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Por la puerta principal del edificio de la imagen -la Casa de los Sancho- se accedía, en la primera planta al Colegio de Infantil de La Divina Pastora. Allí ejercieron Doña Francisca González Sousa y Doña Lola Sancho.

A continuación, en la misma calle Luna se encontraba la Barbería de “Pichilín” y , frente a la Farmacia de Fernández-Prada, ‘El Único’ tienda de Vinos Finos, abierto entre 1920 y 1974.  Luego, a finales del siglo pasado se instalaría en esa misma tienda la Cuchillería Navarro. Un poco más arriba la tienda de moda ‘Lolita y Serafina. En primer término a la izquierda, acceso a ultramarinos 'La Giralda'. /Foto: Colección de Vicente González Lechuga.

Llevaba  algún tiempo, oyendo, lo bien que  lo iba a pasar en el  colegio. Cada  día veía desfilar a mis hermanos, y la verdad, era que  ellos perecían contentos,  así que esa mañana  cuando la cálida voz de mi madre, me decía que me levantara, que había que arreglarse para el cole, el corazón me dio un vuelco. «--Qué no mamá, que no quiero ir», «--Que sí tonta, vas a estar con muchos niños».  Lo mejor de ese día era que por fin iba a estrenar ese bonito uniforme de tonos azules y camisa celeste, que  desde hacía algunos días colgaba en mi armario; y ese vaso tan raro, de anillas plegables de color naranja, sin olvidar los recios zapatos Gorila, que venían con una pelota verde.

Cuando llegué  al colegio,  salió a recibirme, la señorita Lola Sancho, su cara dibujaba una amplia  y agradable sonrisa, mi madre me acompañó hasta  la clase, pero  al primer descuido,  desapareció. Ni Tita, protagonista de ‘Como agua para chocolate’ lloro tanto!. Para calmarme me pusieron con mis hermanas,  así pasé varios días hasta que por fin, empecé a acostumbrarme,   y  cesaron las lágrimas.

...continúa leyendo "1.260. COLEGIO LA DIVINA PASTORA."

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La foto a la que ponemos este amplio pié es un recuerdo familiar de Juan Antonio Lores Palacios, biznieto de Antonio Rives Bret, alcalde de la ciudad, mejor dicho Presidente de la Comisión Gestora Municipal, como acredita su bastón de mando, en 1938.

Me ponen en el compromiso de citar algunos datos biográficos del personaje que acompaña al General Queipo de Llano, proclamado Hijo Predilecto y Adoptivo de la ciudad y a un grupo de autoridades militares en lo que parece el acto inaugural, en  1938, de la  plaza de Cristóbal Colón, en donde situaran un monumento a sus caídos los vencedores de la contienda civil. En este espacio, antigua plazoleta del carbón, nuestros abuelos asistían en las noches de verano a los folletines cinematográficos que se proyectaban por capítulos en los felices años veinte que luego, en la postguerra, tendría su prolongación en un solar existente en uno de sus laterales donde se ubicó un cine de verano que tomó su nombre del de la nueva plaza.

Hoy día parece fácil y sencillo documentarse sobre cualquier tema, gracias a esa impresionante y gigantesca enciclopedia que es la red. Y de hecho, en muchos casos y ocasiones, lo es. Pero no siempre. A veces, redactar unas pocas líneas que contengan datos fiables y contrastados suponen  horas de investigación en archivos y bibliotecas reales, no virtuales, en donde  pueden consultarse viejos legajos, documentos, y periódicos antiguos y así obtener los escasos datos que he podido reunir para  los lectores de GdP para poder al menos proporcionar algunas pinceladas biográficas de la personalidad y actividades de este paisano que fuera primera autoridad de los portuenses casi tres años, en años difíciles y comprometidos, desde febrero de 1937 hasta diciembre de 1939.

Según figura anotado en los padrones municipales, nació en El Puerto en 1862. Bien joven y recién casado con otra portuense, Lola Lobo Tera y conjuntamente con un hermano llamado Joaquín (que fallecería en La Habana en 1916) emigraron al continente americano, estableciéndose inicialmente en Cuba, pasando después a Uruguay, en cuya capital, Montevideo, nacieron dos hijos: un varón que falleció joven y Lola Rives Lobo, de la que desciende la familia portuense de los Lores Palacios. Pasada la primera década del siglo XX,  retornó a su ciudad natal con su familia, adquiriendo una casa en calle Santa Lucía número 21.

...continúa leyendo "1.257. ANTONIO RIVES BRET. El alcalde de la Plaza de Colón."

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La obra es una adaptación de 'La Peste', de Albert Camus, en el contexto del sitio napoleónico a Cádiz, que se estrena hoy martes en la capital de la provincia, dentro de las actividades del Bicentenario de las Cortes gaditanas. /En la imagen, Juan García Larrondo.

El dramaturgo porteño Juan García Larrondo se ha encargado de realizar la adaptación literaria del texto ‘Estado de Sitio’, del Nobel francés Albert Camus que, en colaboración con el Consorcio para la Conmemoración del II Centenario de la Constitución de 1812 y el Servicio de Cooperación y Acción Cultural de la Embajada de Francia en España, estará de gira por toda Andalucía y otras comunidades autónomas después de su estreno en Cádiz, dentro de los actos conmemorativos del Bicentenario de “La Pepa”. [La primera Carta Magna Liberal de Europa cumplirá doscientos años el 19 de marzo de 2012]. La obra, que contará con la dirección de José LuIs Castro y música original de Antonio Meliveo es uno de los espectáculos más ambiciosos para la presente temporada del Centro Andaluz de Teatro.

El premio Nobel Albert Camus.

'Estado de sitio', escrita y estrenada por primera vez en 1948 es, sin duda, una de las cimas literarias de Albert Camus –explica Juan García Larrondo-. En ella, el genial filósofo, novelista, dramaturgo y ensayista francés, quiso imaginar y hacer inteligible el mito de la Peste para los espectadores de su época. Y eso es precisamente lo que nosotros también hemos intentado.

Camus quiso alejar su obra de la estructura teatral tradicional y concibió el espectáculo con la ambición de mezclar en él todas las formas de expresión dramática hasta entonces conocidas. Mi aportación a la recreación actual ha pretendido respetar al máximo esos anhelos, especialmente en el aspecto literario, dejando que las palabras de Camus se apareasen con las mías hasta crear un estilo y un acento que pudieran seguir siendo comprensibles para los oídos de nuestra época. Al final, espero haber pasado desapercibido y haber logrado estar a la altura de su voz, de su mensaje y de su obra.

En cualquier caso, semejante encuentro no habría podido darse sin la existencia de un acervo compartido y de un lugar común. Un lugar mítico pero también necesariamente físico: Cádiz. No es azaroso que Camus eligiera esta ciudad-estado atemporal, atávica, casi épica, para ubicar su drama dentro de sus terribles fortalezas. Cádiz: tantas veces asediada, muerta y resucitada hasta ser más eterna que la misma Roma.

Fotomontaje imposible de un sueño que mantuvo Larrondo con Camus durante los meses que estuvo trabajando en la dramaturgia de "El estado de sitio"

Es obvio que Camus escogió esta isla vulnerable a todas las pandemias de manera deliberada. Su vinculación afectiva con España, su repulsa a la tiranía franquista y sus conocimientos sobre nuestra literatura tampoco debieron ser factores ajenos a esta decisión tan “escenográfica”. Camus, hombre mediterráneo al fin y al cabo, conoce que el mar es puerta de llegada y término de numerosos viajes. Y sabe que Cádiz, por su particularidad geográfica, es un escenario idóneo para el peor de los asedios: la isla se transforma en cárcel sitiada por la Peste y, de este modo, en el hábitat apropiado para que se propaguen sus miasmas y causen un dramático desenlace entre sus habitantes.

El montaje realizado por el Centro Andaluz de Teatro, adaptación de Larrondo. Sobre este pueblo cae el azote de la peste y la muerte, dos aspectos que en este caso simbolizan la sujeción de los hombres a una tiranía de la que se libran gracias a su constante lucha por vivir. La obra habla de algunas de las preocupaciones del autor como la libertad, la tiranía, la muerte, el amor o la fe en la luz del Mediterráneo como cura para todos los males.

