| Texto: Antonio Gutiérrez Ruiz.
José Luis Albareda y Sezde, un personaje del siglo XIX que, sin haber nacido en El Puerto, presumió de ello con sus contemporáneos, tuvo una extensa trayectoria política, detallada en una de las primeras nótulas, la número 084. Tiene calle dedicada a su memoria y representó en el congreso de los diputados a la ciudad, respaldado por el partido Unión Liberal, obteniendo el cargo de diputado con 1.438 votos de los 1.440 electores del censo, lo que nos puede dar una idea de su prestigio y popularidad en el revuelto mundillo político de la época.
Pero nosotros, en este nuevo recordatorio de su figura, queremos resaltar su faceta de periodista. Después de trabajar como colaborador en “Las Novedades”, en 1860 fundó el periódico “El Contemporáneo”. En 1868, “La Revista de España” y en 1871, “El Debate”. Con la “Revista de España”, cuya propiedad compartió con otros socios, que tenía periodicidad quincenal y más de 100 páginas, llegando a alcanzar algunos números las 170, revolucionó el periodismo nacional, pues lo podríamos denominar periodismo enciclopédico por la calidad y extensión de sus artículos de ciencia, historia, derecho, literatura, economía, teatro y un largo etcétera de temas aportados por una no menos amplia lista de prestigiosos colaboradores: catedráticos, jurisconsultos, economistas, médicos, arquitectos, ingenieros, políticos… y escritores y literatos
Entre ellos debemos destacar al reconocido escritor Benito Pérez Galdós, presente desde el mismo momento de su creación, y dirigiéndola posteriormente. Entre los escritos y papeles inventariados a la muerte de Galdós se localizó una misiva de José Luis Albareda con el texto siguiente: “Amigo Galdós: Aunque usted tiene más talento que Dios, es preciso que hablemos largamente antes de escribir la primera revista. Venga a verme lo más pronto posible que pueda. Estoy en casa todas las mañanas.”
En relación a la fundación de “El Contemporáneo” y su amistad con Gustavo Adolfo Becquer, hemos localizado un interesante artículo, cuya publicación cumplirá próximamente un siglo: el 19 de noviembre de 1924 en el periódico “La Libertad”, titulado “Becquer, periodista”, que firma Juan López Nuñez, (Almería, 1885-Madrid, 1967), ensayista, novelista y dramaturgo, además de periodista, del que reproducimos para finalizar algunos párrafos:
“El 20 de diciembre de 1860 apareció el primer número de “El Contemporáneo”. Periódico de ideas conservadoras, lo dirigía don José Luis Albareda, hombre corrientísimo, del que se cuentan varias anécdotas más o menos autenticas y más o menos graciosas. “El Contemporáneo” tiene en su historial la gloria de haber sido donde trabajó como periodista Gustavo Adolfo Bécquer y donde se publicaron los más notables trabajos del inmortal poeta, que pasó por el periodismo relativamente inadvertido.
En los días aquellos de luchas y discordias, de convulsiones espirituales, de agitación y apasionamientos, precursores de la revolución, no podía un hombre como Bécquer destacarse. Cierto que, casi todos los artículos y poesías publicados por él en “El Contemporáneo”, aparecieron sin firma. En el primer número del citado periódico publicó Bécquer la primera de sus “Cartas literarias a una mujer”. En el decimosexto insertó la segunda, y poco después, la tercera y última.
En el número 104 de “El Contemporáneo” y en el lugar dedicado en el periódico a las “Gacetillas de la capital”, con el título de “A ella”, se publicó la poesía:
Por una mirada, un mundo,
por una sonrisa, un cielo;
por un beso… ¡Yo no sé
que te diera por un beso!
Esta poesía tampoco iba firmada.
Con motivo de la enfermedad de su hermano Victoriano, el pintor, se trasladó Gustavo Adolfo en unión de aquel al monasterio de Veruela. Gracias a este viaje se enriquecieron nuestras letras con las famosas “Cartas desde mi celda” que también aparecieron en “El Contemporáneo” sin la firma del autor. Únicamente la tercera de la serie, publicada el 5 de junio de 1864, apareció en sitio preferente y visible. Al frente de ella iba una nota de Redacción, de la que reproducimos un párrafo:
“Las producciones con que nuestro amigo y compañero ha honrado las columnas de nuestra publicación, especialmente sus bellísimas leyendas, han permitido ya al público apreciar debidamente las relevantes cualidades de talento e imaginación que resplandecen en “… El mismo José Luis Albareda, fundador y director de “El Contemporáneo”, es otro ejemplo de lo que decimos. Moderado, como entonces se decía, armonizaba sus teorías con las doctrinas de la más pura esencia liberal, ofreciendo así un noble testimonio de lo que vale la tolerancia en todos los órdenes de la vida.
Nombrado embajador en París, hizo publicar en los periódicos franceses el siguiente suelto. Que era la revelación de un carácter y una época: El nuevo embajador español es monárquico en España y republicano en Francia Albareda, maestro de periodistas, de políticos y diplomáticos, era de El Puerto de Santa María*. Vino a Madrid a estudiar y se hizo el “amo” (hoy diríamos el puto amo) por su talento y simpatía, cualidades que hoy monopoliza y ha heredado otro triunfador, paisano de Albareda. Me refiero a mi gran amigo, Pedro Muñoz Seca.”
(*) José Luis Albareda y Sedze nació y se bautizó en Cádiz 1828, aunque él siempre se vanaglorió de ser y haber vivido en El Puerto desde muy tierna infancia.