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Jesús de los Afligidos regresa a San Francisco, su primitiva sede #6.223


| Jesús de los Afligidos entrando en la parroquia de San Francisco | Foto: Javier Rueda.

 | Texto: Francisco González Luque
Desde el 30 de marzo de 2025 la imagen de Jesús de los Afligidos se encuentra en la parroquia de San Francisco, estancia provisional desde donde procesionará por las calles de El Puerto el próximo lunes santo, si Dios y el tiempo lo permiten. Esta residencia.circunstancial —más de trescientos años después— formará parte de la historia de esta Ciudad y sus devociones religiosas. Recordemos desde estas páginas aquel glorioso pasado.

| Los titulares de la hermandad de Jesús de los Afligidos en la capilla mayor de San Francisco el 30 de marzo de 2025 | Foto: Alejandro Fernández Galván.

Los orígenes de la devoción a Jesús de los Afligidos[1]
Es preciso remontarse al último cuarto del siglo XVII para encontrar los primeros testimonios de la existencia de la imagen de Jesús de los Afligidos en El Puerto de Santa María vinculada a la Orden Tercera de los franciscanos en esta ciudad y su iglesia conventual. En 1670 finalizan las obras de la primitiva capilla que esta orden seglar tuvo en la misma, dedicada a San Juan Bautista. Tres años después, ante el incremento de sus hermanos y la necesidad de contar con más espacio para realizar sus cultos y sepultar a los miembros de esta VOT (Venerable Orden Tercera), venden la reducida capilla a D. Juan de Araníbar para enterramiento familiar y los terceros ocupan otra “nueva, amplia y suntuosísima capilla” (Hipólito Sancho) en la cabecera del muro de la Epístola, entonces independiente hasta la conversión en nave en la segunda mitad del siglo XIX junto a las demás capillas de este lateral de la iglesia.

| Exterior de la capilla de la Orden Tercera de San Francisco.

Por entonces era un gran benefactor del convento y ministro de esta Orden Tercera  franciscana D. Tomás de la Cerda, Marqués de la Laguna. Su prestigio como hermano del octavo Duque de Medinaceli, virrey de Nueva España (1680-86) y Capitán General de la Mar Océano hasta su muerte en 1692 junto con los suficientes  recursos económicos y la religiosidad personal suya y de su esposa (María Luisa Manrique de Lara y Gonzaga, condesa de Paredes de Nava) influyeron en los beneficios aportados por el matrimonio a dicha institución.

| Retrato de D. Tomás de la Cerda. Óleo sobre lienzo. H. 1685. Anónimo. Museo Nacional de Historia, Ciudad de México.

De hecho, los relacionamos con los encargos de las interesantes imágenes que en aquella época enriquecieron el patrimonio del convento y de esta orden. Nos referimos al titular de la misma, la talla de san Francisco de Asís, atribuida con mucho fundamento al escultor Ignacio López, hoy conservada en el monasterio de la Concepción, y la devotísima desde entonces del Nazareno advocado Jesús de los Afligidos.

Por entonces también inauguraron los terceros franciscanos la estación de la vía sacra los viernes de Cuaresma y la madrugada del viernes santo. Con gran solemnidad. recorría las estaciones a lo largo del itinerario que comunicaba el convento de San Francisco con la ermita de Santa Clara a través de la calle Cruces.

| Fachada de calle Cruces con testigos del viacrucis de Afligidos.

Consta tal práctica, al menos, desde 1692, como se recoge en los libros parroquiales. También sabemos que desde 1778 le acompañó una imagen de la Virgen de los Dolores donada por Hoyo y Treviño, benefactor sepultado a los pies del presbiterio, y que procesionaba con una cruz de carey y plata custodiada en la actual parroquia de San Francisco.

| Convocatoria del último viacrucis con Jesús de los Afligidos en 1868.

Dicho viacrucis estuvo vigente hasta 1868, cuando la revolución acabó con ésta y tantas otras tradiciones religiosas.

Primeros testimonios de la presencia de la imagen en San Francisco.

Contamos con un par de documentos directamente relacionados con los orígenes de la devoción a esta imagen. Por un lado, en el testamento de Isabel Páez, fechado en 1695, ya se alude a ella cuando afirma que “Mando perpetuamente para siempre jamas, se diga por mi anima una misa cantada en el convento del Señor San Francisco desta ciudad en el altar de Jesús Nazareno que esta en la capilla de los Terceros de dicha iglesia”, lo cual viene  a confirmar la veneración que se le profesaba a la misma en esos años finales del siglo XVII.

