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“¿Qué se encierra debajo aquesa losa?
un cuerpo que abrigaba un alma inquieta;
él era un genio ayer, era un poeta
¡hoy es polvo no más!”

Ángel María Dacarrete.

Ángel María Dacarrete Hernández nace en El Puerto de Santa María el 14 de noviembre de 1827. Su padre, José Luis Dacarrete Ramírez, era natural de Cádiz y su madre, María Regla Hernández Samaniego, era natural de El Puerto. Marcha a Cádiz para estudiar en el Colegio San Felipe Neri. Después fija su residencia en Sevilla y hacia la mitad del siglo se instala en Madrid. Al igual que Espronceda, Patricio de la Escosura y Ventura de la Vega, Dacarrete fue discípulo del poeta sevillano Alberto Lista. Conoció a Bécquer en Sevilla y es, al decir, de José Pedro Díaz, “el más importante precursor de Bécquer”. Si se atiende a la fusión que en su poesía se descubre del alemán y el español, de la balada y el cantar, del “lied” y la “soleá”, tan patente luego en las Rimas del poeta sevillano.

El aislamiento de Bécquer es menos absoluto de lo que a primera vista parece. Como todos los artistas, y por muy individual que sea, Bécquer está ligado a su tiempo y tiene en él, si no justificación, por lo menos una ambientación suficiente. Por lo pronto, Bécquer encontró no diremos una escuela formada, pero sí un clima, un ambiente propicio a la germinación de su obra. De cualquier modo, ya no se puede hablar de Bécquer como de un fenómeno aislado; y siempre al iniciar su estudio, debiera aludirse al grupo de precursores, entre los que destaca Ángel María Dacarrate. /En la imagen de la izquierda, G.A. Bécquer.

Dacarrete tradujo, como Eulogio Florentino Sanz y Augusto Ferrán, a Heine, a quien admiró tanto como a Uhland. José Pedro Díaz significa que “el poeta de la época que más se acerca al tono de Bécquer antes que éste haya publicado ninguna de sus rimas más características, y que debe ser considerado su precursor más inmediato, es Angel María Dacarrete”. Fue, quizá junto a Pongilioni , en su momento el poeta más destacado del ambiente literario de Sevilla; pese a ello la mayoría de las antologías románticas lo tienen en olvido. Todos estos poetas, pues, cultivan un nuevo tipo de poesía y crean el clima que ha de hacer posible la inverosímil aparición de un poeta de las características del gran lírico sevillano.

Dacarrete colaboró, como Bécquer, en La España Musical y Literaria, y en muchas otras publicaciones. Dacarrete, colaboró asiduamente en La América, revista de Madrid, que empezó a publicarse en 1857 y en la que también escribían Emilio Castelar, la Avellaneda, Carolina Coronado, Eulogio Florentino Sanz, Ruiz Aguilera y Campoamor, aparte de otros ingenios menos conocidos, entre ellos el íntimo amigo de Bécquer Luis García Luna. La América, cuya publicación se prolongó bastante años, concedía singular atención a la poesía inglesa, y mayor aún a la alemana, insertando frecuentes imitaciones y traducciones de Goethe, Schiller y, sobre todo de Heine. Uno de los más afortunados imitadores de éste fue Dacarrete. Sólo en el número del 8 de agosto de 1858 se insertan hasta ocho poemas suyos, todos los cuales, tanto por el tema y la manera de tratarlo como por el lenguaje y hasta la estructura métrica, delatan evidente parentesco con la poesía posterior del autor de las Rimas.

Dacarrete estrenó su primera obra dramática titulada Magdalena en 1855, a la que siguieron la zarzuela Mentir a tiempo, con música de Fernández Caballero, la comedia Poderoso caballero con dinero y el drama Una historia del día. Entre sus cargos políticos hay que destacar los de gobernador civil de Valladolid y Burgos. Diputado a Cortes, Director general mucho tiempo de Hacienda y de Gracia y Justicia del Ministerio de Ultramar, Dacarrete sirvió también durante veinticuatro años en el Consejo de Estado, perteneciendo al Tribunal Contencioso y presidiendo la Sección de Hacienda hasta que quedó cesante por reforma en Mayo de 1904.

Estaba en posesión de la Gran Cruz de Alfonso XII. Propuesto para ocupar el sillón “R” de la Real Academia Española de la Lengua el 2 de diciembre de 1900 no llegó a ocuparlo ya que cuando estaba justamente preparando el discurso de entrada, el 13 de octubre de 1904, a las dos de la tarde, le llegó la muerte a causa de una úlcera venal en su domicilio madrileño de la Plaza del Cordón, núm. 2.

Abunda en nuestro poeta la estrofa que luego se llamó becqueriana, compuesta de tres endecasílabos seguidos y de un heptasílabo, que con frecuencia se sustituye por un pentasílabo. En Ensueño, una composición publicada en La América en 1858, aunque se sabe que estaba escrita un año antes, leemos: “Inmóviles los dos y silenciosos, / apoyada la mano sobre el seno, / sonreímos ... ¡Yo estaba al despertarme / en lágrimas deshecho!”. La semejanza de estos versos con alguna rima de Bécquer son tan evidentes que no hay que señalarlas. Lo mismo se podría decir de otras composiciones de Dacarrete: Vigilia, A..., Dime, ¿por qué?, El amanecer. Escribió asimismo Cantares, cuyos contactos con ciertas Rimas becquerianas son casi seguros. Y como dijo el poeta portuense : “¡Ay! ¡Mil ojos se fijan en mis ojos / pero los suyos no! / ¿Por qué extrañar que ante el bullicio aislado / enmudezca mi voz?”. (Texto: Francisco Arias Solís).

OBRAS.
“En nuestra biblioteca Pública, prologada por José Luis Tejada y Francisco M. Arniz Sanz, editada en 1986, permanece a salvo del olvido una buena parte de su obra entre las 88 páginas que componen El Libro del Amor, antología de nuestro poeta y Académico. ” Manolo Martínez Cordero.

Magdalena (1855)
Mentir a tiempo (zarzuela)
Poderoso caballero con dinero
Una historia del día
Julieta y Romeo: drama tragico en cuatro actos y en verso (1858)
Las dulzuras del poder: comedia en tres actos y un prólogo original y en prosa (1859)
La España del siglo XIX (1886)
Martínez de la Rosa. El triunfo de las instituciones representativas
El Duque de Tetuán. La revolución de 1854. La transacción de los partidos
La Unión Liberal y D. Antonio de los Ríos y Rosas
Las guerras de África y de América
Los antecedentes de la revolución de 1868.
Poesías (publicación póstuma, 1906).

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Manuel Jesús Bernabé Gatica, Manu, no nació solo el 9 de Febrero de 1962,  sino que también lo hizo su hermana melliza de nombre Eloisa, en Cádiz capital, hijos del gaditano Manuel  Bernabé González-Balbuena y de Eloisa Gatica Lara, natural de El Puerto.

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(*) Capirote: 1. adj. Cucurucho de cartón cubierto de tela que usan los penitentes en las procesiones de Semana Santa. 2. m. Dicho de una res vacuna, que tiene la cabeza distinta del color del cuerpo. || Procede de ‘capirón’, palabra en desuso, que significa cubierta de la cabeza.

1962
En 1962 era alcalde de la Ciudad Luis Portillo Ruiz. Manuel Martínez Alfonso publica su libro «El Puerto de Santa María en la Literatura Española».

Se rueda en El Puerto la película ‘La Becerrada’ con Fernando Fernán Gómez; la Plaza de Toros y el Vapor, espacios inmortalizados, cuyo cartel reproducimos en la imagen de la izquierda.

Rafael Alberti publica ‘Poemas Escénicos’ primera serie. Se inauguraba el Hotel Meliá ‘El Caballo Blanco’. El ayuntamiento concede la Medalla de Oro de la Ciudad al dictador y Jefe del Estado, Francisco Franco.

Se inauguraban las viviendas de La Pescadería, reciente y parcialmente derrumbadas para recuperar la Plaza del Carmen.Empieza a realizar su labor docente el Colegio La Salle que, en septiembre, inaugura el Curso 1962/63.

Nacen el investigador Bernardo Rodriguez Caparrini, el compositor carnavalesco Luis Galán y la actriz Montse Torrent y el navegante Epi Unzueta Melgarejo. El fotógrafo Manuel Bernabé Gatica.

En el colegio 'La Divina Pastora', Manu junto a su hermana melliza, Eloisa.

La infancia de Manu transcurrió en el núm. 52 de la céntrica calle Luna, donde vivió hasta el año 1972. Los estudios de enseñanza primaria, entonces E.G.B., los realizó en el  colegio La Divina Pastora, encima del conocido establecimiento de ultramarinos La Giralda, realizando el segundo ciclo en el colegio La Salle Santa Natalia y más tarde, los estudios de BUP en el Instituto Muñoz Seca. En el año 1978 comienza Formación Profesional en  SAFA, finalizando la FP-2 en el Instituto de Formación Profesional de San Fernando.

Colegio de la Salle. Curso 1973/74. Fila superior, de izquierda a derecha: Angel Magriñán Camacho, Miguel Hermoso López, Juan Antonio Egea Aldana, Ricardo García Moscoso, Eduardo Lojo Lavis, Rafael Velez Díaz, Jesús González Beltrán, Ignacio Perea Rincón, Claudio Bayard Lopez- Cepero. Fila segunda, de izquierda a derecha, Javier Jiménez Aragón, Miguel Rodríguez Peinado, Ricardo Pérez Sánchez, Francisco Rivera López, Fco.  Javier Pérez Cabral, Julio, Antonio González Herrera, Luis Góngora, Juan José Medina Ruiz, José A.Torres. Fila tercera, de izquierda a derecha, Francisco Martínez Cordero,  José Manuel Pérez Pérez, José Rojas Cárdenas, José Áspera López, Antonio Mesa Ortiz, Salvador Blanca Fernández, José M. Rodríguez Sucino, Manuel J. Bernabé Gatica, Eugenio Neva Pérez, Francisco Montesino Gallego, Agustín Velázquez Bocanegra. En el suelo, de izquierda a derecha, Alberto Pérez Izquierdo, Domingo Péculo Fernández, José Bautista Pérez, Francisco Peinado Alcón, Juan Carlos Ordoñez González, Juan Ruiz Rosa, Miguel Mena Rodríguez, Juan Vicente González Jimenez.

En 1992 contrajo matrimonio con Milagros Quintero Utrera con quien tiene dos hijos: Manuel Jesús  (1994) y Nuria (1999).

AFICIÓN POR LA FOTOGRAFÍA.
Apenas tenía nueve años cuando, en un ropero de su casa, encontró una vieja cámara de fotos --de esas que tenían  fuelle--,  que su padre guardaba desde hacía muchos años. Fue entonces cuando empezó a sentir curiosidad por aquella cámara y decidió ponerla a funcionar, siempre y cuando su padre accediera a ponerle un carrete. Así fue y desde aquel día nació su interés por la fotografía. La primera foto que recuerda haber hecho fue un autorretrato, realizado delante del espejo de un ropero. Ese fue el punto de partida. La vieja cámara de fotos se convirtió, al cabo de algún tiempo, en un instrumento más en su vida diaria. /En la imagen de la izquierda, Manu en la Feria de Crevillet de 1980.

Con el paso de los años consiguió hacerse con una cámara más moderna, con carrete de paso universal y más acorde con los tiempos, hasta que al final pudo conseguir su primera cámara réflex, la cual sería, sin lugar a dudas, el paso decisivo hacia ese fantástico mundo. Donde estaba Manu Bernabé, siempre estaba su cámara.

Manu Bernabé, Mariano Serrano, José Antonio García Misa y Eusebio Pérez Fernández en la calle de la Zarza, en Obregón, uno de los últimos reductos del arte tabernero y bodeguero de El Puerto.

Manu Bernabé, Juan Manuel Brea, José Antonio García Misa, Manuel Gutiérrez, Alfonso Loureiro, Juanma Aldana, Manuel Aldana, Pepín Puente. Agachados, Manu Bernabé hij, Nacho Puente y Jesús Puente, durante la Navidad 2010 en el bar 'El Tentaero'.

SEMANA SANTA.
Fue aprendiendo de forma autodidacta y más tarde adquirió algunos libros y enciclopedias de los cuales iba sacando información. Cuando tenía dudas, buscaba la opinión de alguien más avanzado que él o incluso de algún profesional. Al final de la década de los setenta empezó a hacer fotos a la Semana Santa portuense. Primero las hacía en negativo y, posteriormente, en diapositivas. Desde entonces no ha faltado un solo año a su cita con la Semana Mayor, que se aproxima-

LLAMADOR.
Desde el año 2001 hasta hoy ha aportado sus fotografías para la confección de los carteles  e itinerarios de Semana Santa editados por la emisora local Radio Puerto FM, así como de algunas otras entidades y empresas. En la actualidad tiene editados 18 carteles y está en posesión de premios y trofeos entre los que se encuentran:

2º premio del Consejo Local de Hermandades. Año 1985
3º premio Hermandad de la Borriquita. Año 1995
2º premio Hermandad de la Borriquita. Año 1996
3º premio Hermandad de la Borriquita. Año 1998
2º premio Hermandad de la Borriquita. Año 2002
1º premio Hermandad de la Borriquita. Año 2003
3º premio Hermandad de la Soledad. Año 2007
VII Antifaz de Plata Hdad del Olivo. Año 2008
1º premio de la ”Madrugá”  Hermandad del Nazareno. Año 2008
3º premio Hermandad de la Soledad. Año 2010

1º premio Hermandad del Resucitado. Año 2010. /En la imagen de la izquierda, Manue Bernabé haciendo entrega a Benito López-Cepero de la Venta 'El Cepo' y el 'Rincón Español' en  el año 2001, del cartel enmarcado del que fue autor y que patrocinó el citado establecimiento hostelero.

En el acto de entrega del Llamador 2011, de manos de Millán Alegre. Detrás los concejales Capdevila y Benavente, el alcalde Enrique Moresco, el Secretario del Consejo de Hermandades, José Manuel Castillo y Angelito García González, mantenedor del acto.

Una conseguida fotografía de Manu Bernabé en la Plaza de Toros de El Puerto.

PLANETA DE LOS TOROS.
En los años noventa sintió curiosidad por la fotografía taurina, aunque desde el tendido, lo cual no le daba demasiadas satisfacciones. En las dos últimas temporadas taurinas de El Puerto, ha colaborado con un  diario de la bahía. Una nueva experiencia desde el callejón.

En la imagen, en los burladeros de la Plaza de Toros de El Puerto, junto al torero Morante de la Puebla y el empresario Briole, propietario de los muebles del mismo nombre.

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María Josefa García Granados nació en El Puerto el 10 de julio de 1796 y falleció en Guatemala el 28 de julio de 1848. Desde su juventud llegó a tierras guatemaltecas alrededor de 1810-1811. Mejor conocida por sus amigos y conocidos como Pepita, casada con Ramón Saborío, de Nicaragua. Literata y poeta guatemalteca es una de los exponentes intelectuales de la independencia de Guatemala, primer referente de la poesía feminista de aquel país.

María Josefa era madre de seis hijos y se le conocía por su fuerte carácter y autoridad. Debido a dicho carácter, creó una amistad con los hombres más influyentes de su época, aun antes de 1821 (año de la independencia de Guatemala), ella concurría a las famosas tertulias efectuadas en casa del canónigo José Maria Castilla nacido en Madrid. [Interesante el ‘Sermón’, dedicado a este personaje y escrito junto a su gran amigo y poeta José Batres Montúfar, el mayor exponente de la literatura romántica guatemalteca. Este ‘Sermón’, es una apología del sexo sin remordimiento con la cual los poetas lanzan un reto frontal y una crítica descarnada a una sociedad que se esconde tras una infinidad de apariencias y una falsa moral].

Ciertamente el ingenio y cultura de esta ilustre dama le valió ser reconocida como una de los referentes de la literatura guatemalteca en su época. Fue amiga personal de Pedro Molina, José Cecilio del Valle, Mariano Gálvez, José Milla y de Rafael Carrera. Se dice que su mejor amigo fue José Batres Montúfar, de quien ella fue maestra de canto y guitarra. /Imagen de la izquierda, José Batres Montúfar.

Según Máximo Soto Hall, Pepita era atrevida y valiente. En los tiempos en que los hombres no salían a la calle de noche, ella visitaba a sus amigos sin atender la hora. Según las memorias de Miguel García Granados se sabe que doña María Josefa padecía de histeria, posible razón de su tendencia crítica y satírica, aunque no por ello menos valiosa. Por muchos años publicó el Boletín del Cólera, debido en que aquella época Guatemala estaba siendo atacada por el "cólera morbus"; con este entretenía a la población con sus boletines satíricos.

Como aficionada a la lectura, María Josefa García Granados se cultivó en la poesía, no solamente escribió sátira sino también cantaba poéticamente. Además de "A la ceiba de Amatitlán" otras de sus composiciones son: "Himno a la Luna" (1830), "La Resolución"; "A una hermosa joven -desgraciadamente enlazada con un achacoso viejo-"; "A una abeja"; "Plegaria"; "Despedida". Además tradujo algunos versos de Byron. También cultivó la oda histórica.

En el siglo XIX la mujer se dedicaba de ordinario a las labores de su casa. La sociedad de la época no admitía que el sexo femenino interviniera en asuntos políticos, mucho menos que pudiera exteriorizar sus ideas públicamente. Pero María Josefa García Granados se lanzó a actividades prohibidas rompió esquemas en su época; con el seudónimo de ‘Juan de las Viñas’ para no ser reconocida como mujer. Es sin duda, la primer referente de la poesía feminista en Guatemala. (Texto: Sonia Marroquín).

García Granados, María Josefa. Su poesía. (Poesía). Guatemala: Tipografía Nacional, febrero 2010, 1ra. edición. 184 págs. 12.2 X 18.2 cms. ISBN: 978-9929-8005-0-2. Rústica.

De la contraportada: “En su calidad de mujer se puede perfectamente definirla como el antecedente del feminismo. Su lenguaje desenfadado, desmitificante y procaz todavía escandaliza. Quizás por estas razones el conocimiento de su obra ha quedado restringido a una elite intelectual y a un reducido núcleo familiar. Este libro ofrece una visión distinta de la obra producida por María Josefa García Granados, porque, finalmente, es posible tener reunida y ordenada su obra poética (junto a la de algunos de sus amigos y enemigos), representativa de esos días álgidos de la historia guatemalteca del siglo XIX. También se incluyen escritos narrativos, documentos y testimonios de personas que tuvieron relación con ella”.

