Soneto Burro
Solo cogí el camino que quería
el carpintero, aún noche cerrada.
Despertó a la muchacha embarazada,
me dieron de comer y agua muy fría.
Solo avanzar mientras la luz dormía.
Ellos, rotas palabras, voz cansada,
yo, obedecer, bestia de nada.
Recuerdo que el relente malhería.
Y recuerdo que nadie abrió su puerta,
quién va a querer a dos desconocidos
y a un astroso pollino maloliendo.
Llegué a un establo con la espalda muerta,
y después sangre, llanto, amor, quejidos,
y un no sé qué sigo balbuciendo.
Ángel Mendoza
Navidad 2024
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