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En la foto José Manuel Cuevas y José Arjona junto a la barra del restaurante La Goleta

Sus gambas a La Goleta y sus pescados a la sal y sus mariscos eran de los más afamados de El Puerto de Santa María. El restaurante La Goleta, creado por la familia Cala y el cocinero Juan García, con nótula núm. 235 de Gente del Puerto,  era considerado desde los 80 y hasta hace una década como uno de los referentes de la cocina de esta localidad, una de las más destacadas en cuanto a calidad de su gastronomía en la provincia. Ahora La Goleta y sus platos de siempre, tras dos años de cierre, vuelven a lucir. El restaurante ha vuelto a abrir sus puertas bajo la dirección de la empresa de catering Jubengo,  bastante conocida en Jerez y en El Puerto en el que también gestiona El Patio de las Siete Esquinas de Bodegas Grant, un establecimiento con mucho encanto ya que se pueden tomar tapas y vinos en un patio andaluz.

boqueronJuan Antonio Benicio, gerente del grupo Jubengo, fundado en 1991, señala que la intención de su empresa es mantener la cocina de La Goleta y por ello dirije la cocina el portuense José Manuel Cuevas que ya trabajó en el restaurante al igual que el nuevo maitre, José Arjona. Cuevas mantiene en carta las gambas a La Goleta, marisco envuelto en bacon ahumado y luego frito, al igual que los pescados a la sal y el marisco, aunque ha incorporado platos propios como el solomillo relleno o los postres, que ha aprendido a hacer en su dilatada carrera en las que ha estado en establecimientos como Las Beatillas o el Hotel Los Jándalos. La Goleta, que ya está abierta al público, realizará una cocina mediterránea basada en los pescados a la sal y la cocina marinera. El establecimiento, que abrió sus puertas el pasado 26 de marzo, abre todos los días excepto domingos por la noche y lunes. (Textos: Pepe Monforte).

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Para los que nos consultan desde fuera de El Puerto, ubicación del Restaurante La Goleta, junto al Hotel del Mar.

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En la fotografía, fila superior de izquierda a derecha: Joaquín “el de Puerto Real”, Antonio “el Donuts” -vendedor de este producto-, Miguel, “el Caja”, Rafael “el de la Grúa”, José Antonio Lores. Fila de delante, José Girón, Mulero, Rafael Morro (no el televisivo), Paco Doello, el niño de delante es hijo de Morro.

Las fotografías corresponden a la finalización del  Campeonato de Ronda, celebrado en el Bar Triana en el año 1994. El establecimiento arrendado por Francisco Javier Paullata, ha organizado múltiples campeonatos de mus, dominó, ronda y es lugar frecuentado por el mundillo del Carnaval y actual local de ensayo de la Comparsa Los Majaras.

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De izquierda a derecha: Paco Mendoza, “el Chino”, Juan Macías, Francisco Molina Clavijo, Juan Antonio “el Sopa” y Jacinto.

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Joaquin “el de Puerto Real”; semioculto desconocido; Juan Eloy Sánchez Artola “el del Butano”; Julio Fernández Galloso; Francisco Márquez Cabeza, cerrajero y Juan Garrucho.

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Al presionar sobre la imagen se ve a tamaño completo.

De izquierda a derecha, fila superior: dos desconocidos, Manuel González Rodríguez  (Bar La Gallera) tres desconocidos, Javier Merello Gaztelu, desconocido, Pedro Osborne Domecq, (propietario del Depósito existente de Cruz Blanca en la Plaza del Castillo), Emilio Martínez de Murga, comercial de la marca;  Terrada, Antonio de la Tertulia Taurina Monasterio, desconocido. Fila segunda, desconocidos. Fila tercera, desconocido, “El Pobre Pepe” del Bar Cádiz, el resto desconocidos hasta Maximino Sordo y desconocidos. Fila cuarta, Eugenio Mena, del Bar El Brillante, Rafael Felices, Pepe del Bar Pepito, Felipe Pérez, José García de Quirós, Enrique Gago del Bar El Nuevo Pescaíto, desconocido, Guillermo García de Leániz, 3 desconocidos y Eloy López. Fila de abajo, desconocido, el hijo del Bar Ramoni, Antonio Balcón (carnicero y hoy está en la puerta del Campo del Racing, jubilado, de portero), Pedro González ya fallecido hijo de Pepe González exportador de pescados; Juan, que trabajó en el Bar Los Tres Reyes en la calle Nevería y en la Base de Rota, en hostelería.

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También se encuentran en la imagen, Guillermo, del Club Náutico; hijo del Bar Simón, de la calle Larga; Antonio Falcón, jefe de porteros de la Plaza de Toros; Feria, yerno de Reina, y a su lado Guillermo, que tenía el Bar frente al Cine Moderno; también el que fue portero del Portuense, de la Bodega de los Giles.

Hemos seleccionado esta foto, especialmente, para que desde Gente del Puerto los lectores nos ayuden a identificar a la mayor parte de los que la integran, desconocidos para las personas que hemos redactado esta nótula.

La imagen está tomada el 16 de abril de 1966 en la Fábrica de las Cervezas Cruz Blanca de Cádiz, a la entrada de la Ciudad,  y a ella se desplazaron una nutrida representación de la hostelería porteña, abastecidas en gran medida por Cervezas Cruz Blanca.

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La foto es de la antigua fábrica de cerveza Cruz Blanca y en frente, lindante con la entonces semisalvaje playa, el solar de los actuales "Delfines". Junto a la fábrica de la Cruz Blanca, la cárcel en construcción. La flamante fábrica de cerveza situada en la zona de Extramuros, territorio que ha sufrido una extraordinaria transformación. (Foto: Memoria de Cádiz. Localizador V.G.L.)

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El reloj de sol, visto desde la calle Cruces. (Foto: Jacinto del Buey Pérez).

El reloj de sol de la fotografía está situado en en la esquina de la calle San Sebastián esquina y vuelta con Cruces. Me impactó de tal manera que pasé mucho tiempo observándolo y ampliando la foto para apreciar sus detalles. Lo primero que llama la atención es su color amarillo "chillón", que lo hace visible a gran distancia, después, cuando te acercas a él ves que es un reloj muy humilde. Está pintado en la pared, pero se aprecia que la persona que lo hizo dominaba muy bien los principios de la Gnomónica (*). En realidad son dos relojes, el que da a la calle Cruces (a la derecha) es un reloj declinante a Levante con los números arábigos. El reloj de la Calle San Sebastián, está mejor orientado hacia el Sur pero en este caso es algo declinante a Poniente, ya que la línea subestilar está prácticamente encima de la una. En este reloj el limbo está marcado con números romanos. Según dice el catálogo de la Asociación de Amigos de los Relojes de Sol, (pincha aquí), es muy exacto, cosa que pude comprobar cuando fui a verlo. Sus coordenadas son las siguientes: 36º 36’ 01’’N  6º 13’ 50’’W. En los bajos de esa casa había un bar que evidentemente se llamaba "Bar el Reloj". [Quedan los restos de un anuncio de plástico, de color rojo de dicho bar que simula un reloj de Cuco, en la esquina].

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El reloj de sol, visto desde la calle San Sebastián. (Foto Jacinto del Buey Pérez).

¿QUE ES LA GNOMÓNICA?
(*) Gnomónica. (Del lat. gnomonicus). f. Ciencia que enseña el modo de hacer los relojes solares. ?gnomon. (Del lat. gnomon). m. Indicador de las horas en los relojes solares más comunes, frecuentemente en forma de un estilo.

Desde pequeño me han fascinado los relojes de sol. Nunca me pasan desapercibidos, cuando cruzo una plaza, o ando por una calle, donde hay un reloj de sol, es como si un imán me atrajera la mirada hacia él, haciendo que todo pase a un segundo plano. Incluso la nomenclatura usada para referirse a sus diferentes elementos me parece fonéticamente armoniosa, es como si escondiera grandes misterios esotéricos: "gnomon", "línea subestilar", "limbo", "meridiana", etc.

Cuando alguien, profano en la materia, observa un reloj de sol automáticamente mira su reloj de pulsera para tras un momento de confusión argumentar, "Ese reloj no marca la hora bien". Cuando le dices que es el suyo el que marca una hora equivocada, suele responder, "¡Eso como va a ser, si mi reloj varía segundos al mes!".

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Una foto del reloj de sol fue enviada por el porteño Antonio Ramón a Antonio Castillo, sevillano, autor de esta nótula. Lamentablemente, el estado del edificio puede hacer que este histórico medidor del tiempo, desaparezca un día, fruto de la desidia, la ruina o la no adecuada aplicación de las medidas de protección de Casco Histórico de El Puerto. (Foto Antonio Ramón).

¿CUANDO AMANECE, DE VERDAD, EN EL PUERTO?
En El Puerto amanece 14,4 minutos después que en Castellón (por allí pasa el Meridiano 0). En Sevilla amanece 24 minutos después que en Castellón, y en Coruña 33,6 minutos después. Por lo tanto un reloj en El Puerto debía de marcar aproximadamente un cuarto de hora menos que en Castellón.

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Amanecer en El Puerto de Santa María. (Foto de Javier Sánchez).

[Pero para eso están los usos horarios, que marcan a un territorio. Geográficamente, se llama huso horario a cada una de las veinticuatro áreas en que se divide la Tierra, siguiendo la misma definición de tiempo cronométrico. Se llaman así porque tienen forma de huso de hilar o de gajo de naranja, y están centrados en meridianos de una longitud que es un múltiplo de 15°.
Actualmente, la definición de huso horario se basa en las fronteras de países y regiones, y sus límites pueden ser bastante irregulares. En este sentido, a veces se usa el término zona horaria. El Tiempo Universal Coordinado (UTC), centrado sobre el Meridiano de Greenwich define nuestros horarios y despertares, cambios de horario en invierno y verano y diferencias con otros países de nuestro entorno europeo, donde adelantamos otra hora más.
En El Puerto vivimos en la zona horaria de Europa Occidental: UTC+1]

relojsolportatilEl tiempo varía 4 minutos por cada grado de longitud. Conociendo la longitud del lugar, si multiplicas los grados por cuatro hallarás la diferencia horaria con el meridiano 0. También debes de tener en cuenta que los países añaden o quitan horas para aprovechar la luz (en España la hora oficial es GMT+1 en invierno, y GMT+2 en verano). En definitiva que lo que marca el reloj de pulsera es una hora de conveniencia, y no la hora real del lugar donde estamos.Por último me gustaría resaltar que los relojes de sol suelen llevar una leyenda que los hace más enigmáticos, si cabe, y yo voy a colocar aquí una como fin de la entrada: "Omnes feriunt, ultima necat". Que traducido quiere decir: “Todas (las horas) hieren, la última mata”. (Textos: Antonio Castillo). (En la imagen, reloj de sol portable).

FICHA TÉCNICA.

  • Autor/De - fecha, hora foto: Jacinto del Buey Pérez - 18 de junio de 2007, 11:59
  • Lugar: San Sebastián 22 esquina y vuelta con Cruces,
  • Coordenadas, altitud: 36º 36' 01.22'' -6º 13' 50.26'' (36.600335,-6.230623) (Pulsar en el enlace para ver el mapa de situación).
  • Autor - fecha reloj: Desconocidos.
  • Descripción: Reloj doble con caras a levante y meridional, ambas con ligera declinación hacia el alba, pintado en la esquina con gnomones bien colocados. El reloj indica muy bien las horas. (Asociación de los Amigos de los Relojes de Sol. AARS)

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| Texto: José María Morillo.

Pepe Basteiro es un porteño que nació en Lamas-A Estrada (Pontevedra), el 19 de agosto de 1932. Con los 15 años casi cumplidos llegó a Cádiz, el 6 de Enero del año 1.947 a bordo de un barco que hacía la travesía La Coruña – Vigo – Cádiz – La Guinea, que se dedicaba al transporte de la madera. En aquellos tiempos, el billete costaba 90 pesetas, sin derecho a  comida, alimentándose con bocadillos de tocino, que le salían a 10 reales (2,50 pesetas).

EL FREIDOR Y LA EXPLOSIÓN DE CÁDIZ.
Como casi todos los gallegos que venían a Cádiz, se colocó en un freidor, con tan mala suerte que al poco lo echaron por comerse una tajada de pescado a escondidas del jefe. Así que luego se colocaría en un almacén de ultramarinos donde, el 17 de Agosto de 1.947, le cogió la tristemente célebre Explosión de Cádiz . Estuvo debajo del mostrador, con el derrumbe en lo alto, desde las 22:15 horas hasta las 7 de la mañana del día siguiente, en que lo sacaron.

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Imagen de Cádiz tras el desastre de la Explosión de 1947

INICIOS EN LA HOSTELERÍA.
Aquella experiencia hizo que se marchara y se marchó a San Fernando con un amigo, donde aprendió el que sería el oficio y la pasión de su vida: la hostelería.  Tenía mucha ilusión por aprender e ir a más en esa actividad y además era muy querido en el ambiente de las cafeterías. En el año 1951 le ofrecieron un sueldo muy sustancioso para aquellos tiempos, 1000 pesetas al més, con derecho a comida y pensión en Algeciras hasta que, en 1952 se fue al servicio militar volviendo en 1.954 donde continuó en la otra Bahía, la de Algeciras.

basteiro_joven_puertosantamariaLLEGADA A EL PUERTO.
En 1.957 da un nuevo giro a su vida y se vino como encargado a trabajar en un establecimiento de El Puerto. Además en Cádiz coge un negocio al cincuenta por ciento con un socio, ya que su mayor ilusión era tener algo en propiedad y al mismo tiempo cogió otro arrendado. En el año 1.961 se casó con una gaditana --guapísima-- Mercedes Enriquez de Salamanca, con la que tuvo ocho hijos.

LA CRUZ BLANCA Y LA PONDEROSA.

En el año 1966 compró el traspaso de la Cervecería Cruz Blanca, luego conocida como La Skol y actualmente Cervecería El Puerto. En 1972 cogió el traspaso del Bar-Cafetería “La Ponderosa”. Hombre emprendedor en 1976 compra la finca de la Cervecería El Puerto y, cuatro años más tarde, en 1980 reforma la finca y el negocio, haciendo lo propio, cinco años más tarde, en 1985, con La Ponderosa. Por último, en 1996 compró La Bodeguilla de la firma González Rico, que actualmente es la ampliación de dicha Cervecería, donde además se siguen sirviendo vinos finos en rama.

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Fachada de la que fue Bodega de González Rico, S.R.C., en Misericordia, 17, donde se vendían vinos a granel. Se puede ver en la puerta el carrito que se usaba parar el reparto y para traer vinos de la bodega que existía en la Plaza Juan de la Cosa, hoy anexa al Castillo  de San Marcos. La foto es de la década de los 80 del siglo pasado. En 1996 pasó a propidad de Basteiro y hoy es la continuación de la cervecería.

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Andana de botas en tercera, que existían en la Bodega de González Rico.