EL SERMÓN.
Para Aída Toledo, “Una de las piezas literarias que pasa a ser una lectura no recomendable en las escuelas privadas y públicas de Guatemala -de ayer y hoy- la constituye el recordado "Sermón", escrito en verso y dedicado al canónigo Castilla, y que constituye una pieza cruda y mordaz, y no pornográfica, como se encuentra clasificada. [obra de nuestra Pepita y de su amigo el también poeta José Batres]

La pieza aparece en el contexto de la política post-independencia de Guatemala; es un texto que ataca duramente los excesos del clero y la iglesia católica y que obviamente proviene de las ideas antirreligiosas de la primera mitad del siglo XIX en Centroamérica. Recordemos además que, en el "Sermón", Josefa García Granados transgrede también la normativa de la época, dado que ese tipo de discursos estaba en el campo de lo masculino. El sermón como forma literaria era abordado únicamente por hombres; de esa cuenta el texto, además de atacar fieramente las costumbres y los vicios de la iglesia de aquel momento, puede leerse también como el inicio de una línea imaginaria de tradición subversiva, en donde las apropiaciones del lenguaje masculino están en consonancia con aspectos de tipo formal e ideológico.

El texto en sí mantiene un tono contestatario, a la manera de las invectivas romanas, y se advierte un tono epigramático y sentencioso con el cual se emplaza a ese ‘otro’, masculino y conservador, a quien se dirige. La pieza remeda los sermones ofrecidos por los religiosos en los oficios de la misa, en donde Josefa García también participa de la parodia festiva que va a producir durante el siglo XX -durante el periodo de las vanguardias latinoamericanas de principio de siglo- una literatura mucho más popular en los temas, pero en donde también se advierten las tonalidades cultas de su educación”.

Sermón para el canónigo José María Castilla
(fragmentos)

"O joder o morir, ¡oh almo coño!
que un bello, tierno y virginal retoño,
vale más que la vida y que la gloria
que sólo sirven de adornar la historia".
Así un filósofo pagano,
Octavio Augusto, emperador romano;
¡Oh vosotros, muchachos negligentes
que servís de ludibrio a los vivientes
pasando el tiempo en ocio tan profundo
cual si no hubiera coños en el mundo!
… … … … … …

Y tú, sexo embustero y desaseado,
¿en qué empleas la flor que Dios te ha dado?
Vírgenes tontas, con vosotras hablo,
no sois ni para Dios ni para el Diablo.
Ahora, que inflamado de elocuencia
al predicar la fornicaria ciencia
más que Bossuet y Fenelón me siento,
hembras y machos, escuchad mi acento.
Mas para oír con fruto mis razones,
cada varón empuñe sus cojones
y las hembras su coño y sus dos tetas
que jalan más que doce mil carretas.
… … … … … …

Con carajos y coños juntamente:
¡tened piedad de la afligida gente
que ha escuchado devota mis palabras,
tened piedad que se me van las cabras!
Y entre tanto que el mundo se corrige
y que el carajo al coño se dirige,
sobre las aras de tu santo templo
les voy a predicar con el ejemplo.


Para leer al completo esta «pieza cruda, mordaz y no pornográfica», pulsar aquí.

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De izquierda a derecha, sentados, Isabel, Teresa, Mari Pepa, Javier, la madre Carmen, Rafael, la hija de Helga y Juan, Maite Gargallo y Helga Müller (esposa de Juan). De pie, María Lobo (esposa de Enrique), Mari Carmen, Juanito (hijo de Juan y Helga), Pepe, Juan, Chema Martínez, Milagros y Enrique. Fotografía tomada en el domicilio familiar de la calle Larga en 1991, con motivo del 80 cumpleaños de la matriarca de los Esteban Poullet: María del Carmen Poullet Vargas, (1911-2006), que todavía viviría sus buenos 15 años.

Faelo, Mimi, Mari Carmen, Maripe, Pepe, Enrique, la desaparecida Conchita, Tere, Javier, conocido como Bini, Luis, Juan e Isabel: seis varones y seis hembras, se quedaron huérfanos, también de madre --María del Carmen Poullet Vargas-- en 2006, en este Puerto en el que, de acuerdo con el orden biológico, se nos están yendo tantos y tan buenos referentes. Su padre, José Esteban Pérez, falleció en 1973.

Los Esteban Poullet –aunque asociados al mundo de los productos de enología- han destacado siempre por algún aspecto relacionado con el mundo de las artes, don que debe venirles de su tío abuelo Antonio Poullet, quien fuera profesor en la Academia de las Bellas Artes de Santa Cecilia. La Fábrica de Productos Enológicos estuvo funcionando en el número 15 de la calle Larga, junto a la vivienda, desde 1905 hasta que, a finales del siglo XX, tuvo que cerrar víctima de la enésima revonversión del sector vitivinícola de la zona. /En la imagen de la izquierda, capilla de casa de los Esteban Poullet, en la calle Larga.

Así, Faelo se ha relacionado con la literatura y las composiciones escultóricas y de pintura. Pepe, gran aficionado a la egiptología y los viajes, ha sido uno de los grandes contadores de las cosas de Egipto cuando aquí se consumían menos paseos por el mundo. Luis, el hombre de los inventos del Laboratorio de ‘Touston’, donde con técnicas de artesano construía sus propios instrumentos, para probar algo más que el poderoso influjo de la Luna. Juan, cantautor, quien anduvo por Barcelona de compañero de su paisano Javier Ruibal, y donde conoció a tantos de aquella farándula en la que él no se veía.

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Portaretrato de Carey. De izquierda a derecha, Rafael, Milagros, María del Carmen, Mari Pepa, Pepe, Enrique, Conchita, María Teresa, Javier, Luis, Juan Manuel e Isabel.

La casa de los Poullet, la de toda la vida desde 1921 hasta 1999, la de la calle Larga número 13, ha sido escenario de muchos encuentros literarios. Ha visto el paso de muchos poetas, escritores y artistas: Fernando Quiñónes, Pilar Paz Pasamar, Pepe Belmonte, Julio Rivera, Dolors Alberols, ... Eran las celebradas Tertulias de ‘El Ermitaño’, en la década de los ochenta, durante aquellas noches de verano, en un jardín clásico, donde la magia de la noche envolvía a los asistentes.

Precisamente en esa década de los ochenta del siglo pasado, los Esteban Poullet celebraron los 200 años de la llegada del primer Poullet a estas tierras, con un macroencuentro familiar en el que recordaron a su ancestro Claudio, quien proveniente de cierto municipio francés fronterizo con España, acá que se vino alistado en las tropas de los ‘Cien Mil Hijos de San Luís’. Si, aquellos que al mando del Duque de Angulema vinieron a liberar al malajoso rey del paletó, Fernando VII, y que parece lanzara una maldición a la Ciudad donde abolió la Constitución de ‘La Pepa’.


Fotografía de Carnet de Familia Numerosa en dos imágenes. Parte 1 de 2. (Año 1955). Fila superior: Isabel, Carmen Poullet Vargas, Conchita, José Esteban Pérez, Tere. Debajo: Luis, Javier y Juan.


Fotografía de Carnet de Familia Numerosa en dos imágenes. Parte 2 de 2. (Año 1955). Fila superior, de izquierda a derecha: Mari Pepa, Mari Carmen, Rafael, Milagros. Debajo, Pepe y Enrique.

Mientras que los Esteban Poullet siguen tomando el pulso a El Puerto desde el número 13 –otra vez- de la céntrica calle Misericordia esquina y vuelta con Luna (en medio habitaron una vivienda en la calle Jesús de los Milagros y un piso en la calle Larga frente a su antigua vivienda), razones de trabajo o de familia hace que Pepe y Tere se encuentren en Madrid, e Isabel en Vitoria. Pero en cuanto pueden se les ve por las calles de El Puerto recuperar el sol y la sal de la Bahía de Cádiz que por allí escasea, y por los que tienen que venir a repostar con cierta frecuencia a este Puerto que les vio crecer y sentir, con todas las claves de portuensismo que no es que hayan desaparecido, sino que parece que ya no se lleva hacer gala de las mismas.

Los Poullet, por el contrario, clásicos y modernos a un tiempo, son el ejemplo de aquel  portuense de procedencia extranjera, que escoge instalarse en un nuevo territorio, lucha por engrandecerlo y deja en sus descendientes una gran semilla: aman a su ciudad y sin embargo tienen al mundo por frontera. Y es que, como ellos, se puede ser portuense y universal, tal y como nos enseñaron nuestros más preclaros paisanos. Y ahí están, viéndonos y siendo vistos, como una seña de identidad más de El Puerto.

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Pepe Mendoza, al principio de su intervención. /Foto: Jorge Roa.

Anoche se celebró el Pregón de la Fiesta de los Patios. Un escritor de lujo, Pepe González Mendoza arropado por un grupo de amigos y colaboradores, hizo las delicias de cuantos tuvimos ocasión de escucharle, de saborear sus retruécanos, de disfrutar de sus ocurrencias, de desplazarnos el corazón en un terremoto de emociones, de movernos el lacrimal en un tsunami de remenbranzas, de recordar con él, recordando.

Recordando a su padre: «Ese niño soy yo, el hijo de Josefa y Rafael, el arrumbador que hace cosa de cuatro años se mudó al olvido, que ya no me reconoce cuando me mira con sus ojos perdidos y turbios, y que me contempla con la misma sensación de lejanía con la que yo le recuerdo montado en aquella bicicleta Orbea verde con la que salía cada mañana de casa, muy temprano, a buscar trabajo, cuando ya no había faena en la bodega para los eventuales». /En la imagen, Rafael González, padre de nuestro pregonero.

NACIMIENTO TUMULTUOSO.
«Entre 1960 y 1969 nacieron en España 7.275.719 niños y niñas. Fue la década de mayor número de nacimientos de todo el siglo. 1964, por ejemplo, ostenta el record de ser el más fecundo del milenio pasado, no he logrado averiguar por qué. El caso es que vine a nacer el 14 de marzo del año en el que más mujeres dieron a luz, a pesar de la oscuridad de la época. La competencia para todo, imagínense, fue, y sigue siendo, brutal. No es lo mismo jugar en el equipo de una clase de 20 alumnos, como las de hoy en día, que formar parte del once de gala en una de 60. /En la imagen de la izquierda, el padre del pregonero, Rafael González, en una foto de juventud.

O ganar el concurso de dibujo en la Campaña Navidad con Amor, o conseguir un buen trozo de arena mojada en La Puntilla para hacer un castillo en condiciones. Hasta para formar parte de una comparsa juvenil de las malas había en mi adolescencia pruebas de acceso.

EN CASA DE LA ABUELA.
Pero en fin, no nos desviemos. Mi llegada al mundo tuvo lugar en la calle Curva, enfrente de la cárcel, en casa de mi abuela paterna, Luisa, una mujer de carácter que hizo que a los pocas semanas mis padres, Rafael y Josefa, cogieron las de Villadiego, conmigo a cuestas, y alquilaran dos habitaciones en el número 17 de la calle San Sebastián. Para celebrar que mi padre hubiera cortado definitivamente su cordón umbilical, y nuestra recién inaugurada independencia, mi madre apareció un día por el patio con un llorón que iba a estimular todavía más la competitividad, en esta caso doméstica, de la que he hablado antes.

El llorón, rubio como mi padre, se llamaba Paco, cosecha del 65, y de pronto lo autoproclamaron, por la cara, hermano mío. Algunos años más tarde, en 1969, me enteré por la vecina que mis padres estaban buscando una niña, noticia que me asustó mucho pues por aquella época, tanto del Lute, como del Arropiero, como de los hermanos Malasombra, se podía esperar cualquier cosa. La chiquilla jamás apareció, pero sí que encontraron a otros dos llorones a los que pusieron el nombre de Rafael y Ángel, también hermanos míos por parte de padres. Recuerdo que le pregunté una vez a mi madre sí seguía buscando a la niña desaparecida y le sentó muy mal.

Ángel, Rafael, Paco y Pepe González Mendoza ya creciditos, en un viaje de hermandad, nunca mejor dicho, en el que visitaron los patios de Londres. Al fondo vista parcial de la torre del Big Ben, en cuyo patio escucharon una toná típica de Inglaterra.

UN CABALLO LLAMADO MUERTE.
Por lo demás, viví mi adolescencia en la Barriada Francisco Dueñas, el famoso Distrito 21 en el que tantos chavales de mi quinta cabalgaron a lomos de un caballo llamado muerte, en los primeros 80. / Paco, el hermano rubio de la familia, sobrado de pelo y ganas de conocer la vida.

Yo tuve la suerte de contar con algunos maestros que me condujeron por veredas menos peligrosas, y con una novia, Isabel, que se convirtió pronto, como en la canción de Franco Battiato, en mi centro de gravedad permanente. Pese a mi insultante juventud he tenido tres hijos y he plantado algunos árboles, pero para hacer todo en la vida me falta escribir un libro. De momento, ensayo con columnas de opinión en Diario de Cádiz, internet y hasta en el Pregón de la Fiesta de los Patios».

EL PREGÓN, PROPIAMENTE DICHO.
El Pregón de Pepe, fue un pregón en el que, siguiendo a Vivaldi, jugaba en el patio con las Cuatro Estaciones; cada una daba cabida a tres patios, como las mas grandes casas de vecinos. El Verano, el patio de la playa, el del trabajo y el del Centro. El Otoño, el patio del colegio, el patio de butacas y el patio de la radio. El Invierno, el patio del Penal, el patio del Cementerio y el patio de la Navidad. La Primavera, el patio del bar, el patio de la Feria, el patio de vecinos.

El Pregonero, en plena tarea comunicadora. /Foto: Jorge Roa.

Y así lo fue desarrollando, uno a uno, patio a patio, corazón a corazón y nosotros ahora nos constreñimos en un agujero negro para dejarles unos pasajes de ese rato tan evocador y divertido de anoche, centrándonos en los patios del Centro y de la Radio.

EL PATIO DEL CENTRO.
«Por el patio del centro, sigue danzando, sólo hay que saber mirar, una cuadrilla de periodistas, fácilmente sobornables, que ejercen el oficio de contar lo que pasa en las calles a cambio de un cigarrito del carrillo Severo, una chiquita en La Burra, un café en Los Pepes, o, simplemente, la voluntad. Siempre al filo de la noticia y las aceras, es verdad que difunden rumores que rara vez se confirman. Que, como la mayoría de los políticos locales, hablan un idioma ininteligible.

Que sus ademanes tan poco versallescos y el empeño obsesivo por ajustar el paso a los demás, invitan casi siempre a guardar las distancias. Pero son los reporteros más dicharacheros del barrio viejo, y se mueven por las calles del Centro como una chirigota de desheredados.

Por ahí va Tonino, la ilusión pero también la bronca de todos los días, terror de electricistas y albañiles, trabajadores que se encomiendan a la Virgen de los Milagros cuando, desde las alturas, sienten que la escalera empieza a bailar al ritmo del bastón de esa lengua viperina tan poco dotada para la diplomacia.

Aquí llega Chamaco, en cuya voz se inspiró la niña del exorcista, bebedor insaciable, mitad marinero en tierra, mitad pirata berberisco, con camarote permanente en la antigua lonja, donde duerme rodeado de gaviotas y de gatos.

Aquél es el Baba, discípulo aventajado de Kung Fú, que soporta estoicamente callos y durezas, con tal de no someter a sus pies a esa cárcel angustiosa que son los zapatos. Su andar, deslavazado y torpe, no le impide transitar cómodamente por la vida, y él es feliz palpando el suelo sin intermediarios. Hasta luego.

Era La India, apoyada en su viejo bastón pintado con los colores de la bandera española, siempre dispuesta, también, al combate dialéctico. El del carro es el Guarigua, con sus "cemitas" que saben a gloria bendita. Y el de la boina, Romualdo, piropeador incansable de vecinas de todas las edades.

El pasado, como ven, no se ha ido. Ni tan siquiera está pasado. Y nuestros protagonistas, sólo hay que saber mirar, siguen deambulando, -un cigarrito, una chiquita, un café, la voluntad-, por las calles del centro».

EL PATIO DE LA RADIO.
En un divertido concurso, donde la inteligencia y el estar atentos nos puso a todos sobre la pista de que no hay que perder la curiosidad por saber que esto pasó en tu Ciudad al mas puro estilo mendozino, puesto en escena con las voces de Teresa Almendros, Delegada de Diario de Cádiz y el Cura --y abogado-- Ángel Angulo. Teresa preguntaba y Ángulo respondía.

«¿De dónde era el Palomo que fue testigo en la alternativa de Galloso? De Linares ¿Cómo se llamaba el caballo-anuncio de Terry, que paseaba a una bella rubia por la playa y la miraba sin cortarse un pelo de la crin? Descarao ¿Qué calle ardía, sin consumirse, cuando el Dios del Antiguo Testamento llamó a Moisés? La calle Zarza ¿Quién es el torero más fresco del barrio? El Bimbo. Hombre sosegado que tenía las llaves de la noche. El Sereno.

Sierra, entre Jerez y El Puerto, en la que hubo una autoescuela. San Cristóbal. ¿Qué fontana italiana fue durante mucho tiempo un bar entre Luna y Nevería? El Trevi. ¿De qué color era el vestido, con qué estado de ánimo apareció y cómo llegó a las puertas de la gloria el niño del pasodoble de Los Simios? Blanco, triste y gateando.

¿En qué bodega se jubiló el más famoso escudero de la literatura universal? En las bodegas Sancho. Veterano comparsista, cuyo nombre artístico no se puede comprender ni explicar. 'El Misterio' ¿Cómo se llama el banderillero que tiene una tienda de confecciones en la calle Ganado? 'El Formidable'. Femenino del asno, con reservados, en el que muchos trabajadores, tras terminar su jornada laboral, se tomaban catorce. La Burra. Playa que tiene el color de la manteca. La Colorá. ¿Cuál era el apodo del chavalillo que tuvo sus quince minutos de gloria en un programa de Torre Bruno y que se hizo viejo con la entrada de euro? 'El Pejeta'. Plaza purísima sobre la que descansa un colegio. La plaza del Ave María.

¿Qué grupo de sevillanas de los 70 fundó también una parroquia? Los del Carmen. En chino, confín de un Estado; en portuense, doctor que sigue dando nombre a un hospital. Frontela ¿Cuál es el bar de la esquina del muelle del vapor con el que algunos autónomos se refieren también al Impuesto sobre el Valor Añadido? El Liba. Bollo de pan caliente, pro hebreo, que vendía el Guarigua por la mañana temprano. Cemita. Ártrópodo crustáceo encarnado; en su segunda acepción: zona caliente de una de nuestras playas a la que acudían muchos varones para darle una alegría a la vista. El Cangrejo Rojo. Para Laurén Postigo, eran de España; para nosotros, de La Pastora. Los Suspiros».

