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El auténtico Palacio de Imbluzqueta (I) #5.976

No existen, que sepamos, imágenes de la casa palacio que fuera de Santa Cruz, y luego de Imbluzqueta, solo se conservan algunas fotografías en las que se ve el costado de la plaza del Polvorista esquina con calle Aurora, en donde estuvo dicha casa palacio y aparece el taller que existió en dicho espacio a mediados del siglo XX.

| Texto: Antonio Gutiérrez Ruiz

Uno de los pequeños bulos de nuestra historiografía local que circuló hace décadas y ahora se haya suficientemente difundida su corrección fue el atribuir la casa Palacio de la familia REYNOSO MENDOZA, en la plaza del Polvorista, como la del opulento comerciante JOSÉ IMBLUZQUETA, situada en la misma plaza, pero enfrente, en el costado derecho, si miramos desde el río. La errata, en mi opinión, se debió a la errónea interpretación de algún padrón antiguo, donde Imblusqueta figuraba como propietario de la primera casa, pero… a contar desde la calle Aurora, mano derecha. en dirección ascendente hacia el Campo de Guía. Y tomaron como referencia la parte opuesta. En el libro “Ayuntamientos de España”,editado por Espasa Calpe en 1988, del que es autor Wilfredo Rincón García, se cita como sede municipal el “Palacio de Imblusqueta, que lo es desde 1974”.

Traslados del Ayuntamiento

Palacio de Reynoso Mendoza, que fue Ayuntamiento, atribuido falsamente como palacio de Imblusqueta.

Y a propósito de esto, cuando el ayuntamiento se traslada desde la plaza de Isaac Peral a la que fuera parroquia provisional de San Marcos, (en la que me casé en 1970, por cierto), la casa cedida por Miguel Castro Merello, se cumplían 240 años de otro traslado municipal histórico, pues en 1734, concretamente el 3 de abril de ese año dejó de ser el castillo de San Marcos sede del cabildo local, que se trasladó a la casa de Marcela de Torres, donde permaneció –según el autor antes citado- hasta 1842, año en el que fue habilitado el antiguo convento de Santo Domingo para tal fin.

Desconozco si existe una biografía más completa de este personaje, José Imbluzqueta, aparte de la amplia reseña de Juan José Iglesias en su obra “Una ciudad mercantil del siglo XVIII…” posiblemente si, debido a su importancia y trayectoria. Aquí solo voy a recoger algunos datos propios, de cuando me dedicaba a investigar, rescatados de mis apuntes de esa época que complementen a los que el doctor Rodríguez Iglesias cita en el trabajo referido.

José Imblusqueta Albeloa y Arrio fue uno de esos intrépidos navarros que, iniciándose en la carrera militar, se pasó a la gallina de los huevos de oro que era el comercio. Debió nacer sobre 1710 en Pamplona y, según referencias localizadas en archivos estatales, en su condición de militar fue destinado como comandante del castillo de San Felipe de Oruro, ciudad de Bolivia actual y ubicada en esa época colonial en el denominado Alto Perú, a casi 4.000 metros de altura sobre el nivel del mar. Su nombre deriva de la más antigua civilización milenaria de los andes bolivianos: los URUS. Allí, bien joven, con 25 o 26 años, contrajo matrimonio con una noble criolla, natural de la Hacienda de Machacamarca, Curato de Colcha, provincia de Cochabamba, llamada Tomasa de Rodrigo Andrade de Ávalos. En Oruro nacieron sus dos primeros hijos, Martina y José Antonio, este último con cierto grado de invalidez, “impedido de los pies” según cita textual del padrón de 1771, cuando están cesados en sus casas de Plaza del Polvorista. Y también cambió el rumbo de su vida, pues comenzó a dedicarse al comercio y ocupó el cargo de Alcalde Ordinario en dicha ciudad.

A la derecha la casa palacio de Ordóñez de la Romana, cuando era el Colegio Sagrado Corazón o del Polvorista
Fotografía del derribo del Colegio del Sagrado Corazón, tomada desde la calle Sol, el 26 de octubre de 1978. En pocos días dejaba de existir uno de los prosopopéyicos cien palacios de El Puerto. La resta continuaría…
El lugar que ocupó el palacio de Ordóñez de la Romana, que fue sede de la Capitanía General de la Mar Océana, en la actualidad

La Villa San Felipe de Austria Real de Oruro, donde vivió largos años nuestro personaje, José Imblusqueta, había sido refundada en 1606 aunque databa de fines del siglo XVI su ocupación por españoles al descubrir en los cerros que la rodeaban minas de plata que fueron explotadas anteriormente por los Incas.

Refundación de Oruro en 1606

Negocios y contrabando. Se traslada a Buenos Aires.

