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José Palacios Llorca vino al mundo  el seis de agosto de 1925 en Villajoyosa (Alicante). Sus padres, José y María, tuvieron cuatro hijos, tres mujeres y él, que fue el único varón. Su padre se dedicó  la pesca, fallecido prematuramente a la edad de 40 años.

En 1925 Juan Luis de los Santos abre su primera joyería en la calle Ganado, entonces Sagasta. Ese se mismo año nuestro paisano Rafael Alberti ganaba el Premio Nacional de Literatura con su obra Marinero en tierra y empezaba a colaborar en la Revista Occidente;  el historiador Hipólito Sancho centraba sus investigaciones históricas en El Puerto de Santa María y ejercía como alcalde de la ciudad su pariente, Alfonso Sancho y Mateos propietario de la Bodega A&A. Sancho fue el primer presidente de la Academia de Bellas Artes y precursor del dragado y encauzamiento del río Guadalete.

José estuvo viviendo en su pueblo natal hasta la edad de los 20 años, cuando partió a cumplir con sus deberes militares de la época, en plena posguerra, haciendo el servicio militar en la Marina en la ciudad de Cádiz. Al terminar, dos años ó tarde marchó hacia Málaga donde ingresará en Capitanía General, para realizar los estudios de náutica, finalizando en 1954.  Con la edad de 29 años, se vino a vivir a El Puerto de Santa María, ya que se informó de la posibilidad de entrar a trabajar en la Base Naval de Rota, como así sucedió.

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En la imagen, de izquierda a derecha, José Palacios Llorca, detrás Francisco Merino ‘El Bato’ medio oculto en la imagen, dadas las vueltas y revueltas que daba en todo momento; Juan Rodríguez Franco, motorista del pesquero ‘Veluca’; un joven Antonio Carbonell con apenas 15 años; delante José Domínguez Girón, conocido como ‘Pantito el Sanluqueño’ excelente cocinero del pesquero ‘Pepe Carlos’, padre de los hermanos José, Paco y Antonio, Domínguez Salas, Antonio fue jugador del C.F. San Marcos; Manuel Rodríguez Vidal, conocido como ‘Manolo Rulera’, hermano de Ricardo, abuelo del internacional futbolista porteño Joaquín; Ramón González Montaño, párroco del Carmen y San Marcos (ver nótula núm. 232 en GdP)el marinero Guillermo Benigno Franco, quien marcharía a las costas de Levante al igual que su hijo del mismo nombres; y cerrando el grupo un desconocido, amigo de Guillermo Benigno, el 16 de julio de 1967, festividad de la Virgen del Carmen, en la nave propiedad de Obras Públicas, hoy propiedad de APEMSA.

Se casó en esta Ciudad con María del Carmen Ruiz Presa, natural de Valladolid, el el 27 de mayo de 1956 en la Iglesia Mayor Prioral, con la que tuvo dos hijos, Maria del Carmen y Vicente. En 1957 comenzó su vida en la mar, llegando a conocer parte del continente africano. Fue patrón de altura, y estuvo embarcado entre otros en el Draga Sil, con matricula de Roma. Navegó en barcos de pesca entre 1958 hasta 1986, año en el en que se jubiló.  Gracias a sus conocimientos como capitán de barco, salió ileso de tres accidentes ocurridos por vías de agua, que repararon para poder llegar, mas tarde a repararlos, a los varaderos.

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A la izquierda, José con unos amigos en la desaparecida caseta de 'El Cortijo', en el Paseo de la Victoria, donde hoy se encuentra el I.N.B. Muñoz Seca.

Una vez jubilado, para ayudarse a mejorar su pensión se dedicó a la representación de bebidas espirituosas, whisky JB y vinos de cosecha. Hoy, a sus 88 años, se encuentra totalmente retirado de cualquier actividad profesional. Vivió en la calle Federico Rubio 53, y vive su viudedad desde hace varios años.

José frecuenta, impecablemente vestido y casi a diario, la tertulia de amigos que se forma en el Bar Manolo, en la calle Larga, frente a la plaza de Isaac Peral, donde toma sus cafés y cuenta algunas de sus peripecias y vivencias marítimas y marineras, que son muchas.

Da alegría verle pasear por esas calles del centro de El Puerto que tanto recuerdos le traen, y con él a todos los que le conocemos desde hace muchos años. /Texto y fotos: Carlos Pumar Algaba.

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EL CAPITÁN ROLLO.
A José se le conoce cariñosamente con el apodo de ‘Capitán Rollo’, y aunque es un calificativo que no le agrada, tiene su razón de ser. No era frecuente en su época ser una persona culta e instruida, elegante en el mundo de la mar, donde podía resultar un personaje extraño: no pegaba su elegancia, su dandismo. Persona con formación, ofrecía y ofrece interesantes disertaciones sobre los más variados temas. Y el apodo que hace muchos años se usó de forma despectiva porque la marinería no entendía sus parrafadas, en la actualidad es un reconocimiento a sus múltiples conocimientos, de las nuevas generaciones del mundo del mar, mas formadas intelectualmente.

El Capitán se ha relacionado, a lo largo de su vida, con gentes interesantes, teniendo su paradero, hace años en la desaparecida cafetería ‘El Faro’, en la esquina de la calle Palacios con Nevería, donde hoy se encuentra una óptica, allí era contertulio de los profesores del Instituto Laboral, entre ellos Manuel Martínez Alfonso (ver nótula núm. 1.051 en GdP), o Alfredo Bootello (ver nótula núm. 1.170 en GdP) entre otros.

Poeta, romántico, una composición suya con la que halagaba a las féminas es: «Si yo supiera escribir/ claveles te mandaría, y en medio de los claveles, mi corazón te pondría». A su edad echa de menos a amigos que, o bien han ido desapareciendo, como el médico Francisco Viseras Alcolea y a otros que no tienen su constancia de salir a diario a la calle, a tomarle el pulso a El Puerto.

Muy amigo de Basilio Lloret Linares, quien fuera patrón mayor de la Cofradía de Pescadores, también natural de Villajoyosa, nuestro personaje estuvo embarcado en algunos de los pesqueros de Francisco Perles Martínez, ‘Paquito Marichea’: Nuevo Moruno, Danubio Azul, Marichea, Manolo Marhuenda, entre otros.

 

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El Hidria Segundo quiere volver a casa. Lleva ya tres años fuera del puerto de O Grove (Galicia) y, según explica uno de sus propietarios, Jacobo Costas Otero, «xa temos morriña». Actualmente están en El Puerto de Santa María, en Puerto Sherry, en la zona de yates de grandes esloras, donde han decidido poner en marcha una campaña a través de Internet que les permita recaudar los fondos suficientes para volver a casa. Ese es su primero objetivo, pero no el único. Los dueños de este emblemático barco tienen en mente un sinfín de proyectos para que el Hidria vuelva a funcionar y sea patrimonio de todos.

BUSCAN FINANCIACIÓN.
Encontrar el dinero preciso para volver a casa es el primero objetivo de Jacobo y de su mujer, María José Otero Castro. Según explican en Facebook precisan sobre unos seis mil euros para poder llenar los depósitos, poner la embarcación a punto y pagar a los tripulantes. Para lograr esta cantidad, han decidido recurrir a un novedoso sistema que ofrece Internet. Se trata de una web en la que se presentan los proyectos. Primero precisan conseguir un centenar de votos para sacarlo adelante. Después en esta misma web la gente puede hacer donativos y colaborar de la forma que lo desee. El que ayude debe saber que, a cambio, podrá utilizar y disfrutar de ese museo que es el Hidria.

VISITAS Y EXPOSICIONES.
Según figura en la web, www.lanzanos.com, el que colabore con el regreso del Hidria a Galicia podrá conseguir a cambio visitas o permiso para organizar una exposición en el interior del barco. Por ejemplo, el que done diez euros recibirá diez visitas individuales a la sala de máquinas y a una colectiva. El que done veinte podrá pernoctar una noche y cenar con los armadores. Cuarenta euros permiten pasar un día en pensión completa en este vapor. Y por aportaciones de entre cien y quinientos euros se pueden presentar proyectos y organizar exposiciones en el interior del barco. Todo un lujo. (Texto: M. Alfonso).

LA HISTORIA.
El vapor Hidria Segundo se rescató de un desguace en el año 1997 para convertirlo en un buque museo y buque de pasajeros. La restauración nos llevó 9 años y tuvimos que cambiar nuestras vidas vendiendo todo lo que teníamos. No nos arrepentimos, lo conseguimos. Pero ahora necesitamos el apoyo de todos vosotros para poder volver a la tierra a donde pertenece, a Galicia.

Sesé Castro Otero, una de los armadores del Hidria Segundo.

