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fernancaballero_puertosantamaria«Fernán Caballero» es el nombre de pluma de Cecilia Francisca Josefa Böhl von Faber (24 o 27 de diciembre de 1796 -- 7 de abril de 1877), hija de Johann Nikolaus Böhl von Faber (quien nació en Hamburgo en 1770, es comerciante con casa en Cádiz, después cónsul, después noble, después católico; muere en 1836) y Frasquita Larrea (una gaditana [de Cádiz], hija de español e irlandesa y aficionada lectora de Mary Wollstonecraft).  Frasquita y Johann se casaron en 1796.  Cecilia nació en Morges, Suiza.  Tuvo varios hermanos: Aurora (n. 1800), Juan Jacobo (1801) y Ángela (1803).  Por una separación familiar de siete años, Cecilia, quien permanece con su padre en Alemania (mientras Doña Frasquita vive en España con dos de sus hijas), habla primero el alemán y el francés que el español.  Al encontrarse sus padres en Cádiz de nuevo, Cecilia observa lo español con ojos de extranjera.  Cecilia se casó tres veces: La primera vez en 1816 con Antonio Planeles Bardají, capitán de infantería, con quien se marcha a Puerto Rico, donde su esposo murió un año después (Cecilia regresa a Cádiz en 1818 y viaja con su hermano por Alemania y Francia).

arcohermoso2_puertosantamariaVIVIÓ EN EL PUERTO.
La segunda vez [que contrajo matrimonio fue] en 1822 (hasta 1835) con don Francisco Ruiz del Arco, marqués de Arco-Hermoso, con quien Cecilia vivió feliz por 13 años en el palacio de la finca.  Al morir su esposo, Cecilia viaja a Francia e Inglaterra y en Londres conoce a un aristócrata llamado Federico Cuthbert, con quien tiene una relación impetuosa. La tercera vez en 1837 con Antonio Arrom de Ayala, quien era 17 años menor que ella (ella tenía 40 años; él 23), con quien vive en Jerez y después en El Puerto de Santa María (Cádiz, Andalucía).  Antonio después se traslada a Sidney, Australia, como cónsul y, al quebrar su negocio, se suicida en Londres en 1863.  Además, tenía tuberculosis.  Con más de 60 años, Cecilia se traslada al Alcazar de Sevilla en 1857, por concesión de la reina Isabel II.  Muere a los 81 años el 7 de abril de 1877. (En la imagen, Casa Palacio del Marqués de Arc0-Hermoso,  de El Puerto, antes de su desmantelamiento).

casafernancaballero_sevillaSU NOVELA PRINCIPAL. LA GAVIOTA.
La novela principal de Fernán Caballero es La Gaviota, la cual se escribió entre 1845 y 1848).  Para Fernán Caballero, esta era una novela de costumbres ya que la fuente principal de Fernán Caballero había sido la observación minuciosa de la vida de campo sevillana (sus dichos, usos, cuentos, creencias, chistes y refranes).  Según ella, el espíritu que reina en lo que ella escribe es religioso, realista y práctico.  Cecilia usa el pseudónimo de Fernán Caballero por pensar que su novela sería tenida en menos si su supiera que su autora era una mujer.  Fernán Caballero es el nombre de un pueblo de La Mancha donde había ocurrido un crimen. La Gaviota apareció por primera vez en Madrid en 1849 (9 de mayo a 14 de julio) como folletín (serial) en El Heraldo, revista liberal.  La publicó José Joaquín de Mora, enemigo político de su padre, ahora traductor (la novela había sido escrita en francés) y agente de Fernán Caballero.  Fernán Caballero escribió la novela en francés por pensar que esta era la lengua más apropiada para una novela, ya que el español era mejor lengua para la lírica y el drama, en su opinión.  En Madrid, 1856 (Mellado [ed.]) aparece la primera edición en libro de La Gaviota.  Una nueva edición aparece en 1861 (Madrid: Mellado), revisada por la autora, y la cual ha servido de base a todas las ediciones posteriores. (En la imagen, monumento dedicado en su honor, en su casa de Sevilla; se trata de un frontón con un retrato de perfil de Fernán Caballero, con una cinta a modo de orla, con la inscripción:  “En esta casa falleció en abril de 1877 Fernán Caballero. Los infantes duques de Montpensier le dedican este recuerdo”)

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Plaza del Ave María, con el antiguo emplazamiento del busto de Fernán Caballero al centro de la misma, que mandó erigir Manuel Martínez Alfonso.

En la segunda parte de La Gaviota se expone una teoría literaria sobre la novela.  De los géneros vigentes la novela fantástica, la 2 heroica, lacrimosa o lúgubre, y la 3 sentimental, la que más conviene a España es la  histórica [para escritores sabios] y  la de costumbres, que es la novela por excelencia).  La novela de La Gaviota consiste de cuadros de costumbres andaluzas.  Fernán Caballero dice que sólo recopila  y copia, no inventa o crea.  Es por lo tanto Fernán Caballero una precursora del realismo español.  Si los Hermanos [Jakob <1785-1863> y Wilhelm <1786-1859>] Grimm son los padres del folklore alemán, Fernán Caballero es la matriarca del folklore español.

lagaviota_fernancaballeroLa Gaviota es un mosaico de cuentos, chascarrillos [chistes], coplas, tradiciones, relaciones, versos, romances, juegos, bailes, oraciones, anécdotas, chistes, cuentecillos, cuchufletas [bromas], chilindrinas [equívocos], modismos, refranes recopilados por la autora.

Escribió la novela La Gaviota Fernán Caballero para un público extranjero, aunque también español.  También hay en esta novela reflexiones morales aparte de descripciones.  Es supuestamente literatura de propaganda católica y un elogio de virtudes cristianas.  El costumbrismo, en efecto, se presta para la predicación, ya sea católica o socialista.  Aparentemente Fernán Caballero no es completamente objetiva en sus descripciones ya que poetiza e idealiza la realidad.  Está en contra de las pasiones vehementes.  Huye así de la exaltación romántica.  Embellece lo real, lo poetiza, y evita las crudezas del realismo posterior.  Su «realismo» es un realismo poético.

tomasosbornebohldefaberOTRAS NOVELAS.

Otras novelas de Fernán Caballero publicadas en El Heraldo fueron La familia de Alvareda, cuyo primer bosquejo fue escrito primero en alemán en 1849; y Lágrimas (1850).  Otras novelas suyas son Una y otra; Clemencia (autobiográfica, sobre una heroína malcasada que termina aceptando su condición con resignación [1852]).  Otras obras suyas son Un servilón y un liberalito; Un verano en Bornos; Callar en vida y perdonar en muerte.  Tiene también una Colección de cuentos y poesías populares andaluces; Cuentos, oraciones, adivinas y refranes populares e infantiles; El refranero del campo y poesías populares (póstuma).  Fernán Caballero precede en el cuento a Pedro Antonio de Alarcón (1833-1891 [autor de El escándalo y El sombrero de tres picos]), Antonio de Trueba (1819-1889 [autor de cuentos]), José María de Pereda (1833-1906 [autor de Sotileza) y Emilia Pardo Bazán (1851-1921 [autora de Los pazos de Ulloa]).  (En la imagen, Tomás Osborne Böhl de Faber, sobrino de Fernán Caballero). (Textos: Prof. A. Robert Lauer. Universidad de Oklahoma. EE.UU).

unservilonyunliberalito_puertosantamariaUNA NOVELA  AMBIENTADA EN EL PUERTO.
La acción transcurre en El Puerto, en el Castillo de San Marcos, Un Servilón y un Liberalito, o Tres almas de Dios, empieza así: «Ya en otra ocasión hemos hecho mención del antiguo castillo de Mnesteo, que existe en el Puerto de Santa María, y pertenece a los Duques de Medinaceli. Fue llamado de Mnesteo por haber sido construido por un príncipe fenicio de igual nombre. Pasó después a la dominación romana: luego a la de los moros; hasta que en 1264 lo conquistó el Rey D. Alfonso el Sabio, para cuya conquista le alentó, apareciéndosele la Virgen de los cristianos; en memoria de lo cual dio el sabio y religioso Rey su venerado nombre a aquella población, perdiendo así la bautizada villa su pagano nombre de Mnesteo. Mas si interesase ahora a alguno de nuestros lectores penetrar con nosotros en su recinto, le serviremos gustosos de cicerone. Haremos aun más; toda vez que en ello le complazcamos, le haremos conocer a sus moradores, y tendremos, según la expresión de una amiga nuestra de infinito talento y gracia, un rato de comadreo». Editada en Madrid: Imprenta del Establecimiento de Mellado, 1863 (novela). Reeditada en 1975 por la Casa de la Cultura, con motivo de la Feria del Libro. Inauguraba así el ciclo de publicaciones de dicha Casa.

Puede leer la novelita en la biblioteca Cervantes Virtual, pulsando:  Un Servilón y un Liberalito, o Tres Almas de Dios.

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Javier Garrido, en una fotografía tomada por el mismo frente a la luna de un escaparate en Florencia (Italia).

Javier Garrido Gómez nació en El Puerto el primero de Abril de 1.984, en el seno de una familia con variada mezcla territorial: su padre: Luis Garrido Quijano, nació en El Puerto de madre también nacida en El Puerto --Concha Quijano--, pero con ascendientes montañeses: los Quijano de Torrelavega (Santander).

familiaquijano_puertosantamaria(En la imagen de la izquierda, la familia de Francisco Quijano Rosende, mujer e hijos. La hija Concha, es abuela de nuestro protagonista, Javier).

Su abuelo. Arturo Garrido Cervero, el padre de su padre, era de La Carolina (Jaén) y llegó a El Puerto a finales de los años 40 del siglo pasado donde se instaló como comerciante abriendo una tienda de ropa de caballero (aunque al principio también vendía ropa y complementos de señora así como colonias, jabones etc..) en el centro, frente a donde hoy se sitúa el establecimiento de apuestas del Estado de la calle Larga.

Su madre, Rosario Gómez Cortés, es gallega, hija de padre, madre y abuelos gallegos y, como es maestra --como a ella le gusta decir cuando le preguntan su profesión--, recaló en El Puerto al asignársele destino definitivo, y aquí conoció a su padre a finales de la década de los setenta del siglo XX. Su hermano mayor, Luis, ha seguido los pasos de su padre y estudió Derecho. Actualmente está empezando su carrera profesional como Procurador en Sevilla.

El año del nacimiento de Javier, bisiesto, nacieron también los futbolistas españoles Fernando Torres, Bruno Soriano Llido, Antonio Puerta (fallecido en 2007), Jonatan Valle y Andrés Iniesta Luján. Fallecieron el escritor argentino Julio Cortazar, el poeta español Jorge Guillén, el historiador Claudio Sánchez Albornoz, el dirigente comunista italinao Enrico Berlinguer. el filósofo francés Michel Foucault, el torero Francisco Rivera ‘Paquirri’, el director de cine francés, Francois Truffaut, la primera ministra de la India, Indira Ghandi y el premio Nóbel de Literatura Vicente Aleixandre.

quijano_brandyjerezano_puertosantamariaLAS BODEGAS DE QUIJANO.
Como se trata de escribir la historia de Javier en relación con El Puerto y tal y como hemos señalado anteriormente, es nieto de Concha Quijano, cuyo padre, Francisco Quijano Rosende, era bodeguero y provenía de familia de bodegueros. El padre de éste, tatarabuelo de nuestro protagonista Javier, era  Atanasio Quijano Cieza fallecido en 1932, bodeguero de El Puerto en el siglo XIX. Las bodegas Quijano perduraron hasta más de la mitad del XX. Todavía su casa se conservan gran cantidad de etiquetas de los vinos y licores que producían, entre los que se encontraban: Ponche, Vino Tónico, Anís, Coñac y Brandy, Crema de Cacao y de Huevo, Jerez Quina, Oloroso (fue muy conocido el llamado “Pata de Gallina” que al parecer era un excelente vino y la etiqueta con la que se embotellaba era preciosa), Amontillado Fino, Manzanilla Olorosa, Solera Fina, Vino de Pasto, etc…

Hemos podido observar cómo en las contraetiquetas aparecen los nombres de los importadores de dichos vinos en New York, Sào Paulo y La Habana, así como curiosos “consejos” del propietario de las Bodegas: D. Atanasio –su tatarabuelo- sobre las múltiples propiedades del Jerez-Quina, o los análisis que efectuó un laboratorio de Torrelavega el 1º de Abril de 1.939 al “Gran Vino Tónico Cíclope”.

rosende_brandy_puertosantamariaATANASIO QUIJANO CIEZA.
Este bodeguero había entrado en el ayuntamiento como Concejal electo en 1930 y, además de presidir una especie de casino mercantil llamado "Centro Comercial e Industrial" fue Vicepresidente local del Consejo Superior de Socios Protectores de la Federación de Mutualidades Laborales. Siguió  por supuesto con el negocio familiar de la bodega, ampliando el negocio heredado del padre, mejorando su producción con el asesoramiento de su suegro, experto arrumbador.  Su hijo, Francisco Quijano Rosende, continuó el negocio vinatero en progresión y también ocupó cargos políticos municipales antes, durante y después de la Guerra Civil. En la contienda fue el secretario de la Comisión de Defensa Pasiva local y también presidió la Cruz Roja durante un periodo. En la bodeguita de calle Caldevilla, se organizaban tertulias culturales con señores mayores y jóvenes inquietos de esa época: el padre de Rafael Rodicio, el de Millán Alegre, el de Paco Arniz…

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Anuncio en la Revista Portuense del año 1938 -en plena Guerra Civil-. Quijano está entre las cinco firmas más importantes de la ciudad, o al menos entre las cinco que contrataban publicidad. Sancho y Jimenez Varela tambien eran bodegas principales en esa época.

Como ha ocurrido siempre en El Puerto, salvo la excepción de Osborne, a partir de la tercera generación los negocios de la vinatería cesan en su actividad, hundiéndose lentamente hasta desaparecer por completo en unos casos, en otros comprados e integrados por las grandes firmas bodegueras. (Son el caso de Jimenez Varela, Sancho, Thuillier, Alvarez Campana, etc, etc... y de los últimos, los Terry, que cambiaron de manos al final del pasado siglo).

quijano_moscatel_puertosantamariaMOSCATEL ‘LAS CINCO PERLAS’.
Moscatel ‘Las cinco perlas’, de Atanasio Quijano (Exportado a la Isla de Cuba. Importador: Ramón López García). La firma A. Quijano, incluye entre las marcas que comercializa “Las Cuatro Perlas”, registrada por Ramón Carli, cuya propiedad hereda su hermana y ésta lega a dos conocidos: Domingo Rodríguez y Bernardo Barreda; los restantes bienes de Carli, pasaron a Rosario García y ésta a su vez deja en herencia una gran parte de ellos a Concepción Rosende, esposa de Atanasio Quijano Cieza. No hubo acuerdo entre las partes y Atanasio desoye las demandas de Rodríguez, el propietario legal de la marca; por ello se celebra vista pública en julio de 1900, fallando el juez a favor del demandante. Atanasio que no se amilana, se inventa una nueva marca: «Las Cinco Perlas», con la que continúa exportando sus productos y, con el tiempo adquiere una finca por Fuenterrabía que se llamaba “La Perlita”. Algo tiene que ver con las confiterías del mismo nombre, pero esa es otra historia, que  ésta ha investigado Antonio Gutiérrez, quien nos ha facilitado esta  información que reproducimos.

Pero volvamos a nuestro protagonista. Javier estudió sus primeros años en el C.P. “Pinar Hondo”, pasando en 7º de primaria al Instituto “La Arboleda”, donde permaneció hasta terminar 4º de la E.S.O. Luego pasó a estudiar el Bachillerato de Humanidades en el I.E.S Santo Domingo. Siempre fue buen estudiante, la prueba de ello es que terminó el Bachillerato  con Matrícula de Honor.

