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Micaela Díaz de Redona. Cargadora a Indias (y IV) #6.140

| Retrato de Micaela Díaz de Redona elaborado mediante IA por E. Ciruela M.

| Texto: Miguel Ángel Díaz Carlier y Eugenia Ciruela Montañés.
Las mujeres que ejercieron como Cargadoras a Indias en nuestra ciudad no fueron a la zaga de sus compañeros varones. Todas ellas estaban bien situadas socialmente ya fuera porque pertenecieran per se a las familias mejor situadas como Clara María o Francisca Clemencia a los Vizarrón y los Winthuysen respectivamente, o porque sus hermanas contrajeron matrimonio con individuos de relativa importancia, como son los casos de Micaela Díaz de Redona, cuñada del también Cargador a Indias y regidor perpetuo José Álvarez Pimentel, y María Fernández Calderón, sobrina y prima de los regidores Miguel y Manuel Rosales y Velasco. 

Independientemente de la buena o mala marcha de sus negocios y del volumen de estos —Clara María y Francisca Clemencia se encontraban a gran distancia del resto—, todas invirtieron diligentemente parte de sus ganancias en bienes inmuebles que les generaron rentas, dentro de lo que fue una práctica habitual en la época. 

Micaela Díaz de Redona ( – El Puerto de Santa María, 11/Febrero/1768), de quien el Catastro [de la Ensenada] nos ofrece muy poca información. En el momento de su confección, sus ganancias anuales eran de 6.000 reales de vellón, siendo viuda y con una sirviente.89 En la actualización, no consta ninguna novedad, de lo que se infiere que ni su estado civil y sus ingresos no habían variado.(90) 

Más provechoso es el testamento que otorgó en El Puerto a 1 de febrero de 1768 ante Alberto León.(91) Natural de El Puerto, era hija de Miguel Díaz de Redona e Isabel Franco, ya difuntos, y viuda de Pedro Tomás de Palacios.(92) 

Miguel Díaz de Redona, en la Contribución de 1705, era propietario de la casa de su morada en la Calle del Pozuelo, cuyo valor la calculó en un arrendamiento anual de 48 ducados de vellón, y de 12,5 aranzadas de tierra calma en el Cerro de la Cabeza.(93) Y en 1.699 embarcó como factor en dirección a Nueva España, tal y como se desprende del expediente y licencia de pasajero expedida a su favor en 10 de Julio de ese año, en el cual ya estaba casado con la madre de Micaela ya que firmó el consentimiento para que pudiera partir.(94) 

El que había sido su marido, Pedro Tomás de Palacios, fue recibido como hijodalgo por el cabildo portuense el 13 de julio de 1735.(95) 

En el expediente de concesión, se nos informa que nació en el Lugar del Lovio, de la feligresía de Tanos, jurisdicción de Torrelavega (actual Cantabria) a principios de 1.681, hijo de Pedro y María de Palacio,(96) y que contrajo matrimonio con nuestra protagonista el lunes 1 de febrero de 1723.(97) 

Adentrándonos en los datos aportados en su testamento, nos informa que tenía por propiedades la casa de su morada sita en la plaza de la Prioral, así como más de la mitad de otra situada en la calle del Pozuelo, estando en esta última «interesados d[o]n J[ose]ph Pablo, y D[o]n. Joseph Claudio Albares Pimentel, mis sobrinos».(98) 

Sendos hermanos, presbítero y regidor perpetuo en el momento de testar, eran hijos de José Álvarez Pimentel, cuñado de nuestra protagonista por estar casado con una hermana suya, Augustina.(99) 

En la época del Catastro, José Álvarez Pimentel era abogado de los Reales Consejos, Administrador de las rentas que tenía el Duque de Medinaceli en El Puerto y, lo que es más revelador, Cargador a Indias, profesión está última por la que percibía unos ingresos anuales de 6.000 reales.(100) 