El otro documento histórico de gran interés relacionado con la devoción que suscitaba esta imagen es un epigrama latino debido a Diego Tenorio de León, médico, literato y humanista sanluqueño (1637-1731) que residió en El Puerto con su familia en el último cuarto del siglo XVII ejerciendo su profesión, probablemente al servicio del Duque de Medinaceli. Debió ser por esos años cuando frecuentara el convento de San Francisco, tuviera relaciones con la Orden Tercera residente en él y se sintiera impresionado por la carga expresiva de la por entonces ya devota imagen de Jesús de los Afligidos. Dicho epigrama, de gran calidad literaria y unción religiosa, bajo el nombre de Iesus, titulo de los Afligidos, colocatur in Conuentu S. Francisci de Asis”, está contenido en un conjunto de poemas divididos en cuatro libros y publicado en Cádiz en 1699. Creemos que es muy anterior, tanto por las fechas en que residió en la ciudad como por las alusiones a la imagen que en él se contienen, especialmente aquella significativa frase aludiendo al deseo de venerar a esta imagen en el templo franciscano:“Alégrate convento de Francisco; ya la preocupación de los tuyos, al acogerlo como huésped, tiene todo lo que deseaba”.

Epigrama dedicado a Jesús de los Afligidos. León de Tenorio. Anrerior a 1699.

La traducción de su texto completo que aquí incluimos se debe a D. Antonio Sánchez González. Reza así:

Jesús con el título de los Afligidos, está instalado en el convento de
S. Francisco de Asís.
He aquí el consuelo de los Afligidos, y con tal advocación,
aquí está el piadoso Jesús que soporta nuestras heridas.
Alégrate convento de San Francisco, ya la preocupación de los tuyos,
al acogerlo como huésped, tiene todo lo que deseaba.
Por ello su cruz se nos convierte en una escalera hasta el Cielo,
cualquier sufrimiento que tiene lo guarda para sí,
sufre amando y cansado respira con dificultad.
Por nosotros bebe de buen grado copas amargas.
Ámalo graciosamente, su corazón no nos ayuda por una recompensa
sino que, digno de amor, auxilia graciosamente a los afligidos”.

Recordando la hipotética procedencia guatemalteca de Jesús de los Afligidos.
Ya comentábamos hace más de una década[2] que esta imagen pudo ser traída desde Guatemala por el propio marqués de la Laguna para donarla a la VOT, de la que era ministro, a su vuelta a El Puerto de Santa María. Por sus analogías formales y estilísticas y coincidencias cronológicas se la relaciona con el Nazareno del convento de la Merced de Guatemala, obra de Mateo de Zúñiga de 1654.

| Comparativa de las imágenes de Jesús de los Afligidos y el Nazareno de la Merced de Guatemala.

Es muy posible que a su llegada al virreinato la talla contara ya con gran devoción en Guatemala y Nueva España y que D. Tomás de la Cerda también se impresionara ante la calidad artística y unción religiosa de la misma. También es muy probable que   encargara una réplica a dicho imaginero antes de la muerte de éste en 1687, un año después del cese como virrey y poco antes de la llegada a El Puerto de este benefactor del convento franciscano y la imagen en 1688. Lo mismo ocurrió con el magnífico retablo de plata cincelado en México por José de Medina en 1685 que, desde dos años después preside la capilla del Sagrario de la Prioral, entonces recién terminada de construir. Fue donado por Juan Camacho Jaina, hermano de la sacramental de El Puerto, a su vuelta de Nueva España, donde ejerció como capitán del séquito del virrey y alcalde mayor de San Luis de Potosí.

| Revista Cruzados | Foto Rasero | 28 marzo 1956

Si esta hipótesis pudiera ser comprobada documentalmente, convendríamos en que los dos textos citados (el testamento de 1692 y el epigrama escrito antes de  1699), cobrarían sentido y concordarían con tal conjetura histórica y con el auge del fervor que la imagen de este Nazareno de los Afligidos estaba ya causando en la entonces iglesia franciscana de esta ciudad entre los portuenses desde las últimas décadas del siglo XVII

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[1] Puede ampliarse información en: González Luque, F. (2005): La Hermandad de los Afligidos y el Hospital de San Juan de Dios de El Puerto de Santa María. Ed. Hermandad de los Afligidos. Págs. 30-37.

[2] González Luque, F. y Moreno Arana, J.M. (2013): La imagen de Jesús de los Afligidos de El Puerto de Santa María: una obra guatemalteca del siglo XVII. Revista “Pliegos de la Academia”. Segunda época, nº 19. El Puerto de Santa María.

 

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