano de ‘Prada’. Durante esos veinte años de ‘Copa América’, navegó en el ‘Bribón’ con S.M. el Rey Juan Carlos, y en el ‘CAM’ con S.A.R. el Príncipe Felipe, con el que ganó el Campeonato del Mundo de 50 piés.

    LA VUELTA AL MUNDO.
    La primera vez que circundó el mundo por mar fue con los ‘Gallegos’. La segunda vuelta la realizó con un gran amigo de El Puerto: Javier Soto Díez, que aunque nacido en Jerez, también es y se siente portuense; esta fue sin lugar a dudas una vuelta muy enriquecedora pues circunnavegaron el globo durante tres años, viviendo todo tipo de situaciones y anécdotas, algunas de verdadero peligro. En otra ocasión con el ‘Galicia 93 Pescanova’ con el mejor resultado --hasta el momento-- en este tipo de regatas, quedando en tercera posición.

    En las Islas Salomón --Santa Ana-- en el continente de Oceanía, durante la Vuelta al Mundo en 1997. Epi sostiene una cámara que grababa el periplo.

    Durante las Vuelta al Mundo, en Las Molucas, en  1998. Las Islas Molucas es un archipiélago también conocido como Islas de las Especias, perteneciente a Indonesia

    La vida laboral de Victor ha tenido un elemento que ha jugado a su favor, y es que su trabajo coincide con su afición: el mundo del mar. Dedicado al deporte de vela profesionalmente y a la construcción de embarcaciones de regata, en la actualidad sigue navegando en otra de sus pasiones, la Vela Clásica.

    (En la imagen de la izquierda, Epi en Borneo, durante la Vuetla al Mundo, en 1998).

    VELA CLÁSICA DE ÉPOCA.
    Victor dirige actualmente una empresa de barcos clásicos reconstruidos con la mayor exquisitez, que es la pionera en el Mediterráneo y que se dedica a charters, poniendo al alcance de todos la posibilidad de disfrutar del arte de la navegación en unos barcos ciertamente impresionantes y de gran valor histórico. La flota la componen: ‘Rafael Verdera’, ‘Kilena of Corsica’ ‘Ifarra’, ‘Freya’, ‘Dinghies’ y el ‘So Fong’ que es el barco que patronea en la actualidad.

    Algunos barcos de la flota de la empresa 'Vela Clásica de Época'.

    "Queremos que nuestros clientes puedan participar activamente, si así lo desean y dependiendo de la experiencia de cada uno, en la navegación, en las maniobras o en las tareas de a bordo, para experimentar la vida marinera característica de los barcos de vela clásicos. Por citar algunos ejemplos, las maniobras de izar, arriar, rizar, echar el bote al agua o fondear, se llevan a cabo, dependiendo de cada embarcación, con los métodos tradicionales anteriores a la modernización de la práctica de la vela, lo que proporciona una experiencia exclusiva, tanto si quiere participar como marinero como si tan sólo quiere relajarse y disfrutar del espectáculo", afirman.

    Sus hermanas Lupe y Fernanda. Tiene otro hermana que también vive en las islas, Secretaria Judicial de un Juzgado en Manacor

    Su mujer Elena y su hija Alejandra.

    EL ‘SO FONG’.
    Antonia Justicia nos habla así del ‘So Fong’, «Lleva 73 años surcando los mares y la mayoría de las veces por el placer de su propietario, pero en las páginas de su historia están escritos los más de dos años que fue requerido por el Gobierno de Estados Unidos para hacer de guardacostas durante la segunda Guerra Mundial, o los más de diez años que estuvo retenido en Vietnam al ser considerado como barco espía. Es el 'So Fong', una embarcación de época de 41,4 metros de eslora diseñado Sparkman & Stephens y construido en 1937 en Hong Kong. Una maravilla de la náutica, actualmente propiedad de la empresa Vela Clásica de Época, que participó el pasado julio de 2010  en la tercera edición de la regata Puig Vela Clásica Barcelona.

    El 'So Fong' patroneado por Epi Unzueta, al que se puede adivinar al timón.

    El 'So Fong' era la primera vez que participaba en la regata catalana y lo hacía de la mano de su actual patrón, Víctor Unzueta, más conocido en el mundillo como Epi. Aunque no es la embarcación más antigua de la empresa, cuando habla de ella le sale el orgullo de padre. «--Es una maravilla, hasta tiene chimenea», explica el patrón, cuya empresa ha llevado a cabo la reconstrucción íntegra del barco, desde los intrincados ornamentos originarios de Hong Kong hasta los detalles en bronce. Junto al So Fong, la empresa de Unzueta también llevó a Barcelona el Rafael Verdera, un paquebote de 1841, uno de los más antiguos que se conservan, que en sus años de esplendor hacía el cabotaje entre Barcelona e Ibiza transportando sal»

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    Podemos considerarnos dichosos, a pesar de todo, de conservar aún algunas casas de ilustres cargadores en la zona de la antigua marina: Vizarrón, Reynoso, Aranibar… porque de otros suntuosos palacios y edificios singulares, como los que se reproducen en el documento rescatado hace años del archivo militar de Segovia por el Sr. García Bernal, un Proyecto de Alameda y Campo de Entrenamiento para Tropas de Caballería en lo que conocemos como Campo de Guía, edificios de los que, un cuarto de siglo más un lustro después, solo queda –si es que queda- la memoria histórica de su existencia.

    Trasposición actual del espacio explicado.

    LETRA F: CASAS DE CORTÉS.

    Nada menos que dos familias de comerciantes y aristócratas, de las más importantes de la oligarquía local del siglo XVIII, los Rodríguez Cortés y los Tirry tienen sus inmuebles reproducidos en este extraordinario plano. La casa de los primeros se indica con la letra F: “Casas de Cortés”.