LOS ARMADORES.
Jacobo Costas Otero y yo somos los armadores del vapor Hidria Segundo. Es el único barco de vapor que todavía funciona en España. Lo recuperamos de un desguace en Vigo y tardamos 9 años en conseguir que se convirtiese en un buque museo y en buque de pasajeros. Trabajamos en Galicia durante unos años y luego la mala suerte y la falta de apoyo de ningún tipo hacia este tipo de embarcaciones por parte de las instituciones hizo que acabásemos lejos de nuestra tierra y con pocas posibilidades de volver. Creemos que el "Patrimonio Marítimo" debe estar donde le pertenece, en donde nació o trabajó. En España todavía no tenemos una ley que ordene y proteja el Patrimonio Maritimo a flote, por eso el intentar hacer rentable su explotación como museo o atracción turística teniendo en cuenta los gastos que ocasiona la varada y mantenimiento de estas embarcaciones antiguas lo hace imposible. Nosotros seguimos luchando y esperando que un día nuestros gobernantes se den cuenta de que facilitando la supervivencia de estas embarcaciones ganamos todos. Hemos decidido por lo tanto volver a Galicia y si puede ser a Vigo, puerto en el que nació y desarrolló su trabajo como aljibe, suministrando agua de manantial a mercantes y trasatlánticos a vapor hasta principios de los años 90. Una vez volvamos formaremos una Asociación que gestione los gastos mínimos de mantenimiento del barco y actividades acordes a un buque museo a vapor. Esperamos que compartiendo el uso y gastos de mantenimiento del barco entre muchos apasionados de la cultura marítima podamos llevar adelante este sueño. ¡ Hagamos que nuestro sueño sea el sueño de muchos ! Muchas gracias. (Texto: María José Otero Castro).

El hombre no es de donde nace, sino de donde pace o al menos ese es uno de los refranes preferidos de Luis Mollá Ayuso, nacido en Tarifa y criado y crecido en tantos sitios que se siente más portuense que otra cosa ya que “aquí puse mi casa hace más de veinte años y aquí he visto crecer a mis hijas y he crecido yo en muchas facetas de la vida . Nacido en 1955, el mismo año en que desaparecieron figuras de la talla de Fleming, Einstein, Thomas Mann, Concha Espina o James Dean , y el año que vio nacer dos trofeos futbolísticos de la altura de la Copa de Europa o el trofeo Carranza --de ahí quizás su afición al deporte rey--, Luis Mollá Ayuso es capitán de navío de la Armada y presta sus servicios en la Base Naval de Rota..

Luis, en el centro de la imagen junto a dos hermanos, en una imagen tomada en su adolescencia.

Sexto de una familia numerosa de doce hermanos, vio pasar su infancia en Cartagena, donde entró en contacto con algunas de las historias del mar que más tarde llevaría a los libros y en Guinea Ecuatorial, de la mano de los destinos de su padre, Marino de Guerra. A los doce años se trasladó con su familia a Madrid, donde se educó en el Colegio de Huérfanos de la Armada, el mismo centro donde se preparó para ingresar en el cuerpo de oficiales de la Armada. Estudió en la Escuela Naval Militar entre 1975 y 1980, año en que obtuvo el despacho de alférez de Navío, empleo en el que estuvo embarcado en el Transporte de Ataque "Aragón" con base en Cádiz y en el Patrullero de Altura "Atrevida", estacionado en Las Palmas de Gran Canaria. En este mismo empleo comenzó su formación como piloto naval en la Base de Rota, que completó como teniente de navío, pasando destinado a la Quinta Escuadrilla (Sea King) tras un breve paso por la Séptima (Huey Cobra).

Luis es el sexto hermano de una gran familia, con la que aparece en la imagen.

Después de un destino prolongado en Rota como piloto de helicópteros, sazonado con numerosos embarques a bordo del "Dédalo", pasó destinado a la Escuela de Trasmisiones y Electricidad de la Armada (Vigo), donde se hizo especialista en comunicaciones navales, regresando a continuación a Rota donde pasó destinado al Transporte de Ataque "Castilla", y desde ahí San Fernando como jefe de comunicaciones del Buque Escuela Juan Sebastián Elcano, a bordo del cual realizó dos viajes de instrucción, el primero en conmemoración del bicentenario de la expedición de Alejandro Malaspina, que le llevó a las más altas latitudes del océano Pacífico y el segundo, en otra importante conmemoración con motivo de la Gran Regata Colón 92, en celebración del descubrimiento del Nuevo Mundo. Su último destino en el empleo de teniente de navío fue el mando del patrullero "Cormorán", un prototipo cedido a la Armada por la entonces Empresa Nacional Bazán que fue vendido poco después a la Armada Nacional Colombiana.

El porta aeronaves Dédalo, donde estuvo embarcado en numerosas ocasiones.

Como capitán de corbeta fue jefe de operaciones de la Flotilla de Aeronaves, diplomándose en aquella época en Comunicación Social en la facultad de Ciencias de la Información de Madrid. Posteriormente pasó a hacer el curso de Estado Mayor en la Escuela de Guerra Naval (Madrid), pasando destinado al Estado Mayor del Grupo Alfa de la Flota, a bordo del portaaviones "Príncipe de Asturias" en Rota. Sus últimos destinos en el empleo fueron el mando del Buque de Salvamento de Submarinos "Poseidón" en Cartagena y Jefe de Seguridad de Vuelo en la Flotilla de Aeronaves e la Base Naval, destino para el que recibió la pertinente formación en el Colegio de Post-graduados de la US Navy en Monterrey (California).

Las hijas de nuestro protagonista, Cristina y Carlota.

Como capitán de Fragata fue segundo jefe de la división de Planes del Estado Mayor de la Flota, antes de marchar destinado a Nápoles por tres años como parte de la contribución nacional a la OTAN. De Nápoles marchó por otros tres años a Toulón, donde fue jefe de la División de Planes de la Fuerza Marítima Francesa de Intervención Rápida (HRF-M), también al servicio de la OTAN. Tras un año en Madrid donde fue jefe de la Sección de Oficiales de la Dirección de Enseñanza Naval (DIENA), regresó al ámbito de la OTAN, esta vez en el Cuartel General del Norte, en Brunssum (Holanda), donde permaneció otros tres años antes de pasar destinado a la Base Naval de Rota, donde a día de hoy continúa prestando sus servicios.

Su actividad literaria se dirige en línea: por un lado la creación de novelas de ficción en el ámbito del mar y por otro su actividad como colaborador habitual revistas y prensa de ámbito naval, casi siempre con asuntos relacionados con los misterios de las profundidades del mar. Como él mismo suele decir, "De vez en cuando los medios de comunicación nos informan de los progresos del ser humano en el espacio exterior, donde las sondas que hace años dejaron la tierra han progresado tanto que hemos tenido que inventar nuevas unidades para medir esas extraordinarias distancias, y todo ello mientras el hombre se ha impuesto definitivamente a los picos más altos de la tierra, y en las selvas más intrincadas, inexploradas hasta hace poco, podemos hoy ver por la televisión a los nativos disfrutando de la bebida universal y luciendo una camiseta con el anagrama de las marcas más conocidas... Pero siempre nos queda el mar. Ahí abajo la civilización apenas ha profundizado unos metros y Neptuno sigue siendo el rey. El ser humano aún no ha conseguido imponerse a los océanos, que siguen aprovechando cualquier resquicio para arrastrar al más orgulloso de los barcos a sus profundas simas, donde la arrogancia del hombre apenas tiene alcance. Que no se acabe. Mientras no seamos capaces de arrancar al mar sus misterios podremos seguir escribiendo historias sobre el más indómito de los elementos." /En la imagen de la izquierda, cartel anunciador de su conferencia que pronunciará el próximo día 11 de abril en San Fernando, de cuyo suceso se cumplen hoy 74 años.

Luis está casado con la jerezana Emilia Pérez, con quien aparece en la imagen.

Hasta la fecha tiene publicadas seis novelas de las que tres han sido galardonadas con diferentes premios nacionales. Ha escrito también numerosos artículos en prensa y revistas, habiendo sido galardonado también en diferentes certámenes de relatos cortos. Está casado con la jerezana Emilia Pérez y tiene dos hijas, Cristina y Carlota, entre sus aficiones destacan principalmente la lectura y la escritura y asegura que buena parte de su obra literaria la concibió durante sus largos paseos por las interminables arenas doradas de las playas de El Puerto. Sus dotes de orador le han llevado por media España, habiendo ganado merecida fama como conferenciante de temas marineros. Tiene su propio blog en http://www.el-sextante-del-comandante.es

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En la desaparecida Lonja del Pescado, de izquierda a derecha, de uniforme Vicente Perea Gandulla, con gafas Pineda, al micrófono Crstobal Romero Raposo, desconocido, José Bootello, Juan Antonio Cuevas Flores ‘Mosco’, desconocido, Salvador Figuereo ‘Salva’, semiescondido con gorra y apoyado en el anterior Gabriel Cuevas Flores, Manuel Espinosa, Luis Soriano y Chicla de Cádiz. /Foto: Rafa.

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Juan Cristo Charneco, (Lagoa, Portugal, 1923 - El Puerto, 2012). Tuvo un primer matrimonio, con Ángeles Jiménez, de cuya unión nació un hijo. Está casado actualmente con Manuela Álvarez, de Ceuta, de este matrimonio nacieron dos mujeres y dos hombres. Trabajó de marinero, cocinero y patrón, toda una vida en la mar, fue cocinero del barco hospital, durante 25 años. En su juventud fue cantante de melodías modernas, fados portugueses, y tangos argentinos. Canto en El Pay Pay, Teatro Principal, Las Cuevas del Pájaro Azul, El Picnic, El Oasis, en Sanlucar de Barrameda y en San Fernando, participando en concursos de Radio Cádiz, Sevilla, Radio Juventud y Radio Tánger. Bohemio y romántico en su época joven, cantó verdaderamente bien.

Realizó una tournée con una compañía de teatro por los pueblos de la costa, sierras de Cádiz y Málaga, en los años cincuenta. Hay personas que se acuerdan de él y me preguntan. Fue un hombre apuesto y muy buena persona, no lo digo yo, lo dice todo el que le conoce. Recuerdo cuando ensayaban los componentes de la compañía, en el edificio del Sindicato Vertical, anteriormente este edificio fue el Hotel Vista Alegre situado en la avenida Micaela Aramburu.

