El artesano heladero Massimo Pozzi con su helado de Tejas de El Puerto
El helado de Tejas de El Puerto, es un original y nuevo producto de la heladería Da Massimo, con las populares tejas que elabora José Manuel Ibáñez. El italiano afincado en El Puerto --junto a la antigua Oficina de Turismo de la calle Luna, 22-- comercializa este helado con almendras y la típica galleta a la que rinde así homenaje. El restaurador y estrella Michelín, Angel León, tiene también un postre con vino y tejas, otra innovación a base del popular bocado que se puede adquirir en su tienda de la calle Misericordia, o por internet, pulsando aquí.
Las tejas de El Puerto que comercializa la familia Ibañez, un dulce que a pesar de que es de invención reciente se ha convertido ya en un icono gastronómico de la ciudad, se pueden tomar ya también en helado gracias a la iniciativa de otro artesano de El Puerto, el heladero Massimo Pozzi, que desde hace un par de meses ofrece en su establecimiento, Heladería artesanal Da Massimo este producto.
Massimo, de 32 años y artesano heladero, una profesión que aprendió en Italia, donde nació, concretamente en la ciudad de Monza, se dirigió a la familia Ibañez para comentarle su intención y estos, destaca el heladero, «--Desde el principio se mostraron encantados e incluso han colaborado conmigo en el diseño del helado, que hemos ido perfeccionando hasta conseguir el resultado que deseabamos».
El helado de Tejas lleva almendras y también pequeños trozos de las propias típicas galletas y se vende en diferentes formatos, desde los típicos barquillos hasta en tarrinas de diferentes tamaños. Da Massimo es una heladería artesanal que confecciona diariamente sus especialidades con productos naturales. Elaboran también tartas y mousses de helados y en verano granizadas. Para esta temporada ha incorporado uno del popular dulce Kinder bueno.
José Manuel Ibañez, el creador de las tejas de El Puerto, con su producto.
Las Tejas comenzaron a elaborarse en 1995. José Manuel Ibañez Castrelo, el fundador de este negocio familiar, leía un libro antiguo sobre pastelería francesa y vio unas galletas de almendra. Como su pasión es la pastelería se puso a trabajar en ellas en la panadería Gómez de Requena que entonces tenía la familia, antes de dedicarse, por entero, como hacen ahora a las tejas. El resultado fue inmediato y a los pocos día ya la producción tuvo que dispararse. Ahora, quince años después, las tejas son un producto ya típico de El Puerto de Santa María y su presentación en latas de estilo antiguo se han consolidado como un regalo típico de la localidad. (Texto y Fotos: Pepe Monforte).
Más información de Tejas del Puerto, pulsando aquí.
Vista parcial de grabado de la Virgen de los Milagros, original de Jasinto [sic] Niño, célebre grabador sevillano del XVIII es una copia, en pequeño tamaño del cuadro de Bernardo Peluffo, también del S.VIII, que está en la escalera del camarín, donde la Virgen es negra, porque lo es desde el siglo XIV. Un recurso del grabador para que se vieran bien los detalles del rostro, en tamaño tan pequeño, es no ennegrecerlo.
«Soy Negra pero hermosa, ¡oh hijas de Jerusalén!,
como las tiendas de Quedar y como pabellones de Salomón»
Cantar de los Cantares (Salomón 966 a.C.-926 a.C.)
La representación de la Virgen María a lo largo de estos dos mil años de cristianismo ha recibido diversos tratamientos. Así, hallamos imágenes de vírgenes con la tez blanca y vírgenes con la tez morena. Junto a estas, y en un período concreto de la Historia, aparecen figuras de vírgenes con la tez negra y rasgos negroides; figuraciones de un culto primitivo muy anterior al cristianismo, tal vez céltico o pre-céltico.
En cualquiera de los casos, deidades femeninas antiguas de la fertilidad, como Isis, diosa-madre a la que invocaban las mujeres estériles; culto que derivó en ceremonias en honor de Cibeles, Deméter o Ceres, y que también se hallaban en la América precolombina, e incluso, en el África más profunda. A este grupo se le designa genéricamente con el término de 'negras' y nada tienen que ver con el color de su piel; sino que vienen a significar “lo negro”, la ausencia absoluta de luz, lo primero que el ser humano graba en su memoria y que recuerda al útero materno, inicio nuestro de un viaje iniciático que es la vida terrena. Estas vírgenes negras, cristianización de las vírgenes paganas, recogerán la fuerza y poder de sus antecesoras. De ahí que la pregunta del título nos lleve a esta otra: ¿Por qué la Virgen de los Milagros no pertenece a este grupo, aún siendo morena? /En la ilustración superior, imagen egipcia de Isis. En la inferior, imagen de la Isis-Ceres romana.
LAS VÍRGENES NEGRAS Y LOS BENEDICTINOS.
En el 529 d.C. Benito de Nursia funda el monasterio de Montecasino, y en el 540 d.C. difunde la Santa Regla --regula monasteriorum--, agrupando bajo una misma disciplina a hombres destinados a recuperar el cristianismo más activo. Con estos monjes, dedicados a la oración y al trabajo, Benito pretende rescatar el saber clásico, contenido en ciertos textos griegos y latinos que aún se conservaban en ermitas abandonadas de Francia y el norte de España; en ocupar la jerarquía de la Iglesia por monjes cultos y austeros, desempeñados por príncipes segundones, bastardos y hombres toscos e incultos, que apenas puede memorizar el latín de una Misa. Con este objetivo, los benedictinos recuperaron ermitas mudéjares, transformadas en iglesias adscritas a un monasterio, y erigieron otros nuevos en enclaves con alguna significación espiritual: Lugares de reunión de sacerdotes y druidas celtas, o vórtices de energías sutiles desaprovechadas por el cristianismo autárquico y jactancioso. De este modo, donde había un monolito, una gruta, un lugar de peregrinación, o la mínima muestra de espiritualidad, levantaban un monasterio dedicado a la investigación.
Regla de San Benito.
¿Deseaban, también, romper esa extraña maldición, como la de Sísifo, que condenaba a los seres humanos a no aprender nunca la lección y comenzar eternamente desde el origen?
HORROR AL AÑO 1000
En cuatro siglos de callada labor, los benedictinos descubrieron algo que había estado presente en la Humanidad desde hacía milenios, la espiritualidad sin culto que se manifestaba en ritos, creencias y ceremonias ancestrales, considerados paganos. Era el mismo conocimiento que el cristianismo oficial aplicaba de modo simbólico en los cultos, y que, al mismo tiempo, condenaba con enérgica irracionalidad.
'El Jardín de las Delicias', de El Bosco, óleo sobre tabla de 220x125 cms. pintado en 1503-04. Museo del Prado. Es un tríptico que, abierto, representa una alegoría completa del orígen y fin del mundo: a la izquierda la creación, en el centro la vida terrenal y a la derecha el fin del mundo.
En el 999, desafortunada inversión del número 666, el número de la Bestia, la cristiandad se preparaba para el cataclismo definitivo: El fin de la Humanidad y los sucesos caóticos del Apocalipsis, incluyendo un Juicio Final con lluvia de fuego y azufre, llanto y desesperación. Los acontecimientos que se vivían no podían ser más nefastos: Terribles hambrunas desolaban la Tierra, mortales epidemias diezmaban a la población y el poder de los reyes y los papas sucumbían ante la expansión del Islam que ya ocupaba Tierra Santa, norte de África, Europa oriental y el sur de la Península Ibérica, amenazando con invadir el resto del Imperio Romano. ¿No era así como se produciría el Fin del Mundo? /En la imagen de la izquierda, detalle de la alegoría del Fin del Mundo, del tríptico de El Bosco 'El Jardín de las Delicias'
La gente corriente creía que dios castigaba a la Humanidad por un pecado colectivo que pocos se atrevían a pronunciar y buscó el perdón en el ayuno, la abstinencia y las flagelaciones públicas. Los cristianos purgaban su ignorancia con más ignorancia, los campos quedaron baldíos y los seres humanos, abandonados a su propio destino, miraron temerosos al cielo para ver aparecer entre las negras nubes del desastre el dedo divino que señalaba el destino marcado por el clero vaticinador. Las iglesias se llenaron de pecadores y el clero no daba abasto a tanta confesión y comunión, a tanto arrebato ignorante… Pero, ¡cómo podía ser que dios volviera a castigar a los míseros y humildes…! ¿Acaso no había enviado a su Hijo para redimirlos del pecado original? Si el perdón había llegado a través de la muerte y resurrección de Jesucristo, ¿a qué castigar a una Humanidad ya perdonada? ¿Dios-Padre seguía apenado por la desobediencia de Adán y Eva, o se trataba de otro pecado del que nadie tenía consciencia? ¿Debían esperar, esta vez, la llegada del Padre?
¡Y LLEGÓ EL AÑO 1000!
El peligro de invasión sarracena no cesó, sino que continuó al año siguiente, y al otro, y muchos años después… Resultaba evidente que no sucedería nada de lo anunciado por el clero. ¿Dios volvía a contradecirse o, de nuevo, los hombres tonsurados habían metido la pata prediciendo sucesos sobre el Fin del Mundo sólo conocidos por el Padre –y, desde hace dos siglos, por algunos Santos de los Últimos Días–?
Guerreros musulmanes representados en el manuscrito árabe de la Maqamat Al-Hariri , aproximadamente del siglo XI.
Ante la debacle que se preveía, la jerarquía eclesiástica reaccionó con imaginación, difundiendo un nuevo mensaje: Dios se había apiadado de la Humanidad, había oído las súplicas y aceptado las terribles penitencias. Unos acataron con resignación; otros, en cambio, pensaron que todo había sido un invento del clero para ganar feligreses y limosnas. Para los benedictinos, el cataclismo era la oportunidad que esperaban para propugnar el cambio radical que, por otro lado, únicamente ellos estaban preparados para liderar. Primero, se transformaron en cluniacenses al fusionarse con los columbanos, para luego evolucionar en el Císter de Bernardo de Claraval, difundiendo el concepto de dios bondadoso, promesa de resurrección y felicidad eterna, que muere en un acto supremo de amor, simbolizado en el arco ojival de las catedrales góticas; y desterrando la idea de dios terrible, colérico y castigador, sólo accesible a través de la penitencia y del dolor físico, que simbolizaba el arco de medio punto del viejo estilo románico.
Arcos ojivales (posteriores al momento que se narra) en el ábside de la Iglesia Mayor Prioral. Año 1932.
Este nuevo conocimiento se transmitió a través de las hermandades gremiales, reunidas y potenciadas en torno a las construcciones de grandes Catedrales, promovida por los monjes; se descubrieron los huesos del apóstol Santiago el Mayor, y se fomentaron las peregrinaciones masivas a Roma y Jerusalén divulgando todo lo gestado en los monasterios.
¿QUE SECRETO ENCIERRAN LAS VÍRGENES NEGRAS?
Estas vírgenes que se visten de negro y se veneran en cuevas [Montserrat, Rocamadour], criptas [Chartres, Guincamp Mont-Saint-Michel], y capillas oscuras [como Manosque, Aurillac] representan la “luz en la noche”, el secreto de un saber ancestral de carácter iniciático, simbolizado en las diosas de la fecundidad y de la regeneración, que los benedictinos plasmaron en ciertos rasgos de las Vírgenes Negras.
Este secreto es un conocimiento esotérico e iniciático. Como Platón (en la ilustración de la izquierda) afirmaba hace veintitrés siglos, la vida terrena es caída y castigo, y el alma habita la sepultura del cuerpo. De ahí que, antes de recibir la disciplina educativa de la encarnación, el elemento espiritual –o noético– duerme. La semilla-alma debe pudrirse en el cuerpo-tierra para germinar y dar frutos. Esta sabiduría está presente también en filósofos orientales, como Vyasa, Jaimini, Kapila, Vrihaspati y Sumantu, porque «más allá de las existencias finitas y causas secundarias de las leyes, ideas y principios, hay una Inteligencia o Mente (el Espíritu o Nous), Principio de los principios; Idea Suprema en que se apoyan las demás ideas; Monarca y legislador del Universo; Substancia primordial de la que proceden todas las cosas y a la que deben su existencia; Causa primera y eficiente de todo orden, armonía, belleza, excelencia y bondad, a la que llamamos el Supremo Bien o Dios.» (Blavatsky, H. P.: “La Doctrina Secreta”, t.4, p.211)
EL VERDADERO RETRATO DE LA VIRGEN MARÍA.
El nombre de María de Nazaret, madre de Jesús, es una helenización de Mariám, y deriva de una transposición al arameo del nombre de Miryam, hermana de Moisés y Aarón. La virgen María es hija de Joaquín y Ana, según el protoevangelio de Santiago. Es, por ello, palestina, de raza semita: Tez morena, complexión media, anchas caderas. Debió ser hermosa e inteligente, de esmerada educación y temerosa de Yahvé, el dios judío de la zarza ardiente y las Tablas de la Ley.
Aunque el aspecto real de su rostro sigue siendo una incógnita, existen leyendas piadosas que explican la manera milagrosa en que se llegó a conocer. Un de estas leyendas aseguraba que su imagen quedó impresa sobre una columna de Lida, Palestina, en la que se apoyó. Otra, la que narra Nicéforo, en el s. IX, que la virgen María tendría talla media, rostro alargado, cabellos rubios y dedos finos; que, posteriormente, confirmó san Anselmo de Canterbury, en el s. XI. Sin embargo, la que parece más veraz es la difundida por el dominico Jacobo de la Vorágine, que aseguraba que fue el evangelista san Lucas, dotado para la escritura y la pintura, quien confeccionó el único retrato de la Virgen. Para ello, siguió el modelo de sus numerosas apariciones. Este retrato estuvo en poder de la emperatriz Eudoxia, esposa de Teodosio II (405-450 d.C.), quien habría realizado copias. Una de ellas la envió a su cuñada Pulqueria que mandó edificar la iglesia de Hodigitria sólo para rendirle culto. Con la conquista y ocupación de Constantinopla por los turcos, en el 1453, el retrato en poder de la emperatriz desapareció; aunque siguieron circulando sus numerosas copias. Una de ellas (del siglo XI d.C.) se conservó en la iglesia de Santa María de Aracoeli, en Roma. No obstante, su deterioro y oscuridad es tal que no permite reconocer imagen alguna /En la ilustración, 'San Lucas pintando la Virgen', detalle del cuadro del periodo cretense. Tempera y oro sobre panel, 61,4 x 45 cm. Ermoupolis (Syros. Grecia).
CARACTERÍSTICAS DE LAS VÍRGENES NEGRAS.
Las Vírgenes Negras conservan rasgos comunes, singularidades que las convierten en grupo. Por ellas se podrá reconocer cuándo es negra una virgen morena. La primera característica es su color negro, aunque sus rasgos sean blancos: Naríz recta y labios delgados. Han de estar talladas en maderas nobles de árboles alcanzados por un rayo. Suelen adoptar actitud hieráticas, en solemne majestuosidad; es decir, sentadas en su mayoría, con el cuerpo y las piernas verticales. En su regazo, sobre la rodilla izquierda, o en el centro, la figura del Niño, sostenido por la madre. Uno de ellos sostiene una esfera que representa al sol. A los pies de la talla, una Luna en cuarto menguante con las puntas señalando la tierra; en realidad, señala el vórtice de energías telúricas se ese lugar (donde dos wouyvres o serpientes celtas, se cruzaban). Primitivamente son Isis y su hijo, el dios Horus. Su aparente tosquedad le da un aspecto orientalizante, más acusado en la Madre que en el Hijo./En la imagen, la Virgen de Monserrat (Barcelona)
En la mayoría de los casos, carece de policromía, la madera pulida y barnizada; cuando se plicroma se utiliza blanco, rojo y azul, a veces negro o verde. Las más populares se han dorado recientemente. Finalmente, sus dimensiones, que han de son constantes y responden a un escala proporcional 7:3. En su etapa inicial fueron de 70 x 30 x 30; en época tardía, la medida mayor es de un metro. /Virgen Negra de la Catedral de Le Puy en Valey (Alto Loira. Francia).
Otras características secundarias serían sus lugares de emplazamiento, siempre de gran tradición espiritual, enclaves naturales donde primitivamente estaban dedicados a la Gran Madre; o están en rutas de antiguas peregrinaciones, como el Camino de Santiago, denominado Vía Láctea o Compostela (campo de estrellas), por estar plagado de estrellas (enclaves con marcado carácter espiritual, señalados ermitas donde se veneraba una Virgen Negra).
LA VIRGEN DE LOS MILAGROS.
Por tradición, primero, sabemos que nuestra Patrona, la Virgen de los Milagros, se apareció al rey Alfonso X (narrada en la Cantiga 368) durante la batalla de Jerez, en 1231. Esta cabalgada tenía por objeto la reconquista de la villa de Alcanate, nombre árabe de El Puerto, en poder del emir Ibn Hud. Para el Profesor Manuel González Jiménez, en 1253 ya había un asentamiento importante de castellanos en El Puerto, los mismos que ayudaron a huir al Infante Don Enrique. Días antes de morir, ocurrida en abril de 1284, el rey Alfonso X otorga favor de ampliar el término territorial de la población hasta la ermita de Sidueña. /Aparición de la Virgen a Alfonso X 'el Sabio'. Vista parcial perteneciente al retablo barroco del siglo XVII, de la escuela de Pedro Duque Cornejo. Capilla de la Virgen de los Milagros. Iglesia Mayor Prioral.
Lo que ciertamente ocurriera durante la batalla de Jerez está por demostrar. Es muy probable que la aparición de la Virgen no se refiriera a un hecho milagroso (aunque se narre así), sino al descubrimiento de la talla de una virgen sedente que fuera ocultada en 1146 por los mozárabes que abandonaron la ciudad a la llegada de los almohades. Antes de huir, como documenta Simonet, escondieron imágenes y objetos de culto. Esta fecha coincide con la datación de 1169 según la técnica del carbono 14 de la imagen de Nuestra Señora de España, (en la imagen de la izquierda) y que explica Javier M. de Lucas Almeida, restaurador y conservador del Museo Municipal del Puerto de Santa María, en un magnífico trabajo titulado: “Nuevas aportaciones al estudio de Nuestra Señora de España”.
Santa María de España, (tal y como estaba en la década de los setenta del siglo pasado) imagen aparecida emparedada tras unos muros en el Castillo de San Marcos en 1934, en pésim estado de conservación. Luis Suárez Ávila sostiene que se trata de Santa María de Sidueña.
Por otro lado, en el archivo ducal de Medinaceli, fechado en 1561, se cita el traslado desde el Castillo de una imagen de Santa María del Puerto, “por otro nombre Nuestra Señora de los Milagros” a la capilla de la Iglesia Mayor Prioral, siendo sustituida en el Castillo por una buena imagen de Santa María, que conocemos por un el 'Compendio historial de sus antigüedades', de Anselmo J. Ruiz de Cortázar, en clara referencia, que recogería los datos aportados por numerosos protocolos de testamentos redactados por Hernando de Carmona en el siglo XV.
Desde aquel histórico traslado, se le rinde culto ininterrumpido en la Iglesia Mayor y, a partir del siglo XVII en su capilla, construida en la cabecera de la nave del Evangelio. El Cardenal Almaraz la coronó canónicamente el 8 de septiembre de 1916, el día de su festividad.
Torre de Doña Blanca, que da nombre al yacimiento arqueológico del mismo nombre, en el pago portuense de Sidueña. Se trata de unatorre construida en el siglo XIV para la vigilancia de la Bahía de Cádiz, que también fue usada como ermita.
LA POLÉMICA DE SIDUEÑA
Entre los entendidos de El Puerto, entre ellos el abogado y estudioso de temas locales Luis Suárez Ávila, se da una polémica sobre si a Virgen de los Milagros es Nuestra Señora de España o Nuestra Señora de Sidueña, que conllevaría despejar a duda sobre cuál de las dos imágenes de la Virgen es más antigua, y, por consiguiente, la que el rey Alfonso X encuentra en el Castillo. La solución debería estar en la interpretación que se dé al traslado que se ha mencionado antes, y en la “buena copia” que se deja en el Castillo. Para algunos, en lugar de aclarar la cuestión, la complica; porque el documento dice que para el traslado se hace una copia de la existente, ¿no existían dos imágenes, la aún no morena’, o Santa María del Puerto existente en el Castillo, y la ‘blanca’ o Santa María de España, en la ermita de Sidueña donde aún se conserva el culto –el abandono se produceirá con posterioridad, en 1577, según Sebastián Cobarrubias, en su “Tesoro de la Lengua Castellana”, publicado en 1611– Por tanto, ¿de cuál de las dos vírgenes existentes en la ciudad se hace copia y qué se hizo con el original copiado?
Vista aérea del Yacimiento Arqueológico de Doña Blanca, a 6 kilómetros de El Puerto. A la izquierda, en un círculo rojo la Torre. El yacimiento consiste en un tell o colina artificial, de ciudades superpuestas, excavado entre 1979 y 1995, donde se han hallado restos de murallas, viviendas, puerto fluvial y una necrópolis, pertenecientes a una ciudad feinicia, cuya datación va de los siglox VIII al III a.C. Posteriormente existieron ocupaciones mediavales y ya en el siglo XX, una explotación agrícola y ganadera.