    Naturalmente, el personaje en cuestión, Luis Lorenzo Rodriguez Cortés y Barrios, no promocionaba su apellido “vulgar” como tantos otros que  esconden en una sola sigla (P.) el de Pérez o lo camuflan y engordan añadiéndole el siguiente, normalmente más rimbombante y enjundioso al de López o García y por eso mismo,  no es de extrañar que este inmueble que ocuparía las escuadra de las calles Aurora/ Los Moros, donde se ubica la empresa Rives en la actualidad,  y la de Los Moros/Ximenez de Sandoval, fuesen sus casas principales. No afirmo, solo apunto la posibilidad de que lo fuesen, habitando el edificio de mayor porte  y dedicando los bajos de ambos como almacenes de los productos o frutos propios(vino, vinagre, aguardiente, aceite) que exportaba, en su calidad de cargador.  Ocupó el cargo de alcalde provincial de la Santa Hermandad y era titular de una de las regidurías del cabildo local. Poseía viñas, olivares, bodegas, un molino de aceite, numerosos inmuebles y hasta un paquebote, con lo que tal vez fuese el bisabuelo lejano de nuestro vaporcito, llevando correo y pasaje a la vecina Cádiz.

    LETRA Y. CASA DEL MARQUÉS DE LA CAÑADA.

    Marcada con la letra Y figura la “casa del Marqués de la Cañada”. Era un palacio, tanto por su arquitectura, como por su contenido artístico, destacando una selecta biblioteca de más de siete mil volúmenes y un gabinete de antigüedades clásicas con piezas de gran valor en su colección, según relatan los eruditos. En la fecha en que está datado el documento vivía Guillermo Tirry y Tirry que, además de marqués era el Alférez Mayor de la Ciudad, título por el que pagó 60.000 Reales de Vellón, según  Hipólito Sancho, su esposa Mª Francisca Lacy, Camarera de la Reina, y su prole.  Parece bastante probable que el palacio ocupase el mismo espacio que el que ahora ocupa el Hotel Santa María junto con la letra H.

    LETRA H. VAN DANME.

    A su lado, marcado con la letra H, figura el denominado “sitio de Bandan”. Creemos se trata de la sede social, por definirlo de alguna manera, de la compañía que Pedro Van Damme, de nación flamenca, dedicado a la exportación e importación, tenía en nuestra ciudad.

    LETRA L. CASAS MARQUÉS CUMBRE HERMOSA.

    El impresionante edificio que cubría la escuadra de las calles Aurora y actual Valdés,  está señalado con la letra L.

    Figura citado como “casas del marqués de Cumbrehermosa” y tiene un grave error en su enunciado porque Lorenzo Ferrari y Porro, un sevillano de ascendencia italiana que realizó una meteórica carrera en los negocios de la época, si bien adquirió un título de Castilla a la marquesa de Bedmar, con la debida licencia real, este se denominó “Conde de Cumbre Hermosa” y no marqués. Incluso, el Sr. Ferrari, que era Gentilhombre de S.M., pretendió obtener el título de vizconde de Casa Ferrari, que le fue denegado.  Al redactar estas líneas a vuelapluma no hemos tenido ocasión de comprobar  si el I conde de Cumbre Hermosa vivía en su palacio el año en que se imprimió este grabado, es decir si estaba vivo en esa fecha, o era su sucesor en el condado, su hermana Antonia, casada con un coronel de Infantería la que pudiera residir en temporadas en el mismo, ya que, habitualmente vivía en Madrid. El título nobiliario que dio nombre a la casa hasta que fue derribada por la piqueta (imagen de la izquierda), es uno de los muchos que en la actualidad están vacantes. El último poseedor y VII conde de Cumbre Hermosa, en 1888, fue Francisco Mayone del Mazo.

    LETRA G. CASAS DE JOSEPH TERCERO.

    La casa esquinera, señalada con la letra G como “casas de Joseph Tercero” en esa fecha estaban bastante deterioradas y cargadas de censos. El propietario real del inmueble creemos que era la madre de Joseph Tercero, doña Ana Vidal, viuda del conocido contraste platero de El Puerto, Pedro Tercero de Roxas, aunque tenía cedido su uso a su hijo, que ejercía como cargador a Indias.

    LETRA D. HOSPICIO DE LOS JESUITAS.

    Finalmente, con la letra D está marcado un bello edificio, mirando a la bahía, en el que destacan dos torres simétricas en sendos costados del mismo.  Está rotulado como "Ospicio de los jesuitas" y es el conocido y denominado en la historiografía como Hospicio de Indias de la Compañía de Jesús. La palabra hospicio puede confundir sus fines, aunque una de sus acepciones antiguas es la de "casa  para albergar peregrinos". Quizás hospedería se aproxima más al contenido para el que fue creado, el hospedaje, aclimatación y entrenamiento de los miembros de la Compañía que partian a las misiones jesuitas allende los mares. Formaba esquina con la calle Comedias y estaba casi estrenándose en la fecha que figura en el grabado pues se terminó de construir en 1735, fecha en la que, paralelamente, dicha compañía religiosa edificaba el colegio de San Francisco Javier en la calle Luna, en todo el frente de la manzana de esta calle, entre Pedro Muñoz Seca o Nevería y San Bartolomé. Por la descripción que del Hospicio de Indias realiza Anselmo Ruiz de Cortazar, historiador local contemporáneo, podemos hacernos una idea de su magnificencia: "...una casa de piedra labrada de tres altos con muchos aposentos, capaz de hospedar hasta ochenta sujetos, con un patio claustrado con muchas ventanas con rejas de hierro y dos torres que dan vista a la bahía y parte del Océano que le cae enfrente. Tiene una iglesia interiior como oratorio en que compitieron la generosidad, primor y devoción para que fuese admiración de propios y extraños. Sus seis altares, imágenes, reliquias y adornos, al paso que forman un hermoso prospecto, mueven a una profunda veneración."

    Leyenda del Plano que se conserva en el Archivo Municipal de Segovia. 1755.