Lo he localizado como Maestre de la Plata en un bergantín llamado “Santa Catalina” que transportaba con destino a La Habana 10.500 pesos en plata acuñada. Y es con este precioso mineral y su comercio con el que debió reunir un gran capital, además de otros negocios, como dos fábricas de jabón que puede le sirviesen de “tapadera” para otros más lucrativos como el contrabando, pues María Concepción Gavira Márquez, en su libro “Historia de una crisis: la minería en Oruro a fines del periodo colonial” señala que había sido denunciado el Alcalde Ordinario y comerciante José Imbluzqueta “por haber internado algunas mercancías sin pagar los correspondientes impuestos”. Creemos que por este señalamiento y las incidencias ocurridas en la población en 1752, dividida en dos bandos irreconciliables, los partidarios o seguidores del gobernador Miguel Landaeta, y los del contador de las cajas reales, Joaquín Careaga, ambos ricos e influyentes, enfrentados por un tema de faldas (en este caso habría que decir sayas) Imbluzqueta aprovechó el momento para quitarse de en medio y se trasladó con su familia a Buenos Aires, donde nacería su tercer hijo: Joseph Leandro.

Llegada a El Puerto en torno a 1755

En Buenos Aires permaneció uno o dos años, viniendo después a nuestra ciudad, calculo que sobre 1755, donde se estableció, labró la casa palacio en la plaza del Polvorista, destruida en esa fiebre constructora de la década de los sesenta y setenta que se cargó todo lo que había en ese lado hasta la calle Sol y medio cuartel, en donde nacieron los demás hijos, Francisca Clara, Prudencio, Encarnación, José Pablo y Francisco Javier hasta completar los ocho que compusieron su familia.

Lateral de la plaza del Polvorista donde estuvieron las casas palacio, de izquierda a derecha, de Ordóñez de la Romana, Almirante Gaspar Palacios e Imblusqueta, que fue labrada por Antonio de Santa Cruz. Las tres casas palacio se utilizaron como alojamiento para la familia real en 1729..

De todos ellos solo tengo referencias posteriores del más pequeño, Francisco Javier Imbluzqueta y Rodrigo, cuya acta bautismal localicé en el libro 28 de Bautismos de la Iglesia Mayor Prioral, folio 124. Sirvió en la Armada, donde realizó una rápida carrera, siendo promovido a Alférez de Fragata en 1788, ascendido a teniente de Fragata poco después y la última información que sobre él pude obtener fue en la Gaceta de Madrid del año 1791, donde se anunciaba haber sido promovido a teniente de Navío.

Iglesias Rodríguez nos ofrece una completa semblanza del primer Imblusqueta en El Puerto y su estancia en nuestra Ciudad: “Establecido en El Puerto de Santa María se dedicará a comerciar con América. Adquirió propiedades, en especial tierras de olivar y viñedos, ocupándose de exportar sus frutos. Con el capital resultante accedió a la propiedad, asimismo, de un sólido patrimonio urbano. Las fincas rústicas que adquirió sumaban una extensión próxima a las 170 aranzadas divididas en diversas parcelas en los pagos del Serrano, Arrejanal, Barbaina, Gateras y carriles de Jerez. Entre los inmuebles urbanos es necesario destacar, en primer lugar, la suntuosa casa-palacio de tres cuerpos que levantó en la Plaza del Polvorista. (En una nota, en la que informa que, a la muerte de Imbluzqueta, fue adquirida por el marqués del Real tesoro también reproduce el error de que, en el momento de realizar su tesis, el edificio era sede del ayuntamiento) Otros ocho edificios más completaban el elenco de sus propiedades urbanas. Una casa en calle Bizcocheros, frente a la alhóndiga, disponía de bodega y granero. Una segunda en calle Santa Lucía Ancha, disponía asimismo de dos graneros. Otra, en la calle Cantarería, acogía un molino de aceite y un almacén de tinajas donde Imbluzqueta transformaba y almacenaba el producto de sus olivares. La nómina la completan tres casas en calle Cielos, una en la calle Pozuelo y otra en en la de Diego Niño. Los arrendamientos anuales de estos edificios superaban los 13.000 reales de vellón.”

José Imbluzqueta Arbeloa y Arrio fue recibido como hidalgo por el cabildo local en 1757 y en 1766 fue elegido como primer Síndico Personero. Murió en nuestra ciudad, sexagenario, hace 246 años, el próximo mes de septiembre de 1778, siendo enterrado en cañón propio del convento de San Agustín. En el padrón municipal de 1771 aparece viviendo la familia Imbluzqueta en la casa palacio que fuera de Santa Cruz, es decir, la casa que hace esquina la plaza del Polvorista con la calle Aurora.

Placa en la sede del que fue ayuntamiento y parroquia, ya con el nombre real de Palacio de Reynoso Mendoza.

Debo añadir que, este “pecado venial” puede adquirir mayor gravedad cuando entran en liza las redes, donde todo el mundo opina y conoce. A título de anécdota comentaré que me tropecé en una ocasión en un blog titulado: “Cultura Andaluza de Punta a Cabo” en donde se realizaban preguntas tipo test entre las que figuraba esta: ¿Con que sobrenombre se conoce a El Puerto de Santa María? Y la contestación: “De los cien palacios, porque tiene gran cantidad de casas blasonadas, como, por ejemplo, el Palacio Imblusqueta, que actualmente es sede del ayuntamiento bonaerense”. ¡Convirtió la casa palacio Reinoso en sede del ayuntamiento de la ciudad de Buenos Aires, cuyo enunciado completo es “El Puerto de Santa María de los Buenos Aires”!

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