Ambas imágenes debieron ser muy parecidas porque el profesor Francisco González Luque, se refiera a esta Virgen-copia de Santa María del Puerto como «modelo iconográfico de Virgen Majestad, sedente y entronizada, con el Niño Jesús en disposición lateral respecto a su madre»; obviamente, una imagen que cumple las características de una ‘virgen negra’, antes de ser amputada, como narraremos después.
RESTAURACIÓN DEL PROFESOR ARQUILLO.
Por otro lado, en el informe previo a la restauración de la Virgen de los Milagros, acaecida en 1979, el profesor Francisco Arquillo extrae la conclusión de que la imagen «es negra desde mediados del siglo XIV.» Según parece, la moda de dar color negro a las vírgenes viene de ese retrato bizantino al que hacíamos referencia más arriba, que la tradición adjudicó a san Lucas.
AMPUTACIONES.
En cuanto a las salvajes amputaciones sufridas por la imagen de la Virgen de los Milagros, ocurridas en 1671, añadir que de la imagen cortada sólo se dejó la cabeza y poco más; que, después, se le adaptó un trozo informe de otra escultura, posiblemente del siglo XVI, que le sirviera de soporte, y, finalmente, revistieron el conjunto con una coraza y unos brazos articulados de plata. Estos sostienen unas manos de otra imagen cuya procedencia se desconoce, con encarnadura negra y rico faldón de orfebrería, también de plata, que donan “Don Juan Francisco y Doña Catalina, Duques de Segorbe y de Medinaceli, Esclavos de Nuestra Señora”. En los bajos de este faldón metálico, figura grabado el escudo de la Casa Ducal, trazado por un orfebre portuense, como ha localizado la Profesora Dolores Barroso. /La ilustración muestra la faz de la imagen sin los arropes barrocos que luce habitualmente. El autor de la fotografía es el célebre historiador jesuita Padre Fidel Fita (1831-1918), hecha a finales del siglo XIX. Como puede observarse, la Virgen de los Milagros ostenta la coraza y los brazos de plata. Se le ha quitado para la foto el faldón de plata regalo de los Duques de Medinaceli.
La imagen de la Virgen de los Milagros, en el proceso de vestir. En esta instantánea, sin el característico rostrillo.
CONCLUSIÓN.
La ilustración siguiente que muestra en las radiografías el perfil de la Virgen de Los Milagros: Nariz recta y labios finos. Facciones de una mujer de raza blanca en una actitud serena y reposada. Sólo es negro el barniz con el que han patinado la talla. La madera en la que está tallada es de alerce de Centroeuropa, un ciprés oriundo de la Patagonia. Es una madera rojiza, dura y rica en resinas; aunque no lo suficiente como para haber evitado su deterioro. Las radiografías practicadas, aportan nuevos datos sobre los salvajes apaños y mutilaciones que ha sufrido la reliquia. Al truncamiento del cuerpo, deben añadirse los clavos para cerrar una profunda grieta que recorre el rostro, y el rebaje mediante gubia y escofina de la parte superior de la cabeza (como lo haría un carpintero de ribera), a la altura del pelo, y que alcanza a la mitad del frontal y el occipital.
Radiografías frontal y lateral de la parte original que se conserva de la talla de la imagen de la Virgen de los Milagros.
Traslado de la imagen desde el altar mayor a su camarín. De izquierda a derecha, fila superior, Jesús Py Cotro, el párroco Manuel Salido Gutiérrez, Luis Suárez Rodríguez. Fila inferior, Serafín Álvarez-Campana, Manuel de Santiago, Vaca Bononato, oculto Javier Merello Gaztelu y Manuel de la Rubiera. Década de los setenta del siglo pasado.
Si como todo indica, Nuestra Señora de los Milagros era una Virgen sedente, en hiératica majestad, la amputación del cuerpo principal de la talla nos privó de conocer si los rasgos de la Virgen estaban más acusados que los del niño que, probablemente, llevaría sentado en la rodilla derecha; si el color del vestuario original era blanco, rojo y azul, o negro y verde. Si su copia es la que se designa como Nuestra Señora de Sidueña, no parece que responda a esta singular clasificación. Además, sus dimensiones, si medimos “su presunta copia”, es de “una vara castellana” (83’59 cm); para Juan de Ledesma, que la vio en 1633 (o sea, antes de la amputación) con telas y brocados, da la medida de 7,15 cm para la peana. Es decir, no es negra; morena y, me atrevería a decir, muy hermosa.(Textos: Álvaro Rendón Gómez. Lcdo. en Bellas Artes).
Antonia Gallardo Rueda ‘La Coquinera’, fue la gran faraona de la familia de 'los Coquineros', que nació el 9 de diciembre de 1874 a las 8 de la noche en la Plaza del Carbón (¿actual Bajada del Castillo junto a la plaza del mismo nombre?, muy cerca del café-cantante del mismo nombre. De muy joven comenzó a bailar con sus dos hermanas Josefa y Milagros, teniendo como profesor de baile a Antonio Neto Domínguez y su hermano Bernardo. ‘/Antonia La Coquinera’, óleo sobre lienzo, 100x81 cms; estilo: Fauvismo. Autor: Kees van Dongen. Francia. 1906. Desde 1948 en el Museo del Estado de Arte del Nuevo Oeste. Exposición Arte Francés: siglos XIX-XX. (Moscú. Rusia).
JUAN GALLARDO ACUÑA.
Su padre, Juan Gallardo Acuña, ‘el Coquinero’, nació en Rota en 1836, pero vivió desde pequeño en El Puerto de Santa María. Era de profesión herrero, y estuvo casado con una portuense, de nombre Ana Rueda Aguirre, con la cual tuvo 5 hijos, cuatro de los cuales tomaron el apodo del padre: Antonia, Josefa y Milagros, profesionales del cante y baile flamenco, y José, picador de toros, adoptó el nombre taurino ‘del Puerto’. ‘El Coquinero era una persona muy conocida en El Puerto ya que en Carnaval sacaba grupos de comparsas y chirigotas, lo que le daba cierta popularidad. Contaba que su padre fue un formidable cantaor flamenco, al que tuvo gran admiración como cantaor sin olvidar el cariño como hija, que dominaba los cantes de los Puertos, haciéndolos con voz muy flamenca y afillá. /Anuncio publicitario e 'Amontillado Coquinero' de Bodegas Osborne.
LA FAMILIA DE LOS COQUINEROS.
Por el nombre de ‘Coquineros’ se conoce a esta familia portuense del siglo XIX en la que todos sus componentes cantaron y bailaron flamenco, dejando huella hasta nuestros días. La que sin duda tuvo mayor fama fue Antonia, a la que se tiene por la mejor bailaora de todos los tiempos que haya nacido en El Puerto de Santa María. Josefa fue la mayor de las hijas y la primera en ser artista, arrastrando hace el mundo del espectáculo a sus dos hermanas, Antonia y Milagros, tomando el apodo del padre, al que llamaban ‘el Coquinero’, debido a su afición de mariscar coquinas, ese molusco bivalbo propio de la provincia de Cádiz. Comenzaron a bailar de modo profesional actuando en cafés cantantes, como bailaoras de conjunto, con el nombre artístico de ‘Las Coquineras del Puerto’ como ha quedado registrado en algún programa de la época. /En la imagen, Antonia 'la Coquinera0 y 'la Cuenca'.
Según referencia del viejo Arana, del Puerto, quién llegó a conocerla, dijo que Antonia era una mujer muy guapa y simpática, que cuando triunfó en el mundo del espectáculo, se trasladó con toda la familia ‘a Sevilla o Madrid’, donde se establecieron.
EN MADRID.
‘La Coquinera’ consiguió un reconocido prestigo de buena artista, llegando a crear un estilo de baile festero propio que posteriormente se ha continuado en diversos artistas de la zona, y desarrolló su arte en los cafés-cantantes más famosos de Sevilla y Madrid, como evidencian algunos carteles anunciadores de las actuaciones que daban en ello. Artísticamente recorrió el Sur de Francia, Norte de Marruecos, España, y no pudo marcharse de gira con Pastora Imperio a Sudamérica por problemas familiares.
Actuó en Madrid en el café-cantante ‘La Marina’, el más famoso de España, por donde pasaban los mejores artistas de aquella época y lo visitaban lo más florido de la capital, políticos, militares, nobles de la realeza, … En este local conoció al General Primo de Rivera con quien le unió una gran amistad. La fama que llegó a tener parece deducirse de la frecuencia de sus fotografías. En ellas, Antonia aparece en poses muy propias de carteles anunciadores de espectáculos, en los que posiblemente debería ser la primera figura femenina del elenco artístico. /En la imagen, 'la Paloa' y 'la Coquinera'.
La fama de esta artista fue tal que se utilizó su imagen de manera publicitaria para una determinada marca de vino de Jerez. También posó para pintores conocidos, siendo admirada por poetas de su época, y fue noticia en periódicos y revistas, como en la entrevista aparecida en la revista ‘Estampa’ en 1935.
LA PORTEÑA (DE SANTA MARÍA).
Fernando ‘el de Triana0 en su libro ‘Arte y Artistas Flamencos’ (1935), incluye tres fotografías de tipo postal de Antonia y refiriéndose a ella dice: «¿Que diré yo de esta gran bailaora que no haya dicho ya todo el mundo? Fue una preciosa porteña (de Santa María), que como artista a nadie tuvo que envidiar; y como cara bonita, vean la correspondiente fotografía, donde se aprecian estas dos cosas: la cara de miss, y el tipo faraónico de la más graciosa gitana (aunque no lo era). Tuvo dos hermanas más, Pepa y Milagros, que, como bailaoras no pasaron de regulares. ¡Pero que guapas!».
LOS HERMANOS ÁLVAREZ QUINTERO.
La asistencia a una de sus actuaciones en un café-cantante de Sevilla constituye un hecho significativo en la vida social de la época, como relatan los famosos autores teatrales del costumbrismo andaluz Serafín y Joaquín Álvarez Quintero, en un artículo titulado ‘Sevilla en primavera’, publicado en un número de la revista ‘Blanco y Negro’ de 1902. /A la izquierda, primera fotografía que se conoce de Don Antonio Chacón.
ACTUACIONES.
De sus actuaciones encontramos datos en diversos programas de mano o carteles de la época, reseñando entre los mas destacados y por citar algunas, las que siguen:
1892. Presentación en Jerez, a los 18 años, junto a dos de los cantaores más importantes que ha tenido el flamenco en toda su historia: Sebastián Fernández ‘el Chato de Jerez’ y don Antonio Chacón. Este mismo año hay noticias de su presentación en Cádiz y Sevilla con gran éxito.
1893. El año siguiente actúa en el café de la Plaza del Carbón de El Puerto, y en el mes de mayo, actúa durante las Fiestas de Primavera y, acompañada de su hermana Josefa en el café-cantante ‘Suizo’ de Sevilla. En Madrid actua en el Teatro Martín, con Salud Rodríguez.
1897. En Madrid, en el ‘Café de La Patria’, antes ‘Naranjeros’, junto con su hermana Josefa ‘La Coquinera’.
1900. En el café-concierto ‘Novedades’ de Sevilla, el 24 de abril, forma parte del Gran Cuadro de Baile con Juana Valencia, Juan Antúnez, Mariquita Malvido, la cantaora María Valencia ‘La Serrana’, el cantaor Antonio Cordero ‘Diana’ y el profesor de guitarra José Triana ‘el Ecijano’.
1903. En mayo, aparece incluida en el Cuadro Flamenco del Salón Filarmónico de Sevilla, compuesto por Juana y Carlota Ortega, Carmen ‘la Pichira’. Pepa Oro, Dolores ‘la Bizca’, Enriqueta ‘la Macaca’ y Miguel ‘Macaca’; este cuadro estaba dirigido por ‘Habichuela’ y en él participaban los cantaores por malagueñas y tantos: ‘el Niño Elena’ y ‘Niño Escacena’.
Imagen de un típico café cantante de la época.
HOMENAJE BENÉFICO.
El 29 de agosto de 1925, en Madrid, le ofrecen en la Sala Olimpia un homenaje benéfico en el que participaron Dolores Ortega, Carmen Núñez, ‘la Gabrielita’, Carmen Vargas, Enrique Mariscal, Antonio Molina, ‘el Estampío’, ‘Faico’, ‘Ramirote’, ‘Maregui’, ‘Niño de Madrid’, ‘Niño de Triana’, José Perea, Manuel Vallejo, Manuel Escacena, José Cepero, ‘el Cojo de Málaga’, ‘el Mochuelo’, ‘Fosforito’, ‘el Tripa’, ‘el Bizco’, Ramón Montoya, Rita Ortega, su hermana Josefa ‘la Coquinera’ y su prima Amparo Pozo Gallardo ‘la Gaditana’. quien fue la promotora del homenaje.
1925. Este mismo año actúa en el Teatro Romea con Vallejo y Manuel Centeno, como figuras mas importantes.
1926. Vuelve a actuar en Madrid en el Teatro Maravillas.
1928. Última actuación de Antonia, en el verano de dicho años, a los 54 años de edad, acompañada de su gran amigo y admirador de su arte, Manuel Vallejo.
VENTA EN CUATRO VIENTOS (MADRID).
Manolo Heras, cantaor madrileño, me contó a lo largo de algunas conversaciones, que había conocido a Antonia, cuando él daba sus primeros pasos como artista flamenco, durante la Guerra Civil. Me relató que tenía una venta en Cuatro Vientos (Madrid) con su cuñado, Juan Moreno, viudo de su hermana Josefa. En aquellos años, iban a su establecimiento muchos artistas flamencos: Manuel Vallejo, Rita Ortega, ‘Niño Marchena’, ‘Fosforito’, ‘el Mochuelo’, Cepero, Miguel Molina y su prima ‘la Gaditana’; y me comentó: «Ver bailar a ‘la Coquinera’ fue un sueño, metía cantaor y guitarra en su baile y los dirigía como una orquesta, no he visto bailar mejor’. /En la imagen, Miguel de Molina.
BULERÍAS. En Madrid tenían las Coquineras
una ventita
y le pusieron de nombre
La Coquinita
¡Antonia dame alegría!
¡Josefa dame alegría!
dándote una vueltecita por bulerías
Las Coquineras duende flamenco
del baile festero
de la Baja Andalucía.
Antonia 'la Coquinera' tiene una calle detrás del Cuartel de la Guardia Civil.
Antonia Gallardo Rueda no se casó, tuvo varios amantes de la nobleza española a lo largo de su vida, y en sus últimos años estuvo unida sentimentalmente a un industrial madrileño sin llegar a vivir juntos por la condición de casado de él. Falleció el 21 de enero de 1942, en el Hospital Provincial de Madrid, recibiendo sepultura en el cementerio de la Almudena de la capital. (Texto: Antonio Cristo Ruiz).
Joaquín Camacho Graván, delante de un cartel promocional de su úlitmo libro. /Foto: Ruedo Abierto.
Joaquín Camacho Graván nació el 20 de julio de 1947, en la Huerta de Raimunda, también conocida como Huerta de Malacara, situada donde hoy está la barriada del mismo nombre, donde se crió junto a sus cuatro hermanos. Allí vivió entre lechugas, coles, rábanos tomates y todo tipo de verduras de una huerta, además del ordeño y mando, que realizó muchas veces, a las vacas que se criaban allí.
1947.
El año en el que nació Joaquín fueron alcaldes Ignacio Osborne Vázquez y, a partir del 14 de julio, Joaquín Calero Cuenca. Apenas con un mes de vida, el 18 de agosto de 1947, sobre las 9:45 de la noche una explosión en Cádiz producida por unas 200 toneladas de trinitrotolueno, carga de alrededor de 1600 bombas pertenecientes a la II Guerra Mundial y a la Guerra Civil, integradas cabezas de torpedo, minas antisubmarinas y mayoritariamente cargas de profundidad, arrasando la onda expansiva edificaciones, viviendas y cuarteles produciendo cuantiosas víctimas mortales. La población de El Puerto, donde se produjeron numerosas roturas de cristales por la onda expansiva, abandonó el casco antiguo en previsión de una nueva explosión, refugiándose en descampados de la carretera de Sanlúcar y Jerez./En la imagen, reproducción de la portada de Diario de Cádiz del día después de aquella fatídica jornada de 1947.
El Vapor Adriano desplazó a los muelles gaditanos un contingente de soldados zapadores. Instalaciones militares hoy en desuso, cuevas en la Sierra de San Cristóbal, fue el lugar escogido con posterioridad para albergar el resto de material bélico que no había estallado.
CUVILLO.
Joaquín empezará a trabajar con 17 años en la Bodega de Cuvillo, donde estuvo durante 18 años de servicios auxiliares, es decir «echaba mano a lo que le mandaran que había que hacer». Además, durante su vida laboral, regentó una confitería en la calle Pagador, esquina con Palma: ‘La Moderna’. /En la imagen, soporte publicitario de 'Fino Basilio' de Bodegas Cuvillo.
EN LA PLAZA DE TOROS.
Cuatro generaciones de la familia Camacho han prestado sus servicios en la Plaza de Toros de El Puerto. El primero sería su bisabuelo, Francisco Camacho Herrera quien desde la fecha de la fundación --1880-- hasta 1910, trabajó desempeñando diferentes funciones en nuestro coliseo taurino. Le tomó el relevo su abuelo, como clarinero, entre 1910 y 1922, año en el que pasará a ser Maestro de Chiqueros, donde estuvo hasta que se jubiló en 1960. Aquí le dio el relevo al padre de Joaquín quien, entre otras funciones fabricaba las banderillas que se usaban para arponear a los toros mientras, simultáneamente, su tío ejercía de Alguacilillo.
Confeccionando banderillas en la Plaza de Toros a mediados de la década de los sesenta del siglo pasado. Del libro 'Plaza Real' de Manuel Martínez Alfonso. /Foto: Mesa.
En 1971 Joaquín se incorpora formalmente a la Plaza como conserje de la misma. Desde muy pequeño se movía por los ambientes taurinos de la Plaza de Toros, acompañando a su padre y a su abuelo, en las distintas labores que realizaban en el coso taurino. Desde entonces y hasta 1982, compatibilizaba su trabajo en la Plaza con el que tenía en Bodegas Cuvillo. Joaquín continuó prestando sus servicios en la Plaza de Toros hasta el año 1999, realizando diferentes funciones: desde chófer de la empresa concesionaria, hasta torilero, pasando por la entrega de banderillas a los toreros, o pintando el ruedo. Compartió algunas laboraes con su hermano Francisco quien, hoy día, es Maestro de Chiqueros de la Plaza. Ambos hermanos conformaron las cuatro generaciones trabajando para el más que centenario coso taurino porteño.
La pareja recién casada, a hombros por la Plaza de Toros.
BODA EN LA PLAZA.
El 10 de abril de 1972 se produjo un hecho insólito hasta entonces en la Plaza Real. Siendo alcalde de El Puerto Fernando T. de Terry Galarza, contrae matrimonio en la capilla del recinto, con Carmen Ruiz, actuando como padrinos el padre de la novia, Antonio Ruiz y la hermana de nuestro protagonista, Teresa Camacho, siendo unas de las pocas personas --además vinculada al mundo taurino-- que ha tenido la oportunidad de realizar su enlace matrimonial en un marco tan peculiar. Años más tarde, el concejal de IU en funciones, José Manuel Vela Cordones, celebró el banquete de su boda con Begoña Serrano Romero, en el ruedo de la Plaza, siendo alcalde Rafael Gómez Ojeda.
EL INÉDITO MUNDO DEL TORO.
Su pasión por el mundo del toro y a cuanto rodea a la Fiesta, le anima a publicar un libro, en el año 2008: ‘El Inédito Mundo del Toro’, un interesante albúm en blanco y negro de medio millar de fotografías, más que inéditas, insólitas, --se ve en una instantánea a S.M. el rey Don Juan Carlos torear una vaquilla--. Como se afirma en la promoción del volúmen, «El editor, ha sabido recopilar, conservar y difundir, con el único propósito de mostrar a los aficionados al mundo del toro, las variopintas situaciones trágicas, cómicas, tiernas, románticas, singulares, sorprendentes y únicas que se dan en él. Es un libro que por su dinamismo, mantiene vivas las imágenes, y transporta al aficionado hasta el mismo ruedo, sintiendo el estremecimiento, que un animal como el toro, transmite al tenerlo de frente, desplazándose con buen tranco y con el poderío que de él se deduce. Por tanto, El inédito mundo del toro, es un libro para aficionados, porque en él se recoge parte de la historia gráfica de un mundo tan infinitamente inmenso y lleno de contenidos, que al buen aficionado hace rememorar, imaginar, sentir y disfrutar de la fiesta del toro. También es un libro para no aficionados, porque las curiosas imágenes, describen una época de nuestra historia, donde el toro y torero dibujaban, en una sociedad un tanto oscurecida, la plasticidad artística, el futuro triunfante y el desafío de unos hombres que saliendo de la nada, tan sólo con su coraje, entrega y afición, se enfrentaban a lo más poderoso del momento, el toro»
Durante la presentación del libro, en el restaurante Bar Jamón. De izquierda a derecha, Joaquín Camacho, Guillermo Boto, Fernando Gago y Pepe Fernández.
LLENAZO EN EL BAR JAMÓN.