Promocionó los mejillones gallegos en toda esta zona, pues primero por Renfe y luego en camiones los traía de las Rías Baixas, y los vendía en El Puerto, Sanlúcar, Cádiz, Jerez, etc. Los miércoles es el día que los camiones reponen el género llegado directamente de Galicia. Como buen gallego le gustaba hacer la famosa comida gallega “Lacón con Grelos” y después de ésta, venía “La Queimada”, algo que empezó como una cortesía para con sus amigos y que hoy sus hijos continúan ante la demanda que tienen de clientes y amigos. No nos podemos olvidar de los churros de La Ponderosa.

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Presentación del Trofeo Ciudad de El Puerto. De izquierda a derecha, Juan Perea Gandulla, el locutor Jerónimo Roldán de la Rosa, Antonio Orellana, José del Cuvillo, Pepe Basteiro, el alcalde de la Ciudad, a la sazón Fernando T. de Terry Galarza y Luis García, de la cafetería Trevi.

EL RACING CLUB PORTUENSE.
Fue vicepresidente del Racing Club Portuense con Bernardo Sancho como presidente. Dicho club le entregó un banderín en el año 1.974 en agradecimiento a su colaboración con el mismo. Actualmente se encuentra expuesto en la Cervecería de El Puerto junto con otro del Cádiz F.C. del año 1972.

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Entrega del banderín del Racing Club Portuense a la Cervecería de El Puerto, de izquierda a derecha, Manuel Brey Villaverde, Fernando Arjona Gonzalez, Bernardo Sancho y Luis García.

Además, tenía formada en la cervecería una Peña Futbolística, con un equipo que jugaba a nivel local y provincial. Era muy aficionado a la pesca y le gustaba ir embarcado a buscar las doradas, hurtas, pargos... y cuando iba a Galicia a la pesca de la trucha.

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Entrega de trofeos conseguidos por el equipo de fútbol de la Peña Futbolística: entre otros se encuentran en el centro, Pepin”El Barbero”, Pepe Basteiro, Alfredo Bootello, Manolo Caballero, Julian, Jose M. Guerra, Ignacio Jiménez Gonzalez-Nandin, Manuel Romo  (Lolete), Petete Tejada, Luis Sucino, Rafael Gilabert.

horeca_logotipo_cadizHORECA.
Pepe Basteriro, que tenía concedida la medalla de oro de la patronal de hostelería HORECA, fue uno de los pioneros del asociacionismo empresarial hostelero no solo de la provincia, siendo socio fundador de dicha patronal junto el propietario del Hotel Fuentebravía, José L. Kutz Muñagorri; Antonio Gamero copropietario de La Camelia, en Cádiz y Antonio Rodríguez copropietario de El Bosque, en Jerez, entre otros, siendo el primer presidente José Luis Kutz. Basteiro sería con los años presidente honorario. Horeca sentó las bases de muchos mejoras en la hostelería de la provincia de Cádiz, gracias al empuje de hombres como los mentados y nuestro protagonista. Los tres crearon la sociedad BAROGA (BAsteiro, ROdriguez GAmero), empresa que regenta la cafetería del Hospital de Puerto Real, aunque en los principios regentaban las cafeterías de los Hospitales de Cádiz, Jerez, Algeciras y Puerto Real.

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En la imagen, Asamblea de HORECA celebrada en el Casino Bahía de Cádiz, durante la elección del primer presidente de la entidad, José Luis Kutz Muñagorri. De izquierda a derecha, desconocido, Antonio Rodríguez, desconocido, Pepe Basteiro, desconocido, José Luis Kutz Muñagorri, Antonio Gamero, --segundo presidente de la entidad--, José Luis Muñoz Martín, entonces director del Hotel Puertobahía, dos desconocidos y Sebastián Martínez, entonces presidente de Hoteles, integrado en HORECA.

PORTUENSE, GADITANO Y GALLEGO.
Se sentía muy portuense, muy gaditano y nunca dejó de sentirse muy gallego, ni de perder aquel acento: “Galicia me ha dado el ser  y Andalucía el haber. Siempre que hablo de Andalucía , quiero decir mayormente Cádiz y El Puerto de Santa María. Yo quisiera agradecerle mucho a El Puerto y a sus habitantes la confianza que han depositado en mí y en mis negocios para poder llegar a donde estoy y agradecerles a ustedes, la oportunidad que me habéis dado para dirigirme a los portuenses. Un saludo para todos.” (Entrevista Diario de Cádiz. 2004).

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En las Fiestas Patronales de Lamas-A Estrada (Pontevedra), a la que asistía en diversas ocasiones, siendo un claro ejemplo del emigrante que triunfó fuera de sus fronteras.

Dios hizo Galicia, y  A Estrada a Basteiro
salió de allí para Cádiz y lo recogimos en El Puerto,
amigo de los amigos, digo, más que amigo compañero
pues ¿quien no tomó una copa con él en la Cervecería El Puerto?
Te rajaron el corazón para ponértelo nuevo.
Fíjate como estás que se bebe to el Ribeiro.
Pero entremos en parte seria, aquí nos tienes Basteiro
cumpliendo con la comida que todos te prometieron
pues si no se hizo antes no fue por falta de tiempo
sino que todos querían estar contigo de nuevo,
al salir del Hospital con ese corazón de Bueno
que si siempre respondió no tiene por qué no hacerlo.
comamos, bebamos y brindemos por Basteiro.

Alejandro. (30 enero 2001).

 

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Retrato de Pepe Basteiro realizado por Francisco M. Arniz Sanz. Existe uno en la Cervercería El Puerto y otro en La Ponderosa, que aunque son casi iguales, son distintos.

LOS NEGOCIOS DE BASTEIRO.
Actualmente sus negocios siguen funcionando con los mismos nombres y regentados por su viuda, Mercedes Enríquez de Salamanca y cuatro de sus hijos:  Manoli, Pepe, Carlos y Esther, con la misma línea que marcó Pepe en artículos y forma de trabajo. Como afirman sus hijos: «Además de un gran padre tuvimos un gran maestro, que nos guió y animó para que continuáramos consolidando una gran empresa. Su muchas horas de trabajo y el dia a dia, están en la gran labor que dejó y que el nombre de nuestro padre siga presente, además en el listón tan alto en que lo dejó, aunque reconocemos que será imposible superarle».

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Era tan querido que encarnó la figura del Rey Melchor en el año 1.995 con Antonio Gil de Reboleño Insua y Manuel Ojeda Lores.

Siempre fue una persona muy altruista, ayudaba tanto a diferentes corporaciones municipales, fueran del signo que fuesen, como a personas que venían a contarle un problema o a pedirle una ayuda o consejo. A día de hoy todavía muchas personas que les recuerda a la familia «lo que Basteiro nos ayudó en circunstancias difíciles». Nos dejó el 4 de mayo de 2007, en una clínica de Málaga, al no poder superar una afección de corazón.

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Regla Manzano y Manolo Márquez, propietarios del Bar La Dorada.

Dice Regla Manzano “todo aquel que va al  Puerto y no pisa La Dorá es como el que va a la playa y no se quiere bañá”. Se lo iventó limpiando chocos, una actividad a la que no sabe cuantas horas ha dedicado de su vida. Pero está agradecida del esfuerzo y lo mismo opina su marido, Manolo Márquez, porque gracias a sus chocos al ajillo son conocidos en toda la Bahía.
Fue allá por 1980. Buscando lo mejor para su familia habían emigrado a Barcelona. El trabajaba en una fábrica y ella aprovechaba sus conocimientos de modista. No lo ganaban mal pero cada vez que podían venían a su Sanlúcar natal para oler a mar y no olvidarse de la tierra.
Les enseñaron el local, entonces una pequeña taberna dedicada a los pescados y que había abierto en 1967. De ahí su nombre, La Dorada. No se lo pensaron mucho. A pesar de que ya tenían cercanos los 40 y una hija, decidieron arriesgar y arrendaron el bar. No le cambiaron el nombre y al principio la cosa era fundamentalmente atender a los pescadores que acudían cada día al puerto pesquero a trabajar. Regla les preparaba la cena a diario: huevos fritos, un bisté, y una buena fritá de papas. Los mismos pescadores, a veces, cuando eran muchos, los ayudaban a cortar las patatas porque no daban abasto.

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No tenían experiencia en hostelería. Tan sólo Manolo había trabajado en bodegas, pero de estar detrás de un mostrador, nada. Manolo se hizo cargo de la barra y Regla se quedó en la cocina. Como buenos sanluqueños vieron que lo fundamental era seguir con el pescado. Dándole vueltas a la carta del establecimiento, Regla se acordó que en Cataluña era muy habitual comer la sepia (chocos) a la plancha con una salsa por encima hecha con ajo y perejil muy picado. La mujer sanluqueña decidió hacer “cocina de fusión” y aprovechó la buena materia prima de la zona, los chocos que se capturan por parte de la flota de Sanlúcar y de El Puerto, y la fórmula que aprendió en Cataluña: “que no tiene mucha ciencia, pero te lo voy a explicar. Hay que coger el ajo y el perejil y picarlo mucho. Yo uso la batidora para que quede casi hecho polvito. Luego se le añade aceite de oliva y se le pone por encima a los chocos. No tiene más”.

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Un suculento choco a la plancha dispuesto para ser degustado.

CHOCO A LA PLANCHA.

Pero no debe ser tan fácil el punto que logran con sus chocos a la plancha que se han convertido en un emblema del local hasta el punto de que están en las servilletas, en el toldo y en el bajo mostrador. Manolo Márquez destaca también cuales son las claves del plato. “Lo primero es comprar los chocos frescos. Nosotros los traemos de Sanlúcar o de El Puerto. Es fundamental limpiarlos bien. Nosotros tenemos una persona dedicada a eso porque sabemos que es muy importante. Hay que quitarle todo lo que tiene en el interior, pero se le deja el pellejito de fuera. Luego, para que se ablanden, hay que dejarlos, al menos, un par de días en el frigorífico y luego, a la plancha, a fuego fuerte y sólo el tiempo necesario para que se doren. Esa es la manera de que te queden tiernos”.

marrajoplancha_puertosantamariaMARRAJO A LA PLANCHA.

No cabe duda de que Regla Manzano y su personal, a los que ha enseñado, es una maestra en el manejo de la plancha, porque su marrajo a la plancha, que se presenta encima de una manta de patatas fritas de las de verdad, nada de “congelati” son otra llamada a la exquisitez de lo sencillo. El marrajo, una especia de cazón de grandes dimensiones y considerado el hermano pobre del pez espada, tiene fama de ser insípido, pero en La Dorada logran el punto perfecto gracias a que lo dejan tierno en la plancha y a la salsa de ajo y perejil que lleva por encima. (En la imagen, una tapa de Marrajo a la Plancha, sobre una manta de patatas fritas de las de verdad).

cabracho_rascacio_puertosantamariaPAPAS BRAVAS, ALIOLI Y RASCACIO.

Tanto el choco como el marrajo están en la carta desde los comienzos de La Dorada en la avenida de La Bajamar de El Puerto. El local se sigue llenando casi a diario y la clave sigue estando en los clásicos. A lo largo de los años se han hecho pocas incorporaciones más. Saben perfectamente que lo que atrae al público es la buena materia prima y las preparaciones sencillas: pescado frito y plancha. De todos modos luego han incorporado también otras tapas de éxito como sus papas alioli o bravas y su paté de cabracho (rascacio), su única concesión a la cocina más moderna pero que, sin embargo, está en la carta de varios bares de toda la vida de El Puerto y con fórmulas magistrales. (En la imagen, paté de cabracho o rascacio).

Pero la clave del éxito de La Dorada, que acaba de abrir su tercer establecimiento en la calle Carmen Valenzuela, muy cerca de la carretera de Sanlúcar y a dos esquinas de la discoteca Oh Puerto, es también “que todo queda en familia”.

CUARENTA FAMILIAS.

Manolo, que ya está jubilado aunque cada día acude a su Dorada para echar un vistacito a la cosa, señala que ya “somos cuarenta familias las que vivimos del negocio y eso te llena de orgullo pero también de responsabilidad”. Pero los Márquez Manzano no pueden estar más contentos porque han conseguido el sueño de cualquier empresa familiar, que se incorporen las nuevas generaciones. Sus cuatro hijos, tres hembras y un varón, están presentes de alguna manera en el negocio, pero es que también los cuñados y las cuñadas participan en él.

ladorada_personal_2_puertosantamariaRegla destaca “que esto es una familia y eso se nota en la atención al cliente, en el interés que ponen todos para que la cosa salga bien y eso me alegra mucho. Todavía me acuerdo cuando los reunimos a los cuatro a principios del 2000 y le dijimos que queríamos poner en marcha un nuevo negocio, La Nueva Dorada, situado a pocos metros de la primera y regentado por José Manuel, el hijo del matrimonio. Pero le dejamos bien claro que sólo lo haríamos si contabamos con su respaldo y nos lo dieron. No podemos estar más contentos porque La Nueva Dorada funciona muy bien, hasta el punto de que nos hemos atrevido a abrir una tercera y eso a pesar de que corren tiempos de crisis”. (En la imagen, parte de la familia, junto a los fundadores de La Dorada: Regla Manzano y Manolo Márquez).

TODO QUEDA EN CASA.

Para Manolo y Regla, que recuerdan que llegaron a pasar 20 horas trabajando para mantener el bar, otra de las claves de “Las Doradas” está “en nuestros precios. Tenemos tapas baratas y las medias raciones a una media de 6 euros, es un precio muy competitivo, creemos “que la calidad y el buen precio es nuestra clave y por eso mantentemos intactas las cartas y las tarifas iguales en nuestros tres locales”.

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El personal de La Dorada, la más antigua, de izquierda a derecha: José Vierira, Miguel Martínez Romo, Bernardo Rodríguez Pozo, José Antonio Pérez Martínez, Rafael Mora Martínez y Rocío Marquez Manzano, hija de los propietarios.

De los cuatro hermanos, la hija mayor, no colabora en la actualidad; José  el segundo, en La Nueva Dorada; Rocío en La Dorada y Guadalupe, la pequeña colabora los fines de semana en La Otra Dorada.

LA TERCERA Y OTRA DORADA.

La Otra Dorada, como han bautizado al nuevo local de la calle Carmen Valenzuela, tiene una decoración rústica con piedra vista en sus dos salones, uno situado junto a la barra y otro en un sótano. Con la terraza la capacidad del local está en unas 120 personas.

No han contratado a diseñadores, ni nada de nada. La decoración ha corrido a cargo de Regla Manzano, como ocurrió con la primera y la segunda Dorada y la obra la ha llevado a cabo su hermano, contratista de obras, Antonio.

Regla, que trabajó como modista en su juventud, señala que le gusta la decoración: “Todavía al local le faltan algunas cositas, pero ya lo iremos terminando”, señala unos días después de la inauguración que fue el pasado 28 de junio. Pero si la decoración del local, que regenta Javier Mora, marido de una de las hijas del matrimonio fundador, es diferente a los anteriores, lo que si se mantiene intacta es la carta y las fuentes de chocos y marrajo no paran de salir. Entre los tres establecimientos pueden llegar a consumir en un día más de 75 kilos de chocos, entre a la plancha, fritos y las albóndigas que también elaboran con el mismo producto.