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Javier, con sus padres, Luis y Rosario, a las puertas de la Facultad de Ciencias de la Información, en Sevilla.

PUBLICIDAD Y RELACIONES PÚBLICAS.
Luego, tomaría la decisión de estudiar una carrera en Sevilla, que aún era novedosa en las Universidades: Publicidad y Relaciones Públicas. Desde siempre le llamaba la atención todos los anuncios de la televisión, los analizaba, se fijaba en los detalles y le parecía increíble que en tan breve tiempo se contaran historias como si de obras de arte se tratasen. Esta actitud marcaría lo que sería su futuro. Puede que esta inquietud por la publicidad, le venga por parte de sus primos gallegos que tienen una agencia de publicidad (Nacher Publicidad) y muchos veranos de su infancia los pasaba en Orense donde veía como trabajaban.Los 5 años de carrera los tiene en buen recuerdo. Como él dice “--La experiencia universitaria es algo que nadie puede dejar pasar en su vida; abre mucho la mente; aprendes infinidad de cosas y además, te formas para tu futuro...y si puedes estudiar lejos mejor, antes se madura como persona”. Durante la carrera descubriría que la rama de la creatividad, el diseño gráfico y la fotografía publicitaria sería a lo que querría dedicarse en su vida. Objetivo: llegar a ser alguna vez director creativo de una gran agencia. Por ello empezaría a trabajar en agencias como diseñador gráfico y creativo.

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Un trabajo publicitario contra el racismo, obra de Javier.

PRIMEROS TRABAJOS PUBLICITARIOS.
La primera agencia donde haría sus primeros trabajos sería en El Puerto de Santa María, en la agencia Tusitala Comunicación, a los cuales agradece que lo “aguantaran” en sus inicios. También realizaría pequeños trabajos de freelance para algunos clientes como la Universidad de Cádiz y otras empresas. Después recalaría durante un tiempo en la agencia de su familia de Orense, Nacher Publicidad que fundó su tío y ahora llevan sus primos, los cuales han sido referente desde siempre. Sería tras estos trabajos donde vendría un cambio brusco en su vida, ya que conseguiría la Beca Leonardo Ícaro Plus que otorga el Ayuntamiento de El Puerto en 2008.

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Con sus padres, en Florencia (Itallia).

EN FLORENCIA CON LEONARDO
Su nuevo destino sería Italia en la ciudad de Florencia. Allí realizó durante 3 meses y medio prácticas en la agencia Claim Communication. Aquí Javier destaca una anécdota sobre su jefe; “--Me preguntó de dónde era y le contesté que de una ciudad costera de la provincia de Cádiz llamada El Puerto de Santa María. Para mi sorpresa dijo que la conocía, la había visitado y le pareció preciosa y con gente muy simpática”. Aparte aprendió italiano lo suficiente como para, según dice él, “defenderse”. Es en este momento cuando descubre que “--Vivir en otro país y conocer gente de diversos sitios es la droga más saludable”. De hecho se lamenta de no haber hecho estudios Erasmus en el extranjero durante su carrera ya que la beca Leonardo le había sabido a poco. Javier piensa que la publicidad exige enriquecerte de otras culturas, ideas y formas de ver las cosas, tienes que estar día a día actualizándote o te quedas obsoleto, hay que adaptarse a los tiempos continuamente y esto exige viajar y vivir en diferentes países durante cierto tiempo.

imuestravinostintosprovcadiz_elpuertoMASTER EN MADRID.
Tras su estancia en Italia, Javier, decide realizar un Máster en diseño gráfico en Madrid, para aprender a manejar las herramientas de diseño gráfico de manera más profesional. Aquí siguió conociendo gente de diferentes países, e invitó a muchos a visitar nuestra ciudad, “--Me gusta que los de fuera conozcan mi ciudad y su gente de manos de un portuense, que le cuente un poco las historias de El Puerto. Si no, no es lo mismo”. Tras su estancia en Madrid, realizó más trabajos como freelance. Es en esta etapa donde comienza a participar en el ambicioso proyecto del vino de el I.E.S Santo Domingo, ex-Instituto suyo, creando todo lo que respecta al diseño de la I Muestra de vinos tintos de la provincia de Cádiz. “--Este proyecto me gustó desde el principio y Agustín Saucedo, coordinador del Ciclo de Vitivinicultura del Centro, ha sabido unir todas las fichas de manera magistral para que salga adelante. Es un honor para mí formar parte de un proyecto que creo tendrá mucha repercusión, además rememoro un poco a mi bisabuelo que tanto dio a la cultura del vino en El Puerto y me hubiera gustado conocer personalmente”.

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Con su madre y hermano Luis, y algunos amigos, en el domicilio familiar.

AHORA, EN LONDRES.
Javier ha vuelto a dar un cambio brusco en su vida y ha decidido ir a Londres, donde se encuentra desde hace dos semanas, a probar suerte y a seguir aprendiendo de nuevos sitios: “si no lo hago ahora no lo podré hacer más adelante. No me ata nada aquí salvo mi familia y amigos. Sé que me apoyan y que siempre estarán ahí, ellos creen que es lo que debo hacer. Así que.... ¡allá vamos!. Trataré de estar en El Puerto en las fechas especiales que es cuando siempre me reúno con mi familia y mi gente que también estudia y trabaja fuera”.

A continuación el portfolio y un enlace en el que se pueden ver algunos de sus trabajos, diseños, anuncios y fotografías:

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Modesto, anoche en su Pregón de Carnaval, que dará paso a la Cuaresma. (Foto: Jorge Roa).

Ha sido un regalo para El Puerto, un pellizco a los corazones porteños, un exceso generoso de alguien que no regatea en sentimientos. El pregón de Carnaval de Modesto Barragán ha sido más que un pregón y mucho más que Carnaval, y ni la lluvia, que obligó a darle un remate apresurado, ha podido empañarlo.  El castillo de San Marcos se ha ido disfrazando con las imágenes y colores sobreimpresionados en sus muros y eso sólo ha sido el telón para que aparezcan por allí Manu Sánchez, El Selu, el Yuyu, Pepe El Caja, Pansequito arrancándose a pelo… pero ha habido unos cuantos momentos ya de apoteosis que por sí mismos valen la gloria: José Luis Arniz, rescatado y con Pedrito García a la guitarra, cantando el pasodoble a Alberti de Los Charlots (tela en su momento y un nudo en la garganta ahora); los familiares del asesinado José Manuel García Caparrós en primera fila para escuchar ‘Un 4 de diciembre’ en las voces de Raza Mora, y con el remate del hombre que tuvo en sus manos el cuerpo de aquel mártir malagueño cuando fue abatido.
Me siento orgullosísimo de sentirme amigo de Modesto, de su mujer, Pipi, y de todos aquellos que le rodean. La dosis intravenosa de recuerdos de El Puerto ha sido también espectacular, sin perder el humor y sin caer en pedanterías. Modesto y los suyos han sabido incluir en sus diálogos nombres de empresas y personajes locales que han formado una galería deliciosa que era un homenaje a todos los presentes. El pregonero representaba a Pepe Botella, José Bonaparte, en plena toma de posesión de El Puerto hace 200 años. En efecto, Modesto es un rey. El rey de las conexiones. Un lujo.
De joven yo quiero ser Modesto Barragán y tener su empatía, sus reflejos y su brillantez. Ojalá este pregón que tengo entre manos fuera la décima parte de intenso y cómplice como ha sido el de este portuense. (Texto: Francisco Andrés Gallardo. Pregonero de la Semana Santa 2010).

A lo largo del día de hoy, más información gráfica sobre el Pregón en el Blog del Pregón de Carnaval 2010.

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El retrato encontrado con el coro Pabellón Español, del año 1907.

En el año 1994, encontramos casualmente una fotografía antigua tirada en la calle. Una vieja fotografía donde se observa un grupo formado por trece personas, que se encontraban disfrazados. Sin duda estábamos ante un grupo carnavalesco. Con estas expectativas, junto a una compañera de trabajo la señora Paloma Bueno Serrano, nos pusimos manos a la obra. Había que saber ¿Quiénes eran?, los datos que teníamos consistía en la fotografía, y una nota que tenia escrita en el reverso sobre el cartón que decía: “J. Vázquez, Misericordia nº 9. El Puerto de Santa María. Carnaval del año 1907 el día 17 de febrero”.

carnaval_libro_puertosantamariaCon estos datos consultamos el libro “Carnaval: un siglo de historias de El Puerto (1836-1936)”, de nuestros amigos José Ignacio Buhigas y Tily Santiago. En la descripción que en este libro se hacia de las agrupaciones presentes en el año 1907, encontramos un Coro que coincidía tanto en su vestimenta, como en los ornamentos, con los personajes del retrato.

Se trataba del coro “Pabellón Español”, o de la “Guardia Amarilla”, atuendos que emulaban a los guardias de la época de los Reyes Católicos. Ellos mismos describen el “tipo” que lucían: “capote amarillo, mangas celestes, calzón bombacho amarillo y grana, medias granas, zapatos color barquillo, casco de lata con pompón grana y peluca”. Como vemos podría pasar por cualquier comparsa o coro actual, y desfilar en nuestra cabalgata, pero sigamos y ya verán lo que descubrimos.
Con las facilidades dadas, como siempre, por nuestro archivero municipal D. José Ignacio Buhigas Cabrera, consultamos documentación que sobre el carnaval conserva el archivo. Entre otras muchas cosas encontramos la solicitud oficial, realizada por  Antonio Vázquez Valoria, vecino de la calle Santa Clara nº 34, firmada el 6 de febrero de 1907, para recorrer las calles de El Puerto. En la misma solicitud se acompaña una relación de los componentes del grupo, junto con sus direcciones.

COMPONENTES.
El grupo estaba compuesto por las siguientes personas: José Rodríguez Bernal, guitarrista, Zarza 22. Antonio Arena González, guitarrista, Santa Clara 7. Francisco Otero Beltrán, San Francisco 5. Enrique Sánchez Ortega, Ganado 30. José Hoyos Pinto, San Juan 39. José Segura Rodríguez, Cruces 24. Manuel Lanzarote Leal, Albareda 1. Antonio García Brobón, Aurora 1. Joaquín Lores Parra, Santa Clara 32. Manuel Girón Camas, Ganado 24. Bernardo Troncoso, Zarza 48. Antonio Ortega Muñoz, Arena 24. Manuel Galán Bernal, San Juan 30.
Por la fotografía, podemos decir que se trata en su mayoría de gente joven, y por las direcciones, que casi todos procedían del barrio alto de nuestra ciudad.

EL LIBRETO.
Pero ahí no quedan los hallazgos, nos encontramos ni mas ni menos, que con el “libreto”, con todas las letras de su repertorio, y aun con el sello o timbre municipal de 25 céntimos. Un total de quince letras de canciones, de entre sus tangos: “Doloretes”, “El orgullo”, “Sus preciosos couplets”. Asimismo su popurrí titulado “El kilómetro”. Pero queremos hablar, aunque solo sea un poco, ¿Qué es lo que tratan en sus canciones?, estaba claro, sus canciones hablan, como hoy en día, de los temas más actuales del momento, los problemas locales, algunos nacionales, por ejemplo, el atentado contra los Reyes de España, Alfonso XIII y Victoria Eugenia, o un tango que dedican a la bandera nacional.

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Una de las instantáneas que se tomaron inmediatamente después del atentado contra los Reyes de España, Alfonxo XIII y Victoria Eugenia

Sin duda la palma se la llevan los problemas cotidianos, los que son imprescindibles para disfrutar de la vida cada día: la instalación de una panificadora, con la que estaban muy de acuerdo, mostrándolo de esta forma:

“Así todos los pobres obreros
estamos locos de alegría
en ver que por siete perras chicas
hay teleras como alfajías”.

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El antiguo Ayuntamiento situado en la Plaza de Isaac Peral. (Acuarela de J.L. Molina Mora).

También hablan sus letras de la carestía de la vida, o del trabajo, algo que más de 100 años después, sigue siendo el principal tema de nuestro carnaval. Hay entre otros, temas conflictivos, como las criticas a la autoridad local, y a la que piden:

“Solo le pedimos un favor
A este bonito Ayuntamiento
Que quite una poca miseria
Como la que tiene hace tiempo
y que nuestro pueblo administre
con mucho entusiasmo y agrado.
Y que al pobre le den trabajo
que hoy se encuentra muy arrollado”.

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La finalización del Parque Calderón, uno de los temas que tocaba en sus letras el director del croro, Antonio Vázquez Valoria.

Como podemos comprobar son temas donde vemos reflejados nuestros  problemas actuales, más de un siglo después. De la música no tenemos constancia, por entonces los carnavales no se grababan en vinilo, y la música digital no existía. De todas formas nos debe dar igual, en cualquier lugar de la Bahía, durante los carnavales, las mismas palabras, y con una música muy similar estará sonando.

etiqueta_fmorillo_puertosantamariaEl director de coro, Antonio Vázquez Valoria, mencionado anteriormente, ya había dirigido otros grupos carnavalescos, en total lo fue de 19 agrupaciones, desde el año 1902 a 1931. Los temas mas tocados por este autor: la muralla del río, la finalización del Parque Calderón, o la eliminación de la barra del río, como vemos son asuntos vitales para el desarrollo de la ciudad. (En la imagen de la izquierda, etiqueta de Vda. de F. Morillo, uno de los negocios anunciado en el libreto de nuestro coro de hace un siglo).

ANUNCIANTES.
Queremos destacar, como estos hombres dedican gran parte de sus letras a los comercios más representativos de la ciudad, o tal vez sean los que sufragan los gastos del coro, que con las ayudas  permitían que se lucieran por la ciudad gente humilde con sus preciosos disfraces. Además estas canciones, nos ofrecen la posibilidad de acercar nombres conocidos de la historia de nuestro Puerto. Así que aquí van algunos nombres:

”La tienda Vegazo, Paco Morillo y la de Morente.
Refino Francisco tienda superior
como el de González Paz y Juanito son los mejores.
Sastrería Tendero.
Botaro y la Viña.
Botica de Cristóbal.
Y la de Aceitería.
Imprenta Pérez hermanos.
De Terry Barbería.
Salón de Valenzuela y Confitería.
El hermoso café de la Hita.
De Moresco sombrería.
Litografía portuense.
Y la muy hermosa esterería.
La hermosa tienda Fuentecilla.
El colmado Navío y las Flores.
Y también la tienda de Apolo.
Tiene vinos muy superiores.
La Alegría tienda la Conelia.
También tiene vinos muy juncal
Sacristía Rueda y Milindri
y cervecería Tosar.
Tienda la Burra y la Parra.
Escalón y el hormiguero.
Número Quince y Corona.
Lucha centro y Resbaladero.
Y también Casino Portuense”.

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Uno de los comercios anunciados, la Fabrica de cerveza de Tosar a comienzos del siglo XX. Centro Municipal de Patrimonio Histórico, con nótula 063 en Gente del Puerto.

Del Carnaval de ese año de 1907, hay una crónica en Revista Portuense, del martes 12 de febrero que dice: “el carnaval de estos días ha resultado una fiesta decadente, si, pero muy reformada, porque hay que hacer justicia a la autoridad local, señor Heredia, que ha dictado severas ordenes para que no se cometan salvajadas”. Seguro que a pesar de todo en ese año se lo pasarían en grande.
De lo que no cabe duda es que ya esta aquí el Carnaval 2.010, y de que los hombres que formaron este coro pasarían inadvertido junto a nosotros por Luna, la Ribera o Herrería, porque lo realmente importante es que aun se mantiene viva todas las inquietudes y esperanzas que mueven esta tradición tan antigua y tan de la Bahía Gaditana.  Faltan pocas horas para que se de el pistoletazo de salida, este año nos lo dará Modesto Barragán, mañana mismo. Estoy seguro de que estará acertado, y espero que junto a todos disfrutemos de un magnifico Carnaval.  (Textos: Juan José López Amador).

