En la despedida del maestro, del experto, del amigo (VI)
| Texto: Javier Osuna García.
Qué difícil resulta decirle adiós a un amigo. Qué amargo se torna todo. Cómo lacera la tarde agria por la pérdida dolorosa. Ha fallecido un amigo. Ha muerto un sabio, don Luis Suárez Ávila, de una erudición y una talla humana, inhallable e insustituible, el gran experto y la mayor autoridad en los romances medievales de tradición oral gitana. | Foto: Fito Carreto.
Lloro tu pérdida y me tomo la licencia de hablarte en primera persona, como a ti te gustaba que lo hiciera, con la cabal forma que tuviste de brindarme tu bonita amistad. Siendo la escritura una de tus más bellas formas de expresarte, Luis, con una prosa exquisita (fijándote en Azorín, como te dijeron algunos de los maestros que formaron parte de tu enorme formación, académica y humanística), tardaste una enormidad en escribir el prólogo que te pedí para un libro, que está a punto de ver la luz; que tú ya no verás, pero que tu glorioso nombre le dará grata honra y prestigio, como un hermoso pórtico de piedra ostionera y losa de Tarifa, como las de tu casa, con el reloj de sol y las reliquias esparcidas en cada rincón de tu estancia.
| Luis Suárez y Javier Osuna, en el despacho del primero en la calle San Juan.
No entendía tu tardanza ni el interés en que fuera a tu casa del Puerto para ayudarte a terminarlo. ¿Ayudarte? Tardé en comprender que lo que verdaderamente necesitabas era hablar. Hablar de lo que te gustaba. De los gitanos con los que te criaste, de las fraguas portuenses; de El Planeta de Estébanez Calderón del XIX al que conectaste y supiste fijar las líneas transmisoras de El Nene de Cádiz, vía Manrique de Lara en 1916; de cómo conseguiste rescatar 150 cantes en trance de desaparición de la escuela gaditanas de Sanlúcar de Barrameda. De la enorme importancia de Cádiz y los Puertos en la historiografía, soslayada y menospreciada por otros territorios. De cómo tu abuelo le prestó un estoque al torero Hermosilla, en cuya cuadrilla iba Enrique el Mellizo, razón por la cual tenías el segundo retrato del Mellizo, después del que dio a conocer Augusto Butler, a través del cantaor Juan Jambre. De tu festival del cante de Cádiz y los Puertos; de cómo conseguiste que le quitaran la multa a Panete, el gitano romancista, que la benemérita quiso sancionar por mariscar «cangrejos mariquitas», y de cómo escribías en los años 70, en Diario de Cádiz, tus magníficos artículos bajo el pseudónimo Wenceslao, para que tu padre no supiera que eras tú, no fuese a interpretar que te desviabas de tus estudios de derecho.
| Visitante de la casa de Luis Suárez, Dámaso Alonso y Fernández de las Redondas escritor y filólogo español, director de la Real Academia Española, la Revista de Filología Española y miembro de la Real Academia de la Historia. Premio Nacional de Poesía de España en 1927 y Premio Miguel de Cervantes en 1978.
—¿Puedo ir al WC, Luis?, te pregunté la mañana del sábado del pasado diciembre cuando estábamos en tu despacho. —Ve y ten en cuenta que en ese váter ha orinado Dámaso Alonso, Alberti y José Luis Tejada, me soltaste con esa gracia socarrona y portuense. Te encantaba rememorar aquella juerga en el colmao de Agustín el Melu, en El Burlaero de la calle Manzanares, de la que no saliste en tres días, con El Negro del Puerto, Aurelio, Manolo Vargas, Santiago Donday, Pericón, El Beni, Orillo del Puerto y La Perla de Cádiz, donde sólo parabais y salíais a por pescao frito.