Y concluía Mendoza: «El patio de vecinos, llevan muchos años los Amigos de los Patios Portuenses recordándonoslo, es ese lugar en el que si no entramos o nos salimos, estamos perdidos. El modelo es el patio, un patio abierto, humano, solidario y bien abastecido. Un patio acogedor para personas civilizadas. Un patio en el que todo es digno de ser discutido, excepto las condiciones que hacen posible la discusión como personas. Porque vivir juntos exige, así nos lo enseñaron nuestros mayores, aprender a convivir. Aquella gente pobre y trabajadora, para la que vivir era desvivirse, la misma generación que puso en pie el armazón ético y estético que hoy configura la mejor de nosotros mismos. Aquellas mujeres y hombres que tenían un corazón como una casa. Como una casa de vecinos».

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José Manuel Perea Perdiguero nació en diciembre de 1956 en el número 62 la calle Palacios --la antigua Reyes Católicos-- hijo de los también portuenses Francisco Perea Gandulla y María Perdiguero Chaparro. Segundo de los siete hermanos, José Manuel pasaría su infancia en el entorno del río Guadalete y la pescadería --vivieron durante un tiempo en los desaparecidos bloques de La Pescadería, frente al Bar La Lucha-- y más tarde en la calle Larga. Es padre de dos hijos.

1956
En 1956 era Alcalde de la Ciudad Luis Caballero Noguera. Precisamente la Bodega Luis Caballero rifaba entre los consumidores, clientes y camareros de toda España 102 vespas, en el ‘II Gran Sorteo del Coñac Decano’ celebrado ante Notario en Madrid, en marzo de 1956.

Se creaba el Poblado de Doña Blanca, con cuyos terrenos se compensa a los agricultores propietarios de los terrenos donde se construye la Base Naval de Rota, con el proyecto denominado ‘Plan de Transformación de las Marismas del Guadalete’, que comprendía 5.500 hectáreas, disgregadas en la actualidad entre  el Polígono de Las Salinas de El Puerto, el Poblado de Doña Blanca y el futuro Polígono Industrial Las Aletas (Puerto Real). A la vez, empieza a funcionar el aeropuerto de la base naval hispano estadounidense.

Se inauguraba el Restaurante Venta Millán. Luego vendría los versos publicitarios: "Con la brisa del estero/ y en la orillita del mar/ se oye un cante marinero/ que dice Venta Millán/ lo mejor del mundo entero".

En la edición de 1956 del Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, al igual que en 1884, aparece la palabra ‘porteño’ definida como ‘Natural del Puerto de Santa María. La palabra ‘portuense’ no hace ninguna referencia a nuestra Ciudad. En 1899 se añadió a ‘porteño’ la condicion de Bonaerense. En la Capilla de la casa palacio de los Marqueses de Arco Hermoso (calle Durango) se celebraba en octubre la boda entre Lupe Romero Laffite, hija de los marqueses y el gaditano Antonio Grosso Burham, bendecida por el obispo de Córdoba, fray Albino Menéndez Reigada. Nacía también Francisco Aguilar Sánchez, autor de carnaval,  ex presidente de la Asociación de Autores y Directores de Carnaval de El Puerto.

La fotografía está tomada en el Club Juvenil de la Iglesia Mayor, el 27 de abril de 1974, día de la visita de Rafael Bellido, Obispo de Jerez, a dicho club. De izquierda a derecha y de arriba abajo: Miguel Ferrer, Juan Luis Leal, Marín, José Antonio Manojo, José Luis Romeral Riquel (con la cerveza), Luis Rosso Morro, Eugenio Beuzón, José María Morillo, Paco Aguilar actual concejal de Juventud y Deportes (con gafas), Milagros Garvi Carrillo, José Antonio Guerrero, Lorenza Castaño, José Antonio Terrada Sara, Cristobal Moya Garrido. Detrás, a partir de Paco Aguilar, Luis Delgado, Juan Carlos Dueñas Piñero, Rafel Ángel Moreno Naval, Manuel Girón Messeguer. Agachados: a la izquierda, Adán, el pequeño es Juan Luis Morillo, y José Luis Sánchez -Chupona- José Manuel Perea Perdiguero y el conocido como Kung Fu. (Foto Rafa. Colección J.M.M.)

ESTUDIOS.
Estudió en el Colegio de La Salle, el Instituto Santo Domingo y en la Facultad de Bellas Artes 'Santa Isabel de Hungría' de Sevilla, donde se licenció en la especialidad de Pintura y realizó cursos de doctorado. En la actualidad ejerce como profesor de Educación Plástica y Visual en un instituto de la capital hispalense donde compagina su actividad docente con el ejercicio artístico de la pintura, perteneciendo a la Agrupación de Acuarelistas de Andalucía.

Facultad de Bellas Artes de Sevilla. Anónimo.

En la Facultad estudiará grabado, escultura y la pintura: murales, acuarelas, óleo, acrílico; en dibujo sanguina, sepia, tintas naturales e intercambiará distintas técnicas con los compañeros, donde conocerá, aprenderá y experimentará cuantas formas de expresión pictórica existen, investigando nuevos procesos, hasta dar con su propio estilo y manera: el realismo pictórico o realismo mágico. En ‘Santa Isabel de Hungría’, estudiando técnicas de procedimientos pictóricos, los profesores se dan cuenta de que José Manuel sabe lo que se trae entre manos, que tiene conocimientos muy avanzados. El secreto estaba en la familia donde se crió.

FRANCISCO PEREA GANDULLA.
Su padre, Francisco, asistió como alumno, durante dos años, en la Academia de Bellas Artes Santa Cecilia, donde sería contemporáneo de Luis Ortega García. Las necesidades económicas  de un niño de las posguerra hicieron que no pudiera continuar. Después vendría trabajar duro, de lunes a domingo, hasta formar y  sacar adelante tan extensa prole.

Será algo que nuestro protagonista siempre verá en su casa: la afición de su padre por la pintura, actividad que --de otra forma más prosaica-- será su medio de vida en las Bodegas Terry, donde era Maestro Pintor encargado del mantenimiento de las fachadas, las letras grandes que siempre fueron pintadas en aquellos gigantescos y blancos paramentos, las plantillas para las botas y medias botas en las casetas de la Feria...

Sus padres, en la actualidad.

En su casa, José Manuel veía como su padre preparaba la pintura al óleo: aceite, las molidas de pigmentos y el secante, mientras ahora vienen en tubos ya dispuestas para su utilización. O la preparación de las tablas, entonces con cola de conejo. Y sigue recordando a su progenitor; los primeros materiales de pintura era él quien se los preparaba: un soporte de madera con una imprimación y unos lápices. Y todavía lo sigue haciendo algunas veces, preparándole las tablas, enmarcando, preparando lienzos de donde saldrán cuadros llenos de vida. Pero además, lo más importante, una vez terminada la obra, recibir su opinión.

Paisaje. VI Certamen Otoño de Artes Plásticas de la Fundación Vipren (Chiclana).

TÉCNICAS.
Perea Perdiguero usa técnicas mixtas. Sobre una tabla preparada con ‘gesso’ dispone una mancha de acrílico, aplicándole un lijado que casi es un pulido y pintando directamente con acrílico que acaba en una mancha rojiza, si bien esta técnica la abandonó hace tiempo. Luego vendría el óleo --mas expresivo, más afinado-- hasta empastar el lienzo con relieve, con un proceso de secado más lento. También usa la espátula donde juega con una amplia gama de colores.

BOCETOS DE RECUERDOS.
“Mis bocetos son los recuerdos que conservo en la cabeza y en el corazón”, afirma ante quien esto escribe con quien tiene en común remembranzas de la infancia y colegios compartidos.

FIESTA DE LOS PATIOS.
Su padre, siempre su padre presente en sus pensamientos y en su obra, le avisó de la convocatoria del Concurso de Carteles para la Fiesta de los Patios 2011. Y, una vez más, le preparó la tabla para la obra ganadora que hoy se presenta  poco antes de dar comienzo el Pregón de la Fiesta de los Patios, que pronunciará el articulista y colaborador de Diario de Cádiz, Pepe Mendoza. /En la imagen de la izquierda, original del cartel anunciador de la Fiesta de los Patios 2011, que ha sido presentado esta noche.

Para elaborar el que será el cartel anunciador de los Patios, empezó a dejar que los pensamientos fluyeran en la memoria. Le vinieron muchas cosas a la cabeza, recuerdos de lo que había vivido en su Puerto natal jugando en las calles y los patios llenos de macetas, en las casapuertas de aquellas y estas casas de vecinos, de aquellos olores que inundaban la pituitaria: a maceta verde, a lejía, a leche caliente, a pan tostao con manteca; las señoras mayores, las abuelas, los compañeros de jugar al boli y al salto el múa, ...

EL PUERTO EN LA MEMORIA.
José Manuel tiene sensaciones agradables cuando viene a El Puerto, a reencontrarse con los suyos, con los recuerdos. Es crítico con el deterioro que sufre la Ciudad a manos de los vándalos y de los responsables políticos que no han sabido conservar El Puerto que recibieron de sus mayores, algo que comparte con quien les escribe. Y le duele, también, que El Puerto sea noticia en la prensa nacional por casos de presunta corrupción urbanística. Y lo que es peor, que lo vuelva a ser en los próximos meses y años, por conductas del pasado. /En la imagen de la izquierda, 'El Castillito' en La Puntilla.

PREMIOS Y ACCESITS
José Manuel ha participado en concursos de Dibujo y Pintura, obteniendo un Primer Premio en el Concurso de Pintura ‘Fernando Vela’ de San Fernando (Cádiz. 1992), y el ‘Gustavo Bacarisas’ (Sevilla. 1999) o Menciones Honoríficas como la obtenida en la LII Exposición de Otoño de la Real Academia de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría (Sevilla. 2003), Accésits en los concursos de pintura rápida de El Puerto de Santa María (2007 y 2008), estando sus obras repartidas tanto en España como en el extranjero.

En la imagen cartel perteneciente a convocatoria del VIII Concurso de Pintura Rápida, dedicado al Teatro Principal. Año 2008. Se conserva en las dependencias de la Alcaldía del Palacio Municipal.

CARTELES.
Entre las ilustraciones realizadas en diversas publicaciones y carteles podemos destacar el de la Romería de San Isidro de Montellano (Sevilla), Carnaval de Aracena (Huelva), ilustraciones en el ‘Libro sobre Juegos no Bélicos’ de la Diputación de Sevilla, Cartel y pegatinas sobre Medio Ambiente de Montellano y la Fiesta de los Patios de su ciudad natal (2011).

José Manuel, con sus alumnos, en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo.

EXPOSICIONES.
En su currícula expositiva tenemos que referirnos tanto a exposiciones individuales realizadas en Sevilla, Cádiz, Sanlúcar de Barrameda, Aracena y El Puerto de Santa María como colectivas en Madrid, Toledo, Granada, Sevilla, Santander, Ávila, Vigo, Málaga, Cádiz, Almería, Huelva, Jerez, Benalmádena, Ayamonte, El Puerto de Santa María, Chiclana, Montellano, Écija, Dos Hermanas, El Viso del Alcor, Gibraleón, Vélez, Alcalá de Guadaira,… Su última participación en una exposición colectiva fue en las navidades 2010 en la Galería Manuela Talaverano de Sevilla.

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El pasado viernes 24 de marzo se presento en la Sala Museo Hospitalito el libro “La Huella de Al-Ándalus en El Puerto de Santa María, Cádiz”, escrito por Juan José López Amador, técnico del Museo Municipal, José Antonio Ruiz Gil, profesor de Prehistoria de la Universidad de Cádiz y Francisco Giles Pacheco, Director del Museo Municipal desde el año 1982 a 2008, hoy jubilado.

El libro viene a ser un instrumento en manos de quien pretenda conocer más sobre el pasado de nuestra ciudad. Un pasado muy concreto, donde se habla de los tiempos, y las personas que vivieron siguiendo el modo de vida islámico. El Islam no sólo significó una nueva religión, sino un nuevo idioma y una nueva cultura. Esta cultura dejó su impronta en nuestra tierra, una impronta material que los autores pretenden acercar con este libro a todos aquellos que nos visitan con curiosidad e interés en la cultura andalusí, así como a los propios porteños.

Los autores han pretendido hacer algo más que una guía de un Museo. En este sentido, el lector encontrará no sólo las referencias pertinentes a los objetos exhibidos en la Sala Hospitalito, sino una recopilación de la información generada en estos años de excavaciones y prospecciones en la Ciudad y  su término municipal. López Amador, Ruiz Gil y Giles Pacheco han querido presentar no sólo objetos humildes y de uso cotidiano que se pueden ver en las vitrinas, sino también aquellos espacios geográficos en los que fueron hallados originalmente.

En primer lugar el paisaje urbano de nuestra ciudad, donde la Arqueología descubre desde hace algunos años una buena parte de ese patrimonio cultural que nos transporta a los tiempos medievales y del Islam. Como no, hacen referencia expresa al castillo de San Marcos, el Monumento histórico más antiguo de la ciudad, visita obligada para el paseante, donde lo más notorio de la cultura islámica, la mezquita, se entremezcla con la reconstrucción de Alfonso X el Sabio, el monarca castellano-leonés fundador de la ciudad.

EL PUERTO DE LA ÉPOCA.

El lector tendrá ocasión de ir de la mano de la lectura de algunos párrafos, escritos si no por el propio rey, al menos a su cuidado, que nos ayudarán a imaginarnos cómo era lo que hoy es El Puerto de Santa María, incluso los alrededores que conforman su paisaje más o menos rural. Nos aproximaremos a las pequeñas aldeas que se ubicaban en los alrededores, de donde proceden algunos objetos expuestos en este libro, pero que fundamentalmente  interesa que el visitante curioso valore como parte del Patrimonio Cultural que la localidad posee hoy día.

Lo autores han procurado hacer un texto accesible a todos los públicos, sin huir de una exposición de contenidos amplia y certera. Esto puede hacer que en algunos momentos la lectura se nos haga algo pesada. Aunque está hecho para no leer el volumen de corrido, sino en las dosis que cada uno crea conveniente conforme visitan la Sala Hospitalito, la Ciudad y el campo. Y no necesariamente por ese orden. El libro se divide en cuatro partes que mantienen un orden entre sí, pero es preferible que cada lector haga la composición más adecuada a sus intereses. Pronto estará en algunas librerías de la ciudad.

Vista aérea del Castillo de San Marcos, a la izquierda la Cátedra Alfonso X de Estudios Alfonsíes. A la derecha, la Plaza del Castillo.

Un momento de la presentación en la Sala Hospitalito, durante la intervención del Técnico del Museo Municipal, Juan José López Amador.

PATROCINADORES.

Hay que decirlo en estos tiempos donde la cultura no cotiza y los mecenas son escasos: Además del Ayuntamiento de nuestra Ciudad, han colaborado en la edición: Esperanza Castilla Gutiérrez, Luis Caballero Florido, del Grupo Caballero. Carlos Salvadores Fuentes, del hotel Palacio San Bartolomé yDarío Quiles Sánchez, de Caja Inmaculada.

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Tadea González de Frago,  marquesa de San Jorge nació en El Puerto de Santa María,  el 9 de diciembre de 1736. Es precisamente por esta época cuando comenzó a implementarse el régimen virreinal borbónico en Santafé de Bogotá (Colombia). Su ciudad natal había sido recientemente incorporada (1729) a la corona borbónica. Esto nos hace pensar que tanto en España como en Nueva Granada, Tadea González se encontraba en un medio inmerso en el proceso de incorporación no solo de las políticas sino también de la cultura borbónica.

Retrato de La Señora Doña María Thadea Gonzáles Manrique del Frago Bonis, Natural del puerto de santa María, Ilustrísima Marquesa de San Jorge de Bogotá. Óleo sobre tela. Autor: Joaquín Gutiérrez. Fecha: 1775. Museo de Arte Colonial. (Bogotá. Colombia).

El retrato de la Marquesa de San Jorge forma un díptico con el retrato del Marqués de San Jorge, serie que el mismo Marqués encargó a Joaquín Gutiérrez. […]

Exhibir el escudo de armas, el lujo que adorna un cuerpo femenino a través del peinado, el vestuario, los colores, las texturas y el brillo del metal dorado y de las esmeraldas, asociados a los objetos religiosos, y la cartela que aclara su origen de casta, la marquesa era española de nacimiento, y su título nobiliario, además de demostrar el buen gusto, permitía a las familias de la élite neogranadina afirmar no solo la nobleza sino también la virtud, considerada esencial en el ideal de la mujer. /Portada de 'Historia de El Puerto de Santa María, desde su incorporación a los dominios cristianos en 1259 hasta el año 1800', de Hipólito Sancho.

Se sabe que la marquesa era hija de Doña Rosa del Frago y Bonis y del presidente de la Real Audiencia, Francisco González Manrique, oriundo de la villa de El Pedroso, jurisdicción de Nájera (La Rioja), y quien había sido antes capitán del regimiento de Córdoba y castellano (encargado del castillo) en el castillo de San Luis de Bocachica en Cartagena de Indias (Colombia).

El padre de la marquesa ocupaba el cargo de Presidente de la Real Audiencia de Santafé en 1740 cuando se levantó la suspensión del virreinato de Nueva Granada y se nombró a Sebastián de Eslava como nuevo virrey. Al morir en 1747, Francisco González se había casado por segunda vez y, radicado en Santafé, se dedicaba al comercio de tabaco. /Escudo de los Medinaceli.

Se dice que a la muerte de Francisco González Manrique la situación económica de la familia no era muy buena y que el futuro marido de Tadea González, Jorge Lozano, marqués de San Jorge de Bogotá,  proporcionó la dote de la novia al contraer matrimonio, sin la aprobación de los Lozano, en la capilla de indios de El Novillero. El yerno además concedió las tierras de Támara y Morcote, en el Casanare, a la familia de la novia para que sus parientes la administraran. /Estandarte de Carlos III.

El cuadro de la marquesa portuense, fechado en 1775 y el segundo matrimonio de Jorge Lozano con Magdalena Cabrera en 1778 sugieren una muerte temprana, después de haber dado a luz nueve hijos, entre ellos, Jorge Tadeo Lozano.

EL MARQUÉS DE SAN JORGE.
Retrato de El Señor Don Jorge Miguel Lozano de Peralta, y Varaes, Maldonado de Mendoza, y Olaya, Ilustrísimo Marqués de San Jorge de Bogotá. Octavo poseedor del mayorasgo de este nombre. Ha servido los empleos de Sargento Mayor Alferes Real y otros varios de República en esta corte de Santafé, su Patria. Óleo sobre tela. Autor: Joaquín Gutiérrez. Fecha: 1775. Museo de Arte Colonial. (Bogotá. Colombia).