'Estado de sitio' estará interpretada por actores como José Pedro Carrión o Celia Vioque, entre otros; la escenografía es de Guiuliano Spinelli, el vestuario de Pedro Moreno y el maquillaje y peluquería de Manolo Cortés. La obra fue escrita y estrenada por primera vez en 1948 y supone una de las cimas literarias de Albert Camus. El filósofo y escritor francés buscaba hacer inteligible el mito de la peste a los espectadores de su época.

Mas información sobre el autor en Gente del Puerto. Nótula 082.

El fundador de El Gran Puerto de Santa María, el rey Alfonso X, ‘el Sabio’, ver nótula núm. 1.000 en Gente del Puerto, tendrá su primera serie en televisión, producida por Boomerang para Antena 3 Televisión.

Juan Diego y Patricia Vico --Alfonso X y su esposa Violante-- en la serie que se estrenará el martes 10 de enero de 2012.

Su estreno será el próximo martes, ambientada en el siglo XIII.  El actor Juan Diego, quien tantas veces ha estado en El Puerto, dará vida a Alfonso X el Sabio en 'Toledo', una ficción que regresa a la Edad Media, gira en torno a la ciudad de las tres culturas y trata temas tan universales como el amor, el odio, el poder o la paz.

Entradilla de la serie Toledo.

Alfonso X el Sabio, «un hombre culto, adelantado al Renacimiento y distanciado de la Iglesia, aunque no de Dios, intentará, desde la cultura, que tres religiones confluyan, convivan y se entiendan en sus miserias y sus necesidades», ha explicado Juan Diego en el rodaje del cuarto episodio. Para lograr la paz, contará con el apoyo de su esposa Violante (Patricia Vico) y la ayuda de su fiel vasallo Rodrigo (Eduard Farelo), muy amigo de Abraham (Álex Angulo), líder de la comunidad judía que cuidó con Elvira (Petra Martínez) a sus hijos, Martín (Maxi Iglesias) y Blanca (Beatriz Vallhonrat) mientras él luchaba contra los musulmanes.

...continúa leyendo "1.253. JUAN DIEGO SERÁ ALFONSO X. En la serie ‘Toledo’ de Antena 3."

El diputado por Burgos, Francisco Mateo Aguiriano y Gómez, Obispo de Calahorra y la Calzada, fue un destacado diputado absolutista partidario de que sólo unas Cortes que comprendieran la reunión de los tres estados, serían las únicas capacitadas para dictar las leyes. Muy remiso a admitir el principio de soberanía nacional, defendió constantemente los intereses del Papa frente a la potestad de los obispos, exponiendo la necesidad de un Concilio Nacional, dado que consideraba como una verdadera corrupción de costumbres la situación por la que atravesaba el clero. Partidario de la Inquisición como valladar contra herejes y masones , mantuvo la tesis de que, gracias a ella se habían evitado muchos más conflictos mayores en España.

Murió en El Puerto de Santa María, el 9 de septiembre de 1813. Según su partida de defunción, se le celebró "un funeral con la suntuosidad correspondiente y asistencia de las Reverendísimas Comunidades y del Ilustre Ayuntamiento Constitucional, dándole sepultura en el panteón de la capilla de Nº Padre San Pedro Apóstol". (Texto: José María García León).

...continúa leyendo "1.246. FRANCISCO AGUIRIANO Y GÓMEZ. Constituyente de 1812 en El Puerto."

Nos complace anunciarles la edición del III volumen de la serie que venimos publicando: “Mansiones y Linajes de El Puerto de Santa María”, que ya está en las librerías locales. Simultáneamente,  junto con este III volumen, se distribuirán algunos ejemplares del I que estaba agotado y aún queda una pequeña existencia del II, para aquellos que estén interesados en adquirir los tres volúmenes publicados hasta la fecha.

Acompañamos a esta su presentación en sociedad de 'El Huerto de los Jazmines' un diseño de su portada.  Resumiendo su contenido en las 256 páginas de que consta este III volumen (100 más que el I) hemos desarrollado cronológicamente las diversas etapas por las que ha atravesado durante dos centurias y cuarto (1743-1967) en los últimos tres siglos este espacio urbano, la manzana que contiene las instalaciones de la antigua Bodegas Terry y la casa familiar, actual Hotel Duques de Medinaceli.

Grabado de la Quinta.

...continúa leyendo "1.243. EL HUERTO DE LOS JAZMINES. Nuevo libro."

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Entre el rico patrimonio con que cuenta la Ciudad, testigo del peso, brillo y oropel de antaño, se encuentra una interesante colección de cuadros --de propiedad pública y privada, especialmente pertenecientes a la Iglesia Católica-- distribuidos por diferentes inmuebles y templos porteños.

Este  cuadro navideño que traemos aquí, la Adoración de los Ángeles al Niño, es un óleo pintado sobre cobre, realizado en Méjico en 1754, que se encuentra en el mueble de la Sacristía de la Capilla del antiguo Hospital Municipal, sede de la Hermandad de Los Afligidos.

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?Cada vez me asalta más la impresión de que en El Puerto hay, por día, menos portuenses. Porque hay olores, sabores, paisajes e incluso sonidos de toda la vida que no se perciben por casi nadie. Yo, el domingo pasado, día de Santiago, me partí las manos, francamente en solitario, aplaudiendo a la banda Maestro Dueñas, cuando en el paseillo, en nuestra Plaza Real, sonaron las notas del pasodoble de Manolo del Pino “Niño del Matadero”. Era como si se me hubiera llenado el cuerpo de alegría, gozo y nostalgia. Hacía lo menos veinticinco años que no lo oía. Y la última vez fue por la misma banda, pero bajo la batuta de Miguel Leveque.

Yo tengo una placa de gramófono de ese pasodoble, con música y cantado. También tengo la placa con el pasodoble de Miguel del Pino, el otro “Niño del Matadero” y su hermano. Cada vez que éste aparecía por mi casa, cosa que era muy frecuente, yo, le tocaba la fibra sensible y ponía en el plato del tocadiscos, a 78 revoluciones, los dos pasodobles y Miguel salía llorando de emoción.?Pero el pasodoble de Miguel lo ha seguido interpretando la banda. Del de Manuel se decía que se había perdido la partitura. Y yo, que ya no tengo plato de 78 revoluciones, porque se me quemó, y no puedo poner las placas de gramófono, estaba deseandito de poder volver a escucharlo. Porque aquello de “Olé, tu eres el as, tu eres la esencia del arte torero; Olé, tu eres el as, tu eres el Niño del Matadero…” lo tenía como encastrado en mis tímpanos, e incluso en mis martillos, yunques, lenticulares y estribos, desde mi niñez.

Es muy de agradecer a Don Cándido Núñez Aguilar, Director que fue de la Banda Maestro Dueñas, la más torera de todas las bandas, junto con la del Maestro Tejera de la Maestranza de Sevilla, que hubiera revuelto Roma con Santiago y encontrado, conservado por la piedad de los hijos de Enrique Galán, ese músico portuense que hizo carrera en Rota, el pasodoble de Manolo del Pino.?Posiblemente ahora salgan muchos diciendo que tienen la partitura, pero me da lo mismo. Lo importante, para mí fue partirme las manos, en solitario, aplaudiendo el día de Santiago, en la Plaza Real, los sones de ese pasodoble que me conectaban con mi niñez y mi juventud. Solito yo, porque, cada vez hay en El Puerto, menos gente de El Puerto, que esa gente no tiene el mismo paisaje, los mismo olores, los mismos sonidos, los mismos sabores que yo, porque no tienen identidad y habitan –no viven- lo mismo aquí que en Pernambuco o en Sebastopol. (Texto: Luis Suárez Ávila).

Más en Gente del Puerto.
782. MANUEL DEL PINO. Torero y artista polifacético. (I).

 El 22 de junio de 1854 se inauguraba el tramo del ferrocarril de 16 kilómetros entre Jerez y El Puerto, invirtiendo 28 minutos el convoy a cuya cabeza se encontraba la locomotora de nombre ‘La Jerezana’.

 Ilustración de ‘El Periódico Universal’. 10 de julio de 1854.

 Su Eminencia Reverendísima el Arzobispo de Sevilla bendijo la locomotora y vagones, entonando un ‘Te Deum’ de acción de gracias. Luego, al son de marchas militares, autoridades e invitados fueron ocupando sus asientos en el tren siendo recibidos en nuestra Ciudad por las fuerzas vivas y autoridades locales sirviéndose un ágape. A su regreso a Jerez más de 2000 personas esperaban en la estación, organizándose un baile en el que, según las crónicas de la época no se pudo terminar con todo el champagne y helados que se pusieron a disposición de los invitados.