    Estas son los principales componentes -todos desaparecidos- del llamado Campo del Socorro, por la ermita de esa advocación que también figura en el grabado, señalada con la letra M. Parece que, ese mismo año, en noviembre, fue arrasada por la fuerza del mar, al igual que la de Santa Catalina, Guía y San Antón, como consecuencia del reflujo marino o pequeño tsunami que siguió al terremoto de Lisboa.

    Posteriormente la toponimia del lugar derivará en “Campo de Guia”, tomando también el nombre de otra ermita situada en la zona. (Texto: A. Gutiérrez Ruiz. A.C.PUERTOGUÍA)

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    Vicente Garran López, es el sexto hijo de Gumersinda López García y José Garrán Girón. Le nacieron en El Puerto de Santa María el 25 de Junio de 1939. Está casado con Milagros Garrucho Jiménez y, de aquella unión matrimonial celebrada en 1967 tuvieron cuatro hijos; María José, Rocío, Milagros --que destacó en el mundo del cante-- y Antonio, quien fue novillero y, posteriormente banderillero.

    El año de su nacimiento, 1939, El "Cuartel General del Generalísimo" acababa de difundir su último parte oficial de guerra: "En el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. ¡La Guerra ha terminado! Burgos, 1 de Abril de 1939. Año de la Victoria. El Generalísimo Franco." La II Guerra Mundial venía detrás: el 1 de septiembre. Fue alcalde de la ciudad, entre 1939 y 1941, Manuel Barba Ordóñez.

    El muelle comercial a finales de los años 30 del siglo pasado.

    La obra «Entre el clavel y la espada», de dibujos que Rafael Alberti  se publicará dos años mas tarde, pero que se corresponden con el bienio: 1939-1940.  Bs. As., Losada, 1941. El artista porteño Manolo Prieto pertenecía ese año a la Delegación de Propaganda y Prensa del Ministerio de Turismo, simultaneándolo como dibujante político del Periódico "El Sol". Se celebra una corrida de toros el 31 de julio, con Juan Belmonte a caballo, y los toreros Domingo Ortega, Pascual Márquez y Manolete. Nace Manolo Sánchez García, popular sastre local.

    Vicente Garrán, posando en un teloncillo en Cádiz, como Flecha Naval. Año 1954.

    Emilio Pendás Trelles, poeta popular asturiano escribe ‘Cuentos populares recogidos en el penal del Puerto de Santa María (1939). Cancionero y obra poética. Fue editado en el año 2000. El letrista autor de “Soy minero”, “La bien pagá” o “La Falsa Monea” Ramón Perelló, hijo de minero y de convicciones anarquistas, que fue detenido y condenado a muerte, aunque se conmutó su pena pasó un largo periodo de prisión en la cárcel de El Puerto de Santa María.

    Durane el Servicio Militar, embarcado también.

    Estudió Vicente Garrán López en el Colegio del Sagrado Corazón en la Plaza del Polvorista, siendo su profesor Antonio Márquez Toledo, hasta la edad de 14 años. A muy temprana edad empezó a trabajar en la mar y su bautizo marinero fue en el pesquero “Pepito González” cuyo armador era nuestro paisano José González Narváez. En 1954 estuvo de Flecha Naval en Cádiz hasta el año 1956 y, desde este año hasta 1960, cumplió el Servicio Militar en la Marina.

    Estando embarcado empezó a estudiar para motorista de barcos de pesca. Una vez terminado los estudios, se enroló como 2º mecánico naval en el pesquero “Victoria” que, al igual que algunas personas en la Pescadería, tenía el apodo de “La Pargata”, siendo los armadores de este barco Antenor Barcia y José Villegas.

    En la faena de limpieza de las máquinas del pesquero  'Pigal', del armador Guzmán González 'el Tesorillo'. En la imagen, de izquierda a derecha, su amigo Juan López Guardiola, Francisco Boronat Ivars, Francisco Perles Martínez y Vicente Garrán. Década de los setenta del siglo pasado.

    Me ha encantado ver al buen amigo Vicente, y tan buen profesional, felicitaros por estos estupendos escritos, creo que en la fotografia, que estan limpiando parte del motor del
    pesquero, desde mi conocimiento es el Tesorillo el armador
    correcto,Juan Guardiola correcto, el deconocido creo que se
    trata de Francisco Boronat Ivars, el siguiente es Francisco Perles Martinez, y Vicente Garran.

    Otra imagen en el pesquero 'Pigal', con Alejandro Navarro, patrón de la embarcación, en el centro  y a la derecha Vicente Garrán.

    Toda su vida laboral la dedicó a la mar, enrolado en diversos barcos, como “Manolet” de Pedro Ferrer; “La Moncloa” de Vicente Quesada, barco que había llegado a El Puerto de la mano de los armadores Ramón Tur y Juan Mulet; “Ginés y García” y “Angelina Lloret”, de Antenor Barcia Ramírez y José Villegas. Este último se construyó en Alicante y Vicente viajó con la tripulación hasta el Levante para traerlo a la que sería su base:  El Puerto de Santa María. También el “Francisco Crespo” de Juan Hernández Navarro y Miguel Morató; “Ducal” de Miguel Coloma y Tomás Osborne MacPherson, entre otros.

    Tomándose una 'chiquita' en el Bar La Dorada. El cliente que está probando las cañaíllas es Jaime Soler.

    En 1975 decide abandonar el mundo del mar y se desembarca arrendando el Bar La Dorada, explotándolo durante cinco años. Y como le gustaba mucho el futbol fundó el equipo de ‘C.D. La Dorada’.

    Después de esta experiencia en tierra, a la mar en el pesquero “Pez de Espada” de Juan Mayor. A continuación se enrolaría en el “Juan y Loli” siendo sus armadores Francisco Flores y los hermanos Luís y Francisco Rueda. En este pesquero, estando en alta mar, sufrieron una vía de agua que paró los motores y tuvieron que ir a tierra achicando agua con una bomba eléctrica, regresando la tripulación a El Puerto en helicóptero y retornando el barco remolcado. Trabajando en dicho pesquero se jubiló dándose la circunstancia que, en siguiente singladura la nave salió ardiendo y se fue a pique. (En la imagen de la izquierda, Vicente preparando cajas de lenguados en el pesquero 'Juan y Loli').

