| Texto: Juan José López Amador
Aunque existen muchísimas investigaciones publicadas sobre la terra sigillata (TS), en este breve trabajo hablaremos un poco sobre estos tipos de cerámicas de la época romana, encontradas en el término municipal de El Puerto de Santa María. Para los más interesados aconsejo acudir a estos estudios especializados.
Terra sigillata, significa tierra o cerámica sellada, que ha recibido estampilla o sello, haciendo referencia a la marca o sello personal del alfarero. De la mezcla de agua y arcilla obtienen los romanos, un engobe refinado dando a las a la pieza un aspecto brillante, que utilizan para hacer, pintar e impermeabilizar las piezas. Con tonos más o menos brillantes que van del naranja al rojo, e incluso del marrón al negro.
Las monedas son claves en el mundo romano para saber en qué fecha estamos tratando el estudio, ya que esta época perduró durante siglos, pero también algunas cerámicas, por su forma, su composición, el color o la decoración, son muy precisas en las fechas de su realización. Por supuesto la terra sigillata, es una de estas cerámicas que nos cuenta su momento de fabricación y en la mayoría de los casos, quien fue su fabricante y donde proviene, y como en casi todo era una cuestión de moda y modernidad. En algunas piezas mas especiales, se ve que su factura la ha realizado un auténtico artista.
El origen, parece que es la cerámica Aretina, (de Arezzo, Italia), la sigillata se mantiene desde el siglo I a. C., al VII d.C. Para su producción, se realizan moldes, normalmente de arcilla más refractaria, con punzón o estampados hacían los grabados y motivos de la decoración. Los ceramista daban a las mejores piezas una calidad suprema, aunque fuese una producción en serie.
Las denominadas Itálicas, fabricadas allí, suelen ser piezas de gran belleza y perfección en el brillo, el color y homogeneidad en sus magníficos acabados. La Gala, conocida en Arqueología como sudgálica, tenía una producción masiva, sobre todo en el centro alfarero de “La Graufesenque”, que se encuentra en el sur de Francia. Se les llama Hispánica, a la producción de las sigillatas hechas en Hispania, (España), con las influencias de las itálicas y gálicas. Las africanas, se fabricaban en el norte del África Proconsular, de Marruecos, a Mauritania, de Argelia a Libia, así como la actual Túnez. Las producen desde el siglo I hasta el VII d. C. Esta sigillata africana se distingue de otras producciones por su característico tono anaranjado o rojo?anaranjado.
Tenemos en nuestro termino un buen numero de yacimientos con restos romanos, mas de 45, de los cuales, al menos 25, son alfares es decir para la fabricación de cerámicas, particularmente ánforas, aunque tenemos en el Jardín de Cano, un área de alfares, donde posiblemente se fabricaban sigillatas. El hallazgo de cerámicas del tipo sigillata, es muy frecuente en todo el término municipal, pero, hay lugares en el que son realmente abundantes, tratándose a veces de miles de fragmentos. Especialmente es el yacimiento de Vaína, una posible villa romana, donde la variedad de sigillata es digna de un estudio en profundidad.
Otro yacimiento significativo es, La Atalaya, también muy variada la cerámica que se encuentra por todo el yacimiento, en este caso parece tratarse también de una villa, pero con el alfar muy cerca de ella, se distingue claramente al menos dos hornos, con ladrillos refractarios y restos de pellas de cerámicas derretidas procedentes de malas cochuras, también se han hallado restos de mosaicos, esparcidos por el yacimiento. Casa Vicuña, muy cerca del Complejo Endorreico, es un yacimiento que también ha proporcionado unas piezas de sigillata de gran calidad. Toda la campiña, está salpicada de yacimientos romanos donde se han hallado importantes piezas de terra sigillata, en especial, el yacimiento de Buenavista, en la falda de la Sierra de San Cristóbal, con piezas de una gran fabricación y belleza.
Hay otro lugar muy particular, donde encontramos una significativa representación de terra sigillata, durante al menos 6-7 siglos, nos referimos, al Casco Histórico de nuestra ciudad. Repartida por toda ella encontramos estos restos cerámicos, están presentes en las distintas intervenciones arqueológicas en la calles: Ganado, en el antiguo Teatro Principal, en Santo Domingo, en Luja, en Alquiladores, en el Palacio Valdivieso, en la plaza y Cátedra de Alfonso X, en la plaza Juan de la Cosa o la plaza de Isaac Peral, Jardín de Cano, entre otras.
Pero, son las sigillatas Paleocristianas, las que más abundan por ahora, encontrándose en la mayoría de las intervenciones. En algunas de estas cerámicas, encontramos las primeras representaciones cristianas, cruces, corderos o aves, de las que han sido halladas, muchas proceden del Norte de África, así como de otros lugares. Durante este tiempo, casi siete siglos, arribaron a nuestros muelles para comerciar barcos procedentes de todo el Mediterráneo, que nos dejaron en las cerámicas de terra sigillata, como han demostrado los estudios que se han realizado al respecto. Todas las piezas se pueden ver en el Museo del Patrimonio Histórico de la ciudad.