| Texto: Antonio Cristo Ruiz.
Luis Suárez Ávila, de El Puerto de Santa María, nos dejó con 79 años, el 14 de abril de 2023. Fue el descubridor del Romancero Flamenco, un palo del flamenco en el que se cantan poemas de autores del siglo XV.
Un encuentro antes del adiós
Tres días antes de su fallecimiento, iba yo con mi hermano Juan y me lo encontré por la calle Vicario. Se había caído, se apoyaba en una muleta y bastón. Le pregunté:
—¿Cómo te encuentras, Luis?
—No me encuentro bien, Antonio —me respondió.
Luis tenía un enemigo: el tabaco.
El legado flamenco de Luis Suárez
A Luis Suárez hay que agradecerle el descubrimiento del Romancero Flamenco, porque demostró que El Puerto de Santa María es el lugar donde más se ha cantado variante. Aquí nacieron o vivieron muchos cantaores y familias flamencas que dejaron su huella: José Suárez Alemán "Pepe Hano" y su familia, el Viejo Agujetas y los Moneo, que emigraron del Puerto a Jerez en 1850; Diego Gálvez "El Gurrino" y su familia; José de los Reyes "El Negro", su hermano Cagancho y su sobrino Juan "El Zopa"; Luis Suárez "Panete" y su familia; La familia de los Boneos; La Bermúdez, madre de Tío Alonso "El Cepillo"; Juan Cortés “El Cagón”, el cantaor más antiguo del flamenco (nacido en Jerez, pero criado en El Puerto)
Recuerdos compartidos
A Luis se le echa de menos. Solíamos tomar café en la calle Vicario y en los alrededores de la plaza de Abastos. También con nuestro amigo Salvador "Chigüi", cerca de la academia Santa Cecilia. A veces Salvador le decía:
—Don Luis, tiene usted apellido gitano.
—¡Quién sabe, Salvador, quién sabe! —respondía Luis.
Era una persona muy respetada que tenía amigos de distintas ideologías políticas y religiosas, y con todos se llevaba bien.
Conferencias, festivales y compromiso
Luis ofreció muchas conferencias en España y el extranjero sobre el Romancero Flamenco. Recuerdo una en la Gran Vía de Madrid, en Bellas Artes, donde estuvo acompañado por Luis Panete, Juan "El Zopa", Jesús Núñez (a la guitarra) y una descendiente del Brujo del Puerto. Fue una noche inolvidable.
Luis admiraba profundamente a José de los Reyes "El Negro" y a Tío Alonso "El Cepillo", a quienes dedicó conferencias memorables. Muchos aficionados me han comentado que a don Luis Suárez nunca se le vio en una peña flamenca ni en festivales. Su flamenco era el Romancero Flamenco y el viejo cante gitano. Organizó con éxito dos ediciones del Festival del Cante de El Puerto (1973 y 1974).
Una anécdota con José "El Negro" y Luis Suárez
Le regaló "El Negro" a Luis un bonito seco. Íbamos por la calle de la Zarza, rumbo a casa de Luis. Al pasar por el bodegón de Obregón, dijo Luis:
—Aquí nos vamos a comer el bonito con unos vinos.
Entramos. Había una juerga flamenca. Nos pusimos a escuchar. José cortó el bonito y una telera de pan. Estuvimos en la fiesta, y cuando nos dimos cuenta, ¡se habían comido el bonito!
Luis me preguntó:
—¿Tú has probado el bonito?
—No —le respondí.
“El Negro” dijo:
—Esto lo arreglo yo muy pronto.
Se fue y, a los cinco minutos, volvió con dos cucuruchos de pescado frito. Nos lo comimos los tres, con su correspondiente pan, aceitunas y vino de Obregón.
Un hombre culto, generoso y comprometido
De profesión abogado, Luis era un hombre muy culto. Sabía muchísimo sobre El Puerto y sus gentes. Ayudó a muchas familias gitanas de El Puerto y Rota cuando tenían problemas judiciales. En su casa guarda maceteros de hierro, regalos de herreros gitanos agradecidos.
Fue articulista de flamenco en Jerez, colaborador de Gente del Puerto y de Diario de Cádiz.
Recuerdo una noche en la que estábamos escuchando a José "El Negro". Luis miró su reloj y nos dijo: —Me voy, que tengo un juicio en Cádiz a las nueve de la mañana.
Luis tenía otro tipo de vida y responsabilidades. Yo solo escribo sobre flamenco y las huellas que nos dejaron los flamencos. En este caso, la de Luis Suárez Ávila.
Donde te encuentres, Luis, que te lo pases bien.