576. El segundo tren de España: El Puerto-Jerez, en 1854.

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Ángel Lara, tras el éxito de la carpeta que presentó a finales del pasado octubre ha editado una nueva serie, edición limitada a 100 carpetas con 3 reproducciones de obras del artista portuense, numeradas y firmadas por el autor. La temática no puede ser mas porteña: una imagen del Castillo de San Marcos y dos del Vapor, estas últimas pintadas en 2008. Un motivo  perfecto para regalar El Puerto, en estas fiestas.

El pintor Ángel Lara muestra de nuevo su homenaje a la ciudad donde ha crecido y por la que siente una profunda admiración y pulsión estética. Esta vez lo hace con una nueva carpeta de dibujos editada de forma exquisita, que lleva por título El Puerto romántico, una declaración de intenciones, con la que quiere llamar la atención sobre la pérdida de patrimonio que viene sufriendo la localidad en su propia idiosincrasia y en su legado sentimental, como las centenarias palmeras del Parque Calderón o el vapor Adriano III.

El Adriano III. 2008.

La idea surgió a finales de verano, cuando se produjo el hundimiento de este símbolo de la Bahía. En ese momento, Ángel Lara celebraba en las instalaciones del Real Club Náutico una exposición cuyo cartel anunciador reflejaba precisamente la imagen del vapor atracado en su muelle, en la Plaza de las Galeras. «En esos días ocurrió el desastre del vapor y me di cuenta de que esa imagen se podría no volver a repetir», señala el pintor, que advierte con preocupación que «existe un Puerto al que no dábamos importancia porque creíamos que iba a durar para siempre, pero que estamos perdiendo».

Ángel Lara ha querido exteriorizar su compromiso con su entorno y a modo de homenaje reivindicativo ha editado los dibujos. «Cuando las cosas faltan es cuando meditamos y reparamos sobre la pérdida -observa el artista-. El vapor ha sido un poco de todos. De niño, yo he llevado el vapor hacia Cádiz, y eso era un conocimiento del mar que teníamos la gente de El Puerto. Esta ciudad ha tenido una relación apasionante con el vapor. Ha depositado en el barco su idiosincrasia, su experiencia del mar y la Bahía. Ha sido un placer poder viajar en él», subraya. /La imagen que completa la carpeta, el popular Castillo de San Marcos, una visión recurrente en la vida diaria del artista.

A la vez, con esta colección quiere llamar la atención sobre la pérdida de idiosincrasia cultural, de las «cosas únicas que no tienen otros pueblos. Como sigamos perdiendo estos bienes corremos el riesgo de convertirnos en un pueblo más, un pueblo sin identidad», advierte. Para Ángel Lara la ciudad vendría a ser «como una muchacha hermosa que podría entrar en franco deterioro. Debemos volcarnos y cuidarla algo más», insiste. (Carlos Benjumeda. Diario de Cádiz).

De la carpeta anterior, de octubre de este año, aún quedan seis ejemplares.

Los interesados en la carpeta pueden obtenerlas llamando a los teléfonos 669324546 o 606842363, o bien en el correo electrónico: pintorangellara@gmail.com

Ángel Lara en Facebook.

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Óleo sobre tela (3760x32o0 cms. obra de José María Rodríguez Losada. (Año 1852) situado arriba y delante de la capilla de la Patrona, en la Iglesia Mayor.  Representa una idealización de Alfonso X recibiendo del alguacil moro de Jerez las llaves de la aldea de Alcanate. Al fondo el Castillo de San Marcos y, sobre la torre del homenaje, aparición de la Virgen de los Milagros, escudo de la Ciudad. Fue restaurado, de forma altruista, por la Academia de Bellas Artes a finales de 2010.

Crónica periodística que realiza desde Sevilla, transportada en el tiempo 730 años, el periodista porteño Francisco Andrés Gallardo, quien relata en tiempo real para los lectores de Gente del Puerto, la fundación oficial de El Puerto de Santa María.

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< Sevilla. 16 de diciembre.
#El  monarca castellano concede para la  antigua aldea musulmana de Alcanate la concesión como ciudad del Grand Puerto  de Santa María. #El  repartimiento de tierras entre sus pobladores se había hecho en años anteriores. Con la  nueva carta se establecen privilegios e instituciones.

Este martes 16 de diciembre pasará a la historia  de la  Bahía de Cádiz como el  nacimiento de una localidad que será foco para el  fomento económico de la  comarca y que dio sus primeros pasos en 1268. El  Rey de Castilla don Alfonso ha firmado en la  ciudad de Sevilla la  concesión de la  Carta Puebla por la  que otorga privilegios a los  habitantes del Grand Puerto  de Santa María, a orillas del río Guadalete y donde se le  apareció la  Señora Madre de Dios al monarca. /En la imagen, Privilegio rodado concediendo carta puebala a nuestra ciudad. Traslado hecho en el siglo XVI. Archivo Municipal.

En un lugar ‘tan boo’, como llegó a definir el  rey el  emplazamiento, ya se erige una mezquita fortaleza y al menos unas cincuenta viviendas rodeadas por una muralla que contribuye a la  defensa de posibles amenazas de tropas benimerines, ocupando unas cinco hectáreas. Más de cuarenta testigos, nobles y obispos del reino,y ante los  notarios de Andalucía y León, han rubricado este documento por el  que podría producirse la  última fundación del rey, algo enfermo y que tras treinta años de conquistas hasta llegar al Estrecho de Gibraltar ha deseado reforzar los  territorios logrados en la  frontera del sur, con incentivos para su repoblación.

«Don Alfonso quiere que el  Grand Puerto  de Santa María sea una ciudad modelo, próspera y de atracción para comerciantes venidos de todas partes», explicaba Diego López de Uceda, adelantado de Guipúzcoa, firmante de la  carta fundacional, en un encuentro al finalizar el  acto protocolario. En el  privilegio, Alfonso X ha establecido para la  guarecida ciudad que se asentará frente a la  costa de Cádiz que sus habitantes estarán exentos de pagar los  impuestos de diezmo y de portazgo (transporte) cuando trasladen sus mercancías por el  resto del reino, lo  que supondrá evidentes beneficios para los  portuenses.  /En la imagen, vista interior del cordobán situado en la mezquita-fortaleza del Catillo de San Marcos.

Para judíos y moros residentes en la  ciudad se establecen concesiones menores, pero interesantes. El  rey también ha renunciado al cobro de la  quinta parte de las  mercancías que se obtengan en conquistas y saqueos en territorio enemigo, que es uno de los  ingresos más sustanciosos que percibe la  Corona en tiempos de guerra. Los  pescadores también están exentos de impuestos para su actividad mientras sus capturas sean vendidas en el  término del municipio, fomentando la  creación de una entidad que podría convertirse en cofradía del gremio.

«Para estimular el  tejido comercial de la  floreciente zona, Su Majestad ha contemplado la  creación de dos mercados semanales, uno los  miércoles y otro los  sábados, en sitios distintos», detalló el  infante don Manuel, hermano del Rey. Dichos mercados podrían ubicarse en la  plaza del Pozo Santo, donde se apareció la  milagrosa talla de la  Virgen María o en las  calles de la  ribera del río.

Según la  documentación a la  que ha tenido acceso este medio la  nueva población podrá contar asimismo con dos ferias anuales para el  encuentro de comerciantes de toda Castilla y de los  reinos vecinos, que contarán con la  protección de las  fuerzas del propio Rey. /En la imagen vista parcial perteneciente al retablo barroco del siglo XVII, de la escuela de Pedro Duque Cornejo en el que se representa, en la cúspide del mismo, la aparición de la Virgen al rey Sabio. Capilla de la Virgen de los Milagros. Iglesia Mayor Prioral.

