| Texto: Enrique Peña Cárdenas.
Perpendicular a la calle San Juan la casa de Vicente Sánchez Arena y de su hermano Antonio, con el cual jugué muchos partidos de fútbol en las afueras de la Plaza de Toros. En esquina con San Juan hubo un bar, y los dueños vivían al lado, por Zarza. En la otra esquina la Barbería de Juan y Mateos, que eran familia de mi madre.
Después la familia Orihuela con Fernando, Andrés, Angelita y Pepi. Enfrente, los Aguilar, que tenían un bar en la esquina de la calle la Zarza con Ganado, enfrente, el Golpe. Después los Caro, lo Gilbau y el Choslo. Domingo y su familia, hasta hoy en día, sigo llevando mi coche a su taller en el Polígono San José.
Lolita Anís, madre del ‘Carica’ y del ‘Cojo’, que era el que pagaba todo lo malo que hacíamos los demás. María del ‘Pelao’ que me hacía los babis para el colegio, madre de los Mateo, los ‘Penita’. Seguimos, la Toti Domingo.
Mi casa, donde vivíamos 17 familias: los Morro, los Mora, los Nucete, Milagros, los Mulero, los Gravan, los Ríos, la Serena, los Guisado, Olito, los Carrillos, los Quirós, la ‘Pana’, los Peña y al final, Joaquina y Enrique.
En mi casa, concretamente en el número 57 de la cual hoy es dueño Antonio Caraballo y tiene un alquiler turístico, donde vivíamos 17 familias, en la que con los hijos rondábamos las 100 personas, había gente que destacaron en muchos sectores o profesiones: en el Bodeguero, la construcción, la hostelería, el campo, la carpintería, soldadores, funcionarios, educación, ...
De los que hemos estados de cara a temas educativos, sindicales y AA.VV y ayudando en cuestiones políticas y seamos por ello más conocidos Fernando Mora Eliso, maestro de escuela y director de Safa.San Luis y quien escribe.
Más adelante, los Conejo. Enfrente, la familia de Carlota Sánchez Artola, fallecida en el accidente de la calle San Juan. Benito Durán, con su almacén, que era difícil verlo fuera del mostrador. Vicente Sacaluga. Rodrigo González, padre de los actuales propietarios del Bodegón de Obregón: el Lolo.
En fin, disculparme porque se me habrán olvidado muchos. Ahora mismo me estoy acordando de Antoñete,amigo de mi padre, de sus hijos Isabel, Charo, Bernardo…
La Matosa y los suyos, la Tere, José, Lorenzo y una calle empedrada de chinos, que era una alfombra para jugar al fútbol.
Precioso artículo muy bonito . Allí nacieron mis tíos y mi padre Genaro , vivió siempre mi abuela Ramona Salas . La calle zarza ha dado grandes alegrías a nuestros Puerto