    Vicente Garrán y su esposa, Milagros Garrucho Jiménez.

    Su hija, Mila Garrán, a la izquierda, actuando en un tablao en Holanda.

    Su hijo, Antonio Garrán, dando unos pases en pose de torero.

    A Vicente le gusta mucho montar Nacimientos y de hecho perteneció a la Asociación de Belenistas ‘Ángel Martínez’ de nuestra Ciudad. Sus aficiones han sido los deportes; curiosamente el día de su nacimiento, nació Allen Fox, tenista estadounidense. Entre sus amistades, los mas allegados son José Cailla y Juan López Guardiola. (Texto: Vicente González Lechuga).

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    Como un día más; como todos los días, el Adriano III levantó amarras y zarpó rumbo a Cádiz a las 9,30 horas de la mañana de ese martes 4 de enero de 1966 envuelto en una espesa niebla que envolvía a toda la bahía. El periódico La Voz de la Bahía, hace hoy 45 años, recogía el suceso acaecido el martes 4 de enero. Cuando montados sobre la nave algunos pasajeros se dieron cuenta que en ella iba un ciudadano considerado gafe, cuyo apellido era de los primeros de la guía telefónica, comentaron entre sí: "--Aquí va a pasar algo malo". Y pasó.

    Recién estrenado el año 1966, mientras que en el resto del mundo se hablaba de la muerte de Ernesto “Che” Guevara, se consagraba el primer obispo negro en Estado Unidos y se comprobaba la eficacia de un nuevo microscopio para incorporarlo al equipo de los primeros astronautas en alcanzar la  Luna, en El Puerto la preocupación era otra. El martes 4 de enero una densa y pertinaz niebla se apoderó de la ciudad y del resto de la bahía.

    El ministro de Justicia, Antonio María de Oriol y Urquijo, con el tiempo veraneante en El Puerto, de visita oficial a la Ciudad, es recibido en la puerta del Ayuntamiento sito en la Plaza de Isaac Peral, a principios de 1966. (Foto: Archivo Municipal).

    LA CIUDAD A PRINCIPIOS DE 1966.
    Por aquellos días el Ayuntamiento andaba a la gresca con los propietarios de unos kioscos instalados en la Plaza del Polvorista, a los que con la excusa de la remodelación de la plaza se les dio ultimátum para desmantelar sus negocios. El buque “Ciudad de Sevilla” entró en el puerto para su desguazado, y la Academia de Bellas Artes ultimaba los preparativos para la cabalgata de Reyes Magos del día siguiente. Mientras, las fuerzas vivas de la localidad reclamaban por la falta de un servicio médico de urgencia, por la acometida de un nuevo alumbrado público más decente del que sufrían, y por el corte del tránsito rodado  en el Puente de San Alejandro, principal vía de acceso a la ciudad.

    Los hermanos Fernández San Juan, Pepe y Juan, alternaban los viajes de las motonaves Adriano II y III desde El Puerto a la capital, cruzando la bahía, con la regularidad propia de un servicio marítimo de pasajeros heredado del de la ría de El Ferrol, y pariente directo del vapor que surcó el Guadalquivir río arriba en busca de la Exposición Universal de 1929 celebrada en Sevilla. (En la imagen, Juan Fernández Sanjuán, en 1991).

    AQUEL 4 DE ENERO.
    Como como todos los días, como un día más, el Adriano III levantó amarras y zarpó rumbo a Cádiz a las 9,30 horas de la mañana de ese martes 4 de enero de 1966 envuelto en una espesa niebla, con la confianza de su bien ganada experiencia navegando por aguas amigas, la certidumbre de su llegada a buen puerto, y las expertas manos de su patrón “Pepe el del Vapor”, que al llegar a la barra del río Guadalete ya en el viaje de vuelta, no tardó en darse cuenta de la gravedad de la situación -dada la nula visibilidad-, teniendo que parar máquinas, echar ancla y disponerse a una tensa espera con la mar en calma chicha.

    El Adriano III, atracado en el muelle de San Ignacio, en una noche de niebla como aquella de hace 45 años.

    ALARMA EN EL MUELLE.
    Las voces de alarma en el muelle portuense empezaron a oírse pasadas las 11,30 horas de la mañana a la vista de la tardanza de la popular motonave. Se comunicaron los hechos a la Comandancia de Marina, a la Costera, a los prácticos de Cádiz y por medio de la radiotelefonía se supo de su situación gracias al pesquero “Mari Perles”, que esa misma noche embarrancó en el mismo sitio con una carga de 900 cajas de pescado, y que logró ponerse a flote por sus propios medios.

    16 HORAS EN LA BAHÍA.
    El pasaje, que se aproximaba a unas treinta personas, incluidos dos niños, en un principio no tomó en consideración la maniobra de parada, ya que esperaban que la cosa no llegaría a mayores y el vaporcito retomaría nada más disipada la niebla el rumbo hacia El Puerto.

    Jamás pensaron que el asunto se convertiría en una odisea de 16 horas de espera, avituallados exclusivamente con un panecillo de un pasajero y otro del patrón, que cedieron a los más pequeños. Entre los pasajeros se encontraban Manuel Suano Navarro, conocido popularmente como “El Chico”, a la sazón mandadero del vapor, que junto con Narciso Casas Rodríguez, embarcado para ir a vender a Cádiz las angulas que cogía en el río Guadalete a su paso por La Cartuja, no pararon de dar ánimos a una pareja de recién casados que pasaron su noche de novios en medio de la bahía. (En la imagen de la izquierda, Manuel Suano Navarro, 'el Chico').