La crónica de ese 7 de febrero, la hacía el crítico taurino Curro Orgambides, para Diario de Cádiz: «Llenazo en el Restaurante Bar Jamón, de la portuense ronda de Molino Platero, para la presentación del libro "El inédito mundo del toro. La presentación corrió a cargo de Guillermo Boto que destacó las raíces taurinas del autor del libro, cuya familia ha estado vinculada a la Plaza Real desde la inauguración del coso. El anfitrión, el restaurador Pepe Fernández, mostró tanto su agrado por acoger a la familia taurina portuense como su disposición para acoger cuantos actos de esta naturaleza se celebren. No hay que olvidar que Restaurante Bar Jamón patrocina unos premios con el marchamo de la calidad en la Plaza Real. Por su parte el edil Fernando Gago, celebró el nacimiento de esta nueva publicación taurina de minerva portuense y aportó interesantes y novedosos datos sobre la tradición taurina de El Puerto, remontándose a 1607 para citar los parajes donde se han corrido toros en la ciudad del Guadalete: Plaza de la Iglesia, Plazuela del Castillo, Campo o Egido de San Francisco, Plaza del Polvorista y Muelle y surtidero de Galeras».
TOROS EN CÁDIZ (1929-1967).
Al año siguiente, y tras diez años de trabajo de investigación y recopilatorio, un nuevo libro ve la luz de la mano de Joaquín. «Toros en Cádiz. 1923 a 1967», prologado diez años antes por el catedrático de Lengua y Literatura y ex alcalde El Puerto, Manuel Martínez Alfonso, autor del libro «Plaza Real», a quien está dedicado el volmen, que versa sobre la historia de la Plaza de Toros de Cádiz, haciendo un recorrido por la historia: II República, Guerra Civil, la Dictadura, su clausura y derribo. 400 páginas ilustran más de 600 espectáculos.
Esto escribía el periodista Modesto Barragán, director del programa de Canal Sur ‘Andalucía Directo’, en marzo de 2009 en Diario de Cádiz, quien actuó como presentador del segundo libro de Joaquín.
UNA PLAZA DE TOROS. «Queden tranquilos de antemano plataformas a favor o en contra de la llamada fiesta nacional, que lo que sigue no es defensa ni reivindicación alguna en uno u otro sentido. Hoy me refiero a lo que fue esa plaza de toros de Cádiz, de lo que da cuenta con detallada recopilación realizada y publicada estos días el persistente aficionado Joaquín Camacho. Más allá de la visión inevitablemente afectiva con la que los muchos aficionados abrirán este libro, parte de la reciente historia de la Bahía pasa delante de nuestros ojos en las páginas ocres de la vieja cartelería. Espectáculos taurinos, musicales o boxísticos se dan la mano de forma ordenada y perseverante a lo largo de las temporadas que van de 1929 a 1967. Es un hueco para la nostalgia a la que tan exageradamente entregados vivimos muchas veces en la trimilenaria, y un espacio también para buscar el motivo de cuplé, la broma socarrona y el comentario irónico que siempre nos da la historia a poco que la relea uno de Cádiz.
Invitación al acto de presentación de su segundo libro: 'Toros en Cádiz'.
Hablamos de una plaza de toros viva aún en el callejero popular por mucho que ahora tenga nombre de un antiguo general cartaginés que también toreó lo suyo por aquí, por mucho que ahora el ambiente de las 11.000 localidades del viejo coso tenga poco que ver con el que nos ofrece el de las gestiones de tesorería, tráfico... Hoy les animo a que pasen y vean cómo en éste, al igual que en tantos huecos que le quedan por desempolvar al viejo Cádiz, hay motivos para la sorpresa, la risa y la emoción más alegre y más triste a la vez.
En el Casino Gaditano capitalina, durante la presentación de 'Toros en Cádiz', a cargo del periodista Modesto Barragán a quien vemos a la izquierda, en el centro nuestro protagonista y a la derecha, el Teniente de Alcalde Delegado de Turismo del ayuntamiento gadinato, Bruno García.
Porque funesto es también que banderillas negras de la historia escogieran esta zona de fiesta para intentar cercenar la libertad inherente a esta tierra acabando con la vida de tanto inocente. La plaza cayó y calló y la Historia hizo lo demás. El trabajo de hoy, al que ha dado su vida el autor, enseña tal cual lo que tantos vieron y disfrutaron según fue marcando el tiempo que inexorable todavía no ha devuelto lo que aquellas autoridades de finales de los 60 también prometieron. Y hablando de toros, vaya mi reconocimiento a la flamante premio Meridiana entregado por el presidente Chaves el pasado jueves, la emprendedora Ana Alonso, afincada en El Puerto desde tantos años y precursora femenina en la difícil tarea de presidir festejos taurinos».
Entrada de una corrida de toros celebrada el 29 de junio de 1947, año del nacimiento de nuestro protagonista, quien posee una importante colección de entradas y carteles taurinos.
Ambos libros se pueden encontrar en cualquier librería de la provincia e incluso en las de otras provincias españolas. Ahora se encuentra inmerso en la recopilación de datos del que sera su tercer libro. Además, entre sus aficiones se encuentra la del coleccionista, especialmente, como no de carteles y entradas taurinas.
La presencia del galeón “Andalucía” en Puerto Sherry, atracado en su muelle, en las mismas aguas que bañan los restos del fuerte de Santa Catalina de El Puerto, cuya rada albergó en siglos precedentes navíos y tripulantes de significado protagonismo en nuestra historia. Además de generar una admiración mayúscula por la belleza y fidelidad de la réplica, produce una cierta nostalgia a los que nos gusta especialmente la historia, en el más amplio sentido de la palabra, incrementada con la presencia de otra excelente réplica, la de la nao o carabela “Santa María”, amarrada en un muelle paralelo al del galeón. Esta pequeña añoranza sentimental experimentada en el luminoso paseo por nuestro puerto deportivo, batido por el viento de Levante el pasado domingo de Feria, me anima e inspira la presente nótula, de la que es protagonista una dama del siglo XVII, época de la que data el galeón “Andalucía”. /En la imagen, el pintor Diego Velázquez.
En la imagen, el galeón 'Andalucía' y la nao 'Victoria', atracados en el Puerto Deportivo.
El imponente lienzo de Velazquez con el que hemos iniciado el título de nuestra colaboración, que tiene más de nueve metros cuadrado de superficie y 375 años de antigüedad fue encargado por Felipe IV al genial artista sevillano para formar parte de la decoración, junto a otros lienzos encargado a Carducho, Maíno, Jusepe Leonardo y Antonio de Pereda del Salón del Reino del palacio del Buen Retiro, donde fue instalado originalmente.
"La rendición de Breda" o"Cuadro de las lanzas". Óleo sobre lienzo. 307 x 367 cms. Autor: Diego Velázquez. 1634-1635. Museo del Prado. Madrid.
El cuadro conmemora la conquista de la ciudad de Breda, en Flandes, en poder de la Casa de Orange desde 1590, retratando la escena del protocolo de su rendición. El acto inmortalizado en el cuadro tuvo lugar el 5 de junio de 1625, del que hoy se cumple el 386 Aniversario y los dos personajes centrales son: el que entrega las llaves de la ciudad, Justino de Nissau y el que las recibe para la corona española, el general Ambrosio Spinola Doria, I marqués de los Balbases, Duque de Sesto, Caballero del Toisón y Gobernador de Milán y Flandes.
CONEXIÓN PORTUENSE.
Su biznieto Felipe Spínola Colónna –aquí entra la conexión portuense- casó en la iglesia de Santa María la Real de la Almudena con Isabel María de la Cerda y Aragón el 20 de noviembre de 1682, recién cumplidos 15 años, pues ella había nacido en El Puerto, en el palacio de Medinaceli, en la calle de los Oficiales, hoy Palacios o del Palacio, el 30 de octubre de 1667. El marido, tan solo uno o dos años mayor que ella, pues había nacido en Milán en 1665 o 1666, según indican biógrafos diferentes, poseyó los títulos de IV Marqués de los Balbases, fue Gentilhombre de Cámara de S.M. y Virrey y Capitán General de Sicilia, además de caballero de la Orden de Santiago y Comendador de la misma. Era hijo de Pablo Spínola, marqués de los Balbases, Comendador Mayor de León y del Consejo de Estado de S.M., nieto de Filippo Spínola, II marqués de los Balbases y duque de Sexto que fue el primogénito de Ambrosio Spínola. /En la imagen, Ambrosio Spínola Doria.
Nuestra protagonista, Isabel María de la Cerda y Aragón, era hija del VIII Duque de Medinaceli, VIII Conde del Puerto de Santa María y varios títulos más, Juan Francisco de la Cerda Enriquez de Ribera, del Consejo de Estado de S.M., Sumiller de Corps y Caballerizo Mayor de Carlos II, su Privado y Primer Ministro, Adelantado Mayor de Castilla y Condestable de Aragón, descendiente por la rama paterna del Infante Fernando de la Cerda y, por tanto de su padre, Alfonso X El Sabio y de Luis IX de Francia, por la esposa de este, Blanca de Francia. Fue su madre, Catalina Folch de Cardona, Duquesa de Segorbe, Cardona, Lerma, Condesa de Ampurias y marquesa de Comares y por esta rama materna, descendiente de San Francisco de Borja, su sexto abuelo. /En la imagen, San Francisco de Borja.
Es bastante probable que el joven matrimonio se instalara en el Milanesado, donde nacerían sus cinco hijos: Juana, que casó con el marqués de Castel-Rodrigo; María Teresa, con el Duque de Mirandola; Jerónima que casó con su primo Nicolás Fernández de Córdoba y de la Cerda, X Duque de Medinaceli y Ana María, con el Duque de Arcos. El único varón, heredero del marquesado, Ambrosio Gaetano, enlazaría con otra pariente: Ana Catalina de la Cueva y de la Cerda, todos ellos con sucesión a excepción de María Teresa.
En 1707 residía en Palermo (Sicilia. Italia). En las fiestas navideñas de ese año enfermó, falleciendo poco tiempo después, en 1708. Tenía 40 años. /En la imagen, grabado de la catedral de Palermo
BAUTIZO EN LA PRIORAL.
En la página oficial de la Fundación Casa Ducal de Medinaceli solamente se cita el año de su nacimiento, sin completar la fecha ni el lugar del mismo. Para que no quede duda del paisanaje de esta ilustre dama del siglo XVII, reproducimos el texto de su acta bautismal, tal como figura en el folio 219 del Libro nº 37 de Bautismos, conservado en la caja 77 del archivo parroquial de la iglesia Mayor:
«En la ciudad del Puerto de Santa María, el jueves diez de noviembre de mil seiscientos sesenta y siete, Yo, el Doctor Alonso Holguín, Vicario en ella y Cura más antiguo en la iglesia Mayor de esta ciudad, bauticé en la capilla del palacio del Excmo. Señor Duque de Medinaceli, marqués de Cogolludo, conde de esta ciudad y Gran Puerto de Santa María, Señor de las villas de Deza, Enciso y Lobón, de los Consejos de Estado y de Guerra, Capitán General de la Mar Océana, Costas y Ejércitos de Andalucía, a Isabel María, hija del Excmo. Señor Don Juan Francisco Thomás Lorenzo de la Cerda, Duque de Alcalá y Lerma, marqués de Denia, Adelantado Mayor de Castilla, Conde de Santa Gadea y Buendía y de la Excma. Señora Doña Catalina, Antonia, Gabriela, Josefa, Benita María de Aragón y Sandoval, Duquesa de Alcalá y Lerma, marquesa de Denia y condesa de Santa Gadea y Buendía, su legítima mujer. Fue su padrino el Señor Don Tomás Antonio de la Cerda, marqués de Laguna, Comendador de la Moraleja en el Orden de Alcántara y Mestre de Campo del Tercio provincial de Sevilla, encárguele el parentesco espiritual y la obligación que tiene en fee de lo cual lo firmé» . (Textos: Antonio Gutierrez Ruiz. A.C. Puertoguía).
Pehr Löfling o Pedro Loefling, nació en 31 de enero de 1729 en Valbo Gastrikeland (Suecia), hijo de Erik Löfling y Bárbara Standman. Estudia con un profesor privado hasta que, con 16 años se matricula en la Universidad de Upsala, en un principio para estudiar Teología empero, influido por el profesor Carlos Linneo se apasiona por la Botánica y acaba cursando estudios de Medicina. Tutor del hijo de Linneo y ayudante de sus profesor, presenta tu tesis escrita sobre ‘Yemas y Retoños de los Árboles’ e ingrea en la Real Academia de Ciencias Sueca. /A la izquierda, silueta del científico.
ESPAÑA Y VENEZUELA.
Con 21 años viajará a España recomendado por su mentor, a instancias del rey Fernando VI, donde permanecerá entre 1751 y 1754, realizando una serie de colecciones de zoología, --especialmente ictiología-- y botánica, que enviará a Carlos Linneo a Suecia, entre las que se encontraban especies nuevas. Publicará sus estudios en la Gaceta de Madrid en 1752 y, a título póstumo, su mentor dará a conocer su único artículo científico Iter Hispanicum, eller resa til Spanska Länderna uti Europa och America 1751 til 1756 (1758), pues falleció, prematuramente con 27 años, en la actual Venezuela, a orillas del río Caroní, en la Misión de San Antonio de Caroní (Bolívar, Venezuela), siendo enterrado al pié de un naranjo junto a la iglesia, en la Misión de Santa Eulalia de Merecuri.
Quizás fue este El Puerto que, 30 años antes, conoció Pedro Loefling, visto desde el Matadero Viejo, detrás de la actual estación de Ferrocarril. “Vista del Puerto de Santa María”, óleo sobre lienzo, 70 x 95 cm, 1781-1785 (propiedad del Museo del Prado, en depósito en el Museo Naval de Madrid) [P1151]. Autor: Sánchez, Mariano Ramón (Valencia, 1740-1822).
1753. EL PUERTO.
Pedro Loefling permaneció por espacio de algo mas de tres meses en nuestra Ciudad, en 1753, mientras esperaba partir en la expedición que le llevaría a los límites del Sur de América o del Orinoco (en el viaje realizó descripciones de peces, moluscos, crustáceos y medusas, y ya en Venezuela realizaría una interesante descripción de flora y fauna) y elaboró durante aquel periodo de tiempo, con la ayuda de los pescadores de El Puerto, el Primer Tratado Español de Descripción de Peces.
La sueca Solveig Nordin recoge en un estudio sobre su compatriota que «En Iter Hispanicum se puede leer sobre los peces que Loefling preparaba para la Reina de Suecia y probablemente algunos todavía están en Estocolmo, Suecia en el Museo Nacional de Ciencias Naturales (Naturhistoriska Riksmuséet). [algo que la autora no tiene aún contrastado durante la redacción de este texto]
Se reproducen las páginas 93 y 94 del Iter Hispánicum En la segunda página, hace referencia a los 50-60 peces de El Puerto de Santa María que fueron enviados a la Reina de Suecia.
Traducción libre del texto, escrito por Loefling el 18 de diciembre de 1753, del Iter Hispanicum. «El 20 de Octubre, la misma fecha de llegar a Madrid hace 2 años, resultó ser mi primer día de viaje en mi Viaje Americana, y el 2 de noviembre llegué aquí al Puerto de Santa María y el 5 de noviembre a Cádiz, donde me quedé un poco mas de 2 semanas antes de regresar de nuevo junto con mi compañía al Puerto de Santa María, como aquí se presentan más posibilidades de realizar estudios de la Naturaleza, mejor que en Cádiz que está cerrada. Por fin me he dedicado a los peces, y me he entrenado en la Ictiología, además de haber preparado entre 50 y 60 Especies de Peces en “Spiritu Vino” para Su Real Majestad La Reina, los cuales serán mandados con el primer barco a Suecia por el Sr. Cónsul BELLMAN (en Cádiz).» /Portada de Iter Hispanicum, eller resa til Spanska Länderna uti Europa och America 1751 til 1756 (1758)
Loefling partió de la Bahía de Cádiz la madrugada el 15 de febrero de 1754 en dirección a la que sería la actual Venezuela. Ya no volvería, quedando allí para siempre.
PISCES GADITANA. OBSERVATA GADIBUS ET AD PORTUS Sª MARÍA. 1753. Mens. Nov. et Decemb.
La abreviatura Loefl. se utiliza en los géneros creados ó especies descritas por Pedro Loefling. Algunos de los nombres vernáculos y nombres científicos dados por Löfling a la fauna marina de la Bahía de Cádiz, durante su estancia en El Puerto de Santa María en el Primer Tratado Español de Descripción de Peces:
Placa situada en la esquina de la calle Guadalete esquina Avda. de la Bajamar, en agosto de 2010.
PLACA DE RECONOCIMIENTO.
En la calle Guadalete, en una esquina del antiguo Hospital Municipal, con la vista puesta al río, se descubrió el pasado 11 de agosto de 201o una placa en reconocimiento del científico sueco que vivió durante unos meses en nuestra Ciudad y del trabajo realizado. El alcalde de la Ciudad Enrique Moresco, el presidente de la Academia de Bellas Artes de Santa Cecilia, Manuel Pico Ruiz Calderón y el presidente de la Asociación de Amigos de la Cultura Científica, Francisco González de Posada uno de los impulsores de la iniciativa, presidieron el acto. La Asociación Ecologista, en palabras de su Coordinador Local, Juan Clavero Salvador, valoraron positivamente esta distinción. También, en el Real Jardín Botánico de Madrid, se encuentra una placa a la memoria del joven sueco desaparecido prematuramente a causa de unas fiebres en la expedición a los Límites del Orinoco.
SOLVEIG NORDIN.
Solveig Nordin Zamano, compatriota sueca de Pedro Loefling (idealizado en el grabado de la izquierda) hizo en mayo del 2008 un recorrido por España, utilizando como guía de su periplo, el Diario de Viaje escrito por nuestro protagonista, en su viaje desde Madrid el 20 de octubre de 1753 hasta llegar a Cadiz el 5 de noviembre, que refleja en algunas entradas y comentarios en su blog: http://rutahistoria.blogspot.com/ (Texto: José María Morillo).
Juan Mena Alonso nace accidentalmente en Cádiz, el 10 de septiembre de 1952 en el Barrio Santa María, calle Sopranis 10; su padre, Juan Mena López y su madre, Milagros Alonso Alejo, ambos de El Puerto se trasladaron a vivir a la capital por la profesión del cabeza de familia: patrón de cabotaje, donde trabajó en el dragado de la dársena del muelle capitalino. Con ocho años regresan a El Puerto y la familia se va a vivir al número 10 de la calle Caldevilla.
1952
Era alcalde de El Puerto el año de su nacimiento Luis Caballero Noguera. Se estrenaba la película ‘La Niña de la Venta’, dirigida por Ramón Torrado y protagonizada por Lola Flores y Manolo Caracol. En julio se celebró en el Tiro de Pichón la tirada de Copa del Campeonato del Puerto de Santa María, con 58 escopetas. La Plaza de Toros es adjudicada hasta diciembre de 1953 al empresario Manuel Belmonte García, a razón de 50.000 pesetas anuales. El 3 de agosto de ese año se celebra una corrida de toros con Luis Miguel Dominguín, Rafael Ortega y Antonio Ordóñez; ese día entraron en El Puerto para ver el espectáculo, según estudio encargado al efecto, 1.522 vehículos, de los cuales 1.431 fueron automóviles y 71 autobuses.
En el centro de la imagen, Juan Mena, en la Plaza de San Juan de Dios de Cádiz, durante el Corpus de 1953, flanqueado por sus dos hermanos mayores.
Ese año llega a El Puerto, destinado al Instituto Santo Domingo, el profesor de Geografía e Historia Enrique Bartolomé López-Somoza. Mariscos Romerijo iniciaba su andadura empresaria. Rafael Alberti publica ‘Buenos Aires en Tinta China’ y ‘Retornos de lo vivo lejano’. El pintor porteño, afincado en Sevilla, Juan Miguel Sánchez pinta el cartel de la Feria de Primavera. Francisco Dueñas Piñero empieza a dirigir la Banda Municipal de Música hasta el año 1982. Y desde 1952 y, hasta 1977, la Academia de Bellas Artes, Santa Cecilia organizaba la Cabalgata de los Reyes Magos. En 1952 los hermanos Merello se hacen cargo de la empresa Cacao Pico. Nacen el historiador local Javier Maldonado Rosso, Director del Centro Municipal de Patrimonio Histórico y el profesor de judo Tadeo Díaz; las políticas Rosa Díez y Esperanza Aguirre, la actriz Teresa Rabal, el cantante italiano Umberto Tozzi. Muere Eva Perón.
Juan, el cuarto por la izquierda de la fila de abajo, entró en el Colegio La Salle en el Curso de 1960. En la imagen podemos ver al Hermano Ángel y a Vela, padre de un alumno.
25 Años después, en 1985, se reunían los alumnos de la primera promoción del Colegio La Salle, donde podemos ver caras conocidas: Javier Camacho Barba, Manolo Quintero, Ángel Márquez, el propio Juan Mena, Manuel Dandi, Miguel León, ...
ESTUDIOS.
Juan, tercero de siete hermanos estudió en el Colegio La Salle Santa Natalia, perteneciendo a la promoción que inauguró el centro en el año 1960, que el pasado año cumplió 50 años de existencia. Luego vendrían los estudios técnicos que le llevarían a ejercer una profesión, en cierta manera, relacionada con la de su padre ya que, como auxiliar técnico de obras (topografía), intervino en dragados por buena parte de las costas españolas, no sin antes hacer el Servicio Militar en la Armada Española. /En la imagen, nuestro protagonista durante la Primera Comunión celebrada en la Iglesia de las Capuchinas.