'Don' Jorge Miguel Lozano, mínima fórmula de respeto con que podría ser interpelado en vida, además de 'Señor', 'Ilustrísimo' o de la enumeración de sus apellidos, fundamentales para su denominación como 'Marqués de San Jorge', junto con sus riquezas y sus "servicios a la Corona", nació en Santafé de Bogotá el 13 de diciembre de 1731 y murió el 11 de agosto de 1793 en el convento de la recolección de San Diego de Cartagena de Indias. Considerado uno de los hombres más acaudalados y poderosos del Nuevo Reino de Granada.

JORGE TADEO LOZANO.
Padres de Jorge Tadeo Lozano, su familia conforma quizá uno de los ejemplos más fascinantes para acercarse a los cambios y permanencias que se sucedieron entre las dos últimas generaciones de la época colonial especialmente desde el punto de vista de una antropología política atenta a la devoción de las élites neogranadinas, tanto criollas como peninsulares, por los signos asociados a la monarquía española y a su nobleza civil, militar y religiosa. /En la imagen, Jorge Tadeo Lozano de Peralta y González Manrique, vizconde de Pastrana (Bogotá, 30 de enero de 1771 - Bogotá, 6 de julio de 1816) fue militar, médico, intelectual y estadista colombiano que presidió el Colegio Electoral de Cundinamarca y fue presidente de las Provincias Unidas de la Nueva Granada durante la Independencia.

En la imagen de la izquierda, logotipo del Museo Colonial de Bogotá (Colombia).

Su hijo, Jorge Tadeo Lozano, quien fue el principal impulsor de la "Sociedad Patriótica" de Santafé -cuyo propósito era implementar la modernización económica y social de Nueva Granada bajo el espíritu del despotismo ilustrado-, emprendería, en tiempos independentistas, la malograda creación de una monarquía constitucional cundinamarquesa que respetara el poder de la nobleza española tanto como los principios de una república federalista; y tras años de disputas civiles sería encarcelado y condenado a la pena capital según los principios jurídicos del estado monárquico que defendía. (Textos: Carlos Rojas Coccoma,  por cortesía de José Luis Chacón).

Museo de Arte Colonial. Bogotá. Colombia.

Casa del Marqués de San Jorge

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Mario en la barra y Juan Carlos en la Cocina, regentan desde septiembre de 2005 el Bar Gonzalo, en la calle Micaela Aramburu. El establecimiento, donde se dan una excelente relación entre la calidad y el precio, ha unido a estos dos hermanos, profesionales de la hostelería, muy conocidos en El Puerto. Mario (41 años), 25 de ellos en hostelería, ha trabajado con anterioridad en el ‘El Otro Tendido’, Restaurante ‘Alboronía’ o el ‘Dinner 24h’. Su hermano Juan Carlos, de 39, conoce los fogones de Casa Flores, Club Náutico con Lastra, Puerto Sherry o el Centro Inglés.

Pocas cosas hay tan sencillas como unas zanahorias aliñás, pero en esa sencillez está la dificultad de hacer de una cosa de todos los días, una cosa extraordinaria como es el caso de este plato del Bar Gonzalo de El Puerto de Santa María. La verdad es que en este establecimiento bordan los aliños y si no te pides las zanahorias pues también están de maravilla las huevas o las papas alioli. Todo, además, se sirve en raciones generosas con lo que el tapatólogo se pone todavía más contento. /La pizarra con las especialidades del Bar Gonzalo, para aprenderlas de memoria.

Aliñosis extrapireñaica. La aliñosis, la ciencia que estudia los aliños, estudia este tipo de fenómenos en el que el vinagre de Jerez y la verdura tiene un papel fundamental. Cuando dentro de la aliñosis nos encontramos con un plato que no es de piriñaca, aún siendo aliño, se le considera extrapireñaica, como en este caso las zanahorias aliñadas.

Las afamadas zanahorias aliñás, con su mijita de comino y orégano.

Lo primero a elogiar en esta zanahoria es la textura de la verdura, ni blandengue ni durengue, en su punto y luego su mijita de comino, su mijita de orégano, el aceitito, sus buenos trozos de cebolla picá, el ajito, muy picao, muy picao, algo de perejil y el punto matemático de vinagre, que también es de artista. Juan Carlos  lleva aliñando este plato ya desde hace ocho años.

Cazón frito, sin adobar, fresco y con aceite de oliva extra recién repostado en la freidora.


Marrajo a la plancha, rodaja de tomate a la mitad y mahonesa, junto al aliño de aceite, ajo y perejil.

El arte extrapireñaico se lo enseñó el anterior dueño del establecimiento, Antonio Ganaza, con quien trabajaba. El Bar Gonzalo, que se abrió hace ya 43 años, está ahora regentado por los hermanos Juan Carlos y Mario Gómez Cuevas que además sirven joyas como la raya en tomate y, cuando lo hay, un poquito de cazón en amarillo. Otras tapas, como el cazón frito, el marrajo a la plancha, la caballa en adobo, el mero empanao o los chocos y los huevos de ídem fritos, entre otras exquisiteces, configuran la carta. El bar abre todos los días, excepto los martes. (Texto: Pepe Monforte).

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Paseo de la Victoria cuando aquel parque neoclásico estaba en todo su esplendor: las cuatro estatuas de terracota representaban a las Cuatro Estaciones.

Con la reciente remodelación, entre los elementos ornamentales clásicos de este Parque, han vuelto a presidir mediado el recinto estas réplicas en mármol de las cuatro estatuas  que antaño estaban a la entrada del mismo, cuyos originales se encuentran a salvo de los vándalos en el Museo Municipal. Es decir, que sobre los pedestales donde otrora estaban las terracotas de Las Cuatro Estaciones Vestidas, hoy están Las Cuatro Estaciones Semidesnudas de mármol, acaso más protegidas en el interior, que en la fachada del Paseo. Empero, sin vigilancia ¿cuanto durarán las estatuas y demás mobiliario urbano que se acaba de incorporar al Paseo? /Foto inferior: Fito Carreto.

Fernando Sánchez García nos envía estas cuatro imágenes --óleos sobre tabla de 32x43 cms.--, que fueron pintados cuando los originales desaparecieron de la fachada del Paseo, imaginamos que ante el temor de que sufrieran actos vandálico y que podemos ver en la foto inferior.

Fernando reflexionaba, imaginaba y pensaba que...

De ellas se dice que decían:
I.  ¡Estoy de El Puerto hasta aquí!
II. Yo voy a juntar para irme.
III. Yo ya he juntado.
IV. Pues yo ya me voy.
¿se fueron para siempre?     ¿volverán?

Fernando Sanchez García.

I.  ¡Estoy de El Puerto hasta aquí!

II. Yo voy a juntar para irme.

III. Yo ya he juntado.

IV. Pues yo ya me voy.

«Tu hermosura nos la mostraba antes de entrar en ti, presidiendo tu entrada cuatro cariátides sin arquitrabe que sostener; solo sosteniendo, la inmensidad del espacio. Estas esculturas representaban las cuatro estaciones del año, que por fortuna, después de haber ornamentado el chalet de algún munícipe colaborador del régimen anterior, se encuentran hoy depositadas en el museo municipal para su restauración». Paco Artola Buzón.

Más información: El Paseo de la Victoria, la Memoria Amputada.

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El escritor, dramaturgo y ensayista Manuel Pérez Casaux nació en la calle  Luna, núm. 6, el 29 de enero de 1929, esquina a Jesús de los Milagros, donde en tiempos existió un Freidor de Pescado y hoy es una tienda de ropa en un nuevo edificio. Su padre, Manuel Pérez Martínez, natural de Puerto Real, delineante proyectista, era funcionario civil del ejército y estaba destinado en la Ayudantía Militar de Marina de El Puerto. Su madre, natural de San Fernando, pertenecía a una familia de marinos instalados en San Fernando en el siglo XVIII.

El año de su nacimiento, 1929, explosionaba en el muelle de El Puerto el Vapor ‘Cádiz’ que hacía el recorrido entre nuestra Ciudad y la capital. Ese mismo año se incorporaría al muelle de San Ignacio  la motonave ‘Adriano I’, que había estado efectuando el trayecto entre Sanlúcar y Sevilla, con motivo de la Exposición Iberoamericana. El investigador Antonio Gutiérrez constata que ese año «En El Puerto se palpaba la incertidumbre política y el deterioro de la monarquía; la ausencia del Teniente Coronel del Batallón de Cazadores de África, nº 7 y del Ayudante Militar de Marina al funeral por la reina María Cristina, organizado por el municipio, excusando ambos por escrito su asistencia, era una clara muestra. Asimismo excusó su asistencia el filántropo portuense Elías Ahuja Andria mediante una comunicación de su secretaria, sin firma».

En la imagen, el Vapor 'Adriano I', amarrado al muelle San Ignacio y el 'Adriano II' surcando las aguas del Guadalete.

Con apenas diez años, Manuel entró en el Seminario de Cádiz, donde estudió el Bachillerato. «En el Seminario escribía versos, a hurtadillas, que destruía el Padre Bueno». De allí se salió para estudiar Magisterio, simultaneando la enseñanza en la Escuela de Formación Profesional Sindical de Puerto Real y Astilleros de Cádiz, donde trabajó como traductor. «Luego, hice más versos y me los publicaron. Eran aquellas revistas aguerridas de provincias, que siempre han existido: ‘Advinge’, ‘Caleta’, ‘Thalassa’… Entonces se llamaban así».

Manuel Pérez Casaux, con su mujer, entonces novia, la gaditana Manoli Ruiz Marabot, en 1960.

VIAJANDO POR ESPAÑA.
Fue miembro activo del movimiento teatral y literario de la capital gaditana en torno a la segunda época de la revista Platero. Coincidiendo con la disminución del tráfico marítimo en Cádiz se traslada a Barcelona para enseñar como maestro de escuela y una vez en esta ciudad, se diploma en Comercio Exterior. Preparó multitud de oposiciones y trabajó en actividades diversas, entre otras para empresas consignatarias y de seguros marítimos y posteriormente, tras empezar a estudiar Derecho, estudios que no concluye, obtiene su Licenciatura en Filosofía y Letras sección de Lenguas Germánicas por la Universidad de Barcelona. «Estuve en el norte de España: San Sebastián, Santander Gijón, Vigo…, que sé yo. Madrid a veces, también. Luego otra vez el querido Sur: Jaén, Cádiz, los Puertos… me explotaron muchas veces». Gran conocedor del griego y del latín, domina catalán, francés, inglés, alemán y nada de ruso, como erróneamente ha afirmado alguno de sus biógrafos.

Presidencia del Congreso de Teatro celebrado en Córdoba en 1965. De izquierda a derecha, Alfredo Marquerie, Antonio Gala, Zamora, Vigil, N.N. y Manuel Pérez Casaux.

EL TEATRO DE POSGUERRA.
Después de la Guerra Civil (1936 – 1939), los dramaturgos españoles se enfrentaron a una censura implacable que hacía difícil, sino imposible, ofrecer una visión crítica de la realidad. Desde el final del conflicto hasta los últimos años de la década de los 60, el teatro español, en todas sus facetas, sufrió una profunda crisis existencial. La búsqueda de nuevas formas de expresión dramática por parte de los autores españoles, -que se inspiraron en las grandes corrientes innovadoras del momento en el teatro europeo (el teatro del absurdo, Brecht, Artaud)-, dio lugar a una nueva vanguardia teatral, denominada por los estudiosos “Nuevo Teatro Español”.

Representación de 'Hermosas Costumbres'.

Otra imagen de 'Hermosas Costumbres'.

NUEVO TEATRO ESPAÑOL.
El tema central de este nuevo teatro es la crítica del sistema político y social del franquismo, siquiera en la misma medida que el rechazo mostrado hacia el teatro comercial, así que no es extraño que dichos autores fueran sistemáticamente ignorados hasta los años 80, cuando ya la realidad del país se había modificado.

TEATRO INDEPENDIENTE.
Junto a los teatros oficiales se formaron nuevas compañías de teatro que intentaron imponer un teatro alternativo en todos los sentidos. Fruto de este ambiente fue la aparición del Teatro Independiente, tan importante en el contexto teatral de la época. Cuando el término independiente empieza a airearse tímidamente en las carteleras, programas de mano y en medios de comunicación, parece como si empezara a vislumbrarse el principio del fin. Se advertía una cierta tolerancia, como un mirar hacia otro lado. /En la imagen de la izquierda, Pérez Casaux arriba al centro, con el Grupo Quimera Teatro, al completo, en 1969.

ACCIDENTE Y TEATRO.
A principios de la década de los 60 sufre un accidente de tráfico que le produjo una conmoción cerebral, que le llevó a pasar cuarenta días de hospitalización. A partir de entonces, Perez Casaux se entrega a la actividad teatral, cuyos textos lo señalan como vinculado a una protesta ética y autor de una obra de reivindicación social, actitud propia de la segunda generación de posguerra a la que pertenece, lo que dio lugar a ser considerado autor comprometido y molesto al régimen político anterior.

SÁNCHEZ CASAS.
«Conocí a José María Sánchez Casas que empezaba con un grupo maravilloso de Cádiz: ‘Quimera Teatro Popular’. Hicimos muchas cosas juntos». Sánchez Casas era entonces trabajador de los muelles y editor de la revista ‘El Gallo Rojo’. En la Hoja del Lunes del 25 de abril de 1966, se podía leer: «Quimera Teatro-Popular, presentó ayer la obra de Pérez Casaux ‘Sigue pensando, Sam’. Intervinieron Pedro Roca, José María Sánchez Casas, Fernando Meléndez, Donato Patiño y Mari Ángeles Neira».

Sánchez Casas, que más adelante se integraría en el PCr, germen de los GRAPO (Grupo de Resistencia Antifascista Primero de Octubre), con el nombre de guerra de ‘Vargas’, tuvo una alambicada historia de militancia terrorista, cumpliendo 18 años de cárcel por delitos de sangre, pisando 15 prisiones, con más de 400 días de huelga de hambre entre 1989 y 1991 y que murió, ya en libertad el año 2001, tras ser liberado en 1997, esperando un trasplante de corazón. Sánchez Casas ganó, con un nombre supuesto, el concurso de carteles del Carnaval de Cádiz para el año 2001.

LA CENA DE LOS CAMAREROS.
En este contexto de cambio se encuentraba inmerso nuestro protagonista. Desde el denominado ‘teatro del absurdo’ en el que se enmarca su primera pieza teatral, muy de vanguardia, ‘La cena de los camareros’ (Festival de Gijón, 1963), sus obras han ido evolucionando hacia otras tendencias, relacionadas en algunas épocas con un estilo que él mismo denomina ‘brechtiano’. /En la imagen de la izquierda representación de 'La Cena de los Camareros'.

En 1969 estrena en el III Festival de Teatro de Sitges su obra seleccionada:  ‘Historia de la divertida ciudad de Caribdis’, emitida por TVE en 1976. Con ‘La familia de Carlos Cuarto (1973), premiada y dirigida  también en Sitges por José Luis  Alonso de Santos, nuestro autor pone en el escenario la lucha entre la España culta y la que se aferra no sólo a las tradiciones, sino también a la cómoda ignorancia. Pérez Casaux ha escrito un total de 29 obras entre comedias y dramas, de las que se han estrenado 14.

En la imagen, Manuel Pérez Casaux en la Plaza de Cataluña, de Barcelona, en 1970.

NOVELA CORTA.
Ha publicado una treintena de narraciones breves y cinco novelas cortas distinguidas con varios galardones entre los que se encuentran el ‘Carta Puebla’ por su novela ‘Las raíces al aire’, y el ‘Valdemembra’ por ‘Días de tomillo y orozuz’, en la que el autor traza un retrato de la vida cotidiana en la ciudad de Cádiz durante los días de la contienda civil, pues como subtítulo lleva ‘Historias de Cádiz de la Guerra Civil’, y que fue presentada y analizada en el Ateneo de Cádiz por el también atenísta, Francisco Súnico  Varela el año 2006.

Tras su jubilación, regresa a El Puerto y enseña español para extranjeros, reduciendo su creación teatral y mostrando mayor adhesión a la poesía. Recibirá el Premio Buero Vallejo de Guadalajara, por su obra ‘En Castilla mandamos nosotros’

En la imagen, Manuel Pérez Casaux, flanqueado por los académicos Javier Maldonado Rosso y Luis Suárez Ávila, dirigiéndose al estrado para pronunciar su discurso como Académico de la de Belals Artes de El Puerto. En la presidencia, de izquierda a derecha, Joaquín Solís Muñoz-Seca, Juan Gómez Fernández a la sazón presidente de al entidad y Jesús Nogués Ropero. Octubre de 2003.

En 1991, durante la celebración del Día del Libro, en el Castillo de San Marcos. De izquierda a derecha, Luis Caballero, Ana Alonso a la sazón concejala de Cultura,  el poeta Benito Pérez, Francisco Arniz, presidente de BBAA, Alberto González Troyano, profesor de la UCA, la poetisa Pilar Paz Pasamar y Manuel Pérez Casaux. /Foto: Colección F.M.A.S.

PRESIDENTE DE LA ACADEMIA.
Pué presidente de la Academia de Bellas Artes 'Santa Cecilia', entre agosto de 1989 y junio de 1990. El 15 de octubre de 2003 leyó su discurso de ingreso como Académico en dicha institución que tituló “El cuento literario en cuerpo y alma”. Además, Perez Casaux es Académico de la Real de San Romualdo de Ciencias, Artes y Letras de San Fernando, miembro de la Sociedad General de Autores de España, de la Asociación Colegial de Escritores, del Ateneo de Cádiz del que es ‘Ateneísta de Mérito’ y Vicepresidente de de la Asociación ‘Río Arillo’ de Artes y Letras.

Durante una visita a las ruinas del Teatro Romano de Mérida el año 2006.

TEATRO SELECTO.

En el año 2004 el Ayuntamiento de El Puerto le rindió homenaje por su aportación  ininterrumpida al mundo de la literatura, fundamentalmente al teatro. Y lo hizo de la forma más estimada por un escritor. El mismo Manuel Pérez Casaux seleccionó cinco de sus obras teatrales aún inéditas que se publicaron bajo el título de ‘Teatro selecto’. Con posterioridad, la Editorial Fundamentos, publicaría su drama ‘La Familia de Carlos Cuarto’, en la colección de Teatro Contemporáneo de dicha localidad. /En la imagen de la izquierda, el volúmen publicado por el Ayuntamiento de El Puerto 'Teatro Selecto'.