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A pesar de los pocos meses que llevan abiertos, Javier tiene que utilizar constantemente su cuaderno para apuntar a los clientes ya que todas las mesas están ocupadas. La fórmula ha triunfado y en 30 años han multiplicado el negocio por tres.

Javier Mora, encargado del nuevo establecimiento y marido de una de las hijas de Manuel Márquez y Regla Manzano, los fundadores de La Dorada, afirma que la carta se ha mantenido intacta “completamente igual que en los otros dos establecimientos. El mismo servicio y los precios ajustados con tapas y raciones ya que somos conscientes de que es lo que la gente espera de nosotros”.

El establecimiento nuevo tiene dos plantas. Un salón superior con una pequeña barra y una terraza con varias mesas y un sótano con otro salón. En total capacidad para unas 120 personas. La decoración rústica, con paredes de piedra y diseñada personalmente por Regla Manzano. Sobre las mesas, se repiten las fórmulas de éxito de La Dorada: tapas, medias raciones y raciones de paté de cabracho (5 euros la media ración), las papas alioli, la ensaladilla o las patatas bravas (1,60 euros la tapa) y una amplia presencia de pescados fritos y carnes.

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De todos modos las estrellas siguen siendo los dos mismos platos de la carta que se mantienen intactos desde que Manuel Márquez inaugurará en 1980 la primera Dorada en la avenida de la Bajamar: el choco a la plancha y el los filetes de marrajo, ambos en un excepcional punto de plancha.

Mora destaca que se cuida mucho la materia prima. Los chocos se compran en las lonjas de Sanlúcar y El Puerto frescos y “sucios” para garantizar su calidad. Luego se limpian en el restaurante y se congelan unos días para que así queden tiernos al hacerse en la plancha. El resto lo hace una salsa que se pone por encima con aceite de oliva, ajo y perejil muy picados. La misma que se coloca por encima de los filetes de marrajo, un pescado al que muchos tachan de ínsipido pero que en La Dorada alcanza el máximo debido a su exacto punto de cochura y lo que le aporta el ajo y el perejil.

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El concejal de Turismo, Fernando Gago, entregó un presente a Manuel Márquez, en presencia de su esposa, Regla Manzano, con motivo de la jubilación del primero, el miércoles de la Semana Santa de 2010.

Estos mismos platos son los que también están presentes en el segundo establecimiento que abrió el grupo en la avenida de la Bajamar: La Nueva Dorada, un local de diseño clásico que abrió sus puertas en el 2001, regentado por José Manuel Márquez uno de los hijos del matrimonio al que ayudan en la primera Dorada su hija Rocío y Rafael Mora, mientras que Guadalupe la cuarta hija del matrimonio también ayuda ya en el negocio. (Textos: Pepe Monforte).

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Juan Luis Cordero Rodríguez, “el Pijota” para el mundo de la cultura gastronómica local, nació en la céntrica calle Alquiladores, número 5. Estudió en el Colegio de José Luis Poullet y luego al de la Plaza del Polvorista, hasta el año 1959 en el que abandona los estudios para adentrarse en el apasionante y a la vez absorbente mundo de la hostelería, en el que ya lleva 50 años.

pijota_07_puertosantamariaEl sobrenombre de “el Pijota” le viene dado desde muy joven. Era muy alto --o largo, como decimos por aquí--, muy blanco y muy delgado y su amigo el Chiculi (camarero del Bar Santa María recientemente jubilado), le dijo que se pareciá a “una pijota hariná”. Cuando en 1985 montó el Bar, le preguntó a su mujer que como le ponían al establecimiento a lo que ésta le respondió con rotundidad: «--Quelevaponé: Pijota, no?».

El año que nace “el Pijota”, son nacidos también el que fuera Obispo de Jerez-Asidonia, Juan del Río Martín, el guitarrista algecireño Paco de Lucía, la cantante cubana Elsa Baeza, el motorista Ángel Nieto, la actriz Mercedes Sampietro, la escritora Soledad Puértolas, el cantante y actor “Joselito”, la cantante María del Mar Bonet y la fallecida Mari Trini, el actor estadounidense Arnold Schawarzenegger, el novelista brasileño Paulo Coelho, el novelista de terror Stephen King, el futbolista Johan Cruyff, el empresario Florentino Pérez. En Madrid se inauguraba el Estadio Santiago Bernabeu. (En la imagen de la izquierda, óleo sobre lienzo que recoge una imagen del primer bar de 'el Pijota').

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En el primitivo Bar Pijota, con el desaparecido Antonio Cuevas, 'el Mosco' portando un bonito ejemplar de bogavante.

En 1947, también, Miguel Delibes obtenía el Premio Nadal por su novela “La sombra del ciprés es alargada”. Ese mismo año aparecen los “Manuscritos del Mar Muerto” y es inventado el transistor en los Laboratorios Bell. Ramón Torrado, oriundo  de El Puerto, estrena la película “Botón de Ancla».  En Cádiz estalla el 18 de agosto un depósito de explosivos de la Marina de Guerra, muriendo más de 150 personas, superando los heridos a los 5000. Muchos edificios resultan dañados y desde Argentina llegó una importante ayuda.

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Juan Luis y Luis Rosa con una botella de licor en la mano, detrás de la Barra de la Cerveceria Cruz Blanca; con una cerveza Juan Ortega, hijo del “Churra” acomodador del antiguo Cine Macario de verano; este muchacho era un gran pintor.

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En la Cervecería Cruz Blanca, Juan Luis por fuera del mostrador, junto a Juan Fernández Sanjuán -Juan el del Vapor-.

En 1959, con 12 años, entró a trabajar en la Cervecería Cruz Blanca, hoy Cervecería El Puerto, en la esquina de las calles Luna con Misericordia, cuando su propietario era José Neira, pasando luego el establecimiento a pertenecer a José Basteiro Pereira. Allí se colocó de pinche de cocina, con una plancha de gasolina que estaba situada en la última ventana que tenía la Cervecería por la calle Luna en dirección al Guadalete. Allí ponía gambas y sardinas en aquella plancha y, como no estaba la altura, se subía en una caja de madera de Cruz Blanca vacía, sin los cascos. Allí permaneció por espacio de doce años, hasta 1971, junto a varios compañeros entre los que recuerda al desaparecido Miguel Ferrer.

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En el Bar Las Columnas, de izquierda a derecha, Miguel Perles, el Pijota, Pepe y Alberto.

Empezando la década de los setenta del siglo pasado se va a Rota, por un año, con su compadre Paco Flores, al Hotel Playa de la Luz. En 1973 entró a trabajar en el Bar Las Columnas, el que estaba en la esquina de la calle Luna esquina y vuelta con San Bartolomé (¿adivinan que hay hoy en ese espacio?: una entidad bancaria), frente al Teatro Principal y el Bar La Concha, por Luna y Ultramarinos La Giralda -con nótula num. 044 en Gente del Puerto-- por el frente de la calle San Bartolomé. Era propietario de Las Columnas Miguel Perles Giner.

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Salón de la antigua Cervecería España.

En 1974, Salvador Figuereo, propietario del desaparecido Cocedero “Mariscos Salva” fue a buscarlo para que se hiciera cargo de un establecimiento de su propiedad: Cervecería España, situada frente al Parque Calderón donde anteriormente estuvo el Cinema España y hoy hay un establecimiento de tragos largos..

En 1983, nueve años más tarde se fue con Paco Flores a los terrenos de la Autoridad Portuaria, en la Otra Banda, en el Restaurante La Lonja, donde permanecería por espacio de algo más de un año.

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En el primer Bar Pijota, junto a Kristofe Dura, médico polaco ya fallecido y otro cliente.

En 1985, con 26 años de experiencia en hostelería, decide establecerse por su cuenta con el que fue su primer negocio como propietario: el Bar El Pijota, en la calle Javier de Burgos, en un local alquilado. En 1995, diez años después, con 36 años en la hostelería, abre su segundo establecimiento, ya en propiedad, en la calle Curva casi esquina con la Plaza de la Cárcel, frente al Hotel Los Cántaros.

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Peña Gastro Cultural Pijota. De izquierda a derecha, Rafael Gómez, Roque, Gabriel Andrades, Emilio Jiménez, Antonio Bollullo, Gabriel Herrera, José Luis Castillo, el Pijota, Abelardo Gil y unos amigos de Torrrelavega (Cantabria).

logo_pijotaEn la actualidad, con 62 años, 50 de los cuales los ha vivido en el sector hostelero, se siente satisfecho de la labor realizada: género de calidad, especializado en mariscos y pescado frito, donde destacan los guisos marineros y las tortillitas de camarones. En torno a su establecimiento y a su persona funciona la “Peña Gastro Cultural Pijota”, quienes se reúnen una vez al mes para comer, habiendo sobrepasado ya los 20 años de existencia.

Larga vida al Pijota y a sus guisos.

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Juan, Salvador y Eduardo Moreno Naval.

Juan Moreno Naval tiene 56 años y desde pequeño ha estado metido en el mundo de la carnicería porque tanto su padre Rafael Moreno Porto, como su abuelo, Rafael Moreno Serrano, eran del gremio. Este portuense dirige toda la fabricación de los Hermanos Moreno, una pequeña industria dedicada a la producción de chacinas y preparados de carne en El Puerto.

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En la imagen, el padre de los Hermanos Moreno, Rafael Moreno Porto, 'Lenguito', en una foto en el puesto de la Plaza, en los años sesenta. La familia vivía a escasos metros, en la calle Sierpes.

Hace ya 10 años, un amigo de Sevilla le hizo a Juan Moreno un encargo: “--Juan, allí en Sevilla hay bares que están obteniendo mucho éxito poniendo la pringá de la berza en bocadillos”. Y allá fue el carnicero de El Puerto a satisfacer al cliente “porque siempre hemos tratado de hacer lo que nos piden, es la manera de competir de las pequeñas empresas, poder ayudar a otras pequeñas empresas que necesitan productos muy personalizados, que no puede proporcionarles la gran industria”. La idea de Moreno fue hacer un producto lo más cercano a la realidad de una pringá de la berza. Así que cogió chorizo, morcilla, magro de cerdo y tocino “entreverao” y lo puso a cocer a fuego lento en una marmita. “Vimos que si cocíamos el producto en agua, nos podría, luego, dar problemas de conservación y decidimos cocer los productos en una de las estrellas de la casa, nuestra manteca colorá”.

mantequeria_puertosantamariaLA MANTECA COLORÁ.
Moreno señala que la manteca colorá es como “la seña de identidad de la casa. Fue mi abuelo el que empezó a ganarse fama con ella, cuando tenía una carnicería en Chipiona”. A José Moreno Serrano lo conocían como “Lengue” por su afición a los toros. La afición, la profesión y el mote lo heredó el padre de Juan, Rafael Moreno Porto, 'Lenguito' y ahora son tres de sus hijos los que mantienen el negocio familiar [otro de sus hijos, Rafael tiene carnicería propia en el Paseo de los Enamorados]. (En la imagen diversas monodósis de diferentes patés de los Hermanos Moreno, o Casanaval, que es el nombre comercial: manteca colorá, la crema de lomo que es una versión moderna de la zurrapa de lomo, pringá para untar, patés ibéricos, crema de sobrasada, cachuela, ...)

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A la derecha, Rafael Moreno Porto, con sus hijas Dori y Regla, en una festividad de los Tosantos, cuando se adornaban los puestos de la Plaza de Abastos.

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En la imagen, Eduardo Moreno Naval, continúa en la actualidad con el puesto de la Plaza, números 9 y 10. Obsérvese la cabeza de cerdo cubierta de manteca colorá. Los otros dos hermanos, Salvador está en la carnicería de la calle Santa Clara, y Juan en la Fábrica de Embutidos en la calle Paraguay, por la Barriada de Sudamérica.

LA PRIMERA “PRINGÁ”.
El abuelo de los Moreno se vino a El Puerto en la década de los 40 “en los tiempos del hambre” señala el carnicero y desde entonces la familia sigue con el puesto número 9 del mercado de abastos de la localidad. El carnicero recuerda “que fueron 30 kilos de pringá los que hice”. Para que fuera más fácil de utilizar trituré el producto, pero procurando también que se vieran los trozos de chacina y de carne, para que se comprobara que “era casanaval_norma_puertosantamariapringá de verdad y no un paté”. Juan Moreno recuerda que a su amigo “no le fue, al principio, bien con el producto pero aquí en El Puerto la fui dando a probar y empezaron a llegar los pedidos de los bares que la ponían para desayunar. A lo tonto, a lo tonto, todas las semanas había que hacer un buen guiso de pringá para atender a la clientela”. (En la imagen el certificado de los productos de los Hermanos Moreno).

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La pringá para untar, con la materia prima de la que proviene, presentada en una orza de barro y también en monodósis: la forma de dosificación de este producto de los Hermanos Moreno que está triunfando por España y Portugal.

patesibericos_casanaval_puertosantamariaDEL KILO A LOS 22 GRAMOS.

En principio la fábrica elaboraba la pringá en formato de un kilo ya que la clientela eran los restaurantes y bares. Sin embargo, luego, en las dos carnicerías que tienen los Hermanos Moreno en El Puerto empezaron a venderse envases más pequeños. Pero la revolución llegó hace dos años, cuando Juan Moreno se fijó en los pequeños formatos de aceite o de mantequilla que se hacen para los desayunos de los hoteles o de los bares. Juan pensó que su “pringá” podría ser una opción más de desayuno si llegaba en las cómodas monodosis. Buscó el envase y encontró unas pequeñas tarrinas de material metálico que llevan en su interior 22 gramos de producto, lo suficiente para una tostada.

feriademuestras_casanaval_puertosantamariaUN PRODUCTO DE ÉXITO.
A partir de ahí ha llegado el éxito. Le ha cambiado el nombre al producto que ahora ha bautizado como “pringá para untar” y ha disminuido el tamaño de los tropezones ya que el público al que va destinado “valora mucho la comodidad”. Además, el producto, gracias a un proceso de esterilización, puede mantenerse hasta dos años en perfectas condiciones y sin necesidad de frigorífico con lo que es ideal para los bares y restaurantes que pueden surtirse sin miedo a que les caduque.