Juan Mena, junto a un compañero, durante el periodo de instrucción en la Marina de Guerra Española.
VIDA LABORAL.
Juan empezó su vida laboral como auxiliar técnico de obras (Topografía) en la empresa Dragados y Construcciones, primero en la construcción de la autopista Sevilla-Cádiz y luego en la del Mediterráneo, tramo comprendido entre Castellón y Valencia y más tarde en el Departamento de Flota de la misma firma, en Cádiz.
Con Boskalis, empresa holandesa, realizaría dragados por toda la costa española: Cádiz, Sanlúcar, El Puerto, Alicante, Cataluña, Vascongadas, Cantabria, Asturias y Galicia, y así durante casi doce años. Pero resultó que, bastante mediada la veintena, su hijo Kiko --ahora en la comparsa de 'Los Majaras'-- no lo conocía cuando llegaba a casa y ahí tomo la decisión de no salir a trabajar fuera de El Puerto. Tuvo suerte y empezó haciendo topografía en Puerto Sherry, amén de un largo recorrido por diferentes obras.
En 1988 entra a formar parte de la plantilla del desparecido Instituto Municipal de Conservación de la Naturaleza (IMUCONA) hoy Área de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, donde en la actualidad ejerce como Supervisor Inspector de Medio Ambiente, con competencias en Limpieza Pública, Autobuses Urbanos, Parque Móvil, Obras en Medio Ambiente, Contratas de Limpieza y limpiadoras municipales.
Juan Mena ante la sede del Área de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, antiguo Matadero Viejo, al otro lado de la estación de Ferrocarril.
EL MUNDO DEL CARNAVAL.
Juan siempre ha vivido impregnado por el mundo del Carnaval, aunque empezó algo mas tarde en comparación con sus compañero de la Peña 'Los Majara'. Cuando llega a El Puerto procedente de la capital carnavalera por excelencia, allá a principio de 1960, conoce a Pedro, Pacoli, 'Pelahigo', Manolito Albaiceta, ... colándose en los ensayos de las agrupaciones.
Con la agrupación 'Espantapájaros', en 1985. En el centro, el pregonero de Carnaval de ese año, Luis Fuentes, en el hall del desaparecido Cine Moderno de la calle Cruces, donde se celebraba el Concurso de Agrupaciones Carnavalescas en aquellos años.
Tras su vuelta del periplo por las costas de nuestro país, una vez establecido en El Puerto crea junto a un grupo de amigos la Peña 'La Ribera' en el desaparecido 'Mini-Bar', donde conocerá a Diego Caraballo Blanco, Riverita, El Chano quienes le animan a salir por primera vez en una chirigota: 'Chotis'.
'Caballos Andaluces' en 1987.
'El Marinero en Tierra', en el año 2000.
Luego vendría 'Espantapájaros' con Riverita y con Diego Caraballo y 'Dori' en 'Bastones Blancos'. De ahí pasará a integrarse en la Peña 'Los Majaras', el sueño de cualquier compartista porteño y ya fue no parar: 'Caballos Andaluces', 'Maharajahs', 'Andaluces de Jaén', 'Como un Juguete', 'Periquillo de los Palotes', 'El Fantasma de la Ópera', Antología de los Majara, 'El Marinero en Tierra', 'La Cruz Verde', 'El Regreso de los Simios', ‘Copleros de Pueblo’ ‘De Verde Luna’, ‘La Boira’, ‘La Loca’, ‘Los Cenicientos’
Juan con su hijo Kiko, en 'Perdimos el Norte'
Con ‘Perdimos el Norte’, debutaba su hijo Kiko con Los Majaras, lo que supuso una gran ilusión para ambos, especialmente para nuestro protagonista quien le diera el relevo generacional a su vástago.
Antología de Los Majaras.
Media vida ensayando, unido a sus amigos, durante casi cinco meses ensayando y siete restantes cantando por toda España y “abanderando, como solo Pedro sabe hacerlo el nombre de El Puerto de Santa María”. Para Juan los premios no tienen importancia “éstos son efímeros y no los recuerdo”, aunque hay que señalar que está en posesión del Vapor de Oro que otorga la Peña La Mezquita.
Con Antonio Arenas Anbiceto, el popular 'Ratón', el 15 de febrero de 2009, fecha en la que la Peña La Mezquita le impuso el XXVI Vapor de Oro.
De quien si se acuerda nuestro protagonista es de aquellos amigos que ya no están, como Manuel Camacho Francés, ‘el Chusco’, Rafael Monge, Paco Soto, Javier ‘el del Triana’, entre otros, de los que se siente satisfecho por haber compartido con ellos parte de su vida.
Juan, flanqueando al coplero gaditano Subiela, junto a su amigo Pacoli.
ANECDOTARIO.
Ha vivido muchas situaciones especiales, sobre todo con su amigo Pacoli, con quien, por razones que el propio Juan desconoce siempre coincidían y estaban juntos, amistad que sigue viva al igual que con el resto de componentes. En cierta ocasión, en Chipiona, cuando el director de la agrupación apunta la copla que se va a cantar a continuación; pero ese día, mientras Pedro avisó de que venía el cuplé, Juan entendió otro, con lo que una parte de Los Majara comenzó con una canción y el resto con otra.
De izquierda a derecha, Antonio Martín, Juan Mena, Manolito Albaiceta, Pacol y Buyo
Estando en Medina preparados para cantar, coincidieron en los camerinos, en el contiguo, con un grupo de Brasileñas, dándose la circunstancia de que el tabique no llegaba hasta el techo, con lo cual apilaron sillas para verlas cambiarse de ropa por la parte alta de la pared, hasta que esta cedió y cayeron en el camerino de las artistas.
Juan Mena y el conocido cantante gaditano El Barrio.
POR ESPAÑA.
Juan ha sido el responsable de los viajes y coordinar las salidas del grupo, mientrs que Antonio Rico Segura ‘Pedro’ o Diego Caraballo Blanco lo eran con las contrataciones de la agrupación. El año de ‘Caballos Andaluces’, al finalizar el pase en el Teatro Falla marcharon a Almería a acompañar en el Pregón al actor Paco Rabal, al finalizar se marcharon a Chipiona para actuar en el Pregón que ofreció Rocío Jurado, regresando al Falla para el siguiente pase de la agrupación.
Juan, con Los Majaras, en los estudios centrales de la Cadena COPE, en Madrid, antes de una actuación.
Han actuado en Noblejas (Toledo), Burgos, Madrid, Sevilla, Málaga, Córdoba, Granada, con sus correspondientes pueblos. Si salía un contrato en Málaga, aprovechaban y actuaban en Archidona donde pernoctaban y al día siguiente actuaban en Loja (Granada); osea, viernes, sábado y domingo, rechazando muchas actuaciones que le salían entre semana --solo iban a sitios cerca-- dado que cada uno tenía sus obligaciones profesionales.
Juan en una imagen con la familia en la que nace.
FAMILIA.
Está casado desde 1973 con Carmen Villalá Calvo, con la que tiene cuatro hijos de los que se siente muy orgullosos, viviendo en la Barriada del Tejar. Aficionado a la lectura --lee en la actualidad ‘Un mundo sin fin’--, al bricolage y al Carnaval, todo el año.
Rafael Ceballos Jiménez nació en El Puerto el 7 de septiembre de 1940, mellizo y sietemesino, pero la vida le llevó tierra adentro, su padre, Luis Ceballos Fernández de Córdoba natural de San Lorenzo del Escorial (Madrid) y su madre, Magdalena Jiménez Sancho, se casaron tal día como hoy, hace... Sobrino nieto del que fuera alcalde de El Puerto Alfonso Sancho y Mateo y emparentado por parte de madre con las Bodegas Jiménez Varela, aquellas del famoso Fino Amontillado Jardín, es el menor de nueve hermanos, quienes le llamaban ‘Fauco’ y ese es, precisamente el nombre donde se dio a conocer en el mundo de la Magia. Precisamente por su afición a la magia y por el conocimiento con algunos magos coquineros, ha llegado a formar parte, como socio simpatizante, de la Sociedad Gaditana de Ilusionismo, con sede en nuestra Ciudad.
JIMÉNEZ VARELA.
La familia bodeguera Jiménez Varela fue muy laboriosa, y prueba de ello fueron las industrias vinateras que crearon y los afamados productos que en ella se fabricaron: el Brandy Viejísimo Varela, Cacao Varela, Oloroso Los 46, o el Amontillado Fino Jardín, bajo la firma comercial de Hijos de Jiménez Varela. También existe una relación familiar de los Jiménez Varela, pues un familiar de éstos fue el hombre de confianza de Isaac Peral, cuando botó en El Puerto, en la desembocadura del río Guadalete, el prototipo del que fue el primer submarino.
Embotellado de Bodegas Jiménez Varela, donde en la actualidad se encuentra el restaurante del Hotel Bodega Real.
El año de su nacimiento, 1940 fue alcalde de la Ciudad, Ramón Barba Ordóñez. La población censada era de 22.264 habitantes, mientras que la del tristemente célebre Penal del Puerto, alcanzaría los niveles de doblamiento más altos de su historia: 5.479 reclusos, cinco veces más que durante la Guerra Civil. Ese año, el ex presidente del PSOE, Ramón Rubial, permanece encarcelado en dicho recinto. Cuando es descubierta la organización carcelaria de los socialistas, Rubial se hace responsable de la misma para evitar represalias sobre sus compañeros, siendo trasladado a la cárcel de Cádiz, juzgado y condenado a 14 años de prisión, adicionales a la anterior condena, con la pérdida de las reducciones por trabajo y el derecho a la libertad condicional. La cofradía de la Flagelación, fundada un año antes en San Joaquín, realizará su primera salida procesional.
De izquierda a derecha, Jesús Casas --actual Director General del Desarrollo sostenible en el Medio Rural-- y Rafael Ceballos, en las Jornadas de Presentación de las diferentes ramas de la Ingeniería a la Sociedad, donde se afirmó que los ingenieros de Montes tienen hoy más posibilidades que en el siglo XIX, que son menos gestores de montes y más gestores de territorio y más ingenieros ambientales que forestales. Abril 2009.
MÁLAGA, ALMERÍA, MADRID.
Los primeros 25 años de su vida los pasó Rafael en Madrid, donde hizo la carrera de Ingeniero de Montes y diplomado en Ordenación del Territorio y en Ordenación del Paisaje, entre 1957 y 1966, estuvo 13 años entre Málaga y Almería como Jefe de Área del Servicio de Aplicaciones Forestales del Ministerio de Obras Públicas (1966-1978), para regresar de nuevo a la capital de España, donde reside. Allí, entre los años 1978 y 1983 fue Jefe de Servicio de Recursos Naturales del CEOTMA (Centro de Estudios de Ordenación del Territorio) dependiente del Ministerio de Obras Públicas y Territorio y Medio Ambiente. Entre 1983 y 1990 fue Jefe de Área de Coordinación Ambiental así como el Gabinete de Formación y Documentación del CEDEX (Centro de Estudios de Experimentación y Obras Públicas), organismo hoy dependiente del Ministerio de Fomento y del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino.
Rafael Ceballos, el segundo por la izquierda, en la Inauguración del Curso 'Tecnologías y desarrollo sostenible del Olivar'. Octubre 2008.
En el ejercicio de su profesión de Ingeniero de Montes, dedicó sus primeros años a la gestión forestal de las cuencas hidrográficas del Sur de España, pasando luego a realizar evaluaciones del impacto ambiental que puede originar la construcción y explotación de determinadas obras públicas, concretamente las carreteras y los embalses. Alternó diversos cometidos y cargos, tanto en la Administración Central, durante 25 años, como en la empresa privada.
A partir de 1990 y en la actualidad, presta servicios de asistencia técnica como consultor autónomo en Gestión Ambiental, haciendo el seguimiento de la ejecución de grandes infraestructuras, como la construcción de distintas líneas del tren de Alta Velocidad. En el campo de la prevención, mitigación y corrección de impactos ambientales, realizando asimismo estudios, evaluaciones y peritaciones de daños ambientales sobre el medio natural, las aguas, el suelo y la atmósfera, sumando ya 41 años de experiencia en estas lides.
INSTITUTO DE LA INGENIERÍA DE ESPAÑA.
Presidente del Comité de Ingeniería y Desarrollo Sostenible del Instituto de la Ingeniería de España y Vicedecano del Colegio de Ingenieros de Montes. Ejerce como conferenciante, ponente y profesor invitado en numerosos congresos y cursos de especialización en evaluación de impacto ambiental, en España e Iberoamérica; ha participado en la redacción de más de 300 estudios y proyectos de esta materia. Autor de artículos técnicos en revistas especializadas y colaborador en libros relacionados con el medio ambiente y las infraestructuras hidráulicas y del transporte.
LA MAGIA, A LOS 16 AÑOS..
Recuerda Rafael que «a los 16 años, en unas vacaciones de Navidad, un compañero de Colegio me hizo un juego ‘Alucinación Colectiva’ y me quedé desconcertado. Después de suplicarle y rogarle que me enseñara ‘la trampa’, me contó cómo era y me prestó el libro. Esas mismas vacaciones me regalaron ‘La prestidigitación al alcance de todos de Ciuró y Magia con cartas de Who (Editorial Sintes). Al volver al internado me puse a estudiar con interés los tres libros y con la ayuda de un sacerdote del colegio (que también estaba aprendiendo magia porque se iba a Misiones y lo consideraba buena herramienta) nos fabricamos la bolsa del huevo, el pañuelo Davenport y alguna cosa más. En las fiestas de Fin de Curso ya hice una sesión en el teatro del Colegio para 500 espectadores.
Celebrando el primer Premio de Micromagia en la SEI (Sociedad Española de Ilusionismo) en el congreso de Cordoba. De izquierda a derecha, Juan Anton, Luis Fernández, Rafael Ceballos Jiménez, Arturo de Ascanio, Ramon Varela, Carlos Muro, Jose Antonio Vega y Juan Escolano. Sobre 1960. /Foto: Colección Juan Escolano.
Al acabar el curso me compré ‘Más de doscientos juegos de manos con la baraja’, también de Ciuró y me pasé todo el verano estudiando. Me regalaron la Caja Misteriosa (La caja de la carta) y el cristal atravesado por una cinta. Con esos dos aparatos y con la baraja me puse a dar sesiones nocturnas, en las noches de verano, en la terraza del Bar Veracruz, en Lo Pagán (Mar Menor). ¡Ah!, mi amigo no volvió a hacer ni un solo juego de magia, pero sigue siendo mi mejor fan. Cuando estudiábamos la carrera y yo “hacía comuniones”, él me llevaba el maletín y luego me hacía la crítica».
El Mago Fauco, en el centro, presentando un Festival en Navalcarnero (Madrid), el pasado año.
PASIÓN POR LA MAGIA.
Y abunda nuestro protagonista: «La magia es pasión, como lo es el compartir mi vida con los amigos; la música y la lectura, son mis aficiones; la gastronomía y los viajes son mi debilidad. Así, para mí, algo del paraíso puede ser viajar con amigos en un lujoso tren, con buen coche restaurante, leyendo un libro recomendado y rodeado de música ambiental --me gustan todos los géneros--. Después de cenar una sesión de magia preparada especialmente para la ocasión --me gusta personalizar mis sesiones-- con una tertulia final sobre cualquier tema de actualidad
El Mago Fauco, en otra actuación, con público en el escenario.
Cuando comencé a todos les gustaba mucho: a mis padres y hermanos; pero a mi padre le preocupaba que pudiera afectar a la buena marcha de mis estudios universitarios. En el momento actual a mi mujer, hijos y nietos, les gusta y se divierten mucho viendo los juegos. Mi mujer me acompaña a Congresos y convenciones; pero no puedo abusar: no acudo a reuniones societarias porque, cuando voy, regreso de madrugada. Están orgullosos de que sea Mago y disfrutan con los éxitos. No saben de dónde saco tiempo para estudiar y ensayar; yo sí: duermo poco».
Con el juego ‘Como Napoleón’ Rafael sintió que se estrenaba como mago. Asistía a las sesiones de los lunes de la Sociedad Española de Ilusionismo, en Madrid. Su maestro fue Arturo de Ascanio, y contemporáneo de Juan Escolano con nótula núm. xxx en GdP, Juan Tamariz, ...
EL BRUJO EN SOCIEDAD. «¿Conocéis el libro del Tío Cigüeño ‘El Brujo en Sociedad’?, pues así considero yo la magia que hago actualmente. Soy un mago totalmente social y centro mis actuaciones en los grupos de amigos y conocidos con los que tengo cualquier tipo de relación, especialmente de trabajo, y fundamentalmente en la mesa de comedor, después de una buena comida o cena. Debido a mi trabajo, viajo mucho por toda España y mi magia está desparramada por innumerables restaurantes.
Lo que más hago es cartomagia, adobada con algún elemento que le quite aspereza a la baraja, ya que mis sesiones suelen ser esperadas y deseadas, por lo que son algo extensas. Al profano le gusta ver “cositas” y yo se las presento. No suelen faltar uno o dos juegos mnemónicos y alguno donde la técnica manipulativa tiene mucho peso. Todos los juegos los presento de manera encadenada».
Rafael Ceballos conserva muchos programas de mano de sus actuaciones en escenarios y en televisión, cuando solo había una. Su nombre aparece junto a los de Tip y Top, María Luisa Merlo, José Luis y su Guitarra, Los Pekenikes, Antonio Serrano… Nunca había escuchado nuestro protagonista tocar la armónica como él lo hacía, hasta que no hace mucho tuvo oportunidad de escuchar, en un Club de Jazz madrileño, a su hijo, famoso creador de música para películas.
Las Tres Tentaciones. Presentación de cartomagia por el Mago Fauco, para el Círculo Mágico Internacional Don Bosco.
En nuestras manos cayó para ser restaurada una pequeña Virgen, una más. No tendría mayor importancia ni significado, si no fuera por su procedencia y su pequeña historia.
Hablamos de “la Virgen de la Placilla”, o de “la Casa de los Leones”, o también la Virgen conocida como “de Escaldas”. Tanto esta pequeña imagen como el lugar donde fue colocada siempre han despertado curiosidad e interés en gran parte de los portuenses, que al pasar por la calle, camino del mercado, es inevitable volver la cara y echarle una mirada a su bella portada, hoy aún más, después de su reciente remozamiento. /En la imagen la Virgen a su llegada al taller de restauración.
Esta pequeña figura es de autor anónimo. Está realizada en terracota y policromada al óleo con adornos en oro. A primera vista despista un poco su vestimenta y sus atributos; sus ropas ricamente decoradas en líneas muy barrocas, con manto de motivos florales dorados en bajorrelieves, tanto la Srª como el niño. La Virgen con rostrillo de coronas circulares doradas porta al Niño Jesús en su mano izquierda, y sostiene en su mano derecha un corazón flameante; y, ambos, sobre una bola mundi atravesada por una gran cruz dorada. Sobre los pies de la Virgen, la luna, flaqueada por siete angelitos. El niño con su mano derecha en actitud bendicente y en su mano izquierda sosteniendo la bola mundi con crucifijo sobre ella.
En la imagen se procede al estucado de la cara.
RESTAURACIÓN.
La figura, por las características del soporte, no presentaba grandes problemas estructurales; tan solo la unión de la bola mundi con la Virgen, que tenía tirantes de barro sin cocer que estaban muy pulverulentos y degradados.
La policromía estaba muy sucia y su color muy torcido, los dorados estaban verdes y oxidados. La bola mundi estaba totalmente repintada de azul intenso. Todos los bordes de la imágen estaban llenos de diferentes brochazos de cal y pinturas, de las que durante mucho tiempo se dieron a la fachada y a la hornacina.
Se realizó una limpieza superficial en profundidad, se consolidó y reforzó la estructura y la unión de la bola con la imagen. La policromía fue regenerada eliminando los repintes y los óxidos metálicos, quedando a la vista la rica decoración y su colorido. Al carecer de peana, se le añadió una amplia de hormigón muy fina, de color de la piedra de la portada y que queda oculta detrás del junquillo que porta el cristal que protege a la Virgen.
EL ENTORNO Y LOCALIZACIÓN.
La figura se encuentra en la hornacina que existe en el dintel de la fachada de la casa de la Placilla (San Bartolomé 6), conocida popularmente como la Casa de los Leones. Es de estilo barroco, con fachada tipo retablo y construida hacia 1.787 como consta un grabado en la misma. /Estado de la casa tras su restauración.
No queda constancia fehaciente documental, o al menos en un rastreo rápido no localizamos quién mando construir esta casa. Tan solo, según nos cuenta el Archivero Municipal J. Ignacio Buhígas, la habitó hasta 1797 la familia Díaz de Celis, Jacinto, Benito, Juliana. Según Olga Lozano y Mercedes García Pazos en su Guía Histórico-Artística nos cuentan que fue mandada a construir por Pedro Montes. De todas formas no es la base de este artículo. Sí lo es la memoria popular que nos cuenta que la pequeña Virgen “de Escaldas” fue colocada allí por el gremio de “Los Montañeses”.
LOS MONTAÑESES EN EL PUERTO.