Acompañado de su mujer, Manoli, en una imagern de 2009.

La actividad literaria del dramaturgo portuense sigue viva a sus 82 años recién cumplidos en la vecina San Fernando, su ciudad de acogida donde vive  y donde continúa en la actualidad, para la que escribió en 1998 ‘Las Cortes de la Isla de León’, con motivo de la conmemoración del 200 aniversario del Teatro de las Cortes.  (Textos: Manolo y José María Morillo).

Andrés Olaegui nació en El Puerto en 1951. Comienza a tocar la guitarra a los once años en Coria del Rio, (Sevilla) con un grupo amigos del barrio, y a los catorce entra a formar parte del grupo Los Caníbales y un año más tarde se integra en el grupo The Boys unos de los grupos punteros de Sevilla de la época de finales de los 60s, que versionaban temas de grupos Ingleses del Pop y de otros grupos Americanos Soul music y Ritman/Blues. Es en esa época donde conoce al Mangarra, Luis Cobo “Manglis” quién seria su colega y con quien fundaría el grupo de rok andaluz 'Guadalquivir'.

A principios de los setenta entra en el grupo Los Aristócratas, dirigido por el cantante Adrián donde coincide con el batería Antonio Moreno 'el Tacita' con quien  hace un par de giras de crucero por latinoamérica. Una vez finalizadas estas, Andrés es llamado a filas y es ahí donde por puro azar coincide con Manglis en Cerro Muriano (Córdoba) y posteriormente en el destino de Artillería nº 14 de Sevilla en la Banda de cornetas y tambores.

Empezó a tocar la guitarra en Coria del Río.

Con 14 años, actuando con Los Caníbales.

La idea de Guadalquivir nació de los ratos libre que Olaegui y Manglis tenían en el campamento en Cerro Muriano cuando ambos, con sus guitarras, emprendieron una etapa creativa de composiciones, absorbidos por la magia del jazz/rock, de grupos tales como Mahavisnu Orchesta de John Mclaughlin, Whater Report, Chick Corea o Miles Davis que ejercían poderosos en esos momentos en el panorama de la música en el mundo.

En Sevilla, Andrés y Manglis, durante el destino militar en la banda de cornetas y tambores de Artillería crean el grupo 'Manantial'  junto con los hermanos Wily y Tony Trujillo y el flautista puertorriqueño David Rodríguez. Llegaron a grabar en directo un “Popgrama” para TVE dirigido por Gonzalo García Pelayo en directo desde Sevilla, con otros grupos de la vanguardia y del rock sevillano del momento.

Vive en Sevilla hasta los 22 años. Más tarde fija su residencia en Madrid, donde trabaja acompañando a numerosos artistas, como por ejemplo Miguel Ríos, Juan Carlos Calderón, ... En esta etapa conocen a Jorge Pardo que ya era un destacado flautista de Jazz que solía tocar a menudo en el Balboa Jazz, y en el Whiskey Jazz, locales que Andrés y Manglis frecuentaban en las noches madrileñas, también ahí conocen a Pedro Ruy Blas con el que Andrés graba en sus discos 'Luna llena'  y 'Dolores', donde aporta un Tema propio 'Reflejos'.

Su formación académica (guitarra clásica) tuvo lugar en ese ínterin en el Conservatorio Superior de Música de Madrid y en la Escuela de Música "Soto Mesa".

El grupo de rock andaluz Guadalquivir, al completo. Andrés a la derecha.

Manglis, que había marchado a Mallorca, regresa a Madrid y será a partir de enconces cuando empiezan a montar el grupo que querían desde hace tiempo y fue tocando a dúo en la sala 'Raíces' donde se termina de fraguar el grupo Guadalquivir que debuta en el polideportivo de Móstoles junto a Storm, Imán y Triana,, coincidiendo  con que Miguel Ríos empieza a grabar su disco 'Al-andalus' y le pide temas a Manglis y a Andrés. Grabará los temas: 'Guadalquivir,' de Manglis y 'La balada de la alondra y el gavilán', de Andrés, que justo después de esto contrata al grupo Guadalquivir para su gira 'La Noche Roja. Vendrán luego varios años de numerosas actuaciones, giras y festivales con Guadalquivir y tres discos, además de una gira por Polonia con el grupo Crash.

Actuando con Guadalquivir.

Después de disolverse el grupo, a partir de la década de los 80, Andrés trata de orientar su camino musical en solitario, algo que le resultará bastante difícil porque , tanto el Rock Andaluz como otros estilos parecidos no interesa sa las  compañías discográficas ni a los medios de comunicación: era la época de la Movida Madrileña y solo interesaba esto y el Pop comercial. La denominada música de los 80 y las circunstancias que la arropaban se llevan por delante el rock andaluz, con lo cual a Andrés le resulta muy difícil sobrevivir haciendo lo que mas le gustaba. Vuelve a acompañar a cantante famosos, emprendiendo una nueva etapa como profesor, a partir de conocer a Felix Santos con el que estudia armonía de jazz y técnica de improvisación trabajando posteriormente como Socio y profesor en la escuela de Felix.

En esta época graba con Pata Negra en el tema 'El blues de los niños'. También participa junto con Manuel Rodríguez  --de Imán--, Manolo Aguilar, Marcos Mantero --Imán--, y Antonio Moreno --Tacita--, en el disco 'Seré mecánico por ti', de Kiko Veneno, y también en primer disco de Martirio 'Estoy Mala', tllegando a formar parte del grupo 'Puente Aéreo' --catalanes y madrileños-- (sustituyendo a Max Suñé), junto a Pedro Ruy Blas, Jorge Pardo, Rubén Dantas, Carles Benavent, Tito Duarte, Carlos Carli, Antonio Ramos, Stiphen Frankevich, Javier Mora y Tomas San Miguel.

Andrés Oleagui Trío.

En los 90 crea su primer Andrés Olaegui Grupo con Jaime Muelas, Pablo Salinas, Rafael Quesada (Foky ), y Rafa Pérez, que dura aproximadamente un año a la vez que trabajaba como profesor de guitarra y armonía en La escuela de Rock 'La Factoría'.

Unos años después será un trío con Raúl Perez, Alejandro Ollero, y Antonio Moreno (Tacita). En esta época hace algunas bolos con el grupo de José Antonio Galicia junto a Gerardo Nuñez, montando mas tarde el grupo de Flamenco Fusión 'Alfaguara “ con Fernando Belver, Eva Duran, y José Luís Montón, con los que a veces colaboraba Luís Escribano y también José Antonio Galicia, recorriendo toda la geografía española.

CLASES DE GUITARRA.
Con posterioridad trabajará como profesor de guitarra y armonía en la Escuela de Música Popular y en el  Taller de Músicos de Madrid donde también participa en un clinic de Rick Pikhan, y estudia técnica de improvisación en los cursos que imparte anualmente Barry Harris, impartiendo varios clinic de  Flamenco Fusión, y sigue trabajando actualmente y profundizando en los estudios de armonía arreglos y orquestación con Ramón Paús.

Andrés imparte cursos de Jazz-Flamenco por todo el país en los que explica las herramientas básicas para fusionar el flamenco con otros estilos musicales, fundamentalmente Blues y Jazz. El curso consta de 4 apartados: ritmo, armonía, melodía y palos flamencos. Actualmente da clases como profesor de guitarra en el Taller de Músicos y en el Centro Cultural de Becerril de la Sierra. (Textos: Pedro Ontiveros).

DISCOGRAFÍA.
Los tres discos que Guadalquivir (grupo del que Andrés formo parte a finales de los 70 y principios de los 80) sacó al mercado, incluyen algunos de los temas que son considerados hoy en día como indiscutibles referencias del flamenco fusión español. Canciones como "Baila gitana" o "Guadalquivir" no han perdido fuerza y siguen escuchándose e incluyéndose en recopilatorios actualmente. almente.

Guadalquivir. 1978.
Camino del concierto. 1980.
Después del Silencio. 1983.

Como niños. 2005. Andrés Olaegui Trío.
Escuela de Chirigotas, El hombre invisible, A night in Tunisia, Mi amigo Manuel, Armando rumba, Chulerías, El tiempo me lo dirá, Intro baila gitana, Baila gitana, Chanela, La fiesta.

ANDRÉS OLAEGUI CUARTETO.

Andrés Olaegui, segundo por la derecha, guitarra. Luis Abela, batería. Javier Pérez, bajo. Ricardo Rodero, saxo

Ave Fenix. 2008. Andrés Olaegui Cuarteto.
«Ese es el acertado título del nuevo disco de Andrés Olaegui, uno de esos luchadores de la escena jazzística que ha fraguado su carrera a lo largo de los años, evolucionando hacia una inteligente fusión de estilos y sin perder un ápice de sinceridad en su discurso artístico. La presentación del CD, en la madrileña sala Mynt, arrancó con un lick similar al del “Freedom Jazz Dance” de Eddie Harris para adentrarse en una progresión armónica reminiscente del jazz fusión de los años ochenta sobre fondo flamenco. Así es la música de Olaegui, un cóctel de experiencias musicales bien agitado, que no removido». Arturo Mora

Actuación de Guadalquivir para TVE. Año 1981.

Reconstituídos. Actuación en el Festival Lago de Bornos. Año 2007.

Dentro de un par de meses se alcanzará el ‘milenium’ de GdP y no parece razonable dejar pasar más tiempo sin incluir a este prolífico autor entre los personajes locales difundidos y referenciados desde su creación en Gente del Puerto en cuyas nótulas tan solo ha sido mencionado al citarse la calle a él dedicada. Hoy se cumplen 109 años de su fallecimiento, con apenas 60 años.

Francisco Javier de Burgos y Larragoiti, al que algunos biógrafos apuntan como Sarragoiti el apellido materno, tuvo como nombre artístico el de Javier de Burgos. Nació en la calle Larga, esquina con Caldevilla, el 22 de marzo de 1842. Coinciden  nombre y primer apellido con el de otros dos escritores de una época similar: Uno, Francisco Javier de Burgos y del Olmo, escritor y político, nacido en Motril y otro, su sobrino Francisco Javier de Burgos Rizzoli, que continuaría escribiendo comedias con este nombre, casi siempre en colaboración con otros autores, especialmente durante el primer tercio del siglo XX. Este personaje fue muy  conocido como ‘sonetista’, siendo autor de cinco mil poemas con esta composición métrica. Falleció en Madrid en 1971, a los 85 años. El Javier de Burgos portuense tenía ascendientes sevillanos, por parte de padre y gaditanos y vascos por la rama materna.

Lo poco que hemos podido averiguar del paso de su familia por esta Ciudad de El Puerto entre 1830 y 1850 es como sigue: Por esas fechas, la viuda de Juan Manuel Larragoiti, vizcaino de Plencia asentado en Cádiz, dedicado al comercio, doña Antonia Sabio, procedente de la capital de la provincia se instaló en nuestra ciudad, en casas de su propiedad de calle Larga, que hacen esquina y vuelta con la calle Caldevilla, acompañada de su hermana Josefa y de sus dos hijas, Regla y Rafaela. Parece que Regla Larragoiti conoció aquí al abogado sevillano Francisco Javier de Burgos Mendicuti, funcionario judicial, se prometieron y casaron en 30 de junio de 1834, instalándose como inquilinos en una casa cercana, la llamada de Torrejón, cuatro casas más arriba, pasando el convento de las Capuchinas.

Casa natal de Javier de Burgos en el actual número 29 de la calle Larga esquina con Caldevilla. /Foto: A.G.R.

NACIMIENTO.
Posteriormente, posiblemente al quedar embarazada la madre de nuestro protagonista, el matrimonio retornó a la casa familiar, donde nació Javier de Burgos en la calle Larga, en la casa número 65 antiguo, esquina con Caldevilla el 22 de marzo de 1842, siendo bautizado el 1 de abril siguiente en la Iglesia Mayor Prioral, por don José Manuel Santullo y apadrinado por Joaquín Urtelegui, vecino de Cádiz y su tía Rafaela Larragoiti Sabio. Al fallecer poco después Antonia Sabio y también su hermana Josefa, que era mayor que ella y obtener un nuevo destino profesional el padre, que moriría en Filipinas pocos años después, la familia volvió a Cádiz, de donde era originaria.

Galería acristalada de la casa natal de Javier de Burgos en nuestra Ciudad. /Foto: A.G.R.

TRASLADO A CÁDIZ.
Siendo niño, la familia se trasladó como hemos señalado a Cádiz y es en la capital donde  se educa y adquiere la personalidad y sentido del humor que trasladará en su madurez a los numerosos sainetes que produjo. Tuvo siempre a gala su origen gaditano, y ejerció como tal. Así se lo reconoció el Casino Gaditano que, en 1975, colocó una lápida en honor del ‘dramaturgo gaditano’ y del compositor Gerónimo Giménez, autores de La boda de Luis Alonso. Y el ayuntamiento de Cadiz, que también rotuló con su nombre una calle que se inicia en la plaza del Palillero y continúa, cuesta arriba, durante unos cien metros.

ÉLITE TEATRAL DE LA ÉPOCA.
Estuvo en la élite de los autores teatrales de su época, colaborando con Barbieri, Chueca, Valverde y Giménez en diversas zarzuelas y sainetes líricos. Fue muy bien considerado entre sus compañeros de profesión, que alababan su ingenio y sentido del humor así como su talante. Su contemporáneo Tomás Luceño, en una entrevista publicada en Blanco y Negro, el 26 de abril de 1931, refiriéndose a él, dice: «A Javier de Burgos jamás le oí hablar mal de nadie. Le parecía bien cuanto hacían sus compañeros». Hasta los títulos de sus sainetes rezumaban el fino humor que sería su seña de identidad para amigos y conocidos. Desde la simpleza de El merendero de la Pepa, a la complicación de Zampillaerostation: o Jalón y Lila y la niña boba; apropósito bufo, cómico-lírico-gimnástico en un acto y en verso.

BAILE Y BODA DE LUIS ALONSO
El 27 de febrero, hace 115 años, se estrenó en el Teatro de la Zarzuela de Madrid un sainete lírico que se tituló ‘El baile de Luis Alonso’. El autor de la música era Geronimo Giménez, sevillano de nacimiento pero criado en Cádiz. Niño prodigio en tan bello arte y precoz director de orquesta, en esos años finales del siglo XIX,  atravesaba su mejor y más inspirado periodo como compositor. Fue tan sonado el éxito que tuvo que realizar una segunda parte que se tituló ‘La Boda de Luis Alonso’, cuyo intermedio, más de un siglo después, forma parte del repertorio actual de numerosas bandas y orquestas de los cinco continentes. Dos años después de su estreno en Madrid, también en el mes de febrero, se representó en el Teatro Principal portuense, en 1898, el año de los desastres de Cuba.

El autor de ambos libretos, en verso, fue nuestro paisano Javier de Burgos. El texto de ‘El baile de Luis Alonso’ era una adaptación de un sainete suyo, estrenado  el 16 de diciembre 1889 en el Teatro Español, de Madrid, y el inicio de una colaboración entre ambos, músico y escritor, que producirían otros éxitos en esta modalidad de sainete lírico como, por ejemplo, ‘Las mujeres’, obra que se representó por primera vez en El Puerto, en el Teatro Principal, en diciembre de 1896, en un homenaje a beneficio de la actriz Margarita Monreal.

PLAZA Y CALLE.
Una calle, por cierto, traspasada, pues inicialmente se rotuló lo que hoy conocemos como Plaza de los Jazmines, donde está el monumento al Corazón de Jesús, con su nombre. La iniciativa partió de la redacción de la Revista Portuense.

Fue una especie de desagravio localista. Después del estreno de la zarzuela ‘Cádiz’, ‘episodio nacional cómico-lírico-dramático’, en el teatro Apolo de Madrid y a consecuencia del éxito popular de uno de los pasodobles que se convirtió poco más o menos que en el himno nacional, los autores de la música, los maestros Chueca y Valverde, recibieron una recompensa oficial, siendo condecorados, ninguneándose al autor de la letra. Se formó una comisión, en la que se integraron numerosos personajes de la sociedad culta de la época y en un acta, fechada el 7 de abril de 1896, entre otros acuerdos, solicitaron al municipio diesen su nombre a una de las calles de la ciudad.

DE VISITA A EL PUERTO.
Después de su consagración como sainetero de éxito estuvo en varias ocasiones en El Puerto. Creemos que la última fue en enero de 1899. Visitó, en aquella ocasión, la casa donde nació, almorzando en Vistalegre con un grupo de amigos y admiradores, después de girar una visita a las instalaciones bodegueras de Manuel Pico, otra al Casino y pasar por la alcaldía a cumplimentar al titular, Francisco Puente y Jiménez.  Falleció en Madrid el 12 de marzo de 1902, apenas cumplido los 60 años.

La Plaza de los Jazmines, antes de la construcción del Monumento al Corazón de Jesús, ver nótula num. 889 en GdP, se llamó 'Plaza Javier de Burgos'. por acuerdo municipal de abril de 1896. Esa Plaza ya se había llamado con anterioridad ''de loz Jazmines', Santísima Trinidad', 'Topete' y 'de la Revolución'. En el callejero de agosto de 1936, permanecía el de Plaza de Javier de Burgos. Desconocemos cuando volvió a recuperar el nombre de 'Jazmines' y la nueva denominación de la calle 'Descalzos'  por Javier de Burgos, nombre que permanece en la actualidad.

CUENTOS, CANTARES Y CHASCARRILLOS.

Según recoge Ana María Navarrete: “Los niños aprendían de memoria los cuentos, cantares y chascarrillos que aparecían en este tipo de libros de textos humorísticos de principios del siglo pasado que hoy podríamos considerar infantiles, pero que entonces todos reconocían”.

En la imagen portada incompleta de ‘Javier de Burgos: Colección de Cuentos, Cantares y Chascarrillos’. Colección Diamante. Antonio López Editor. Librería Española. Barcelona 1910?. Reproducimos el poema ‘Despedida’.

«--José, querido José,
dame el abrazo postrero.»
«--¿Donde vas?»
«--Al extranjero,
á Asia, á América… no sé.
Pierdo mi última ilusión
y cansado de sufrir,
por el mundo quiero huir,
muerto ya mi corazón.
Tu que eres de los loeales
sé que no me olvidarás…»
«--¿Y no nos veremos más?»
«--No.
Préstame mil reales.»