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El Adriano I, engalanado durante la Procesión de la Virgen del Carmen.

En la playa de Maniños-Fene (La Coruña) Antonio Fernández Fernández, gallego emigrado a Cuba, construye a su regreso la motonave Adriano, en memoria de su difunto padre. Terminada la construcción del barco, lo entregaría a su hermano José, haciéndose cargo. Mas adelante contaría con  sus hijos como tripulantes, José --el más conocido, Pepe “el del Vapor”, Eduardo, Andrés, y Juan Fernández Sanjuán, que fue el último patrón,  de los 10 hermanos Fernández Sanjuán.

Estuvo varios años haciendo la travesía de la Ría del Ferrol. En 1929, el Adriano sería reclamado por Sevilla con motivo de la Exposición Iberoamericana, cubriéndose el servicio Sanlúcar-Sevilla a través del río Guadalquivir.

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El vapor Cádiz, navegando entre El Puerto y Cádiz.

Un desafortunado suceso tuvo lugar en la madrugada del día 9 de julio de 1929: estalló la caldera del Vapor ‘Cádiz’ cuando se hallaba atracado en el muelle de la Plaza de las Galeras de El Puerto de Santa María, y se fue a pique. A raíz de este suceso el ayuntamiento prohíbe que la línea marítima de pasajeros en buques de Vapor, haga su recorrido entre El Puerto y Cádiz.

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Los restos del Vapor Cádiz, tras la explosión junto al muelle.

Tras la explosión del vapor ‘Cádiz’, llegan a El Puerto por vez primera los buques de motores de explosión. En primer lugar llegaría el yate ‘Punta Umbría’, días más tarde el ‘Adriano’, pilotado por José Fernández Fernández y la tripulación compuesta por algunos de sus hijos varones. El precio del viaje costaba por entonces: en Toldilla, 1,50 ptas.; cubierta 1,00 ptas.; y  los menores de 4 a 12 años 0,50 céntimos de peseta.

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El Adriano II, por aguas de la bahía gaditana.

En 1932 se comienza a construir en la playa de Maniños, bajo la dirección y planos de su propietario, Antonio Fernández Fernández, el ‘Adriano II’, que no terminaría navegando ya que con la guerra civil se dejó de recibir los materiales que necesitaba y acabó perdido en la playa. Años más tarde, terminada la Guerra Civíl y ya metidos en 1942, se construyó el que después sería el Adriano II, con cabida para 400 personas.

En 1955, daría su último viaje el ‘Adriano I’, dándole paso al ‘Adriano III’, nueva motonave que sigue en activo, y encargada a construir en los astilleros de San Adrián (Vigo), esta vez por los hermanos Fernández Sanjuán. El Adriano II, se dedicaría a paseos nocturnos y otras actividades de naturaleza turística.

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Una imagen del Adriano I y II, en el Guadalete.

El Vapor, sigue siendo conocido por este nombre a pesar de que funciona con motores de explosión, ha recogido la tradición de comunicación naval que se remonta a tiempos de los Fenicios cuando Cádiz era una isla y necesitaba un puerto de contacto con la península. Barcas, veleros, vapores y motonaves ha hecho un surco marítimo, a lo largo de los siglos, entre Cádiz y El Puerto.

La travesía de El Puerto-Cádiz dura unos 45 minutos, la salida de los llamados ‘vapores’, se marca como antaño, con tres pitadas seguidas de sirena: los toques continuos avisan que se entra en el río, otro avisa de que se atraca en el muelle y uno más se escucha poco antes de salir.

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En el Adriano II, sentados José Fernández Fernández (Padre de Pepe  'el del Vapor'), Asunción Posada (su esposa) con su hija Asunción en brazos, Pepe Fernández Sanjuán con su hijo Juani, en el centro su otra hija Socorro, ya fallecida. De pie detrás de izquierda a derecha: Antonio y Pepe. Año 1.955. (Foto Colección A.F.V.)

La propiedad del barco, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) por la Junta de Andalucía en 1999, es de los últimos supervivientes de los hermanos Fernández Sanjuán y de los herederos de los 10 hermanos: Pepe, Eduardo, María, Lola, Andrés y Josefa, Juan, Elvira, Amparo y Antonia.

La sociedad que lo gestiona está dirigida por la propia familia, actuando como Administrador Único, Antonio Somorrostro Fernández, y como Naviero Gestor, Andrés Fernández Valimaña.

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El Adriano III en construcción en San Adrián (Vigo) en el 1.955. En la fotografía Antonio Somorrostro, Presidente de la sociedad familiar que gestiona el barco: Motonaves Adriano, S.L. con su madre. (Foto: Colección A.F.V.)

pepeeldelvapor_puertosantamaria(En la imagen de la izquierda, José Fernández Sanjuán, Pepe 'el del Vapor'. Foto: Faly). Antonio Carbonell, Secretario que fue de la Cofradía de Pescadores refería una tarea desarrollada por el Vapor en relación con el mundo de la mar: «Pepe y el Vapor fueron durante muchos años indispensables para el mantenimiento de la actividad pesquera portuense. Pues resulta que antes de construirse los espigones de Poniente y Levante en la desembocadura del Guadalete, obras que finalizaron en 1970, la entrada de arenas que arrastraban las corrientes litorales y formaban la barra en la boca del río, impedían que la práctica totalidad de los barcos pudieran pasar por el Guadalete a media marea o bajamar escorada. Entonces Pepe, a bordo del Vapor,  con un instrumento formado  por una pesa u otro metal colgado de una cuerda (sonda de mano, escandallo o plomada), no sólo medía la profundidad del río, sino que de la misma manera al colocar cebo en la pieza de metal, con tan solo tocarlo, iba conociendo la calidad de fondo de la desembocadura del Guadalete. Y Claro. Con esta maniobra, le permitía, al esquivar los cascajos y arenas del río, alcanzar la navegación correcta y, así, los barcos, al seguir el rumbo del Vapor, entraban en puerto sin esperar la pleamar. Esta laboriosa operación, además, era fundamental para evitar cualquier desgracia cuando las condiciones meteorológicas eran adversas, como por ejemplo, la niebla.»

vapor_familia3_puertosantamariaEl principio del milenio, nos ha llevado otra vez a lo antiguo, a recuperar costumbres y tradiciones que nunca se debieron abandonar, a volver a aplicar tecnología que han sido útiles durante miles de años y que, de forma inexplicable estaban prácticamente desaparecidas en nuestra Bahía de Cádiz.

(En la imagen de la izquierda el Adriano III en construcción en San Adrián (Vigo), en 1955. En la fotografía Antonio Somorrostro padre y su hijo Antonio, en la actualidad presidente de Motonaves Adriano.S.L.  En el puente Juan Fernández Sanjuán. Foto Colección A.V.L.)

Y decimos casi, porque gracias a la familia Fernández Sanjuán y sus herederos, el Vapor Adriano III ha continuado la tradición de comunicación naval entre dos puertos de la Bahía de Cádiz.

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Vista del Adriano III en el muelle y el Adriano II, junto al tinglado, desde La Otra Banda.

Hoy en día, cuando los representantes de los ciudadanos buscan nuevas soluciones para estar comunicados; cuando las relaciones familiares, profesionales, comerciales, o de vecindad son más fuertes entre los habitantes de esta Bahía; cuando debatimos sobre los mejores métodos para vertebrar mejor nuestros accesos hacia o desde la capital, tenemos forzosamente que mirar atrás, e incluso mirar a Europa para comprobar que lo que hoy continúa haciendo nuestro entrañable Vapor, es una de las mejores soluciones para cubrir nuestras necesidades de desplazamiento por la Bahía.

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Pepe 'el del Vapor' con su uniforme de luto de toda la vida, pintando sobre el techo de la motonave. (Foto: Fito Carreto).

Los responsables del Plan Intermodal de Transportes de la Bahía tienen entre sus objetivos trazar una fluida red de transportes de viajeros, también por nuestras aguas. Es sin duda un método más rápido y eficaz, y a la larga más económico en términos absolutos, de cuantos pueden existir en la actualidad. Basta comprobar como funcionan en las grandes zonas urbanas con puerto marítimo o fluvial de nuestro entorno europeo: Setúbal y la península de Troia, en la cercana Portugal, pueden ser un ejemplo en cuanto a transportes de viajeros, mercancías y vehículos se refiere.

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El Vapor Adriano III, en 1997, cruzándose en la desembocadura del Guadalete con la réplica de la Carabela 'La Niña', hoy varada en una rotonda frente al acceso al muelle comercial. (Foto Mata).

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En el año 2004, durante el Paseo Conmmeorativo por la Bahía de Cádiz, con motivo del 75 Aniversario de la Motonave. De izquierda a derecha, Antonio Ojeda, Javier Ruibal, José María Morillo y Paco Cepero.

vaporcito_5Estamos convencidos que, cuando las líneas marítimas de pasajeros, numerosas y múltiples en sus recorridos, rápidas y con horarios amplios, frecuentes y flexibles, sean una constante en la Bahía, como lo son hoy los catamaranes puestos en marcha por el Consorcio nuestro Vapor Adriano III volverá a ser el buque insignia de la flotilla de barcos de pasajeros gaditanos, y de quienes nos visiten, pues el uso turístico es su mejor y más claro cometido de presente y futuro.

n1625546559_2789Tal dignidad no se alcanza de forma gratuita, pues son ya 80 años, desde que aquel lejano 1929, José Fernández Fernández, y sus cuatro hijos, llegasen a bordo del ‘Adriano I’ a aguas de nuestra bahía para cubrir el trayecto de El Puerto-Cádiz.

(En la imagen de la izquierda, logotipo del vapor, símbolo turístico de El Puerto, original de Frontera Publicidad, Año 1989).

Entendemos que el ‘Adriano III’ debe ser un museo vivo, es decir que navegue por las aguas de la Bahía.

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El Vapor pasando delante de las instalaciones del Club Náutico. (Foto A.B.R.).

Que siga transportando viajeros. Que siga siendo fletado para usos turísticos. Que continúe con su aprovechamiento para usos culturales. Que vuelvan a rodarse en él películas como ‘La Lola se va a los Puertos’ o ‘La Becerrada’ con aquel Fernán Gómez. Que sea nuestro transporte de lujo al alcance de la mano, del que podamos presumir a lo largo de este siglo XXI.

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Otros barcos, otras técnicas llegan. Entendemos que desde los cargos públicos, y aplicando la legislación que le corresponde al Adriano III como Bien de Interés Cultural (BIC), continúe sus singladuras con  la singularidad que le corresponde. Porque conjugando tradición y nuevas tecnologías, los ciudadanos de la Bahía de Cádiz podremos avanzar conservando lo que merece la pena, como legado para quienes nos sucedan habitando estos territorios trimilenarios.

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El Vapor por la Bahía, con veleros, grandes mercantes y buques de pasaje haciendo sonar la sirena al verlo pasar... (Foto: EMIJRP).

Y podemos terminar con este himno oficioso de El Puerto, dedicado al Vapor, compuesto por Paco Alba en 1965, para la comparsa 'Los Hombres del Mar'.

Viene a esta tierra un barquito
más típico no lo hay
más blanco ni más castizo
en "toito" el muelle de Cai.
Mire usted si ese barquito
tiene una gracia exquisita
que hasta dio su viajecito
la célebre Tía Norica.
Los barcos de vela
como palomitas cruzan por su vera
los grandes mercantes
suenan las sirenas al verlo pasar
Y es que ese barquito
es tan pinturero
que le dan besitos
las olas del mar.
Como ronea como presume
entre las aguas plateadas y azules.
Ay Vaporcito del Puerto
cuando en ti me embarco
cuando en ti navego
me contagia los recuerdos
de tus viejos sueños
sueños marineros.
Ay vaporcito del puerto
tu eres la alegría
tu eres la alegría
de ese muelle tan hermoso
con ese rumbo garboso
con que cruzas la bahía.

Comparsa: ‘Los Hombres del Mar· 1965.
Original de: Paco Alba.

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Salón principal del Palacio de Vilarreal y Purullena, cuando aún gozaba de todo su esplendor.

Expoliaron el Palacio. Sus dueños lo expoliaron. Se llevaron la plata, el bronce, la porcelana; arrancaron los muebles, los tapices y las pinturas; desmantelaron las puertas, los azulejos, las vigas; descolgaron las lámparas, las cornucopias y los tapaluces... Y se atrevieron hasta con los altares. Olía a podrido. Ciento y un gatos negros, rayados, pardos, nos miraban; nos miraba la diosa Ceres sentada en lo alto de su columnata; nos miraban veinte bustos de piedra por entre los pilares de la logia.

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Dos secuencias de la destrucción de una de las crujías y galería y la logia, por culpa del abandono, la desidia y la incultura. (Fotos superior e inferior).

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Pasto seco. Entre el pasto seco, rosas viejas, sin pétalos, geranios bravíos, zarzas y "tomatitos del diablo".. Miles de caracoles, como ensartados en sus tallos daban al lugar el tono de lo inhóspito. Una bicha, que había estado quieta, se esfumó como una saeta disparada por un borracho. Una caja de reloj, sin máquina, sin esfera, sin pesas, ni péndulo, sin tiempo siquiera, estaba tendida, arrojada al jardín, y yacía, junto a la fuente, con el mismo desatino que el ataúd de una tumba profanada.

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Artesonado del techo de uno de los salones, con retratos de los reyes de España.

Bíblicas higueras maldecidas, urdiendo, penetrando, rasgando despiadadamente las llagas de las piedras concertadas. La yedra trepaba y ocultaba las vergüenzas y agravios que clamaban un escarmiento ejemplar a tanta punible omisión de socorro. La alta palmera, peligrosamente delgada, vibraba con el viento , al lado de la fuente sin agua, ocre y verde, negra de líquenes inmisericordes. La rodeaban cuatro bancos de piedra oradada, con profundas cangrejeras, que a saber qué posaderas regias habrían soportado.

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Salón con el mobiliario y los cuadros.

Ciento y un gatos nos miraban; nos miraba la diosa Ceres; nos miraban veinte bustos de piedra; nos miraban... Todo abierto, de par en par, alevosamente abandonado. El gran patio de columnas italianas, el aljibe, la escalera imperial... José Luis los convocó con su voz de trueno: «--¡Isabel!, ¡Isabel!, ¡María Luisa!, ¡Francisco de Asís!, ¡Alfonso!, ¡España!». Nadie le respondió. Decididamente, no estaban allí. Pero allí habían estado.

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Uno de los aposentos privados del Palacio.

Baules, papeles y el nombre escrito, reteescrito, reteteescrito, de Don Agustín Ramírez de Ortuño en legajos forrados con piel de cabra; un ros de artillero; trajes femeninos de tul, con encajes, sedas, cuentas y abalorios; el manto-hábito de un caballero calatravo; una montura inglesa de amazona con los fustes definitivamente rotos; polvo, polvo, polvo espeso que todo lo cubría.

purullena_8_puertosantamariaY musgo, redores de musgo húmedo, al pie de cada gotera; graffitis obscenos, excrementos; cernícalos, primillas y murciélagos revoloteaban, una y otra vez, el mismo recorrido, cansina, reiterada y hasta atormentadoramente. Nos cogía la tarde-noche y, por todas partes nos seguía la legión de gatos.

«--¡Un piano!, ¡Ha sonado un piano!»

Nos paramos. Se nos heló la sangre. Anduvimos. Decidimos irnos. Corrimos. Nos dimos, de sopetón con el piano. Allí estaba, real, grande y abierto. Olía a metal recién estremecido. A tientas, de un salón a otro, nos fuimos tropezando con puertas descuajeringadas, cristales rotos, dorados dinteles derribados, damascos arrancados a jirones. (En la imagen, puerta escamoteable con cuadro, de acceso a otra sala).

purullena_capilla_puertosantamariaLa luz todavía entraba por las grietas de las yeserías de los altos techos pintados, quebrados y abiertos como granadas. (En la imagen, Capilla del Palacio de Purullena, con imágenes y todo tipo de ornamentos, dispuesta para el culto).