“Se elimina además la práctica de poner un envase grande en la barra y que cada uno se sirva. Esto, por si fuera poco, era inviable para los hoteles, que ahora pueden tener este producto típico de la gastronomía andaluza sin ningún problema”.  (En la imagen de la izquierda, Juan Moreno y su hijo, en una Feria de Muestras de Alimentación y Hostelería, presentando los productos de Hermanos Moreno - Casa Naval).

pringa_puertosantamariaLuego vendría todo  sobre ruedas. A la “pringá para untar” se han unido la crema de lomo, una versión moderna de la zurrapa del lomo en manteca y la manteca colorá. El proyecto, ahora, es unir alguna oferta más a estas monodosis de desayuno andaluz. A los Hermanos Moreno, una vez logrado el producto, no le fue dificil encontrar distribuidores. (En la imagen de la izquierda, sobre la tabla de madera, dos buenas rebanadas de pan de campo con pringá de berza untada).

casanaval_puertosantamariaLo último fue darle nombre y ahí fue la familia de nuevo la que primo. La marca de los Hermanos Moreno (Juan, Eduardo y Salvador) es “Casa Naval”, en honor al primer apellido de su madre Antonia Naval. Ahora, la fabricación se mide por miles de kilos anuales y el producto llega ya a toda Andalucía, Madrid y Barcelona “aunque aquí a la fábrica nos llaman desde muchos puntos de España interesándose por el producto” [También sirven sus productos para Portugal, con lo que la marca se ha internacionalizado, empezando por la península ibérica. Nada mejor para unos productos ibéricos]. (Textos: Pepe Monforte).

Más información en la web de Casanaval, pulsando.

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Don Luis se jubila. El propietario de Casa Luis, uno de los establecimientos emblemáticos de la Ribera del Marisco de El Puerto se retira tras casi 60 años en la hostelería Todo el mundo lo conoce por Don Luis. El no sabe muy bien porqué, pero lo cierto es que todos le respetan. Tiene cierto aire de profesor. Tiene el don de la conversación y de la elegancia y lo cuenta todo como sin darse importancia y con una corrección exquisita hacia todos con los que ha trabajado, aunque está en la hostelería desde los ocho años cuando empezó a poner vinos y marisco en lo que es hoy el popular bar de “Los Pabellones” de Cádiz.

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Ahora, el próximo 31 de octubre cumplirá los 65 y el uno de noviembre dejará de estar al pie del cañón tras casi 60 años en la hostelería. Alto, con un bigote como de los maitres franceses de las películas y vestido siempre con una guayabera blanca, alguna  traída por su hijo que dirije una universidad en Méjico. Luis Navarro creó en 1996 el bar Casa Luis, en la Ribera del Marisco  donde ha llegado a convertirse en uno de los clásicos junto a Romerijo, Casa Paco Ceballos, Casa Flores y Los Portales. (En la imagen, en Cádiz, en el Bar El Rincón en 1959. Luis a la izquierda, junto a Manolo 'el Guardia' con salacof en la mano, Avelino que vino de chicuco desde Cantabria y Juan 'el librero').

¿SE CIERRA CASA LUIS?

El bar, probablemente, no se cerrará ya que la intención de Luis es que alguien siga y, a ser posible, sirviendo los mismos platos que han hecho famoso el establecimiento “aunque no cabe duda de que la persona que venga, además de poner los platos de nuestro recetario, le pondrá su personalidad al local”.

luisnavarromoreno_1968_puertosantamariaLo ha conocido prácticamente todo en la hostelería. Se inició en la década de los 50 en Cádiz cuando su tío puso en la plaza de San Juan de Dios una marisquería. Eran tiempos de bonanza en la ciudad y el muelle estaba en su apogeo. Eran famosos nombres como los Ortiz, Molinero, Sibón y la familia Baro, que recientemente ha recibido un premio del Ayuntamiento de Cádiz por su brillante labor en la hostelería. (En la imagen, Luis de primer barman, en 1968).

LOS COMIENZOS EN CÁDIZ.

En Cádiz pasó sus primeros años como profesional hasta que sus padres se fueron a Cáceres para poner allí una panadería. Nunca se apartó de la hostelería y comenzó a trabajar en una cafetería para luego marcharse a Madrid. Luego vuelve a Extremadura para formar parte del equipo de apertura del Hotel Zurbarán de Badajoz donde ya era primer barman y sustituto de los maitres cuando estaban ausentes.

EN EXTREMADURA PASANDO POR MADRID.

Don Luis ya ejerce por entonces casi de profesor y se especializa en formar a los equipos que van a abrir nuevos negocios. Este veterano profesional portuense señala que los equipos son muy importantes en hostelería: “Qué todo funcione no depende de uno sólo, sino de todos, desde el el jefe de cocina a la limpiadora y que se entiendan bien es muy importante. Por eso siempre he defendido, por ejemplo, que las propinas se dividieran entre todo el personal y no sólo entre los camareros”.

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Luis aparece a la izquierda de la imagen, durante la inauguración de la Marisquería Acuario. Año 1971.

Navarro va viviendo aperturas de establecimientos: una marisquería, un pub, una cafetería y se encarga también de formar al personal del primer self service que se abre en Madrid: Topyz. Poco a poco va ascendiendo hasta que es nombrado director del complejo hostelero Dardy, también en Extremadura.

luisnavarroromero_1988_puertosantamariaLLEGA A EL PUERTO.

En 1988 se viene para El Puerto de Santa María, en principio para hacerse cargo del proyecto hostelero de Puerto Sherry, pero la idea no le convence y [tras ocho años como maitre en el restaurante El Faro de El Puerto]  allá por 1996 decide poner en marcha, junto a su mujer Lucía Roncero, el bar Casa Luis, en la Ribera del Marisco y aprovechando un local que estaba libre. (En la imagen, Luis a su llegada a El Puerto, como maitre del Faro de El Puerto. Año 1988).

CASA LUIS.

Luis aplicó en el bar todos sus conocimientos y puso en marcha una idea innovadora por entonces, un restaurante en el que se podía comer también de tapas y de forma informal, aunque cuidando el servicio de forma excelente. En la cocina recogió “todo que había aprendido con los grandes profesionales con los que he tenido el honor de trabajar. Todos me enseñaron cosas y las pude aplicar entonces.”.

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Luis, ayer viernes --a quince días de su jubilación-- delante de dos plaqués perfectamente equipados con langostinos de Sanlúcar y bogavantes, en la barra de Casa Luis.

Navarro es de esos profesionales todo terreno. Hace la compra por la mañana. Se ocupa de la cocina y luego atiende el comedor, mientras su esposa da los últimos toques a los platos. Señala que para el, el mejor premio, es “la confianza que siempre han tenido en mí los clientes. Aunque tengo carta en el establecimiento son muy pocos los que la piden ya que suelen guiarse por las recomendaciones que les hago”. Luis señala que un buen camarero debe tener algo “de psicólogo”, de conocer al cliente y adivinar cuales son sus preferencias y sus deseos “sobre todo cuando comanda una reunión y va invitar”.

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A la izquierda Luis, en el Hotel Zurbarán (Badajoz) durante una visita del ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga. 17 de julio 1968.

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El Hotel Zurbarán en la actualidad. Fachada.

Partidario de la máxima honradez señala que es muy importante cuidar al cliente y lograr que se vaya satisfecho: “la comida de hoy es ya pasado, y lo que importa es que el cliente vuelva. Ahí está la clave”. Considera, en este sentido, fundamental reforzar la formación del personal “porque hoy en día ocurre muchas veces que más que camareros son transportadores de platos y esto no puede ser así. Es necesario que se sepa lo que se ofrece”.

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Miembro del Comité de Catas de Marqués de Arienzo, perteneciente al Grupo Domecq, en Logroño durante una visita a las instalaciones de dichas bodegas. Año 1991.

LA FORMACIÓN EN HOSTELERÍA.

Destaca la labor de las escuelas de hostelería pero destaca que aquí se está formando muy bien a los jefes, pero que es necesario formar al personal de base y ahí es donde encuentra la principal carencia del sector. Precisamente ahora, tras su jubilación, quiere centrarse ahí, en la docencia “porque no me puedo quedar quieto. Me gusta esto y quiero seguir, de alguna manera, relacionado con el sector”.

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Luis, a la derecha detrás de la barra, haciendo una demostración de coctelería. Año 1968.

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Recibiendo el Premio Nacional de Coctelería. Año 1969.

Especialista en los vinos, siempre ha tratado de tener presente en su negocio a Extremadura, donde ha trabajado muchos años. En su establecimiento trajo innovaciones como la de poner los postres en platos grandes. Su carta de dulces es de las más famosas de El Puerto y uno de sus platos, los pimientos del piquillo rellenos de marisco fue el ganador de uno de las primeras rutas de la tapa que se realizaron en la ciudad.

boletus_casaluis_puertosantamariaAsí se trajo para Cádiz el torta del Casar y setas como las criadillas de tierra o los boletus, además de la Técula Mécula, un postre típico de Badajoz realizado con almendras y huevos. (En la imagen, boletus con gambas y jamón ibérico).

Para el último día no tiene previsto nada especial, señala. Tratará de marcharse con discreción, otra de sus características. “lo que estoy haciendo es invitar a mis clientes y así despedirme de ellos, nada más”.

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Recibiendo el premio de Hospitalidad Turística otorgado por la Asociación Provincial de Mandos Intermedios, de manos del entonces Delegado Provincial de Turismo, Domingo Sanchez Rizo. En la presidencia, el Diputado Francisco Menacho y el presidente de la Asociación, Pascual Castilla, con notula num. 117 en Gente del Puerto, en el Salón Regio de la Diputación Provincial.

LA RECETA DE CASA LUIS: PIMIENTOS DEL PIQUILLO RELLENOS DE MARISCOS.
Ingredientes: Para 4 personas.

•    8 pimientos del piquillo de lata.
•    200 gramos de gambas peladas.
•    3 huevos batidos.
•    Una cuarta parte de un diente de ajo.
•    3 cucharadas de pan rallado.
•    Media cucharadita de pimentón de la Vera dulce
•    Aceite de oliva.
•    Mayonesa.
•    Nata.
•    Queso parmesano rallado.

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Primero se hace el relleno de los pimientos. A fuego lento se ponen las gambas, el pan rallado, el ajo picado, un poco de aceite de oliva y los tres huevos batidos. Se va calentando sin dejar de mover y cuando tenga textura de crema se le agregan dos cucharadas de nata líquida y se aparta del fuego, dejando enfriar el conjunto. Cuando la farsa esté fría se rellenan los pimientos. Poco antes de servir se colocan en una bandeja de horno y se cubre cada uno con un poco de mayonesa rebajada con nata. Por encima se coloca queso parmesano rallado y se introducen en el horno hasta que el queso se funda. Se sirven calientes. (Textos: Pepe Monforte).

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José Robles Romero nació en la calle Cruces, 57, en el año de 1944, el 12 de agosto, hijo de Manuel Robles Barba y Luisa Romero Delgado. De pequeño, estudió en los Jesuitas --recuerda a D. Justo, uno de sus profesores-- pero hubo de abandonar pronto los estudios, con apenas 12 años.

El año del nacimiento de José, en plena posguerra, el Gobierno anunciaba restricciones en el suministro de energía eléctrica, mientras en España se empezaba a administrar la penicilina. Ese año nacen también la actriz Concha Cuetos, el cineasta José Luis Garci,  el contovertido Manuel Ruiz de Lopera, el cantante Nino Bravo,  y  el director y actor de cine estadounidenses George Lucas y Dani de Vito. En 1944, el Nobel de la Paz es concedido al Comité Internacional de la Cruz Roja.

canon_puertosantamariaEL LAZARILLO Y EL CAÑÓN.
Pronto dejaría de jugar en los alrededores de la Plaza de Toros y la del Ave María. Se colocó de Lazarillo, con Vicente Jiménez Salmerón, propietario del Almacén “El Cañón”, situado en la esquina de las calles Ganado y Cielos, donde mas tarde se ubicaría Zapatos Mauricio León y hoy se encuentra una perfumería. Tomó el nombre de “El Cañón”, por el que allí existió  que hacía las veces de guardacantón. Vecinos de la zona afirman que dicho cañón se enterró, cuando se quitó, en el mismo sitio, empero, no tenemos noticias de que, con las últimas obras de peatonalización de Ganado,  e incluso con la promoción de viviendas efectuada en dicho inmueble, hubiese aparecido. Esta tienda había sido en el siglo XIX un despacho de vinos, en la que además se despachaban anisados, anisetes y cañetes (un tipo de ron). (En la imagen cañón similar al que se encontraba en 'Ultramarinos 'El Cañón'; el de la imagen se encuentra todavía a salvo, en la esquina de la calle Valdés con San Bartolomé).

Incluso según recoge la Revista Portuense fue el primer local de El Puerto en instalar alumbrado de gas acetileno suministrado por la Fábrica de Gas Lebón, en julio de 1899. «Anoche hemos visto el nuevo alumbrado, por medio del gas acetileno. El primer aparato de este sistema de alumbrado se ha establecido en el almacén conocido por El Cañón, situado en la plaza de Abastos y Ganado». El dato ha sido recogido por Enrique Pérez Fernández.

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El Bar Santa María, en los años en que se incorpora al mismo José Robles.

CAMARERO PARA SIEMPRE.
Con 14 años se introdujo en el mundo de la hostelería, sector que ya no abandonaría. Estuvo con Francisco Rábago de Celis, --Pancho-- a la sazón concejal del Ayuntamiento, tanto en el bar que regentaba en La Placilla, como en La Marea --hoy conocido como “Los Cristalitos--. Y con 18 años entra a trabajar con Angel Lozano García, en el Bar Santa María allá por el año 1962, donde permanecería por espacio de 44 años hasta su jubilación. El bar lo dirigiría, tras el fallecimiento de Ángel, su mujer Luisa Sordo Díaz junto con su hijo Pedro hasta que éste se independiza y monta el “Mini Bar” en 1976, continuando desde entonces y en la actualidad, el hijo de ésta, Ángel Lozano Sordo, quien afirma de nuestro protagonista: «--José, que trabajaba para mi padre, me llevaba al colegio de las monjas en una bici cuando yo tenía siete u ocho años. Luego, cuando yo heredé el bar, empezamos a trabajar juntos. Hasta el día su jubilación, el pasado 9 de septiembre. José es una excelente persona con la que he pasado muchísimo tiempo, diez horas diarias».

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Otra imagen del Santa María, a la izquierda, realizada desde la azotea del Bar Liba por el fotógrafo gaditano Juman.

LA FAMILIA DE JOSÉ.
José está casado con Consuelo López Fernández, cántabra del municipio de Molleda, un precioso lugar situado en el puente que hace de linde entre Asturias y Cantabria. Vino de pequeña a El Puerto tras la guerra civil, y aquí se quedó, aquí se casó y aquí ha tenido a los cinco hijos del matrimonio. Pero la pareja está muy vinculada con la tierra natal de Consuelo a donde viajan casi todos los años.

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¡Cuantas veces vió tomar 'fotos al minuto' José Robles al fotógrafo Cuellar! Estaba instalado frente al Bar Santa María y, por cierto, no se llamaba Cuellar. Tiene nótula núm. 399  en Gente del Puerto. La instantánea es del 10 de abril de 1983. (Fotografía Colección Miguel Sánchez Lobato).

