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Adela Sanz-Briz Quijano. La hija del ‘Angel de Budapest’ vive en El Puerto #6.141

El diplomático salvó a 5.000 judíos durante la II Guerra Mundial

Adela Sanz-Briz | Foto: J. Contreras.

| Texto: J.M. Morillo-León.

En una urbanización de El Puerto de Santa María vive Adela Sanz-Briz Quijano (81 años), una mujer cuyo corazón guarda una historia de valentía y amor que desborda las fronteras del tiempo. Su padre, Ángel Sanz Briz, conocido como el 'Ángel de Budapest', se convirtió en un símbolo de luz durante los años más oscuros de la humanidad.

En 1944, cuando el mundo estaba sumido en la locura de la II Guerra Mundial y la persecución nazi alcanzaba su cénit en Hungría, Ángel, un joven diplomático de solo 33 años, tomó una decisión que cambiaría miles de vidas. En medio de la desesperación, ofreció su mano a aquellos que estaban marcados para la muerte, extendiendo la protección de España a los judíos húngaros, llegando a salvar más de 5.000 vidas. El llamado ‘Schlinder español’ empezó a ser conocido por el gran público a través de la película ‘El Ángel de Budapest' (2011), de Luis Oliveros, interpretada por Francis Lorenzo en el papel de Sanz Briz. En 2015 se estrenó el documental 'La encrucijada de Angel Sanz Briz', dirigido por José Alejandro González.

| El diplomático Ángel Sanz Briz

El padre de Adela ideó un plan audaz. Bajo su protección, ofreció pasaportes españoles a aquellos judíos de origen sefardí, dilatando la interpretación de las leyes para salvar más almas de las que inicialmente se le permitió. Cada pasaporte, cada casa alquilada bajo la bandera española, cada letrero puesto en hospitales, representaba una batalla ganada contra la oscuridad. Personalmente llevaba alimentos y medicinas a las casas que tenía alquiladas bajo bandera española, para los judíos que encontraron allí protección.

La historia de Ángel Sanz Briz no es solo de heroísmo, sino de sacrificio. Con su esposa embarazada y su hija recién nacida, Adela, en Budapest, él enfrentó cada día con el temor que solo conocen aquellos que aman profundamente. Su esposa, llevando a su hija en brazos, tuvo que huir a través de Europa en tren, dejando atrás a un hombre que se quedaba a luchar por la esperanza.

Adela, vive en El Puerto de Santa María desde hace 48 años, creció con el eco de esta historia. Recuerda a su padre no como un héroe, sino como un hombre. Un hombre que no buscaba aplausos, sino que actuaba porque su corazón no podía quedarse quieto ante el sufrimiento ajeno. "Mi padre no era de alardes", dice Adela con una sonrisa que esconde el peso de los recuerdos, "pero su silenciosa valentía salvó a miles de personas.” Y abunda: "Es necesario recordar para no repetir”.

Adela tiene un recuerdo familiar significativo: en la ONU (Organización de Naciones Unidas), siendo secretario general Kofi Annan,  le hicieron un homenaje a su padre junto a otros personas que salvaron tantas vidas, denominado Visas for life.

La memoria de Ángel Sanz Briz vive no solo en las páginas de la historia, sino en cada vida que tocó, en cada descendiente de aquellos que él protegió. Su legado es un faro de esperanza, un recordatorio de que incluso en la más profunda oscuridad, hay manos dispuestas a ofrecerse, corazones dispuestos a amar, y almas dispuestas a luchar por la vida.

Documento de protección emitido por Ángel Sanz Briz en Budapest, el 4 de noviembre de 1944 | Foto: Yad Vashem

El Legado y el reconocimiento

Aunque su trabajo heroico no fue ampliamente reconocido en vida, después de su muerte en 1980, su familia recibió el título de 'Justo entre las Naciones' de Yad Vashem en 1989 (había sido otorgado en 1966), un reconocimiento que Israel entrega a aquellos no judíos que arriesgaron su vida para salvar a judíos durante el Holocausto. Su nombre se ubica junto a figuras como Oskar Schindler y Raoul Wallenberg en los anales de la historia.

Judíos esperando fuera del consulado suizo para solicitar certificados de protección, Budapest, Hungría, 1944 | Foto: Yad Vashem

Un homenaje perpetuo

La historia de Sanz-Briz ha sido recogida en diversos homenajes y publicaciones, incluyendo el libro Los papeles secretos de Pape de Alexandra Ciniglio, basado en la investigación de Eva Leitman-Bohrer, cuya familia fue salvada por Sanz Briz. Estos esfuerzos mantienen viva la memoria de este acto de valentía y sacrificio, recordándonos que incluso en los momentos más oscuros, la humanidad puede brillar a través de personas como Ángel Sanz Briz.

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