Durante el siglo XVIII, como es sabido, el Puerto contaba con un florecimiento económico importante gracias a las transacciones que se realizaban con América. Por aquí pasaban muchas mercancías y en determinados sectores económicos el dinero corría. /Vista del patio, desde la casapuerta.
A la llamada de esta bonanza hay zonas de España en que las migraciones hacia El Puerto de Santa María fueron más abundantes. Evidentemente las zonas mas cercanas fueron las mas numerosas como las de Cádiz, Jerez, Sevilla, Huelva etc. sin embargo desde zonas tan lejanas como Galicia con 842 hombres y 56 mujeres, o la cornisa Cantábrica con 354 hombres y 56 mujeres, y mas específicamente Santanderinos 152, y 142 Asturianos por ejemplo, según los datos de los registros parroquiales de matrimonios aportados por Juan José Iglesias en Una Ciudad Mercantil en el S. XVIII.
El gremio de los montañeses fue muy importante en nuestra ciudad y en las del entorno de la Bahía, llegando a ser un colectivo muy unido y organizado. Su campo de trabajo se encontraba repartido fundamentalmente en comercios de primera necesidad y en tabernas. Esta exclusividad en la actividad ha llegado hasta nuestros días, aún queda en la ciudad algún comerciante descendiente de los instalados en este siglo en el Puerto. La denominación de “el montañés” es sinónimo de tienda de ultramarinos. “El montañés de la esquina” es el titulo de un curioso libro de Venancio González, publicado en 1995 por la Universidad de Cádiz que habla de la actividad en estas tiendas en Cádiz. /En la imagen, hornacina en la fachada donde permanece la reproducción del original.
En la ilustración podemos observar cada número y lugar correspondiente a los santanderinos que emigraron al Puerto.
EL PORQUÉ DE LA VIRGEN DE CALDAS.
Viendo el mapa de población, vemos los lugares de donde proceden los Santanderinos asentados en el puerto y observamos que gran parte de ellos procedían de las zonas próximas al cauce del río Besaya y de los alrededores de Torrelavega. En el cauce del río y muy cerca de Torrelavega, a siete Km. se encuentra la localidad de Caldas de Besaya. El cauce del río fue utilizado por los romanos como camino de entrada de la meseta castellana hasta el mar Cantábrico. Aún quedan algunos restos de la calzada que construyeron y ya desde esta época hay conocimiento de los manantiales termales de esta localización.
En estos lugares, en la última hoz del Besaya y entre el camino real que lleva a Castilla y el río, existía muy cerca de éste un manantial de aguas calientes, y entre éstas y el camino, en un estrecho lugar, existía una ermita medieval con algunas dependencias. En esta ermita se adoraba ya a Ntrª Srª de Las Caldas, que según las noticias del propio monasterio es posiblemente desde la segunda mitad del S. XII. En ella los ermitaños cuidaban de los enfermos con el auxilio de las aguas y de la Virgen. /En la imagen Dñª María Ana Velarde, óleo 104 x 74 cm.
Los vecinos, en el intento de fortalecer el culto a la imagen, acudieron a principios del S. XVII al convento de los Dominicos de Regina Coeli de Santillana del Mar. En 1.611 los Dominicos tomaron posesión del convento.
El destino del santuario cambiaría con la llegada fortuita del padre Fray Juan Marfaz quien es nombrado Prior en 1.663 y junto con la ayuda espiritual y económica de Dñª María Ana Velarde trazan y comienzan la construcción de un nuevo Monasterio mas amplio y mas digno. La imagen fue trasladada a su actual ubicación en Marzo de 1.683. Ninguno de los dos promotores llegaron a verla en el nuevo santuario, pues Dñª María Ana muere cinco años antes en la hospedería del antiguo santuario, tras quedar viuda y tomar los hábitos Dominicos y el P. Marfaz tres años antes de los traslados. /Retrato del P. del Pozo, óleo 168 x 104.
El Prior sucesor del P. Marfaz fue el Padre Alonso del Pozo, calificador e inquisidor del Santo Oficio, al que conoce en el Colegio de San Gregorio de Valladolid. Este, fue el primer Historiador de Ntrª Sra. de Caldas y biógrafo del P. Marfaz y Dñª María Ana Velarde que publico en 1700, junto con la tercera regla del Padre Santo Domingo que publico en otro tomo. Mas tarde construiría el Santuario de Montes Claros.
ATRIBUTOS.
En el cuadro que representa al P. Alonso del Pozo que está en la camarín de la Virgen, se nos representa rezando el rosario a la Virgen que ya esta vestida con manto, y con los dos tomos, mencionados anteriormente, escritos por el, de fondo en la ventana al Hoz del Besaya, y los dos monasterios, el nuevo y el viejo. /En la imagen, grabado S. XVIII.
Gracias a la documentación facilitada por el Padre Alberto González Fuente, al que desde aquí damos las gracias por tan inestimable colaboración, conocemos datos interesantes en un articulo suyo publicado en el boletín del Santuario en Diciembre de 1.976 y titulado “Un corazón en la mano de la Virgen de Las Caldas”.
Hasta el año 1.953 la imagen de la Virgen estuvo vestida con el mismo aspecto que presenta la de la Placilla, hasta que, con motivo de la restauración de la Virgen por el artista madrileño José Lapayese, se decide eliminar los mantos y dejar la imágen en su estado primitivo con todo el aspecto de una imagen gótica. /En 1953 aún tenia el brazo prolongado.
HISTORIA.
En la Historia la Virgen de Las Caldas y biografía de los fundadores del P. Julián del Pozo (1.700) dice: “a quien con atención la mira, le arrebata el animo y le atrae el corazón, como la piedra imán al hierro, y hace maravillosos efectos en las almas de los que la miran...Tiene en la mano derecha un corazón, como indicio de que es el árbol sagrado que lleva por fruto corazones para ofrecer a su sagrado hijo... Sobre el brazo izquierdo tiene el Niño: es de la misma pieza de la talla, de suerte que no se puede quitar.”, “Y aunque la imagen de Nuestra Señora está sentada, como ahora se viste, parece estar de pie. Vistese al uso de Castilla, tiene su rostriño y corona con arco”. Es evidente que ya en esta fecha y no desde mucho tiempo atrás, la imagen gótica ya esta vestida.
En esta misma historia en páginas mas adelante el P. del Pozo relata que estando Dñª María Ana encomendando a la Virgen su director espiritual el P. Marfaz, escucho de su Ángel de la guarda la siguiente frase: “Ese tu confesor, por quien pides, ha puesto su corazón en buena mano. Y al mismo tiempo le pareció ver a María Santísima que traía en su mano el corazón de su devoto capellán y siervo y daba a su entender que era verdad lo que le había dicho su ángel; y que le tenia en su mano y por su cuenta”. Del mismo modo esta claro que en 1.700 la figura había sido amputada y estirada de la mano derecha y sustituido el atributo frutal de las imágenes románicas y góticas por el corazón que vio Dñª María Ana Velarde. /Estado actual de Ntra. Sra. de las Caldas.)
En el proceso de remozamiento efectuado por Lapayese en 1.953, se coloco la mano al modo de este tipo de imágenes y se coloco la fruta en ella. Al parecer la mano eliminada era de nogal y la figura es de madera de sicomoro, con lo que es probable que no fuera original.
CONCLUSIONES.
Es evidente pensar que los montañeses de que vivían en El Puerto a finales del S. XVIII, solo conocían su imagen venerada de Ntrª Srª de Las Caldas con el aspecto que presenta este grabado. Y sin entrar en si fue colocada en la casa de la Placilla por el gremio de montañeses o únicamente por el fervor del dueño de la casa, la imagen que nos legaron es la que afortunadamente y tras los avatares sufridos por la casa, hoy parece respirar tranquilidad tras convertirse, en un Aparta-Hotel. /Estado actual de la Virgen de la Placilla.
ISLA DE GUAM.
La advocación de la Virgen de Caldas o de Ntra. de las Caldas desde antiguo saltó el Atlántico y los Santanderinos la llevaron al nuevo mundo. La isla de Guam es llamada Guaján en español. El 6 de marzo de 1521, la descubrió Magallanes durante la expedición española de circunnavegación del mundo. Hay referencias en el Archivo de General de Indias de un patache (embarcación de vela de dos palos, mezcla entre bergantín y goleta) llamado Ntra. Sra. de las Caldas, El 25 de agosto de 1734 se realizó un Mapa de la entrada y puerto de San Luis de Apra, (de dicha Isla de Guam que perdió España en la guerra hispano norteamericana), siendo su capitán y cabo Don Juan Antonio Jove y su piloto mayor Don Luis Duplesis, los cuales pilotos sondaron y demarcaron el dicho puerto y lo hallaron capaz de entrar en él cualquier navío o galeón de la carrera y Filipinas.
Se construyó un fuerte de piedra que se fabricó el año 1737 y tenía cabalgadas 6 piezas de cañón para defensa de dicho puerto. Su planta es de 35 varas de largo, su ancho 9 varas, su alto, hasta las troneras de 5 varas y está fabricado sobre cimiento firme de piedra viva. /Mapa de la isla de Guam.
FILIPINAS, BUENOS AIRES.
También se menciona en la audiencia de Filipinas en 1735/ 1738/ 1740/ 1741/ 1782. Otra referencia americana, La polacra (Buque de dos o tres palos) Nuestra Señora de Caldas matriculado en Buenos Aires comprada en diciembre de 1810 por el comandante de Marina y diputado ante la Junta Grande Francisco de Gurruchaga, fue convertida en bergantín y puesta al mando de Hipólito Bouchard, quien llevaba como segundo al mando a Ángel Hubac y contramaestre a Luis Rafia. La nave tenía 26 metros de eslora, 5,5 de manga, 3 de puntal, 2,3 de calado y un porte de 180 t.
EN MÉJICO.
Por otro lado, en México se encuentra la Ciudad Jiménez en Chihuahua, cuyo nombre anterior fue el de Santa María de las Caldas. Se cambió el 28 de octubre de 1826, en honor de José Mariano Jiménez, héroe de la independencia fusilado en Chihuahua en 1811. /Óleo de Ntrª Sra. de las Caldas, ciudad Jiménez, Mexico.
Fue poblado por los españoles a partir de 1643, reconquistada por los indios “Tobosos” en varias ocasiones, el 4 de enero de 1753 el capitán Bernardo Antonio Bustamante y Tagle fundó el presidio militar de Santa María de las Caldas del valle de Huejoquilla, población que se logró consolidar y que dio origen a la actual ciudad de Jiménez. De esta época se conserva en la ciudad el cuadro de la virgen de Santa Maria de las Caldas imagen que fue llevada en su fundación y que tenía en ese momento el aspecto como la de El Puerto
Hoy día la imagen que figura en la portada de la Casa de los Leones es una reproducción en resina que se realizó para preservar la original que se conserva en la recepción del hotel. (Texto: Javier M. de Lucas Almeida. Ldo. en Bellas Artes).
Hace tiempo que el virus de la amnesia se instaló en la memoria colectiva, este desorden mental nos llevó al olvido de las hoy, personas anónimas, pero que en su día estaban en primera línea de la lucha por las libertades y la democracia. Sería de justicia un reconocimiento a sus aportaciones desinteresada a esta causa.
Con su padre, en el caballo de cartón del Parque del desaparecido fotógrafo Cuellar.
VIDA LABORAL.
Pepito ‘Alberti’ nació el 1 de marzo de 1946. Pertenece a la promoción de 1965 del Instituto Laboral. Durante su vida ha hecho de todo, especialmente se ha dedicado a la hostelería, después de la Librería Alberti, de la que hablamos a continuación. Fue Jefe de Partida en el Hotel President (Ibiza). Ha sido Jefe de Comedor del Restaurante Curro El Cojo en Puerto Sherry. Gestionó como autónomo el Asador Don Pollo. Antes de su jubilación ha estado cinco temporadas en el Hotel Torremolinos, como Jefe de Cocina. En la actualidad, aunque jubilado desde el 1 de marzo pasado, ejerce como cocinero a domicilio, por encargo.
En el desaparecido restaurante 'Curro el Cojo' de Puerto Sherry.
LIBRERÍA ALBERTI.
José Gutierrez Ponce, más conocido como “Pepito Alberti” por aquello del nombre de su librería es una de estas personas olvidadas y poco reconocidas. En 1973 había que tener mucho valor para poner de nombre a su librería: ‘Librería Alberti’. Cuando vuelvo de vacaciones forzosas [el autor de la nótula ha sido preso político] quiero conocerlo y allí me recibe en la trastienda y veo a muchos jóvenes que más adelante jugaron un papel importante en la vida cultural y política de El Puerto.
Con el desaparecido Luis Sánchez Matabuena, delante de la fachda de la Librería Alberti, en la calle Alquiladores, punto de encuentro de la disidencia en el periodo previo al cambio político.
En el interior de la Libería Alberti, junto al autor de esta nótula, Miguel Marroquín.
Con Rafael Alberti Merello.
ACTIVIDADES CULTURALES.
Yo creo que con la apertura de la librería se dio un salto cultural progresista de los más importante de esta población. No es que no hubiese colectivos culturales, pero del nivel de esta librería, no. Allí se podía encontrar libros prohibidos editados por Ruedo Ibérico, más adelante fue centro de distribución del Mundo Obrero y punto de contacto de todas las fuerzas políticas incipiente. Pepe organizó conferencias semipermitidas; por primera vez trajo a un desconocido Carlos Cano; al Grupo Jarcha y algunos más; batalló con denuedo por traer al máximo exponente del cantaor flamenco de denuncias Manuel Gerena, siendo prohibido una y otra vez.
Con el desaparecido cantautor Carlos Cano.
Con un grupo de amigos, camaradas del PCE, de izquierda a derecha, Carmelo Ciria Pino, Jesús Espinar Galán, Luis Sánchez Matabuena, Ana Sánchez Alonso, Lourdes Roselló Tarrío y, sentados, Pepe y su mujer.
ACTIVIDAD POLÍTICA.
Con su ingreso en PCE fue el responsable directo de los actos culturales del mismo: organiza durante la Transición un acto multitudinario en el polideportivo con Manuel Gerena y Carlos Cano. El festival de los Cantes de los Pueblos Ibéricos, fue también un éxito absoluto llenando la Plaza de Toros. Lo daba todo, y no quería nada. Yo creo que si Pepe hubiese ido en las lista para las elecciones de 1979, --que no quiso-- y hubiese llevado la concejalía de Cultura, la cultura en El Puerto tendría otros derroteros. Pero como tantos otros, fue devorado por los advenedizos. Hoy disfruta de una merecida jubilación. (Texto: Miguel Marroquín).
José Sánchez González nace el 25 de Abril de 1947, sábado de feria de Primavera, en la calle Diego Niño, 9. Fue atendido por Agustín Fernández, que según contaba su madre Rosario, hubo que ir a buscarlo a ‘El Cortijo’, caseta municipal que se encontraba en el Paseo de la Victoria, entonces recinto ferial. Su padre José, su madre Rosario, ambos nacidos y criados en nuestra Ciudad, siendo el primogénito de sus hermanos, en este caso de su hermana Catalina.
José Sánchez González, con sus padres y hermana, en el Bar Tadeo, de su tío Tadeo Sánchez Rodríguez, en 1949.
Se casó con Antonia García Bello la fría tarde del 6 de Noviembre de 1976, de cuyo enlace nacen el 5 de septiembre de 1977 su hijo mayor, Francisco José y el 20 de Noviembre de 1984 su hija Elena.
José Sánchez, con sus padres y hermana, en la caseta que su tío Tadeo (en la imagen, el primero por la izquierda, detrás) instalaba en la Feria de Ganados. Años 1951.
1947, año que viene marcado inexorablemente en esta tierra nuestra por la Explosión de Cádiz, la famosa catástrofe que marca el verano de este año, y que según las crónicas de la época, fue la noche en la que Antonio Machín nunca actuó en Cádiz. A final del verano andaluz, muere El Califa Manuel Rodríguez “Manolete”, el más grande de los toreros, revolucionando con su quietud el arte de Cuchares. Y para cerrar este contexto histórico, una particularidad curiosa, el artista portuense nace exactamente el mismo día que el futbolista y entrenador de fútbol holandés Johan Cruyff.
En el Colegio de las Carmelitas, de izquierda a derecha, Diego Muñoz Ávila, José Felipe González Gómez, Andrés Soler Ferrer, Javier Merchante Gutiérrez, José Sánchez González, Francisco Rodríguez Rendón, Rafael Muñoz Bellvís, José Ignacio González Nandín 'Chato Jiménez' para los aficionados al fútbol. Año 1954.
ESTUDIOS.
Asiste al colegio de las Hermanas Carmelitas de la Caridad desde párvulos hasta que cumple la edad de 8 años, recibiendo la comunión, y continuando su formación para la preparación del primer ciclo en el colegio de ‘la Pescadería’, es decir, San José y San Estanislao, situado en Pescadería, 35.Realiza en el Instituto Padre Coloma de Jerez de la Frontera el examen de ingreso al Bachiller, aprobándolo y comenzando al año siguiente en el Instituto Laboral, hoy Instituto Santo Domingo. /En la imagen de la izquierda, José con el jugador del Racing Portuense 'Peloti', en un partido que se jugó contra el Cádiz en Tercera División. A la izquierda, con chaqueta blanca, el padre de nuestro protagonista. Campo de Mirandilla, Cádiz. El resultado fue 4 a 0 favorable al Cádiz. 19.12.1954.
PRIMER CONTACTO CON EL ARTE.
El primer año que cursó, es en la asignatura de Dibujo Artístico donde tiene el primer contacto con el natural, escayolas, grafito, carboncillo y con los difuminos, y porqué no decirlo, con quien tuvo mucho contacto fue con la goma de borrar. Recuerda de esta época a Jesús Peña Pérez y a José Martínez Argelés, que pintaba al óleo unos bocadillos de jamón impresionantes. Durante el bachillerato jugó al fútbol, formando parte de la selección de la Liga de Institutos Provincial.
De izquierda a derecha, de pie, Enrique Miranda García, Luis Manuel Hoyo Mateo, Juan Manuel Fernández Izquierdo, Juan Nimo Bernal, Mariano Cantera Farrugia, desconocido; agachados, Joaquín Casado González, dos desconocidos, José Nogués Ropero y José Sánchez González, en el Campo Eduardo Dato, el 25 de enero de 1960 /Foto: Rafa.
BELLAS ARTES.
Por aquella época se matriculó en la academia de Bellas Artes Santa Cecilia, en la asignatura de dibujo artístico. El profesor era, curiosamente, su hoy compañero en la Junta Directiva de dicha Academia, Luis Ortega García, con el cual continuó los trabajos de ‘sombras al carbón’. A lo largo de varios años aprendió diferentes y variadas técnicas, como la acuarela, tempera, plumilla y el oleo.
En todo este aprendizaje además de adquirir la técnica necesaria para dominar diferentes artes pictóricas, también se procesó algo más importante si cabe, que fue la amistad y la camaradería, entre otros compañeros destaca a José Fernández Villegas, Álvaro Rendón, Antonio 'Korral', Javier Díaz Conejo y al magnífico compañero y amigo Enrique Calvario, del que recuerda que siempre decía: “--Yo soy aprendiz de artista”.
José Sánchez González y su padre, en el Bar 'Los Tres Reyes', en la calle Nevería.
PRIMER PREMIO Y TRABAJO.
En 1963 consigue en Cádiz su primer premio de dibujo. Eran estos años donde además de su asistencia al Instituto laboral y a la Academia de Bellas Artes Santa Cecilia, ayudaba a su padre José “el Nene” en el negocio familiar, el bar “Los Tres Reyes”, que estaba situado en la calle Nevería, 13. Esta fue su ajetreada y ocupada vida hasta que tuvo que incorporarse al servicio militar, donde realizó su prestación en el Ejército del Aire, en la localidad de Jerez de la Frontera, en la Base Aérea de la Parra, que en la actualidad es el aeropuerto de nuestra vecina localidad.
José Sánchez y unos compañeros, en la Base Aérea de 'La Parra'.
Trío de artistas, los hermanos Pantoja del Puerto y Pepe Sánchez, en una exposición colectiva.
PROFESOR ADJUNTO
Una vez acabada su formación en la Academia d, la institución lo nombra profesor adjunto de dibujo, y comienza a pintar para la Galería de arte Manuel Guerra.
ARTES GRÁFICAS.
En 1971 comienza a sumergirse en el mundo de las artes gráficas, entrando a formar parte del equipo de trabajo de la empresa Grafisherry S.L. como diseñador gráfico, que allá por los años setenta estaba situada en la calle Los Moros situada en la actualidad en el Polígono ‘Las Salinas de Levante’. Como dibujante y diseñador de Grafisherry realizó logotipos, anagramas, catálogos, folletos, portadas de libros y sobre todo etiquetas para las bodegas. / A la izquierda cartel de la VII Gran Coquiná de la Peña 'La Mezquita'. 1992.
CARTELISTA.
Además comienza a practicar la cartelería y a participar en diferentes concursos, consiguiendo varios premios, como el cartel anunciador de la Feria de Primavera en los años 1975, 1982 y 1983, el cartel anunciador del Carnaval de El Puerto en los años 1987, 1992, 2008 y 2011, y en 1987 el cartel que anuncia las fiestas de Don Carnal en la vecina localidad de Rota. Para la Semana Santa también realiza numerosísimos trabajos para diferentes hermandades de la Ciudad, desde óleos, diseños para insignias y cartelería así como diplomas. La Coquiná del año 1992, y la imagen de la fiesta de San Antón de ese mismo año también corren a cargo del pintor.