Durante los  diez años anteriores el  Grand Puerto  de Santa María dependía de la  localidad gaditana, cuya repoblación ha sido por ahora un fracaso, convirtiéndose en ciudad independiente que además de su centro neurálgico cuenta con las  alquerías (aldeas) de Grañina, Finojera, Campix, Poblanina, Fontanina, Villarana, Bayna, Bollullos, Casarejos, Marchar Garsul y Marchar Tamarit, pobladas por campesinos en los  últimos lustros. /Portada del CD 'Cantigas de Santa María de El Puerto', versión de Eduardo Paniagua. Dentro de las cantigas, destacan estas  de Santa María del Puerto, reflejo de una de las devociones marianas más personales de Alfonso X. Las Cantigas nos han llegado en una serie de códices preciosos en los que los poemas se acompañan de su música y se ilustran con centenares de viñetas que constituyen todo un friso de la sociedad, de las costumbres y de la vida real de la España (entonces Castilla) de la segunda mitad del siglo XIII.

La  ciudad asume las  normas forales de Sevilla, como concejo con autogobierno, por lo  que sus vecinos podrán elegir los  alcaldes de tierra y del mar así como del juez que deba impartir las  leyes en el  nuevo término municipal, según la  concesión del rey. (Texto: Francisco Andrés Gallardo. Enviado especial a 1281).

Más información:
1.000. ALFONSO X. Rey de Castilla y León. (1252-1284). Fundador de El Gran Puerto de Santa María.

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«En el siglo XIX, los lugares que tradicionalmente acogieron el tranquilo deambular de los portuenses –aparte de algunas áreas de ocio, como las caminatas que solían hacerse por el Camino Viejo de Rota al molino Platero, o en 'la Otra Banda' al pinar del Coto de la Isleta– fueron, a partir del siglo XVIII, el paseo del Vergel del Conde, ampliado en 1895 con la creación del Parque Calderón, y el paseo de la Victoria, y desde 1889 la plaza Isaac Peral. Hasta principios de nuestro siglo, fueron tiempos en que río y ciudad, fundidos, conformaban un mismo paisaje, materializándose el hecho de ‘vivir cara al río’: A un lado la ciudad, al otro el Guadalete, y en medio el vergel del Conde y su prolongación del parque Calderón.


El Cantil del Muelle y el Parque Calderón en 1870, sin urbanizar, ‘un sitio intransitable e inmundo’.

EL PARQUE CALDERÓN.
La muralla de encauzamiento del río entre la plaza de la Herrería y el puente San Alejandro, comenzaba a levantar en 1873, no se culminaría hasta 1884. Pero a los diez años, en septiembre de 1894, ante el mal estado que presentaba la nueva muralla y la más antigua –de 1735- frontera al paseo del Vergel, el maestro de obras del municipio, Miguel Palacios, requirió al Ayuntamiento la necesidad de su inmediata reparación. El proyecto formado por Palacios incluyó la rehabilitación del terreno ganado al río en la década de los 70, «un sitio intransitable e inmundo», al decir de entonces. Buena ocasión se presentaba para que el aspecto de la ribera entre el Vergel y el puente ofreciera una imagen más digna para un lugar tan señalado y principal de la población.

El Cantil del Muelle y el Parque Calderón, delimitado por unas rejas, a principios del siglo XX. La actividad portuaria, separada de la zona de ocio.

La Corporación surgida tras las elecciones municipales de junio de 1895, presidida por el conservador Severiano Ruiz Calderón, sería la encargada de ejecutar las obras de la ampliación del paseo, iniciadas en julio y concluidas, en su mayor parte, en febrero de 1896, mientras la reforma del muelle se prolongó algunos años más.

ACTOS FESTIVOS.
Desde la fundación del Parque Ruiz Calderón, al igual que desde 1846 venía ocurriendo en el Vergel, el ayuntamiento organizó, entre el 24 de junio, festividad de San Juan, y el 14 de agosto, víspera de la Feria de la Victoria, numerosos actos festivos y lúdicos en ambos paseos con el principal fin de atraer la llegada de turistas. Por citar algunos de los mas señalados de una extensa lista, mencionaremos las veladas marítimas, los teatros y cines de verano, los conciertos de la Banda Municipal, las barracas de la feria, las tómbolas y rifas, las casetas de baile, las regatas y cucañas marítimas frente al Parque, los fuegos artificiales... Y con ello, los establecimientos de bebidas, que en su tiempo fueron toda una institución, como la Caseta de Martínez, la de Pedro Morro o la de Luis Bononato, los kioscos de Pasage, de “el Chico”, de Murga, el Puesto de Fernando, El Parque, El Recreo, y otros tantos que el paso del tiempo dejó en el olvido» (Texto: Enrique Pérez Fernández).


El fotógrafo Cuellar --que no se llamaba Cuellar- delante del Bar Santa María.

REMODELACIÓN.
En 1996 se conmemoraba el centenario de la inauguración del Parque de Ruiz Calderón, que se abría como espacio de esparcimiento de aquellos portuenses en febrero de 1896 ejecutado bajo el mandato de la corporación presidida por el conservador Severiano Ruiz Calderón. La Tertulia ‘Un alto en el Camino’ reunía en torno a su mesa a uno de los coautores técnicos que ejecutó la remodelación de dicho Parque descendiente, precisamente, de aquel alcalde, el arquitecto Ramón Pico Valimaña.

‘NO HAY DIRECTRICES POLÍTICAS EN LA REMODELACIÓN DEL PARQUE’.
El proyecto no dejaba indiferentes a ningún porteño y al mismo asistieron, además de los habituales contertulios, los también arquitectos Alfonso Rodríguez Serrano, Jorge Gutiérrez Colosía y Rafael de los Santos.

Tertulia de 'Un Alto en el Camino', en 1996. /Foto: Andrés Mora.

Pico Valimaña exponía aquel 1996 un resumen del proyecto, desglosando las actuaciones que se pensaban acometer en el Parque, Pozos Dulces y calles de la Ribera. Reiteraba que el Ayuntamiento le solicitó un diseño sencillo y práctico, retirando el epíteto faraónico. «--Se me ofreció la idea para desarrollarla sin cortapisas, sin directrices políticas alguna, un nuevo parque moderno, imaginativo, abierto a la Ciudad y al río», recogía en su crónica de Diario de Cádiz el periodista Francisco A. Gallardo, que incluso recibió el guiño de «que rozara lo utópico». Un proyecto englobado en la remodelación de la Ciudad y en toda la bajamar del Guadalete.

El Parque, ya con la remodelación, con el palmeral intacto. /Foto: Jorge Roa.

PROPUESTAS.
Los contertulios hicieron sus propuestas: se rechazó por falta de espacio, la ubicación de un anfiteatro, un recinto al aire libre para espectáculos. Sin embargo se insistió en la colocación de un templete de música, que inicialmente no se encontraba previsto, como otras mejoras en las que trabajaron los arquitectos redactores, como la habilitación de un espacio para contenedores o varios servicios públicos; la instalación de una carpa desmontable era rebatida por los hosteleros presentes y ninguna objeción al aparcamiento subterráneo de la plaza del Pescador.

Pico defendía la carretera que se ubicaría en el cantil del río porque confiaba en que, debido a los cambios viarios de la localidad y de los distintos aparcamientos, no crearían un tráfico denso, recordando que la acera inmediata al río sería ampliada a 12 metros, como el Paseo José Luis Tejada, durante la revisión del proyecto.

«El paisaje del Parque Calderón está cambiado; las palmeras se han transformado en un Parthenón de desmochadas columnas, cuyos capiteles han sido pasto de un invasor incontrolado que amenaza con convertirlo en un parque amputado» (Alberto Boutellier Caparrós). /Foto: Pepe Hidra.

LA REALIDAD.
La realidad ha sido otra, no es necesario comentarla, basta por pasear por este más que centenario lugar de encuentro de los porteños. Unido a ese presente que es hoy el Parque, el desastre en el palmeral por culpa del ya tristemente famoso picudo rojo, o la desaparición del Carrusel de los Caballitos --ojo podrían volver si encuentran algún tipo de ayuda para su restauración-- las cunitas y los tradicionales puestos, han conformado un espacio público que no es una de las mejores imágenes de la Ciudad, en pleno conjunto histórico.

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La historia de Isabel Oreni Mayi, fallecida ayer a la edad de 81 años, es representativa de tantas mujeres que apoyaron a sus maridos en la conquista de las libertades democráticas. Esa libertad de la que hoy gozamos y que nadie regaló. Isabel como otras mujeres de activistas políticos durante la dictadura se señaló ¡y como!, sufrió privaciones y una situación de miedo prolongada en el tiempo. Miedo por ellas mismas y por sus maridos, quienes, valientes, luchaban por una libertad a la que España le era ajena. La mujer del primer alcalde del actual periodo constitucional, Antonio Álvarez Herrera es figura principal en la vida de éste, matrimonio que supo inculcar una serie de altos valores en sus hijos, María Antonia, Fernando y Agustín. En 2006, poco antes del fallecimiento de Antonio Álvarez, tuve la oportunidad de asistir a la entrevista que le hizo para Diario de Cádiz Francisco Andrés Gallardo.

