De maestro innovador a formador de formadores, pasando por las aulas universitarias.
| Texto: José María Morillo
El portuense José Antonio Herrera Lara, ha dedicado su vida a la docencia y a la mejora de los procesos de enseñanza-aprendizaje. Maestro desde joven, destacó por utilizar métodos innovadores como el onomatopéyico y por su compromiso con la formación permanente, culminando en una tesis doctoral “Dificultades de aprendizaje de la lectura y la escritura en una población de neolectores adultos de la Bahía de Cádiz”. Ejerció en centros de distintas localidades, con un vínculo especial con Valdelagrana en cuyo instituto se jubiló en 2021, y fue profesor en la Universidad de Cádiz, donde también formó a docentes.
Autor de materiales educativos, preparador de opositores, conferenciante y profesor y divulgador en el Aula de Mayores, sigue aportando su saber tras la jubilación, de cuya promoción de 2025 será padrino en el acto de graduación.
Para aquellos que no pudieron asistir a su charla sobre “¿Ortografía u Ortografías de la Lengua Española?” que ofreció en la sede local del Partido Popular el pasado 27 de marzo, esta noche de martes a las 19 horas vuelve con la misma ponencia a la Tertulia ‘El Ermitaño’, que se celebrará en el Centro de Adultos ‘La Arboleda Perdida’.
Una historia de esfuerzo y dedicación
José Antonio Herrera Lara nació en El Puerto de Santa María el 2 de julio de 1961, en el seno de una familia humilde y muy trabajadora. Su padre, José Herrera Santilario, fue un reconocido camarero en el simbólico bar Vicente de la plaza de Abastos portuense. Compaginaba su labor hostelera con la restauración de muebles de madera noble, barnizando a muñequilla pianos, consolas, cómodas y todo tipo de enseres de maderas nobles. Su madre, Carmen Lara Gutiérrez, ama de casa, fue el gran bastión de una unidad familiar de tres hijos: Teresa, la mayor, dedicó toda su vida laboral al ámbito bancario, ocupando puestos de relevancia y dirección en distintas entidades financieras. Jerónimo, el mediano, siguiendo la estela paterna en el sacrificado mundo de la restauración, desarrolló, también, posiciones destacadas en empresas de restauración como Vista Hermosa, Romerijo, El Faro, Montenmedio...

1961
El año de su nacimiento, 1961, era alcalde de El Puerto Luis Portillo Ruiz. En Madrid, el artista Manolo Prieto pintaba un cartel publicitario para Anís Castellana. Rafael Alberti visitaba a Picasso para felicitarle en su 80 aniversario y se publicaban las versiones italianas de de Imagen Primera y El Trebol Florido.

En El Puerto, la comparsa Los Quasimodos, ganaba el Primer Premio --y las 1.000 pesetas-- en el Concurso de Agrupaciones de las Fiestas Típicas Gaditanas, hoy Carnaval. El poeta José Luis Tejada, pronunciaba el pregón de la Semana Santa. La Hermandad del Olivo hacía su primera salida procesional. El grupo musical Los Starfis, dirigido por los hermanos Diego y Manuel García Mateos, actuaba en la Sala de Fiestas El Oasis, hoy restaurante El Faro de El Puerto. Los novicios y estudiantes --ocupantes del edificio del Colegio San Luis Gonzaga-- se llevaron a Córdoba consigo los fondos de la Biblioteca del citado colegio-noviciado, dejando las estanterías que hoy contienen el Archivo Histórico Municipal.

Volviendo a nuestro protagonista, los primeros pasos de esta familia se desarrollaron en el barrio alto, en la calle Cantarería, en el número 7, cuando todavía era prácticamente intransitable por vehículos rodados a causa de los guijarros que la pavimentaban. Posteriormente, se mudaron a la barriada Sericícola hasta que, sobre 1978, se desplazaron definitivamente a la avenida de la Constitución, junto a la comisaría de Policía.
José Antonio Herrera se casó el 22 de diciembre de 1985 con Milagros Vaca Pérez, hija del conocido cofrade Ramón Vaca Bononato y María Gracia Pérez García. José Antonio y Milagros tienen dos hijos, Alejandro y Alberto.

Inicios brillantes en la enseñanza
José Antonio, desde pequeño, al inicio de su andadura formativa en el Colegio la Salle portuense, se sintió atraído por la enseñanza y, por ello, al finalizar COU se matriculó en la Escuela de Magisterio de Cádiz. Estudió la diplomatura, por la especialidad de Lengua Española e Inglés, de 1979 a 1982. Trabajó duro y logró obtener el acceso directo, lo que le permitió obtener una plaza estatal como profesor de Educación General Básica, sin necesidad de presentarse a las temidas oposiciones. El objetivo no fue sencillo: había que aprobar todas las asignaturas en primera convocatoria, obtener una puntuación mínima de 8 en cada una de ellas, y, además, alcanzar que la media aritmética de todas las calificaciones estuviese dentro del mejor 10% de toda la promoción.
En septiembre de 1983, tras finalizar el servicio militar en Las Palmas de Gran Canaria, empezó a ejercer como maestro de ocio en la entonces pedanía de San José del Valle, en la Escuela Hogar San Rafael, perteneciente a los Salesianos, aunque de titularidad pública para el internado. Una de las satisfacciones más enriquecedoras de la época fue traer a todo un autobús de alumnos de excursión a la playa de Valdelagrana. La mayoría nunca había visto el mar. La perplejidad de sus rostros contemplando la inmensidad del océano persistió en su retina durante toda su larga vida profesional y, aún hoy, permanece activa aquella imagen en sus recuerdos.