De izquierda a derecha, José Sánchez, Juan Lara, Luis Ortega y Agustín Merello el día del Pregón de éste último en la Caseta Helo-Libo. Mayo 1989.
Carteles de Carnaval de los años 1992 y 2008
Carteles de la Feria de Primavera de los años 1982 y 1983
Pepe Sánchez ante su última creación, el cartel anunciador del Carnaval 2011. /Foto: fiestasdelpuerto.com
FÁBRICA NACIONAL DE MONEDA Y TIMBRE. (FNMT)
Esto le llevará a traspasar los límites de nuestra ciudad, después la provincia y finalmente tiene su trascendencia a nivel nacional. Desde 1994 hasta 2003 colabora con los servicios autónomos de correos y la Fabrica Nacional de Moneda y Timbre, creando diferentes matasellos conmemorativos y primer día de circulación, ilustra una hojita bloque de Juan de la Cosa con diferentes motivos portuenses. Además de realizar el cartel para la Exposición Nacional de Filatelia Juvenil del año 1997 cuya imagen se convertiría en el primer sello postal de El Puerto de Santa María del cual se emiten dos millones y medio de ejemplares. Se acuña una moneda con el logotipo de la exposición Juvenia 97. /A la izquierda, el sello conmemorativo de Juvenia. Año 1997.
Sello de Correos dedicado a Juan de la Cosa, la F.N.M.T. emitió una estampilla con la carta de navegación. Los dibujos son de nuestro protagonista.
Nuestro protagonista con Rafael Alberti.
En el año 2007 se retira del mundo laboral, de su empresa de toda la vida, Grafisherry S.L. Actualmente sigue dibujando, pintando, dando clases en la academia de Bellas Artes Santa Cecilia y lo que es más importante disfrutando de la vida, de su ciudad, y de su familia. (Textos: Fran Sánchez).
Ya conocéis la estampa: dos jinetes, vestidos a la antigua usanza, cabalgan camino de la Feria en dos briosos corceles, uno castaño, tordo el otro, que bracean con la elegancia innata de los famosos cartujanos, que otrora fueran orgullo de estos lares. Abajo, sobre la firma del autor, las tres palabras mágicas que sintetizan el más bello de los pregones feriantes, y que viene a ser el grito apasionado de la alegría del Puerto: ¡A la Feria!. Cualquier crítico de arte, con más conocimientos que los míos, podría hacernos una bella semblanza de la obra, glosando perspectivas y matices, enfoques y colores, contraluces y tonos, y, al mismo tiempo, haceros sentir el repiqueteo de los cascos de las cabalgaduras, castañuelas alegres al paso caminante hacia la Feria. Yo, tan sólo me detengo en ese título tan nuestro de ¡A la Feria!, que invita al júbilo y al gozo de la alegría compartida, y, temerariamente, pretende revivir los sentimientos de Juan Lara, que en el cartel anidan, adivinando a un tiempo, si es posible, qué camino o qué calle del viejo Puerto es esa, hollada por esos corceles camino de una Feria que el pintor soñara...
No sé que calle soñó
para encuadrar su pintura.
¿Pudiera ser, por ventura,
la callé donde nació?
¿La calle, donde jugó,
de aquel Puerto en miniatura,
solemne en su arquitectura,
que tantas veces pintó?
¿La calle del Pagador
Natera es ese camino
de ocre suelo, como un vino
de amontillado sabor,
que Pagador sigue siendo
en el habla coloquial
del Puerto, y a la Prioral
llega con Juan, sonriendo,
buscando a la Virgencita
Patrona, a la que llamaba,
de tan morena que estaba,
con cariño, “su Negrita”?
¿Qué camino pedregoso
evocaron sus pinceles?
¿Por dónde van los corceles,
con andar majestuoso,
hacia el azul luminoso
de una Feria en la quimera
del pintor? ¿Qué Feria era
la que Juan ha dibujado,
y en el cartel ha dejado
tan llena de Primavera?
¿Pero qué importa el camino
pedregoso o polvoriento?
Lo que importa es el evento
que tiene como destino:
La Feria del Vino Fino.
¿Quién no acudirá a la cita
ferial? ¿Qué más necesita
que le digan, para ir,
el que duda en acudir,
si es Juan Lara quien lo invita?
Pintura, que no cartel,
porque no es grito estridente,
sino que, calladamente,
pide se fijen en él.
Trazo a trazo va el pincel,
como una voz pregonera,
anunciando a quien lo quiera
en el corazón sentir,
que se venga a compartir
la Feria de Primavera.
¡A la Feria!... Dicho ésta,
y el que quiera que se venga;
pero que no se detenga,
que la Feria empieza ya.
Lo dice el cartel, que va
a toda policromía,
transformando la alegría
en la más nerviosa espera
de una Feria en Primavera,
de un Puerto en Santa María.
Vente conmigo a brindar
con el mejor vino fino.
No llenes el catavino,
por lo que pueda pasar.
Ven, que te voy a enseñar
un pueblo blanco y un río,
su enjundia y su señorío,
que los tiene porque sí.
¡Ven sin tardar! Pon, aquí,
tu corazón junto al mío.
Ven, sin dudar, que mi mano
quiere servirte de guía.
¡Ven! Comparte mi alegría,
y, siéntete, ya, mi hermano.
Que está el momento cercano,
y el tiempo nunca se para,
y, ten, amigo, muy clara
una cosa: que no en balde
te está invitando el Alcalde
y ¡el corazón de Juan Lara!
Toman el nombre de la Tertulia Flamenca donde se reúnen: Tomás ‘el Nitri’. Las originales: Fila superior de izquierda a derecha: Milagros Parralo, Ana Santamaría, Carmen Mesa, Ana García, Carmen Díaz, Sandra Muñoz; sentadas, Mari Soto, María Vera, Antonia a la guitarra, Milagros Caraballo y Antonia Real.
A iniciativa de José Carrasco Mateo, conocido como Carrasco ‘el Guardia por su condición de agente de la policía local jubilado, se crea en Otoño de 1992, un grupo flamenco, formado mayoritariamente por mujeres, en la sede de la Tertulia Flamenca ‘Tomás el Nitri’, de donde se reúnen y de donde toman el nombre. El colectivo nacía en el entorno de la Navidad con una vocación clara: cantar villancicos eminentemente flamencos para que no se perdieran las raíces de esta parte de nuestra cultura. /En la imagen de la izquierda, José Carrasco Mateo, 'Carrasco el Guardia'.
Las Tomasas acompañadas por el porteño Jesuli Núñez, hoy Jesús Nuñez, tocaor de Sara Baras y Pitingo, entre otros.
José Carrasco conecta con la poetisa Lola Alba, y entre ambos lo exponen a la directiva de la entidad flamenca, que lo ve con buenos ojos. Serán las mujeres de los socios las componentes de este grupo. Y así, Lola Alba, con tesón y paciencia educa las voces de estas mujeres, no ya para que fueran las mejores de los grupos o coros flamencos de El Puerto, sino para que sus voces sonaran diferentes y… parece que lo consiguió.
En la Tertulia Flamenca 'Tomás el Nitri'. Panorámica.
En las Navidades de ese mismo año se hace la presentación en Tertulia Flamenca de su nombre organizándose también la primera Pestiñá, lo que constituyó un éxito de arte: la sede social se llenó; había más gente fuera que dentro del recinto.
Con el conocido locutor Fernando Duran, en la Feria de Primavera de 1995, durante una actuación delante de las cámaras de la desaparecida televisión local Tele Puerto. Enfrente, la caseta de 'La Misma Gloria'.
Con la ilusión y el legítimo orgullo de la buena acogida, ‘Las Tomasas’ deciden no circunscribir su actividad a la Navidad y continuar ensayando para actuar en la Feria de Primavera y Fiesta del Vino Fino. Y lo hacen. Todos los días del año, con una voluntad a prueba de tentaciones, y eso que son amas de casa con la responsabilidades que conlleva tan sacrificada ocupación.
Las Tomasas, en la VII Fiesta de los Patios.
VII Fiesta de los Patios. Obrita de Teatro Flamenco interpretada por Las Tomasas y algunos socios de la Peña. De izquierda a derecha, María Vera, José Carrasco, Milagros Caraballo, Antonia Real, Ana Santamaría, Ana García, Mari Soto, Antonio Santilario, Carmen y Ángeles Carrasco, Sandra Muñoz y Carmen Mesa.
Preparan, también, una obrita de Teatro Flamenco para la VII edición de la Fiesta de los Patios. Cantan en la Feria de Primavera en la caseta municipal, en la de la hermandad del Nazareno y en cuanta les son solicitadas. Han actuado además: en Puerto Real, Cadiz, San Fernando, Paterna, Rota, Jerez, Casas Viejas, Alcala de Guadaira, en Cordoba en las peñas ‘La Oveja Negra’ y ‘Azahara’. Le cantaron al portuense universal, Rafael Alberti en varias ocasiones con motivo de la fiesta de su cumpleaños, el 16 de diciembre.
Nuevas incorporaciones entre las que se encuentran, el tocaor David Cruz, sobre él Ángela Carrasco y su hermana Carmen.
Fueron 16 las componentes iniciales del Grupos, siendo en la actualidad 11, habiéndose incorporado algunas hijas de sus componentes, lo que hace que permanezca la tradición oral de forma viva. Desde 1.996, su actual responsable es Mari Soto quien, con acierto, lleva adelante al Grupo. Y, como cualquier grupo humano, nada humano les es ajeno y tampoco han estado exentas de algunas incomprensiones, pero ahí siguen. Tienen grabado dos CD’s, uno de Villancicos y otro de Sevillanas Flamencas, llevando un estilo diferente, su estilo y esto ha hecho que el prestigio de estas porteñas rompan fronteras.
Con Rafael Alberti, en un cumpleaños. De izquierda a derecha, Carmen Mesa, Asunción Mateos ex directora de la Fundación y viuda del poeta, Mercedes Carbonell, María Vera, Milagros Caraballo, Carmen Soto y Sandra Muñoz.
Cometistes el error
de marcharte jubilado
en tiempo de Navidad.
Y ha venido un inspector,
diciendo, muy enfadado,
que no has cumplido la edad,
y, lo que es mucho peor,
que tampoco has cotizado
ni siquiera la mitad
de lo que está legislado.
Después de gran discusión
y de una larga refriega,
se vió que el citado error
era del tal inspector
que, por equivocación
entendió García “Noriega”,
en vez de García Girón.
Así que ya está aclarado;
pero me queda la pena
de saber que en Nochebuena
te marchastes jubilado.
Y por muchas perrerías
que te hicieran los clientes,
porque fuiste buena gente,
buen amigo y servicial,
besucón y cordial,
compartiendo tu alegría,
en el Bar de la Herrería,
en su entorno y en su ambiente
estarás siempre presente
¡Noriega del alma mía!
Esta calle San Juan --donde Vd. tiene su casa--, se convirtió en un hervidero de gente la tarde en que José María Cano --el del grupo Mecano--, pisó, en carne mortal, los umbrales del número 17, donde vivo. Se recurrió a un bloc cuadriculado para satisfacer la enardecida demanda de autógrafos; niñas hubo casi en trance de privarse de la emoción; fueron momentos de paranoia colectiva, aunque, al cabo de algún tiempo, se fue despejando mi casa-morada de la horda febril que la había invadido.
Nacho y José María Cano, en el Restaurante Casa Flores.
La cuestión es que José María Cano había quedado conmigo para trabajar en la preparación del argumento de lo que iba a ser su ópera 'Luna', o 'Hijo de la Luna'. Acordamos que la acción se iba a desarrollar en El Puerto, en pleno siglo XVIII, concretamente la noche del 30 de julio de 1749, con motivo de la prisión general de los gitanos ordenada por Fernando VI.
La obertura debía estar presidida por la explosión de júbilo de la alboreá, en una boda cuyos contrayentes, ajenos a la prisión de todos los gitanos, se habían retirado a un sobrado, donde tenían instalado su tálamo. Al despertarse, nadie les llevó la taza de caldo, ni la ‘mañana de aguardiente’. Todos habían sido apresados, menos ellos. Libres, engendraron a un gitano albino --única exigencia de José María--, hijo de la luna, con toda la simbología que la luna tiene para los esa raza. La liberación de todos los gitanos de sus prisiones en cárceles, arsenales y minas y el nacimiento de una nueva era, con el hijo de la luna, marcaban un final apoteósico. En medio, había una hermosa historia de amor.
Durante casi un año --sabático para José María--, a las once de la noche, todos los días, me llamaba, desde Londres donde se había recluido, para contarme cómo iba la cosa. Tuve que írsela descargando de tópicos típicos. Le mandé textos y documentos y resultó un gran retablo mítico-racial. Hasta que, de pronto, supe que lo tenía terminado.
La obra era bien distinta, desconocida más bien. La tuvo que amañar, según él, para hacerla asequible al gran público. Pero que nadie se la estrenaba; se le cerró el Teatro Real; tuvo que vender su colección de pintura de vanguardia y, al final, de su bolsillo, la estrenó en Valencia. El resultado fue una insípida ‘suite’, por decirlo de algún modo, que se remedió con la edición de unos CD's que, con el título de ‘Luna’, se vendieron como rosquillas.
Ni El Puerto, ni el argumento pactado tuvieron acomodo en ‘Luna’. Desde 1992 no sé de José María Cano. Ahora, ni tan siquiera hay niñas que lo conozcan y lo aclamen. Una pena. (Texto: Luis Suárez Ávila).
La ópera 'Luna fue tan sólo representada una vez, en versión concierto, en 1997 en el Palau de la Música de Valencia. Esta es la lista de canciones del disco compacto:
01. Te Quiero, Morena 02. Llevame niño pal’ cura (Acto 2°, escena 3°). Lola no quiere “bodas de Sangre”. 03. Pasodoble de la Luna (Acto 2°, escena 2°). Antonio pide a Lola que se case con él. 04. Bajo el cielo de Sevilla. Mercedes intenta parar la boda. 05. Jaleo. El sargento Miguel dispara sobre el Mudo. 06. Y nos vamos pa’ Belén (Acto 3°, escena 2°). En navidad Antonio continúa en la cárcel. 07. Arrorro, arrorro (Acto 3°, escena 2°). Lola canta a su hijo recién nacido. 08. Un gitano sin su honor (Acto 3°, escena 4°). La ley de los gitanos: “lava con sangre…” 09. Epílogo. La Luna recoje a su hijo en el río.
Alfonso X el Sabio (n. 1221) fue, sin lugar a dudas, el monarca más universal y brillante que produjo la Edad Media hispánica; el más universal, por la amplitud de sus conexiones, y el más brillante, por la amplitud de su cultura, por el hálito renovador de sus leyes y por la generosidad y ambición de sus empresas artísticas y culturales. También fue un rey controvertido, en vida y en muerte. Su triste final ha llevado a los historiadores a efectuar de su reinado un balance excesivamente negativo, y a distinguir, de manera errónea, entre su fracaso como político y gobernante y sus logros en el campo de la cultura. Esta valoración ha dominado en la consideración que la Historia ha hecho del gran rey castellano desde que en el siglo XVI el padre Juan de Mariana sentenciara aquello de que “mientras estudia el cielo y observa los astros, perdió la tierra”. Tiene, sin duda, algunos fundamentos ciertos. Pero, veremos, es falsa en términos generales.
ACCESO AL TRONO.
El 1º de junio de 1252, a la muerte de su padre Fernando III, Alfonso accedía a un trono prestigioso. Llegaba al poder con fama de hombre refinado y culto, protector de artistas y poetas, y dotado de una curiosidad insaciable por acceder a todos los saberes. /En la imagen inferior, su padre, Fernando III, 'el Santo'.
No era, desde luego, un joven inexperto ya que tenía 30 años cumplidos. Pero de su larga etapa formativa, de la que emerge hacia 1240, a punto de cumplir los 20 años, ignoramos muchos aspectos fundamentales. Sabemos, sí, que tenía una más que aceptable experiencia política y militar. Había llevado a efecto, entre 1243 y 1246, la conquista del reino de Murcia; había participado en la conquista de Jaén y Sevilla; había negociado con Aragón el tratado fronterizo de Almizra (1244), y se había visto envuelto, al lado del rey portugués Sancho II Capelo, en la guerra civil que enfrentó a éste contra su hermano el conde de Bolonia, el futuro Alfonso III de Portugal. Pero ignoramos casi todo acerca de su formación intelectual: qué maestros tuvo, qué libros estudió, quiénes formaban el círculo intelectual de sus más allegados. Así, pues, cuando accede al trono de Castilla, en junio de 1252, Alfonso X era un personaje maduro y perfectamente conocido en el mundo político europeo.
INICIOS DE SU REINADO.
Los inicios de su reinado fueron, ciertamente, prometedores. En ellos pudo esbozar cuáles iban a ser sus principales líneas de actuación. Algunas prolongaban iniciativas ya en marcha en tiempo de su padre Fernando III, como la Cruzada contra el norte de África o, como se decía en la época, el fecho de allende, que el Rey Santo proyectaba llevar a cabo. La construcción de la atarazanas de Sevilla y la creación del cargo de almirante mayor de la mar, junto con otras iniciativas, prueban que este proyecto ocupó a Alfonso X por lo menos hasta las Cortes de Sevilla de 1261. /En la imagen de la izquierda, Alfonso X, con el manto de castillos y leones.
ATRAER POBLADORES: SEVILLA.
Las primeras medidas de gobierno de Alfonso tuvieron, como no podía ser menos, un claro carácter coyuntural. Había que afrontar una serie de problemas cuya solución se había ido aplazando debido a la larga enfermedad de su padre y a otras circunstancias. Este era el caso, por ejemplo, del repartimiento de Sevilla, que su padre no pudo ultimar y que Alfonso X retoma con energía y concluye a 1º de mayo de 1253. Retengamos un dato: el repartimiento de Sevilla estuvo presidido por el principio de atraer el mayor número de pobladores a Sevilla, y entre ellos se repartió el 88 por ciento de las tierras disponibles. Quiere ello decir que la nobleza debió contentarse con una mínima parte de la tierra repartida. Era el primer indicio de un enfrentamiento larvado entre el rey y sus nobles. En la misma línea habría que entender la recuperación para el realengo del enorme señorío otorgado por su padre al infante don Enrique, centrado en torno a Jerez, y de algunas de las villas dadas a su segunda esposa, doña Juana de Ponthieu o de Pontis, como Carmona.
MODERNIZACIÓN Y REFORMA ADMINISTRATIVA.
Pero Alfonso X hizo algo más que afrontar problemas heredados. Para empezar renovó, con algún que otro problema, los principales cargos de la corte, dando entrada a hombres nuevos, de su propia generación, al tiempo que emprendía una reforma administrativa tendente a dotar de mayores competencias a los responsables de la administración de las grandes circunscripciones territoriales del reino, los antiguos merinos que, a partir de 1253, comienzan a ser sustituidos por los adelantados. La corte misma, en cuanto centro de la administración, debió reformarse en el sentido que se expresa en las Partidas, dando entrada en ella a un numeroso y especializado cuerpo de funcionarios, entre los que destacaban los alcaldes reales.
REFORMA LEGISLATIVA.
Otro problema de urgente resolución era la reforma legislativa, acorde con las nuevas corrientes jurídicas, y a tono con lo que el propio rey pensaba acerca de sus propias competencias. Y entre ellas estaba, en un primerísimo plano, la de crear derecho o fazer leyes y administrar justicia. Como ha señalado el Prof. Aquilino Iglesia, Alfonso X reivindicaba para sí de manera exclusiva el "monopolio legislativo". Pero al mismo tiempo pretendía "la renovación jurídica" incorporando lo mejor del derecho común y la "unificación jurídica de sus reinos".
De esta forma, sucesivamente, Alfonso X promulgó el Fuero Real (1254-55), que se difundió preferentemente por Castilla la Vieja; el Espéculo (1255), promulgado antes de su definitiva redacción que quedó interrumpida al iniciarse en 1256 la elaboración de las Partidas, concluidas, al parecer, en 1265.
Al hablar de la obra jurídica de Alfonso X estamos hablando del principal monumento de la ciencia jurídica, peninsular y europea, de la Edad Media y de uno de los logros más destacados de su reinado, no importa el fracaso relativo del rey a la hora de hacer efectivas sus leyes. /En la imagen de la izquierda, Alfonso X ‘el Sabio’ uno de los legisladores retratados en el edificio del Capitolio, en la galería de visitantes de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, donde existen 23 relieves con retratos de legisladores cuya obra se considera que ha servido de base para la legislación americana. Fue seleccionado por su autoría del Código Real, recopilación de legislación local de uso general que establecía las normas sobre las relaciones jurídico-políticas entre los reyes y sus vasallos, y por redactar el Código de las Siete Partidas, considerado por los estudiosos como el legado de más relevancia aportado por España a la Historia del Derecho. A cada lado de la sala hay 11 retratos. Todos están mirando al del centro, que pertenece a Moisés.
PROFUNDA REFORMA FISCAL. Cimientos de la Hacienda Pública moderna.