Son mucho los trabajos de Luis Suárez Ávila (El Puerto de Santa María, Cádiz, 1944-2023) sobre el romancero flamenco, desde que en 1958 recogiera los dos primeros romances de tipo épico en la tradición oral de los gitanos bajoandaluces; trabajos científicos, muy diversos y dispersos en separatas de congresos internacionales y distintas revistas especializadas.
| En la fotografía con Diego Catalán Menéndez-Pidal, paseando por el Olivar de Chamartin, la finca de Don Ramón Menéndez Pidal, donde está su casa, sus archivos y su biblioteca, un verdadero oasis en medio de Madrid.
Entre sus muchas aportaciones al arte flamenco está la organización de las cuatro Fiestas de Cante de los Puertos entre los años 1971 y 1974. Alentado por el profesor Diego Catalán Menéndez-Pidal quien, en 1985, en un viaje que hace a El Puerto con varios de sus colaboradores, le propone organizar en su tierra el V Coloquio Internacional del Romancero Oral. Gracias a la generosidad de Jimena Menéndez-Pidal Goyri, de su hijo Diego Catalán y de sus colaboradores Antonio Cid, Ana Valenciano, Flor Salazar, Carmen Alvarado, etc., se fue formando Suárez Ávila para tratar de comprender los mecanismos de la tradición oral y del romancero de tradición oral moderna. Por una nota a pie de página en un trabajo de Diego Catalán, se informa de que Teresa Catarella (en Múnich) está trabajando en el romancero de Juan José Niño. Se pone en contacto con ella y le advierte que este extraño y anómalo informante de Manrique de Lara es gitano, de una antigua extirpe de El Puerto de Santa María, conocida desde 1621. Le advierte que, a Juan José Niño, nacido en 1859, hijo del portuense Pedro Niño Boneo «El Brujo» hay que estudiarlo en su contexto y dentro de una rama del Romancero que Luis Suárez descubrió en 1958 y describió en 1971. Desde aquella fecha son múltiples sus contactos con Teresa Catarella, tanto por carta como personales.
| Entrevistado por Javier Osuna en su programa de Canal Sur Radio.
En 1989 viajó a Graz (Austria) para investigar en su universidad sobre los trabajos filológicos del profesor Hugo Schuchardt y la correspondencia con Antonio Machado Álvarez (Demófilo). En 1990 participó como ponente invitado en el Colloqui sobre Cançó Tradicional organizado en Reus (Tarragona). El tema que expuso fue «Bernardo del Carpio y los gitanos bajoandaluces». En mayo de 1993, invitado por el profesor Di Stefano, imparte un ciclo de cinco lecciones en la Cátedra de Literatura Española de la Universidad de Pisa (Italia), sobre el Romancero de tradición oral. En 1994 escribió un trabajo sobre el Romancero de los gitanos bajoandaluces encargado por el Profesor Don Jesús Antonio Cid para la revista Ínsula, donde da a conocer varios textos recogidos por él del ciclo de Bernardo del Carpio y la fotografía —inédita hasta entonces— de Juan José Niño López. En 1997 descubre un texto desconocido, del siglo XV, del romance de Calaínos y sobre él escribe un artículo sobre las fórmulas, con el Profesor Samuel G. Armistead, de la Universidad de Davis, California. Se publica en el número de enero de 1999 de la Revista de Filología Hispánica del CSIC. En 2021 le fue concedido el Premio Internacional del Flamenco de la Escuela de Flamenco de Andalucía. Véase: SUÁREZ ÁVILA, Luis, El flamenco, patrimonio inmemorial de la humanidad. Seminario Ramón Menéndez Pidal. Universidad Complutense de Madrid.
| Almuerzo homenaje a Luis Suárez Ávila. Faustino Núñez, La Meira, Javier Osua, Luis Suárez, Antonio Barberán, Guillermo Castro y David Monge | Plaza de San Francisco, en Cádiz | Noviembre 2018.
En 2018, un grupo de discípulos tuyos, te dimos un homenaje e intentamos que un premio de investigación de flamenco llevase tu nombre. Nos quedamos con el rato tan agradable que todos pasamos contigo.
Descansa en paz, Maestro Luis Suárez.