| Texto: Alejandro Fernández Galván
Muy pocos son los escritos históricos que describen con detalle lo sucedido en nuestra ciudad a las diez y cinco de la mañana del primero de noviembre de 1755, Festividad de Todos Los Santos. Ese día, la tierra tembló violentamente durante cinco minutos, sacudiendo sin piedad casas, palacios, conventos e iglesias de nuestra Ciudad. A la hora de haber sufrido este terremoto, le sucedió un maremoto que levantó horrorosas olas que inundaron buena parte de nuestra Ciudad, provocando la estampida de los vecinos de El Puerto a lugares altos | En la imagen portada del opúsculo que narra el suceso, impreso en El Puerto de Santa María, en la calle Luna, en enero de 1756 | Biblioteca de la Universidad Complutense | Patrimonio Digital Complutense.
Afortunadamente, poco a poco se van descubriendo escritos de la época que aportan nuevos datos sobre este desagradable suceso; uno de ellos es el opúsculo que fue escrito por el portuense José de la Santa Cruz Vela y Curtido, posiblemente, testigo directo de lo acontecido esa fatídica mañana. Dicho estudio lleva por título Reflexiones ingenuas, observaciones mathematico-christianas, que sobre el acaecido funesto Terremoto, e invasión del Mar, experimentado en esta Nobilissima Ciudad del Gran Puerto de Santa María, en primero de noviembre del próximo passado año de 1755, y fue impreso en la imprenta de Francisco Vicente Muñoz sita en la Calle Luna en Enero de 1756.
En dicho estudio, su autor cuenta con numerosos detalles lo acaecido en nuestra ciudad, así como lo acontecido en las horas y días posteriores al suceso. Así concretamente, el Cabildo eclesiástico, en acuerdo con el Cabildo Civil del Puerto, acordaron dar gracias a Dios y a su Excelsa Madre la Virgen de Los Milagros el mismo día 1º de Noviembre en nuestra Iglesia Mayor Prioral; se acordó de igual modo el celebrar por siempre jamás un culto perpetuo en agradecimiento por su intercesión, así como el celebrar una novena que duró desde el día 8 de Noviembre hasta el Domingo 16, mismo día en el que la Patrona salió en procesión visitando playas y zonas ribereñas del Puerto; durante los días que se celebró la novena, todas las comunidades religiosas visitaban por la mañana la Iglesia Mayor para celebrar la Santa Misa.
| En la imagen página del opúsculo que refiere la procesión y el quinario de Nuestro Padre Jesús de los Afligidos | Enero de 1756 | Biblioteca de la Universidad Complutense | Patrimonio Digital Complutense.
Una vez finalizada la novena el día 16 de noviembre, las Hermandades y Cofradías de nuestra Ciudad organizaron actos religiosos en acción de gracias con motivo del suceso. La Venerable Orden Tercera Franciscana, organizó en la Iglesia del Convento de San Francisco un devoto quinario consagrado en honor de la venerada imagen de Nuestro Padre Jesús de Los Afligidos, el cual, tal y como se describe en el escrito, salió en procesión por las calles del Puerto en señal de acción de Gracias; nos atrevemos a decir que esta procesión con la imagen del Señor bien pudiera haberse organizado el sábado 22 de noviembre o el domingo día 23.
Sin duda alguna, este acontecimiento desconocido por los cofrades portuenses y que vio la luz hace 10 años, tenemos que añadirlo a la historia de la venerada imagen de Nuestro Padre Jesús de Los Afligidos, ‘el Greñuo’, tal y como era conocido por el pueblo portuense en aquellos tiempos.
| El texto completo, lo podemos disfrutar en el número 51 de la Revista de Historia del Puerto, cuyo trabajo de investigación ha sido llevado a cabo por Manuel Pacheco Albalate.