Estas reformas exigían un amplio soporte financiero que sólo podía ser el resultado de una profunda reforma fiscal. Hasta entonces la hacienda real se había nutrido de algunos impuestos tradicionales (moneda forera, martiniega, fonsadera), ingresos por vía de multas y confiscaciones, además de los recursos obtenidos de la explotación de su propio patrimonio territorial o realengos, algunos impuestos heredados del mundo islámico (los almojarifazgos de Toledo, Murcia y Andalucía) y algún que otro impuesto extraordinario./En la imagen moneda alfonsí: vellon (Dinero Blanco de la guerra)- En la leyenda de la moneda se lee: ALFONSVS REX CASTELLE ET LEGIONIS. Cayon 1144.
Tras duras negociaciones con la Iglesia, Alfonso X se hizo con el control de una parte del diezmo eclesiástico (las llamadas tercias reales), que sumadas a las parias o tributos que pagaban los reinos musulmanes vasallos de Granada, Murcia, Niebla y Jerez, además de los ingresos fiscales pactados con los mudéjares andaluces que habían permanecido en la región tras la conquista, daban a la corona una amplia capacidad de maniobra. A estos ingresos hay que añadir, en años posteriores, servicios aprobados en Cortes, los impuestos aduaneros o diezmos de la mar y los que aportaban los ganados trashumantes de la Mesta, institución creada por el rey, a la que dio privilegios y controló de forma muy eficaz. Estas medidas permiten afirmar sin género de dudas que Alfonso X puso los cimientos de la Hacienda pública moderna. /En la imagen, óbolo alfonsí.
ACTIVIDAD REPOBLADORA.
Igualmente notable fue su actividad repobladora, tan brillantemente iniciada con el repartimiento de Sevilla. En efecto, la obra repobladora de Alfonso X se centró especialmente en Andalucía y en Murcia, es decir, en los territorios conquistados por su padre y por él mismo. En este sentido, a Alfonso cupo la gloria de repoblar y organizar Sevilla, Carmona, Niebla, Jerez, Écija, Cádiz y El Puerto de Santa María, la última de sus actividades repobladoras, por citar las principales villas y ciudades del reino de Sevilla, además de Murcia, Lorca, Orihuela, Alicante y otras más en el reino de Murcia. Pero su actividad repobladora no se redujo al sur. Por el contrario, se extendió, de forma más o menos intensa, por todo el reino, desde Villa Real (hoy Ciudad Real) hasta Villafranca de Ordicia, en Guipúzcoa; desde Galicia a la Rioja. Especialmente intensa fue la fundación de “polas” o pueblas nuevas en Asturias y las villas nuevas de Álava y Guipúzcoa. /En la imagen, vista interior del Catillo de San Marcos.
EL ‘FECHO DEL IMPERIO’.
El fecho del Imperio es, probablemente, uno de los aspectos de la política de Alfonso X sobre el que más ríos de tinta se ha vertido, y no siempre de forma acertada. Frecuentemente la cuestión se considera como si se tratase de algo que se cruzó en la vida del rey, desviándole del camino que se había trazado al comienzo de su reinado. Otras veces se piensa que se trató de un empeño personal del rey en el que se obcecó hasta el punto de perder todo sentido de la perspectiva y hasta de la realidad. Creo que se trata de puntos de vista que no tienen en consideración la globalidad del problema y, por supuesto, desconocen lo que de verdad pretendía Alfonso con su obsesiva reclamación del título imperial.
Libro de Juegos.
A comienzos de 1256, estando en Soria, Alfonso X recibió una embajada de la república de Pisa que venía a ofrecerle, en nombre de las ciudades gibelinas de Italia, el Imperio al que por su linaje tenía todo el derecho.
Este ofrecimiento no debió de coger por sorpresa al monarca castellano ya que, desde el fallecimiento de Conrado IV, dejando como heredero a un niño de corta edad, entraba dentro de lo posible que, en su condición de cabeza del linaje de los Staufer, su nombre se viese implicado en cualquiera de las previsiones sucesorias relacionadas con la casa imperial: el ducado de Suabia, el reino de Sicilia y el mismo Imperio. Una vez propuesto para el título imperial y efectuada, en 1257, aunque de forma irregular, la elección preceptiva, contando incluso con el apoyo inicial del papado, el Imperio parecía algo al alcance de su mano. Renunciar a ello era renunciar a algo que le correspondía por derecho y que redundaba tanto en honor suyo como en el de su reino. Pero, además, ser emperador era algo que reforzaría sus proyectos políticos sobre el papel de Castilla dentro del contexto político peninsular.
PROYECTO DE FERNANDO III
En efecto, desde el comienzo de su reino Alfonso X se propuso hacer efectivo un antiguo proyecto de su padre: ser "emperador de España". No se trataba simplemente de resucitar la vieja idea imperial leonesa, cuyas bases ideológicas correspondían a un pasado marcado por el ideal neo-goticista o por un feudalismo trasnochado. Se trataba más bien de reforzar, a partir del título de emperador, la preeminencia efectiva de Castilla sobre los restantes reinos peninsulares. /En la imagen de la izquierda, libro sobre Fernando III 'el Santo', de Manuel González Jiménez, Premio Antonio Domínguez Ortíz de Biografía 2006.
A la luz de este proyecto se entienden muy bien algunos hechos que, por sí solos, no se explican de manera suficiente: como la cesión temporal a Navarra de los puertos de San Sebastián y Fuenterrabía; la renuncia de Alfonso X al Algarbe portugués y hasta el mantenimiento, a trancas y barrancas, del fecho de allende o Cruzada a Africa. En una palabra, detrás de la obsesión por el Imperio había algo más que orgullo dinástico y afán de notoriedad. Por tanto, la idea no era en modo alguno, como algunos piensan, una muestra más de su falta absoluta de olfato político.
“Aparición de la Virgen a Alfonso X” Cuadro de grandes dimensiones que se exhibe en el Auditorio Municipal San Miguel. Anteriormente se encontraba situado en la escalera del antiguo Ayuntamiento de Plaza de Peral, para donde fue originalmente concebido. Ha sido restaurado por los técnicos de Museo Municipal, Javier de Lucas y Juan José López Amador. /Foto Servicio Municipal de Restauración del Excmo. Ayuntamiento).
EL ‘FECHO DE ALLENDE’ DESDE ALCANATE.
La idea de proseguir la conquista del norte de África la había concebido el rey Fernando III. Alfonso retomó la cruzada, o como solía él mismo llamarla, el fecho de allende. La cantiga de Santa María 328 refiere como el rey Alfonso preparó personalmente en 1260 la expedición a Salé, residiendo una larga temporada en Santa María del Puerto desde donde pudo seguir los preparativos de la expedición. El lugar, llamado entonces Alcanate fue escogido, sobre todo, por su riqueza agrícola y ganadera. La cantiga 328 refiere, en efecto, que
“Este lugar está en una tierra
muy buena y abundante
en pan, en vino, en carne
y en fruta muy sabrosa;
y en pescado y caza;
por lo que es tan deliciosa
que muy raro sería
en un largo día poder contarlo”
Óleo sobre tela (3760x32o0 cms. obra de José María Rodríguez Losada. (Año 1852). El cuadro, antes de su restauración y anterior a la desaparición de los lampareros, rrepresenta una idealización de Alfonso X recibiendo del alguacil moro de Jerez las llaves de la aldea de Alcanate. Al fondo el Castillo de San Marcos y, sobre la torre del homenaje, aparición de la Virgen de los Milagros, escudo de la Ciudad. / Foto: Colección LSA.
Fue restaurado, a instancias de la Academia de Bellas Artes de forma altruista, a finales de 2010 por parte de su equipo técnico, formado por José Sánchez González, José Zamorano Franco, Fernando Sánchez García, Salvador Rodríguez Sánchez y Rosario Navarro Giner, bajo la dirección del Lcdo. en Bellas Artes José Ramón Villar Juan. | Foto: Academia de Bellas Artes.
El cuadro está situado arriba y delante de la Capilla de la Patrona, en la Iglesia Mayor Prioral. Fue entregado por Bellas Artes el 22 de noviembre de 2010. Podemos comprobar que ya no se pusieron los lampareros. /Foto: Vicente González Lechuga.
Pues bien, el interés estratégico de El Puerto de Santa María llevó a Alfonso X a solicitar su entrega por parte del alguacil [moro] de Jerez, a cuya jurisdicción pertenecía la zona. El objetivo de esta nueva repoblación finalizada en 1268 era evidente: disponer de un puerto excelente para la empresa del fecho de allende.
FUNDACIÓN DE EL PUERTO.
Los hitos principales, hasta 1281, fecha de la concesión de la carta puebla a El Puerto de Santa María son: 1268: Conclusión del repartimiento de Cádiz-Puerto de Santa María. 1272:El Puerto de Santa María es segregado de la jurisdicción de Cádiz, pasando a depender de la recién creada Orden de Santa María de España. 1275 - 1277: Incursión de los benimerines por el territorio de la Bahía de Cádiz. 1277: Saqueo y destrucción de El Puerto de Santa María por los benimerines. 1279: La Orden de Santa María de España traslada su convento mayor a Medina Sidonia que había sido concedida a dicha Orden, junto con Alcalá de los Gazules y, probablemente, Vejer de la Frontera. 1280: Extinción de la Orden de Santa María de España e integración de sus freires y propiedades en la Orden de Santiago. 1281: Alfonso X otorga a Santa María del Puerto la condición de concejo autónomo de realengo mediante la carta puebla --la última que otorga antes de morir-- del 16 de diciembre. Le concede también el título de ciudad y manda que en adelante fuese llamada El Gran Puerto de Santa María. /En la imagen vista parcial perteneciente al retablo barroco del siglo XVII, de la escuela de Pedro Duque Cornejo en el que se representa, en la cúspide del mismo, la aparición de la Virgen al rey Sabio. Capilla de la Virgen de los Milagros. Iglesia Mayor Prioral.
LA CARTA PUEBLA.
Las concesiones y privilegios que otorga Alfonso, abarcan diferentes aspectos: Se dota a El Gran Puerto de Santa María de término municipal. Se otorga la norma foral (el Fuero de Sevilla). Los habitantes podrán elegir alcalde de la villa, del mar y un juez. Los extranjeros podrán tener sus ‘rúas’ apartadas y tener cónsules. Se le eximirá de impuestos como el portazgo y el diezmo. El Rey renuncia al “quinto de cavalgadas” a favor de los vecinos. Se favorece la pesca sin impuestos por captura y pesca. Se establecen mercados --miércoles y sábados-- y dos ferias, una al principio de la cuaresma y otra en octubre. /En la imagen, Privilegio rodado concediendo carta puebala a nuestra ciudad. Traslado hecho en el siglo XVI. Archivo Municipal.
Dejemos aquí la historia de la fundación de El Puerto, de la que se cumplen en diciembre 730 años y volvamos con la de Castilla y León y nuestro personaje.
1264. SUBLEVACIÓN MUDÉJAR EN ANDALUCÍA Y MURCIA.
Hasta la sublevación de los mudéjares andaluces y murcianos, en 1264, la estrella política de Alfonso X brilló sin discusión dentro y fuera de España. A partir de entonces, los problemas se acumularon. Pretender tan siquiera enumerarlos es algo que desborda mis pretensiones. Voy, por ello, a referirme tan sólo a los asuntos que considero fundamentales.
1272. SUBLEVACIÓN NOBILIARIA.
Dejando de lado la cuestión con el reino musulmán de Granada, cuyas relaciones con Castilla no volverían a ser las mismas que antes de la ruptura de 1264, y el interminable fecho del Imperio al que acabamos de referirnos, Alfonso X hubo de afrontar en los últimos años de su reinado dos graves problemas: la sublevación nobiliaria de 1272 y la cuestión sucesoria, planteada en 1275 a raíz de la muerte imprevista del heredero don Fernando de la Cerda. /En la imagen de la izquierda, sello de cera alfonsí.En la imagen inferior, Alfonxo X a caballo, en la tumba del Apóstol Santiago.
No voy a detenerme mucho en el primero de los problemas. Lo traigo simplemente a colación por ser una manifestación muy significativa de la resistencia que la nobleza, en cuanto grupo, ofreció a las innovaciones y reformas legislativas del Rey Sabio.
A través de sus leyes y de otras disposiciones concretas Alfonso X había recortado el poder de la nobleza y, sobre todo, su ámbito de actuación, especialmente en las villas y ciudades. En efecto, la política del rey de fundar pueblas nuevas en las propiedades reales, o realengos, dispersas por todo el reino y, especialmente, por Galicia, Asturias y León, había substraído estas tierras al beneficio de los ricoshombres e hidalgos locales. Por otra parte, las nuevas pueblas reales se estaban convirtiendo en focos de atracción del campesinado de la zona que abandonaba sistemáticamente a sus señores para acogerse al seguro del rey y a los beneficios de un régimen jurídico más beneficioso y menos arbitrario. Fue el primero de los enfrentamientos de un largo conflicto que, con altibajos, se prolongaría hasta el reinado de los Reyes Católicos.
Escultura de Alfonso X en la escalinata de acceso a la Biblioteca Nacional (Madrid). Obra de José Alcoverro y Amorós. Año 1892
EL PROBLEMA SUCESORIO.
El problema sucesorio tuvo mayor repercusión y complejidad. A mediados del siglo XIII la sucesión al trono se regía por una norma tradicional que primaba la primogenitura por línea masculina y, en defecto del primogénito, al mayor de los hijos supervivientes. A falta de hijos varones, podían acceder al trono las mujeres. Estos fueron los principios que rigieron la sucesión al trono durante los siglos XI, XII y XIII, desde la muerte sin sucesión directa de Sancho II (1072) hasta el accidente que puso fin a la corta vida de Enrique I, el tío de Fernando III, en 1217. Y así hubiera seguido siendo de no haber sido por la recepción en Castilla del derecho romano, de mano de la obra legislativa de Alfonso X el Sabio. Muy lejos estaba el Rey Sabio de pensar que esta intrusión en el derecho público de un principio de derecho privado romano (ius representationis) iba a provocar no sólo la división del reino y de su propia familia, sino una guerra civil que sólo interrumpiría su fallecimiento en abril de 1284.
Escultura de Felix Tejada, situada en uno de los laterales exteriores del Castillo de San Marcos.
En efecto, el problema de la sucesión no era una simple cuestión de optar por una u otra solución: por la práctica tradicional o por las Partidas. La cuestión no era tan simple, ya que Alfonso X estaba cogido entre dos fuegos: por las leyes que él mismo había creado y por los compromisos contraídos con Francia cuando Fernando de la Cerda casó con Blanca, hija de San Luis IX.
NOMBRAMIENTO DE HEREDERO: SANCHO.
Tras largas vacilaciones, en abril de 1278 Alfonso X reconoció a su segundo hijo, el infante don Sancho, como hijo mayor heredero. Y fue entonces cuando el problema se exacerbó. La reina doña Violante se refugió en Aragón acompañada de los hijos y de la viuda de don Fernando de la Cerda, y Felipe III de Francia, tío de los “infantes de la Cerda”, exigió el cumplimiento de los compromisos firmados con ocasión de la boda de don Fernando. La tensión entre ambos reinos estuvo a punto de provocar la invasión de Castilla. La intervención del papa y del rey de Inglaterra consiguió conjurar de momento el peligro. Para satisfacer al francés, Alfonso X se mostró dispuesto a ceder a su nieto Alfonso de la Cerda el reino de Jaén. Pero esta solución no satisfizo a Francia ni menos aún al infante don Sancho.
SUBLEVACIÓN, GUERRA CIVIL, SUSPENSIÓN Y DESHEREDO.
Sintiéndose amenazado en sus derechos y temiendo que Alfonso X cambiase sus disposiciones sucesorias, don Sancho rompió con su padre e inició, en 1282, contando con el apoyo de la mayor parte del reino, una sublevación que culminaría con la sentencia de la suspensión de Alfonso X en sus funciones de rey, pronunciada en Valladolid el 20 de abril de dicho año, 282 por el infante don Manuel, hermano del Rey Sabio.
Ante este acto de rebeldía, la reacción de Alfonso X no pudo ser otra que la de maldecir y desheredar a don Sancho. Y esta maldición parece que le acompañó hasta la tumba, a pesar de que poco antes de morir el rey su padre manifestase la intención de perdonarle. Pero nunca lo hizo, al menos formalmente, aunque otra cosa se diga en la Crónica del rey escrita sesenta años después de su muerte.
Arqueta que contiene las entrañas del rey Sabio. Catedral de Murcia. El sepulcro con el resto de el cuerpo se encuentra en la Capilla Real de la Catedral de Sevilla.
La muerte de Alfonso X el 4 de abril de 1284 puso fin a la crisis sucesoria, al menos dentro del reino. El infante don Juan y todos los ricos hombres castellanos que habían regresado a la fidelidad del rey difunto reconocieron como rey a don Sancho. En 1304 se produciría, en un contexto político muy diferente, la renuncia de don Alfonso de la Cerda a sus derechos al trono castellano, reinando entonces su primo Fernando IV.
LEGADO CULTURAL: UNA CORTE DE SABIOS.
Puede discutirse la capacidad política de Alfonso X, aunque, como hemos visto, la valoración que hoy podemos hacer de su actuación como gobernante no es tan negativa como tradicionalmente se ha dicho. Pero lo que, sin duda, está fuera de toda discusión es su legado cultural, que le mereciera, justamente, el título de “el Sabio”.
Heredero de una tradición cultural riquísima, en la que se entremezclaban influencias de todo tipo, tanto orientales y clásicas, vía al-Andalus, como occidentales, Alfonso fue un hombre que amó por encima de todo la sabiduría, las artes y la literatura. Dotado de una especial sensibilidad para apreciar la belleza de las obras de arte y de una curiosidad universal, puso a disposición de estas aficiones toda su capacidad de organización y de mecenazgo. Y lo hizo en extraordinaria medida, como señalara hace años Evelyn Procter en un extraordinario libro titulado “Alfonso X de Castilla, patrón de las letras y del saber”. Como resultado de estas aficiones, su corte se convirtió en punto de atracción de poetas, sabios, juristas, astrónomos y astrólogos, traductores y compiladores, músicos e iluminadores de todas partes y de toda condición: judíos y cristianos, portugueses, provenzales, italianos, castellanos y leoneses.
Libro de Ajedrez, Dados y Tablas.
POETA DE LO SAGRADO Y LO PROFANO.
Alfonso X fue, además de mecenas e impulsor de traducciones, un buen poeta en la lengua entonces de moda en la corte de Castilla, el gallego-portugués. De su obra poética de tema profano nos ha llegado un conjunto de cantigas de tema amoroso, burlesco o crítico, que los especialistas consideran como de las mejores de su época. Pero su gran obra es de carácter religioso, las Cantigas de Santa María: una extraordinaria colección de más de 400 milagros y loores a Nuestra Señora, originales unos, tomados de otras colecciones otros, muchos de ellos referidos al rey, a personajes de su familia y corte, y a acontecimientos de su propio reinado, en los que está presente la mano del rey trovador, unas veces como autor y otras, las más, como inspirador.
Libro de Cantigas de Santa María.
CANTIGAS DE SANTA MARÍA DEL PUERTO.
Del cancionero mariano destaca, sin duda, el ciclo de cantigas de Santa María del Puerto, reflejo de una de las devociones marianas más personales de Alfonso X. Las Cantigas nos han llegado en una serie de códices preciosos en los que los poemas se acompañan de su música y se ilustran con centenares de viñetas que constituyen todo un friso de la sociedad, de las costumbres y de la vida real de la Castilla de la segunda mitad del siglo XIII.
Cantiga 375, del Cancionero de Santa María de El Puerto 'En todo nos faz mercee'. "De como Santa María del Puerto sanó un caballo moribundo que pertenecía a un escribano del Rey". Eduardo Paniagua, de su serie Música Antigua, tiene editados sendos trabajos discográficos (Santa María del Puerto I y Cantigas de Jerez), que contienen un número de cantigas que forman parte del Cancionero de Santa María del Puerto.
TRADUCCIONES: ASTRONOMÍA, ASTROLOGÍA O ASTROMAGIA.
Menos sello personal tienen las muchas traducciones hechas directamente del árabe de obras de astronomía y de astrología o astromagia, aunque muchas de ellas se encabezan con prólogos redactados personalmente por el monarca. Los traductores fueron, por lo general judíos, oriundos muchos de ellos de Toledo, pero también pudieron intervenir en esta tarea mozárabes toledanos. En cualquier caso, a pesar de su probable vinculación a la famosa “escuela” de traductores de Toledo, los traductores que trabajaron para Alfonso X lo hicieron en la corte o en algún centro cultural secundario, como Murcia.
Libro del Saber de Astronomía.
Y dado que la corte de Alfonso X residió durante buena parte de su reinado en Sevilla –donde, además, el rey creó un Estudio General del “latino y del arábigo”–, es muy probable que en esta ciudad trabajasen de manera asidua muchos de estos traductores y otros muchos colaboradores en las empresas literarias del monarca Sabio. De esta tarea “científica” fueron resultado, entre otras obras, los Libros del saber de astronomía, las llamadas Tablas alfonsíes, hechas en Toledo y que estuvieron vigentes hasta Kepler y Copérnico, y el Lapidario, sobre las virtudes y efectos mágicos de determinadas piedras.