CURSI.
Quiero terminar con una anécdota que él solía contar en sus tertulias de Madrid sobre el origen de la palabra ‘cursi’. La he conocido por un artículo de Federico Oliver en ABC de Madrid del 28-7-1946 que califica a Javier de Burgos de ‘sangre gorda’ y número uno entre los guasones de la época. Resumidamente, dice así: «En Cádiz, mediados del ochocientos, vivía un covachuelista llamado Sicur, padre de una pollada de niñas casaderas, pobres y no muy agraciadas, que vivían con las estrecheces de la sufrida clase media... y era de ver como estas ‘pollitas’ se apiñaban, estación tras estación, en un cuchitril de costura para cortar, hilvanar y probar los vestiditos de los días futuros, entre perifollos, cintajos, retales y estampas de ‘La Última Moda’. Las niñas de Sicur, así ataviadas a fuerza de aguja y desvelada fantasía, lanzábanse a las calles persuadidas de que con su ingenio y sentido del gusto habían ganado una victoria sobre la negra adversidad. /Javier de Burgos. Foto Reymundo. Colección: Francisco M. Arniz Sanz).

Sabido es que la gente maleante, gitanos y pícaros de toda laya han usado siempre, para sustraerse del rigor de la justicia, una jerga o germanía solo entendida por ellos. Esta jerigonza, componíase, a mediado del siglo anterior, en las provincias andaluzas, de una mezcla de caló o dialecto gitano con voces nuevas que se le injertaban para recambiar con ellas las demasiados inteligibles. Estas voces nuevas eran simplemente palabras de la lengua española con las sílabas invertidas. Así, pues, se decía en vez de bota ‘tabo’ y por cama ‘maca’, y así sucesivamente.

Artículo sobre las señoritas Sicur --Sicour--, pulicado en la revista gaditana de 'La Estrella'. 1842.

Para los pollastres aviesos que aguardaban en la puerta de la Catedral la salida de misa, ya no eran las ‘señoritas Sicur’, eran las ‘señoritas cursis’ merced a la manía imperante de la inversión de las sílabas. Ellas ignoraban esto, como tampoco sabían que sus vestiditos detonantes, cosidos con tanta emoción del alma, eran desestimados e incomprendidos, porque precisamente la “cursilería”, voz acuñada al nacer con su significado, no es otra cosa, en el fondo, que una emoción no compartida». (Texto: Antonio Gutiérrez Ruiz. A.C. Puertoguía).

Estrella Bernal Rosso, nace el 29 de Abril de 1968, en el desaparecido hospital San Juan de Dios, edificio cuyas paredes permanecen milagrosamente en pie, en una ciudad acostumbrada a dejar perder sus señas identitarias, en cuanto al patrimonio arquitectónico se refiere. Aunque, en su DNI indica como fecha de nacimiento el 1 de Mayo, año de  huelgas universitarias en Francia, fecha en las que muere Martin Luther King o nuestra Massiel gana el festival de Eurovisión, donde la porteña Merche Macaria, formará parte de los coros.

Ese año de 1968, era alcalde de la Ciudad, Luis Portillo Ruiz. En junio se celebraba en El Puerto un pleno de la Diputación Provincial que se pronunciaba sobre la expansión universitaria en la provincia, algo de lo que El Puerto no se vería beneficiado y que produjo, por su desacuerdo que, un año después Luis Portillo abandonara la alcaldía al no verse apoyado para tal empresa. José Luis Tejada publica ‘El cadáver del alba’. Se proyecta en el Teatro Principal ‘El Planeta de los Simios’. Se estrena en la Scala de Milán, un ballet basado en el poemario de Rafael Alberti ‘Sobre los ángeles’, que ese año publica ‘Roma, peligro para caminantes’.

El Racing Club Portuense, Campeones de Liga Grupo XII, de Tercera División.  Temporada 1967/68. De pie, de izquierda a derecha, Jaime, Mariano, Chares, Martínez-Jaen, Lolo, Soriano, Ventura (entrenador) e Higinio Obregón, el portero que luego trabajaría en la Caja de Ahorros de Cádiz. Agachados, Luis Muñoz Cuenca, Chicharito (c0n nótula propia en Gente del Puerto), niño desconocido, Vera-Palmer, Hernández, Manolín, Matas y Breval.

El 16 de junio el Racing Club Portuense, jugaba la promoción de ascenso de Tercera División (equivalente a la Segunda B de hoy) a Segunda contra el Alavés, perdiendo 2 a 0. Tenían un gran equipo y una gran directiva. En la Real Plaza de Toros actúan en una corrida nocturna el sábado 20 de julio, los diestros Miguel Mateo ‘Miguelín’, Palomo Linares y Ángel Teruel.  El grupo de teatro ‘Bellas Artes’ representa ‘Mentir a Tiempo’ sainete de Pedro Muñoz Seca. Nace el cantante afincado en El Puerto, Enrique Bunbury.

Hija de Francisco Bernal, de familia de Cádiz capital, afincada en El Puerto  --Pepe Bernal, practicante de la calle Luna--  y de Amalia Rosso familia portuense de la Calería de Paco Rosso, en calle Diego Niño. Es la segunda de tres hermanos. Es soltera y madre de un hijo, Carlos, nacido el 25 de Febrero de 1996, domingo de piñata.  Mientras nace Carlos mantiene una carnavalera conversación con los médicos sobre la actuación del coro ‘Buque Escuela’, en el teatro Falla.

Vive su infancia, hasta los 13 años en la Barriada de Los Milagros. De allí pasará a vivir en Pinar Hondo, hasta que decide hacer su vida junto a su hijo y se muda a la Ribera del Rio, lugar a la que está muy vinculada por sus años pasados en Taberna La Resaca. Ahí en La Ribera la han acogido como una más y se siente ribereña, junto a la Peña ‘el Corribolo’ y el río Guadalete.

Cursa sus estudios de primaria en el denominado colegio del Asilo de Huérfanas de la calle Cielo, luego en el  Espíritu Santo, y hermanas Carmelitas, --le faltaron las Esclavas para completar el elenco de centros religiosos femeninos de nuestra Ciudad--. Cursará bachillerato en el Instituto Pedro Muñoz Seca, entre 1982 y 1986. Y continuará estudios de FP Administrativo en el Instituto Mar de Cádiz y Azafata de Congresos y Relaciones Públicas en Jerez en el Instituto de FP Andrés Benitez, realizando posteriormente cursos de administración de empresas y atención al cliente.

GRUPO DE TEATRO BACO.
Formó parte del Grupo de Teatro ‘Baco’, dirigido por Emilio Flor, con el que actuaron por distintas ciudades tanto andaluzas como de otras comunidades autónomas y en el grupo formado en el Instituto ‘Mar de Cádiz’, años más tarde. Y, aunque la diferencia de edad con el resto de los compañeros era significativa, fue muy bien acogida, sigue siendo para todos sus compañeros ‘la Mami’.

El Grupo Baco, en el Instituto 'Mar de Cádiz', Estrella es la tercera por la derecha.

PARQUE ACUÁTICO.
Empieza a trabajar en 1989, con 21 años en ‘Acuasherry Park’ que era la primera denominación del Parque Acuático. Pero como la denominación de ‘vino aguado’ no caló en la ciudadanía, harta de aquella moda de llamar a todo con el apellido sherry en una ciudad que se mira más en la Bahía de Cádiz, el parque se acabaría llamando así: ‘Acualand Bahía de Cádiz’. Empezó alquilando tumbonas y trabajando en el guardarropa para posteriormente, pasar a formar parte del equipo comercial y llegar a ser Jefa de dicho equipo y Relaciones Públicas hasta el verano de 2003.

Pero como había que trabajar todo el año, durante las invernadas de los últimos 14, trabaja en todo lo que se le presenta, siempre relacionado con la atención al cliente y comercial en varias empresas, como  ONO. Es una persona con unas excepcionales cualidades para comunicarse.

TABERNA ‘LA RESACA’.
Pero Estrella siempre quiso llevar las riendas de su propio negocio. En el año 2001 se embarca en la aventura de regentar la conocida Taberna Rociera ‘La Resaca’, establecimiento que ya había vivido varias etapas anteriores. Aquel había sido su lugar de ocio durante muchos años.

Tras años como cliente, bailando sevillanas y dando clases a extranjeros consigue ver hacerse realidad su sueño: se hará con las riendas del negocio, que era su afición y que ahora será su medio de vida, hasta el año 2004. Recuerda aquella etapa como muy gratificante, en la que se adentró en el mundo de la hostelería, una actividad profesional desconocida para ella, de la que se siente muy orgullosa. Y que le abre las puertas para realizar otras actividades.

En 2005, marcha a Tarragona a trabajar en PortAventura y vuelve a su tierra, lugar donde sigue y quiere seguir viviendo y trabajando.

Estrella, segunda por la derecha, posando con un cuadro flamenco.

ACADEMIAS DE BAILE.
Dada su afición al baile, entró desde muy pequeña en la Academia de María  Jesús Rosso y, posteriormente y hasta el presente en la Academia de Carmen Morales. Aunque Estrella tiene relación con todas las academias y personas que forman parte de este mundillo desde hace más de 30 años, habiendo participado en el Concurso de Sevillanas de la Feria de Primavera, ininterrumpidamente, durante 22 años. Continúa en activo, no quiere separar su vida del baile, y hace actuaciones en ocasiones especiales, aunque no se dedique al baile profesionalmente.

Con su hermana, en la Caseta de Feria 'La Esquina'.

FERIA DE PRIMAVERA.
Desde la Feria de Primavera y Fiesta del Vino Fino del año 2002 hasta nuestros días se adentra en el mundo de las casetas, regentando su propia caseta en el recinto de ‘Las Banderas’, con el nombre de ’La Esquina’, lo que le obliga --o por mejor decir, le ofrece el privilegio-- de vivir la Feria de una forma diferente, pero no por ello menos placentera.

Estrella, con el coro 'Échale la Red'

CARNAVAL.
Aficionada también desde muy pequeña al Carnaval, formó parte del coro mixto Escaparate en 1987 siendo, además, socia fundadora de la Peña ‘La Batea', en la calle de la Rosa, formada por antiguos coristas con quienes, en 1993 y 1994, sale en el coro ‘Echale la red’ con letra de Diego Caraballo.

Ha sido socia de la Peña Carnavalesca ‘El Vaporcito’, e incluso miembro de su junta directiva, y se le ha podido ver presentando distintos actos de Carnaval en la mencionada entidad , así como en La Mezquita o donde haya sido requerida.

Estrella, primera por la izquierda, miembro de jurado de Coquineras. A la derecha, el responsable técnico de Fiestas, José Luis Sara.

Ha colaborado, igualmente, con la Concejalía de Fiestas, en dos ocasiones como jurado de la elección de Coquineras, así como con la Peña Flamenca ‘El Chumi’ en su Certamen Nacional de Canción Española.

En la actualidad, sigue trabajando -hou también Día de la Mujer Trabajadora-- en todo aquello que va saliendo, y se la puede ver colaborando y disfrutando de El Puerto y sus fiestas. Ahora toca Carnaval.

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Luis Galán, en el muelle del Vapor, detrás el río Guadalete.

Luis Galán Pérez nace en la calle Yerba el 7 de Noviembre de 1.962 en el seno de una familia humilde y trabajadora. Hijo de Carmen y de Luis, ambos nacidos en El Puerto. Su padre, actualmente jubilado, fue carpintero y ebanista de los de siempre, por lo que Luis pasó su infancia entre olores de serrín y de geranios del patio de su casa. Una casa familiar del Barrio Alto conocida popularmente como la casa de María la de Guindate, tía abuela de Luis. Su bissabuelo era Antonio González Franco, hermano de Abelardo, ‘el Manco Guindate’ o ‘Manco de los Cuatro Mil Reales’, con nótula núm. 495 en GdP. Es el menor de dos hermanos, y aunque el mayor, Pepe Galán, siempre demostró una afición desmesurada hacia la tauromaquia, Luis prefería oír música y devorar libros de cualquier tipo.

DESDE PEQUEÑITO.

De niño, compartía su tiempo jugando a ‘la palmá’ entre la calle Santa Fe, Mazuela, Yerba y especialmente… la calle del Ganado. Era fiel visitante de la antigua Biblioteca Municipal ubicada por aquel tiempo en el anexo del Ayuntamiento, en la Plaza Isaac Peral, donde Antonio Femenía, bibliotecario, archivero y corresponsal de Diario de Cádiz, le proporcionaba libros que, por su ubicación en las estanterías altas, no podía atrapar. Descubre la poesía de la Generación del 27 y fascinado, comprende que aquello le iba a marcar para toda su vida. Tanto es así, que se aísla, se aparta del resto de los niños del vecindario para dedicarse casi en exclusiva en su tiempo libre a la lectura y la escritura, comenzando a elaborar cuentos a la edad de 9 años. Los veranos de la infancia de Luis eran en la playa de La Puntilla y, gracias a una caseta de madera de franjas rojas y blancas construida por su padre, podía incluso dormir allí la mayoría de las noches. Así que vivió muchos amaneceres en la playa que más tarde se convertiría en su mayor fuente de inspiración para las coplas de Carnaval. Su playa, --su novia, como él la define--, sería una constante en sus letras.

Pepe y Luis Galán, en una foto 'oficial' en el Colegio Safa.

EN EL COLEGIO.

Comenzó sus estudios en las Escuelas Profesionales Sagrada Familia, pasando luego a Safa-San Luis tras la unión de ambos centros. Durante la mayoría de los cursos, sería elegido Delegado, llegando a asistir a los claustros de profesores reivindicando los derechos de los alumnos, algo impensable en aquella época. Allí haría sus primeros pinitos en su gran afición: la escritura. En el colegio reconocen sus cualidades concediéndole diversos premios literarios a nivel interno. Sus redacciones son leídas de forma reiterada por los profesores al resto de la clase. Destacó ganando concursos de redacción de Navidad con Amor, Cuentos de la Hispanidad, y otros concursos de ámbito local e incluso regional. En Antonio Nogués Ropero, su querido profesor, encontró un aliado perfecto para sus inquietudes literarias, siendo éste su acompañante a Sevilla cuando se alzó con el segundo premio de Andalucía de Redacción.

Comparsa 'Lunarito Flamenco'. El primero por la derecha Pedrito García y el tercero Luis. También aparecen Ramón García Núñez y Eduardo García Leiva. EL

CARNAVAL, DESDE LOS 15 AÑOS.

Con quince años, y compaginando sus estudios de Administrativo, escribió su primera comparsa: ‘Lunarito Flamenco’, de la mano de su gran amigo y descubridor: Pedrito García. Cuenta Pedrito que Luis entró en la comparsa como componente, ya que su afición le venía de oír a uno de los hermanos ‘Guarigua’ y a su tío Antonio ‘Guindate’ cantar coplas de ‘Los Cuasimodos’. A los pocos días de ensayo, Luis se ofreció a poner letra a la música, y ahí empezó todo. Al día siguiente de ofrecerle la oportunidad de probar con su faceta como letrista, entregó cuatro pasodobles completos y de una calidad extrema. Tanto es así que en Cádiz criticaron que los mayores escribiesen para adultos, ante el desconocimiento que el autor contaba con quince años. A posteriori, la prensa se retractó y comenzó la leyenda.

Comparsa Infantil 'Los Lazarillos'. Primer Premio Infantil en 1979.

PRIMER PREMIO INFANTIL EN EL FALLA.

Sería al año siguiente, en 1.979, con ‘Los Lazarillos’, cuando Luis asumiría la autoría completa de la agrupación y consiguiera el Primer Premio de Comparsas Infantiles del Concurso Oficial del Teatro Falla.

La comparsa 'Húngaro Gitano' de 1979

PRIMER PREMIO JUVENIL EN EL FALLA.

Ese mismo año, 1979 Antonio Catalán, mítico director de Cádiz, le ofrece la oportunidad de escribir una comparsa de las consideradas de élite, ‘Húngaro Gitano’, entrando en la Gran Final de Adultos. Su carrera en el mundo del carnaval había comenzado. Al año siguiente, vuelve a conseguir el Primer Premio, esta vez en la modalidad de Juveniles con la comparsa ‘Niños de Écija’.

'Niños de Écija'. José María 'el Vinagre' es el primero por la derecha.

SERVICIO MILITAR, CALABOZO Y PRIMEROS PREMIOS.

Su consagración definitiva en la modalidad de Adultos, la consigue con la histórica ‘Heridas de España’, en el año 1.982, comparsa recordada por todos los aficionados y cantada por la mayoría de componentes de todas las agrupaciones. En 1.983, consigue hacer doblete: Primer Premio de Comparsas, con ‘Don Dinero, y Primer Premio de Chirigotas, con ‘La Quinta de Beethoven’. Es sacado a hombros al más puro estilo torero del desaparecido Teatro Principal.

Primero Premio de Comparsas 1983. 'Don Dinero'

Primer Premio de Chirigotas 1983. 'La Quinta de Beethoven'. Estas dos agrupaciones las escribe realizando el Servicio Militar, aprovechando el tiempo que pasa en los calabozos para escribir. No en vano, a causa de su rebeldía ante el ejército, pasa mucho tiempo en arrestos contínuos hasta el punto de que los mandos del cuartel deciden ‘licenciarlo’” tres meses antes con permiso indefinido hasta el día de la finalización de la prestación militar, por entonces obligatoria.

'Heridas de España', en 1982. En el centro de la imagen, aparece el padre de Luis.

LA GENTE DEL PICK UP.

El productor discográfico Rafael Izquierdo, concierta una entrevista con el coronel para que Luis pueda asistir a la grabación de la agrupación ‘Heridas de España’, cuyo repertorio también lo finalizó en el cuartel. En la negociación para la concesión del permiso, Luis acepta disolver una especie de comuna creada dentro del cuartel, aunque nunca cumplió con su pacto y siguió al frente de 'La Gente del Pick Up', convirtiendo dicho grupo de rebeldes en una chirigota a petición de los mandos del cuartel para que actuasen en la fiesta de la Patrona del recinto militar. La sorpresa fue mayúscula cuando todos esperaban algo dicharachero y el repertorio estaba plagado de quejas, reivindicaciones y críticas al Ejército y a los mandos con nombres y apellidos, siendo arrestado de nuevo.

Fotografía histórica con los autores del Carnaval Portuense, en 1984, en los comienzos de la restaurada fiesta en El Puerto.

Luis Galán, recogiendo en 1986 de manos del concejal de Fiestas de El Puerto, José Luis Sánchez Alonso, el Premio para su comparsa 'Poquita Cosa', en presencia del también concejal Manuel Rodríguez y el colaborador de la Comisión de Carnaval, Sr. Pérez.

CAMBIO DE RESIDENCIA.

De vuelta a su trayectoria carnavalesca, siguió cosechando éxitos y premios hasta que en 1.987, se traslada a Andalucía Oriental a trabajar en Pepsico Foods International, como Administrativo y posteriormente como Jefe Regional Administrativo, residiendo en Málaga, Granada y Almería.

