Miguel Marroquín Travieso nació en la calle Ganado, 2, esquina con la Plaza de la Herrería, en 1943, hijo de Carmen y Miguel, siendo el quinto de ocho hermanos; su padre, militante del Partido Comunista fue perseguido y encarcelado durante seis años por sus ideas políticas durante el anterior régimen político. Está casado con la portorrealeña María Vera y tiene dos hijos, Eva y Miguel y un nieto, Manuel. Estudió en el Colegio de el Polvorista y la SAFA hasta los 13 años. En este colegio iba temprano para que le dieran un vaso de leche y mantequilla que regalaban los americanos aunque el pan tenía que llevarlo, pero antes, según recuerda «tenía que escuchar misa y en los meses de inviernos por las mañanas y con pantalones cortos y sin calcetines nos hacían formar en el patio para subir las banderas y cantar el “Cara al Sol”, mientras los os curas y los maestros iban bien abrigados con las sotanas y abrigos.» Como se puede apreciar no tiene muy buenos recuerdos de dicho colegio, ni de su director, a la sazón el jesuita Manuel Bermudo de la Rosa, de quien hablaremos más adelante pues se lo volvería a encontrar mas adelante de una manera bien diferente.
En el año 1956, con trece años, fue aprendiz de electricista y de operador de cine y a los catorce entra de aprendiz en la imprenta Gráficas Andaluzas, adonde llegó a encargado de taller con tan solo 24 años. Mas adelante trabajaría en Grafisherry, donde su jefe, Manuel Paz Carrasco, dio la cara por él yendo a la Comisaría cuando lo detuvieron una de las veces por su militancia política para que lo pusieran en libertad, diciendo: «Marroquín es los brazos y los pies de mi empresa».
Miguel con Sebastián, camarada del PCE, quien luego sería concejal por este partido en las primeras Elecciones Municipales en 1979.
EN POLÍTICA DURANTE LA DICTADURA.
Podemos decir de nuestro protagonista que fue uno de los organizadores del Partido Comunista de España (PCE) y de las Comisiones Obreras (CCOO) en nuestra localidad. Miguel entra en el PCE clandestino en 1.960, de la mano de Rafael Rivero -empleado de Banca de Banesto- y de su hermano Pepe Marroquín, ambos ya tristemente desaparecidos; en enero pasado hizo un año de la muerte de su hermano mayor, Pepe. En 1964 colaboró con el que más adelante sería su suegro en la huelga de los campesinos lecheros de Puerto Real pasando a ser, en 1.966, responsable de las Juventudes Comunistas a nivel local y provincial, pasando a formar parte de la Dirección Regional de dicha organización.
Estamos en 1967. Recibe instruciones de la Dirección Regional de CCOO para que se personase en un determinado lugar, donde se tendría que entrevistar con una persona para concretar una reunión del sindicato clandestino a nivel regional; el sitio: la Casa de Ejercicios de la Inmaculada, propiedad de los Jesuitas. Y allá que se va Miguel con sus camaradas Federico Iglesias y Luis Gatica llevándose una gran sorpresa: la persona que esperaban no era otra que Manuel Bermudo de la Rosa, el director que fue de SAFA cuando su infancia y del que no guardaba, precisamente, un grato recuerdo. El hombre se habia reconvertido en cura obrero y militante de la causa de los pobres.
Con Pepe, en la Librería Alberti, en la calle Alquiladores, punto de encuentro de la disidencia en el periodo previo al cambio político.
Los dirigentes clandestinos del PCE observan el trabajo que realiza y le invitan a entrar en la Dirección Provincial del PCE el año que el hombre llega a la Luna, en 1969. Y continúa implicándose en las luchas y reivindicaciones de los trabajadores: ayudó activamente en las huelgas de los viticultores y del metal a finales de la década de los sesenta y principios de los setenta del siglo pasado.
CASAMIENTO, DETENCIONES Y CÁRCEL
En Enero de 1970 se casa con la portorrealeña María Vera pero poco habría de durar la luna de miel: ese mismo año es detenido junto a 26 camaradas y condenado a cinco años de carcel. En 1971 nace su hija Eva, a quien su mujer llevaba para que la viera, tanto a la prevención como a la antigua cárcel de Cádiz. Miguel recuerda como María se ponía en una explanada que había cerca del centro penitenciario desde donde podía verlas, a ella y a su hija, desde el interior de la prisión... ¿Que pensamientos podrían pasar por la mente de esa pareja, separada por mor de unas ideas políticas, cada uno a un lado del muro de la prisión?