COMPILACIONES: PRIMERA CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.
Ya hemos hablado de sus compilaciones jurídicas. Notabilísima es también la aportación de Alfonso X a la historiografía. Él fue el creador de las primeras historias escritas en castellano, inaugurando el género de las Crónicas Generales de España con su Estoria de España, conocida también, desde don Ramón Menéndez Pidal, su editor, la Primera Crónica General de España. Se trata de una gran compilación, que nunca llegó a ser revisada del todo, que abarca desde los orígenes míticos de España hasta la muerte de Fernando III (1252), hecha a partir de materiales de muy diversa procedencia, históricos los más y, también de cantares de gesta, hoy desaparecidos, que los compiladores de la Estoria prosificaron para incorporarlos al relato. También mandó hacer una monumental e inconclusa historia universal, desde la creación del mundo, titulada la General Estoria.
CREADORES DE LA LENGUA CASTELLANA.
Este magno esfuerzo de traducciones y de poner en castellano “derecho” materias y conceptos que hasta entonces se habían expresado solamente en latín o en árabe produjo unos resultados realmente sorprendentes.
La lengua que, según Gonzalo de Berceo, empleaba todo el mundo para “fablar con su vecino” se convirtió, gracias a Alfonso X, en instrumento de transmisión de conocimientos, científicos, jurídicos o literarios. En este sentido es de justicia reconocer que el Rey Sabio y sus colaboradores fueron los creadores de la prosa castellana, situando el viejo romance nacido en aquel “pequeño rincón” donde surgió Castilla a la misma o superior altura que las otras lenguas románicas. /Ilustración de Gonzalo de Berceo.
LA SENDA DEL ESTADO MODERNO.
En conclusión, puede afirmarse que Alfonso X vivió en una época histórica esplendorosa, pero también plagada de dificultades. Su tiempo fue un tiempo de grandes cambios, y el monarca, sin duda, fue el impulsor en su reino de alguna de estas profundas transformaciones. En este sentido, Alfonso X introdujo de forma decidida a Castilla en la senda de eso que llamamos el Estado Moderno. Y lo hizo de forma consciente, aunque muchos de sus proyectos y directrices se vieron, aparentemente, abocados al fracaso.
Alfonso X fue, sin duda, un gran intelectual. Pero también fue un gran político. La opinión del historiador Juan de Mariana no solo es injusta, sino simplista y superficial. Porque, como ha escrito el prof. O´Callaghan, "los más de treinta años del reinado de Alfonso X estuvieron marcados por extraordinarios triunfos y por logros definitivos eimportantes", que hicieron de su reinado todo un hito en la historia de Castilla y de España. (Texto: Manuel González Jiménez. Catedrático Emérito de Historia Medieval. Universidad de Sevilla).
Imagen de principio de siglo del Campanario de la Prioral
Si traigo hoy a las campanas entre mis personajes, es porque todas tienen un nombre. Yo encontré una vez en una librería de viejo, y lo compré, un raro opusculillo del XVIII que recoge el ritual para la bendición de las campanas, que es como ponerle nombre o bautizarlas. Las campanas tienen nombre y lengua.
LA MATRACA.
Hoy es Domingo de Gloria --Regina Coeli, laetare, ¡Alleluia!-- y me han venido a la memoria, no las campanas, sino la matraca que, desde el Jueves Santo hasta el Sábado de Gloria, hoy Domingo de Gloria, se tocaba en la espadaña de la Prioral y de todas las iglesias importantes del orbe cristiano. Desgraciadamente, estos conservables aparatos han ido desapareciendo de los campanarios por la incuria de la gente, de los curas mal informados, de los arquitectos sin preparación... como en el caso de El Puerto. /En la Catedral de Santiago de Compostela han inaugurado estos días una monumental matraca (en la imagen) fiel reproducción de la anterios existente, que se encontraba en lamentable estado. La matraca está compuesta por cuatro cajas de resonancia rectangulares, colocadas en cruz. Cada una de las cajas presenta una lengüeta que, al rotar sobre un eje con forma de rueda mordisco, las golpea y hace sonar al unísono. Los brazos de la cruz miden algo más de dos metros y medio.
Y yo echo de menos la monumental matraca del campanario en los días que han pasado, ahora que en la Catedral de Santiago de Compostela han inaugurado una monumental matraca, casi tan grande como la que recuerdo en el campanario de la Prioral.
Desmontaje de las Campanas de la Prioral en 1989.En la imagen, el párroco, Julio Juez Ahedo.
Desmontaje de las Campanas.
Lo mismo que echo de menos a aquellos campaneros de El Puerto que daban a cada toque el punto preciso y adecuado con lo que todo el mundo sabía qué era lo que se estaba cociendo y qué anunciaban: la media, (primer toque), el cuarto (segundo toque), la Misa (tercer toque); a muerto, entierro, funeral, a gloria; a fuego, alarma; la salida del Viático para un enfermo; el Ángelus, la oración, las Ánimas, la salida de una procesión, su entrada, las treinta y tres campanadas --la edad de Cristo-- con que se abría la Puerta del Sol para salir el Nazareno...
A la derecha, uno de los campaniles del Coro de la Iglesia Mayor.
Anoche las campanas de la espadaña de la Prioral y los campaniles de la reja del coro sonaron a Gloria, anunciando la Resurrección --Quia surréxit Dominus vere, ¡Alleluia!. Y estoy seguro de que en todas las páginas web del Vaticano y de todas las Diócesis, con sus respectivos enlaces en las más humildes hermandades, cofradías, órdenes religiosas e institutos de vida consagrada, habrá saltado la noticia. Porque en internet, se sabe al momento todo lo que ocurre.
El campanario de la Prioral, sin las campanas, durante la restauración de finales de la década de los ochenta del siglo pasado.
Imagen de la reparación de las cubiertas de la Iglesia Mayor, a finales de la década de los ochenta del siglo pasado, hace 20 años.
LOS NOMBRES.
Pero yo me quedo en lo más cercano, en lo más doméstico, en lo de toda la vida de Dios: en las campanas, con su nombre --San Miguel, San Pedro, San Cristóbal... y su lengua, su badajo, aunque, ahora, no las muevan con bramantes y sogas, a mano, volteadas o amartilladas, sino dándoles corriente con un interruptor, programadas.
Manolo Girón, a la sazón sacristán de la Prioral, con la campana 'San Pedro' desmontada en el patio trasero del templo y dos operarios, el 30 de marzo de 1989.
La verdad es que quien primero lo supo, sin campanas, ni teléfonos móviles, ni Internet, fue María de Magdala, y se lo dijo un humilde jardinero. Que no hay nada como tener interés por saber y estar al tanto de la noticia, a pie de obra. ¡Felices Pascuas! (Texto: Luis Suárez Ávila).
Una imagen actual del Campanario, visto desde la calle San Sebastián. (Foto: Utrera/Trigueros).
Existen numerosos ejemplos de Vía–Crucis que se extendió por los diferentes pueblos y ciudades dada la dificultad de visitar los lugares pasionales en Tierra Santa, tiene ejemplos destacables en el siglo XVIII, citaremos el de Umbrete, el del Monasterio de la Encarnación de Osuna, el del convento sevillano de Santa Rosalía o los del Hospital de Mujeres gaditano.
DETERIORO.
El valor de las piezas del patio trasero de la Prioral es innegable, dada la escasez existente en la actualidad, si bien el deterioro que han sufrido es patente. Un estudio de las piezas nos permite contemplar como la ignorancia y el fundamentalismo pueden llegar a destruir una obra de arte, pues tanto las caras como en ocasiones los cuerpos completos de las figuras de sayones, judíos y romanos han sido literalmente picadas en los distintos retablos cerámicos que hemos tenido el privilegio de contemplar. Hay una pieza que se encuentra en estado aceptable y otras dos que aunque con desperfectos nos permiten hacernos una idea de lo que tuvo que ser el Vía Crucis en origen.
Las composiciones son sencillas, presentando los elementos necesarios para entender cada escena. Este conjunto de retablos del siglo XVIII, en su mayoría deteriorados, conforma la serie de piezas cerámicas más antiguas ubicadas en la actualidad en la ciudad. ??Representa los esquemas clásicos y habituales de los Vía Crucis de la época, desarrollando la misma hechura en las piezas, aunque elaborando en ocasiones algo más los dibujos, lo que revela la mano de un artista conocedor del género y que sin llegar a ser de una gran categoría, si es de mayor realce que otros que ejecutaban piezas cerámicas en la época que nos ocupa.
Habiéndose ya localizado las piezas en el interior de dependencias anexas al patio, hemos podido verificar que no se corresponde con el modelo de Jerusalén al tratar el primero de los retablos analizados el episodio de la flagelación en vez del de la Sentencia de Cristo.
Pero volvamos con las Estaciones de Penitencia.
El cuarto azulejo está también partido.
8ª ESTACIÓN: ENCUENTRO DE JESÚS CON LAS SANTAS MUJERES.
La pieza muestra los azulejos de la parte derecha con desperfectos, incluso el cuarto está roto en varias partes. A pesar de todo no es de las piezas más dañadas pues deja ver el rostro de las figuras secundarias, en este caso dos de las santas mujeres. Representa el pasaje bíblico del evangelio en el que Jesús se encuentra con las mujeres y les habla. ?Este pasaje está incluido en el Vía Crucis de Jerusalén.
Incluso las manos del Cristo han sido picadas en esta escena pasional.
9ª ESTACIÓN: JESÚS CAE POR TERCERA VEZ.
El retablo muestra evidentes daños, las dos figuras secundarias han sido prácticamente borradas de él y los desperfectos son evidentes incluso en el cuerpo del mismo Cristo. Conjuntamente con las estaciones 1,2, 10 y 14 pertenece al grupo de las más maltratadas.
Este pasaje está incluido en el Vía Crucis de Jerusalén.
Las figuras que desnudan a Cristo han sido literalmente borradas.
10ª ESTACIÓN: JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS.
En esta pieza los daños, realizados sobre las figuras secundarias han llegado a alcanzar incluso a la cara de Jesús.
La estación presenta daños hasta en el rompimiento de Gloria.
11ª ESTACIÓN: JESÚS ES CRUCIFICADO.
Varias roturas en las piezas, la cara de Longinos ha sido borrada al igual que el soldado encargado de clavar en la cruz a Cristo y hay golpes en los azulejos, de todas formas se deja ver una composición típica de las estaciones de Vía crucis de la época que reflejan este pasaje, incluyendo la cesta con los instrumentos de la pasión y el pequeño montículo desde el que la Virgen acompañada de san Juan contempla la escena, estas dos últimas figuras pudieran ser de una mano distinta a la que ejecutase el resto.
Las piezas 12,13 y 14 que indicamos a continuación se encuentran en dependencias no accesibles actualmente y solo ha sido posible su catalogación gracias a la gentileza de las cofradías de la Misericordia y de la Oración en el Huerto, cofradías portuenses que guardan sus enseres en estas dependencias.
En esta estación ha sido borrada la cara de Gestas el mal ladrón.
12ª ESTACIÓN: JESÚS EXPIRA EN LA CRUZ.
Al encontrarse en el interior del almacén de la cofradía de la Oración en el Huerto se ha preservado de posibles deterioros, amén de haber sido cuidada por dicha hermandad.
Solo presenta un desperfecto en la cara del mal ladrón que ha sido borrada de la cerámica. Este retablo carece de gloria, al igual que las piezas 12 y 13.
La estación trece conjuntamente con la doce y la cuatro son las mejor conservadas.
13ª ESTACIÓN: JESÚS ES DESCENDIDO DE LA CRUZ.
Conjuntamente con la pieza cerámica correspondiente a la cuarta estación es la que presenta menos desperfectos, estando prácticamente en buen estado salvo una lasca que ha saltado del azulejo número 6.
Al encontrarse en el interior del almacén de la cofradía de la Oración en el Huerto se ha preservado de posibles deterioros, amén de haber sido cuidada por dicha hermandad. Carece de gloria al igual que las piezas 11 y 14.
La estación más deteriorada conjuntamente con la primera es la catorce.
14ª ESTACIÓN: JESÚS ES SEPULTADO.
La pieza ha sido localizada en el interior del almacén de la cofradía de la Misericordia. Está severamente dañada, presentando pérdida tanto de esmalte como incluso de parte del bizcocho de algunos azulejos. Es la pieza peor conservada, presentando serios desperfectos en todas sus piezas.
Observamos rompimiento de Gloria en las piezas cerámicas comprendidas de la 1 a la 11 figurando la numeración de la estación a la derecha del espectador en las identificadas como estaciones 1, 3, 4, 5, 6, 11 y 13 (azulejo 2), mientras que las demás están numeradas a la izquierda (azulejo 1).
Se observa el empleo en primer plano de piedras y flores en todas las estaciones, que generalmente, salvo en el caso de las piezas 1 y 7 presentan solo los elementos o imágenes imprescindibles para entender la escena, procurando obviar cualquier otra cosa que pueda distraer la atención del espectador, pues este debe concentrarse en la contemplación de las escenas pasionistas. (Texto y fotografías: Alfredo García Portillo).
El origen de la devoción al Vía Crucis se debe a la práctica piadosa del ejercicio de recordar el recorrido que realizó Jesucristo desde el Pretorio hasta la cruz y posteriormente al sepulcro. Literalmente Vía Crucis, significa camino de la cruz. A lo largo del Vía Crucis, se representan distintas escenas de la pasión, ante las cuales se reza.
Éstas no siempre han sido las mismas, sino que han ido evolucionando a lo largo del tiempo, ello deberá ser tenido en cuenta a la hora de realizar el estudio de las piezas.
Al producirse las paradas ante éstas para proceder a rezar tal y como hemos comentado y al constituir propiamente detenciones en la marcha, se dio origen al nombre de estaciones. Cuenta la tradición que la Virgen, recorría el camino que recorrió su hijo Jesucristo y se paraba en aquellos lugares en los que éste había sufrido, besaba el suelo y oraba. Fue una peregrina española, la monja Egeria la que reflejó para sus hermanas de Galicia la idea de recorrer y describir los lugares santos, pararse en cada uno de ellos, leer el evangelio y rezar. Ella misma relata como los fieles durante el Jueves y Viernes Santo realizaban ya esta práctica en Jerusalén.
Acceso al Patio de la Prioral por la puerta contigua a la Capilla de la Aurora.
EXPANSIÓN POR EL MUNDO.
Durante los siglos siguientes son frecuentes las alusiones a esta forma de rezo que realizan los viajeros de la época.??En Jerusalén, a partir del siglo X comienza a existir una división entre las estaciones y en el XIII, se determina el lugar preciso de las paradas. Son diferentes autores los que reflejan también varios tipos de estaciones, llegando a quedar constituida a finales del siglo XVI con la forma que llegan a la actualidad.
Como quiera que las peregrinaciones originaban muchas molestias y gastos a veces cuantiosos, se llegó a esta forma de devoción a la Vía Dolorosa que se fue propagando por todo el mundo. Hoy día la representación del Vía crucis está en casi todos los templos e incluso en las calles de algunas ciudades y pueblos españoles.
Podemos ver dos azulejos en el patio trasero de la Iglesia Mayor Prioral.
PATIO TRASERO.
En una zona poco accesible en la actualidad, se encuentra el que da el título al presente artículo. El lugar, el patio trasero de la Iglesia Mayor Prioral de El Puerto de Santa María, deja ver una serie de diez piezas de las catorce de que consta el Vía Crucis.
Las otras cuatro piezas, se encuentran en el interior de dos almacenes construidos por dos de las cofradías portuenses, que tienen sus titulares en el interior de la Iglesia, lo que da por una parte la seguridad de que están siendo bien custodiadas, pero por otra la certeza de que la devoción al citado Vía Crucis caducó hace ya mucho tiempo. /A la izquierda azulejo del Via Crucis del Monasterio de la Encarnación. Osuna (Sevilla).
A la izquierda, esquema de la red modular de las piezas que es de 2x3 azulejos.
DESPIECE.
El modelo de Vía Crucis que estudiamos podríamos encuadrarlo en la segunda mitad del siglo XVIII y es cercano en cuanto a estilo al del Monasterio de la Encarnación de Osuna.
A diferencia de éste, cada estación está compuesta por seis azulejos (13’5 x 13’5 cms. de lado) con una disposición de 3 filas por dos columnas, aplicable a todas sus piezas, si bien la estructura de la cenefa es variable.Se han utilizado los colores azul, verde musgo, morado, ocre y amarillo, como es común en la azulejería devocional de la época. El conjunto se encuentra enmarcado por una lista azul y exteriormente por una guardilla blanca con motivos ornamentales en azul de 7 cms. de ancho, lo que da una idea de la importancia que en principio tuvieron las piezas para aquellos que lo encargaron. En la parte superior un rompimiento de gloria.
La primera estación no coincide con la Sentencia de Cristo.
1ª ESTACIÓN DEL VÍA CRUCIS.
Se ha localizado la pieza en el interior del almacén de la Cofradía de la Misericordia, habiéndose comprobado que no corresponde a una estación de la Sentencia de Cristo, sino a la flagelación, por lo que no responde exactamente el Vía Crucis al modelo de Jerusalén. Esta escena fue una variación que se dio fundamentalmente en la segunda mitad del siglo XVIII y así puede verse en otros Vía crucis de la provincia gaditana como por ejemplo el del Convento de los Capuchinos de Sanlúcar de Barrameda.
Por otra parte, podemos asegurar también que se trata de mutilaciones "de época", pues tanto ésta como el resto de piezas protegidas han sufrido daños en las imágenes de judíos, romanos y sayones que acompañan a las imágenes objeto de veneración en todas las piezas tanto ocultas actualmente, como visibles en el patio.
La escena presenta daños en todas sus azulejos habiendo sido destrozada literalmente una de las figuras de los sayones y presentando la otra imagen e incluso el Cristo daños importantes. La cenefa que lo rodea también está dañada.
La segunda estación presenta también graves deterioros.
2ª ESTACIÓN: JESÚS A LA SALIDA DEL PRETORIO.
Representa el momento en que se le entrega la cruz a Cristo. Tres figuras alredor del Redentor han sido mutiladas, es decir, literalmente picadas de la escena, queriendo que desaparezcan, una en su totalidad y otras, pies, caras y manos.
A diferencia de otros Vía Crucis (Ver por ejemplo piezas del Vía Crucis de los claustros alto y bajo del Hospital de mujeres de Cádiz, del de las calles de la ciudad de Valverde del Río o el de la iglesia de San Juan Bautista de La Palma del Condado), muestra como se le entrega la cruz a Cristo, mientras en éste, al igual que en el caso del de los Capuchinos de Sanlúcar, se le hace entrega de la cruz, presentándosele de pie para que la abrace. Esta segunda estación se corresponde con la segunda estación del modelo de Jerusalén.
La tercera estación es de las menos deterioradas.
3ª ESTACIÓN: JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ.
De esta escena han sido picadas las caras de los dos soldados que acompañan a la imagen de Cristo, así como los brazos de uno de ellos, aún así no es de las piezas más deterioradas y estaría a tiempo de una intervención.
Esta tercera estación se corresponde con la tercera estación del modelo de Jerusalén. Su tradición es apócrifa.
La estación mejor conservada de las que se encuentran en el patio, es la cuarta.
4ª ESTACIÓN: ENCUENTRO DE JESÚS CON SU MADRE.
Es la mejor conservada de todas las piezas que hemos podido ver del Vía Crucis. Revela el uso de los colores más habituales en la azulejería devocional de la época (azul, verde musgo, morado, ocre y amarillo). La iconografía de la pieza nos muestra una tradición apócrifa, según la cual Jesús se encuentra con su Madre en la que luego sería denominada en Jerusalén como calle de la Amargura.
La estación quinta también se corresponde con el modelo de Jerusalén.
5ª ESTACIÓN: SIMÓN DE CIRENE AYUDA A JESÚS A LLEVAR LA CRUZ.
La cara tanto de Simón de Cirene como del soldado que presencia la escena han sido picadas y literalmente borradas, otros golpes han impactado sobre los azulejos que forman la pieza. Las piezas 6 y 7 que indicamos a continuación se encuentran aún tapadas y protegidas al haberse procedido a realizar una restauración del entorno, por lo que su catalogación ha sido posible gracias a los permisos obtenidos.
La estación sexta presenta daños de consideración.
6ª ESTACIÓN: ENCUENTRO DE JESÜS CON LA SANTA MUJER VERÓNICA.
La imagen del sayón que hostiga a Cristo ha desaparecido de la escena. El azulejo número 3 es el más dañado, y el 4 y el 5 presentan pérdidas de importancia. La guardilla muestra también evidentes signos de daños.
La estación se corresponde con la sexta del Vía Crucis de Jerusalén. También en este caso se nos representa una tradición apócrifa.
Como en la mayoría de las estaciones en primer plano se muestran piedras y flores.
7ª ESTACIÓN: JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ.
Los azulejos 3 y 4 son los que presentan desperfectos más graves, habiendo desaparecido la parte superior de una de las imágenes de los sayones.
En los azulejos dos y cuatro se deja ver una construcción con diferentes tonalidades y colores empleados en la pieza cerámica, lo que revela un determinado interés en el empleo del color y da cierta profundidad a la composición. La estación se corresponde con la séptima del Vía Crucis de Jerusalén. (continuará).
(Texto y fotografías: Alfredo García Portillo).
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