| Texto: Manuel Cruz Vélez | Fotos: Archivo Municipal.
…Y en el camino nos encontraremos. La de veces que lo hemos oído, pero no todo el mundo ha podido verlos día sí y el otro también. No había mañana o tarde, de entrada o salida al cole que no te cruzaras con una ristra de burros por la calle Santa Lucía. El arriero con su gorra o boina encasquetá y con el cigarro liáoen la mano, vara en la sobaquera, iba abriendo la marcha, era como si fuera una “Cruz de Guía” de una procesión silenciosa y cansina que, aunque cumpliera con su cometido, eran explotados.