| Texto: J.M. Morillo-León
Maite Navarro Miranda, natural de Barcelona pero afincada en nuestra Ciudad en un nuevo proyecto empresarial de óptica Vidal, donde trabaja como óptica optometrista y directora técnica de estas instalaciones. Está encantada con la Ciudad, su oferta de actividades y el trato hospitalario de la gente y habitantes de El Puerto.
--Háblenos de Vd., cuéntenos algo de su vida, lugar de nacimiento, su trayectoria profesional, el cambio súbito a El Puerto …
--Soy de Barcelona y óptica desde el 1995. Siempre he trabajado en una óptica con lo que tengo más de 25 años de experiencia. La decisión de venir a El Puerto de Santa María fue por el cierre de la óptica en la que trabajaba en Barcelona. Mi jefa, Dolores Redondo, tiene otra óptica en Jerez de la Frontera (Optica Vidal) a la que llegó por que es una enamorada de esta tierra. En Barcelona nuestra óptica tenía casi 40 años de antigüedad, pero las grandes cadenas nos fueron comiendo poco a poco, con lo que Dolores, decidió cerrar. Antes buscó local en otra ciudad cercana de Jerez y encontró el local que tenemos ahora en Larga 69. Me ofreció venir a trabajar con ella. No me lo pensé dos veces puesto que ya la conozco de muchos años y tenemos mucha confianza la una en la otra y me hacía ilusión cambiar de aires.
--¿De que conocía El Puerto? ¿Cuándo fue la primera vez que vino, cómo ve la evolución en su caso, de El Puerto de antes con el de la actualidad?
--Toda mi familia y amigos están en Barcelona, pero yo quería dar un giro drástico a mi vida y me vine a El Puerto. Para mí no era desconocido porque lo había visitado en dos ocasiones: en 2009 y en 2014, en agosto. Recuerdo pasar un calor enorme, pero a pesar de ello la ciudad me gustó mucho, aunque no la conocí lo suficiente. Ahora vivo en ella, y me encanta, Creo que ha mejorado desde que vine porque veo muchas calles cambiadas, más arregladas y más pensadas para el ciudadano. Es como un pueblo y me encanta esa sensación de tranquilidad y la cantidad de cosas que se organizan para la ciudad. Para mi hay mucha más calidad de vida que en una ciudad grande como Barcelona en la que siempre vamos con prisas. Me encanta esta ciudad y quiero quedarme en ella por mucho tiempo.
--¿En qué consiste el trabajo de un óptica-optometrista, como es su caso?
--Graduar la vista a las personas para solucionar cualquier anomalía de la visión y detectar alguna enfermedad con la que nos pudiéramos encontrar. Solucionamos los problemas tanto con gafas como con lentillas.
--¿Por qué una nueva óptica en El Puerto?
--Dolores tuvo una gran acogida óptica de Jerez y pensó que sería una buena idea ofrecer los mismos servicios en una ciudad cercana y que no tenga el mismo producto que nosotros, con lo que apostó por El Puerto de Santa Maria
--Háblenos de Óptica Vidal. ¿Qué ofrecen diferente con respecto a otras ópticas de la Ciudad?
--Un servicio con una atención personalizada y cercana que no ofrecen las grandes cadenas. Tenemos gafas un poco diferentes y una amplia gama de gafas para niños. Para ellos no tenemos las típicas gafas que conoce la gente y los oftalmólogos. Como ópticos y la gran experiencia que tenemos, sabemos perfectamente las necesidades de los niños y hemos buscado fabricantes que se adapten a ellos, puesto que los niños son los pacientes con más necesidades. Ellos saltan, corren y no paran y necesitan algo que no se les caiga, que no se rompan, que no les pesen y lo más importante, que no les molesten ni den problemas a los padres, a la vez que sean discretas.
--¿Qué le gusta más de la Ciudad, que aportaría, desde los ojos de alguien de fuera, para mejorarla?
--Me encanta esta ciudad y quiero quedarme en ella por mucho tiempo. He encontrado una ciudad hospitalaria, tranquila (aunque con mucho ambiente en verano) y con muchas actividades para el ciudadano. Creo que desde que vivo aquí, me he beneficiado de más actividades que ofrecía la ciudad de las que yo hacía en Barcelona, Me encantan la ciudad y su gente. Para mí es la única pega que le encuentro a El Puerto es su sistema de transportes. Del resto estoy encantada