    Transporte de guerra TA-11 que guió al Adriano III aquella madrugada

    EL RESCATE.
    Sobre las 3 de la mañana una embarcación TA-11 del transporte de guerra guió con potentes focos hacia el puerto gaditano al Adriano III, que una vez desvanecida la niebla al medio día del miércoles 5 de enero, víspera de Reyes, emprendió la anhelada singladura de regreso a El Puerto.

    En la imagen de la izquierda, Pepe Fernández Sanjuan, 'Pepe el del Vapor'.

    Entre las personas que acudieron al muelle a recibir al hoy símbolo y emblema de la ciudad, se encontraba el Sr. Martínez Morató Patrón Mayor de la Cofradía Sindical de Pescadores, que días antes junto con otras personalidades del mundo de la mar había agasajado a los hijos de los pescadores con el aguinaldo típico de las fechas. En esta ocasión su aguinaldo fue ni más ni menos que dar un fuerte abrazo a José Fernández San Juan, y felicitarle por la serenidad mostrada a la hora de gestionar la situación planteada por la niebla, y haber conseguido que tanto el Adriano como sus pasajeros ocasionales terminaran felizmente su viaje más largo.  (Texto:  Manolo Morillo).

    Más información en Gente del Puerto:
    359. EL VAPOR DE EL PUERTO
    412. A BORDO DEL VAPOR ADRIANO II
    512. FIN DE AÑO CON EL VAPOR.
    557. EL VAPOR ADRIANO.
    662. LA BECERRADA.

    En 1968 se fletó el pesquero ‘Nuevo Chelito’. Podemos ver en dicha celebración, de izquierda a derecha a Carmen Velázquez Rodríguez, a María de los Ángeles Velázquez Rodríguez, Vda. de Antonio Salvatierra, el joven Pedro Salvatierra Velázquez; con la cabeza vuelta, Maria del Carmen Perles Velázquez; Maruja Guardiola y Sebastián Lloret Galiana, esposo de la anterior; y los niños Pedro Blanquer Velázquez y Juan José Perles Velázquez.

    Vicente Valle Rey fue nacido en 1929 en la calle de la Palma, es el tercero de los seis hijos habidos en el matrimonio celebrado entre Encarnacion Rey Rodríguez y Antonio Valle Ceballos. A sus 81 años, sigue en forma vendiendo décimos de lotería.

    «El año de su nacimiento, 1929, se palpaba la incertidumbre política y el deterioro de la monarquía. En El Puerto de Santa María, la ausencia del Teniente Coronel del Batallón de Cazadores de África, nº 7 y del Ayudante Militar de Marina al funeral por la reina María Cristina, organizado por el municipio, excusando ambos por escrito su asistencia, era una clara muestra. Asimismo excusó su asistencia el filántropo portuense Elías Ahuja Andria mediante una comunicación de su secretaria, sin firma». Antonio Gutiérrez Ruiz. A.C. Puertoguía.

    Estudió Vicente Valle interno en los Salesianos de Cádiz, donde aprendió el oficio de zapatero artesano.  Con 22 años se colocaría en oficios varios en Bodegas Caballero –“en el embotellado poniendo papel de plata a las botellas de Ponche Caballero”, recuerda- -, permaneciendo por espacio de cuatro años para, mas tarde, trabajar en la estiba, descargando barcos, en la Otra Banda.

    En la imagen, con el periodista Modesto Barragán, director de 'Andalucía Directo' en el  Bar 'Er Beti'.

    Se casa en la parroquia de San Joaquín con María Morales y con ella tendrá cinco hijos. La familia demandaba un salario fijo y se enroló como marinero en sendos pesqueros, el ‘Glorioso’ y el ‘Playa de Valdelagrana’ donde permaneció por espacio de quince años, navegando hasta Cabo Blanco, Dakkar, Sa. Luis… allí se cogían buenos calamares, chocos y lenguados machos. Pero un accidente de trabajo le obliga a prejubilarse y deja el mundo de la mar.

    LA LOTERÍA
    Y ya lleva cerca de 20 años con la lotería y, a sus 91 se encuentra perfectamente haciendo sus recorridos urbanos con su ristra de décimos en la pechera, con la corrección y amabilidad que le caracterizan. “Niño, esto no es nada malo para mí, verdad? pregunta cuando le hacemos la nótula sentados en una mesa de Romerijo, donde charlamos a las 3 de la tarde. Ahora solo trabaja por las tardes, salvo los días de fiesta que cambia por las mañanas su ‘paseo de la suerte’. Y es que hay que decirlo, esta semana pasada ha dado un segundo y un tercer premio.

    Su itinerario de antes era extenso. A las 12 de la noche se dirigía a la Otra Banda, a la Lonja del Pescado y allí permanecía hasta las 9 de la mañana, luego hacía un recorrido por Valdelagrana para, a continuación dirigirse al Centro Comercial ‘El Paseo’; una vuelta por la Clínica de Santa María del Puerto y alrededores y luego terminaba en el centro. Y todo ello, andando. Quien quiera encontrarlo, en el antiguo Bar Rábago, frente al Mercado, tiene una de sus paradas fijas. “Ojú, ahora es mas difícil buscarse la vida…”. 81 años, genio y figura.