María, su mujer, su compañera, ha afirmado que «El amor por mi marido me dio fuerzas para superar todo lo que se me puso por delante. Permanecía a su lado siempre. Pensé que debía hacer algo y comencé a repartir El Mundo Obrero y a participar activamente en política. Fueron aquellos muy malos años pues mi marido estuvo tres años encarcelado y teníamos un bebé de muy poco tiempo» Casí nada...
En 1972 lo volverían a detener y la justicia del régimen franquista pide otros cinco años de cárcel para Miguel, saliendo absuelto en el juicio por esta causa. Eso sí, cumpliría tres años por la primera condena. En total sería detenido en cinco ocasiones conociendo el sistema penitenciario de España a través de cinco centros de cumplimiento: la carceles de Cadiz (3 veces), El Puerto (2 veces), Jaen (2 veces) Carabanchel (2 veces) y Palencia (1 vez).
LA ENFERMEDAD DE SU MUJER Y LA SECRETARÍA DEL PCE.
En agosto de 1.973 sale en libertad condicional y en enero de 1.974, su mujer, María es operada de una gravisima pancreatitis y, como consecuencia de ello quiso hacer una pausa en su trayectoria de la lucha obrer, pero María es la que lo anima a seguir. Por cuestiones de seguridad, el PCE lo aleja de la organización y le encarga que pase a formar parte de las Mesas Democraticas, una organización informal, inspirada por el PCE, que aglutinaba a la oposición franquista, aunque no llegó a cuajar. Ese mismo año llega ser el secretario general del PCE en El Puerto y miembro de la Dirección Provincial de dicho partido.
Como Miguel no paraba ni en la Feria, se mete a fundar junto a otros camaradas la caseta de feria "Peña Andalucia", cuyo objetivo prinicipal, además de ofrecer un marco de diversión a las clases mas humildes en la Feria, es recaudar dinero para la lucha antifranquista. Eso ocurría en 1976 y no en 1971, como erróneamente reza en el cartel figura en el interior de la caseta que en la actualidad regenta Izquierda Unida (IU).
MANUEL GERENA Y CARLOS CANO.
En agosto de 1976, con Franco ya muerto, organizan un acto de agitación de masas presidido por la Coordinadora Democratica en el entonces Polideportivo de la Diputación, por la playa de La Puntilla, donde el cantaor y poeta Manuel Gerena y un jovencísimo Carlos Cano actuaron ante un auditorio de más de 7.000 personas. Quien esto escribe estuvo allí con 17 años y recuerda haber escuchado a Gerena reclamar, entre copla y copla, una copa de vino de la tierra para templar la garganta “antes de que se la bebieran todas los Domecq”. Y animado, en 1.977 organiza otro gran acto de masas: el Festival de los Pueblos Ibéricos, con los tendidos, las gradas y el ruedo de la Plaza de Toros llenos a rebosar. (En la fotografía, Manuel Gerena).
Antonio Álvarez, al acceder a la alcaldía, en su despacho en 1979.
LA DEMOCRACIA EN LOS AYUNTAMIENTOS.
Miguel es elegido en 1978, democráticamente, Secretario General del PCE en El Puerto; la anterior vez ocupó la secretaría general por cooptación. Prepara las Elecciones Municipales de 1979 y, merced al “Pacto de las Izquierdas” junto con el PSOE y el PSA (en Andalucía gobernaría el partido de izquierda mas votado de los tres, firmando un pacto de gobierno y repartiéndose las responsabilidades) el PCE consigue la alcaldía siendo el primer alcalde del nuevo periodo de ayuntamiento democráticos, su amigo y camarada Antonio Álvarez Herrera.
En la fotografía, podemos, empezando por la izquierda -como no podría ser de otra manera tratándose de Miguel- podemos ver a Carmelo Ciria, Juan Güelfo, José Serrano, Teodoro Ignacio Gallego Bezares, Presidente del Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE), Miguel Marroquín, Jesús Espinar Galá y Joaquín González; debajo Antonio Gatica, Pepito Alberti con su hijo y Selu Sánchez Alonso, quien con el tiempo sería concejal de Fiestas y de Vías y Obras.