Cuando Antonio recordaba junto a su Isabel como aguantaban las torturas, los suplicios a los que eran sometidos en los calabozos de la prevención del antiguo Ayuntamiento que está siendo restaurado, hubo un momento que no se describir. Recordaban como se daban fuerzas, ya detenidos, cantando ‘La Internacional’. Antonio empezó a entonarla, con un nudo en la garganta, su mujer le siguió, rompiendo a llorar,… recordando. Se hizo el silencio. Y un trozo de la historia de El Puerto se vivió en aquellas cuatro paredes del partidito de la calle San Juán, de alquiler, donde el alcalde Álvarez percibió los últimos latidos de la Ciudad. Recordando. Como hoy recordamos a esa mujer valiente, representante de otras tantas que apoyaron a sus maridos en la lucha por la libertad.

Isabel Oreni en el Bar Vicente. En primer término, Antonio, informándose. (Foto: Colección Bar Vicente).

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La Fábrica de Harinas ‘Virgen de los Milagros’ de la calle Postigo número 8, fue fundada en 1936, el año de la Guerra Civil, por Esteban Fernández Rosado. Se renovó completamente en 1949 tras sufrir un incendio.  En la actualidad la empresa es regentada por sus hijos, los Fernández Lópiz, especialmente Pedro quien, además es director del Instituto de Bachillerato Juan Lara. ¿Quien no recuerda, en el conticinio, en el silencio de la noche, el sonido de sus motores, cuando trabajaba las 24 horas seguidas.

La fábrica es un verdadero tesoro de maquinaría industrial situada en el centro de El Puerto de Santa María. La mayoría de los elementos que se utilizan para moler las harinas son de mediados del siglo XX, cuando a raíz de un incendio, se instala una moderna, entonces, maquinaría de tecnología neumática. El enjambre de tubos y conexiones son todo un espectáculo digno de ver. Sin embargo, al tratarse de un recinto aún en producción, no se puede visitar y la harina se vende en la fábrica tan sólo al por mayor, en horario de mañana de lunes a viernes.

Una de las salas de molienda de la Fábrica de Harina en 1949.

El mismo sitio durante este año 2011.

Producen distintos tipos de harinas como una especial para churros, bautizada con el nombre de ‘El Churrito’, otra especial para pan, muy utilizada para elaborar pan de telera y algo desconocido por el gran público y es que el pan artesano que se fabrica en numerosos municipios de la Sierra de Cádiz son surtidos por esta fábrica.

Cuatro estadios del seleccionado trigo duro durante la molienda.

Su producto más famoso, la harina especial para freír pescado ‘El Vaporcit’o, se vende en pequeños envases para uso doméstico. La harina de ‘El Vaporcito’ se puede encontrar en El Puerto de Santa María en Ultramarinos ‘La Giralda’ (ver nótula núm. 043 en GdP) y también se puede comprar en internet en la tienda La Alacena, que la envía a cualquier punto de España. (Texto: Pepe Monforte).

Logotipo de 'El Vaporcito', la primera harina de trigo de freir del mercado, hecha en El Puerto de Santa María.

RECOMENDADA.
La revista OCU Compra Maestra recomendaba como ‘Compra Maestra’, «para una fritura de buena calidad, use una harina especial. La merecedora del Mejor del Análisis es ‘El Vaporcito’», le siguen ‘¡Miau! Harina especial’ y la Harina de Trigo de El Corte Inglés, en el ranking de nueve marcas analizadas.

Tren de envasado de Harinas 'El Vaporcito'.

No hay que ser un experto para conseguir un auténtico ‘pescaíto frito’, para elaborar el conocido ‘frito gaditano’. En la fábrica de Esteban Fernández Rosado llevan casi un siglo haciéndolo. El secreto está en la harina del mejor trigo autóctono de la provincia de Cádiz, que capea la dura competencia frente a los gigantes de la producción harinera en nuestro país.

Otra maquinaria de molturación de la harina.

La harina de ‘El Vaporcito, pioneros en la harina de freír, sigue un proceso de elaboración heredero de la tradición de antiguas moliendas, lo que le da el característico sabor y propiedades. Un producto totalmente natural que se elabora y envasa a diario: cien por cien trigo duro de altísima calidad, seleccionado, sin aditivos químicos y sin conservantes.

Pedro Fernández Lópiz, gerente de la empresa, a la izquierda, junto al encargado de la Fábrica.

Contínua OCU Compra Maestra: «Una buena fritura debe perder poco peso durante la elaboración, indicativo de que la harina ha formado costra y que el producto final estará mas jugoso. Para ello, la harina debe cubrir todo el producto, adherirse bien y de forma uniforme. Teniendo en cuenta esto, hemos valorado las frituras que hemos realizado. En la degustación, las fruirás realizadas con las harinas especiales, en general, gustaron más, destacando por su adherencia, su aspecto y por lo crujientes las realizadas por las harinas de ‘El Vaporcito’».

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Hoy tengo que hacer una confesión: y es la sensación del tiempo perdido. Con lo escasa que es la vida, y lo efímero de su goce, he despilfarrado este don entre sueños no cumplidos, quimeras harto ambiciosas, rutinas alienantes y vacíos incomprensibles. He comido más chícharos que helados, y usado más el impermeable que caminar descalzo por el rocío que aún retiene la hierba.

Tres generaciones de memoria viva del Bar Vicente.

Hoy sentado en el velador del mejor rincón del Bar Vicente, el reservado para el patriarca de los Sordos; en el corazón del mentidero portuense, con la mirada perdida a través de los cristales, repaso algunas de mis incontables carencias. Tras cuarenta años de ‘paracaidista’ --expresión acuñada por Luis Suárez Ávila para calificar a los que no siendo porteños, abrazamos su bandera y decidimos adquirir el derecho y el honor de serlo-- lamentablemente, he llegado a conocer más su aspecto externo, que sus habitantes.

El año 2000 el Bar Vicente recibió el primer diploma del Centro Municipal de Patrimonio Histórico --obra exclusiva que año a año realiza Faelo Poullet--. En la imagen propietarios, familia, empleados y amigos delante del preciado galardón.

Nunca me he preguntado el por qué el Bar Vicente se matiene  impávido con el devenir de los tiempos; y no me refiero a su aspecto centenario y su merecida distinción como Diploma de Patrimonio Histórico, sino a las personas, al equipo humano, y a la dinastía de los Vicentes que son trasunto de las matrioskas, esas muñecas rusas, afines a la teoría cosmológica de que cada universo está anidado en otro mayor. La primera, Vicente Sordo el patriarca; dispuesto a cumplir el próximo decenio y llegar a la centuria. De su interior, más pequeño, otro Vicente Sordo: este, navega en esa indefinida edad en que se vuela inclinado, aferrando una mano a la juventud que se escapa, con la otra, rozando sin temor el tercio vital de la sabiduría, y en su vientre, el último de los clones, casi certificando el prosaico cambiable bancario de 30,60 y 90, con algún pequeño desajauste.

Sobre el letrero de 'Se reserva el derecho de admisión', la aljofifera (donde se guardaba la aljofifa, pedado de paño basto para limpiar las mesas) que permanece en el interior del local desde los comienzos de éste. A la derecha de la imagen, el Diploma de Patrimonio Histórico.

Aquí quería llegar cuando al comienzo de este artículo citaba mi tiempo perdido. No he podido beber de la experiencia del abuelo, y me queda lejos confraternizar con el nieto; pero he comenzado a disfrutar y seguir aprendiendo al descubrir, que en el interior del padre, el que gobierna el timón, hay una caja de sorpresas; como en casi todas las personas, pero este, es capaz de transformar al desconocido en cliente, al cliente en amigo y al amigo en hermano.

Una vista del Bar Vicente desde las cristaleras de la calle Sierpes.