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    maremoto

    Fue el día de los Tosantos de 1755. Hoy se cumplen 255 años del Maremoto que inundó muchas calles en El Puerto, consecuencia del terremoto previo conocido como ‘de Lisboa’. Tres contemporáneos, tres vecinos de El Puerto lo relatan en sus escritos. Lo vivieron en primera persona. Cada autor refiere uno de los tres temblores de tierra que se produjeron, así como las tres grandes olas –los actuales Tsunamis- que vinieron a continuación: el Maremoto.

    libro_ruizdecortazar_puertosantamariaA las nueve y tres cuartos, «por espacio de ocho o nueve minutos sin intermisión un notable estremecimiento de la tierra con vibraciones de sus edificios y un ruido espantoso subterráneo, como el de los truenos oídos a bastante distancia; los árboles, sin hacer viento alguno, se mecían en un extraño movimiento en su tronco  y hojas», describe Ruiz de Cortázar a partir de la página 371 de su libro Puerto de Santa María ilustrado y compendio historial de sus antigüedades (1764),  (Edición y Estudio de Manuel Pacheco Albalate y Enrique Pérez Fernández) quien a pesar de hacer un relato del terror que se vivió en la Ciudad, reconoce que no fueron muchas las pérdidas experimentadas, en comparación con otras poblaciones de nuestro entorno o de la península ibérica. Imaginemos por un momento, día de fiesta, los templos y capillas de culto abarrotadas. Los fieles celebraban o iban a celebrar los cultos. (En la imagen de la izquierda, portada del libro de Anselmo Ruiz de Cortázar, ed. de Pacheco Albalate y Pérez Fernández).

    prioral_img_portada_puertosantamariaOtro de los testigos que dejó por escrito sus impresiones, el presbítero Joseph Fernández Mancebo, manuscribe en 1755, en el Libro de Matrimonios de la Iglesia Mayor Prioral, folio 230, una nota con el relato del desastre, datando la primera réplica al terremoto: «En siendo 1º de Noviembre, día de Todos los Santos, como a las diez y ocho minutos de la mañana hubo un terremoto formidable en esta ciudad en que tembló la tierra por espacio de diez minutos poco mas o menos; se cayeron las cabezas de las tres figuras que sirven de remate a la portada que llaman del sol, siendo un patente milagro no lastimasen a persona alguna de cuantas salían de tropel por la otra puerta, ni haber daño notable en los edificios y a poco rato creció el río con tanto ímpetu que anegó todas las casas de la Ribera y llegó hasta la calle de la Victoria cosa nunca vista y mayor milagro no haber habido desgracia notable por cuyo motivo hicieron los dos cabildos voto solemne de celebrar perpetuamente fiesta el referido día a Nuestra Soberana Patrna Mª Santísima de los Milagros siendo tantos los que aquel día experimentamos que no se puede numerar. Bendita sea por siempre». (En la imagen de la izquierda, las tres figuras que rematan la Puerta del Sol de la Prioral, reforzadas con hierros para fijar sus cabezas, tras el terremoto).

    kantLa observación del filósofo alemán, Emmanuel Kant, dejó registrado en sus textos que, ocho días antes del suceso, una multitud de lombrices fueron vistas cuando salían impulsadas de debajo de la tierra cerca de Cádiz. ¿Qué pensarían los portuenses de entonces de tan extraños y precursores fenómenos: animales que rebullían inquietos, otros que huían y desasosiego generalizado en la naturaleza? (En la imagen de la izquierda Enmanuel Kant).

    «Aún no se había recobrado el susto de tan espantoso terremoto, cuando alteró nuevamente los ánimos de sus habitadores el mar, que en furiosos torbellinos de elevadas olas con desenfrenado acometimiento, se lanzaba contra nuestro Puerto y sus riberas», prosigue Ruiz de Cortázar, quien relata la fuerza de las aguas contra las hoy conocidas como Murallas de Santa Catalina o el fortín de la Laja; destruyó las Ermitas de Santa Catalina, San Antón y de Guía (esta última por donde están hoy las Bodegas Gutierrez Colosía), llegando la ola la Casa del Marqués de la Cañada (Hotel Santa María), alcanzando los cuarteles de la Plaza del Polvorista (el Teatro Muñoz Seca), inundando la plaza de la Pescadería (Grupo de Viviendas de la Pescadería), moviendo embarcaciones sobre el muelle o desplazándola muchos metros por detrás del Matadero Viejo (la sede del Area de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible).

    ruizdecortazar_terremoto_puertosantamariaA las 12 del mediodía hubo otra réplica del temblor, y una nueva y desproporcionada ola. Algunos estudiosos del maremoto en la capital afirman que el mar se retiró de la playa a media legua (más de 2 Kilómetros) dejando ver zonas inéditas y sobre la arena y escolleras todo tipo de fauna marina. Los vecinos huyeron despavoridos a los Ejidos de San Francisco, San Sebastián y San Juan, algunos al paraje de La Belleza o por la carretera en dirección a Jerez. --Lo mismo ocurriría 200 años después, en 1947, con motivo de la explosión de Cádiz, pero esa es otra historia--. Hubo quien, en los corrillos, hablaba del fin del mundo; también quien tranquilizaba a los porteños recordando haber leído en la biblioteca del Marqués de la Cañada que olas de igual tamaño alcanzaron a Cádiz en el 218 a.C., y ahí seguía Cádiz.  Pero todos temían que el desastre se repitiera, con mayor virulencia. (En la imagne de la izquierda, fragmento de la página 371 del libro de Anselmo Ruiz de Cortázar, donde se da cuenta del Maremoto).

    José Miguel Bernal, mercader a Indias, recoge como cosa señalada en el año 1755. «... Pero fue mayor el susto cuando a las 12 del día, vimos salir el río de madre e inundarse todas las casas de la ribera desde Guía al matadero, en donde vararon muchas embarcaciones y se inundó todo aquel sitio y Pozos Dulces, librándose solamente el convento del Espíritu Santo, adonde no llegó el agua. La ermita de Consolación se anegó y subió hasta fin del altar el agua y, asimismo, todas las casas de enfrente y subsiguientes, pues en la Plaza de la Herrería vi una lancha que montó por cima de la muralla del muelle de las Galeras, siendo todo aquel sitio, Caridad, oficios, aduana y pescadería un mar. Yo vi dos barcos que montaron por cima de la muralla y vararon frente a las casas de Cortés.

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    Plano de El Puerto de Santa María del S XVIII. Cañerías y Fuentes Públicas.