Alegorías y reyes, ángeles y escudos pedían, sin voces, romperse, desprenderse, despedirse, acabarse.Anduvimos entre el desastre y la desolación. En la capilla, sin altares, ni Reyes, ni Roques, hallamos una corona funeraria de flores de lata y un lazo --en otro tiempo negro-- de terciopelo. «MURIÓ DE ALEVOSA MANO». «--Tal cual será», repuso José Luis, como en una profecía. Huimos, buscando la luz. Cuando estuvimos en la calle de las Cruces nos encaramos, de nuevo con la vida.

«--¿Por qué no se morirá todo esto de una vez? ¿Por qué prolongan su agonía?»
preguntó José Luis, mirando hacia atrás la gran mole de la torre, rojo-violeta, con la luces del ocaso. Tristes por lo que habíamos visto, llenos de melancolía, cada cual marchó para su casa.

Antes, cuando pasábamos por la taberna de "El Golpe", rítmica, tremendamente, "El Sopas", borracho, terminaba su siguiriya verdadera:
.................
.................
que pa viví como yo estoy viviendo,
es preferible morí.

José Luis Tejada me llamó al día siguiente: «--Te he dedicado dos sonetos con una coda. Oye:

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(En la imagen, escudo de la portada del Palacio).

DESPOJOS DEL PALACIO DE PURULLENA

I

No es tiempo aquí; parada está la vida.
Dos o tres tierras lleva ya parada
oliendo a rosa muerta, a flor de nada,
a perdición y a soledad podrida.

Un miriñaque asciende la raída
escala del minué. Turbia bandada
de cernícalos va, la balaustrada
resbalando hacia un túnel sin salida.

Isabel, Isabel, María Luisa,
Francisco, Alfonso, España, deteneos
en el cuadro de luz de esa sonrisa.

Mirad que viene el tiempo, camafeos,
porcelanas quebrando, negra brisa
trizando harapos vuestros por trofeos.

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Vista desde las azoteas de la fachada del Palacio que da a Federico Rubio.

II

Si ya arrampló con todos los colores
y olores, con la seda y su armonía,
¿A que prolongar más esta agonía
de pedestal decapitado? Flores

fúnebres, falsas, de latón... Redores
de musgo desolado. Sacristía
sin ya nada sagrado. Monarquía
sin corona, monarcas ni esplendores.

¿Qué refinada adversidad sostiene
este equilibrio como si valiera
para más que la lágrima y la grima?

Y esa muerte total, ¿por qué no viene
a pasarle esa mano verdadera
del olvido, por siempre y por encima?

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A continuación de los Jardines del Palacio, se accedía por los arcos que vemos cegados en la fotografía, al Huerto de Durango. En la imagen podemos ver el proceso de construcción de los conocidos como pisos de la Barriada de Durango. (foto Rafa).

III

Cunda la melancolía
y la pena.
La mansión que relucía
antaño, de Purullena;
ahora, de puro vacía.»

(Luis Suárez Ávila. Julio 1988).

Purullena 2FUNDACIÓN GOYTISOLO.

El edificio ha experimentado  una importante reconstrucción. Por compras y herencias pasó a ser propiedad de la Familia Goytisolo y es hoy sede de la Fundación Goytisolo, participada por el Ayuntamiento de El Puerto. Dicha fundación celebra anualmente simposios sobre Narrativa Hispánica Contemporánea, que convocan a conferenciantes del mundo de las letras y la universidad de España y el extranjero. (En la imagen, el Palacio de  Villareal y Purullena, en la actualidad).

Luis Goytisolo Gay nació el diecisiete de marzo de 1935, en Barcelona. Hijo menor de una familia de escritores, es hermano del poeta José Agustín y de Juan Goytisolo. Su gusto por la lectura y la escritura fue muy temprano y comenzó a escribir dos novelas a los once años, a partir de entonces fue su tío Luis el que le seleccionó las lecturas y le introdujo en la afición a la narrativa norteamericana. En 1953 inició sus estudios de Derecho.

En 1958 se inició formalmente su carrera literaria cuando ganó la primera edición del premio Biblioteca Breve con su novela Las afueras, aunque ya había sido galardonado en 1956 con el premio Sésamo de cuentos. Fue uno de los miembros más activos de la Escuela de Barcelona, núcleo básico y germen de la Generación del Cincuenta.

luisgoytisolo_puertosantamariaSu obra de cariz experimental y de una gran exigencia literaria no siempre ha tenido el apoyo merecido por parte de un amplio público lector, si bien sí ha disfrutado de un reconocimiento unánime por parte de la crítica.

ACADÉMICO DE LA LENGUA.

Su labor periodística se ha desarrollado tanto en la prensa nacional, es colaborador habitual de El País, como en la extranjera. Asimismo ha colaborado también con el medio televisivo y es autor de las series documentales producidas por TVE: Índico, y Mediterráneo. En 1994 fue elegido académico de la Real Española de la Lengua para ocupar la vacante, el sillón “C”, del poeta Luis Rosales. (En la imagen, Luis Goytisolo).

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calles_puertosantamariaEl nomenclator de las calles portuenses constituye uno de los elencos urbanos más bellos de la provincia. La profesora y escritora jerezana, Pilar Paz Pasamar, en 1976, escribió un delicioso artículo, en el Diario de Cádiz, al que tituló las bien nombradas. Y lo justificaba diciendo: “Me refiero a las calles del Puerto de Santa María. Son las calles con mejor nomenclatura que conozco de nuestra provincia, aunque si nos fijamos, también los nombres de los pueblos andaluces –muchos con el inicial bostezo “al” y el suave ronquido “guad” del lingüístico sueño árabe –no son mancos- de belleza. Llamarse bien es importante, quiero decir y ustedes me entienden, que una persona, un artículo o un libro con nombre sonoro, o raro, o gracioso, ya queda iniciada con buen pie su andadura.”

Bueno, pues acaba de llegar a las librerías portuenses un nuevo libro sobre El Puerto. Se titula “El Puerto de Santa María”. ‘A través de sus calles, sus gentes, sus tierras, sus playas...’  Consta de 700 páginas y unas 300 ilustraciones gráficas. Ha reunido un importante elenco de documentación sobre las calles, plazas, tierras y gentes de El Puerto, pero quiere ser, más que un libro de investigación, una obra de divulgación del patrimonio humano, geográfico, histórico y artístico de la ciudad.

Existen muchas tesis, estudios y trabajos exhaustivos sobre temas puntuales de El Puerto, pero faltaba una compilación de toda esa riqueza patrimonial que el ciudadano medio portuense no ha tenido la oportunidad de conocer. Esta obra, más que un estudio de investigación, quiere ser, por tanto, un instrumento de divulgación, para que todos los portuenses puedan conocer la historia de sus calles, de sus tierras, de sus playas, de sus gentes. Es decir, con su carácter divulgativo, quiere facilitar los caminos de todos los que aman El Puerto, tanto nativos como amigos y visitantes de la ciudad.

galera_wyngaerde_puertosantamariaLas raíces de El Puerto se remontan a la antigüedad clásica, pero sus brotes más  genuinos comienzan en la Edad Media. Alfonso X aparece en la ciudad en el siglo XIII y, pocos años después, concede la Carta Puebla de la fundación de la ciudad. En el siglo XIV, queda ligada a la Casa de Medinaceli y se construye la Iglesia Mayor Prioral. En el siglo XVI, la población alcanza los 6.000 habitantes y se construyen los conventos de la Victoria, de San Francisco, del Espíritu Santo y de la Concepción. En el XVII, ya existe un núcleo central perfectamente urbanizado. En el XVIII, surge la ciudad diseñada de forma reticular tal como la conocemos hoy.  El siglo XIX es el de la eclosión de las grandes bodegas catedrales. Y el XX y el XXI, los de la explosión demográfica con cerca de los 100.000 habitantes.

El gran interrogante ha surgido en la primera década del siglo XXI. ¿Qué puede ofrecer la ciudad a sus cerca de 100.000 habitantes? El Puerto debe utilizar su privilegiada situación geográfica, con tres elementos de excepcional interés en el siglo que acabamos de comenzar: el turismo, con su patrimonio histórico y artístico; el comercio, con sus grandes áreas mercantiles y la riqueza autóctona de la industria vinícola y piscícola con un incremento racional de sus inversiones. Por eso, la imaginación de sus gobernantes deben ponerse en marcha sin demora.

El gran acicate, sin embargo, tiene que ser el objetivo prioritario de la educación de sus niños, adolescentes y jóvenes para el reto que se avecina y que se llama Europa.  El libro abunda en todos estos temas propiciando la lectura con reportajes periodísticos, artículos literarios,  crónicas históricas y acontecimientos legendarios.

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Plano de Miguel Palacios y Guillén (1845)

LA OBRA: 142 CALLES.

La obra está distribuida en 142 calles, integradas en las letras correspondientes y orden del alfabeto castellano. Constituyen 21 Capítulos, ya que hay letras que no contienen ninguna calle. Las calles del casco histórico antiguo ocupan cada una un puesto diferente. Las barriadas modernas, que han ido surgiendo a través de la historia, también tienen su espacio, pero sus calles están incluidas en ellas. Existen también lugares, ejidos, baldíos y bujedos que tienen sus nombres insertos en cada uno de ellos. Igualmente ocurre con los pagos, las playas, las huertas, los huertos, los cortijos, donadíos, etc.  Por todo ello, podríamos hacer un elenco de otros 200 nombres referidos en la obra.

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Cabecera del nomenclator de 1904.

Hay que indicar, asimismo, que cada calle ha ostentado a través de su historia diversos nombres. Son importantes porque constituyen los distintos momentos de la historia de cada calle. De cada uno de esos nombres, ofrecemos las razones que movieron a que cambiaran la denominación, aunque los más populares los aportó el pueblo y no acusan razones oficiales que lo avalen.

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Vista aérea de la década de los cincuenta del siglo pasado.

Otro de los datos destacables es la configuración de las calles portuenses. Responde al diseño reticular que los arquitectos portuenses hicieron de las calles de la ciudad. Son calles, por lo general, rectas, largas, con aceras y travesías de continuos cruces. En su tiempo, debió significar un avance extraordinario. Ciertamente, contienen un hálito de elegancia y grandiosidad, aunque con el tiempo han quedado menguadas para en tráfico que tienen que soportar.

autores_calles_elpuertosantamariaLos autores de la obra son: del texto, Juan Leiva Sánchez (izquierda), profesor de Lengua y Literatura, periodista y escritor; y de las fotografías, Cristóbal Leiva Fernández, (derecha) funcionario de Banca y fotógrafo. Ambos están avalados por una larga experiencia: el primero con más de veinte obras publicadas; el segundo, con un elenco de premios recibidos en toda España.

El abogado, periodista y político liberal Ángel Urzáiz Cuesta, nació en nuestra Ciudad en 1856, hijo del brigadier de de la Real Armada y secretario del Rey Antonio de Urzáiz y Castro (de origen navarro) y de María de los Dolores de la Cuesta y Núñez y murió en Madrid el 1 de mayo de 1926, con 70 años. Después de un período de estancia en Vergara, pasó a vivir en Madrid, donde estudió Derecho, al tiempo que alternaba sus estudios con trabajos para la Prensa, en medios tales como El Correo, Los Debates y la Revista de España. En 1908 fundó el diario La Voz de Vigo, de carácter liberal.

Quien conozca algo de la historia pontevedresa caerá en cuenta de lo trascendente de una operación que dará al distrito vigués su diputado casi vitalicio y su gran cacique, superinfluyente, desde aquí hasta su muerte: Urzáiz e Iglesias Añino, respectivamente. Aquel año de 1881, de hecho, comienza el turno formal a nivel de la gran política, pero se inaugura también la permanencia caciquista al otro nivel de la política "menuda", tan inexplorada, comúnmente, por los historiadores. Tan reveladora.

adelacadaval_puertosantamariaCasado con Adela Cadaval y Muñoz, señora del Pazo de Cadaval de Nigrán, celebró su boda en 1883. Con la entrada de Urzáiz en la familia Cadaval, entró como apellido de varonía en la línea sucesoria del señorío de Nigrán (Pontevedra) --si bien por breve tiempo--, dando lugar a un periodo de especial relevancia social y una definitiva configuración arquitectónica al a partir de entonces llamado Pazo de Cadaval-Urzáiz. Tuvo dos hijos: Elodia y Joaquín Urzáiz Cadaval.Fue diputado liberal por Pontevedra en las elecciones de 1881, escaño que repetiría en todas las elecciones celebradas hasta 1920, siendo nombrado por el Rey Senador con carácter vitalicio en 1922, permaneciendo apenas cuatro años hasta su fallecimiento en 1926. Su primer cargo público fue el de Gobernador de Córdoba, para luego ser Intendente en Cuba, mientras fue española.

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Suelto satírico dedicado en ABC a Urzáiz

El grupo de exploradores de Chamberí
ha elegido presidente a D. Angel Urzáiz.
Y está muy bien ¡que caramba...!
Ser quiso este Urzáiz feliz
jefe y ya lo fué por chamba...
(Es decir, por Chamberí).

Subsecretario de Gobernación en 1887, fue ministro de Hacienda en tres ocasiones, durante la regencia de María Cristina de Habsburgo-Lorena y durante el reinado de Alfonso XIII. La primera vez, con el presidente de gobierno Sagasta, del 6 de julio al 19 de marzo de 1902; más adelante, del 26 de junio al 18 de julio de 1905, asumió la cartera de Hacienda en el Gabinete de Montero Ríos, del que se vio obligado a dimitir por la concesión de determinados créditos destinados a paliar la crisis que se daba en Andalucía; de nuevo accedería al Ministerio de Hacienda el 9 de septiembre de 1915 en un Gobierno formado por Romanones y en que intentó realizaciones importantes referidas a la Ley Azucarera, a la de Alcoholes, Comunicaciones Marítimas, Deuda Exterior y otras; pero el 25 de febrero del siguiente año 1916 debía dejarla, ya que Romanones designó a otro Ministro para el cargo.

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La calle Ángel Urzáiz, un estrecho callejón que cruza la calle Larga a la altura del Hotel Monasterio.

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migueldelpino_puertosantamariaMiguel del Pino nace el 20 de julio de 1920 en la calle de la Fuente. Su hermano Manolo, “El Niño del Matadero” novillero, fue quien le inculcó la afición por el mundo del toro. Lo tenía en muy alta estima, era su referente en la familia, huérfana de padres, y  en el toreo.

Con diez años se estrena en los espectáculos taurinos (aquel fue un espectáculo entre cómico y serio), dando muerte a un becerro de la ganadería de Francisco Chica, con reses procedentes de la Ganadería de Villamarta, el 10 de agosto de 1930. En los carteles aparecía como “Niño del Matadero II» alternando con Antonio Suárez. Su hermano Manolo fue el Director de Lidia. En noviembre, el día 16 del mismo año, aparece de nuevo en los carteles, aunque solo anunciado con la letra “M”, dado que los menores de 16 años no podían torear. Como quiera que la autoridad gubernativa se dio cuenta del ardite, no autorizaron el festejos, siendo sustituido por su hermano Manuel, aunque Miguel salió a dar unos lances al novillo.

CON LA EDAD REGLAMENTARIA.
La Guerra Incivil impide su desarrollo como torero. No es hasta el 17 de octubre de 1937,  con toros de la Marquesa Viuda de Villamarta, que Miguel aparece con todas las de la ley en la Plaza de Toros de El Puerto.

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Miguel del Pino, con apenas 10 años, con su hermano Manolo, al quite por lo que pudiera pasar. (Foto Sánchez Pérez. Plaza Real. MMA).

