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Diego de los Reyes Valencia, ‘el Mijita’ #5.926

Diego de los Reyes 'el Mijita', acompañado a la guitarra por Antonio Núñez. Festival del Cante de los Puertos 1972 | Foto: Rafa | Archivo Municipal

|Texto: Antonio Cristo Ruiz
Diego de los Reyes Valencia, conocido como Diego "el Mijita", nace a mediados del siglo veinte, en la calle La Zarza, del barrio gitano de El Puerto Santa Maria, y se no fue con los que no vuelven, a los sesenta y pocos años. Sus padres Antonio Reyes y Bernarda Valencia, creo que fueron cinco hermanos: dos hembras y dos varones. Dejó el flamenco porque decía que había muchas gentes cantando mejor que él y se dedicó a la compraventa de antigüedades en Andalucía Occidental.

A Diego lo conocí con tan solo seis años de edad, recorría todas las calles del barrio para jugar con sus amigos. Era un niño muy alegre de tez muy morena, y de constitución delgada y de ahíle viene el apodo de "el Mijita". Recuerdo que me estaba comiendo un bocadillo de sardinas y me pidió un trocito y le di la mitad de la viena. Siempre me repetía Antonio, yo soy gitano de pura cepa.

Desde que nos conocimos, todos los días aparecía Diego, por las mañanas, por el baratillo de mi padre de la calle La Rosa, y en algunas ocasiones cuando me iba almorzar me decía me voy a comer contigo Antonio. A lo que le respondía: “A ver si hay comida para los tres, porque también viene a comer tu primo Antoñito, ‘el de la Mona’”. Nunca falcó la comida y, los que me conocen, saben que cuento la verdad. Y está entre nosotros Antonio Luque de los Reyes, que lo puede asegurar.

La Droguería-Perfumería de la calle Cervantes

Nosotros éramos siete de familia: mis padres y cinco hermanos. Mi madre hacía comida para diez personas y casi siempre sobraba. Cuando yo me despegué del baratillo, porque mi padre abrió una droguería-perfumería en el número 7 de la calle Cervantes, en la que estuve trabajando hasta que me fui al servicio militar, que por cierto lo hice en el Gobierno Militar de Cadiz, en los años sesenta.

 

La calle Cervantes (antes Lechería) esquina con calle De la Rosa.

Mi hermano Juan, empezó a trabajar en el baratillo, y se los llevaba a comer en muchas ocasiones, cuando aparecían. Nunca perdí el contacto con Diego, todos los días se pasaba por la droguería-perfumería para saludarme. Con doce o trece años, me pedía un poquito de brillantina y colonia, para echarse una novia guapa gitana.

Su hermano Bartolo, los trapos y las piedras

Tenía un hermano llamado Bartolo, mayor que él, era una excelente persona y amigo. Se llevaba todo el día buscando chatarra para venderla y sacar algunas pesetillas. Trabajó en el Ayuntamiento hasta su jubilación, y se marchó con una hermana que vivía en las Islas Canarias. Recuerdo que trajo al baratillo una bolsa de trapos que pesaba más de lo normal, y le dije a Bartolo que abriera la bolsa y sacara las piedras que había metido dentro. Le pesé los trapos, le di el dinero, y le pregunté: “--Bartolo, ¿quien te ha aconsejado que metieras las piedras entre los trapos?”, a lo que me respondió que un niño de la calle Santa Clara. Se llevó unos días sin aparecer por la chatarrería, me veía y agachaba la cabeza. Yo le decía: “—Bartolo, que no pasa nada”.

Cante de los Puertos 1972

Diego cantaba con mucho sentimiento. Cantó en muchas reuniones con cantaores y aficionados de su tiempo, yo estuve con él en diferentes ocasiones.   Cantó en el Festival de los Cantes de los Puertos del año 1972. Lo acompañó a la guitarra Antonio Núñez y también Manolo Sanlúcar; cantó muy bien. A mí me gustaba su flamenco: cantaba muy gitano. Dejó el flamenco porque decía que había muchas gentes cantando mejor que él.

Diego de los Reyes acompañado a la guitarra por Manolo Sanlúcar. Festival Cante de los Puertos. 19 julio 1972 | Foto: Rafa | Archivo Municipal

Cuando dejó el el flamenco se dedicó a la comprar antigüedades por los pueblos de las provincias de Cadiz, Sevilla y Córdoba. Así se buscaba la vida.

Modelo de Juan Lara, el pintor de la luz

Fue muy amigo y compadre del pintor de la luz, Juan Lara Izquierdo. Juan pintó su imagen en algunos de sus lienzos y decía de Diego "el Mijita" tiene una imagen muy flamenca para estampar la. Y era verdad.

Le gustaba a Juan Lara, el cante de Diego. Una tarde noche de los años setenta estuvo cantando "el Mijita”, en el bar de Paco Barranco, que había en la calle Lechería (hoy Cervantes), con Manolo "el Loquito". En esta reunión estábamos el mencionado Juan Lara, Ramón Orillo, José de los Ríos Suárez "El Loco", el que escribe y un cantaor jerezano de nombre Rafael Herrera Arana "Rafael de Jerez" que estaba ya muy mayor, pero cantaba extraordinariamente que trabajó en la compañía de Pepe Marchena. Vivió retirado del flamenco en El Puerto Santa Maria, en la calle Lecheria al final de esta rúa, falleciendo a los ochenta años. Hay un cuadro de "Rafael de Jerez" en Flamencologia de Jerez. Según me contó el inolvidable amigo Juan de la Plata.

Los Cherokee

Diego Reyes "el Mijita", tiene dos hijos artistas muy conocido en los medios flamencos, que cantan y tocan la guitarra fenomenalmente, conocidos por Los Cherokee. Han trabajado con grandes figuras del flamenco: Paco de Lucia, Enrique Morente, El Cigala, Niña Pastori, Moraíto Chico y Parrita, entre otros. Entre los años noventa y dos mil, recorriendo toda la Península Ibérica y parte de Europa y de América. Existen muchas grabaciones de estos dos porteños

Antonio "el Negro Cherokee" tiene una voz estupenda y ha grabado en solitario recientemente, y ha trabajado en algunas ocasionases con grupo de Juan Antonio "El Sopa", recorriendo varias ciudades de Andalucía.

Mi marcha a Madrid

Yo empecé a trabajar con "Dragados y Construcciones" en 1968 y me trasladaron a Tarragona, en 1973 y no pude despedirme de Diego, y perdimos el contacto, solamente no veíamos en vacaciones de verano, Navidades y en algunas ocasiones que me escapaba para venir a mi tierra. Yo sé que Diego me apreciaba mucho, y yo a él.

La última vez que estuve con Diego, fue que había venido de Canarias, su hermano Bartolo, y quería verme antes de marcharse. Estuvimos los tres tomándonos unas cervezas, y me da por decirle a Bartolo, cántate un poquito. ”--Yo te canto lo que tu quiera Antonio, pero te seguro que como cante nos echan este gachó fuera del bar”, me respondió Yo sabía muy bien como cantaba Bartolo, era un desastre y mejor persona.

El fin está escrito

Y como siempre, me entero por una llamada fatídica telefónica, la muerte de Diego, y al año y medio Bartolo.

Es curioso he tenido tres amigos con notoriedad como fueron:  Diego Vichera, Diego Gálvez y Diego "el Mijita". Tienen un texto cada uno en Gente del Puerto. El fin está escrito, cuando el de la guadaña venga por ti y te insinué vámonos.

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