    Prosigue Bernal en su relato que «Con corta diferencia y después de algún breve rato, hizo otros dos o tres acometimientos a subir, pero fue con más benignidad, aunque, a Dios gracias, no ha habido más desgracias que una mujer y un hombre ancianos, una muchacha de 8 a 9 años y dos niños, uno de pecho y otro mayor a 10, que éstos se ahogaron. [...] Aquella noche tomó la justicia la providencia de mandar que nadie saliese de su casa y que se pusieran luces en las ventanas, que se rondase toda la noche, así el gobernador y alcalde como todos los regidores y patrullas de soldados por toda la ribera para, si se alterase el mar, avisar con tambores y que entonces todos pudiesen ponerse a salvo, cuya providencia fue muy acertada porque aquella noche tuvo alguna alteración que hubiera sido lo bastante para que los ánimos consternados hubiesen alborotado la ciudad, de que se podrían haber originado muy fatalaes consecuencias, pero todo estuvo quieto y contenido con estas acertadas providencias». Trasncripción del manuscrito de José Miguel Bernal, del libro de Juan José Iglesias, 'Memorias de un Mercader a Indias'.

    arcadenoeHoy, tras los últimos años que llevamos en el mundo globalizado, de terremotos, seísmos, maremotos y tsunamis, los ciudadanos inquietos miran para los expertos del proyecto GITEC (Génesis e Impacto de Tsunamis en las Costas Europeas), quienes han simulado los efectos de aquel maremoto de 1755 en nuestras costas y el impacto que hoy tendría sobre las mismas. Afirman que no es probable que se genere un maremoto tan violento los que han asolado el sudeste asiático. Incluso, los estudiosos afirman que sería difícil que se diera con tanta fuerza como el de hace 255 años; ni siquiera a la mitad, sustentándose en comparaciones y medidas propias de estudiosos de la geotecnia. Lo cierto y verdad es que una cierta aprensión a vivir delante de la franja marítimo terrestre está consiguiendo lo que no pueden legisladores ni especuladores: que los precios de las viviendas que miran al mar, bajen, por primera vez en ¿255 años? Algo tendrá que agradecer el porteño a ese efecto del miedo al improbable Maremoto, para que abarate las casas y pueda acceder a una vivienda en su Ciudad, a un precio razonable. (Texto: José María Morillo). (Ilustración: construcción del Arca de Noé).

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    El encuentro casual entre estos dos porteños, Conchi y Mika, ambos con la misma filosofía de vida hizo que naciera la aventura profesional de Noise, que en inglés significa ruido. Tras varias conversaciones se dan cuenta de que si unen sus mentes pueden crear algo con mucha fuerza y, sobre todo, muy creativo.

    Noise, imagen y social media, es una productora gráfica y audiovisual especializada en creatividad, diseño gráfico y web, fotografía y video de calidad para las identidades corporativas de los clientes, así como en la creación y gestión de perfiles empresariales alojados en las diferentes redes sociales disponibles en la actualidad.

    tarjetas-noiseFILOSOFÍA DE NOISE.
    Su filosofía está basada en una idea que aplica a todo lo que hace. Todos sus proyectos tienen como objetivo último conseguir influencia para sus clientes. La influencia en Internet se consigue únicamente a través de la credibilidad.

    Noise es una red de trabajo en la que participan profesionales en distintos campos dentro del mundo de la comunicación, además de sus dos componentes principales, Conchi y Mika, también cuentan con profesionales como Moisés Pérez Cordero o Javier Reguera Aragón.

    Su principal objetivo es unir sus conocimientos en las distintas materias para formar un equipo profesional sólido y creativo que ofrezca servicios de alta calidad. Ofrece diferentes paquetes de productos que se adecuan a las diferentes necesidades de las empresas para que se hagan oir, cuantos más decibelios (dB) mejor.

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    Conchi Rodríguez Gil, nació en 1975 en Madrid, el año en el que la ONU lo declara como Año Internacional de la Mujer, año de la proclamación de S.M. el Rey don Juan Carlos I, año en el que Bill Gates y Paul Allen fundaron Microsoft. Hija del gaditano Francisco Ramírez y de la madrileña Toñi Gil, tiene otro hermano, Salvador.

    En 1975 Rafael Alberti publica ‘La Arboleda Perdida’, primera parte de sus memorias. Diego Caraballo, será el autor de la comparsa ‘Alegrías de Cádiz’. Los Reyes Magos de ese año en El Puerto, serán Luis Suárez Ávila, José María Morillo Sánchez y Felipe Bononato Sáez. Era alcalde de la Ciudad, Fernando T. de Terry Galarza.

    De pequeña vivió en la calle Federico Rubio en una casa de  más de 100 años, grande, con un patio en el que jugaba con bolas: canicas y baloncesto, con su hermano. Fue, como no podía ser de otra manera a la Guardería de Marjó y estudió EGB en las Esclavas y el bachillerato en San Luis Gonzaga. Se licenció en Publicidad y Relaciones Públicas en la Facultad de Ciencias de la Información perteneciente a la Universidad de Sevilla.

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    Miguel Ángel Rodríguez de la Cruz, conocido como Mika de la Cruz, nació en agosto de 1977 en la antigua clínica del Dr. Frontela, año en el que se celebraron las primeras elecciones democráticas al parlamento español y se derogaba la censura. El 4 de diciembre millón y medio de andaluces salieron a la calle para pedir una autonomía en pie de igualdad con el resto de los pueblos de España; moría Caparrós en la manifestación Diego Caraballo compondría, mas tarde, el pasodoble ‘Un 4 de diciembre muere un malagueño’. Las Madres de la Plaza de Mayo, en Argentina, iniciaban su primera marcha frente a la Casa Rosada, sede de la presidencia del gobierno sudamericano.

    Hijo del porteño Manuel Rodríguez Álvarez, el popular Manolo ‘el del Garitón’ y de la también portuense Josefina de la Cruz Carreto, es el tercero de tres hermanos, tras José Manuel e Inma y tío de  4 sobrinos.