Allí cortará dos orejas y el rabo al becerro que toreó en el Festival celebrado a beneficio del llamado Auxilio Social en el que actuó junto a Manolo Rodríguez, de Cádiz; José Blanco, de San Fernando y su hermano Manolo, que aparece como una sombra protectora del joven torero. Hizo Levante, que no deslució del todo la fiesta. La costumbre de pedir la llave del toril la hizo la amazona Charo Jiménez Hernández, a la que acompañaba el entonces joven pintor Juan Lara Izquierdo. La presidencia femenina estuvo compuesta por María Paulina Varela Gilabert, Luli Martos Cepillo, Angeli Lara Febrés y María Teresa Jiménez Hernández.

En 1938, el 3 de julio, se estrena con un traje de luces en la vecina población de San Fernando, otra vez con José Blanco y con Paquito Casado y con novillos de Villamarta, siendo un éxito en cuanto a trofeos. Y vuelta a El Puerto junto a Paquito Casado y Paz Domínguez, también en julio.

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Miguel del Pino, acariciándole el pitón al toro... (Foto: Plaza Real. MMA)

El año que finaliza la guerra torea en El Puerto con picadores: el 16 de julio de 1939, con toros de Muruve. En aquel espectáculo tiene por compañeros a Rafael Ortega “Gallito” y Pepe Luis Vázquez. Mala suerte: “Peleón” su primer novillo y tercero de la tarde le causó una grave cornada en la garganta. Y al año siguiente, en 1940, con apenas tres novilladas se presenta el 15 de agosto en Madrid, junto a Rebujina y Manuel Calderón. Una semana después, también en Madrid, alternará con “Gallito” y “el Boni”, luego vendrían las plazas de Sanlúcar, Jerez y Sevilla.

mdepino_alternativa_puertosantamariaLA TEMPORADA DE 1941.
Con 46 espectáculos en 1941, ese año será el mejor para la carrera del torero. Mató 97 reses, cortó 66 orejas y 12 rabos. Fue en el último tramo del año cuando se sitúa en el primer puesto del escalafón de los novilleros. Destacó la corrida en Zaragoza, el 8 de junio, con tres vueltas al ruedo en el primero y las dos orejas y rabo en el segundo; lo llevaron a hombros hasta la Basílica del Pilar. El 21 de agosto, en la capital de España, durante un mano a mano con “el Boni” da ocho vueltas al ruedo y consigue tres orejas. En 1942 torea 3 espectáculos menos: 43. (En la imagen de la izquierda, recibiendo la alternativa de manos de Manolete. Foto: PLaza Real. MMA).

1943: LA ALTERNATIVA.
En Algeciras, el 14 de junio de 1943, recibe de manos de Manuel Rodríguez “Manolete”, la alernativa, ante Pepe Luis Vázquez, con el toro “Clavellino”, de la ganadería de Juan Enrique Calderón (procedencia de Veragua). Brinda el toro a Carlos Terry, obteniendo las dos orejas y el rabo. En El Puerto, el 15 de agosto del mismo año, actúa ante sus paisanos en la Plaza Real, junto a “Manolete” y “el Andaluz”. Los toros fueron de la ganadería de Carmen de Federico. Termina la temporada con solo siete corridas.

mdepino_pitonapiton_puertosantamaria1944: UNA GRAVE COGIDA.
El 8 de junio, durante una corrida del Corpus en la plaza de toros de Cádiz, Miguel del Pino resulta cogido grave, al darle unos lances con la capa al sexto de la tarde, de la Ganadería de Isaías y Tulio Vázquez. Miguel pierde las corridas contratadas, entre ellas la confirmación de la alternativa. que retrasará hasta el 12 de octubre de 1944, con toros de Concha y Sierra, la recibe de manos de “Gallito”, completando el cartel “el Albaicín” y el rejoneador portugués Simao da Veiga. (En la imagen, portada de la revista humorística y taurina, De Pitón a Pitón).

Miguel guardó siempre silencio, al menos públicamente, de por qué no vistió el traje de luces en 1945. En la Enciclopedia del Toreo, el Cossío, dice en su biografía que «si alguna vez pudo hacerlo, fue recusado por quien podía imponer su voluntad». Tres corridas al año siguiente a pesar de su espectacular reaparición, cuatro en 1948, con una grave cogida en El Puerto el 29 de agosto. En 1949, agotadas las posibilidades de torear en Venezuela, Miguel ve que no recupera el sitio que siempre tuvo, y a partir de entonces solo toreará en festivales, cada vez menos. (Foto: Plaza Real. MMA)

cartel-feria-1948PRIMERA REAPARICIÓN COMO NOVILLERO.
Miguel no cejará en su empeño y reaparecerá como novillero en 1953. Y de nuevo surge la expectación en El Puerto y los triunfos en las plazas. No son muchos los espectáculos en los que torerará tres corridas en El Puerto y una en Sevilla. En 1954 son seis las novilladas y en 1955 se reducen a dos. Un éxito fugaz, pero éxito al fin, aunque no lo que quiere el torero. Miguel lo deja. ¿Que Miguel del Pino lo deja?. (En la imagen, cartel de la Feria de 1946. www.laplazaral.net).

SEGUNDA REAPARICIÓN: 1959.
«Vuelvo porque siento nostalgia de los ruedos. Porque soy un enamorado de mi profesión y tengo unas ganas de torear que no puedo reprimir», afirma a la prensa a la que, cuando le pregunta si la edad es un obstáculo, dice que «los toros no piden el carnet de identidad». El 24 de mayo de 1959 reaparece junto a dos jóvenes novilleros: Antonio González y Emilio Oliva. Miguel tenía entonces 39 años. Ambos le brindan el toro a nuestro torero y él les devuelve el brindis en la muerte de su segundo. Sin mucha suerte. La faena la bordó en el primero de su lote con dos orejas y el rabo.

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De izquierda a derecha, Paco Camino, Miguel del Pino y emilio Oliva, en la última corrida celebrada el 21 de junio de 1959. (Foto: Plaza Real. MMA)

Una segunda corrida, la última, con toros de José Luis Osborne, en la terna junto a Emilio Oliva y Paco Camino, sería el 21 de junio del mismo año, donde Miguel es golpeado por el toro, y sangra de forma violenta por boca y nariz, aunque consigue matarlo y dar la vuelta al ruedo.  En su cuarto toro, Miguel es enganchado y volteado, con resultado de fractura del brazo izquierdo y la nariz, heridas y magullamientos. Allí llegó el final, pero con vida.

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Miguel del Pino, de ujier en el desaparecido Teatro Principal, durante una celebración de las Fiestas de la Hispanidad. En primer término, el mantenedor de las Fiestas, Almirante Gener Cuadrado y la Reina de las Fiestas. A la derecha, Serafín Álvarez-Campana. (Foto: Archivo Municipal).

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Miguel recibe de la insignia de la Ciudad  impuesta por el alcalde, a la sazón, Manuel Martínez Alfonso, el 09 de octubre de 1976, durante un Festival Homenaje en el que participaron primeras figuras del toreo. (Foto: Archivo Municipal).

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Paseíllo de los diestros que colaboraron en el Homenaje a Miguel del Pino celebrado en la Plaza de Toros, en octubre de 1978. Podemos ver a Manolo Vázquez, Rafael de Paula, Miguel Baez 'Litri`, entre otros. (Foto: Archivo Municipal).

Miguel continuaría en activo en el mundo del toro, como asesor de la presidencia de los festejos en la Plaza Real, mientras compatibilizaba su trabajo como ujier en el Ayuntamiento portuense. El que había sido figura en los ruedos y protagonista de los festejos, ahora ayudaba a dar brillantez a otros actos y festejos de la ciudad que lo vio nacer. Murió el 9 de julio de 1992, a punto de cumplir 72 años.

soledadladelcepillo__lastablas_puertosantamariaEste viernes 29 de enero, en el tablao madrileño de Las Tablas (en plena Plaza de España), actúa a partir de las 23:45 horas nuestra voz más jóven y de tradición más antigua, la de Soledad la del Cepillo, acompañada a la guitarra por Niño Manuela, dentro del II Ciclo de Cante Joven. (Tlf. 915 420 520).

«¡Eso no se aprende, se trae!». Así contestaba su tía la Momi, a su otra tía, La Pijota, que preguntaba a Soledad siendo una niña, que de dónde había aprendido lo que acababa de cantar. La Momi, hija de Alonso el del Cepillo, con eso, estaba formulando toda una teoría de la tradicionalidad, con más enjundia, si cabe, que cuando la formuló Don Ramón Menéndez Pidal. Porque Soledad la del Cepillo, que ha adoptado el mismo nombre que su tatarabuela, tiene veinte años, pero lleva a sus espaldas, la tradición de siete siglos en los romances o en los corridos, en las bulerías de “Papagayos, ruiseñores»... que ya canta Melibea en La Celestina, en las nanas de la adúltera, en las soleares de su tatarabuela, o en las soleares corridas y paralelísticas, en las siguiriyas de su bisabuelo Luis el Viejo del Cepillo, en los tangos de la Catalina que ya circulaban en la tradición en 1562, las gilianas de su tía abuela Jeroma la del Planchero, en las tonás de su familia fragüera...

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Soledad, junto a los profesores Ana Valenciano y Joseph Snow, en la Fundación Menendez Pidal, durante un homenaje a Diego Catalán.

Soledad, a base de sacrificios, ha cursado sus estudios medios, estudios de piano, de canto lírico, de flauta traversera, lleva por delante su trabajo y no ha renunciado a ser lo que es: gitana y sacar adelante, como un último eslabón de una estirpe gloriosa, todo lo que se ha ido amasando en su casa, a costa de silgos. Tiene conciencia de descender de aquel Pedro Bermúdez portuense, preso, en la noche aciaga del 30 de julio de 1749, por el hecho de ser gitano, y condenado a las minas de azogue y, por eso canta, en primera persona, la toná de «Los gitanitos de El Puerto...» heredada como una crónica de familiares desventuras.

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Soledad, entre el autor de esta nótula, Luis Suárez y el periodista Carlos Herrera.

Llenar un escenario, en soledad, con majestad, porte y hechuras, es ya, de por sí, difícil. El repertorio de Soledad no procede del mimetismo discográfico, sino de su casa, de la tradición repetida, inculcada con reiterados actos inconscientes, que dejan su poso, que rediviven los siglos. Porque, como decía su tía La Momi, eso no se aprende; se trae. En la masa de la sangre, añado yo. (Texto: Luis Suárez Ávila).

Nótula biográfica y ancestral de Soledad la del Cepillo, núm. 155, en Gente del Puerto, pulsando sobre estas líneas.

Tiene 94 años. Es conocido por Pepe Guindate por su padre, Abelardo González Franco “El Manco Guindate”. Pepete, como también se le conoce, es el menor de cinco hermanos, hijos de Abelardo González Franco y Manuela Gutiérrez, ambos naturales de El Puerto. Familia de ricos agricultores antiguos de El Puerto, poseían fincas de labor en propiedad y arrendadas, casa grande con granero y cuadras en El Ejido de San Juan, negocios de transporte con carros, tanto de mulos como de bueyes, teniendo en exclusiva el acarreo de carbón de la Serranía de Cádiz a El Puerto. Aunque los abuelos siempre habían vivido de las rentas, la siguiente generación empezó a conocer la decadencia, lo que les llevó a empezar a vender patrimonio y a empezar a tener que valérselas por si mismos.

Pepe nace el 23 de Enero de 1916 y se bautizó en la Iglesia Mayor, Prioral de los Milagros. El primer colegio al que fue era Casa de Rosita, en la Calle Luna, encima del almacén La Giralda. Allí hizo la primera comunión con 9 años, en 1925. Aquel pequeño colegio tenia una directora y sus dos hijas, Rosarito y Paquita. Las tres eran profesoras, las hijas de las niñas y la madre de los niños.

Almacén la Giralda y, en el piso superior, el colegio donde hizo los primeros estudios.

De allí paso a Bellas Artes, con Felipe Lamadrid, y luego a otro con el profesor Ezequiel Hernández, que estaba en la Plaza de Isacc Peral, enfrente del ayuntamiento. Posteriormente pasó a otro colegio con Don Antonio y Doña Leonor, este colegio estaba en la calle Palacios. Ese fue su último centro de enseñanza al que acudiría

Con 14 años se fue al campo, a la Finca Laborda, donde estuvieron 4 años de rentas. Su dueño era José Repeto. Se quitó del colegio un sábado y el domingo le pusieron los calzones empalmaos (antes utilizaba calzones cortos) y le dieron un máquina de recoger heno y ya le fueron poniendo según la faena que iba saliendo en el campo, ya que estaba hecho todo un hombre.

Compro su padre un tractor “Dhery” que le costo 12 mil pesetas, en el año 1928, que utilizaba su hermano mayor Abelardo y Pepe se encargaba de ayudarle para poner la maquina para la siega, de manera que fuese el “jase” funcionando correctamente. El tractor servia para arar, hacer “cohecho” y sembrar. El tractor había sustituido al mulo de toda la vida.

Con 17 años tomo de rentas la finca “La Dehesilla” situada en el término municipal de Rota, en 1935 y en el 1936 se incorporó al Ejército el 2 de Febrero. Se fue voluntario al Depósito de Cría y Doma del Ejercito de Tierra en Jerez de la Frontera, por su conveniencia al estar mas cerca de su casa.

En la foto de cabo en 1938 en Jerez

EL SERVICIO MILITAR Y LA GUERRA.

La tranquilidad que esperaba se rompió el 18 de Julio con el golpe militar y la primera guardia que se hizo en el cuartel le tocó a él hacerla, a la 9 de la mañana. En noviembre del 1938 fue a destinado al Regimiento de Cazadores de Tardix núm. 7 de Sevilla, donde le cogieron junto a otros 8 soldados para formar parte de la escolta del Coronel Utrilla, Jefe de la Segunda División de Caballería, que estaba en Córdoba. Con el estuvo en Córdoba hasta finalizar la guerra, y algunos meses mas. A finales de Julio de 1939 volvió al cuartel de Jerez. En total estuvo en el ejército 3 años y 8 meses, desde Febrero del 36 a Octubre del 39

CONOCE A SU MUJER.

Volvió con su padre a La Dehesilla, a las faenas de la finca. Estando ya en la finca le hablaron de una moza de 16 años que estaba en la finca de al lado, justamente en la cañada de por medio entre las dos finca. Allí fue una y otra vez hasta que consiguió hablarle, le costó mucho trabajo, ella no se fiaba mucho de él porque era porteño. Esta joven roteña que se llamaba Trinidad Peña Benítez era la única hija de una familia de 6 hermanos. Poco a poco fueron hablando y en noviembre de ese año ya se hicieron novios formalmente. Le habló cuatro años y se casaron el 27 de Septiembre de 1943, en plena Feria de Sevilla de San Miguel. En la Iglesia de Ntra. Sra. de la O. Les casó el padre Cristóbal, que era de Arcos. La boda fue rápida y luego tiraron para Jerez en un taxi de El Puerto, de Manolo Rebollo. Les acompañó su cuñado Antonio Gil Muñoz. En Jerez cogieron un tren y se fueron a Sevilla donde llegaron a las 3 y pico. Se alojaron el Hotel Oriente, cerca de la Plaza Nueva. Allí estuvieron 4 días, coincidiendo con la Feria donde fueron varias veces. El festejo de toma de dichos, que se celebraba justo antes de la boda, se llevó a cabo en la casa de la novia que estaba en la calle Castelar, 21 en Rota. Asistieron gente de El Puerto y de Rota, mucha. Un festín por todo lo alto.

Recién casado, a los 2 meses tuvo la calentura del Tifus. "--A los 9 meses y 5 días justo nació mi primer hijo, Antonio, el 5 de Junio 1944. Abelardo, el siguiente hijo nació en el 1947, el año de la explosión de Cádiz y también el año de la muerte de Manolete", recuerda Pepe. Luego nacería Pepe, en el 1949. En 1951 nacerían dos gemelos Manuel y Rafael, Manuel fallecería al mes y pico de nacer. En 1953 tuvieron otro hijo al que llamaron Lolo. La primera hija, Trinidad, nacería en el 1958 y finalmente Loli nació en 1963.

