| Fuente: Pictet
Si hablamos de especulación, no podemos dejar de mencionar las burbujas especulativas, que representan un gran riesgo no sólo para los especuladores, sino para todo el mercado y también para la economía real. Tenemos una burbuja especulativa cuando, debido a actividades especulativas, el precio de un activo sigue subiendo de forma anormal, alejándose cada vez más del valor real de ese activo.
Sabemos que los precios de los activos pueden subir cuando la oferta es escasa o ya no basta para soportar una demanda creciente. Cuanto más escaso es un activo, más sube su precio. Pero hay casos en los que los activos inmobiliarios alcanzan precios tan altos que ya no se corresponden con el valor real del propio bien.
Cuando los precios se vuelven insostenibles en comparación con la renta y la economía de un país, se origina una burbuja: una situación en la que existe un claro desfase entre el valor de la propiedad y el precio al que se ofrece en el mercado.