Imagen del antiguo edificio de Sindicatos, en la calle Micaela Aramburu.

En este elenco artístico participaban: Las Hermanas Villar, Soledad y Pepa, La Valladares, Los Hermanos Vargas, Antonio y Manolo, Roberto Iglesias, Juan Cristo, Manolo Barrera, y otros que no  recuerdo. Director y coreógrafo, del espectáculo, Francisco Rodríguez “Paquito el Maricon”, como él le gustaba que le llamaran cuando lo hacían de buena fe y en el momento adecuado. Buen bailarín, conocía el flamenco y el clásico español. Tubo de profesor a José Luis S. Rodríguez, nombre artístico de José Luis Sánchez Rodríguez, El Puerto, 1917. Cádiz, 200?, (ver nótula núm. 100 en Gente del Puerto).  Paquito, se quejaba que le tuvo muy poco tiempo de profesor, a este maestro del baile, afincado en Cádiz, alumno del bailaor  jerezano “el Estampio”. Recorrió los cinco continentes actuando con su mujer Pepita Sarazena (ver nótula 121 en Gente del Puerto). Hablaremos de éste artista, en otra ocasión.

Fue con Doña Virginia y Ramón Zarco, profesores de la Academia de Bellas Artes ‘Santa Cecilia’ con la orquestina a algunas fiestas particulares o eventos, de la sociedad bien de aquellos años. Cantó con Merche ‘la Macaria’, nombre de María Mercedes Valimaña Lechuga (ver nótula núm. 047 en GdP)  y con Julio Pérez Flores, presidente fundador de la tertulia Flamenca de Tomas El Nitri, en algunas de las fiestas que se hacían en aquellas fechas en nuestra ciudad, en los bautizos, tomas de dichos y casas de tratos o del amor comprado. Mi tío terminó su vida artística en Algeciras. Llamo al abuelo y le dijo: «--Padre, estoy harto de bocadillos de sardinas en conservas y de morcillas, mándame dinero para el viaje, que dejo la vida artística para otros, que cojan el testigo, y tomo el  primer autobús que salga para El Puerto de Santa María». /En la imagen de la izquierda, Doña Virginia Hernández.

Teatro Chino de Manolita Chen.

Le llamaron para el Teatro Chino, de Manolita Chen. En este tiempo  estaba mi tío embarcado, pescando en el Moro. Mi abuela no se lo comunicó, no quiso que se metiera en más aventuras, con las que había vivido, estaba más que bien. En estos momentos pasa por la vida, sin reconocer a los familiares que no tienen contacto diario con él.

De izquierda a derecha, el autor de esta nótula Antonio Cristo Ruiz; Romeo Gómez Cristo; Juan Cristo Charneco; Manuela Álvarez; la mujer de Rui Gómez Cristo; Rui Gómez Cristo. En la discoteca El Oasis, década de los 70 del siglo XX.

Por cierto, en este Teatro trabajó un inolvidable amigo y portuense, Guillermo Aguilar Dueñas, este actuaba de relleno en el coro del ballet flamenco, y en el montaje y desmontaje, de este coliseo. Recorrió con este espectáculo ambulante varios meses, era su tiempo joven y se hace lo que te dicta el corazón, y con ganas de vivir aventuras. Fue encargado general de obras, y un artista en esta materia. La obra y el decorado interior de la Tertulia Flamenca de Tomas El Nitri, la realizo el referido Guillermo Aguilar. Esta local obtuvo el primer premio nacional de peñas flamencas, en la década de los ochenta del siglo pasado. Tuvo el cargo de vicepresidente de esta entidad y socio fundador. Te echamos de menos.

Segunda boda, en esta ocasión civil, de Juan Cristo Charneco con Manuela Álvarez, de Ceuta, en los juzgados, en la que actuaron como testigos el oficial de juzgado Manuel Artiel y el Decano de los Abogados en El Puerto. De este matrimonio nacieron dos mujeres y dos hombres.

Mi tío cocinaba fantásticamente, todo lo que fuera pescado. El rape en pan frito, como él lo guisaba no lo he comido mejor. De la familia Cristo, hubo un cantante fadista según me dijo mi abuela, de apellido Gabana. De todos los hermanos de mi padre con el que más me comuniqué fue con él y tuve más relación personal. Recuerdo muchas navidades, ferias y fiestas pasadas con mi tía Manuela y el tío Juan --que fallecía el pasado 29 de diciembre de 2012--, con los que pasamos muy buenos ratos, mi esposa y yo. (Texto: Antonio Cristo Ruiz).

(viene de la nótula núm. 1.609 en Gente del Puerto).

EL TÍO JOSÉ, FALANGISTA A LA FUERZA.
José Cristo Charneco (Vila Nova de Cácela, 1908 - El Puerto, 1961). Casado con una tarifeña, de nombre Marina León, tuvieron cinco hijos, cuatro varones y una hembra. Redero de profesión y armador de barcos de Diego Piñero, empresario que estuvo muy de moda en la baja Andalucía, hay una copla de Juan Valderrama, que dice:

Diego Piñero,
con sus barcos de pesca
y sus marineros,
aquí lo dejo.

Participó en la Guerra Civil, se lo llevaron para el frente, por el sistema ordeno y mando. Se encontraba mi tío con cuatro amigos tomando copas en un bar del pueblo de Tarifa. Se presentó un jefe de la falange, con cuatro camisas azules, en el local citado. El jefe falangista, se dirigió a mi tío y le preguntó: «--¿De dónde eres chaval?». «--Soy portugués, señor». «--¿Con quien trabajas?». «--Con Diego Piñero». «--Vente con nosotros a luchar por España», a lo que mi tío le contestó: «-Señor soy portugués»; respondiéndole el falangista: «--Tu donde vives, donde trabajas, donde comes es en España, así que ¡al frente por la patria!».  No tuvo más remedio que alistarse e incluso llegó a terne mando en la falange. El abuelo Juan, intento por todos los medios, rescatar su hijo, y llevárselo para casa. Contó el abuelo, que estuvo a punto de que lo expulsaran de España. De la guerra vino condecorado para toda la vida con una enfermedad crónica incurable, de la cual falleció. En los años cincuenta, con la muerte del empresario Diego Piñero, los herederos llevan a la empresa una verdadera hecatombe, y mi tío decide marchar a El Puerto, con su familia. Trabajó de redero en varios barcos, en nuestra ciudad, durante unos diez años.

EL TÍO MANUEL, CHATARRERO Y ARMADOR.
Manuel Cristo Charneco, (Lagoa,1918 - El Puerto, 1991). Se caso con una portuense de nombre María Aparicio, hija del conocido Juan Aparicio ‘el Mamarrosca’, de este matrimonio nacieron  tres hijos varonesy una fémina. Tuvo una caída en un barco, quedo inválido de una pierna, se la dejaron inflexible y sin  movimiento. Tuvo la mala fortuna de caer en mano de un mal facultativo, que solo tenía de doctor, el diploma, colgado en la pared de su despacho. Por sus condiciones, físicas, dejo la mar y puso el negocio de la chatarra.

Tuvo un amigo  muy conocido en El Puerto, Antonio de los Santos ‘Antoñito el Tonto’, el tiempo que estuvo convaleciente con la pierna, le acompañaba tres o cuatro horas diarias hasta que se repuso; mi tío le quería mucho, fue de los primeros portuense que conoció. Le toco la lotería en los años cincuenta, y se compró un barco, con el nombre de ‘Nuestra Señora de La Cinta’, nombre de la patrona de Huelva. Este barco lo mandó un portugués, de nombre Filiberto Barrientos, tenía fama de ser uno de los mejores patrones de pesca de esta zona, muy amigo de mi padre y de la familia. En este pesquero trabajo mi tío José, de redero.

En la Plaza de Isaac Peral mediados los años sesenta del siglo XX, de izquierda a derecha, Lourdes Cristo Aparicio, María Aparicio, Manuel Cristo Charneco y “Chati” hermana de María Aparicio.

Le ocurrió a mi tío Manolo, una anécdota con Antoñito “el Tonto’. Delante de las gentes, solía decirle a mi tío: «--Manolo, déjame tres mil pesetas, que tengo un plan con una gachí estupenda», mi tío se echaba mano al bolsillo y le ponía el dinero en la mano, Antoñito, se marchaba y al rato volvía y le devolvía el dinero; lo hacía para presumir. Una de las veces que le pidió dinero, lo llamaron para un recado y se olvidói entregarle el dinero. Mi tío decía: «--Estoy seguro que Antoñito, no se ha llevado el dinero, algo le ha pasado». A las tres horas llega con el dinero y con lágrimas en los ojos, Manolito, «--Perdón picha mía, se me olvido traerte el dinero, por culpa de la hija de la gran puta de la Juana». Era un poco tartajoso, y cuando nuestro convecino el viento de Levante, bufaba se atascaba más. Tres mil pesetas en los años cincuenta era mucho dinero. Antoñito, era primo por parte materna de José de los Reyes ‘el Negro’. Le tenía mi tío asignado un sueldo de una peseta y cincuenta céntimos diarios, por amigo. Creo que hay un cuadro al óleo de Antoñito, pintado por Juan Lara.

De izquierda a derecha: María León, Luciano Cristo Charneco, Carmen Ruiz Camacho y Lino Cristo Charneco (padres del autor de esta nótula) y  Manuel Cristo Velazquez.