Nuestro protagonista ha vivido varias crisis económicas y ha conocido periodos más y menos espléndidos en los que, vecinos de El Puerto y turistas han desfilado por el emblemático Bar Santa María. Ha conocido diferentes modas. Ha conocido tres remodelaciones del Parque Calderón. Y ha conocido a cantantes como Camarón o Caracol, por citar algunos de los que han pasado por aquella casa. Otros ilustres parroquianos fueron el poeta Rafael Alberti o el pintor Juan Lara, cuando la Comandancia de Marina estaba situada en la calle Luna frente a La Mezquita. (Juan Lara fue durante muchos años empleado civil de la Armada Española).

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En la cena de gala que se ofreció a las aspirantes a Miss España, estuvieron presentes, entro otros Julio Iglesias (a la izquierda) que formaba parte del jurado y el porteño Tomás Terry (a la derecha).

El 24 de Septiembre de 1970, Juan de la Lastra y Terry escribía en el ABC de Sevilla que «el Puerto de Santa María se está engalanando para homenajear a las guapas que concurrirán en Cádiz con el título de Miss España. Homenajearlas. Son seis casas vinateras, Osborne, Fernando A. de Terry, Luis Caballero, Carlos y Javier de Terry, Miguel M. Gómez y Duff Gordon quienes, en definitiva colaboran con el Ayuntamiento portuense en lo que va a ser esplendorosa antesala de la gran final de Cádiz».

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En primer plano, las aspirantes a Miss España, detrás las cabeceras de las botas con las marcas de las bodegas participantes.

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Otra imagen con las 24 aspirantes a Miss España y Miss España 1969 y a su vez Miss Europa, Noelia Alfonso, todas juntas, en una kilométrica mesa.

Efectivamente en El Puerto se celebró en 1970 una gran fiesta en las instalaciones del Club “El Buzo” de Vistahermosa con recepción previa en el Castillo de San Marcos, formando parte del “circo promocional” de la elección de Miss España que en 1970 se celebraba en la capital de Cádiz. El Puerto jugó su papel y supo estar a la altura de las circunstancias. La prensa de la época y las revistas cardíacas así lo atestiguaron, por medio de los representantes de radio, prensa y televisión. Aquello supuso un revulsivo para la promoción turística de El Puerto, y al principio de los setenta se acuñaría el lema de “Ciudad de Historia y Turismo” que supuso un fuerte empujón para el desarrollo de dicha actividad económica y social, en nuestra Ciudad.

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Las guapas entrando en el Castillo de San Marcos, donde eran escoltadas por la Guardia Municipal, con uniforme de gala. Procedían de Sevilla de visitar la fábrica de cervezas Estrella del Sur.

En 1970 acabaría resultando elegida Miss España María García García, por nombre artístico Bárbara Rey. Aunque realmente fue elegida primera dama (representando a Madrid) y acabaría recibiendo el título como segunda opción porque la elegida, la chiclanera Fina Román renunció al título para casarse. En el certamen de Miss Mundo, celebrado también en 1970, Bárbara quedo semifinalista e, igualmente semifinalista en Miss Internacional 1971.

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A la izquierda, la representante de Madrid, Bárbara Rey -en su carnet María García García-, quien resultaría elegida Primera Dama y luego Miss, por la renuncia de la titular. A su lado Sara Montiel, en el Castillo de San Marcos.

Al parecer, y sin conocer en profundidad el sucedido, un travestido de la época participó en el certamen y fueron varios los munícipes que, sin advertirlo, estuvieron bailando con él. Cuando se descubrió el pastel, hubo comentarios para todos los gustos.

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El periodista gaditano De la Viesca, el alcalde en 1970, Juan Melgarejo Osborne y el Director del Certamen de Miss España, Paco Amores.

La primera Miss España fue Carmen Cervera en 1961, antes de esa fecha se había realizado el certamen con mas o menos continuidad, pero el título no era el de Miss, sino el de Señorita de España. De 1936 a 1959 no se realizó el concurso debido a razones evidentes relativas a la “moral y las buenas costumbres”: el régimen político de la época no quiso que se celebrara. (Fotos: Archivo Municipal).

Más información de la estancia de las Misses en Cádiz y la elección, en la página hermana Gente de Cádiz.

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La sonrisa se le hace más grande cuando habla de su padre. Pepe Garrido atiende la barra y está atento a lo que sale de la cocina a sus 59 años. Tiene tiempo para bromear con los clientes: “bueno estos más que clientes son amigos” comenta mientras se apoya con las dos manos en el mostrador, una postura de veterano de la hostelería para combatir el cansancio de tantas horas en pie. Siempre viste delantal verde en honor al equipo de sus amores El Betis un nombre que puso el fundador del bar pero que su padre Manuel Garrido mantuvo a pesar de ser sevillista confeso.

manuelgarridopatino_puertosantamariaEr Beti cumplió el pasado 20 de junio 50 años de existencia. Fue en esa misma fecha pero de 1959 cuando Manuel Garrido Patino (en la imagen de la izquierda) le entregaba a Antonio Ferrer, el propietario del local, los 13.000 duros (65.000 pesetas o 389,54 euros) por las que le traspasaba el establecimiento. Manuel las había conseguido al vender el camión con el que trabajaba de transportista. Pero con 13.000 duros pagaba un sueño porque desde pequeño decía que quería ser tabernero y lo consiguió a los 38 años tras ahorrar y pasar por varios trabajos. Er Beti se había abierto dos años antes como un despacho de vinos y Manuel Garrido conservó la actividad hasta que poco a poco fue introduciendo novedades para conseguir que un despacho donde triunfaba “la media chica” de vino (un vaso pequeño) se convirtiera en uno de los templos del tapeo portuense.

El bar se mantiene intacto al paso de los años. Muchas de las tapas de la carta llevan 35 años sirviéndose en el local y muy pocas se han incorporado con el paso de los años, su famoso paté de cabracho y poco más. Pero por mantenerse intactos se mantienen hasta los platos. Algunas de las tapas llegan todavía a la barra, en el local no hay mesas, en unos pequeños platos de forma ovalada de loza blanca, ya casi perdidos en la hostelería y que ya conservan, tan sólo algunos clásicos, como Er Beti.

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'Er Beti', antes de su penúltima remodelación. Detrás del mostrador, Manuel Garrido Patino, a la derecha, el propietario de la Boutique Jarbu. Año 1975.

Pepe Garrido señala que no le cuesta trabajo encontrar los platos, que los encuentra “aunque la última vez compre mil, para que no me falten porque me gusta mantenerlos”. Las tapas de Er Beti parecen sacadas de otra época: plato de loza blanca, tenedor que se sirve apoyado sobre el plato y coronando la maravilla una rodaja de pan, lo justo para acompañar. Lo compra del de barra, del de toda la vida en la panadería de Roque. Pero para este hombre nada parece difícil. Cuenta como si nada que en muchas ocasiones llega al establecimiento a las seis y media o las siete de la mañana, sobre todo los fines de semana cuando hay más trabajo y es que los guisos de la casa requieren tiempo y todos tienen su secreto “pero yo los cuento, no pasa nada”.

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El 'Bar Er Beti' en la actualidad. (Foto Antonio Vázquez).

El menudo, por ejemplo, no lleva aceite, se guisa con manteca colorá “porque asi no se pone lamioso” señala Pepe. Garbanzos remojaos y el menudo comprado entero en la carnicería de Ortega, en la plaza. El mismo se encarga de partirlo y quitarle la pequeña suciedad que trae “porque hoy en día ya viene muy limpio, la verdad”. Luego taquitos de chorizo y de jamón, la hierbabuena, algo de verdura y fuego lento, mucho fuego lento como con la carne en tomate, la carne en salsa, las albóndigas  o los higaditos de pollo, cuatro de las tapas de siempre en el local.

manuelloregarrido_puertosantamariaPepe Garrido Prado llegó ya mayor al establecimiento, allá por 1985, cuatro años antes de que su padre se jubilara. Antes había trabajado en un taller de reparación de radios, había estudiado para arreglar radios y televisores y, finalmente, trabajó en una tapicería pero su padre decidió que, al ser el mayor de la familia, debía ser el que se hiciera cargo de su bien más preciado el Bar Er Beti. Ahora ya se ha incorporado la tercera generación de la familia y Manuel Lores Garrido, hijo de la hermana de Pepe, está ya tras la barra. (En la imagen de la izquierda, Manuel Lores, hijo de Manuel Lores Camacho, el ya desaparecido cuñado de Pepe Garrido)

Este tabernero siente verdadera devoción por su padre. Destaca como fue incorporando las tapas en el bar poco a poco. Primero puso unas conservas. Se las traía de El Rey de Oros de Barbate y de la marca “Conservas Sur”, con nótula propia en Gente del Puerto. Luego allá por el año 1966 o 67 se trajo una plancha y puso como primera tapa caliente del local unos filetitos de hígado. Luego su mujer, Emilia Prado, le fue enseñando todos los secretos de la cocina y le fue enseñando a hacer los guisos que luego triunfarían en el establecimiento. Primero se los traían desde su propia casa y luego ya pusieron una pequeña cocina para hacerlos.

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En la imagen, de izquierda a derecha, Eduardo 'el Holandés', Manuel Lores Camacho, casado con la hermana de Pepe -hoy fallecido- padre de Manolo que en la actualidad es socio con su tío Pepe en el negocio y el profesional de la hostelería Carlos Ramírez. Año 1982.

Así empezaron a surgir platos de “museo” como la carne mechá de Er Beti. No hay ningún tipo de adorno para servirla. Una loncha, eso sí generosa, y dos rodajas de pan. Ni salsa, ni espumas, ni crujientes, ni nada que se le parezca. La receta la aprendió Pepe de su padre que, asimismo, la aprendió de su mujer Emilia Prado. Pepe resalta que el secreto está en utilizar cabeza de lomo, una carne más jugosa que el lomo, y cocerla con ajo cebolla y manteca.

Pepe Garrido señala que su voluntad es seguir manteniendo intacta “la carta de tapas y seguir sirviéndolas así en pequeñas porciones y a precios que no llegan a los dos euros”. No trabaja nada de pescado, a excepción del paté de cabracho. Considera que es complicado hacerlo y que hay muchos establecimientos en El Puerto que lo hacen muy bien. Destaca que ve con alegría “como los clientes quieren volver a los guisos de siempre, a la cuchara” y comprueba que cada día son más los jóvenes que se acercan hasta el bar para probar estos platos que ya no encuentran y que quieren conocer. El menudo se mantiene durante todo el año, aunque fuera, en agosto, se superen los 30 grados a la sombra. La gente lo pide...y yo creo que hasta se le quita la caló.

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En la imagen, Manuel Garrido Patino ofreció un homenaje a Galloso que era entonces becerrista. De izquierda a derecha Jaime Osborne, Manuel Garrido Patino imponiéndole la insignia de oro del Bar Er Beti a José Luis Galloso y Prieto, a la sazón presidente del Club Taurino que existía en el Parque Calderón. Año 1967.

GUISOS DE MUSEO.
Er Beti es casi un museo gastronómico en El Puerto de Santa María. No sólo es de los pocos que conserva ya los platos ovalados de loza blanca, platos de concha o rabaneras como se le conoce en el sector, para servir las tapas, sino que en su barra es posible encontrar todavía guisos casi perdidos, que ya muy pocas manos saben hacer con maestría.
En Er Beti es posible encontrar la lengua en salsa, un plato de esos que exige limpieza escrupulosa y tratamiento “de no perderle la vista al guiso ni un minuto” señala Pepe Garrido. La carne en tomate o en salsa o el rabo de toro comparten espectáculo con otro plato cada día menos presente en las mesas como los higaditos de pollo, otro plato que se sirve desde hace 35 años en el local.
Los fines de semana Pepe Garrido también prepara ajo caliente y no falta en su carta la recurrente ensaladilla o las albóndigas.

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Pepe Garrido y algunas de sus tapas: de izquierda a derecha: carne mechada, ajo caliente y sangre encebollá. (Foto: Antonio Vázquez).

Pero una de las tapas que bordan es casi una reliquia gastronómica que ya se prepara en muy pocos sitios: la sangre encebollá. El responsable de Er Beti señala que la clave está en dejar reposar la morcilla de sangre ya cortada en rodajas 4 o 5 horas con un poco de sal. Luego freirla en el mismo aceite donde se han frito las cebollas del encebollado y poco más, porque el plato no lleva más ingredientes: aceite de oliva, cebolla, morcilla de sangre y sal.
«Hace poco», cuenta Pepe Garrido, «me vino un matrimonio, entre disgustado y a la vez orgulloso. Se habían ido a Sanlúcar a tapear con su hijo. Se sentaron en un sitio a tomar algo y el niño empezó a protestar. La protesta pasó a llanto y luego a llanto insoportable. Al final tuvieron que ir a Er Beti porque el niño quería carne mechá y no había manera de convencerlo de que comiera otra cosa.» Er Beti es ya casi un museo gastronómico donde encontrar guisos de toda la vida, afortunadamente el museo está más vivo que nunca.

LA RECETA: SANGRE ENCEBOLLÁ.
Ingredientes para cuatro personas:

  • 1 kilo de morcilla de sangre.
  • 4 cebollas.
  • Medio litro de aceite de oliva.
  • Sal.

sangre_encebolla_puertosantamariaElaboración:
Cortar la morcilla de sangre en rodajas. Ponerle sal y dejarla reposar una hora. Poner el aceite a calentar en un perol y añadir la cebolla partida en tiras. Hacerla a fuego lento hasta que quede tierna. Apartarla y sacar del aceite. Freir la sangre en el mismo aceite en que se ha hecho la cebolla. Ir sacándola y mezclarla con la cebolla. Añadir un poco de aceite de la fritura y servir caliente acompañada con pan. (Foto: Antonio Vázquez).

Esta receta pertenece al bar Er Beti. Es una de sus tapas más conocidas y se mantiene en la carta desde hace más de 35 años. Fue creada por Manuel Garrido Patino que la aprendió a hacer de su mujer Emilia Prado. Luego su hijo y actual propietario del establecimiento Pepe Garrido Prado es el que la realiza actualmente respetando la fórmula de su familia. (Textos: Pepe Monforte).

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En la imagen tomada delante del Bar Santa María, en el Parque Calderón y de izquierda a derecha, Leopoldo Jiménez Ruiz “Polo”, Jaimen Gutiérrez Perea, Miguel Roselló Tarrio, Vicente Gutiérrez de la Rosa, Toto Zaragoza y su hermano Pepín Zaragoza. Década de los sesenta del siglo pasado. (Foto Cuellar. Colección VGR)

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La calle Luna y la Ribera del Marisco, a la derecha el Parque Calderón sin el Kiosko del Bar Santa María. (Foto Colección Mata)

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El mismo sitio, en 2002, con la instalación del Kiosko. (Foto Mata).

"En noviembre de 1948, Angel Lozano García, una vez que finalizó el contrato de arrendamiento que tenía suscrito con Guillero Rivas, propietario del Bar Buenavista, solicitó al Ayuntamiento construir en un terreno de 68 metros cuadrados situado dentro del Parque Calderón y esquina a la Plaza de las Galeras, un nuevo bar. Y así fue. Con un bello y acertado diseño de Francisco Ameneiro, el arquitecto Fernando de la Cuadra concluyó la obra a mediados de 1949" Enrique Pérez Fernández. Bares y Tabernas con Solera.