Miguel recuerda el año 1980 como «un año tumultuoso, tanto en el partido como en el Ayuntamiento» y poco más de un año después de haber ganado las elecciones el PCE, en julio de 1980 presenta la dimisión de la Secretaría General del PCE, que no le aceptan. Miguel quedaría tocado por los acontecimientos que se estaban viviendo dentro de su partido, ya en democracia. Al año siguiente, el 22 de febrero deja de ser secretario general de su partido en El Puerto, aunque permanece como vocal en la dirección del mismo, hasta que el 14 de septiembre, su camarada y amigo, Antonio Álvarez, es obligado a dejar el Ayuntamiento como alcalde y concejal, algo que le afectaría profundamente a ambos, dada la amistad y la intensidad de las experiencias vividas en la clandestinidad. Marroquín culpa a Paco Artola de ser el autor intelectual, aunque en la sombra, de la defenestración política de Álvarez.
GRUPO INDEPENDIENTE (GI).
"En 1983, fue el año que cometí la mayor equivocación de mi vida, participé en la elaboración de una lista independiente a las elecciones municipales. Como éramos amigos de toda la vida me convenció para que le ayudase. Yo sabía que esta aventura era irrealizable, pues los candidatos en su mayoría eran de derechas o lo fueron en su día. Álvarez quería que yo fuera el segundo de la lista" -afirma Marroquín- "algo a lo que me niego y le digo que le ayudo nada más, que con esta ayuda estoy tirando mi historia política por una ventana, pero que nada mas llego hasta ahí. Efectivamente los ciudadanos solo le dan la confianza en un concejal: el mismo. Fue, como digo, una aventura y mi mayor fracaso como político, pero mi amigo quería mi ayuda y para eso están los amigos: para las maduras y para las mas duras".
SU VUELTA A LA POLÍTICA: EL PSOE.
Miguel es un animal político. Necesita la política para vivir. Todo lo vive en esa clave; de política de izquierdas. Se afilia al PSOE el 13 de octubre de 1985, y las criticas de sus antiguos camaradas no se hicieron esperar. "Se habían afiliado al PSOE por aquella época los camaradas: Soto, Pilar Bravo, Solé Turá, Abel Caballero, Enrique Curiel, Blanca Alcántara, Juan García, Epifanio Serdio, Paco Cabral, entre otros" afirma Miguel. Precisamente fue Paco Cabral el que le dijo, en una conversacón que mantuvieron: "--Miguel, ¿de que nos sirve ser tan rojos, si no podemos ayudar a los trabajadores? Desde el PSOE, partido que está gobernando, podemos ayudar a nuestra gente, a la clase trabajadora".
Quienes compartieron tanto en tiempos tan difíciles no admitían que Miguel, libremente quisiera volver a la militancia en lo que Santiago Carrillo llamase “la casa común de la izquierda. Fueron críticas furibundas y desmedidas, muy al estilo del PCE de la época, a pesar de que el propio Marroquín se definía a si mismo como "Un comunista militando en el PSOE". Mas adelante quienes criticaban esta acción se fueron desgajando del PCE: unos se fueron definitivamente, otros se integraron en el PSOE, otros a Nueva Izquierda, y los demás al PCPE (Partido comunista de los pueblos de España). Con el gracejo que nos caracteriza, alguien llegó a comentar que aquello mas que un partido era el Repartido Comunista.(En la fotografía, Miguel Marroquín prometiendo ante la Constitución el cargo de concejal, ante la mirada de Antonio Álvarez Herrera que presidía la Mesa de Edad).
Dos años mas tarde, en 1987, Miguel forma parte de la candidatura del PSOE, el año en el que dicho partido obtiene la lista mas votada de cuantas convocatorias se han celebrado en las Elecciones Municipales, obteniendo diez concejales. Miguel iba el número tres y Antonio Álvarez Herrera, el número diez, precisamente.
Con Carmelo Artiles, a la sazón presidente del Cabildo Insular Canario, el alcalde Juan Manuel Torres Ramírez, el Primer Teniente de Alcalde, Indalecio Rábago Vega y Miguel Marroquín, en una audiencia en la alcaldía durante las Jornadas Turísticas a finales de la década de 1980.
INNOVACIÓN EN TURISMO.