EL TÍO LUCIANO, MARINERO Y MÚSICO.
Luciano Cristo Charneco, (Lagoa, Portugal, 1920 - El Puerto, 1999). Se casó con una jerezana de nombre Gertrudis Velázquez, de esta pareja nacieron dos varones y dos hembras. Trabajó siempre en la mar, de marinero, contramaestre y patrón, llego a tener su propio barco, con la mala fortuna, que lo embarranco un patrón de costa joven, junto a la costa Marroquí, según me contaron. Era aficionado a la música, tocaba el acordeón, conocía algo del folclore de la zona sur de Portugal. Amante del fado y de la música portuguesa y  muy aficionado al ciclismo. (Texto: Antonio Cristo Ruiz). (continuará)

Corría el año 1972. Un macroproyecto turístico y residencial circulaba por los despachos, desde Madrid a El Puerto. Se trataba de urbanizar la Península de Los Toruños, y convertirla en un gran centro europeo de ocio, turismo y residencial. Se trataba de crear en El Puerto “La Venecia Atlántica», aprovechando los caños, el propio río San Pedro -surtidor principal de agua para el proyecto- creando nuevos canales que circundaran los espacios desecados y construidos. Ya se había empezado a urbanizar -era el boom inmobiliario de Valdelagrana- y paralelamente avanzaba la Barriada del Río San Pedro, en el término municipal de Puerto Real dejaban un suculento espacio para los constructores en una zona donde, argumentaban, «solo había mosquitos y aguas estancadas», abundando en que «podía suponer la creación de muchos puestos de trabajo directos e indirectos»,  ¿Han notado que el discurso sería el mismo, una década mas tarde, cuando se empezó a vender Puerto Sherry como la salvación de todos nuestros males de desempleo?.

Vista aérea de la península de Los Toruños.

Una carretera que todavía sobrevive en su primer tramo atraviesa Los Toruños en lo que hoy es el Parque Metropolitano más grande de Andalucía junto con el Pinar de la Algaida en Puerto Real. Gracias a las presiones ecologistas a principio de los ochenta se pudo evitar el mayor desastre ecológico que hubiera supuesto desecar las marismas, ahuyentar cientos de especies que nidifican y deshovan aquí, y que sin su presencia hubieran matado la pesca en la Bahía de Cádiz. Lo que hubiera sido un ¿espacio de privilegio para unos pocos? hoy es un lugar de esparcimiento para todos. Allí se encuentran águilas pescadoras, charrancitos, avocetas, flamencos, garzas, chorlitejos, martines pescadores,  lagartos ocelados y camaleones, entre caños, dunas, pinares, playas naturales y salinas. El dinero fácil, el dinero rápido para unos pocos en nombre de un falso desarrollo y crecimiento de las ciudades, encontró eco hasta hace poco en este Puerto de los Lamentos, que tristemente siempre ha sido indolente a lo largo de su historia, frente a su lenta destrucción. Solo de vez en cuando respondemos a los estímulos del hartazgo, nos levantamos con ganas de parar el Desarrollo Sostenible camuflado y mandar a tanto listo a tomar por donde amarga el pepino. Tendrán que venir de fuera a recordárnoslo. (Texto: José María Morillo).

El navegante Pablo Torres aunque nace en Sevilla empieza a navegar a la edad de 7 años. Hoy tiene la base de su barco 'El Bicho' en Puerto Sherry, preparándose en aguas de la Bahía de Cádiz para importantes pruebas náuticas. La navegación y la mar han sido siempre sus pasiones. Empezó a hacer regatas de vela ligera, primero en la clase Optimist pasando en su etapa juvenil por la clase láser Radial en la que se proclamó subcampeón nacional y 1º del ranking en la temporada 99/00. A continuación, dió el salto a la exigente clase 470, en la que formó parte del equipo preolímpico español llegando a obtener resultados como ser Nº 1 juvenil y Nº 5 absoluto nacional en la temporada 03/04.

2004 supondrá un giro radical en su vida. Deja la vela olímpica para embarcarse en la replica de la histórica Nao Victoria, en la que como Jefe de Guardia dará una vuelta al Mundo acompañado de 20 tripulantes más, entre los que destaca el mítico navegante oceánico José Luís de Ugarte. El viaje durará dos años, con más de 28.000 millas náuticas nvegadas, y un mundo por recorrer en un barco de madera con velas cuadras a la antigua usanza. A partir de entonces vuelve más enamorado que nunca del mar y la navegación.

En 2007 finaliza sus estudios de Ingeniero Técnico Naval siendo su proyecto fin de carrera un Mini Transat de serie, y esta decidido a construirlo, pero en prototipo. Decide trasladarse a Valencia para empezar su “carrera hacia la Transat 650”, empieza a trabajar en varios astilleros, visita a múltiples navegantes de la clase mini y navega con ellos, realiza un estudio exhaustivo y consigue afinar unas líneas innovadoras y potentes para su barco.

En septiembre de 2008 consigue reunir suficientes fondos y coraje y se embarca en la construcción de su propio barco, con la más alta tecnología: no duda en utilizar la fibra de carbono o la laboriosa técnica del laminado al vacío. Para optimizar al máximo los escasos fondos de que dispone para la obra, se va a vivir al lugar donde construye su bicho: serán 9 meses de vida espartana que solamente fortalecerá más los ánimos de Pablo. La construcción durará hasta finales del año 2012 con multitud de anécdotas. Como resultado de ello, Pablo obtendrá un bagaje y una ventaja frente a sus competidores, aunque el precio ha sido alto: 4 años de construcción, de sufrimientos y penalidades. Pero obtiene la mejor recompensa: el conocimiento de hasta el más mínimo detalle de su barco, una capacidad para el sacrificio a prueba de fuego y una resistencia mental que le harán relativizar las mas duras experiencias que ofrece la mar.

“Este proyecto ha sido llevado a cabo con mucho esfuerzo y dedicación. Lo he compaginado con mi trabajo de entrenador de equipos de regatas, con la navegación en la Copa de América y las competiciones en la clase Mini. Mi sueño" -afirma Torres - es conseguir un puesto entre los diez primeros. Para ello cuento con una gran ventaja, conozco mi barco al milímetro. Además, Puerto Sherry es uno de los puertos deportivos españoles con mayor proyección internacional y vocación por el desarrollo de la náutica española. Estoy seguro de que juntos cosecharemos grandes éxitos”.

En Puerto Sherry se ve el proyecto como algo extraordinario y reconocen en Pablo Torres el verdadero espíritu aventurero de los grandes regatistas de este país. “Hasta ahora no había participado en esta gran prueba internacional ningún andaluz y tampoco un español en estas condiciones por lo que, para El Puerto, es un gran privilegio”. ‘El Bicho’ comenzará las regatas nacionales e internacionales puntuables para poder acceder a la Mini Transat 2013 este mes de marzo en Italia. Le seguirán otras 15 pruebas en Francia, Italia, Inglaterra y España. La Mini Transat comienza en septiembre de 2013.

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menesteo_museomunicipal_puertosantamaria«Supe de ti, primero, magnánimo ateniense,
héroe y divinidad ante los muros
sacrosantos de Troya, frente a la mar de Cádiz,
en las mismas arenas y al pie del mismo río
adonde tú, tal vez patrono y marinero
de las naves de Ulises, llegaste una mañana.»

Menesteo. Fundador y Adivino».
(Rafael Alberti. Ora Marítima)

La Historia del Mundo Antiguo está marcada por celos y venganzas, consecuencias de amores imposibles entre dioses y hombres. Así, para que Menesteo emprendiera la travesía mediterránea que le llevarse a los confines del mundo conocido, sobrepasara la bocana de la bahía de Cádiz y arribara en las benditas costas de nuestro Puerto, junto a río Criso, posteriormente Guadalete, tuvieron que suceder dos historias apasionantes: La de Teseo, rey de Atenas, y la de Paris, príncipe de Troya; ambos enamorados de una mujer marcada por la fatalidad, Helena. /En la imagen de la izquierda, imagen del rey ateniense Menesteo en la Guerra de Troya, procedente de un vaso griego de figuras rojas del 450 a.C. (LIMC VI.1, 1992, s.v. Menestheus. París, Louvre G 341). Identificación y pie de foto del Museo Municipal.

MENESTEO, REY DE ATENAS.
Tras 30 años de reinado, en el 1204 a.C, Teseo, bisnieto de Erecteo II de Atenas, tras el rapto de Helena, pierde el trono que lo usurpa su primo Menesteo, hijo de Péteo. [Greves, Robert: "Los mitos griegos", Ariel, 2007, pág 127). El fin de Teseo, ya lo sabemos, murió a manos de Licomedes. Según unas versiones, fue empujado al precipicio cuando contemplaba la ciudad desde un acantilado; según otras, la caída fue accidental. El reinado de Menesteo fue despótica y demagoga. Pensando que los dióscuros le ayudarían a obtener los favores de Helena de Troya, convenció a los atenienses para que acogieran a los dióscuros como benefactores y libertadores de la ciudad, algo que enfadó a príncipes y duques.