Pepe con su esposa Trinidad

Desde la llegada de Pepe del servicio militar y su reincorporación al campo, su padre delegó en él la responsabilidad de llevar en la práctica la dirección de la finca, las relaciones con los trabajadores y con el personal en general, el control de la siembra etc. Estaban en esta tarea su hermano Manuel y él, pero quien estaba al frente era él.

A CARGO DE LA FINCA.

A principios de los años 50 su padre se va al Puerto y él se queda a cargo de la finca hasta que llegaron los americanos en el 54. La finca de Pepe fue de las expropiadas por el gobierno del General Franco. Aunque no le expropiaron al finca entera, solo parcialmente: de las 300 hectáreas, expropiaron 110. Pepe se trasladó entonces a un rancho que hizo en la otra punta de la finca, en Las Marismas y parte de La Dehesilla, que la siguieron sembrando hasta 1965. Recuerda que costó la casa 32.000 pesetas. La hizo Rebujina y Bartolito, contratistas roteños. La casa posteriormente la fue agrandando haciendo estancias para las vacas, haciendo una pequeña nave para meter los motores bajo techo de uralita, etc.

Los padres de Pepe Guindate, Abelardo y Manuela.

Con 66 años se jubila. Lo tenía que haber hecho a los 65 pero tenía a su cargo a 5 trabajadores y esperó hasta que llego una nueva normativa. Su amigo José Peña Real que era el guardacampo y estaba en la Hermandad de Labradores le arregló los papeles. Entonces se pudo jubilar ya cobrando la pensión. Al cargo de la finca se quedaron sus hijos Pepe y Abelardo. A este último le dio Colonización, unas tierras, y se fue allí, quedando Pepe al cargo de la finca.

Siguió viviendo en el rancho hasta que en 1960 se traslado a vivir a Rota, en la calle Castelar, 21 para vivir el resto de su vida tranquilo. Al campo iba de visita cuando le apetecía. Al principio iba a menudo y poco a poco a poco ya fue yendo menos.

pepeguindate_puertosantamariaPepe tiene una gran familia que se compone de 6 hijos , 17 nietos y 8 bisnietos y otro que viene en camino. De los nietos 12 están ya casados. Pepete sorprende con su gran memoria. Se acuerda de datos y nombres, con pelos y señales, de muchísima gente que ha conocido en su vida. Se conoce los nombres y las medidas de todos los cortijos de la campiña. Es un gran entendido en caballos y distingue los hierros de las distintas ganaderías de Andalucía.

En la actualidad tiene 94 que cumplía exactamente ayer, 23 de Enero de 2010. ¡Felicidades Pepe! (Textos: Javier Ros).

Ver la historia del padre de Pepe, en Gente del Puerto: Abelardo González Franco. El Manco Guindate o El Manco de los Cuatro Mil Reales, pulsando aquí.

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miguel_nino_bengala_puertosantamariaUn día del mes de julio de 1958 conocí a un venerable gitano. Se llamaba Miguel Niño Rodríguez "El Bengala". Estaba sentado, al fresco, en el sardinel del zaguán de su casa en la calle Pagés del Corro de Triana. Me dijo, nada más conocerme, que él descendía de El Puerto y le presté gran atención. Me contó que su tatarabuelo fue Pedro Niño Boneo "El Brujo", nacido en El Puerto en 1819 y artífice de una siguiriya y una toná que llevan su nombre y que eran desconocidas por todos. "El Bengala" las conservaba y dio cuenta cabal de ello en la III Fiesta del Cante de los Puertos en 1973. Conocía, además, la toná de los Pajaritos y un sin fin de romances de tipo épico e histórico que debía a su memoria y a la tradición recibida de, por lo menos, su tío bisabuelo, Juan José Niño López, el más completo romancista que se ha conocido en todo el mundo hispánico y que había nacido en El Puerto en 1859.

La familia de "El Bengala" marchó de El Puerto a Sevilla, por una cuestión que tuvo su tatarabuelo con un tal Joaquinillo El Farolero, cuya historia cantaba “El Brujo” como un león herido, cada vez que se acordaba de que a su hija Salud la había perdido el tal Joaquinillo:

miguelninoelbengala3_puertosantamariaPor tristes cuarenta reales
Y unos zapatitos moráos,
Joaquinillo El Farolero
Tu jardín ha marchitáo.

(Dibujo a la izquierda de Miguel Niño, de LSA).

En Sevilla, se instalaron, primero, a la calle Artemisa, en la Puerta Osario, donde tuvieron fragua y, luego, se incorporaron a Triana, donde se vivieron  en la calle Pureza, 127 y pusieron fragua en el Monte Pirolo y, luego, en la Huerta del Carmen, en el mismo sitio donde ahora está la Torre de los Remedios y antes la Sala de Fiestas “El cortijo de El Guajiro”.

Allí estaba la fragua de Manuel Sacramento Niño, su abuelo:

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¿Qué es aquéllo que reluce
por cima de aquellos cerros?
Es la fragua e Sacramento
Que está machacando hierro.

(A la izquierda, 'el Bengala', vestido de luces).

"El Bengala" fue novillero, banderillero en la cuadrilla de su primo Joaquín Rodríguez "Cagancho", ayudante de fragua (machacador y follador --de fuelle--) modelo en la Escuela de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, vendedor de aceitunas en el mercado de la calle Feria, cantaor de ventas y colmados, camarero, albéitar, además de corredor de cuatropeas.

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(En la imagen de la izquierda, José Miguel Carmona, de Ketama).

Estaba rebelado porque su hijo Joaquín le había salido boxeador y llegaba a su casa con unas palizas mortales y la cara echada abajo. Sin embargo, bendecía el que su hija Amparo fuera bailaora y se casara con el guitarrista Pepe "Habichuela" que, a la postre, fueron padres nada menos que de Josemi Carmona, el de "Ketama".

Con "El Bengala" tuve una grandísima amistad. Me relataba toda su genealogía portuense desde un oscuro Pedro Niño Ximénez, nacido en 1621, hasta él mismo, como un escolar recita la lista de los reyes godos. Cuando en 1974 yo lo tenía anunciado para la IV Fiesta del Cante de los Puertos, me llegó un telegrama diciéndome que no podría actuar porque se encontraba mal. A los pocos días murió y yo no me lo creía, porque para mí que era inmortal. (Texto: Luis Suárez Ávila).

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franciscolameyer_deraimundomadrazo_paris_1866Pintor, dibujante y grabador, Francisco Lameyer y Berenguer, nace en El Puerto de Santa María en 1825, localidad a la que llegó su abuelo, natural de Bremen, como vicecónsul de Prusia. En 1839, Lameyer llega a Madrid, traído por su tío el general de la Armada Dionisio Capaz, al quedar viudo. Con catorce años Lameyer ingresa en los talleres de Vicente Castelló. Su facilidad para el dibujo, le lleva rápidamente a colaborar en publicaciones de la época y en 1841 se matricula en la Academia de San Fernando, hasta 1843, dejando constancia por un ejercicio que allí se conserva y firmado al reverso por su maestro, Juan de Ribera. En aquel tiempo, contrajo matrimonio con Isabel Soriano, sobrina del Conserje de la Academia y tuvo dos hijos, Francisco de Paula y Alfredo, muertos ambos a temprana edad. (En la imagen, Francisco Lameyer, en un cuadro pintado por Raimundo Madrazo en París, en 1866).

Aquel mismo año 43 ingresa en el Cuerpo Administrativo de la Armada, ocupación militar que le llevará en 1848 hasta Roma - una vez eliminado en las oposiciones como pensionado en la lameyer_firma_puertosantamariaAcademia - para socorrer al Papa Pío IX en la revolución italiana y en 1854 como destinado en Filipinas, en su aifición por los viajes a países exóticos para descubrir el Lejano Oriente. (A la izquierda, firma del pintor).

Ascendido a Comisario de Guerra en 1856, y Ordenador de Pagos del Apostadero, regresa a España en 1859 para abandonar por motivos de salud su carrera militar en 1861. La fortuna dejada tras el fallecimiento de su tío Dionisio Capaz, le posibilita viajar hasta África en 1862, tras la guerra hispano-marroquí, para coincidir con Fortuny en 1863.

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Su viaje con Fortuny a Marruecos hará que el colorismo y los temas árabes sean sus favoritos, como el Asalto a un barrio judío, en la imagen. El estilo suelto y rápido de Delacroix también le llamará la atención. De su producción sólo conocemos unas diez obras, destacando sus copias de Goya y sus litografías en un estilo totalmente goyesco.

moroscorriendolapolvora_1860_museolazarogaldianoDe vuelta a Madrid, alterna prolongadas estancias en París junto a la familia Madrazo. Una larga enfermedad le lleva a fallecer en Madrid en 1877. Francisco Lameyer forma con Leonardo Alenza y Eugenio Lucas la escuela madrileña costumbrista llamada de "veta brava" en la estela dejada por Francisco de Goya a innumerables seguidores, pero su encuentro con Fortuny en África y su admiración por Delacroix le llevarán al orientalismo como estilo y temática predilecta. (En la imagen, 'Moros corriendo la pólvora'. Museo Lázaro Galdiano. 1860). (Texto: Fernando J. Martínez Rodríguez).

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Boda Judía en Tánger. Madrid. 1875.

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Interior con moros.

Francisco Lameyer tiene una calle rotulada a su nombre en la Barriada Durango.

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Anzonini_puertosantamariaEn una fiesta que se celebró en Cádiz por los años 1928 o 29, Federico García Lorca, relató que allí estaban los Florida, esto es Los Melu, "Que la gente cree carniceros, pero que en realidad son sacerdotes que siguen sacrificando toros a  Gerión". Carniceros, tablajeros, jiferos, gandingueros, matarifes, cabestreros, mozos, porteadores, carreros de todos los mataderos municipales de la Baja Andalucía han sido los forjadores de  este imponente tinglado que es el arte flamenco, en cualquiera de sus vertientes. Cuando yo, por los años 70 organizaba la Fiesta del Cante de los Puertos, no enviaba los carteles y los folletos a los Ayuntamientos de la zona, sino a los Mataderos Municipales. Precisamente porque allí estaban los destinatarios de esas proclamas y no en las oficinas, ni en los despachos de los alcaldes, de los secretarios, de los concejales...más que nada porque no los tiraran a la .papelera sin oficio ni beneficio para nadie. Los  carteles y los folletos eran enviados a donde tenían que ir. (En la imagen, Anzonini, y a la derecha su mujer, María de los Reyes Suárez, conocida como María 'La Churrasca').

No hace mucho tiempo, cuando uno observaba una reunión flamenca, podía apreciar que sus oficiantes eran los mismos que había visto en el matadero, o en un reñidero de gallos, o en la cuadrilla de un torero, o el torero mismo. Y es que son gentes con un sentido polivalente de la vida. Sus modos y maneras los tenían atados al ritual de la tragedia, de la sangre, de la muerte, de formas muy diversas, pero todas ellas revestidas de arte.

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Anzonini, bailando al centro.

Siempre han sido proclives a ser sedes de las más gloriosas y espontáneas reuniones flamencas, las tiendas del Matadero, o las de las Plazas de Abastos comarcanas. Y es que, acabada la jornada, eran inevitables los cónclaves de gente que lo mismo apuntillaba novillos o toros mansos en la manga ignominiosa, que se apuntillaba la madrugada con una siguiriya, o, en un rapto excelso e increíble ,daba una vueltecita por bulerías y se volvía a sentar, como si tal cosa.

anzonini_malcala_2_puertosantamariaA Anzonini, siempre lo recordaré subiendo y bajando las escalerillas del carro de la carne, después de haber descolgado de un garabato media vaca y echársela encima, sobre la capucha de muselina morena y saco, tinta en sangre, y llevar el cuarto del animal a un puesto de la Mercado de la Concepción. Y eso una y otra vez y así todos los días. (En la imagen, Anzonini, dibujo de M. Alcalá).
El Matadero viejo de El Puerto, el venerable edificio de finales del XVII, obra de Francisco de Guindos, fue crisol de muchos cantes y bailes y testigo impasible de ambiciones taurinas, alguna de las cuales cuajaron con notable éxito y de las que ha quedado perpetua memoria.
La estirpe de los "Titi", Bermúdez de apellido, los López, apodados "Tabares" los González Monje, por sobrenombre "Villegas" y un sin fin de gente flamenca tuvo su sede y su menester en el Matadero portuense. Y precisamente de la estirpe de los "Titi", era Manuel Bermúdez Junquera, por apodo "Anzonini de El Puerto", que nació en 1917, y se crió en la Plaza de Abastos, entre las tablas de carne, las tiendas de Enmedio, Milindri, Rábago, Las Delicias, el Cafetín, Los Pepes y el Matadero.

anzonini_malcala_1_puertosantamariaAnzonini, nunca pude saber de dónde le vino el apodo, rubio, con los ojos azules, tenía facciones típicamente gitanas, a pesar de ello.     Su estatura extrema, su delgadez, daban prestancia a su figura que se crecía, nada más cuadrarse y alzar los brazos, con una majestuosidad increíble. Por su rostro siempre desencajado, sobre cuya frente campeaba un mechón rizado de pelo, la boca huérfana de dientes, pasaban las memorias de sus gentes y de lo vivido. Sus pies paseaban, en un espacio mínimo, un baile rodado por los siglos, doméstico, casero. Nada había estudiado en él; todo era improvisado e irreflexivo. Pero también hondo, como un pozo sin fondo. Y es que en su baile surgía , como de un manantial inagotable, lo ancestral y genéticamente guardado en las entretelas de su persona. Ni había en su porte impostura, ni fingimiento, ni afectación, ni jactancia. Aparecía su baile sin aditamentos ni ropajes espurios, creadora e inconscientemente apegado a la tradición, legítima y genuinamente antiguo. (Otro dibujo de Anzonini, Anzonini del Puerto’, "quant à lui, dansait dans sa cuisine et cuisinait en dansant". Realizado por Miguel Alcalá).

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Manolito de la María, Anzonini del Puerto y Paco del Gastor. En la fotografía, tomada en Madrid en 1964, aparece a la derecha el guitarrista flamenco Francisco Gómez Amaya, más conocido como Paco del Gastor, nacido en Morón de la Frontera en 1944. Sobrino de Diego del Gastor, fue el primero de la dinastía de los Gastor que se instaló en Madrid para ser guitarrista profesional, donde trabajó en los tablaos El Duende y Torres Bermejas. Comenzó su camino, antes, en la finca de Donn Pohren, acompañando a cantaores como Antonio Mairena, Juan Talega, Manolito de la María (en la izquierda de la imagen), Fernanda de Utrera o Perrate. En Madrid fue acompañante a la guitarra de Bambino, actividad que alternó con giras junto a Lola Flores, Fernanda y Bernarda de Utrera, Chano Lobato, Miguel el Funi… En la actualidad y desde hace más de 12 años es el acompañante fijo de El Cabrero y enseña guitarra en el conservatorio municipal de Morón de la Frontera. Phil Slight (Nueva Zelanda, 1932) se estableció en Málaga en 1961. Su amistad con Donn Pohren le abrió las puertas al flamenco de Morón. En 1964, Phil compartió pensión en Madrid con Manolito de la María, Anzonini y Paco del Gastor, cuando formaban parte del cuadro flamenco de la Peña Los Gabrieles de Pohren. (Foto Phil Slight)

Pero, además y por encima, Anzonini era un virtuoso de los pitos, con los diez dedos, que ponían el ingrediente preciso, el condimento adecuado y medido a su baile. De sublimes pueden calificarse los chasquidos de sus dedos, a compás. A nadie he visto tocar los pitos con la precisión y destreza de Anzonini. A nadie.
Jaleador ingenioso y oportuno, cantaor por bulerías y soleares y conocedor de un sin fin de cantes, su casa portuense de la calle Pozuelo 21 se convirtió en el santo lugar común del flamenquerío. Por allí pasó todo el cante, todo el baile.

