El Puerto ha tenido tres recintos feriales en los últimos ochenta años
| Texto: Francisco Andrés Gallardo
Tras muchas dificultades económicas para hacer viable el proyecto del recinto ferial de Las Banderas, el 21 de mayo de 1981, --dos años después de instaurarse los ayuntamientos democráticos--, se inauguraba el alumbrado extraordinario y se abría la feria en un lugar que a muchos portuenses se les antojó lejano, "en el quinto pino", como diría un castizo, aunque tardaron varios años en que los árboles plantados por el alcalde Antonio Álvarez Herrera, dieran suficiente sombra.
Al cabo de 42 años ya no se concibe la feria en otro lugar. Las Banderas se contemplaba como lugar provisional, a la espera de un emplazamiento definitivo en La Florida. El actual recinto ferial estaba preparado como polígono industrial, pero ya se sabe, las cosas temporales son las más fijas. Incluso elgobierno municipal de Hernán Díaz Cortés, trabajó en su día para que el real se pudiera convertir en parque para disfrute el resto del año, algo que no se llegó a materializar, más allá de recinto de macro actuaciones de verano o emplazamiento de circos itinerantes.
En 1974 el alcalde portuense de entonces, Fernando T. de Terry Galarza, compró en nombre del municipio la finca El Palomar, en la carretera de Sanlúcar. El Ayuntamiento ampliaba su patrimonio en un extrarradio que quedaba lejano pero que se preveía que iba a urbanizarse con prontitud, de ahí por ejemplo la ubicación "tan a contramano" del colegio, actual IES, de Las Banderas. La razón de la compra de aquellos se debía a "necesidades de servicio".
La Ciudad comenzaba a expandirse en el furor urbanístico de los años 70 y se buscaba ampliar las propiedades municipales con terrenos destinados para nuevas promociones de viviendas o un posible polígono industrial. La finca de El Palomar pertenecía a tres empresarios: José Pinto Fuentes, Francisco Figuereo Ramírez y Dolores Sánchez Cossío.
| La calle del infierno, en los terrenos que hoy ocupa la Casa de la Cultura y Biblioteca María Teresa León, frente a las viviendas de los funcionarios municipales.
Terry Galarza no sospechaba en 1974 que aquellos terrenos camino a Sanlúcar, años después, iban a ser destinados a la confección del nuevo real de la feria portuense. Ante la reducción del recinto de Crevillet, por las viviendas que lo rodeaban y los pinares y la playa de La Puntilla que se convertían en frontera inexpugnable.
| Vista aérea de la Feria de Primavera, en Crevillet
La alternativa a Crevillet: La Florida, El Palomar y Las Banderas
Los técnicos municipales empezaron a trabajar en 1976 para un recambio a Crevillet y fue cuando se planteó un nuevo lugar para la celebración de mayo. En principio se barajaba comprar parte de la amplia finca de La Florida, proyecto que durante más de veinte años estuvo presente. Al producirse complicaciones en esta compra, echando mano al catálogo de terrenos, se recordó la compra de El Palomar.
Para ampliar el posible recinto el Ayuntamiento de la transición, con el recordado Manuel Martínez Alfonso al frente, se interesó por las fincas colindantes a esta parcela municipal. La finca denominada de Las Banderas sería comprada formalmente en febrero de 1977 y junto a la anterior de El Palomar se disponían de 100.000 metros cuadrados rústicos, necesarios para urbanizar el futuro real. La corporaciónmunicipal presidida por Manuel Martínez Alfonso había acordado en el pleno del 26 de noviembre de 1976 la adquisición de un nuevo recinto ferial.
El equipo municipal vivía los tiempos inciertos ante el replanteamiento de la vida municipal, dando paso a la gestión democrática. Se tomaron diversas decisiones importantes, pero se evitó obstaculizar al futuro ayuntamiento democrático acuerdos que implicaran compromisos.
| A la izquierda, el recién elegido alcalde Antonio Álvarez Herrera, en una entrega de premios en la caseta municipal en Crevillet, el 21 de mayo de 1979 | Foto: Archivo Municipal.
El proyecto de Las Banderas, tras la compra y quedar "dibujado", aguardó la llegada del gobierno elegido por las urnas para que hubiera una decisión definitiva. Álvarez, del PCE, en coalición con PSOE y PSA, tras organizar y baquetear cuentas económicas heredadas, dio vía libre a la urbanización definitiva del nuevo recinto ferial en 1980.
Diseño de la Feria en Las Banderas
La parcela de Las Banderas que había sido comprada en 1977 pertenecía a las hermanas Emilia, Carmen y Luisa Osborne Mcpherson. Tras su adquisición hubo tímidas fases de trabajos de movimientos de tierras. El proyecto de urbanización fue encargado al ingeniero municipal Juan Campos Guereta-León, pero durante varios años quedó en un simple croquis.
El Recinto Ferial de las Banderas en 1983 | Foto: Iñiguez | Archivo Municipal.
La nueva Feria portuense, tras el caos que sufría en Crevillet, iba a diseñarse de forma racional, mediante una planta de cruz latina, formando los viales principales, la avenida de Cádiz, paralela a la carretera, y la de Andalucía, transversal. En la unión de ambas se establecía una amplia rotonda. La calle del infierno se planteaba delante del recinto, un fallo en la disposición que se cambió en 1991, siendo alcalde Juan Manuel Torres Ramírez y edil de Fiestas Vicente Sucino Rico, que también en la edición anterior había erigido la actual Caseta Municipal, a inspiración del cortijo de La Victoria.
| Caseta de El Cortijo, en el Paseo de la Victoria | Año 1957 | Colección Vicente González Lechuga.
| De inspección por el recinto ferial, de izquierda a derecha, Paco Camacho 'Paco Problema' encargado general de obras del Ayuntamiento, Antonio Bollullos, secretario del Grupo Municipal Socialista, Juan Manuel Torres, alcalde de la Ciudad y Vicente Sucino Rico, concejal de Fiestas | mayo 1990 | Foto: Jorge Roa | Archivo Municipal.
Con la llegada de Independientes Portuenses (IP) se irá ampliando el recinto en sucesivas operaciones, tras perder en 1994 el flanco derecho, ocupado por el trazado de la Variante a Rota.
Tres recintos en casi 80 años
Las Banderas es el tercer recinto ferial moderno con que ha contado la localidad portuense, a la que su fundador, Alfonso X ‘el Sabio’, ya en 1281 le concedió el privilegio real de dos ferias anuales.
| Paseo de la Victoria, durante la Feria, con cabalgata | Año 1959 | Archivo Municipal
Tras casi medio siglo sin este tipo de celebraciones ganaderas, en 1945 el Ayuntamiento recuperó la celebración, uniendo mercado de ganado con la velada en el parque de la Victoria que solía celebrarse en el mes de septiembre. Hasta 1965, la feria se celebraba en las casetas del parque por la noche, mientras que la mañana y la tarde la fiesta y el encuentro comercial se emplazaba en el antiguo Tiro Pichón (lo que es el polígono El Palmar), frente al Centro Comercial ‘El Paseo’.
| La Feria, de día, en los terrenos del antiguo Tiro de Pichón | Año 1960 | Archivo Municipal.
En 1966 se estrenó la feria en el recinto de Crevillet, entre el pinar de San Antón y la originaria barriada de tal nombre.