PROLEGÓMENOS DE LA GUERRA DE TROYA.
Nunca pudo imaginar el rey de Troya que el reclamo de Helena atrajera a lo más selecto de la Hélade. Temiendo Tindáreo que su decisión acarreara enemistades entre ellos, determinó aceptar el consejo de Ulises que, a cambio, obtuvo la ayuda de Tindáreo para casarse con Penélope. El consejo consistía en organizar pruebas que ayudasen a Helena en la elección. Antes debían aceptar la decisión de la joven y juraron sobre los restos de un caballo descuartizado que acudirían en auxilio del elegido si alguien la raptaba (algo sabría Ulises de las maquinaciones entre Paris y Afrodita).

La primera prueba consistió en una carrera de barcos de remos entre Menesteo, Sergesto, Cloanto y Gias. Al toque de trompeta, se lanzaron al mar y remaron. Gias iba el primero, pero se topó con un peñasco y no pudo continuar. Enfadado con su timonel, lo arrojó al mar. Cloanto tomó la delantera y se proclamó vencedor. Menesteo llegó después, por delante de Sergesto. En la prueba del tiro con arco, que consistía en acertar a un ave que pendía de un mastil, Menesteo cortó la cuerda, pero fue Acestes quien venció. Tras las pruebas, Helena eligió a Menelao, hermano de Agamenón que, a su vez, se casó con Clitemnestra.

MENESTEO, COMANDANTE ATENIENSE.
Heinrich Schliemann, Ilíada en mano, exploró la costa de los Dardanelos buscando el emplazamiento de la ciudad de Troya. Tras un tiempo analizando diversas colinas, dedujo que sólo podía hallarse en la de Hissarlik. El rico alemán la compró, e inmediatamente comenzó a excavar. No descubrió una Troya, sino nueve, una encima de otra. La duda sobre cuál de ellas había sido la destruida por los griegos surgió entre Troya 6 y 7. La sexta, fue destruida por un terremoto y la séptima por un incendio hacia 1200 a.C., después de diez años de sitio, aunque en el relato homérico el sitio sólo había durado cincuenta y un días. Los combates se produjeron a pie, cuerpo a cuerpo, y utilizando lanzas, picas, arcos y espadas. Uno de los comandantes de la vanguardia fue Menesteo.

Sobre el caudillaje de Menesteo algunos investigadores [Malcolm M. Willcock: "Iliada"; Hardcover, Nelson Thornes Limited) lo dudan, por tratarse de un personaje desconocido. El que debía figurar como caudillo de los atenienses es Demofonte, al que Homero desconoce.  Para Quinto de Esmirna, en cambio, en el sitio de Troya participaron ambos: Demofonte y Menesteo ["Posthoméricas", editorial Gredos, Madrid, 2004). No obstante, Menesteo aparece en diversos pasajes de la obra de Homero: «Después de oír sus palabras, el Atrida, muy complacido, siguió revistando a sus caudillos y encontró al egregio caballero Menesteo, hijo de Peteo, erguido entre los atenienses, duchos en el arte de la guerra, y cerca del prudente Ulises y los aguerridos cefalenios, que no habían oído los gritos del combate ni podían adivinar que hubieran sido rotos los juramentos.» [“Ilíada”, Edaf, 2001; pág. 97)

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Nicolás Terry Martínez, ‘Coli’, es un apasionado de la náutica que trabaja en ella. Hijo de una familia bodeguera --su padre fue director del laboratorio de Bodegas Carlos y Javier de Terry (501), siempre tuvo claro que había que trabajar y que mejor que en los entresijos de un deporte que es una de las razones de ser de la Bahía de Cádiz.

Coli empezó como Relaciones Públicas del  pub Tharsis en la plaza de la Herrería. Pronto su afición a la vela le llevaría a trabajar en ese mundo y llegó a ser Director de Regatas de Puerto Sherry en sus comienzos. Hace años que trabaja en la comunicación y organización de eventos de vela a través de su empresa Nicolás Terry Regatas, participando activamente en eventos de primer nivel en nuestro país, lo que simultanea con el ejercicio del periodismo deportivo. Persona vehemente, de gran corazón y apasionado en cuanto pone su esfuerzo es un referente de El Puerto de Santa María en la vela internacional. (Texto: J.M.M.).

En 1988, durante una reunión de antiguos alumnos de San Luis Gonzaga: de izquierda a derecha: Felipe Perez, Jose Mari Velarde, Miguel Leon, Nicolás Terry, Pepin Muñoz; Pepe Mesa.

--Treinta años después, la Copa del Rey de Vela es considerada la mejor regata del mundo. ¿Por qué?  --Aquí viene la élite mundial de la vela porque esta regata tiene una gran difusión mediática y tiene una gran difusión mediática porque viene la élite mundial de la vela.  Además, es el único lugar en el que los regatistas amateurs pueden participar con los profesionales. Figúrese, es como si un aficionado de la Fórmula 1 pudiera correr con los grandes pilotos. --¿Y la regata de Mallorca qué circuito sería?  --Mónaco, sin duda, el más glamuroso y también el más técnico.

--¿Y quién sería  Alonso? --Más que hablar de un Fernando Alonso, que no me atrevería, hablaría de la hornada de jóvenes regatistas que sorprenden por su desparpajo dentro y fuera del barco. Tendría que ver a un chico como José María van der  Ploeg, el benjamín de la flota, qué cabeza tiene dentro del barco y, al tiempo, con qué naturalidad se enfrenta a una entrevista en televisión. --Bueno, su padre fue medalla de oro en Barcelona. Eso es tener mucho camino hecho. --Claro, eso es como haber nacido en un barco.

--¿Qué porcentaje hay de glamour y cuánto de deporte en la regata? --El glamour es una parte muy importante de la regata, es necesario. La implicación de la Familia Real es fundamental. Yo diría que un 70% es deporte y un 30% glamour. --Entre tanto rico, lo mismo hay por aquí algún directivo de las agencias de calificación. --No me hable de esa gente. Como me encuentre a un tipo de Moody's en la regata lo pongo de boya y ahí se queda para los restos.


Nicolás Terry, en el centro, junto a Mara Escassi con el Equipo Oficial de  Comunicación de la Copa del Rey Audi Mapfre.

EL REY.
--Sé poco de vela, pero confieso que en su día pensaba que al Bribón lo dejaban ganar cuando iba el Rey. --Ja, ja, le aseguro que en el mar nadie conoce a nadie y ningún competidor a babor o estribor iba a dejar pasar al barco del Rey. --¿Qué tal regatista era? --Un regatista con talento. El talento se mide por la capacidad de anticiparse a los roles, los cambios de viento. Él la tenía, pero no podía navegar tanto como quería. Llevaba la caña, que es el que marca la pauta, en una época en que todo era muy manual, no como ahora, que los barcos llevan una electrónica a la que sólo le hace falta hablar. --Hablando de la Familia Real, pienso que un gesto tan nimio como que los príncipes se besen en la regata ya supone un incremento del impacto económico. --Sin duda. Y si lo hacen en un lugar en el que se vean los logotipos de Audi y Mapfre, los patrocinadores de la regata, mucho más. No, en serio. Sin la presencia y apoyo de la Familia Real, esta competición no sería lo mismo.

LA CRISIS.
--Con la crisis, ¿no hay problemas de patrocinadores? --Los grandes eventos como éste son rentables y están dentro de las estrategias empresariales. Son las regatas pequeñas las que más sufren los problemas de patrocinio. --¿Hay paro en el mundo de la vela? --Aquí no se libra nadie. En grandes yates y barcos de millonarios han bajado mucho los días de navegación. Muchas tripulaciones han quedado reducidas a retenes de mantenimiento y grandes proyectos de eventos están sin financiación.

Desde que tenían 10/11 años aún se reúnen, casi todos los viernes, a cenar. De izquierda a derecha, de pie Tuty Pastor, Miguel Lizaso, Miguel Silóniz y Juan Carlos Ballesteros. Sentados, Javier Merello, Javier Gómez, Nicolás Terry (Coli), Jorge Gutiérrez y Falele Osborne.  Al fondo, sentado, el cuñado de Falele, Paquito.

--¿Por qué Andalucía no tiene una regata de estas dimensiones? --La tuvimos. La regata de Puerto Sherry, a finales de los 80, llegó a tener un barco más que la Copa del Rey, pero entró en una espiral de lucha de egos por sus organizadores, que miraban más por ellos que por la regata y acabó en lo que es ahora, una regatita.

--En el interior se dice "eres más aburrido que una carrera de balandros". --Quien lo dice será porque lo conoce poco. La modalidad barco contra barco, como la Copa América, es apasionante, y aquí, que son todos contra todos, el colorido y la espectacularidad está fuera de dudas. Tiene el problema de que no se disputa en un estadio y no es fácil seguirlo en directo, pero, como supondrá, eso es inevitable.

--Hábleme de su regatista favorito, de su ídolo. --Peter Blake, sin duda, un neozelandés que lo ganó todo como regatista y que fue un sensacional organizador de eventos. Cuando estaba en lo más alto, lo dejó todo para irse al Amazonas para sensibilizar sobre  la  destrucción de la selva. Allí le mataron. Su barco, el Seamaster, fue asaltado por piratas.