Posteriormente, en 1755, adquiriría una regiduría a Diego de Vizarrón por la nada desdeñable cantidad de 22.000 reales, cargo al que renunciaría en 1760 en favor de su hijo José Claudio.(101) 

Volviendo a indagar en el testamento, y como muestra de su riqueza, encontramos que ordenó que se dijeran por su alma seiscientas misas rezadas, la cuarta parte de ellas en la Prioral y el resto de ellas donde escogiesen sus albaceas, Juan Pablo y José Claudio Álvarez Pimentel, por una limosna de cuatro reales de vellón cada una. Igualmente, pidió que se dieran a las mandas pías forzosas y acostumbradas la limosna corriente por una vez, así como sesenta reales de vellón entre los pobres en moneda de cobre.(102) 

Además, legó al Convento de Santo Domingo, donde deseaba ser enterrada con el hábito de los dominicos,(103) 1.500 reales de vellón, que debían entregarse al Prior para el sostenimiento del culto.(104) Igualmente, mandó fundar una memoria perpetua para que, en el aniversario de su fallecimiento, se dijera una misa cantada con responso en el Convento de Santo Domingo por valor de 33 reales cada una, disponiendo para tal efecto un capital de 1.100 reales para su financiación.(105) Por último, dejó por universal heredero a su sobrino José Pablo, «a quien he criado desde su infancia y he tenido en mi casa y compañía».(106) 

| Fuente: STVDIVM Revista de Humanidades, 27 (2021) ISSN: 1137-841

NOTAS

89 «Da. Micaela Diaz de Redona, cargadora a Yndias, es viuda y se compone su familia de solo una sirviente, utiliza con su trafico, y Comercio, seis mil reales annuales» (AMEPSM, Contribuciones, Catastro de Ensenada, Yndice de las clases, qe. comprehende el Libro de Yndustrial pertenezte. a eclesiasticos de la Ciudad, y gran Pto. de Sta. Maria, Leg. 388, fol. 149).
90 AMEPSM, Contribuciones, Catastro de Ensenada, Leg. 388, fols. 53v-54r. 
91 AHPC, Protocolos notariales de El Puerto, leg. 689, fols. 12-15.
92 AHPC, Protocolos notariales de El Puerto, leg. 689, fol. 12r.
93 AMEPSM, Papeles Antiguos, Contribución de 1705, leg. 1659, no 145.
94 AGI, Contratación, 5459, n. 22
95 AMEPSM, Papeles Antiguos, leg. 1640, no 1.
96 AMEPSM, Papeles Antiguos, leg. 1640, no 1, fol. 7
97 AMEPSM, Papeles Antiguos, leg. 1640, no 1, fols. 41v-42v.
98 AHPC. Prot. not. de El Puerto, leg. 689, fol. 13v.
99 AHPC. Prot. not. El Puerto, leg. 676, fol. ileg.
100 AMEPSM. Contribuciones, Catastro de Ensenada, Yndice de las clases, qe. comprehende el Libro de Yndustrial pertenezte. a eclesiasticos de la Ciudad, y gran Pto. de Sta. Maria, leg 388, fols. 3v-4r, 71 y 149-150r). 
101 González Beltrán (1992: 58).
102 AHPC, Prot. not. de El Puerto, leg. 689, fol. 12v y 14v-15r.
103 AHPC, Prot. not. de El Puerto, leg. 689, fol. 12v.
104 AHPC, Prot. not. de El Puerto, leg. 689, 12v-13v.
105 Tras su fallecimiento, José Claudio Álvarez Pimentel, albacea de su tía Catalina, hizo entrega de la cantidad mencionada al Prior del Convento, expidiéndose el recibo pertinente a 19 de febrero de 1768. Dicha memoria debió de efectuarse a rajatabla, por lo menos, hasta 1873 cuando el Juzgado de Primera Instancia hizo sacar una copia del testamento y del codicilo (AHPC, Prot. not. de El Puerto, leg. 689, fols. 12v-14v).
106 AHPC, Prot. not. de El Puerto, leg. 689, fol. 15r. 

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