A Miguel le dan las responsabilidades de Fomento, Turismo y Plaza de Toros y lo nombran Teniente de Alcalde. Miguel guarda un grato recuerdo de aquellos años, donde tuvo oportunidad de trabajar por el desarollo de El Puerto en un área en la que no se veía en principio, pero a la que le puso todo el interés y el empeño, marcando hitos en la gestión turística pionera en la zona. El Puerto llegó a ser el primer municipio de Andalucía que contó con un Plan Director de Ordenación Turística (PDOT) que se integró en el PGOU, empero, fue derogado con la llegada del gobierno de Hernán Díaz, un año mas tarde con la llegada de éste a la alcaldía. Donde iban hoteles acabarían construyendo unifamiliares y cercenando el crecimiento turístico de calidad de El Puerto en beneficio de otras poblaciones de nuestro entorno.
Miguel Marroquin, Cesar Manrique y el Prof. Dr. Diego Ruíz Mata.
Ideas innovadoras para la época, como los descuentos para los vecinos y residentes en establecimientos de ocio, que de alguna manera compensara las molestias que ocasiona el turismo; la participación económica de las empresas turísticas en las actividades de promoción de la ciudad. Se desvivió por un proyecto que no termina de arrancar: el Parque Arqueológico de Doña Blanca, apoyando a su gran amigo Diego Ruiz Mata: Arqueódromo, Mirador, Cuevas Canteras, Acuario Submarino... El fallecido prematuramente Cesar Manrique se llegó a implicar en el proyecto.
Entrega de los Premios Taurinos de la Plaza de Toros a José Luis Galloso, ante la presencia del entonces empresario de la Plaza, Diodoro Canorea.
Miguel recuerda el gran cariño y afecto que profesa y le profesan quienes trabajaron con él en el entonces Patronato Municipal de Turismo. Con ellos organizó, junto con la Tertulia Flamenca “Tomás el Nitri”, tres Concursos Nacionales de Cante Flamenco para los que el pintor de la luz Juan Lara, hizo el cartel convocatoria. También mejoró e impulsó los premios taurinos de la Plaza de Toros y otras actividades como los Premios a la Promoción Turística, la inauguración de Puerto Sherry o el apoyo que prestó a la celebración de congresos en la Ciudad. A la finalización de su mandato, el sector turístico de la Ciudad le tributó un caluroso y nutrido homenaje de despedida, donde valoraron el empuje y la entrega que le impulsó a la actividad turística, hace cerca de 20 años. (En la ilustración, el cartel que pintó Juan Lara para el Concurso Nacional de Cante Flamenco 'Ciudad de El Puerto').
El monumento ante el antiguo Penal de El Puerto, hoy Centro de Actividades Culturales y Empresariales 'La Victoria'.
MIGUEL ¿JUBILADO JUBILOSO?
Nuestro protagonista es partidario de las reivindicaciones que se hacen sobre la Memoria Histórica: Organizó el homenaje a los represaliados del franquismo en el antiguo penal y tiene escrito un libro, "EL PRECIO DE LA LIBERTAD. ¿ERAMOS COMUNISTAS?, que se editará en breve. Miguel afirma «ser una persona que ni odia ni guarda rencor; ni a sus torturadores, ni a sus enemigos, ni tan siquiera a los liquidadores del PCE. A los únicos a los que no perdona es a los que le privaron de ver los primeros pasos y las primeras palabras de su hija Eva.
Miguel Marroquín, Alfonso Perales, a la sazón Consejero de Gobernación de la Junta de Andalucía y el histórico exdirigente del PCE, Fernando Soto, en las Jornadas sobre los represaliados del franquismo.
Jubilado jubiloso, reparte su tiempo en leer, escribir, las tertulias (sus amigos dicen que habla poco). En la actualidad se haya alejado de la política de partidos desde al año 2005, pero sigue siendo un animal político. «He experimentado la libertad cuando dejé la militancia en los partidos: siempre he sido muy disciplinado y eso me ha coartado siempre», aunque mantiene sus simpatías por el PSOE. Amigo de sus amigos, tiene un gran sentido solidario. Manuel Gerena, cantaor y poeta quien presume de su amistad, le ha dedicado esta poesía, de la que reproducimos la primera estrofa:
Tengo un amigo en el hambre,
y tengo otro en el alma.
Los dos son el mismo amigo,
Miguel Marroquín se llama.
(Manuel Gerena)