LA VELA: ¿DE PIJOS O DE MASAS?
--Es una bonita historia, pero la gente asocia más la vela a la gente pija. --Yo creo que la vela se ha desprendido de su imagen elitista. Las imágenes de Mario Conde con dos kilos de gomina en el coco sentado en la popa de un barco en esta regata hizo mucho daño, pero eso no es la vela. Ahora no hay pueblo costero que no tenga una escuela de vela y miles de niños aprenden a navegar. --Hombre, de masas no es. --El trabajo que se hace en esas escuelas es increíble. No diré que de masas, pero la vela crece en seguidores. Es cierto que donde no hay mar hay una afición increíble y donde lo hay, no tanta. El mundo al revés.  --No todo el mundo puede permitirse un barco. --Bueno, lo que cuesta mucho dinero es la alta competición, pero eso ocurre en muchos deportes. --Siempre ha sido crítico con la Federación de Vela. ¿Lo sigue siendo? --Es una batalla perdida, son siempre los mismos. Miran por ellos, no por la vela. Habrá elecciones tras las Olimpiadas y ya han nombrado un delfín. Más de lo mismo.

--Es navegante. ¿Su lugar favorito para hacerlo? --La Bahía de Cádiz. --Eso es patriotismo. Dígame otro. --Las rías gallegas tienen una grandiosidad que emociona. Navegar por Finisterre es una sensación única. --¿Pasó el Cabo de Hornos? --No, y mucho que me pesa porque ya no tengo edad. Espero algún día ir a verlo, aunque sea en tierra. (Texto: Pedro Ingelmo).

Se han cumplido estos días 310 años: la noticia de la declaración de guerra, junto con el rumor del posible arribo de una escuadra enemiga, provocó el temor en las localidades de la bahía gaditana, entre ellas El Puerto de Santa María, algunos de cuyos vecinos comenzaron éxodo hacia otras poblaciones menos expuesta al peligro.

La Bahía de Cádiz en 1700. Grabado.

El saqueo tuvo unas graves consecuencias, pero hay algunos puntos oscuros sobre él. El primero se refiere a lo extraño de que, apareciendo la flota angloholandesa en la Bahía el 24 de agosto, produciéndose el desembarco el 26 y la toma de Rota el 27, los vecinos de El Puerto no hubieron puesto a salvo, con antelación sus pertenencias. Según los testimonios recogidos, se dice que nunca pensaron que se iba a ocupar la localidad, pues el objetivo de los enemigos era la ciudad de Cádiz, tomarían el castillo de Santa Catalina para tener la entrada franca en la Bahía de Cádiz.

Se suele indicar que faltaban carruajes para el transporte de los enseres, el ejército había procedido a su embargo para usarlos en las operaciones militares. Los únicos prevenidos fuero los eclesiásticos de las iglesias parroquiales de Rota y El Puerto, que trasladaron los preciosos ornamentos sagrados desde sus localidades hasta la vecina ciudad de Jerez, y la plata de la iglesia portuense, por lo que pudiera pasar, fue llevada, hasta Arcos de la Frontera. Se supone que gran parte de los caudales, plata y joyas que tenían los particulares se pondrían a salvo junto con sus propietarios, muchos de los cuales se habrían marchado de El Puerto algunos días antes de ser ocupado la localidad.

Un segundo aspecto, según las fuentes consultadas, es que la mayor responsabilidad en la autoría del mismo se debe a las tropas invasoras, pero no totalmente. Se realizó en tres fases sucesivas: la primera por los mismos vecinos que se quedaron, porque suponiéndolo todo perdido, no dejaron casa sin registrar y robar; la segunda por los ingleses, aunque al principio se obtuvieron de hacer daño, lo ejecutaron después que vinieron de El Puerto a embarcarse, y la tercera por nuestros soldados y miqueletes, que acabaron de barrer lo que había quedado.


LOS ACONTECIMIENTOS DE FINALES DEL VERANO DE 1702.
Desde meses antes de iniciarse el conflicto se venía organizando por los ingleses y holandeses una expedición que asentara un duro golpe sobre el tráfico comercial entre la península y las Indias. La declaración de guerra a mediados del mes de mayo de 1702 no hizo sino acelerar los preparativos, por lo que el 12 de julio la flota estaba dispuesta para partir hacia su objetivo, la expedición debería servir para apoderarse de algunas plazas del sur de la península.

Ocupada esta porción meridional de España y con la aceptación de sus naturales del archiduque Carlos como rey, se podría producir, tal como ciertos rumores difundían, una reacción en cadena, con múltiples y sonadas adhesiones, que terminaría adjudicando la  Corona de España al pretendiente de la Casa de Austria. Por otro lado, ingleses y holandeses perseguían objetivos más prácticos y concreto. Así, se pensaba interceptar la flota que se sabía regresaba de las Indias y apoderarse de todo su cargamento.

Con ello se conseguiría no sólo provocar un colapso económico en las finanzas de Felipe V sino, de paso coadyuvar con el botín a sufragar los cuantiosos gastos de la empresa. En el caso de no apoderarse de la flotas de Indias, no se descartaba la posibilidad de conquistar alguna población importante, siendo la ciudad de Cádiz, origen y destino de las flotas de Indias, la señalaba en los planes.

En esta línea, los ingleses no hacían sino reincidir en un objetivo clásico de sus ataques contra la monarquía española. Además de las múltiples veces que escuadras inglesas se acercaron o bloquearon la  Bahía gaditana, son célebres los asaltos de Cádiz que se llevaron a cabo en los años 1587, 1596, 1625, destacando el segundo de ellos, cuando el duque de Essex logró apoderarse de la ciudad y obtener un fabuloso botín.

La armada aliada anglo-holandesa se componía por parte de la británica de 30 navíos, 6 fragatas, 2 corbetas, 5 bombardas con 2578 cañones y 9 brulotes 16440 hombres de tripulación y por parte holandesa, 20 navíos, 3 fragatas, 3 bombardas y 3 brulotes, con 1585 cañones y 10855 tripulantes. Además, se contabilizaban múltiples naves auxiliares. A ello habría que añadir el cuerpo expedicionario que actuaría en tierra. La flota inglesa la mandaba el almirante sir George Rooke y la holandesa el teniente almirante Philip van Almonde.

Frente a esta enorme contingente naval y terrestre las defensas de la Bahía de Cádiz no eran numerosas ni las mejores. Desde el mismo momento que Felipe V accedió al trono de España eran concientes los ministros de la monarquía de que la guerra sería inevitable y, por ello, comenzaron pronto los preparativos para la misma. En fecha tan temprana como junio de 1701, recibió el cabildo de El Puerto una carta del marqués de Leganés, Capitán General de la Mar Océano, costas y ejército de Andalucía, en que ordenaba buscar alojamiento para una compañía de caballería. Del mismo modo, a comienzos del mes de diciembre de 1701, algunas galeras de Francia ya se encontraban, junto con otras españolas, en la Bahía, concretamente fondeadas en el río Guadalete, tenían planes de pasar allí todo el invierno.

En cuanto al estado de las fortificaciones y baluartes se detectan luces y sombras. La ciudad de Cádiz, tras sufrir las consecuencias del estado inglés de 1596, había llevado a cabo durante el siglo XVII diversas obras con el objeto de rodear el perímetro urbano de un sistema de murallas y defensas artilladas. El último tramo de la muralla, el que correspondía al Campo del Sur, junto con una renovación general de las piezas de artillería de la plaza, se había realizado tan sólo dos años antes del ataque de 1702. Del mismo, los fuertes de Matagorda y Puntales, bien pertrechados, impedían el acceso franco de los buques al segundo e interior seno de la  Bahía, lugar donde el posible desembarco de las tropas, por las mejores condiciones del terreno y de la mar, se podría haber realizado más fácilmente permitiendo un ataque directo por tierra sobre Cádiz.

El fuerte de Santa Catalina en la playa del mismo nombre. /Foto: Javier de Lucas.

EL PUERTO, INDEFENSO.
La ciudad gaditana se encontraba convenientemente protegida no ocurría lo mismo con el resto de la Bahía. El desarrollo demográfico originó una expansión urbana fuera de los recintos amurallados. Localidades como El Puerto, Rota o Jerez había perdido, por estas causas, toda su capacidad defensiva.

...continúa leyendo "1.491. EL ASALTO ANGLO-HOLANDÉS DE 1702."

La imagen de la Virgen del Carmen, saliendo de la Iglesia de las Esclavas, antiguo Convento de San Juan de Dios.

Las tradicionales fiestas del Carmen, celebradas en los pueblos de la Bahía de Cádiz desde tiempos inmemoriales, se vieron engrandecidas a raíz de una bula pontificia emitida por León XIII en 1892. La bula fue solicitada por el entonces superior general de la orden de la Beata Virgen María de Montecarmelo con el fin de aumentar la devoción y la piedad de los fieles hacia ella.

Ejemplar de la Revista Portuense de 1892 que se hace eco de la bula papal.

Esta bula la aseguraba la indulgencia plenaria a todos aquellos que arrepentidos, y previa confesión y comunión, visitasen las iglesias y oratorios pertenecientes a la orden y rogasen en ellas por la Iglesia y sus miembros. Condición indispensable para recibir el perdón era que la visita se realizase entre las primeras horas del día y la caída del sol.

La Virgen de la procesión marítima en una embarcación adornada al efecto a la que no le faltaba un detalle. ¿Igual que hoy?

A partir de ese momento las ya solemnemente celebradas fiestas del Carmen adquirieron una mayor participación devota de los fieles. A consecuencia de esta creciente devoción, años más tarde surge la primera procesión del Carmen, de la cual hay crónicas publicadas desde 1900. Dicha procesión iba encabezada por los marineros, patronos y armadores, que demostraban así el fervor que sentían hacia su patrona, y también participaban en ella miembros de la Corporación Municipal.

La procesión en el muelle de la plaza de la Pescadería, hoy viviendas de la Pescadería en proceso de derribo.

