| Texto: Victoria Flores *
Jaime García-Máiquez es investigador del gabinete de documentación técnica del Museo del Prado y visitó Sevilla para celebrar el 425 aniversario del nacimiento de Diego de Velázquez. El historiador de arte portuense analiza científicamente las obras de arte mediante las técnicas de la reflectografía infrarroja y la radiografía.
-- Es usted uno de los investigadores más importantes del Museo del Prado e intenta descubrir las técnicas que utilizaban los grandes pintores. ¿Qué secretos le han revelado las obras de Diego Velázquez?
-- Le voy a decir una cosa que pocos le dirían, y es que Velázquez fue un discípulo bastante obediente. Sigue las pautas que le dio su primer maestro, Pacheco. Cuando Rubens le convenció de hacer algunos cambios técnicos, lo hizo inmediatamente. El secreto de Velázquez es que con unos medios sencillos y sin alardes de pirotecnia efectista, hizo milagros. Milagros silenciosos, es verdad, pero milagros.