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De derecha a izquierda, Eugenio Espinosa Romero y Eugenio Espinosa Palacios, tercera y segunda generación de hostelería marinera.

Eugenio Espinosa mantiene intacta en su restaurante Guadalete la receta de los fideos con lenguado que creara su padre en los años 50 y que se ha convertido en un plato típico de El Puerto En el libro gastronomía y cocina gaditana de Carlos Spínola, la biblia de la cocina gaditana, el plato de los fideos con lenguado aparece como uno de los característicos de la cocina de El Puerto de Santa María y si se teclea en el imprescindible Google el nombre del guiso aparece como un plato tradicional de la cocina andaluza.

Lo cierto es que los fideos con lenguado de Eugenio Espinosa Palacios, o Eugenio Guadalete, como se le conoce en El Puerto se han convertido ya en un plato histórico y característico de esta ciudad. Hoy en día el guiso, servido en plato hondo, y con fideos humeantes que esconden debajo un filete de lenguado de los de verdad, se sigue sirviendo intacto como lo creara Eugenio Espinosa Morales, padre del actual cocinero del establecimiento y abuelo de lenguado_puertosantamariasu gerente y miembro ya de la tercera generación de los Espinosa.

Eugenio Espinosa Romero, 40 años y responsable de que todo funcione bien en el restaurante para que todavía brille más la cocina de su padre, señala que para lograr que el guiso salga a la perfección escogemos “lenguados de los que aquí se conocen como tipo soldao” y que son los más apreciados en el mercado porque son más gordos que otras especies y tienen más sabor. Habitualmente se pescan en las aguas de Cádiz y especialmente en la zona de Conil.

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Vitrina del restaurante Casa Eugenio Guadalete.

No cabe duda de que los Espinosa tienen verdadera devoción por el pescado. En la vitrina expositora se acumulan bogavantes, cigalas, quisquillas, pargos, bocinegros, urtas y róbalos de buen tamaño y capturados en las costas de Cádiz. Los acaban de traer y su aspecto es inmejorable.

eugenioespinosamorales_puertosantamariaLa experiencia de la familia con la mar es larga. Eugenio Espinosa Morales era un chiquillo cuando se enroló en un barco de pesca de El Puerto de Santa María junto a su tío. Este ejercía de cocinero en el pesquero y fue enseñando a Eugenio los secretos de la cocina del pescado. Al poco el joven Eugenio se hizo cargo de la cocina del barco y aprendió a guisar la raya (un pescado que es fácil encontrar en bares del centro de El Puerto) al pimentón, el rape con pan frito, las papas con chocos y, sobre todo, los fideos con caballas. (En la imagen, Eugenio Espinosa Morales, el fundador de la saga de hosteleros).

Eugenio decidió dejar el barco pero no el contacto con el mar y se fue a trabajar como cocinero al desaparecido Bar Sucino en la avenida Micaela Aramburu y de allí a su primer negocio propio, La Primera y última donde ya se da a conocer por sus guisos marineros que ejercía en este local de la calle Aurora. El todavía joven cocinero quiere acercarse más al mar y coge otro establecimiento El Nuevo Bar y ya más tarde en 1953, el 13 de noviembre de 1953, como recuerda con total exactitud su hijo, abre el restaurante Guadalete, situado a pocos metros del río y donde destacó por su cocina marinera.

eugenioespinosas_joven_puertosantamariaEugenio, el actual cocinero de Eugenio Guadalete, el nombre actual del restaurante y situado a doscientos metros escasos del anterior local, recuerda perfectamente la fecha porque por entonces tenía 13 años y se incorporaba ya al negocio de la familia. Este cocinero, alto y delgado, vestido de negro y con el nombre del establecimiento grabado en rojo sobre su chaquetilla, saca de su cartera la foto de aquel día que no olvidará jamás. Vestía para la ocasión el mejor traje de camarero, con chaquetilla blanca, corbata negra y pantalón a juego, en la imagen adjunta de la izquierda. Ahora, a sus 68 años, sigue conservando la ilusión y sigue dirigiendo las cocinas del Guadalete.

Y es que los trece años tienen mucho de alegría para la familia porque también fue a esa edad cuando el actual gerente, Eugenio Espinosa Romero, que ha cumplido los 40, se incorporó al restaurante.

Fue en el Guadalete donde Eugenio abuelo creó el plato de los fideos con lenguado. La idea del cocinero era hacer un plato “más fino”, aunque sin dejar su carácter marinero. Hasta entonces preparaba el mismo guiso con caballas. Ahora decidió cambiar el pescado azul por una de las estrellas de los mares de la provincia de Cádiz y sustituyó el caldo de esta humilde especie por un sublime caldo de pescado y mariscos donde se cuecen los fideos que formarán parte del guiso.

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Eugenio con los Marqueses de Arcohermoso, padres de Alejandro Romero Laffite, con nótula propia núm. 333 en Gente de El Puerto, en la que se habla ampliamente sobre Conservas Sur.

Los dos responsables actuales del restaurante coinciden en que se ha mantenido intacta la receta del abuelo, que enseñó a Eugenio sus conocimientos de cocina. Las claves del plato están en la calidad del pescado, cocido en caldo y luego desespinado para meterlo en el guiso de fideos, y el líquido, el fumet, dicho en lenguaje de cocineros, en el que se hacen la pasta, una mezcla de verduras con los caparazones de mariscos y espinas de pescados de roca que cuecen a fuego lento hasta obtener el sabor deseado por los cocineros de Eugenio Guadalete.
Eso y un refrito de verduras de lo más simple son los ingredientes de este plato. Reconocen que el guiso se ha hecho famoso y que llegó a probarlo en Puerto Sherry el propio padre del Rey Don Juan Carlos, que quedó prendado del guiso marinero. Anualmente los fideos con lenguado viajan también a la feria del Corpus de Granada donde un centenar de amigos de la peña Los 9 lo tienen como plato fijo que les cocina allí mismo Eugenio. “Un año les cambie el plato y se quejaron y me dijeron que no lo cambiara nunca más y así lo hago” resalta el cocinero.

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Espinosa Romero con Simón, el eficaz colaborador del comedor, detrás de un centro de frutas.

El nuevo restaurante Guadalete, el Eugenio Guadalete, también situado a pocos metros del agua, se puso en marcha en junio de 2008, hace pocos meses. Tiene capacidad para ochenta comensales y los fines de semana es dificil encontrar sitio. Los fideos, dada su popularidad, también pueden tomarse en la barra y el plato no resulta nada caro ya que no llega a los diez euros. Sustitutía a la Casa de Extremadura, donde cocinaba la familia, en el mismo local, desde que dejaran de regentar el antiguo Guadalete, cerrado después de que lo explotara una empresa de Sevilla. Ahora, los Espinosa, han recuperado su fama en la elaboración de guisos marineros que se alternan con algunas nuevas creaciones como un paté de ortiguillas o la última creación de Eugenio Espinosa Palacios unos lomos de pargo rellenos de carabineros y cubiertos por una salsa de chipirones en su tinta. Más pan pa mojá.

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La Duquesa de Alba estuve el pasado verano en el Restaurante Casa Eugenio Guadalete, degustando los platos de nuestro protagonista, por recomendación de nuestro paisano y Premio a la Promoción Turística de El Puerto, Tomás Terry Merello.

GUISOS DE PLATO HONDO
Un amigo periodista afirma que cada vez que acude a este restaurante de El Puerto el camarero le pregunta que va a tomar de primero. El responde que fideos con lenguado, ¿y de segundo?, insiste el camarero...fideos con lenguado, responde.

Eugenio Espinosa y su hijo coinciden en que no es el único que lo hace. Qué muchos repiten “y reconocemos que también hay gente que no les gusta porque no les gusta el sabor a marisco”. Los Espinosa son defensores de los guisos de toda la vida, de los guisos marineros, cuyos secretos conocen a la perfección. De la cocina salen a diario chocos con papas, sin orégano, dice Eugenio padre, que es partidario de respetar al máximo los sabores del pescado. También tienen fama los arroces con bogavantes, que han incorporado al nuevo restaurante Guadalete y los chocos en su tinta. La mayoría de las fórmulas se mantienen intactas desde que fueran creadas por el abuelo de los Espinosa. De todos modos, poco a poco, salen nuevos guisos como una corvina en amarillo con papas y chicharos. La cuchara en el restaurante se hace casi obligatoria.

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FIDEOS CON LENGUADO DE CASA EUGENIO GUADALETE
Ingredientes para 4 personas:

  • 250 gramos de fideos del 4 de pastas Gallo.
  • 2 lenguados de unos 300 gramos cada uno, preferiblemente del tipo “soldao”.
  • 1 tomate maduro.
  • Medio pimiento verde.
  • Media cebolla.
  • 1 diente de ajo.
  • 1 decilitro de aceite de oliva virgen extra.
  • 1 copa de vino blanco de la Tierra de Cádiz.
  • Caldo de pescado (preferiblemente realizado con verduras, mariscos y espinas de pescado de roca).
  • Sal.
  • Agua.

lenguadoconfideos_puertosantamariaElaboración:
Hacer un refrito picando finamente el tomate, pelado, el medio pimiento verde, media cebolla y el ajo. Cuando la verdura esté dorada incorporar el vino y dejar cocer un poco. Pasar por la batidora y reservar.

Se pone agua a hervir con sal en un cazo que tenga el tamaño suficiente para introducir los dos lenguados enteros, esvicerados, pero conservando su piel. Meter el pescado y cocer, teniendo cuidado de que no se seque la carne y quede jugosa. Sacar el pescado del agua, dejar enfriar y sacar los filetes de lenguado limpios con la piel y eliminando la cabeza y las espinas que aprovecharemos para el caldo. Reservar los filetes.

Preparamos un caldo de pescado con caparazones y cabezas de marisco y espinas de pescado de roca al que añadiremos algunas verduras como puerros y zanahorias y un pequeño chorro de aceite. Dejamos reducir el caldo para que tenga más sabor. Salamos y sacamos la cantidad suficiente para que cuezan los fideos. Una vez que estos están tiernos incorporamos el sofrito y mezclamos los ingredientes. Se ponen entonces los filetes en el fondo de cada plato hondo donde se vaya a servir y cubrimos con los fideos con la salsa, que debe de quedar con una textura de salsa espesa. Servir caliente. (Textos: Pepe Monforte).

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juanmartin_puertosantamariaLas administraciones públicas consideran que el sector salinero artesanal puede convertirse en una fuente de ingresos para la Bahía y de ahí que apuesten por el desarrollo de este sector que, en otros países como Francia constituyen todo un atractivo tanto económico como turístico. Para ello del próximo día 1 y hasta el 4 de octubre tendrá lugar en el Parque Metropolitano de 'Los Toruños', situado entre El Puerto y Puerto Real, la segunda feria internacional de la sal, cuya primera edición tuvo lugar en 2007 y a la que asistieron más de 10.000 personas según los datos recogidos por los organizadores. (En la imagen, Juan Martín, director del Parque Metropolitano de 'Los Toruños').

A mediados del siglo XX, según los datos aportados por el director del Parque y coordinador de la feria, Juan Martín, existían en la zona unas 150 salinas en explotación con lo que el sector era uno de los puntales económicos de la Bahía hasta el punto de que esta se exportaba a numerosos puntos de España e incluso al extranjero.

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Imagen de una antigua explotación salinera en El Puerto. (Foto: Centro Municipal de Patrimonio Histórico).

MENOS DEMANDA DE SAL

Sin embargo, el desarrollo de las neveras y posteriormente de los frigoríficos hizo que esta potente industria se viniera abajo ya que el principal papel de la sal, el de conservante, se hizo innecesario. La segunda puntilla para el sector sería, luego décadas más tarde, la ley de Costas que hizo que las salinas no pudieran ser propiedad de las empresas con lo que estas perdían gran parte de su valor. Ahora, otra de las grandes reivindicaciones del sector sigue siendo administrativa la de dejar de ser empresas consideradas como mineras para pasar a ser firmas del ramo agroalimentario lo que les permitiría obtener ayudas hasta ahora vedadas y que impiden el desarrollo de los proyectos. Lo cierto, es que después de 50 años de aquellas 150 explotaciones tan sólo quedan 5 salinas artesanales en la zona: San Vicente, El Aguila, Bartivas, El Estanquillo y La Esperanza, esta última dentro de un proyecto de recuperación comandado por la Universidad de Cádiz y cuya recuperación comenzó, precisamente, coincidiendo con la celebración de la primera feria de la sal. Hoy en día la salina produce ya sal y la idea es seguir trabajando en este espacio. Además existen grandes empresas del sector salinero en la provincia, aunque estas llevan a cabo otra clase de producción.

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Una montaña de sal, apilada a mano por los trabajadores, en una imagen antigua. (Foto : Centro Municipal de Patrimonio Histórico).

FERIA Y CONGRESO.

Juan Martín señala que uno de los principales objetivos de la feria es que los diferentes organismos asistentes, entre ellos los propios salineros artesanales de la Bahía, es elevar luego una serie de conclusiones que se conviertan en una base para el desarrollo del sector. Al encuentro asistirán los máximos representantes europeos. Así estará el presidente de la Asociación de Salinas Artesanales de Europa, el francés Michelle Coquard. Martín destaca la importancia de la presencia de los franceses en este encuentro teniendo en cuenta el potencial de este pais en el mundo de la sal, un producto gourmet muy valorado y empleado con profusión en la alta cocina.

feriadelasal2007_puertosantamariaTambién estarán los máximos representantes de la asociación española de salinas artesanales con lo que los encuentros que se mantengan serán del máximo nivel.  El interés científico del evento también está garantizado con la presencia de científicos de la Universidad de Cádiz y del historiador francés Loic Menanteau, un gran especialista en la industria salinera de la Bahía de Cádiz.Otra de las patas del encuentro será la cooperación internacional tratando de ayudar a los artesanos marroquies, que también acudirán por primera vez a la convención para desarrollar esta industria en su país y evitar su desaparición. Pero el objetivo del encuentro no sólo será de cara al interior, según resalta Martín, sino que tiene como interés divulgar a la población la importancia de las salinas y todos los beneficios que tienen estas para la naturaleza. Precisamente la feria tiene lugar en el parque metropolitano, el pulmón verde la Bahía con 1000 hectáreas de terreno virgen y con varios ecosistemas presentes, donde existen unas salinas de cuyo funcionamiento se tienen noticias ya en el siglo XV.

MANTENIENDO EL ECOSISTEMA.

riosanpedro_cartel_puertosantamariaLas salinas permiten mantener especies animales como las aves o algunos peces a la vez que permiten la explotación sostenible de unos terrenos a través de la crianza de la sal o de pescados de estero, otro de los posibles desarrollos del sector. El pescado de estero no tiene nada que ver con la acuicultura intensiva ya que en los primeros los pescados y mariscos se crían con el alimento que contiene la propia salina, sin aportar piensos artificiales y luego esto se nota en el sabor del pescado. Asismimo también suponen mantener un conjunto de especies vegetales características de la zona y que han sido estudiadas por el Grupo de Conservación de Humedales Costeros de la Universidad de Cádiz que comanda el profesor Alejandro Pérez Hurtado de Mendoza, otro de los artífices de estos encuentros.