Es en esta época cuando nace el rito de la bendición de las aguas y el tradicional discurso desde la plaza de la Pescadería. Ese año corrió a cargo del guardián de los frailes capuchinos, Ambrosio de Úbeda que se ganó a los portuenses con su oratoria: «El Puerto es un pueblo de fe, y esta clase de pueblo son ciudades de héroes y éstos tienen siempre las bendiciones del cielo», dijo. Con este discurso se celebró una de las primeras procesiones entre cantos de júbilo y lluvia de flores a la Virgen del Carmen. (Texto: Mercedes Torrecillas).

El pesquero Tonino que esta tarde estará en Puerto Sherry portando a la Virgen Marinera.

Esta tarde, en Puerto Sherry, a las 18:30 llegará la comitiva procesional con la representación de la imagen de Ntra. Sra. del Carmen, a bordo del pesquero ‘Tonino’ que atracará en el pantalón de honor para realizar, a continuación, la procesión marinera y el encuentro con la procesión terrestre en el tramo final del río Guadalete.

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Recientes investigaciones sostienen que la actual desembocadura del río Guadalete se abrió hacia el año 19 antes de Cristo

Arriba, fotografía aérea de parte de la Bahía (Google Earth), donde hemos señalado el río Guadalete y la isla de Cádiz. Abajo, fotointerpretación de cómo podría haber sido la misma zona en época romana: con una sola desembocadura en el hoy río San Pedro, el recorrido de la Vía Augusta (puntos) y la actual desembocadura del Guadalete, creada por Balbo el Menor (líneas).

Sitúese en la desembocadura del Guadalete. Por ejemplo, frente a la plaza de las Galeras, en el muelle del Vapor. El curso del río que ve a derecha e izquierda no lo creó la naturaleza, sino la iniciativa de un hombre: el gaditano Lucio Cornelio Balbo,’ el Menor’ quien, hacia el año 19 antes de Cristo mandó abrir en su espacio una ría artificial para establecer las infraestructuras del Portus Gaditanus.

El Puerto Gaditano fue el puerto de Gades que se fundó entonces al amparo de la política económica marcada por Augusto (27 a.C.-14 d.C.) por la que la aristocracia mercantil gaditana se dedicó a la explotación de las fértiles tierras que median entre las desembocaduras del Guadalete y del Guadalquivir. El Marco del Jerez. La Isla Cartare de Avieno.

Se convirtió entonces el Portus en uno de los puertos más importantes del Mediterráneo, exportador a gran escala, básicamente, de salazón de pescado, vino y aceite. Su principal destino, Ostia, el puerto de Roma. El territorio se vertebró a través de la Vía Augusta, creada al tiempo que el nuevo puerto, que en su primer tramo enlazaba Gades, el Portus Gaditanus y, junto a un estero de las marismas del Guadalquivir, Hasta Regia.

Paramento Este de la calzada en el Coto de la Isleta. El agua del caño de las salinas ha desprendido la tierra, dejando al descubierto la estructura. En el recuadro, su situación.

En suelo portuense, en el Coto de la Isleta y junto a la laguna Salada –en el llamado de muy antiguo Camino de los Romanos- se reconocen los vestigios de la calzada. Una joya histórica que aún está por desvelar y por poner en valor en dos entornos en los que se aúnan naturaleza e historia. Ayuntamiento, póngase a la tarea.

A PICO Y PALA.
La obra que mandó hacer Balbo fue un canal –llamémoslo ‘Canal de Balbo’- en la playa, que entonces alcanzaba las inmediaciones de la calle Valdés, y unirlo a la madre vieja del Guadalete, que corría a espaldas del Coto de la Isleta, conectándose así el curso artificial con el cauce del San Pedro, que entonces era el Guadalete que desembocaba a la bahía en una ensenada junto a Puerto Real.

Arriba una fotografía aérea de la desembocadura del río Guadalete, en la actualidad (Google Earth). Abajo una fotointerpretación, con la reconstrucción ideal de Portus Gaditanus, algunos muelles de atraques con la infraestructura portuaria, administrativa y de habitad. El puente y la vía atraviesan el río, detrás el agua recorre serpenteando zonas de marismas, con canales navegables que conducen al río principal, que se podrá surcar río arriba. Al fondo la Sierra San Cristóbal.

...continúa leyendo "1.414. LA DESEMBOCADURA DEL GUADALETE ES ARTIFICIAL. Se abrió el año 19 a.d. Cristo."

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Retrato de Felipe V de España, llamado ‘el Animoso’ realizado por Jean Ranc (c. 1723). Óleo sobre lienzo, 144 x 115 cm, Museo del Prado (Madrid).

Hoy se cumplen 283 años del comienzo formal de los autos de incorporación de El Puerto de Santa María a la Corona de Castilla. Si bien el Decreto de incorporación es del 31 de mayo de 1929, no será hasta el 10 de junio de ese año cuando el juez comisionado por S.M. el rey Don Felipe V, Francisco de Escobar y Bazán --llegado a El Puerto un día antes-- cuando empiece a actuar: sustituyendo los cargos y oficiales ducales por toros de carácter interino, ordenando también picar los escudos del Duque de Medinaceli de las oficinas públicas y pintar, en su lugar, las armas reales, … /En la imagen, S.M. el Rey Don Felipe V.

...continúa leyendo "1.407. EL PUERTO SE INCORPORA A LA CORONA DE CASTILLA."

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En este Gran Puerto se han puesto los cimientos de muchas corrientes artísticas. Los gérmenes son mucho más interesantes que las etapas consolidadas. Así la poesía de Bécquer, tiene sus precedentes en la del portuense Angel María Dacarrete, o la de  Don Luis de Góngora en  la de Don Luis Carrillo, o el portuense Don Juan Francisco de Enciso Monzón despide aquí el barroco y se hace preneoclásico.

El día 22 de enero han hecho cuatro siglos desde que Don Luis Carrillo Sotomayor muriera en  este Gran Puerto de Santa María.  Don Luis Carrillo, poeta preculterano, cuatralbo de las Galeras Reales de El Puerto, nació en Baena (Córdoba) en una fecha imprecisa entre 1585 y1586. Aquí, en El Puerto, vivió y murió este caballero del "ávito de Santiago, con que se fue a serbir a las galeras de España, desde hedad de diez y siete años, de entretenido en las dichas galeras, de capitán en la Patrona de España y de Quatralvo... [y] murió [en el Gran Puerto de Santa María] sirviendo el dicho ofiçio de hedad de veinticuatro años..." el 22 de enero 1610.

En este último año, el Padre Fray Luis Núñez de Prado, de la Orden de los Mínimos del Convento de la Victoria, predicó un sermón en la iglesia del Convento de San Agustín de esta Ciudad, "A las honras del nobilíssimo Caballero de buena memoria Don Luis Carrillo del Hábito de Santiago, Comendador de la Fuente del Maestre y Quatralbo de una Escuadra de Galeras de España...".

Aquí, en El Puerto, durante un invierno, escribió su Fábula de Acis y Galatea.  Muchos de sus poemas están escritos aquí y, sobre todo, su ”Libro de la erudición poética”. Cuando "estaba consultado para general de las [galeras] de Portugal...", murió con sentimiento general de todos, y declaró que "tenía hecho voto de castidad y religión". Su cuerpo fue enterrado en la iglesia de San Francisco [de Paula?] en El Puerto. En su testamento dejó “al convento de Nuestra Señora de la Victoria toda su librería".(¿Dónde estarán hoy sus libros?).

Estoy seguro de que nuestro Ayuntamiento, tan preocupado por las cosas culturales, habrá programado un Congreso, por el IV Centenario de la muerte de quien fue precursor del culteranismo, con los más grandes especialistas en la obra de Don Luis Carrillo como las Profesoras Rosa Navarro Durán, Fiorenza Randelli Romano y Angelina Costa Palacios, o con el Profesor Antonio Carreiras, y habrá aprobado ponerle una calle. Lo digo al revés para que ustedes me entiendan. Soy consciente de que predico en el desierto. Pues vale.

P.S.  Esto lo escribí en Diciembre de 2010. Pues ha pasado el 2011, 2012, sin que nadie se enterara de esto. Es una pena. (Texto: Luis Suárez Ávila).

(*) Cuatralbo. Jefe o cabo de cuatro galeras.

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El sábado día 30 de marzo, hace escasamente una semana, se cumplió el vigésimo quinto aniversario de la desaparición del pesquero portuense “Calpe Quintans” en las costas de Marruecos, al noroeste de las Islas Canarias. Nueve desaparecidos, un muerto y dos supervivientes es el triste balance del naufragio sufrido por el pesquero, tragedia que aún se recuerda en El Puerto. El alcalde de El Puerto, a la sazón Juan Manuel Torres Ramírez (con nótula num. 827 en GdP), declaraba la jornada del martes 31 de marzo de 1987 ‘Día de Luto’ por la tragedia. En la imagen, naufragio de Pesuta. /Foto Gary Nylander.