Cuando alguien te estrecha la mano, unos te transmiten abulia, te la dan como si fuese un lenguado; otros por su posición, establecen distancia empujándola hacia ti; otros descargan, en una demostración de falso poder, toda la fuerza hasta convertir tu mano en un revoltillo crujiente de metacarpos, carpos y falanges… Otros al fin, como Vicente, transmiten calor, afecto, energía positiva, sentimientos sin aspavientos, con naturalidad, huero de hipocresía comercial, y a veces, te regala un fraternal ósculo. Este es mi amigo Vicente, el depositario del arcano de los Sordos. Y este es el bar Vicente al que siempre que puedo visito, y al que ya conozco por dentro. (Texto: Alberto Boutellier Caparrós). (Fotos: Colección Bar Vicente).

Más información del Bar Vicente en GdP.
014. BAR VICENTE. O Las Mellizas (el Rubio), o Los Pepes.
655. MANUEL GARCÍA GÓMEZ. El Tabique.
977. DOS SONETOS AL BAR VICENTE.

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El club de El Puerto nació en 1928  en 'La Sacristía', un bar en la esquina de la calle Vicario con la actual plaza de Juan Gavala. Era un grupo de jóvenes, que hasta entonces formaban el equipo llamado 'Chiculero', que con la voluntad de los pioneros del fútbol quiso dar el salto a un club consolidado, organizándose y plantando cara a otros rivales de la localidad.

El año en que nace el profesionalismo del fútbol español, con la creación de la Liga, el 10 de febrero de 1928, nace el Racing Club Portuense, que no ingresaría oficialmente en la Federación Española de Fútbol hasta 1933. Los 75 años de historia no pudieron refrendarse con el ansiado ascenso a Tercera tras el rocambolesco descenso de 2002. omando el nombre del Racing de París, el más afamado equipo francés durante décadas, el Portuense iniciaba hace algo más de tres cuartos de siglo su andadura.

(Texto y concepto del gráfico: Francis A. Gallardo. Gráfico: Miguel Guillén).

1

Nada mas levantarse el telón del centenario de Muñoz-Seca cuyos actos se anunciaban en El Puerto de Santa María en torno al 20 de febrero de 1979 --hace cerca de 33 años-- dos fechas aparecían en escena como si fuera a ser protagonistas de una de las famosas ‘astracanadas’ del comediógrafo, en las que el despropósito de las situaciones era uno de los componentes principales. /En la imagen, Pedro Muñoz-Seca en el portuense 'Recreo de los Trapos'.

Un doble motivo, político y sentimental, dieron su origen a una cierta confusión en torno a la fecha del nacimiento de Pedro Muñoz-Seca. Porque consultando una amplia bibliografía, desde Consuelo Burel, en el Diccionario de la Literatura Española, de la Revista de Occidente, a Manuel Ríos Ruiz, en su Diccionario de Escritores Gaditanos, citando a Federico Carlos Saínz de Robles; del Espasa al Diccionario de Autores de Bompiani, en la edición española de González Porto; o desde Díez-Echarri y Roca Franquesa a González Ruiz, en su Literatura Española, publicada en 1943, por edictos ‘Pegaso’, dentro de su colección ‘La Cultura del siglo XX’ e incluso José Montero Alonso, en su libro ‘Pedro Muñoz-Seca. Vida, ingenio y asesinato de un comediógrafo español’, editado en 1939, todos coinciden en que Muñoz-Seca nació en 1881.

EL VATICINIO DE LA ‘CIVILA’.
Y es que el propio Muñoz Seca dijo en una ocasión a un amigo: «He nacido en 1881, capicúa. Moriré en 1991, otro capicúa que se las trae. Viviré por tanto ciento diez años, nada menos ¿Que esto es una broma mía? No. Me lo vaticinó mi ama, casada con un cabo de la Guardia Civil. Hay que creer siempre lo que dicen las ‘civilas’».

En 1950 se celebró en El Puerto de Santa María un homenaje al que asistieron algunos de los hijos de Muñoz-Seca y sus familiares portuenses y en el que estuvo presente el entonces ministro de Justicia, Raimundo Fernández-Cuesta.

MONUMENTO BIBLIOTECA.
Quedaba inaugurado el monumento-biblioteca que se encuentra en la Plaza de Isaac Peral y, con motivo de este homenaje, en los talleres de la viuda de Luis Pérez, se editó un libro conmemorativo. En él aparecen dos fechas para el nacimiento de Pedro Muñoz-Seca. En la semblanza biográfica que abre la edición leemos el siguiente párrafo: «Nació Pedro Muñoz-Seca el 20 de febrero de 1881 y bajo el agua bautismal de la Parroquia de Nuestra Señora de los Milagros, Iglesia Mayor Prioral, catedralicia en su construcción, entra a la vida con el marchamo de su origen portuense».

El monumento sirvió para un homenaje de periodistas y escritores  a finales de la década de los cincuenta del siglo pasado. /Foto: Rasero.

Pero en la contracubierta aparece la firma de Muñoz-Seca y la fecha de su nacimiento: 20 de febrero de 1879, así como la de su muerte: 29 de noviembre de 1936.

PARTIDA DE NACIMIENTO.
Además de no aparecer ningún dato referente a 1881, en el archivo de la Parroquia de Nuestra Señora de los Milagros se encuentra la partida de bautismo de Pedro Muñoz-Seca. Por otro lado, la partida de nacimiento coincide casi textualmente con la de bautismo.:

Acta de nacimiento de Pedro Muñoz-Seca.

«En la ciudad del Puerto de Santa María, a las diez y media de la mañana del día veinte y uno de febrero de mil novecientos setenta y nueve, ante D. Ángel Medinilla, Juez Municipal, y don Rafael Cañas, secretario, compareció D. José Muñoz, natural de Cádiz, término municipal de Idem, provincia de ídem, mayor de edad, casado, procurador, domiciliado en esta ciudad, Zarza treinta y cinco, presentando con objeto de que se inscriba en el Registro Civil, un niño y al efecto, como padre del mismo declaró: Que dicho niño nació en la citada casa en el día de ayer a las diez de la noche. Que es hijo legítimo del declarante y de doña María Seca, mayor de edad, natural del Pto. Sta. María, término municipal de ídem, provincia de Cádiz, su ocupación la de su sexo y domiciliada en el de su marido. Que es nieto de D. Francisco, difunto, natural de Megico, y doña Antonia Cesari, viuda, natural del Pt. Sta. María, término municipal de Idem., provincia de Cádiz y por línea materna de don Pedro, natrual del Pto. Sta. María, mayor d edad, de estado casado, de ejercicio propietario, domiciliado en esta ciudad y doña Milagros Miranda, natural del Pto. Sta. María termino municipal de Idem., provincia de Cádiz, difunta. Y que al expresado niño se le pone el nombre de Pedro».

Aporta ésta el dato del número de la calle Zarza donde nació, el 35, y aparece refrendada la concesión por el Rey de la unión de los apellidos ‘Muñoz-Seca’ otorgada al célebre comediógrafo y sus descendientes en 1926. /A la izquierda, portada del libro conmemorativo editado con motivo de la inauguración del monumento a Muñoz-Seca, en 1950, del que se editaron 1000 ejemplares.

TERMINA CON UNO…
Se imponía, por tanto, buscar alguna justificación a este cambio en la fecha de nacimiento de Pedro Muñoz-Seca. Rosario, una de sus hijas que vivía en Madrid, nos declaraba coincidiendo con una de las sobrinas del comediógrafo, Pilar Muñoz Bela, que lo de quitarse años respondía «a su coquetería y porque quería que el año de su nacimiento fuera capicúa». Con todo, y al preguntarle desde cuando se produce, Rosario consultó con su hermano… «Cuando llegó la República él --como una premonición-- manifestaba que desde entonces diría que nació en 1881, porque empezaba con uno y terminaba con uno…»

En esta época, junto al humor, incluye en su teatro la pasión política, combatiendo las ideas republicanas y obras como ‘La hora del reparto’, ‘La Oca’, y ‘Anacleto se divorcia’ van a significar la firma de su ‘sentencia de muerte’.


Placa del homenaje que recibió el escritor en 1920, en la casa donde vivió en la calle Nevería.

YA EN 1920.
Sin embargo, al parecer, Muñoz-Seca se quitaba años de edad bastante antes. La fecha de 1879 aparece también en la lápida que se encuentra en la fachada de la casa que los Muñoz-Seca tenían en la calle Nevería: «Los pueblos que honran a sus hijos ilustres, se honran a sí propios -El Puerto de Santa María a Pedro Muñoz-Seca-- nació este insigne comediógrafo y poeta en esta ciudad el día 20 de febrero de 1879. 8 de septiembre de 1920».