3000 METROS DE EXPOSICIÓN.

La feria surgió precisamente como consecuencia de un proyecto de  31 organismos, empresas e instituciones públicas del Reino Unido, Portugal, España y Francia que vienen trabajando desde hace varios años en un proyecto europeo bautizado con el nombre de SAL (Sal del Atlántico) que pretende aprovechar las riquezas de las salinas y recuperar su actividad artesanal con diferentes enfoques que hagan rentable estos tesoros naturales. El proyecto se financia con fondos europeos. La divulgación se realizará a través de una exposición de 3000 metros cuadrados que acogerá la “Casa de los Toruños”, un edificio de nueva construcción que servirá de puerta de entrada y como centro de investigación y consulta para el parque metropolitano. La feria será la puesta de largo de este edificio que aún no ha sido inaugurado.

doradaalasal_puertosantamariaCOCINA CON SAL

Una de las grandes novedades de la II Feria de la Sal será la presencia activa de varios restaurantes de la provincia que elaborarán en un restaurante montado en el propio recinto diversos platos en los que sal sea la principal protagonista. Estas exhibiciones gastronómicas han sido coordinadas por la propia patronal de la hostelería Horeca que colaborará de esta forma en el evento. Ahora se está en la fase de recoger ideas de los restaurantes para ver cuales serán los cuatro que intervengan en la convocatoria. La idea es que cada uno traiga varios platos en los que la sal sea la protagonista, como los conocidos pescados a la sal o algunos aderezos que la tienen como principal protagonista. El público podrá tomarlos en el restaurante situado dentro de la Casa de los Toruños, que se utilizará por primera vez en esta feria y que será explotado a la vez durante el evento por los restaurantes participantes.

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Monumento a los salineros, en la rotonda que da acceso a la Avda. de la Paz, en Valdelagrana. (Foto Colección Vicente Utrera/Alberto Trigueros).

Asimismo las empresas salineras artesanales de la provincia podrán exponer sus productos. Este es el caso, por ejemplo, de las Salinas de San Vicente en San Fernando, una de las firmas consideradas modelo en la adaptación de la industria salinera artesanal a los nuevos tiempos. San Vicente ha desarrollado productos gourmets como la flor de sal y también realiza actividades turísticas y gastronómicas en las salinas en la que ofrece despesques y comidas relacionadas con el mundo salinero. (Textos: Pepe Monforte).

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Baldomero Rodríguez Sánchez, copropietario de 'Casa Paco Ceballos'. Su hijo, Roberto Rodríguez, ha seguido la saga familiar en otra vertiente del turismo. Ha sido director de varios hoteles en Cádiz y la Costa del Sol y en la actualidad es profesor de la prestigiosa Escuela Suiza de Alta Dirección de Hotel 'Les Roches', en Marbella. (Tienen otros dos centros abiertos en Suiza y en Chicago-EEUU y Shangai-China).

Es de esas tabernas de toda la vida. Media luz, su poquito de misterio. El tabernero, pelo blanco, sonrisa de guardia permanente, “yersi” azul porque  hace fresquito. O polito de Andalucía de color morado. Siempre colocado detrás de la barra donde no faltan los parroquianos y en la pared una colección de botellas de vinos de la zona y fotos, muchas fotos. En una de ellas, Paco Rodríguez Ceballos, el fundador de la taberna allá por 1947, aparece en primer plano junto a Perico, su gato, que tenía el raro don de tomar té cuando Paco se lo servía. Es una de las muchas historias que cuenta Baldomero que junto a su hermano Ignacio regentan hoy el bar familiar, uno de los más famosos de la mítica Ribera del Marisco portuense.

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Paco Rodríguez Ceballos, el desaparecido patriarca de la familia, en una fotografía junto con el gato que tomaba té. El gato había venido embarcado de Tánger y traía aquella curiosa costumbre. Desconocemos si el té era moruno o asiático.

Situado junto al emblemático Romerijo, el bar es de esos pocos sitios elegidos que tienen “poso”, que tienen una especie de esencia que les hace perdurarse en el tiempo y mantenerse siempre llenos.

ignaciorodriguezceballos_puertosantamariaLa clave puede que esté en una tapa que ha cumplido ya más de 40 años, las pavías de merluza, unos trozos de pescado rebozado, de tamaño espectacular que en el bar bordan y del que venden al año más de 7000 kilos, según los cálculos de Ignacio. Empezó en el negocio familiar a los 14 años. Comenzó entonces a colocarse tras la barra junto a su padre: Francisco. Aunque el primer apellido de Paco era Rodríguez, la gente le conocía por su segundo, Ceballos y ese nombre se le quedó al bar. Casa Paco Ceballos comenzó a funcionar en 1947, cuando en El Puerto aún ni se soñaba con la Ribera del Marisco. La taberna sólo ponía vino y servía como lugar de encuentro para pescadores ya que estos, y los armadores de los buques, acudían al establecimiento para hacer los repartos de dinero y pescado tras las mareas. Así se mantuvo el bar hasta la década de los 70. Paco había tenido experiencia en otros locales hosteleros de la ciudad y conocía bien el mundillo de la hostelería, según relata su hijo Ignacio. En esos años se instala el primer cocedero de mariscos en la zona y el dueño pide a Paco que convierta en bar su taberna para así complementar los negocios. Paco, en unión de sus hijos que ya le ayudaban en el bar, comenzó a servir tapas de cocina que, rapidamente, lograron el respaldo de los parroquianos. Huevos a la flamenca, higaditos de pollo, riñones al Jerez, llenaban entonces la carta junto a un llamativo plato llamado merluza al “achilipún”, en honor de la canción que hiciera famosa Lola Flores y que no era otra cosa que un pescado guisado en salsa verde. (En la imagen de la izquierda, Ignacio Rodríguez Sánchez, el otro cincuenta por ciento del tabanco).

UNA TAPA CUARENTONA

Ya entonces Paco comenzó a servir en el bar una merluza con un rebozado crujiente que había aprendido de la cocina del restaurante “La Fuentecilla” situado en el centro de El Puerto. Las pavías de merluza comenzaron a ser la estrella de casa Paco Ceballos y la fórmula la aprendieron sus hijos Ignacio y Baldomero, que a su vez las han ido transmiendo hasta llegar al cocinero actual, Antonio Cañas, que ya lleva cinco años en el establecimiento y las elabora ahora.

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Mural de azulejos en la fachada del establecimiento, reproduciendo una imagen del Vapor de El Puerto en la desembocadura del Guadalete.

REBOZADAS EN NUEVA YORK

Ignacio cuenta historias de taberna sobre sus pavías de merluza. Un día llegaron hasta Nueva York,...”aunque no sé como llegarían” relata divertido el tabernero portuense. Corrían los años 80, Ignacio no recuerda exactamente la fecha. El padre de un “aviador” de la base de Rota había estado comiendo en Paco Ceballos y quedó encantado con las pavías de merluza. Su hijo decidió montarlas en el avión y llevarselas a su padre “recien hechas” hasta Nueva York, donde residía. Así que quedó con los Ceballo a las seis de la mañana, le hicieron una ración y acabaítas de freir salieron directamente para volar hasta otro continente. Baldomero cuenta también como otro americano les pidió un día la hoja de reclamaciones pero, según dijo “para felicitarnos, porque las hojas también sirven para eso decía”. El americano se “quejaba”, del tamaño descomunal de los trozos de pescado. A los pocos días, desde Turismo, a los Ceballos les llegó una carta de felicitación.

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Mural de azulejos de la misma fachada. Reproduce un cuadro de Juan Lara.

EL SECRETO DE CASA PACO CEBALLOS

Ignacio Ceballos no tiene ningún reparo en decir los secretos de sus “pavías de merluza”, que superan ya los 40 años de vida. El primero de los secretos es utilizar unos buenos lomos de merluza. Para que no se quede crudo es necesario comenzar a freirlos a un fuego no excesivamente fuerte y luego, subirlo un poco para que se doren y queden crujientes por fuera, mientras que el pescado está jugoso por dentro. El pescado se sumerge en una crema compuesta de agua con gas y harina de repostería. La adquieren en otro nombre mítico de El Puerto, la fábrica de harinas de El Vaporcito. El último paso es añadir sal, tanto al pescado como a la crema y revolver bien para que se mezclen los ingredientes. No le echan ningún colorante, es suficiente con el dorado que da al pescado al aceite. Los hermanos Rodríguez Sánchez han tratado de ir adaptándose a los tiempos. «--Hemos realizado cursos para perfeccionar nuestra cocina. Hemos viajado” y hemos incorporado algunas tapas nuevas como el rabo de toro o unos chipirones en su tinta». Es una casa donde lo más sencillo puede resultar sorprendente, como su ensaladilla, transformada en una especie de suave mousse que se logra al triturar la patata y mezclarla con la mayonesa. Ahora están experimentando con aplicar el mismo rebozado de las pavias a otros pescados, como los lomos de boquerón.

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El edificio que alberga Casa Paco Ceballos, en la década de los felices años 20 del siglo pasado.

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Los integrantes de la Peña 'Los Majaras', en una actuación durante el Carnaval, en Casa Paco Ceballos.

LA RECETA: PAVÍAS DE MERLUZA.

Ingredientes:

  • Cinco trozos de lomo de merluza limpios y cortados en tacos de aproximadamente dos centímetros de grosor y a todo lo largo.
  • 300 centilitros de agua con gas.
  • 200 gramos de harina de repostería de “El Vaporcito” de El Puerto.
  • Sal.
  • Mayonesa para acompañar (opcional).
  • Aceite de oliva para freir.

rebozada_puertosantamariaElaboración:

Cortar los lomos de merluza. Deben estar sin espinas. Salar y reservar. En un recipiente preparar una crema donde se sumergirá el pescado para rebozarlo. Hay que mezclar el agua y la harina en proporción de 100 gramos de harina por cada 150 centilitros de agua. Añadir sal y rectificar hasta conseguir una crema que no esté muy líquida para que se adhiera bien al pescado. Calentar el aceite en la freidora o en la sartén hasta que esté bien caliente (unos 180º). Sumergir los lomos de merluza en la crema. Embadurnarlos bien y ponerlos en el aceite caliente. Dejar que se frían y subir un poco el fuego para que se doren bien. Servir calientes. Se pueden acompañar de salsa mayonesa. Ignacio García Rodríguez, del bar Casa Paco Ceballos, al que pertenece la fórmula, recomienda que la crema se haga poco antes de freír el pescado, ya que de lo contrario se deteriora y no se consiguen los mismos resultados. (Textos: Pepe Monforte).

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Nace en la calle de la Arena, 32 -oficialmente Arzobispo Vizarrón)-, el 29 de julio de 1949. Hija de Manuel y de Milagros, era la mayor de cuatro hermanos. El padre trabajaba en el campo y la madre, para ayudar a la economía doméstica ponía inyecciones, hizo de limpiadora en los Cines Moderno y Victoria e incluso llevaba la colada de los curas del Colegio de los Jesuitas. Estudió en el colegio que había en la calle San Juan, núm 24, -hoy 22-. Ha sido rey mago, junto con Luis Benvenuti y Miguel Mena. Es dirigente vecinal, presidenta de la Asociación de Vecinos Sudamérica y otras representaciones del mundo asociativo y solidario. Y sigue la tradición familiar ayudando a la economía familiar como colaboradora para las tareas del hogar.

uchi_familia_puertosantamariaJugaba en el Ejido de San Juan, “el Lejío” como popularmente se le llamaba, a “la vuelta a la manzana”, el “salto del múa” -casi siempre le tocaba en la pared aguantando la fila y le daban el espolique-, a “la china”, a “la comba”. Merendaban pan con aceite y azúcar en casa; en el colegio pan con chocolate y mientras merendaba, de pie hacía cola, relevando a su madre, para comprar el carbón que alimentaba la cocina y la copa o brasero. También llegó a hacer cola en el almacén de Leveque -con nótula propia en Gente del Puerto num. 097- para comprar el gas, que no era tal, sino petróleo. Nunca llegó a guardar cola para el agua pues en frente de su casa tenía el Pilón de San Juan. (La familia de Uchi, casi al completo).

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Uchi con su hermana Antonia, en el colegio de la Calle San Juan.

EL ASILO DE HUÉRFANAS.
Más adelante estudiaría en el Asilo de Huérfanas de la calle Cielos. En ese colegio existían tres tipos de alumnas: las pudientes económicamente, que entraban por la puerta de la calle Cielos; las que pagaban “permanencia” que pagaban una hora más y entraban por la calle de la Chanca o Diego Niño; y las internas, procedentes de Protección de Menores, que eran niñas sin recursos, hijas de viudas o de familias desectructuradas. Entraban muy temprano: allí desayunaban, almorzaban y merendaban y colaboraban con las tareas de limpieza, aunque las que se hartaban a limpiar eran las propias internas, que eran un a modo de estudiantas/limpiadoras. Sor Bonifacia era la Superiora, Sor María Ramos la profesora de Canto, la de encargada de las niñas sin recursos era Sor Remedio. El libro para todas las asignaturas era un compendio de Hijos de Santiago Rodríguez.

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La fachada de la capilla y a continuación puerta principal del Colegio Hijas de la Caridad, conocido popularmente como el Asilo de Huérfanas, situado en la calle Cielos, esquina con Chanca y Diego Niño, ya desaparecido.

Para estudiar el último curso del Colegio de las Hijas de la Caridad, que era como se llamaba, estuvo cogiendo algodón aquella temporada pasando el  Cerro de las Cabezas. Iba con su prima y con un chico de la calle Santa Fé, llamado Juan Bocanegra (el desparecido concejal de la silla de ruedas) al que por aquel entonces le gustaba su prima Pepi. Para acortar distancias y hacer más llevadero el camino, las llevaba, a ratos, en la bicicleta. La jornada era de 9 de la mañana a 8 de la tarde, y ganaban tres pesetas de jornal.

uchi_fuentesanjuan_puertosantamariaCUIDANDO NIÑOS.
Cuando termina sus estudios en el centro de la calle Cielos, le sale una beca para estudiar interna en Jerez, recomendada por su maestra, Sor Remedios. No recuerda si ella tomó la decisión de no irse a  la ciudad vecina o fueron sus padres, el caso es que no continuó los estudios y se puso a trabajar, cuidando niños: cinco hijos y tres sobrinos, en casa de José Pinto, concesionario de las canteras. Allí trabajaba bajo las directrices la mujer de Pinto, Milagros, desde las nueve de la mañana a diez de la noche, --13 horas diarias-- por un salario de 500 pesetas mensuales. Los días que hacía buen tiempo salía a pasear con ellos al hoy maltrecho Paseo de la Victoria, y cuando llovía salían a los soportales de la zona del Corribolo. (En la imagen, Uchi, en la Plaza Juan de Austria, junto a la Fuente que dió agua a muchos vecinos. Al fondo las viviendas de los marinos de guerra).