En 1987 el penúltimo día de marzo era un lunes. Al norte de Marruecos a bastantes millas de Casablanca, naufragó y se hundió el pesquero “Calpe Quintans” del que sobrevivieron dos, de los doce tripulantes que iban enrolados. No es nada agradable rememorar el naufragio de una embarcación y todavía menos cuando lleva implícito la perdida de 10 vidas humanas. En naufragio del pesquero portuense “Calpe Quintans”, hizo emerger una frontera a partir de la cual la seguridad fue un factor a tener en cuenta. Tras el tiempo transcurrido desde aquel siniestro y a pesar de la cantidad de medios desplegados en materia de seguridad, las tragedias marítimas continúan sucediéndose en nuestra geografía. La perdida irreparable de los 10 tripulantes del Calpe Quintans” no ha servido para evitarlas…


IN MEMORIAM
El ‘Calpe Quintans’ era un motopesquero de madera, de cien toneladas de registro bruto, construido en 1972. Los armadores, Hermanos Morató Martínez, llevaban enrolado en la tripulación a Pedro Morató Blanquer, hijo de Francisco Morató Martinez, siendo el otro socio armador el patrón de Pesca, Miguel Navarro. Este es el rol de la embarcación:

Miguel Navarro Moran, "Fanguito", patrón de Pesca
Pedro Morato Blanquer, técnico de Pesca
José Adán López, "Gordito", segundo Mecánico
Antonio Robles Cairon, engrasador
Manuel Calatayud Ojeda, contramaestre
Eduardo Jiménez Ruiz, cocinero
José Borga Pérez, nevero
José Luis Lara Rodríguez, nevero
Ángel Anaya Pecho, nevero
Ramón Arana Pino, marinero

Supervivientes: El primer mecánico, Manuel Julián Sempere, "Santapolero" y el marinero Ángel Pedro García Serrano, que luego trabajaría como marinero en Puerto Sherry. Curiosamente los tripulantes de mayor y menor edad de la embarcación.

...continúa leyendo "1.344. 25 ANIVERSARIO DEL NAUFRAGIO DEL ‘CALPE QUINTANS’. 9 desaparecidos, 1 muerto y 2 supervivientes."

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Y esta luz
Juan Lara
y este color…
¿De que cartera de Luna
de que bolsillo de sol
sacaste el claro milagro
de esa luz y este color?

Manuel Benítez Carrasco.

Juan Lara Izquierdo llegó al mundo a El Puerto en el número 18 de la calle Pagador, el 9 de mayo de 1920 y como se ha afirma en diferentes publicaciones, en 1921. Ya lo dejó escrito: «Lo que si es extraordinario, yo diría que maravilloso, es haber nacido en El Puerto de Santa María». De su padre le vendría el interés por la pintura. Tenía Francisco Lara Sánchez --pintor decorador de profesión--, unas grandes cualidades para el dibujo, quien le encauzó su educación hasta llevarle a Juan José Bottaro, profesor de la academia de Bellas Artes Santa Cecilia: encontró en su padre el mas fiel aliado e impulsor de su don y de su arte. Juan tenía ocho años cuando conoció a su introductor y maestro.

El arranque de la calle Pagador, desde la Plaza de España, con la Casa Palacio del Marqués de la Candia, sede del Museo Municipal y la Academia de Bellas Artes. Óleo con el inconfundible estilo de Juan Lara.

Recuerda Juan su infancia: "Nací en la calle Pagador número 18, donde al cuidado de mi abuela paterna --abuela Carmen y de mis tías Milagros, Manuela y Lola-- estaba desde mi despertar hasta que me llevaban a la accesoria en que mi madre trabajaba, regresando a la calle Pagador a la caída de la tarde, donde en su patio inolvidable de losas blancas y negras, jugaba con mi hermano Jerónimo y Paquito Vicheras --que vivía en el piso bajo--. Yo me crié en la calle San Bartolomé, en el número 10, donde mi madre tenía alquilada una accesoria que hacía de taller, compuesta de una dependencia que daba a la calle, y otra interior, para cocina, fogón de hierro para calentar las planchas, comedor y cuarto de aseo. En dicho taller se dedicaba a planchar para el público toda clase de prendas de vestir, con lo cual ayudaba a mi padre --ya enfermo-- al sostén de la casa. La familia estaba compuesta por cinco hijos. Lo que yo he visto trabajar y sufrir a mi madre en esa accesoria es uno de los dolores mas grandes de mi vida".

De pequeño estuvo en la 'amiga' de Conchita Romero, un piso de una casa aneja a la bodega de José de la Cuesta en la calle San Bartolomé, con entrada por la calle Palacios, donde fue condiscípulo del polifacético artista local, Manuel Bejarano Armario. Después "fui al colegio de la Aurora, cuando ya, naturalmente, no pertenecía a ningún Patronato Parroquial o de otro tipo. Era Escuela Nacional, y tuve como maestro a don Remigio Peñalver, persona de extraordinaria bondad, de cariño a sus discípulos, muy paciente quien estimuló mucho para que me aplicase en el dibujo. Del Colegio de la Aurora me quedan muchos y buenos amigos y aunque no fue una etapa muy larga, sí muy feliz, por don Remigio, por sus auxiliares don Eduardo Ciria y don Juan Díaz, y mis compañeros los Sucino, Buhigas, Enrique Pérez, Manolín y otros, que siento mucho no recordar sus nombres". /En la imagen de la izquierda, la sede de las Escuelas Pías de la Aurora, luego Colegio Nacional, obra pictórica de Lara.

De izquierda a derecha, Juan Hernández Navarro, Antonio Serrano, el Comandante Francisco Martel Viniegra Ayudante  de Marina en el Puerto, Severo Ruiz Calderón, José López, el pintor Juan Lara Izquierdo  y Gumersinda López, Vda. de Garrán. Inicio de la década de los cincuenta del siglo pasado.

A los trece años, tras la muerte de su padre, comenzó a trabajar en las oficinas de Terry, donde estuvo hasta los diecisiete, época en que ingresó en la Marina de Guerra, como voluntario en el Cuerpo de Maestranza, y posteriormente destinado a la Ayudantía Militar de Marina, como personal civil, etapa que siempre quiso olvidar.

Embarque de Botas. Juan Lara realizó grandes obras para Bodegas Osborne, muchas de ellas publicitadas en calendarios, azulejos y otros objetos publicitarios.

...continúa leyendo "1.328. JUAN LARA. El pintor de la luz, en el 17 aniversario de su muerte."

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Una grúa manual de principios del siglo pasado presidirá la recreación en el muelle de Las Galeras de la actividad portuaria de la época.

La Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, en colaboración con el Ayuntamiento de El Puerto a través de la Concejalía de Patrimonio Histórico, creará en el que fuera el primer muelle de carga de dicha ciudad, el muelle de Las Galeras (anexo al Parque Calderón) y junto al primer tinglado para almacenamiento de la mercancía, un espacio de recreación al aire libre de la actividad industrial y portuaria portuense.

La creación de dicho conjunto expositivo conlleva la recuperación de parte del patrimonio industrial y portuario de la ciudad. Estará presidido por una grúa manual de principios del siglo pasado y delimitado por la antigua barandilla del cantil del muelle. Una farola de la época, un noray y toneles de vino (que era la carga tradicional) completan el conjunto, que se erigirá junto al primer tinglado de la ciudad, actualmente conocido como La Cristalera y cuya autoría se le atribuye a un discípulo de Eiffel.

Pasos previos para la maniobra de estiba en el cantil del muelle, junto al tinglado portuario, hoy Bar La Cristalera.

Espacio expositivo en el muelle que se está acondicionando para la recreación histórica, junto a La Cristalera.

...continúa leyendo "1.327. EL PUERTO RECUPERA SU PRIMER MUELLE DE CARGA."

La Fuente de las Galeras pasa por ser uno de los símbolos del patrimonio histórico portuense, pero ¿sabía que existió otra en sus inmediaciones, coetánea y de traza similar. La llamaban Fuente del Sobrante? En diciembre pasado se cumplieron 117 años de su derribo, ocurrido en 1895.

Muelle de faluchos y Fuente del Sobrante. Al fondo, el puente de San Alejandro.

Hace 152 años, las fuentes del Sobrante y de las Galeras dejaron de cumplir su tradicional función para convertirse durante unas horas en improvisadas fortalezas. Fue durante las Fiestas de San Juan de 1850. Este singular espectáculo consistió en un combate naval simulado entre dos barcos pesqueros --transformados en dos embarcaciones de guerra empavesadas-- y dos réplicas de fortalezas dispuestas en ambas fuentes.

La Comisión de Fiestas del Ayuntamiento estableció la distribución del combate así: «Dará principio arrojando las embarcaciones a las fortalezas abundantes bombas y éstas los corresponderán. Avanzarán las embarcaciones queriendo meterse debajo de las baterías. Las fortalezas arrojarán bombas, balas rojas, (las de hierro que se enrojecían al fuego para introducirlas en las piezas de artillería, usadas para incendiar), palanquetas (barretas de hierro con dos cabezas gruesas empleadas como proyectiles en la artillería de Marina), camisas embreadas (pedazos de telas impregnadas con materias inflamables) y granadas de mano. Las embarcaciones se verán precisadas a retirarse con alguna pérdida considerable, venciendo las fortalezas. La banda de música tocará y se ejecutarán varios fuegos de regocijo en las fortalezas, concluyendo la función con la elevación de dos mangas de cohetes voladores».

A la izquierda en primer término, la Fuente del Sobrante, que estuvo situada frente al actual Cocedero de Mariscos de Romerijo. Siguiendo el cantil del muelle, la Fuente de las Galeras.

El espectáculo costó a las arcas municipales 1.300 reales. La figuración de combates navales con fuegos de artificio fue un recurso empleado habitualmente como cierre a las funciones que amenizaban a las veladas marítimas que durante el XIX y principios del XX se celebraron en el Vergel del Conde y el Parque Calderón. (Texto: Enrique Pérez Fernández).

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