Mientras, en el Teatro Principal se representaban entonces dos obras suyas: ‘Las traineras’ y ‘Pepe Conde’, aquel día de la Patrona, después de la función principal, toda la comitiva oficial se dirigió a la entonces calle Castelar (nevería como la conocen todos los portuenses y que fue rotulada con el de Pedro-Muñoz Seca). La lápida, que había sido costeada por suscripción popular, fue descubierta por el alcalde, señor Ruíz-Calderón, y por el propio escritor. Muñoz-Seca pronunció un discurso en el que, según la Revista Portuenses, dijo que entendía modestamente su labor compensada por el éxito, no hija del talento, sino debida a la fe que en ella imprime y muy principalmente a la protección de la Santísima Virgen de los Milagros, a quien adora. Y añadió: «Este acto para ustedes es un ‘placeré’, para mí es un orgullo, para mis padres que los presencian, es emoción. Yo procuraré ser siempre un digno hijo de este pueblo». /En la imagen, Muñoz-Seca, de blanco, en el escenario durante el descubrimiento de la placa.

«Este acto ha sido --continúa la Revista Portuense-- de una emoción verdaderamente excepcional. La respetable señora madre del ilustre escritor, tras la verja del piso superior de la casa, lo presencia rebosando su alma intensa alegría que asoma a su faz por la que surcan lágrimas de inapreciable valor»... /En la imagen de la izquierda, el busto del comediógrafo expuesto en el patio de la casa de la calle Nevería donde, durante años, ha estado la exposición permanente sobre la vida y obra de Muño-Seca, hoy en el Edificio San Luis.

«Mamá, ya no voy a poder seguir quitándome los añitos que me quitaba», le dijo Pedro Muñoz-Seca, según el testimonio que del procurador jerezano Pedro Lassaleta --«tan seguro como que se dijo delante mía»-- pudimos conocer a través de Manuel Palacios Muñoz-Seca, canónigo de la S.I. Colegial de Jerez de la Frontera, y de su hermana, sobrinos de Pedro Muñoz-Seca, cuyo centenario se preparaba en El Puerto el 20 de febrero de 1979. (Texto: José Ignacio Buhigas Cabrera).

32

JUAN JOSÉ LÓPEZ AMADOR. Pocas veces tenemos la oportunidad de estudiar elementos tradicionales que aún son de uso en nuestra forma de vida actual, y mucho menos ponerlos en relación con usos similares, pero en épocas muy antiguas, especialmente si se trata de un amuleto que parece tener propiedades mágicas. El objeto arqueológico estudiado se mantiene en su esencia como una tradición marinera, sobre todo en la Bahía de Cádiz, y fundamentalmente en El Puerto de Santa María, aunque he podido ver su uso en la costa de Huelva y el Algarve portugués. En la actualidad está distribuido por toda la geografía nacional, pero casi seguro, que en la mayoría de los casos son adquiridos como adornos exóticos, sin saber que la tradición popular le dota de poderes sobrenaturales. /En la imagen se pude observar la forma más común de llevarlos, trabados en hilos y cadena de oro, y colgados del cuello, expuesto en el taller de platería Selma en nuestra Ciudad.

Durante largo tiempo he estado siguiendo la pista de esta pequeña pieza ósea, y para ser más concreto desde que en la excavación en 1984/85 (Túmulo 1. Necrópolis de Las Cumbres. Castillo de Doña Blanca), donde tuve el privilegio de colaborar, apareció uno de estos fotolitos en el ajuar de un difunto allí enterrado. Me llamó poderosamente la atención pues en mi casa era algo frecuente, mi padre tenía fe ciega para sus cefaleas. Aquello me dejó un poco con la incógnita de por qué este talismán se encontraba entre las cosas personales de quien estuviera allí enterrado.

AMULETO.
Para saber de sus virtudes hamos utilizado la sabiduría popular, sobre todo la de las personas mayores relacionadas con el mar. Durante largo tiempo hemos llevado un otolito con nosotros, se ha preguntado lo que sabían al respecto a personas que lo llevaban colgando al cuello, joyeros, en muelles, mercados, y enseñado a mayores en un recorrido por las de ciudades y pueblos como Algeciras, Tarifa, Barbate, Conil, Cádiz, El Puerto, Sanlúcar, Huelva Isla Cristina, Ayamonte y en Portugal, Vila Real de San Antonio, Tavira, Faro, Segres y muchos más.

Antiguamente, y de ello tenemos constancia, los otolitos de corvina eran transportados en bolsitas de tela o, incluso, sueltos en los bolsillos. Actualmente se comercializan en forma de anillos, pendientes y colgantes según su tamaño.

 

De los amuletos hay que decir que han sido empleado en todas las culturas y épocas de la historia, por sus supuestos poderes sobrenaturales. Las costumbres y tradiciones populares dan singular relevancia a la magia, y en especial, a los amuletos. Estos sueles ser objetos generalmente portátiles y unipersonales a los que supersticiosamente se le atribuyen alguna virtud sobrenatural: preservar de algunos males, evitar y sanar enfermedades, o traer suerte. Entre estos amuletos, hemos incluido los fotolitos. El portador considera el amuleto como un talismán que posee propiedades para ahuyentar el mal y los maleficios. Esta creencia forma parte de esta idea consustancial en el hombre de atribuir poderes sobrenaturales a elementos de la naturaleza, astros, animales, plantas, rocas, … Es algo que permanece vivo aún hoy en nuestra cultura, pero que va desapareciendo. /En la imagen la ubicación de los otolitos en la cabeza del pez tal vez hubiese influenciado para su uso como amuleto donde se muestra de la ubicación exacta del saco que contiene los otolitos en la cabeza de una gran corvina.

La corvina es uno de los pescados blancos que mas favorecen  a la salud al consumirlos, rico en fósforo y calcio y no tiene absolutamente nada de colesterol.

LA CORVINA.
Producto de la larga vinculación que desde la Prehistoria tenemos con el mar, es el singular uso que los habitantes de estas costas hemos dado a una pequeña parte de un pez: la corvina. Aparece desde momentos que remonta su antigüedad a más de 3000 años, convirtiéndose, posiblemente, en una de nuestras más antiguas manifestaciones mágico-religiosas originadas en el mundo marino.

Plato de corvina y pimientos.

La corvina aún se captura en nuestras aguas y forma parte de nuestra gastronomía. No es un pescado muy abundante y se encuentra en regresión por todo el litoral. Hace años se solían capturar en algunas alambrabas donde se pescaba el atún, pero siempre en menor proporción. Su captura se destina a la venta directa y no a la conserva. Se prepara en forma de filete o rodajas aprovechando para su corte la separación de las vértebras: la cabeza , que contiene el fotolito, una vez seccionada se vende aparte y a buen precio, según los pescaderos. La mayoría de las corvinas que hoy se venden provienen del ‘Moro’, zona geográfica que comprende la banda atlántica de Marruecos y el norte de las islas Canarias (Ferrer: 1993), siendo los de mayor tamaño de 12 a 20 kilogramos, mientras que los del Golfo de Cádiz tienen menor porte.

 

Un otolito engarzado en plata, otra forma de usarlo como colgante.

Al pez se le atribuyen poderes sobrenaturales, se le considera como un ser psíquico, dotado de poder ascensiones de lo inconsciente, tiene sentido fálico, es símbolo de fecundidad, etc. (Cirlot: 1969). Otras culturas le atribuyen un simbolismo espiritual, como ocurría entre los chinos, babilonios, asirios y fenicios.

EL OTOLITO.
Los otolitos o estatolitos son pequeños huesecillos que tiene la corvina en su cabeza. Tiene forma de saco y es parte del órgano de equilibrio en los peces y su ficha de crecimiento, situándose, en los vertebrados junto a los órganos acústicos. Desde antiguo, este hueso de aspecto alabastrado atrajo la atención de los marineros, que solían guardarlo como algo muy preciado. De hecho, como he dicho, mi padre, José López Navarrete (ver nótula núm. 422 en GdP), siempre lo llevaba en el bolsillo. Es curioso que hoy podemos observar estas piezas en el escaparate de cualquier joyería, formando parte de la orfebrería, ya que se ha conservado su uso como amuleto y es una tradición muy popular en la Bahía de Cádiz.

