| Texto: Ángel Mendoza.
Las aguas de la ciudad francesa de Marsella distan 797 kilómetros de París, donde en estos días late encendida la llama olímpica. Son casi siete veces más que los que separan Puerto Sherry de Sevilla; por esa cercanía, y porque el escenario que suplantó con sus pantalanes, viviendas en primera línea de costa y mástiles desnudos a la vieja playa de La Colorá ya tenía algunas infraestructuras para la práctica de la vela, se alzó como el enclave ideal para la disputa de las medallas de ese deporte en las olimpiadas de Sevilla 2004. Por si fuera poco, era habitual en el enclave la presencia de un joven regatista, rubio y espigado, que con el tiempo habría de sostener la corona de España.
...continúa leyendo "Sevilla 2004 y El Puerto: Cuando pudimos ser olímpicos #5.972"