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Un fotogénico Anzonini del Puerto retratado en Lebrija junto a Fernanda de Utrera (1981). Flamenco Project

Su mujer, María de los Reyes Suárez, con la que se había casado muy joven, compartía la afición y las consecuencias. Hija de Salud Suárez Montoya cantaora de fuste y sobrina de María Suárez Montoya, "La Guapa", bailaora de tronío, María la de Churrasca, como se la conocía, vio cómo un mal día a Anzonini lo arrancaron de su primitivismo atávico, lo colocaron en Madrid, en el Tablao de Los Canasteros y, luego en las Cuevas de Nemesio. Se lo llevaron con Pepita Campos, otra bailaora, ya viejecita, de El Puerto. No obstante, merodeó, e incluso se asentó algún tiempo, en Morón donde se convirtió en maestro de baile, y oráculo flamenco, cosa que también hizo, durante una corta etapa en Nueva York, hasta que recaló por Marbella donde puso una tabla de carne. Allí, una pelagarta extranjera lo terminó de arrebatar para siempre. Pero María, su mujer, fiel, amante desmedida, le dio piadosa sepultura en El Puerto. Anzonini murió el 17 de septiembre de 1983. Desde entonces se ha confundido con su tierra, en un pedazo tan chico, como el que le bastaba para bailar. (Texto: Luis Suárez Ávila).

duque_angulema_puertosantamariaLuis Antonio de Borbón, duque de Angulema, príncipe y general francés, exponente de las tendencias más reaccionarias de la Restauración nació en Versalles en 1775. Era hijo primogénito del conde de Artois, que llegaría a ser rey de Francia con el nombre de Carlos X, a quien acompañó al exilio al estallar la Revolución Francesa en 1789. Diez años después se casó con su prima María Teresa Carlota, única hija de Luis XVI y de María Antonieta, que había sido liberada por los revolucionarios en 1795.
En 1823 fue designado por su tío Luis XVIII responsable del ejército expedicionario de los “Cien mil Hijos de San Luis”, destinado a restablecer en España la Monarquía absoluta. La expresión “Cien mil Hijos de San Luis” fue acuñada por el propio Luis XVIII y divulgada por Benito Pérez Galdós al dar título a uno de sus Episodios Nacionales.
Dos días después de que Francia retirase a su embajador en Madrid, es decir el 28 de enero de 1823, Luis XVIII pronunció un importante discurso con motivo de la apertura de las Cámaras, en el que anunció solemnemente que "cien mil franceses estaban dispuestos a marchar invocando al Dios de San Luis para conservar en el trono de España a un nieto de Enrique IV".
La operación encomendada a Angulema se desarrolló con notable rapidez y constituyó un éxito. Veamos su cronología: Por acuerdo de las potencias de la Santa Alianza en el Congreso de Verona de 1822 se decidió intervenir en España y restablecer a Fernando VII como rey absoluto. Dicho y hecho. El duque de Angulema penetra en España el 7 de abril de 1823 al frente de un ejército que se elevaba a 95.062 soldados, divididos en cuatro cuerpos y uno de reserva.

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Grabado que representa una escenas del episodio de la liberación por el Duque de Angoulême y los “Cien Mil Hijos de San Luis ” del Rey Fernando VII, retenido en Cádiz por los liberales por sus veleidades absolutistas.  J.P. Wagner sobre dibujos de Andreas Rossi. Siglo XIX. (Colección J.S.A. Bruselas). Texto del Grabado:
«LLEGADA DE S.A. EL S. DUQUE DE ANGULEMA AL QARTEL GENERAL DEL PUERTO DE SANTA MARÍA EL 16.DE AGOSTO." Al Excmo. S4. José Aznarez Navarro Sanchez y Fuertes. Consegero de Estado. Academico de honor de Nobles y bellas artes de San Luis de la Ciudad de Zaragoza, individuo de la Real Sociedad Aragoneza de Amigos del Pais. Socio honrífico de la de Sevilla y Asistente de esta Ciudad. Yntendente general de Facto de los quatro Reynos de Andalucia y de la Provincia en Comicion.

EL DUQUE LLEGA A EL PUERTO.
Tras recorrer toda España, el 24 de junio llega a El Puerto el denominado ‘ejército de vanguardia’; 3.000 soldados al mando del teniente coronel Luis Fernández de Córdova, y toman la ciudad. Dos días después llegan las tropas francesas, en número similar, al mando del General De Burgoing, que de facto se convirtió en el jefe y gobernador de la población, pese a la existencia de autoridades militares y civiles españolas.
En las Actas Capitulares vemos como el mando en plaza del General era evidente. Dictó numerosos bandos sobre limpieza de calles, autorización de espectáculos, alojamientos, arreglo de cuarteles y construcción de barracones en el Castillo de Santa Catalina y cerca del Puente del Río San Pedro.
Por fin el 7 de julio llega el grueso de la expedición, con el propio Duque de Angulema al frente. Y decidieron descansar mientras se negociaba la liberación de Fernando VII, confinado en Cádiz por los liberales. Angulema permaneció en El Puerto hasta el 2 de octubre, fijando su residencia en la casa de Francisco Pavón (Larga, 67). Su Mayor General en la de Terry y el embajador de Francia en la de Nicolás Böhl de Faber (San Bartolomé, 44). Los criados y dependientes en la finca de Luis de Córdoba.
Angulema contaba con varios barcos que podían cortar las comunicaciones marítimas de la ciudad de Cádiz donde permanecía rehén Fernando VII, y colaborar con las fuerzas terrestres en las operaciones que se disponían a llevar a cabo. Las Cortes y los gobiernos que se sucedieron en aquel verano de 1823 no fueron capaces de encontrar soluciones para evitar su caída y la ayuda inglesa que se esperaba no iba a llegar. Sólo la Milicia Nacional se mostraba dispuesta a resistir hasta el final. Ante tales circunstancias, los liberales parlamentaron con Fernando VII y con Angulema por separado y aceptaron liberar al monarca si a cambio se prometía el olvido del pasado. Fernando, que incumpliría su promesa nada más verse liberado de sus captores, pudo por fin reunirse con el Duque de Angulema en el Puerto de Santa María el 1 de octubre de 1823.

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Grabado que representa una escenas del  desembarco del Rey Fernando VII y su familia en El Puerto de Santa María el año 1823, retenido en Cádiz por los liberales por sus veleidades absolutistas.  J.P. Wagner sobre dibujos de Andreas Rossi. Siglo XIX. (Colección J.S.A. Bruselas). Texto del Grabado:
«DIA 1 DE OCTUBRE DE 1825. SSMM DESEMBARCAN FELICEMENTE EN EL PUERTO DE S: MARÍA, CON SSAARR LOS YNFANTES." SAS el S Duque de Angulema el SS Duque del Ynfantado y todas las Autoridades los reciben á su desembarque y un inmenso gentío con aclamaciones de gozo veneran al deseado FERNANDO. Segun lo dispuesto por Exmo S. Capitán General de los Reinos de Andalucía se dedica a todos los Españoles Religiosos honrados, amantes y fieles a su amable Soverano el S. D. FERNANDO VII Q.D.C.

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Vista de El Puerto de Santa María, desde el Castillo de San Marcos. Los soldados al mando del Duque de Angulema, en el Patio de Armas del Castillo, al fondo Cádiz y los barcos que traían libre a Fernando VII, después de liberarlo en Cádiz, para llegar a los muelles de El Puerto. (Colección L.S.A.)

CINCO AÑOS MÁS DE OCUPACIÓN.
La misión de “Los Cien Mil Hijos de San Luis” había concluido. Angulema dejo nuestra ciudad, pero algo más de 3.000 soldados y 800 jefes y oficiales permanecieron 5 años más en El Puerto, ocasionándose más perjuicios que beneficios. Además del alto coste del alojamiento de las tropas, que era sufragado por los vecinos con contribuciones especiales, fueron numerosos las molestias e incidentes que se produjeron, hasta el punto de que llegó a producirse un altercado cuando el general francés de turno, alojado en una finca en cuyos bajos se encontraba una tienda de bebidas, llegó a denunciar “los alborotos y bullangas que se producían por la noche a propósito de molestarlo”.
Hasta aquí la importante relación de Angulema con El Puerto. Tras regresar a Francia y al morir su padre en Praga en 1836, muchos legitimistas consideraron como nuevo rey ‘de iure’ al duque de Angulema, con el nombre de Luis XIX, por considerar inválidas las abdicaciones de 1830. No obstante, se mantuvo apartado de la política y nunca quiso adoptar esta denominación. Murió en el exilio en 1844. Está enterrado en la cripta de la iglesia del monasterio franciscano de Kostanjevica (Nova Gorica, Eslovenia). (Texto: Enrique Bartolomé).

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dionisiocapaz_puertosantamariaDionisio Capaz y Rendón nació en El Puerto en 1780 y murió en Madrid en 1855. En 1799 sentó plaza de guardiamarina, embarcando en el Conquistador , que mandaba Churruca, y al año siguiente ascendió a alférez de fragata. Participó luego en la expedición francesa de Leclerc a Santo Domingo, y en 1802 en la Comisión cartográfica que debía levantar los planos del archipiélago griego. Asistió a la batalla de Trafalgar, embarcado en el Bahama, y fue hecho prisionero por los ingleses. Al ser puesto en libertad se reintegró a Cádiz, ascendiendo a alférez de navío, y sucesivamente a teniente de fragata y de navío.

DIPUTADO POR CÁDIZ.
En 1813 fue elegido diputado a Cortes por la provincia de Cádiz hasta el regreso de Fernando VII a España. Fue entonces encarcelado en Madrid y trasladado luego al castillo de San Sebastián en Cádiz, en el que permaneció condenado durante dos años. En 1818 tomó parte en un convoy que llevaba tropas al Callao, teniendo que hacerse cargo del mando cuando el primer comandante cayó enfermo. La expedición fue desastrosa, pues los insurgentes capturaron el María Isabel, buque que tripulaba Capaz, quien, sin embargo, llegó al Callao. Fue sometido a causa, de la que salió absuelto por motivos políticos. Estaba en el Callao cuando el ataque de Cochrane y fue designado por el virrey Pezuela para representarle en las conferencias de Miraflores con San Martín, que no tuvieron resultado práctico (1821). Ese mismo año regresó a España y fue ascendido a capitán de fragata y en 1822 nombrado secretario de la Junta del Almirantazgo y del Despacho Universal de Marina en un Ministerio presidido por Evaristo San Miguel, liberal exaltado, Ministerio que fue apodado de los Siete Niños de Écija.

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Reunión de las Cortes de Cádiz durante el Trienio Liberal.

MAYOR GENERAL DE LA ESCUADRA DEL OCÉANO.
Al producirse la invasión del duque de Angulema se trasladó con el ministerio a Sevilla y luego a Cádiz, fue nombrado mayor general de la Escuadra del Océano y participó en la defensa del Trocadero; caído el régimen liberal emigró al extranjero y no regresó hasta 1832, reintegrándosele en sus grados, ascendiendo en 1835 a capitán de navío y después del motín de La Grania a brigadier.

SENADOR POR TOLEDO Y MINISTRO.
En 1837 fue elegido senador por la provincia de Toledo, afiliado al partido progresista, y al año siguiente promovido a jefe de escuadra. En 1840 fue nombrado ministro de Marina en el gobierno de Vicente Sancho, gabinete que quedó sin efecto. En 1841 se le nombró presidente del Consejo Permanente de Guerra de Generales del Eiército que había de fallar las causas por el levantamiento de octubre del mismo año y, empatados los votos en la del general Diego de León, el suyo fue el que decidió la pena de muerte dada a este, por lo que fue unánimemente censurado. Enemistado por esto con la opinión pública, renunció a su ascenso a teniente general, aunque más tarde lo hiciera valer invocando sus derechos al escalafón.

grancruzsanhermenegildoMINISTRO DE MARINA.
Fue nuevamente ministro de Marina con Rodil y al producirse el levantamiento de 1843 emigró al extranjero, de donde no volvió hasta 1847. Este mismo año ascendió a teniente general. En 1853 fue nombrado vocal de la Junta Consultiva. (En la imagen, Gran Cruz de la Orden de San Hermenegildo, de la que estaba en posesión, además de la banda de dicha orden).

CAPITÁN GENERAL DE LA ARMADA.
En agosto de 1855, elevado a capitán general de la Armada, cargo que desempeñó hasta su muerte, el 27 de diciembre siguiente. Julio Guillén hace de él este juicio: "a partir de Capitán de Fragata su carrera la hizo de Diputado o en la revolución, sin pisar la cubierta de un barco... La intriga y la política le hicieron alcanzar la suprema dignidad de la Armada, en cuya galería -llena de virtudes- no puede figurar sino como despótico, ambicioso y violento". (Texto: Germán Bleiberg).

dionisiocapaz_3_puertosantamariaRETRATADO POR FRANCISCO LAMEYER
Retrato sedente del Teniente general de la Armada, Dionisio Capaz y Rendón (1779-1855), tío de Francisco  Lameyer, vestido con uniforme de gala, casaca con  entorchados, charretera dorada y fajín rojo. El bastón de mando que porta en su mano derecha y las condecoraciones, Banda de la Orden de Carlos III, Gran Cruz y Banda de San Hermenegildo y, sobre la solapa, la Cruz Diadema Real de Marina, replicadas fielmente hasta en sus más pequeños detalles revelan el profundo conocimiento de la Armada por el autor. El retrato fue solicitado por el propio Museo Naval a Capaz en 1853, un año antes de que Francisco Lameyer marchara a Filipinas, con el propósito de albergar entre sus salas a generales y marinos ilustres. Pese a culpar del retraso a su indisposición física, alegada ante el Director del propio Museo Naval en mayo de aquel año, «...teniendo de otro modo que hacerlo –el retrato- en mi casa imposibilitado de andar aunque aliviado de mis males»; en septiembre fue terminado el retrato y el conserje del Museo Naval pasó a recogerlo al domicilio de Capaz, quien por aquellos años vivía con la familia Lameyer en la madrileña calle Arenal, número 12, para mudarse poco después al 18 de la Ballesta, donde aquel viejo general fallecería de pulmonía a los setenta y seis años de edad.

Este recién restaurado óleo sobre lienzo de forma ovalada, situado hoy, y tal  vez como castigo a su carácter en uno de los peines de los fondos de su depósito, pues «...el General D. Dionisio Capaz, era violento y despótico y no tenía ninguna condición de verdadero liberal; la vicisitudes de los tiempos y el turbión de las pasiones políticas, lo arrastraron a figurar en la parte más avanzada del partido constitucional, y allí ocupó el puesto que le correspondía por su buen talento, su vasta instrucción y su osadía. Siendo su último período el que más lastimó su nombre; la Armada no puede presentarlo en el catálogo de sus dignos y notables Capitanes Generales, con los títulos y virtudes de la mayor parte de los que llegaron a esta elevada altura» Francisco de Paula Pavía: “Galería Biográfica de los Generales de Marina»  (Texto: Fernando Martínez Rodríguez).

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“Testamento del Excmo. Sor. Dn. Dionisio Capaz, nombra por  herederos á sus hermanos, cárnales y política”.  Archivo Histórico de Protocolos, Madrid. Dionisio Pérez.