    De pequeño vivió en la calle Descalzos, hoy Javier de Burgos, en la misma casa del Garitón, propiedad de su padre que con anterioridad regentó el Bar La Garita. Mika estudió en La Salle y en los institutos Muñoz Seca y Santo Domingo. Cursó estudios de fotografía en Londres en el Westminister College of London y en Noruega en el International College of Art en su capital, Oslo.

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    www.noisenetwork.es

    Su juventud, sus ganas de trabajar , de hacer las cosas bien y su imaginación unidas, además de mucho esfuerzo y constancia, . hacen que Noise salga a la luz.

    Tras poner en común los años de experiencia en el sector y los conocimientos adquiridos en el mundo de la publicidad , el marketing y la comunicación, deciden embarcarse en este nuevo proyecto para poder desarrollar su creatividad y dedicarse profesionalmente a ofrecer campañas publicitarias, a potenciar las marcas de sus clientes y a seguir creando nuevos conceptos con un entusiasmo aún mayor.

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    Playa de Levante desde Los Toruños.

    DESDE EL EXTRANJERO, A LAS MEJORES OFICINAS DE EL PUERTO.
    Y es que que lo que están haciendo lo hacen desde las mejores de las oficinas de El Puerto: la punta de Santa Catalina, las piedras de las Murallas, desde el eucaliptal de El Ancla, frente a la playa de La Puntilla, desde el Parque Metropolitano de los Toruños o el Coto de la Isleta... En estas oficinas portuenses, se unen, mezclan, combinan rebujan , hilan y tejen todas las experiencias vividas, en todos y cada uno de los países donde han estado y vivido: Portugal, Francia, Irlanda, Inglaterra, Alemania, Holanda, Noruega, Italia, Estados Unidos, Mexico, Seychelles, Hawai y Nueva Zelanda.

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    Arriba de estas líneas, Mika de la Cruz con uno de sus perros, un Gran Danés. Debajo Conchi, con su gato romano rubio 'Lulo'.

    conchi_lulo_puertosantamariaLOS CLIENTES.
    Sus clientes proceden de diversos sectores profesionales lo que les obliga a imnovar constantemente para poder seguir manteniendo sus firmas en lo mas alto.
    Como muestra de algunos de sus trabajos realizados en lo que a perfiles profesionales en redes sociales se refiere podemos nombrar a: Martínez Moreno abogados, Heladería Artesana da Massimo, Galería Blanco y Negro, Taberna Italiana Non solo Pasta, etc.

    Respecto a  imagen corporativa, diseño y creación web, cuentan con la de  su propia empresa donde se muestran ejemplos de algunos de las empresas que ya están haciendo Noise

    FOTOGRAFÍA Y OTRAS TÉCNICAS.
    En cuanto a lo que fotografía se refiere, cuentan con las diversas exposiciones que Mika de la Cruz ha realizado para la Diputación Provincial de Cádiz, para la Suma Flamenca de Madrid y las realizadas en varias galerías nacionales e internacionales. Como ejemplo reseñamos dos de las exposiciones que mas identifican su carácter portuense, La Mar Hecha Mujer y Movimiento Flamenco.

    Además, realizan trabajos a medida de diseño gráfico, web, software, fotografía y video, campañas publicitarias, dotación de museos en lo que a audio guías, aplicaciones interactivas y proyección de su presencia mas allá de los limites físicos del edificio se refiere

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    Los astilleros de Noise, haciendo acopio de cascos para sus veleros ecológicos.

    ESTE DOMINGO: EMBARCA TUS DESEOS.
    BOTADURA DE 300 BARQUITOS DE VELA.

    Noise es una empresa 'verde', es decir, concienciada con la necesidad del cuidado de nuestro planeta en todos los sentidos. Este evento pretende hacer ver a todo el que acuda que la creatividad también se puede utilizar en este sentido y que además es necesario.
    Como ellos afirman: “--No solo se trata de hacer dinero, también hay que valorar que podemos hacer por mejorar nuestra existencia y cuidar a la madre tierra".

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    Un velero de Noise preparado para la botadura del domingo próximo. Es el prototipo 01, bautizado con el nombre de 'Galatea'.

    Embarca tus deseos, consiste en la botadura de casi trescientos veleros ecológicos que zarparán de El Puerto cargados con los deseos de todos aquellos asistentes al acto, como los de aquellos que, aún no pudiendo estar presentes el próximo domingo 24 de octubre, los han dejado escritos en los muros que Noise posee en las diversas redes sociales existentes.
    Estos deseos quedaran plasmados en las velas de esos veleros biodegradables que se botaran el  domingo y que han sido realizados a mano poniendo en cada uno el mismo cariño con el se ha creado este evento.

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    Prueba de flotabilidad Noise en la Playa de la Muralla.

    OTROS PROYECTOS SOCIALES.
    Son muchísimos los proyectos que bullen en las mentes de este equipo, pero debido a que el factor sorpresa es lo que hace que cada campaña sea única e irrepetible, lo único que nos pueden adelantar desde  la Factoría Noise es que el próximo evento ya esta metido en el horno y que está muy relacionado con la Libertad, el Vuelo sin Motor y los deseos de ver de nuevo el Centro de El Puerto lleno de gente. Con ello quieren inspirar a quienes corresponda a que siga haciendo Noise (ruido) a favor de su causa.

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    Mika, Conchi y Miguel Ángel, haciendo Noise.

    JASP's
    Además de una empresa joven, creativa y muy estricta en lo que a su trabajo se refiere, Noise está formado por gente a la que le encanta un buen libro, escuchar buena música, oír a un buen orador, ver sonrisas en caras ajenas, disfrutar del azul de nuestro cielo, de la historia de nuestros abuelos pero, sobre todo, del blanco de nuestra sal y el verde de nuestros pinares porque no olvidan de donde proceden: El Puerto de Santa María, casi trimilenario, alfonsí y americanista.

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