En 1992, recogiendo el IX Vapor de Oro que otorga la Peña 'La Mezquita'.

PREGONERO Y VAPOR DE ORO.

Hace 19 años, en 1.992, El Puerto le rinde homenaje nombrándole Pregonero del Carnaval de nuestra y 'Vapor de Oro' de la Peña 'La Mezquita', realizando un Pregón itinerante por los rincones más carnavalescos de la Ciudad. No se guarda copia alguna del Pregón de Luis Galán, ya que fue recitado íntegramente de memoria. Para el pregón, sus amigos y antiguos componentes de agrupaciones suyas del Bar Camas, montan la 'Antología de Luis Galán', estrenando varios pasodobles. Quedaría para la historia el pasodoble a la Calle Luna, cantado por primera vez en la inauguración de la remodelación de dicha calle, que reproducimos en los comentarios, pulsando más abajo.

'Antología de Luis Galán', creada para el Pregón de Carnaval de El Puerto 1992.

LOS GITANOS. Regresa a El Puerto en 1994, y en 1.997 entra de lleno, de nuevo, en el mundo de Carnaval, formando el grupo conocido como la comparsa de ‘Los Gitanos’. Tras dos clasificaciones seguidas en semifinales, en el año 1.999, año glorioso para el Carnaval porteño, consigue el Primer Premio absoluto en Cádiz, con la agrupación ‘La Parra Bomba’. Ese mismo año es premiado con el Premio Pemán de las Letras, se le otorga la insignia ‘Gaviota de Oro’ de Cádiz y obtiene el Primer Premio de Pasodobles.

Luis Galán, cantándole a 'la mas grande' Rocío Jurado, con la comparsa de 1999 'La Parra Bomba', la obra cumbre, hasta ahora, de nuestro protagonista.

Este año cumplió su sueño como comparsista: ganar los tres primeros premios en las tres categorías de la comparsa, Infantil, Juvenil y Adultos. Como anécdota curiosa, peculiar y hasta sublime de este año, Luis decide cantar en la Gran Final del Teatro Falla un pasodoble dedicado a la Playa de La Puntilla, hecho inédito hasta ahora, esparciendo literalmente arena de la playa portuense recogida por él mismo horas antes de actuar, por todo el escenario del Teatro capitalino. En los comentarios, podremos leer el pasodoble 'A La Puntilla desde Cádiz'.

En los camerinos del Falla, tras la actuación de la comparsa 'Marinero en Tierra'. De izquierda a derecha, Juan Antonio Guerrero, concejal de Fiestas de Cádiz, María Asunción Mateo, Vda. de Rafael Alberti, Luis Galán, Fernando Gago, concejal de Fiestas del Ayuntamiento de El Puerto y varios componentes de la agrupación. Año 2000.

ESCRIBE A LOS MAJARAS. Es al año siguiente, año 2000, cuando salda una vieja cuenta pendiente: escribir a ‘Los Majaras’ y lo hace de la mano del músico y amigo Vicente Esquerdo, bajo la dirección de Pedro, el ya mítico estandarte de las coplas de Carnaval en El Puerto, con la comparsa 'Marinero en Tierra'. Aquel que cuando Luis era un crío leía las letras de sus agrupaciones infantiles tras la barra del bar Los Majaras en la calle del Ganado, ese año las canta y consiguen meterse en la Final del Concurso de Agrupaciones de Cádiz.

Con el maestro Rafael de Paula, en el Pub 'El Convento'. Año 1999.

Por aquel entonces, Luis Galán trabaja como encargado y administrativo del desaparecido Pub El Convento, donde vive la noche y la bohemia y aprovecha para conocer a un sinfín de personajes famosos que pasan por allí. Comparte noches de arte y conversación con Rafael de Paula, Javier Ruibal, Silvia Marsó, Joaquín Sabina, Vittorio y Luchino, Pau Dones, María Pineda, Emilio Muñoz, Ángel Nieto, y otras muchas caras conocidas..

Con el maestro de periodista y letrista, Antonio Burgos Berlinchón.

PREGÓN DE LOS PATIOS.

En el año 2000 recibe el galardón ‘Puente de San Alejandro’ de la Peña Corribolo, y en el año 2002, comienza a colaborar con Mar Barrera en su programa matinal de la cadena SER con una sección semanal titulada ‘Desde La Puntilla’, a la vez que escribe semanalmente una columna de opinión en la edición de El Puerto en Diario de Cádiz. Ese mismo año es elegido para pregonar la Fiesta de Los Patios, entregándose por completo a su barrio, con el que siempre se ha sentido comprometido.

En el Bar 'La Gallera', de izquierda a derecha, Luis Galán, José María 'el Negro', Fermín, Antonio Martín, Enrique Gago y Juan. Año 2003.

SAN ROQUE, MÁLAGA Y… PERSONAJE ENTRAÑABLE

En el 2005, es elegido ‘Pito de Oro’, año en el que se retira del mundo de Carnaval ya que su nuevo destino laboral, San Roque, donde ejerce de Administrativo en una empresa constructora, le impide vivir los ensayos día a día, aunque colabora con varios tangos del Coro de La Viña de Cádiz. Un año más tarde se traslada a Málaga, donde conoce a la que hoy es su pareja, Mar García Barranquero. Durante estos años, ha colaborado de forma anónima con varias agrupaciones del Puerto y de Cádiz, y aunque su nombre no figura en la autoría, los buenos aficionados reconocen cada letra que aporta. En el año 2010, recibe un nombramiento que Luis, como él mismo declaró, nunca pensó que le otorgaran: 'Personaje Entrañable', --vaya con el nombrecito-- del Carnaval de El Puerto ya que debido a sus letras comprometidas, nunca dejó indiferente a nadie.

De izquierda a derecha, Luis Galán, Antonio Catalán, Antonio Martín y José María 'el Negro'.

LOS AMIGOS.

Entre sus amistades de siempre, cabe destacar a José María García Flores ‘el Negro’, quien ha compartido con él muchas facetas y aventuras, Vicente Esquerdo, Javier Benitez ‘Gran Visir’, José Luis Sánchez ‘el Selu’, Manuel Gordillo ‘el Muerto’, Francis Muñoz ’el Torero’, Raul Villanueva, Paco Guerrero ‘Paquito Web’, Juan Luis Rincón Ares, con quien comparte opiniones y escritos y, como no, al desaparecido Paco Soto, con quien vivió madrugadas de conversaciones sobre la fiesta que los unía. A este elenco más íntimo, habría que sumar decenas de amistades cosechadas a través de tantos años de Carnaval.

De izquierda a derecha, Javier Ruibal, Luis Galán, Manuel Gordillo 'el Muerto' y el desaparecido Paco Soto.

LA MÚSICA: MIKE OLDFIELD.

Al margen de su afición principal, el Carnaval, Luis Galán siente debilidad por la música, destacando predilección por su paisano Javier Ruibal, con quien mantiene una antigua amistad. Admira profundamente a Mike Oldfield, habiendo realizado miles de kilómetros para asistir a sus conciertos, llegando a incluir en su comparsa ‘Por Cai Repicando’ las famosas campanas tubulares que hizo importar de Irlanda.

LA LITERATURA.

Entre sus autores literarios favoritos, se encuentran Herman Hesse, Antonio Muñoz Molina, Carlos Ruiz Zafón, Friederich Nietzsche, José Saramago y los poetas Miguel Hernández y Rafael Alberti, rindiendo un homenaje personal a este último con su Comparsa ‘Marinero en Tierra’, cuyo repertorio supervisó la propia María Asunción Mateos, aportando su voz en off en la presentación. Dicha presentación, en palabras de María Asunción, parecía escrita por el propio Rafael.

Luis Galán, disfrazado de Quasimodo, con el futbolista porteño Joaquín.

En el año 2004 colabora muy implicado en el pregón de Joaquín Sánchez, con quien inicia una amistad que hoy persiste, y ese mismo año, compone su última agrupación, contando con la música de Antonio Martín, viéndose cumplido uno de sus sueños: poner letra a la música de unos de los autores más admirados de la historia del Carnaval. En los comentarios, podremos leer el último pasodoble que Luis le escribió a El Puerto.

Con 'el Negro' y Vicente Esquerdo, en la Taberna Obregón.

AÑORANZA.

Lejos de El Puerto, añora las albóndigas del Bar Vicente, las merluzas rebozadas de Casa Paco Ceballos y las galeras de El Pescaíto; el Vino Fino en rama de la Taberna Obregón en la calle de la Zarza, la cervecita y la miel de Ultramarinos La Giralda, las coquinas del coquinero de la calle La Palma, la butifarra de los tablajeros Ortega y el Lengue, y los olores a vino por las calles de las bodegas --por Campo de Guía-- y los aromas a océano que respiraba desde una piedra del espigón que la considera su piedra. Siente nostalgia de aquellos paseos por la Bajamar hasta llegar a La Puntilla, los churros de la Placilla, las papas fritas del Parque Calderón, el café al caer la tarde en El Castillito, y como no, todos los días a las nueve de la noche, recuerda que es la hora del ensayo, pero que no asistirá.

Con su pareja, Mar, en la Playa de La Puntilla.

En la actualidad vive en Málaga, dedicado a su trabajo como Jefe de Servicio en Peugeot, y tras varias relaciones, confiesa haber encontrado la paz y la felicidad con la que hoy es su pareja: una malagueña llamada Mar. Parece ser que la unión del Mediterráneo y el Atlántico es posible en la vida de este autor inquieto, comprometido, portuense, gaditano, y sobre todo, enamorado de su playa de La Puntilla.

Maksim (Máximo) Paliazhakin, violinista y Piotr (Pedro) Shaitor, contrabajo, son dos músicos naturales de Bielorrusia, formados en la Orquesta Filarmónica Nacional de Minks, capital de su país, aunque cuentan ya, con 10 años de residencia en España.  A nuestra Ciudad ya han venido en otras ocasiones y ayer pudimos disfrutar, de la interpretación de algunas piezas de música de cámara en un tramo peatonal de la calle Luna.

En su repertorio cuentan con grandes compositores clásicos: Mozart, Vivaldi, Bach, Brahms... Incluso aceptaban peticiones, como el Canon de Pachelbel, que también sonaba ayer. Sevilla, donde residen hace 10 años --han colaborado, también con la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla--, Córdoba, Huelva, Cádiz, Jerez, son otros de los escenarios callejeros donde deleitan con sus impecables interpretaciones, acompañados por las 'minus one' en el reproductor, es decir, la reproducción de los instrumentos de acompañamiento en 'playback'. /En la imagen, Maksim Paliazhakin.

Amenizan fiestas, ceremonias religiosas y civiles, y se les puede localizar en los teléfonos: Maksim (646433621) y Piotr (628494887). /En la imagen, Piotr Shaitor

Considerada como una de las formaciones orquestales más experimentadas de su país, la Orquesta Filarmónica Nacional de Bielorrusia, con sede en su capital de Minsk, ha cimentado su prestigio internacional a través de una prolífica labor, en la línea de la mejor tradición musical rusa.

La Orquesta Filarmónica Nacional de Bielorrusia

Ampliamente conocida en el ámbito de los estados de la extinta Unión Soviética y del Este de Europa, la Orquesta Filarmónica Nacional de Bielorrusia, a raíz de los cambios políticos acaecidos en 1991 y la consiguiente apertura, ha participado en importantes giras, ciclos y festivales en el extranjero, extendiendo su actividad a países como Alemania, Holanda, Francia, Italia, Grecia o España, donde tomó parte del programa cultural de los Juegos Olímpicos. Asimismo, esta destacada orquesta está llegando a un amplio sector de público a través de su intensa producción discográfica con diversos sellos europeos. Su repertorio incluye lo más representativo de la música sinfónica, con especial dedicación a compositores rusos y bielorrusos, tanto clásicos como contemporáneos. (Texto: Carlos Muñoz Gómez).

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El Puerto es una ciudad muy relacionada de forma directa con Cristóbal Colón y con América. Cuenta fray Bartolomé de las Casas que “un marinero tuerto” le dió información a Colón “estando en El Puerto de Santa María” sobre “aquella tierra a la cual no pudieron llegar los terribles vientos”. También lo menciona su hijo Hernando Colón en su Historia del Almirante. Lo cierto es que el navegante pasó dos temporadas, al menos, en El Puerto: una entre los años 1484 y 1486 ó 1490 y 1491 (según diferentes investigadores), en la que preparaba el viaje del descubrimiento, y otra en 1493, organizando el segundo viaje al continente americano.

Esta ruta trata de descubrir y mostrar (en lo posible) El Puerto que vivió Colón: una villa marina y marinera, poblada de gentes de la mar (carpinteros de ribera, calafates, estibadores, marinos, marineros, cartógrafos, comerciantes, armadores, rederos, cordoneros, pescadores,...) y de edificaciones marítimas (muelles, varaderos, almacenes, hospital de San Telmo, Cruz de los Calafates, aduana, ermitas de Guía y de Santa Catalina, ...) en la que el río Guadalete, eje de su asentamiento y actividad, tuvo una destacada función.

La tradición marinera con que contaba El Puerto de Santa María propició la presencia de Colón en la ciudad para la gestión de su proyecto. En el descubrimiento americano esta ciudad participó con la carabela La Niña, armada en astilleros portuenses, y con la nao Santa María, cuyo piloto, Juan de la Cosa, (en la ilustración de la izquierda) acompañó a Colón en los dos primeros viajes y es autor del mapamundi que fuè realizado en El Puerto en el año 1500.

Desde El Puerto partieron otras expediciones que realizaron importantes descubrimientos geográficos: la de Alfonso Ojeda (1499-1500), en la que participaron Juan de La Cosa y Américo Vespucio, y la de Rodrigo de Bastidas (1504), donde iba de nuevo Juan de la Cosa y Vasco Núñez de Balboa.

Primer Mapa Mundi. Juan de la Cosa. Año 1500. El Puerto de Santa María.
Ver más información en nótula núm. 584 de GdP.

Como consecuencia de la conquista y colonización americana El Puerto de Santa María participó del comercio a gran escala con América, lo que movió la economía de la ciudad durante toda la Edad Moderna. América significó desde entonces un nuevo rumbo para la ciudad de El Puerto y toda la bahía de Càdiz. Como resultado de esta relación, El Puerto cuenta con un notable patrimonio cultural, en el que destaca un tipo de edificación característico: las casa-palacios de cargadores a Indias, construidas en los siglos XVII y XVIII. También se realizaron y donaron obras de arte de carácter religioso. La relación con el continente americano se siguó manteniendo posteriormente y continua en la actualidad.

ITINERARIO

1.    San Blas, San Telmo y Espíritu Santo
De izquierda a derecha, observamos los tres edificios. La ermita de San Blas es el más antiguo. A partir de ella fueron levantados el hospital de San Telmo, dedicado a gentes del mar, y el convento del Espíritu Santo. Éste fué iniciado en el siglo XV, ampliado en el siglo XVIII y remodelado en 1851.

2.    Ribera del Guadalete
Desde los restos del estribo del puente del siglo XVIII puede observarse el Guadalete, que en el siglo XV corría sin canalizar. Ésta era zona de varaderos, careneros, embarcaderos y atarazanas.
A nuestra izquierda observamos el Monasterio de la Victoria comenzado en 1504 en las cercanías de la ermita de San Roque, existente en el siglo XV. En la Sierra de San Cristóbal estaba la ermita de Sidueña.
En la otra orilla o “la otra banda del río”, zona de esteros y marismas, continúan como entonces, las importantes salinas de El Puerto.

3.    Soportales de la Ribera
A espaldas del mirador seguimos la línea de soportales, que en El Puerto son más conocidos como “los portales”. Servían de abrigo para la realización de diferentes actividades. En este lugar se encontraba en el siglo XV la “cruz de calafates”, aproximadamente en la embocadura de la calle Caldevilla. Muy cerca de esta cruz estaba la ermita de la Consolación.

4.    Ribera del Río
El nombre de esta calle es muy significativo. También lo es el de la calle Puerto Escondido, que hace referencia a un antiguo embarcadero.
Debido a los muchos meandros que tenía el curso del Guadalete, la zona ribereña pudo estar más retrasada en el siglo XV en algunos tramos.

5.    Continuación de la Fachada al río
Pasamos la plaza de la Herrería, abierta al Guadalete, y seguimos por la C/ Jesús de los Milagros, a cuya derecha, entre ella y la C/ Misericordia, continuaba la fachada fluvial de la ciudad. La fisonomía de toda la ribera cambió a mucho a partir del siglo XVI.
Obsérvese cómo a partir de su cruce con la C/ Palacios, el terreno se eleva suavemente.

6.    Castillo San Marcos
En la segunda mitad del siglo XV pertenecía ya a los Duques de Medinaceli y era sede del cabildo de la villa. Es resultado de la transformación de la mezquita del siglo X en la iglesia-fortaleza cristiana, en la segunda mitad del siglo XIII.
Fue uno de los principales santuarios peninsulares, dada la fama milagrosa de su titular, a la que Alfonso X El Sabio le dedicó veinticuatro de sus Cantigas: un corpus conocido como el cancionero de Santa María do Porto.

7.    Plaza de Juan de la Cosa
La plaza de Juan de la Cosa ocupa lo que fue el antiguo pósito o alhóndiga de la ciudad, cuya fachada, del siglo XVIII, ha quedado desplazada al fondo.
Una reproducción cerámica de la carta naútica y un busto del cartógrafo recuerdan la figura del piloto de la nao Santa María y autor del primer mapamundi, cuya leyenda dice: “Juan de la Cosa la fizo en El Puerto de Santa María anno de 1500”.

8.    Bajada del Castillo.
En nuestro recorrido hemos ido subiendo sobre le nivel de la ribera hasta el pequeño promontorio sobre le que se levantó el santuario-fortaleza, hoy Castillo de San Marcos.
Ahora continuamos por la bajada del Castillo, que en el siglo XV, era zona de embarcadero y diversas actividades relacionadas con el río y el mar.

9.    Plaza de Colón
Constituía también zona ribereña en la época de Cristóbal Colón. El actual azulejo es una reproducción del que fué instalado en 1938, año de la remodelación del lugar.
En lo alto estaba construido en el siglo XV un mesón conocido como Posada del Toro, que pertenecía a la familia de los Valera.

10.    Antigua Aduana Ducal
Edificio de la antigua Aduana Ducal del siglo XV.

Los dos escudos de la fachada corresponden a la familia de la Cerda, duques de Medinaceli. El actual es una ampliación del primitivo edificio del siglo XV.