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luisrincon_puertosantamariaLuis era un niño en una posguerra atroz de hambre y oscuridad, monago insumiso, cómplice de estraperlista, militante antifranquista clandestino, obrero fabril, albañil capaz y vecino solidario sin etiquetas. Octogenario, Luís Rincón Noya contempla desde la atalaya de su 3º A de la Plaza del maestro Dueñas, junto a su compañera de todas sus vidas, Soledad, no en balde son progenitores de siete hijos con todos sus avíos, las grandezas y las miserias que la condición humana le ha mostrado a lo largo de su ya luenga existencia. De figura menuda y corazón grande, este lazarillo que fue de ciego, sindicalista orgulloso de su clase, y desengañado de la partitocracia en donde los actores principales y únicos del panorama político son los grandes partidos, se reivindica día a día como amo de casa,  abuelo vocacional y ferviente amante de la lectura, que en sus ratos libres escribe con la bonhomía que siempre ha llevado por bandera. (Ilustración: María Lizaso).

Dice que nació sin habérsele pedido permiso el 27 de marzo de 1929 en la Calle Larga, muy cerquita de casa de señoritos, en el seno de una familia pobre pero muy honrada. Su padre Salvador, que murió cuando el pequeño Luís no levantaba un palmo del suelo, era de oficio “jilaó”. Se dedicaba a elaborar las cuerdas que después usaban los rederos para hacer las redes de pesca, y lo dejó rodeado de mujeres como único varón entre siete hermanos.

segundarepublicaDe una infancia de posguerra repleta de calamidades, de hambre y de incomprensiones, recuerda como a un cuñado suyo, Manolo, que regentaba el bar Los Cisnes en plena Calle Luna, cuando los sublevados contra la República se hicieron con el control de la ciudad, le cerraron el local previo destrozo del mismo que, unido a su reciente viudez hizo que se trastornara por completo recluyéndosele en su casa por loco. Locura convenientemente fingida a instancias de un amigo falangista para evitar el casi seguro fusilamiento que le esperaba si llegaba a curarse.

O cuando un comandante militar de triste memoria en El Puerto, hizo masticar a dos de sus hermanas la bandera republicana por haber asistido a la manifestación del último primero de mayo antes del alzamiento militar. Raro era el día en que no veía a su madre –costurera de pobres- llorar por el fusilamiento de un esposo, un padre, un hermano o alguna amiga o conocida. Su casa, recuerda, durante mucho tiempo fue un velatorio permanente.

--Era horrible ver a la gente por la calle en los años cuarenta morirse de hambre. No en sentido figurado, sino literalmente caerse muertos de hambre”, reflexiona en voz alta este superviviente de la lucha fraticida entre hermanos, al que tocó casi siempre estar en el tramo medio vacío de la botella. La recogida de caracoles, el rebusco en las tinas donde echaban los restos del pescado después de limpiarlos, las labores propias de monago en la Iglesia Mayor Prioral, portear maletas en la estación de ferrocarril y ayudar a los estraperlistas en el transporte de su carga, fueron entre otras, actividades que permitieron tanto a él como a su familia supervivir en aquella sinrazón de existencia.

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En la fotografía, durante la Primera Comunión de su hija Maria Ángeles. Sus hijo Luis y Juan de pequeños, Luis Rincón y su mujer, embarazada de su hija Sole)

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Una foto más reciente, Luis y su mujer. y sus hijas Sole y Maria Ángeles)

Su aprendizaje de la cerrajería y forja, ocupación que le cautivó por encima de cualquier otra, le llevó hasta la primera fábrica de botellas que hubo en El Puerto, y cuando ésta cerró por falta de materia prima como consecuencia de la guerra mundial, entró a formar parte de la plantilla de otra de baldosas que también llegó a cerrar por el mismo motivo. Pero fue su último y definitivo trabajo como albañil en la fábrica de botellas V.I.P.A., en el que estuvo hasta su jubilación, el que despertó su conciencia social y de clase a favor del mundo obrero.

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Impreso de Vidrieras Palma (VIPA) fábrica de botellas existente en el lugar que hoy ocupan viviendas frente a la Casa de la Cultura).

torre_vipa_puertosantamariaSu incorporación al movimiento sindical se comprende con estas palabras: “--Cuando llegué a la fábrica y vi a un centenar largo de hombres trabajando en unas condiciones laborales infamantes, con un calor de muerte y sirviendo a unas máquinas de fabricación automática con medios artesanales, comprendí que la época de la esclavitud aún no había terminado”. Fue Esteban Caamaño Bernal quien a través de Calixto García, compañero de la fábrica, el que le introdujo en la Hermandad Obrera de Acción Católica (H.O.A.C.). En el sindicato vertical de la época fue enlace sindical, jurado de empresa, presidente de la sección social local del Sindicato de Construcción, Vidrio y Cerámica, y vocal provincial de esta misma rama. Colaboró con Esteban, Isidoro Gálvez y su hermano Manolín y otros compañeros de Cádiz, San Fernando y Jerez en la implantación por esta zona del Sindicato Unión Sindical Obrera (U.S.O.). Siente especial admiración y aprecio por Tina Aguinaco y Jaime San Narciso, dos asturianos, profesora ella y médico él, que por sus estudios y formación pertenecían a la clase media, pero que sin embargo, por sus valores humanos estaban más cerca de los pobres que sus propios congéneres. (En la imagen, torre chimenea de la desaparecida fábrica de botellas).

luisrinconnoya_peq_puertosantamariaCon la restauración de la democracia abandonó un tanto desengañado el mundo sindical y político, pero sus inquietudes solidarias le llevaron a impulsar el movimiento vecinal incipiente que se habría paso en esos momentos de apertura del país. Tuvo el honor –según sus palabras- de ser el primer presidente de la Asociación de Vecinos “San Jaime” en la zona de Crevillet. Ahora, tras una larga y trabajada vida de compromiso hacia los demás, su descanso activo lo ejerce como escritor ya premiado en algunos certámenes literarios, manteniendo por siempre el orgullo de haberse ganado la amistad y el respeto de todos sus compañeros en el mundo del trabajo. (Textos: Manolo Morillo).

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francisco-anglada-gallardo_puertosantamariaEn 1906, una de las pioneras fábricas de automóviles en España, la de Anglada Gallardo, había cerrado sus puertas en las instalaciones abiertas desde 1899 en la calle Cielo. La falta de inversores obligó al mecánico Anglada (en la imagen) a trasladar su negocio a Córdoba, donde encontró respaldo económico.

El emprendedor mecánico portuense Francisco Anglada Gallardo  llegó a un acuerdo con empresarios cordobeses para trasladar su factoría de automóviles ubicada en la calle Cielo hasta la capital de la Mezquita cerrando sus dependencias en El Puerto. La “falta de apoyos inversores”, subrayaba, había obligado a Anglada, de origen malagueño, a tirar la toalla. La empresa automovilística comenzó su andadura el 13 de septiembre de 1899 con la construcción de bicicletas marca Hércules y cuyo pintado de los cuadros supuso la primera cadena demontaje conocida en España.

Tras un fulgurante éxito con las bicis, que llegaron a ser premiadas en ferias internacionales, la firma pasó también al invento del siglo: los automóviles, con la ayuda del ingeniero Agustín Scandella, llegando a dar empleo a 40 trabajadores, algunos de ellos procedentes de puntos distantes del país, ante la iniciativa pionera para competir con los automóviles foráneos. La factoría también se especializó en máquinas en general, como el encargo que recibió de la firma de Cervezas Tosar, instalada a principios del siglo XX en El Puerto, con nótula num. 063 en Gente del Puerto.

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Taller Anglada en la calle Cielos, a la izquierda la Parroquia San Joaquín.

La fábrica de automóviles construyó entre 1901 y 1906 unos 24 automóviles, de los que algunos fueron exportados a América y uno de ellos fue adquirido por SM el rey Alfonso XIII.

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Uno de los automóviles surgidos de la fábrica portuense Anglada.

En su catálogo figuraban avanzados modelos de 2 a 4 asientos e incluso un potente ómnibus de 14plazas. Curiosamente, poco antes de la instalación de Anglada, llegó a El Puerto el primer coche comprado por un vecino. Pedro Hernández Cabrera había adquirido en París por 8.000 francos un Renault Freres, que alcanzaba la friolera de 45 kilómetros por hora, aun con el precario estado en que se encontraban los caminos que llevaban a la localidad. (Textos: Fransico Andrés Gallardo).

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Publicidad de Automóviles Anglada, en un carro tirado por semovientes en la Cabalgata y Batalla de Flores que se celebraba durante las Fiestas de Verano en el Paseo de la Victoria. Además vemos propaganda de la Imprenta Luis Pérez Grant, Cognac Terry, Amontillado Pepe Luis, Cervezas Tosar y Restaurante La Alegría.

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mancoguindate_puertosantamariaAbelardo González Franco, era el pequeño de los seis hijos del matrimonio formado por Antonio González  Ávila natural de Medina Sidonia y de Francisca Franco Felices natural de Morón de la Frontera, asentados en El Puerto a principios o mediados del siglo XIX. Familia de ricos agricultores antiguos de El Puerto, poseían fincas de labor en propiedad y arrendadas, casa grande con granero y cuadras en El Ejido de San Juan, negocios de transporte con carros, tanto de mulos como de bueyes, (estos heredados de la familia Felices) teniendo en exclusiva el acarreo de carbón de la serranía de Cádiz a El Puerto.

En la casa de El Ejido de San Juan siempre había alguna celebración de por medio por lo que siempre estaba llena de personas aficionadas al cante y a la buena mesa. Y aunque los progenitores siempre habían vivido de las rentas, la siguiente generación empezó a conocer la decadencia, lo que les llevó a empezar a vender patrimonio para poder seguir llevando el mismo nivel de vida al que estaban acostumbrados.

EL MANCO GUINDATE.
A Abelardo se le empezó a conocer popularmente como “El manco Guindate” debido a la pérdida de su brazo izquierdo con tan sólo 20 años de edad, ocurrido en un accidente en la finca del cortijo de Buena vista. Este cortijo no se sabe bien, si era de su propiedad o lo tenían arrendado, pero el caso es que cansados de que les entraran por las noches para robar parte del ganado y productos de la tierra, decidieron hacer guardias entre el capataz de la finca, Abelardo y algunos más. En un momento de la noche, al oír ruidos, Abelardo montó en su caballo para dar caza y detener a los ladrones, con tan mala fortuna que se cruzó con uno de los disparos efectuados por el capataz.

manola_demancoguindate_puertosantamariaMás tarde se casó con Manuela Gutiérrez, natural de El Puerto. Al igual que Abelardo, Manuela era una persona muy querida por todos los que la conocían, llegando a conocerse por “Tía Manola” sobrenombre puesto cariñosamente por sus cuñados. El matrimonio tuvo 5 hijos: María, Abelardo, Manola, Manuel y José (Pepete), siendo éste último el único descendiente directo que aún continua entre nosotros viviendo en la vecina localidad de Rota. (En la imagen, Tía Manola).

Debido al negocio del acarreo que tenían sus padres, Abelardo se aficionó desde muy joven a los enganches, siempre le gustaba llevar un carro con un buen tiro.

Le encantaban –como buen portuense- las ferias del ganado que se celebraban por aquel entonces, a las cuáles siempre iba acompañado de sus mujer y de sus hijas.

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E incluso durante algunos años realizó a caballo junto a su hermano Antonio el encierro de las reses bravas, desde las haciendas hasta la plaza de toros recorriendo las calles de El Puerto, vistiendo para tal ocasión de corto y negro.

retratodelgeneralqueipodellano_oleolienzoEL MANCO CUATRO MIL REALES.

Abelardo González empezó también a ser muy conocido con éste sobrenombre, puesto por su amigo el general Queipo de Llano quien vivió una temporada en la calle de las Cruces de nuestra Ciudad, desterrado por el gobierno monárquico, por su condición de republicano, en la actual casa de Roberto Romero Laffite, entonces propiedad de los Pineda. El manco frecuentaba mucho el tabernón de Juan de Dios Sánchez, en la calle Luna, lugar donde el general y varios señores más, incluido Abelardo, realizaban sus tertulias. Abelardo era una persona tan espléndida que cuando se encontraba a gusto entre sus contertulios siempre lo manifestaba exclamando: “¡Vamos a cortarle el dobladillo a este billete de cuatro mil reales!” (En la imagen, Gonzalo Queipo de Llano, en un retrato óleo sobre lienzo).

Este grupo de “tertulianos” mantuvo una estrecha relación de amistad e incluso durante el periodo de la Guerra Incivil ya que, a pesar del traslado a Sevilla de Queipo de Llano para su incorporación a la Capitanía General, siguió manteniéndose en contacto con ellos, a través de  consignas  emitidas por este último en los partes de guerra radiados a las 10 de la noche, o bien por correspondencia.

En relación a la correspondencia, aún se recuerda una anécdota  muy celebrada,  hacia la persona de Abelardo. Un día llegó a las oficinas de correos un sobre con remite de Capitanía general de Sevilla y en la dirección una nota que ponía:

«Aunque la carta no lleve remite ni destinatario,
sus señas son bien cabales
¿Quién no conoce en El Puerto
al manco cuatro mil reales?»

El cartero llevó la carta al domicilio de Abelardo González Franco.

pepeguindate_rotaPERCANCE CON LA JUSTICIA.
Abelardo González siempre llevó buenos cortijos a rentas, siendo los hijos quiénes trabajaban los campos y cuidaban del ganado. En cierta ocasión pusieron a la venta uno de los cortijos que tenían arrendados, llamado “Las Gesillas” y situado en el término de Rota. Este cortijo era propiedad de los hermanos García Lagos de las Herranz, vecinos de El Puerto. Abelardo conocedor de la buena calidad de las tierras decidió comprarlo, llegando a un acuerdo con los dueños y entregándoles cuatro mil reales a cuenta. Días más tarde, estando Abelardo en el Casino de Labradores, se enteró por terceras personas que una labradora muy rica les había hecho a los hermanos García Lagos de las Herranz una oferta superior a la suya por el susodicho cortijo, cerrando éstos, definitivamente, el trato con ella. (En la imagen, Pepe González 'Guindate', en una fotografía reciente tomada en Rota, localidad donde reside a sus más de 90 años). Ver nótula núm. 535 en GdP.

Ofuscado Abelardo por este comentario, ni corto ni perezoso se personó en la casa de los dueños y al primero que le abrió la puerta, sin mediar palabra alguna le arreó una gran bofetada y se marchó. Ofendidos los hermanos y dueños ante esta actitud, decidieron ponerle una denuncia ante el juez de guardia, resultando el juez ser amigo de ambos: denunciante y denunciado. El juez para no quedar mal con ninguno de los dos, decidió desterrar permanente a Abelardo a la Villa de Rota donde labraban los campos arrendados, pero a su vez hacia la vista gorda ya que Abelardo acudía todas las noches a pernoctar en El Puerto, en su casa de el Ejido de San Juan.

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Casa del Manco de los Cuatro Mil Reales, en el Ejido de San Juan. En tiempos del manco era una preciosa casa del siglo XVIII con sus corrales, sus graneros y sobre todo con un hermoso patio de columnas. Hoy la casa ha perdido todo su carácter. Alberga la Iglesia Evangélica 'Miel de la Peña' a un lado de su fachada y al otro la Peña El Timbrado Español 'Monteburra.

10realesdefrancoLA ÚLTIMA DÉCADA.
En los últimos años de su vida, ya retirado del campo, viudo y con todos sus hijos casados, vivió hasta su muerte con su hija Manola en la antigua casa de la “Sevillana”, rodeado de sus hijos, nietos y biznietos. Los que lo conocieron, siempre lo recordarán como el típico señorito andaluz. Impecable traje negro, chaleco, camisa blanca, corbata y sombrero negro de ala ancha. Predispuesto siempre a meterse los dedos en el bolsillo de su chaleco y obsequiar así a la chiquillería familiar y no familiar con una monedita. La última generación conocida por él, recuerda que empezó con 10 reales y acabó con 20 duros. (En la imagen, 2,50 pesetas, o dicho coloquialmente, "los 10 reales de Franco").

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