Destino El Puerto. Pionero en métodos innovadores
En septiembre de 1984, fue destinado por primera vez a El Puerto de Santa María, concretamente al Colegio Público Pinar Hondo, donde empezó a enseñar a leer y escribir a todo un grupo de alumnos que no había logrado aprender durante el primer curso de Primaria. Utilizó una de las metodologías más novedosas que se estaban difundiendo en aquel momento, el método onomatopéyico, de Matías Martín Sanabria. Método polémico e innovador porque partía del concepto de fonema en lugar del nombre de las letras, como se había venido haciendo hasta aquel entonces. Para más inri, cada letra o grafema se introducía acompañados de un determinado gesto motor que ayudaba a su recuerdo.
Un año después, en el curso 1985/86, fue destinado a Jerez de la Frontera, al Colegio Público Antonio Machado. Allí empezó a formar a los alumnos mayores, de Segunda Etapa, en Lengua Española e Inglés. La didáctica de una primera lengua extranjera estaba todavía en la Prehistoria de la enseñanza de idiomas.
Al curso siguiente, curso 1986/87, volvió a obtener destino en El Puerto, en el entonces Colegio Las Banderas. Afortunadamente, ya no abandonó El Puerto como lugar de trabajo. Desde aquel momento, empezó a hilvanar un periplo de destinos, hasta alcanzar el definitivo en el Colegio Público de Valdelagrana.

Formación permanente, incluso en la crianza. Se licencia en Psicopedagogía
Durante su etapa laboral en el centro de Valdelagrana, se pudo matricular en la Facultad de Ciencias de la Educación de Puerto Real y realizar la licenciatura en Psicopedagogía, como nueva carrera de segundo ciclo. Fue una época muy dura porque tuvo que compaginar trabajo, estudios y la crianza de sus dos hijos varones que ya habían venido al mundo. Jamás lo habría podido conseguir sin la inestimable ayuda de su esposa, Milagros, que se quedaba todos los fines de semana con los hijos para que él pudiese estudiar en un apartamento que la familia le había prestado en la urbanización de Valdelagrana.
Doctor en Psicopedagogía
El hábito del estudio había anidado en su interior y se matriculó en los cursos de doctorado, que culminó con la defensa de la tesis doctoral “Dificultades de aprendizaje de la lectura y la escritura en una población de neolectores adultos de la Bahía de Cádiz”, tesis que fue leída en la Universidad de Cádiz en 2001 y que obtuvo la máxima calificación, sobresaliente cum laude. En el tribunal participó el catedrático de la Universidad de Salamanca José Orrantia Rodríguez, una de las figuras más relevantes de ese ámbito académico.
Inglés y Lengua Española
Durante el transcurso del curso 2000/01, José Antonio fue destinado al Instituto La Arboleda por efecto de la aplicación de la LOGSE (Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo). Pasó por Institutos como el Mar de Cádiz, Santo Domingo y Valdelagrana, permaneció, en este último, hasta septiembre de 2021 cuando obtuvo su jubilación. Impartió esencialmente clases de Inglés y Lengua Española.

Más allá del aula: formador de docentes en la UCA
Durante muchos años, en la UCA (Universidad de Cádiz), fue docente del antiguo CAP (Curso de Aptitud Pedagógica), para el profesorado de Educación Secundaria y Bachillerato, actualmente Máster de Educación Secundaria y Bachillerato, en el que también participó como profesor asociado.
La especialización que obtuvo con su tesis doctoral le permitió desempeñar funciones de formación para profesores de Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato tanto a través de los Centros de Formación del Profesorado como a través de la FUECA (Fundación Universidad Empresa de la provincia de Cádiz). Le cupo el honor de organizar, junto a otro profesor universitario, el primer curso de formación semipresencial online que se ofreció en la provincia de Cádiz al profesorado jerezano.
En este sentido, le marcó notablemente su asistencia al extranjero, concretamente a Santiago de Chile, para la formación psicopedagógica del profesorado chileno por cuenta de una prestigiosa editorial madrileña.
Publicaciones y materiales didácticos
José Antonio ha publicado numerosos programas para la enseñanza de la ortografía, la mejora de la comprensión, la velocidad, el ritmo y la entonación lectora. En el ámbito de la didáctica editó, también, guías para la elaboración de programaciones y unidades didácticas para el profesorado de Educación Infantil, Primaria, Secundaria y Educación Especial. También fue preparador de oposiciones educativas de diferentes especialidades.

Jubilado… pero en activo
En la actualidad, después de su jubilación, se dedicó a colaborar en el Aula de Mayores de la Universidad de Cádiz impartiendo clases de Psicología de la Lectura, Psicología de la Escritura y conferencias sobre la obra literaria de Miguel Delibes. Acaba de ser nombrado padrino para el acto de graduación de los alumnos que finalizan su formación, en el Aula de Mayores, en mayo de 2025, en el campus de Jerez.