11.    Calle Palacios
Es una de las principales arterias de la ciudad. Debe su nombre actual a que estaba limitada por la antigua aduana, que probablemente, en algún momento, al igual que el castillo, fue residencia ducal, y el nuevo palacio que levantaron los duques  siglos más tarde frente a la Iglesia Mayor Prioral, que, desde aquí, vemos al fondo.

12.    Iglesia Mayor Prioral
En los últimos años del siglo XV esta iglesia estaba aún en construcción.
Una de las principales capillas que se abrieron en el interior del templo, la primera al lado del Evangelio, dedicada a la virgen del Rosario; fue de la familia Valera, a la que pertenecían los alcaides Diego y Charles de Valera, miembros distinguidos del gobierno, que jugaron un papel directamente relacionado con la empresa de las Indias.

13.    La Placillla
Este lugar sigue siendo la zona de mercado de la ciudad, como ya lo era en el siglo XV. Las antiguas carnicerías estaban donde se encuentra el popular Bar Vicente. Sus sucias aguas, cargadas de desojos, iban a parar al río a través del caño de la villa, que corría bajo la calle Ganado.
Nuestra ruta continúa por la calle Ricardo Alcón o calle del Muro, por donde discurría la antigua muralla de la ciudad.

14.    Carta sobre Colón y mapamundi de Juan de la Cosa
En el Centro Cultural Municipal Alfonso X El Sabio podemos ver reproducciones de dos documentos claves sobre la relación de El Puerto y Cristóbal Colón con el descubrimiento de América: la carta de 19  de marzo de 1543 en la que el Duque de Medinaceli informa a su tío el cardenal Mendoza de su relación con el descubrimiento del nuevo continente, y el mapamundi de Juan de la Cosa.

15.    Muelle de las Galeras
Pasando la plaza de la Herrería atravesamos por lo que hoy es Parque Calderón y llegamos al antiguo muelle de las Galeras, cuyo nombre se debe a que en él se aprestaban las galeras reales que fondeaban en el Guadalete, cuya misión era defender la costa.
Actualmente el muelle se denomina de San Ignacio, y es punto de atraque del Vapor del Puerto.

16.    Ermita de Ntra. Sra. de Guía
Seguimos nuestro paseo junto a los muelles, donde todavía se puede observar la actividad marinera de la ciudad. En las actuales Bodegas Gutiérrez Colosía estuvo situada la Ermita de Guía, a cuya titular se encomendaba los navegantes.
En ella tiene su origen el monasterio de San Francisco de la Observancia, pues fue aquí el primer lugar donde se instalaron los frailes antes de pasar a su emplazamiento actual. La ermita dió nombre a toda la zona conocida como “Barrio de Guía” o “Campo de Guía”.

17.    Playa y Ermita de Santa Catalina
Si seguimos el camino por la orilla del Guadalete, calle Bajamar, llegaremos hasta el Paseo José Luis Tejada y la desembocadura del río, más alejada del centro urbano de lo que estaba en el siglo XV.
Continuando por la línea de playa, actual Paseo de la Puntilla, se llega hasta el Castillo de Santa Catalina (s. XVI), donde se levantaba a finales del s. XV la ermita del mismo nombre. Desde este sitio salieron muy probablemente algunas de las expediciones que partieron de El Puerto.

Otros lugares destacados fuera de ruta son:

18.    Hospital de la Misericordia
19.    Ermita de Santa Brígida y Convento de San Francisco de la Observancia
20.    Casa de los Torrejón


21.    Reproducción de la Carabela La Niña
Realizada por Luis Miguel Coín Cuenca en 1992, que como la primera, armada en los astilleros portuenses, también realizó la misma travesía cinco siglos después. (Textos: Centro Municipal de Patrimonio Histórico. Fotos: Jorge Roa. ).


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«El día 23 de febrero de 1984, el jueves pasado hizo 27 años, una nube de humo negro cubría el cielo de la calle Luna y cientos de portuenses fuimos testigos impotentes de la incineración provocada del Teatro Principal. Con él quemaron también el espíritu de su creador Nicolás Setaro, el de tantos actores y actrices que pasaron por sus tablas, el de varias generaciones de porteños que aprendieron entre sus muros de terciopelo a amar el noble arte de Talía, y como no, acallaron igualmente de un fogonazo lleno de desvergüenza inmobiliaria la voz de un pueblo indolente con sus cosas, con su calles, con sus casas. Aunque las comparaciones siempre son odiosas, sabemos de otros lugares con el mismo padecimiento –Liceo de Barcelona-, que no dudaron ni un instante en ponerse manos a la obra el día inmediatamente posterior a tan luctuoso suceso incendiario». Manolo Morillo

Aquella madrugada el Teatro Principal de El Puerto, construido en 1845, había quedado completamente destruido a consecuencia de un incendio cuyo foco, según fuentes de toda solvencia consultadas por Diario de Cádiz, se había localizado en el aljibe del propio teatro. No fue posible, en los primeros momentos, cuantificar las pérdidas por la desaparición del edificio, para el que el Ayuntamiento había iniciado los trámites necesarios para declararlo Monumento Histórico Artístico.

Los bomberos, actuando desde La Placilla. (Foto: Pedro Lara. Colección Manolo Morillo).

Diario de Cádiz, recogía la triste noticia: «Entre las tres y las cuatro de la mañana del 23 de febrero de hace 27 años un penetrante olor a madera quemada y el crujir de las viejas tejas de la techumbre del noble edificio, despertaron a los vecinos del inmueble de al lado que, alarmados ante la columna de humo que se colaba por las ventanas de sus casas avisaron a los bomberos y a la policía municipal. Cuando llegaron los bomberos el incendio afectaba al escenario y al patio de butacas, teniendo dificultades para realizar su trabajo al encontrar rotas las bocas de agua más cercanas, por lo que tuvieron que utilizar otra situada en la calle Nevería. Ante lo incontrolable de la situación, fueron avisados también los bomberos de Cádiz, Jerez, Chiclana y los de la Base Naval de Rota para colaborar en la extinción del fuego. La magnitud de la catástrofe se vio acrecentada al prender rápidamente las vigas de madera que servían como soporte al techo del coliseo portuense, que rendido ante el fragor de las nocturnas y traicioneras llamas, cayó fulminantemente sobre el patio de butacas impidiendo cualquier posibilidad de salvación. (Las tres fotos anteriores pertenecen a la Colección de Carlos Pumar Algaba).

Los bomberos, actuando en el interior, con mangueras y máquinas. (Foto: Pedro Lara. Colección Manolo Morillo).

Ruinas del Teatro Principal, tras ser sofocado el incendio.

Acomodadores del Teatro, entre otros, Robles, Manuel Güelfo y Miguel o Antonio Cíes, que fue jugador del Sevilla F.C. (Foto: Colección VGL).

Sobre las ocho y media de la mañana, el fuego consiguió ser dominado, aunque por razones de seguridad permaneció en el lugar un retén de bomberos. No sólo se había destruido el teatro, sino que se habían visto afectadas viviendas cercanas al mismo, siendo la de mayor trascendencia el derrumbe del dormitorio principal de la familia Astorga Trillo, que tuvieron que huir del humo y las llamas en ropa de cama y con lágrimas en los ojos ante la desgracia que les sorprendió esta fatídica noche de febrero.

Interior del Bar 'La Concha', en la planta baja del Teatro, que daba a la confluencia de las calles Luna y Placilla. (Foto: Colección de V.G.L.).

REACCIONES.

  • Juan Leiva y su madre Rafaela, propietarios del 'Carrillo de Severo' que durante años había abastecido de golosinas y frutos secos a los espectadores que acudían al teatro, fueron llamados con urgencia para que retiraran sus enseres del edificio entre los que se encontraba una bombona de butano, que de haber explotado hubiera añadido mayor desgracia al siniestro.
  • Maximino Sordo llamó sobre las tres de la mañana a Manolo Ramírez, titular y heredero del negocio familiar “Zapatería La Jerezana” ubicado en los aledaños del teatro que daban a “La Placilla”, que forzó la situación ante las fuerzas de seguridad que acordonaban la zona, para que le dejaran pasar hacia su negocio con el fin de poder retirar el género que guardaba y la documentación del mismo.
  • A los propietarios de “Electrodomésticos Milar” les sorprendió el fuego en su casa del Camino de los Enamorados donde dicen, veían las llamas desde la azotea de su casa, teniendo que posponer un viaje que tenían previsto para el día siguiente al tener que ocuparse del arreglo de su establecimiento.
  • Por las inmediaciones del teatro se acercaron también Prudencio Rábago, Genaro, El Tete, Manolo Ojeda, Camilo Liz y Macario Valimaña entre otros,  miembros de la tertulia del “Bar La Concha”, pudiéndose observar sus caras desencajadas ante la desgracia que les estaba tocando vivir.
  • Un numeroso grupo de personas que se encontraban arremolinadas entre la farmacia de Fernández Prada y la tienda de comestibles “La Giralda”, mantenían el comentario generalizado de que el incendio había sido provocado, ya que la versión que corría de un cortocircuito se descartó inmediatamente al saberse que el suministro eléctrico había sido cortado en octubre de 1983.

Programa del Teatro Principal. Función de Despedida. 1883. (Colección Tomás Ramírez).

LA PROPIEDAD.
Los propietarios del Teatro, Juan Sánchez, Ángel Sáenz y Antonio Collado –accionistas de una empresa de Jerez--, permanecieron en el lugar durante varias horas, manifestando a Diario de Cádiz que no tenían ni idea de cómo se había producido el incendio. Uno de los propietarios afirmó que el siniestro se hubiera evitado si el Ayuntamiento hubiera concedido una licencia de obra «--Ya que hubiéramos construido los locales aprovechando la estructura». El pasado mes de octubre, el Ayuntamiento en Pleno acordó iniciar un expediente de declaración del Teatro Principal como monumento histórico artístico, por lo que se paralizaba cualquier tipo de obra en el mismo.

Postal circulada de la fachada del Teatro Principal, firmada por el abuelo de los Moresco Suárez y fechada en 1904.

DATOS HISTÓRICOS.
En 1842 la Junta de Beneficencia de esta ciudad elaboró un proyecto para construir un teatro por acciones en el local que poseía «calle de Luna, esquina a la de San Bartolomé conocido por el nombre de Trabajadero de la Compañía, agregándole el antiguo Reñidero de Gallos que se halla a su espalda».

SS.MM. los Reyes de Oriente, a su paso por El Puerto después de la Cabalgata, en el Descanso y Entronización de los Reyes en el Teatro Principal. Año 1929. (Foto Colección Vicente González Lechuga).

El objetivo de este teatro era el de sufragar las necesidades de un asilo piadoso. El capital se conseguiría a través de 80 acciones de 2.000 reales y otras 20 más que representaría la Beneficencia, como dueña de la finca, y se estableció una comisión integrada por un miembro del Ayuntamiento, Jacobo Oneale; un vecino, Carlos Carreras y un vocal de la Junta de Beneficencia, Miguel Pajares. Sin embargo un año más tarde la única esperanza de que se llevara a efecto el teatro era una proposición de data a censo hecha por Críspulo Martínez, ya que la Diputación había prohibido «invertir cantidad alguna de fondo de Beneficencia en la obra, ni pueda distraerse para pago de premios de los accionistas ni algún otro objeto» y las circunstancias de que el comercio de extracción de vinos estaba en el mayor abatimiento por un tratado con Gran Bretaña aconsejaban dejarlo para una época más próspera.


Teatro Principal, a la izquierda. Debajo el Bar 'La Concha', enfrente el Bar 'Las Columnas. Año 1930 (foto: Centro Municipal de Patrimonio Histórico).

La esperanza se cumplió, Críspulo Martínez (ver nótulas núms. 311 y  319 de Gente del Puerto) tomó a censo el solar y en mayo de 1845 estaba a punto de concluirse la construcción del teatro. El 18 de junio de 1845 la Academia Nacional Gaditana de las Nobles Artes elaboró un informe del reconocimiento del edificio en el que resaltaba, «por su importancia y novedad», una serie de detalles de la construcción, sobre todo de los palcos, el cielo raso y la cubierta; señalaba que las madreas eran de pino de Flandes, que el ornato era «bello y elegante y dispuesto con tanta ligereza y buen gusto que nada deja de desear» y que su cabida era de 1.200 personas sentadas y 300 de pie, para concluir: «en suma, este bello teatro, por su acertada y bien entendida construcción, su decoración y cabida, es digno de figurar en una capital».

El Teatro, en la década de los cuarenta del siglo pasado. (Foto: Colección VGL).

"La Venganza de Don Mendo" Comedia en verso de Pedro Muñoz Seca, representada en el Teatro en la década de los cincuenta del siglo pasado. Pepe Morillo, a la derecha, en el papel de Don Pero. Intervinieron Manuel Sánchez 'Zutanito' como Don Mendo y Milagros Lage, como Magdalena; Manolo Gago García, Angelines Ayuso, Lolita Nimo y un largo etcétera hasta completar el amplio reparto de personajes de la obra. En primer término, el piano situado en el foso y, detrás, 0la concha' cubierta con un paño, espacio donde se colocaba' el apuntador', que recordaba la obra a los actores por si había algún despiste. (Foto: Colección JMM).

Rondalla actuando en el Teatro Principal. Niño con pandereta, Gómez Giménez. Primera fila delante, Enrique Esteban Poullet, José Luis Villar Guerrero, Fernando Arjona González, Juan Arjona Acá. Segunda fila, Antonio Pérez Brea, José Sánchez González, Enrique Miranda García, Manuel García Mateos, Diego García Mateos. Tercera Fila, Joaquín Albert, Manuel Sánchez Caballero, Francisco Ramírez Tallón, 'Koki'. 10 de octubre de 1962. (Foto: Colección V.G.L.)

Proclamación de la Reina de las Fiestas y sus damas de honor de la Fiesta de la Hispanidad,  que recayó en Isabel Portillo Cía. Al micrófono, el mantenedor del acto: José Cádiz Salvatierra, de Jerez. Año 1964. (foto: Archivo Municipal).

Entrada bajo mazas, de la Pastora Mayor y su corte de Pastorcillas en la Gala de Navidad con Amor. Podemos ver al Jefe del Negociado de Fiestas, Antonio Romero Castro, al centro. 25 de diciembre de 1973. (Foto: Rafa. Archivo Municipal).

138 separan la creación del Teatro con esta fotografía de 1983, con la celebración del Concurso de Agrupaciones Carnavalescas. Un año mas tarde, ardería pasto de las llamas.

Los últimos espectáculos que los portuenses hemos podido contemplar en «nuestro teatro» ha sido el concurso de agrupaciones carnavalescas, así como la preselección de participantes que actuaron en el concurso de baile a celebrar durante los días de Feria».

Edificio que ocupa el espacio donde otrora estuvo el Teatro Principal, en la confluencia de las calles Luna y Placilla. Octubre de 2006 (foto: CPA).

José Lupiáñez Barrionuevo nace en La Línea (Cádiz) en agosto de 1955. Su infancia transcurre en El Puerto de Santa María. Posteriormente se traslada a Barcelona en cuya Universidad comienza estudios de Filosofía y Letras, que acabará en la de Granada, licenciándose en Filología Hispánica.

Desde muy joven comienza a colaborar como poeta y crítico en numerosas publicaciones españolas y extranjeras. En 1975 funda junto al poeta José Ortega la colección "Silene", que se inicia con su primer libro Ladrón de fuego (Universidad de Granada, 1975), obra de la que se han publicado otras dos ediciones: una en la colección "Cuadernos del Caballo Verde" de la Universidad de Xalapa (México, 1975) y otra en la colección "Ánade", que dirigió desde su creación en 1978, y que en una primera etapa codirigió con el también poeta José Gutiérrez.

Ha participado en los consejos de redacción de diferentes revistas: Resurgimiento, Letras del Sur, Travesaño, Divertimento, Educa, Trivium, Los Tiempos y más recientemente en los de Sureste, Humanística etc. Fue coordinador junto a Mauricio Gil Cano de las páginas de Azul, Cuaderno de Cultura de El Periódico del Guadalete y de El Periódico de La Bahía. Coordinó desde 1996 a 1998 la sección de cultura del semanario El Faro, y en la actualidad colabora con asiduidad en Cuadernos del Sur, del Diario Córdoba. (Lupiáñez, en Jerez de la Frontera, en 1987).

Su obra ha sido incluida en importantes recuentos y antologías, y traducida a varios idiomas. Ha participado además en numerosos libros colectivos y ha sido reconocido con diversos premios, tales como: el "Antonio Machado", el "Juan Ramón Jiménez", el "Luis de Góngora" y el I Premio Nacional de Poesía "Emilio Prados", entre otros.

Hasta la fecha ha publicado (además del citado Ladrón de fuego): Río solar (Ánade, Granada, 1978), El jardín de ópalo (Edascal, Madrid, 1979), Amante de gacela (Zumaya, Universidad de Granada, 1980), Música de esferas (Genil, Diputación Provincial de Granada, 1982), Arcanos (Diputación Provincial de Córdoba, 1984) y la antología Laurel de la costumbre (Ánade, Granada, 1988), en donde se recoge una selección de su obra publicada hasta esa fecha, con algunos inéditos finales. En 1989 recibió una Beca de Creación del Ministerio de Cultura para escribir su libro Número de Venus, publicado en la granadina colección "Campo de Plata", (Granada, 1996). En ese mismo año también se edita la Égloga de la estación segunda: El verano, (Colec. "Ánade", Granada). En 1997 apareció La luna hiena, en la colección "Provincia", (Excma. Diputación Provincial de León). Con posterioridad han visto la luz : Puerto escondido, publicado por el Centro de la Generación del 27, en su colección "Ibn Gabirol" (Excma. Diputación Provincial de Málaga, 1998), La verde senda (Colec. "Fenice", Huerga y Fierro, Madrid, 1999); y más recientemente: El sueño de Estambul (Colec. "Granada Literaria", Ayuntamiento de Granada, 2004), Petra (Ediciones Port Royal, Granada, 2004) y La edad ligera (EH Editores, Jerez de la Frontera, 2007). En prosa ha publicado entre otros títulos Las tardes literarias (Granada, 2005) y Poetas del Sur (Granada, 2008), ambos en la colección “Mirto Academia”. (En la imagen de la izquierda, José Lupiáñez en el Paraninfo de la Universidad de Granada, el día de su recepción como miembro de la Academia de Buenas Letras. 2004).

Es miembro fundador de la Asociación Andaluza de Críticos Literarios y director de publicaciones de Port Royal, Ediciones. Fue presidente de la Asociación Cultural Guadalfeo, Instituto de Estudios de la Costa granadina y de las Alpujarras y, en la actualidad, es Consejero de Honor del Instituto de Estudios Campogibraltareños y miembro de la Academia de Buenas Letras de Granada.

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