LA HOSTELERÍA Y OTROS TRABAJOS.
Con 16 años estudia unos cursos del PPO de camarera de restaurante hizo prácticas en el desaparecido Restaurante “El Resbaladeero” -algo poco visto en una mujer en El Puerto a mediado de la década de los sesenta del siglo pasado-; era un trabajo que le gustaba y, no lo haría del todo mal cuando le salió una oferta para marcharse al Mesón de la Molinera de Arcos, que rechazó. Trabajó también en el Motel Bahía del Sol, hoy Hotel Las Dunas, cuando era propiedad del maño, donde hacía de todo. Allí conoció a Miguel, el que sería su marido. Trabajó, igualmente  con Lolila, la de Tejidos Olmedo, hija de Pedro López, propietario de los cines, tanto en la tienda como en la casa, hasta que se casó.

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En el Salon Columbus, de Puerto Sherry, durante una campaña electoral con el entonces presidente de la Junta de Andalucía y hoy Vicepresidente del Gobierno de España, Manuel Chaves. De izquierda a derecha, Consuelo Gamero, Loli Mejido, Chaves, Uchi, Isabel, Rosa Cairón, Juana Clavero, Lola Guisado, Milagros Sánchez Gil, Desconocida, Margarita y sentada, Ana Alonso, actual presidenta de las Mujeres Empresarias de Andalucía, con nótula núm. 172 en Gente del Puerto.

En 1974, con 24 años, se casa con Miguel Molina Peña, y se van de alquiler a un piso en la Barriada de los Madrileños, donde permanecen por espacio de un año. Luego a la Barriada de los Milagros, donde nacen sus hijos Eva -que actualmente vive en Tenerife- y Miguel Ángel, durante dos años. Les costó juntar, por fin en 1977, 100.000 pesetas de la época para dar la entrada de aquellos pisos de Diputación por “El Caracol”, en la Barriada Sudamérica, donde continúan en la actualidad, después de 32 años.

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Uchi, abajo a la izquierda, en un acto con los jóvenes de la Barriada de Sudamérica. Año 2006.

VIDA VECINAL.
En los primeros tiempos de la Barriada Sudamérica había mucho espíritu de convivencia. La mayoría de las familias procedían de las llamadas “casas de vecinos” Casas Palacios o casas del Barrio Alto reconvertidas para acoger a multitud de familias. Tras la etapa de Rebollo, --con nótula propia núm. 027 en Gente del Puerto-- con el Patronato de la Vivienda vinieron también las iniciativas de Diputación y se formó aquel núcleo vecinal en la Avenida de Valencia. La Asociación de Vecinos de la Barriada Sudamérica es muy conocida por la organización durante una docena de años de la Semana Cultural, dedicada a diversos países hispanoamericanos.

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En el centro de la imagen, aparece el Delegado Provincial de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta de Andalucía, José María Reguera -yerno que fue del desaparecido  porteño Juan Ignacio Varela Gilabert--, Uchi le precede junto con otros dirigentes vecinales en un acto deportivo, en el que también posa la concejala de IU, Ángeles Mancha, a la derecha en segundo término.

Nuestra Uchi entró en la directiva de aquella Asociación hace 20 años y allí continúa, habiendo desempeñado diferentes reponsabilidades y ocupaciones: vocal, secretaria, vicepresidenta... Es presidenta desde hace nueve años. Desde la asociación vecinal participa en actividades fuera del barrio, proyectándose acciones de intercambio y solidaridad con otros colectivos. Esto le lleva a ocupar, por ejemplo, la vicepresidencia de la Asociación de Mujeres por la Ciudadanía que es el mas reciente. Tiene la responsabilidad de Medio Ambiente en la Federación Local de Asociaciones de Vecinos (FLAVE) donde colabora en el Área de Mayores con Augusto Tolón; es la portavoz suplente en el Consejo del Distrito de la Zona Norte, ocupando dicha responsabilidad en representación de dicha zona en el Consejo General de Participación Ciudadana.

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En un taller de convivencia entre los vecinas de Sudamérica y Los Frailes. Adivinen cual de las tres que llevan nariz roja es nuestra Uchi.

Representa a la Barriada Sudamérica en el Consejo Municipal de la Mujer, donde por ser Mediadora Social ante los malos tratos, participa en la Mesa de Procedimiento antes la Violencia de Género. También está en la Mesa que estudia la problemática de la prostitución.

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En el Parlamento andaluz, con el Presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, junto con dirigentes vecinales, y concejales y diputado socialista. De izquierda a derecha: Pepe Rodríguez, Presidente de la FLAVE, Mercedes Puerta, Rosi Cairón, Beatriz Martos, José Antonio Griñán, Dora Lidia Quevedo -colombiana que lleva el Area de Inmigración en la FLAVE-, Uchi y la concejala Mª Carmen Matiola. En segundo término, Juan Jiménez, de La Azada, Ignacio García de Quirós, portavoz socialista en el Ayuntamiento, Andrés Márquez, el parlamentario andaluz José Luis Blanco y Enrique Valle.

Le gusta el intercambio asociativo y lo promueve y dinamiza: con Ronda de Valencia, con Los Frailes y últimamente con Altos de la Bahía. Así se optimizan recursos y con la unión hacen más fuerza a la hora de plantear soluciones para sus problemáticas.

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En una manifestación -segunda por la derecha- contra los malos tratos y/o violencia de género.

Uchi considera que lo mejor que le ha pasado, lo mejor que tiene, es su familia. Y, en cuanto a la política, todos los partidos le merecen su respeto -aunque se sorprende por algunas actuaciones y discursos contradictorios- pero, mientras sea dirigente vecinal, afirma que no se afiliará a ninguno. No quiere que silencie su voz la disciplina de un partido.

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Integrantes de la Congregación de Luisa de Marillac, conocida como ‘Las Luisas’, cuya sede estaba en el antiguo Hospital Municipal de San Juan de Dios. Agachada, está Conchita Oviedo, justo detrás Anita Blanquer, junto a ésta, a la izquierda, Lalo Bermúdez Tejada, y a la derecha de Ana, de perfil, Marcela, antigua Enfermera Jefe del Ambulatorio de la Seguridad Social ‘Virgen del Carmen’. Al fondo, detrás de la mesa, hay una chica morena, enfermera del ambulatorio igualmente: Delia Rodríguez que vive en la calle Cruces esquina con Postigo, madre de Mercedes y Antonio Morales Rodríguez.

Las congregantas y las monjas preparaban en las cocinas del antiguo Hospital ingentes cantidades de comida en grandes pucheros, para repartir entre las familias más necesitadas de El Puerto. Había hambre y necesidad. Estas familias se acercaban al Hospital con ollas, cacerolas o cualquier otro recipiente, para recoger las raciones de comidas necesarias para sus hogares. A las personas enfermas o imposibilitadas de movimiento, que no podían recoger los guisos, estas congregantas las llevaban personalmente a sus domicilios. Cáritas colaboraba también con esta labor y las voluntarias de lo que hoy sería una ONG también colaboraban con cuotas, loterías y rifas que se encargaban de vender para obtener beneficios para aquellos fines de beneficencia. Existían otras congregaciones, la de María Milagrosa, que pertenecían al desaparecido Orfanato de la calle Cielos, y las de María Inmaculada, con nótula anterior núm. 390, que pertenecían a Safa. Estas dos congregaciones se diferenciaban de ‘Las Luisas’ porque daban de comer solo a niños y además servían en comedores. (Foto: Colección Coral Piá Oviedo).

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Javier González Ruiz nació en la calle Ganado esquina y vuelta con Nevería, el 4 de diciembre de 1946. Estudió en La Pescadería y el bachillerato en El Palo (Málaga). Muy pronto empezó a ser lo que ha sido durante buena parte de su vida laboral, comercial, primero de la bodega propiedad de la familia 'La Gallera' en calle Ganado y más adelante sería responsable comercial para España (menos para Cádiz y Sevilla) de Conservas Sur, con nótula núm. 333 en Gente del Puerto. Con posterioridad prestó sus servicios profesionales en el Casino Bahía de Cádiz y avaló comercialmente una compañía de vidrios entre otras ocupaciones del mundo de la representación.

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Manuel González, padre de Javier, fundador y propietario de Bodega 'La Gallera', venenciando la manzanilla fina que llevaba el nombre de la casa.

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Manolo, el hermano de Javier, atendiendo el mostrador formado por duelas de toneles que finalizaba en una bota: un trabajo de artesanía de los maestros toneleros de la época. Detrás un 'altar' bodeguero formado por medias botas distribuidas en 3,2,1 con los diversos vinos de la casa.

FinoAlvarito_LaGallera_puertosantamariaBODEGA LA GALLERA.
En la calle Ganado arriba, casi esquina con Yerba se encontraba una bodega de tipo medio, de tantas como existieron en nuestra Ciudad a finales del siglo XIX y a lo largo del XX: la Bodega La Gallera que fundara su padre a finales de la década de los 50 del siglo pasado.

Allí, aparte de los vinos a granel, se embotellaba la exquisita Manzanilla Fina 'La Gallera' en cuya etiqueta se imitaban los tipos de letra del Amontillado Fino 'Jardín', de Jiménez Varela, del que González era admirador, o el Fino 'Alvarito'. Tenían, también, tres tabernas: La Gallera, en la calle Ganado arriba; Los Gallitos, inaugurado en 1962, cerro poco antes de finalizar el siglo XX, en Ganado esquina y vuelta con Cantarería; y El Caracas, en la Plaza del Castillo. Precisamente, durante la inauguración del Caracas (22 de noviembre de 1963), se conoció la noticia de que habían asesinado a Kennedy. Uno de los asistentes, de derechas de toda la vida, muy conocido en El Puerto y querido por todos, pero cuyo nombre vamos a silenciar, afirmaba con rotundidad que aquello 'era cosa de los Rusos y que iba a empezar la III Guerra Mundial'.

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Reunión en la Bodega 'La Gallera'. Reunión de algunos funcionarios del Ayuntamiento. Arriba de izquierda a derechea, podemos ver a Manuel González, Francisco Domínguez, Antonio González Rivera, el Maestro Dueñas, con nótula propia en Gente del Puerto, núm. 197, a su lado, Francisco Lara, funcionario de Aguas y desconocido. Abajo, Pablo Cerdá, Antonio Torres, Juan Ignacio Pérez Salas, Vicente Terrada, que vivía junto al Bar Manolo y y José Luis. La fotografía está tomada el 27 de diciembre de 1961. (Foto Rafael, Cruces, 27).

Las actividades empresariales iban cogiendo fuerza y aquello se convirtió en un Centro Logístico de Distribución, pues junto con el pariente de los González, Alfonso Carreto, se empezó a distribuir, también, la cerveza 'San Miguel'. Y ya solo faltaba un refresco, para completar la gama de productos que representaban y servían desde El Puerto, estos emprendedores.

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A la izquierda de la imagen detrás de las mesas del primer término, un isocarro distribuidor de Volpa, en la Plaza de España, de Conil de la Frontera, a finales de la década de los sesenta del siglo pasado. En la provincia estaban muy introducidos los productos de la Distribuidora de Manolo González que regentaba, ayudado por sus familiares.

volpa_latilla_puertosantamariaVOLPA, LA COLA DEL PUERTO.
¿Que es el Volpa? ¿Que significa? Como quiera que aquel refesco de cola no tenía significado, la imaginación popular hizo que se inventara una explicación a estas letras. A estas siglas. V.O.L.P.A. quedaría traducido por la soberanía popular como 'Varios Obreros Laboran Productos Asquerosos'. Y así pasó a la historia esta gaseosa que fundara Javier Osborne Domecq y que se hizo pronto popular, no solo en El Puerto, dada su implantación provincial. Por citar algunos sitios, el famoso Pay Pay de Cádiz, en el Centro de Instrucción de Reclutas (CIR 16) de San Fernando eran grandes clientes y consumidores de nuestro VOLPA.

A mediados de la década de los 60 del siglo pasado, los González adquieren la marca y la maquinaria a Javier Osborne y, la primera medida que adoptan es trasladar la razón social, la fábrica propiamente dicha desde sus instalaciones existentes en la calle de La Rosa, a una nueva ubicación: las naves de EDICO situadas donde hoy se encuentra la Plaza de Enrique Bartolomé, en la calle Valdés.

EDICO son las siglas de Exclusivas de Distribución Comercia, pyme creada por Antonio Cólogan Osborne, Juan Ignacio Varela Gilabert y Agustín Merello del Cuvillo. Dicha distribuidora se fundó en la Plaza de la Iglesia, en la antigua casa de la familia Vencelá -poteriormente derribada construyéndose la casa que hoy habita la familia Álvarez-Campana/Osborne, junto a la Academia de Bellas Artes. Luego EDICO se desplazaría a la calle Valdés. Los tres fundadores de EDICO no viven en la actualidad.

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Podemos observar arriba en la imagen del voladizo del toldo un anuncio de "VOLPA", durante una actuación del grupo 'Los Ever Play'. En la imagen, tocando la batería el porteño Francisco Pérez Bernal, 'Kako', con nótula propia en Gente del Puerto, núm. 004, quizás sustituyendo a Pepe Arcas, el batería titular del grupo, o simplemente pasaría por allí y se puso a tocar una canción, cosas que solían hacer los músicos de la época, entre ellos. (Foto: Francisco Ramírez Tallón).

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Poseían un tren de maquinaria moderno que empleaba a seis trabajadores y a otros tantos en las funciones comerciales. Ya hemos indicado lo demandado que era VOLPA en el ámbito provincial. El director del laboratorio, quien mejoró la fórmula que facilitaba la fábrica de refrescos valenciana Citrania, era el químico y profesor de esta asignatura en los Jesuitas, Eleuterio Ferrera, quien mas tarde dirigiría los laboratorios de Bodegas Terry. Los tapones -las latillas que muchos niños hacían colección- eran fabricadas en Metalúrgica Portuense, propiedad de Castro Merello, ubicada donde hoy se encuentra el supermercado ALDI, en la calle Valdés. El azucar para el refresco era provisto por los almacenes de Velarde, de la calle Cielos esquina y vuelta con Lechería, actual Cervantes.

citrania_puertosantamariaY el jarabe era suministrado por la ya mencionada fábrica valenciana CITRANIA. Como todo acaba en la vida, las grandes empresas se comieron a la pequeña y tuvo que cerrar, a principio de los 70 del siglo pasado, cuando una caja de 24 botellines de 25 cl. costaba 72 pesetas. La maquinaria, moderna y en muy buen estado, fue adquirida por Ruiz Mateos para gasificar vinos y vender 'champagnes o cava' sin denominación de origen. Y El Puerto, volvió a perder otra empresa y varios empleos, en la década de los setenta del pasado siglo.

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