A nuestro amuleto se le atribuyen cualidades y propiedades curativas sobre cefaleas y dolores de cabeza, y buena fortuna, según la gran mayoría de consultas que se han efectuado fundamentalmente en el área geográfica del Golfo de Cádiz. Es verdad que existen muchas versiones de sus poderes mágicos, pero en general, la base de todas giran entorno a las mencionadas anteriormente.

Túmulo 1 y ajuar funerario de la Necrópolis 'Las Cumbres'. Castillo de Doña Blanca. El Puerto de Santa María.

EXCAVACIONES.
Dedicamos nuestra reflexión a este huesecillo que formando parte de la estructura ósea de la cabeza aparece siempre individualizado, así es como ha aparecido en varias excavaciones arqueológicas. Debemos señalar que la mayoría de las excavaciones corresponden al período Orientalizante. [Aparecen en El Puerto en las excavaciones de  Pocito Chico: año 1.000 a.C.; Castillo de Doña Blanca: s. VIII A.C. En Huelva, La Joya: s. VII a.C. En Gibraltar s. VIII a III a.C. En Sanlúcar, La Algaida s. V a II a.C.]

Aún son pocos los datos que tenemos de estos otolitos, singulares objetos arqueológicos, aunque estarán de acuerdo que su rastro es muy coincidente. Nos conduce a una serie de evidencias a tener en cuenta. Su aparición siempre forma parte de las ofrendas en distintos ritos, delimitado claramente en el tiempo. Así pues, al menos podemos definir claramente su uso en épocas Fenicio-Púnica, adaptándose y superviviente desde la fundación de Gadir hasta la llegada de los romanos.

Para finalizar quiero decir, que me gustaría poder ofrecer alguna teoría más al respecto, su procedencia, uso, etc. Pero como es lógico son pocos los datos que poseemos. Gracias a la tecnología y los análisis actuales como el ADN y otros. Tal vez muy pronto sepamos la procedencia geográfica de alguna de las personas que en la antigüedad utilizaban nuestro amuleto, y esto junto a otros datos nos aclaren un poco más sobre este singular patrimonio.

En la actualidad este amuleto tan arraigado en el Golfo gaditano, se ha visto trasladado a otras zonas de Andalucía, y también de España, como adorno personal, pero aquí ha quedado como parte de nuestro ajuar personal y nuestra tradición oral. Sea como fuere, este amuleto se distribuye en una región geográfica concreta como es el Golfo de Cádiz. Con una función creadora, en un sistema de relación hombre-objeto de manera muy compleja, especificándose creencias religiosas en relación con el medio natural, escondiendo viejos ritos bajo creencias tradicionales, que por suerte perduran hasta la actualidad.

2

Cuando echamos la mirada a atrás a aquellos años anteriores a 1928 aún nos cuesta mucho imaginar nuestras calles, nuestras casas, nuestras gentes... Rememorar ese pasado supone dibujar en el lienzo de nuestra historia una imagen borrosa de lo que fuimos, una fotografía en sepia de una ciudad mucho más pequeña, mucho más costumbrista, y quizás, sólo quizás mucho más humana.

La Puntilla en los años 20 del siglo pasado.

Eran años de duro trabajo, de verbenas estivales y de carros tirados por mulas. La bonanza de nuestro clima fomentaba los baños terapéuticos en nuestras playas, y atraían hasta nuestra ciudad a los primeros turistas en aquellos trenes botijo utilizados mayoritariamente por las clases populares en los meses del estío andaluz, las cuales para combatir la sed y los rigores del calor complementaban el equipaje con botijos que permitían mantener fresca el agua en los interminables trayectos de la época.

La calle Larga, en la década de los veinte del siglo pasado.

La ancestral tradición del fuego purificador en el solsticio de verano, firme y arraigada desde tiempos remotos en los pueblos y ciudades de toda la costa mediterránea, primero con la quema de muebles viejos o cartón, y más tarde con una festividad agrícola en la que los labradores aprovechaban el día más largo del año para la recolección de las cosechas, y la noche más corta para la destrucción de todos sus males, nos sirve de nexo de unión con nuestro personaje de hoy.

José María Py y Ramírez de Cartagena, nació en El Puerto de Santa María en el año 1881. Después de haber residido en Valencia durante más de 25 años –enrolado en varias Comisiones Falleras, llegando a plantar dos Fallas en el año 1917-, llegó a Alicante en 1922, donde su padre, Don José María Py y Puyade, ejercía de notario en su despacho de la Plaza de Isabel II. Su casamiento con Doña Mercedes González y Gutiérrez, de origen cubano, fue el motivo por el que sus padres lo desheredaron. Poseía el título de Barón de Rosta por vía materna, título del que jamás hizo ostentación. Tenía por aquél entonces 41 años y seis hijos: Gloria que murió con 17 años, José María, Mercedes, Elvira, Juan y Pilar. /En la imagen, José María Py.

Estableció su domicilio en el Barrio de Carolinas, en la calle Plus Ultra, para trasladarse más tarde a la Avenida de Alfonso el Sabio, trabajando de dependiente y ayudando a su padre en la notaría. Más tarde, haría labores de funcionario en el Ministerio de la Gobernación con destino en la Administración de Correos.

José María fue un portuense inquieto, alegre, alto de estatura, enjuto, con un destacado bigote borgoñés, simpático y acumulador de amigos. Frecuentaba varias tertulias de la capital alicantina, especialmente la que se reunía en “Alicante-Atracción”. Allí dio a conocer por primera vez su idea –acogida con entusiasmo por todos- de que, carente la ciudad de grandes festejos, se podría implantar la fiesta del fuego a la usanza valenciana pero dotándola de características y personalidad propias: celebrándose en el mes de junio, coincidiendo con el solsticio de verano y con la denominación de “Fogueres de San Chuan”. Era intuitivo y voluntarioso, excesivamente trabajador y desinteresado, tanto que llegaron a denominarle “el formidable”. Su artículo “Les Falles de San Chusep en Valencia y les Fogueres de San Chuan en Alacant”, publicado en “La Voz de Alicante” el 28 de marzo de 1928, prende la mecha y entusiasma a los alicantinos, que comienzan a interesarse por el tema.

Las hogueras de San Juan.

Py, acompañado por Don Miguel Llopis Reyner, presidente de “Alicante-Atracción”, visita al alcalde de la ciudad Don Julio Suárez Llanos para explicarle la cuestión y pedir su conformidad. Su objetivo principal no era la atracción de forasteros, sino el que Alicante, todos los alicantinos, llegasen a encontrarse a sí mismos, a salir de lo que alguien había llamado “modorra suicida” y no era más que el residuo  de un siglo romántico en una ciudad adusta y liberal en nupcias con el buen tiempo perenne y el mar.

Comienzan inmediatamente a formarse comisiones en diversos distritos, siendo la de la Plaza de Isabel II la primera que se inscribe en el registro, por lo que es la más veterana y antigua de todas las hogueras alicantinas. El 22 de junio de ese mismo año, el alcalde publica un bando autorizando la fiesta y pidiendo al vecindario, comercio e industria, que se asocie a tan feliz iniciativa. Este bando dio carácter oficial a las Hogueras.

Aquel primer año se plantaron nueve hogueras. La fiesta había comenzado su andadura y poco a poco fue tomando tal auge que en 1930 se hizo necesaria la creación de una comisión gestora que coordinara la labor de las diversas comisiones, a la vez que organizase los actos oficiales a celebrar.

José María Py fue elegido presidente de esta primera comisión gestora, falleciendo dos años más tarde (15 de marzo de 1932) de un infarto en su casa de Alfonso el Sabio, precisamente en vísperas de las Fallas Valencianas. En 1961 se instala una placa en su casa mortuoria, una calle con su nombre y un concurso bibliográfico. Sus restos reposan en el Cementerio de Alicante en el “Jardí del Silenci”.

El pleno del Ayuntamiento de Alicante, en sesión ordinaria celebrada el día 22 de julio de 2011 con el acuerdo unánime de todos los miembros de la corporación municipal, acordó conceder el honor de ‘Hijo predilecto de Alicante’ a título póstumo a este portuense casi desconocido en su propia tierra en un acto celebrado el pasado día 10 de noviembre. (Texto: Manolo Morillo)

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