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Isidoro de Uriarte y Gálvez. Descendiente de San Francisco de Borja y del papa Alejandro VI #5.436

| Texto: Antonio Gutiérrez Ruiz.

Escribimos hoy de un ilustre portuense inquilino de la casa número 2 y 3 antiguo, de la actual calle Ángel Urzaiz, calle de la Plata en la época a la que nos referiremos. Allí, decíamos, se alojaba en las primeras décadas del siglo XIX, Isidoro de Uriarte y Gálvez, Regidor vitalicio en el Cabildo portuense, su esposa, la señora Melchora Grandmaison Pérez de Soto, y los hijos del matrimonio, junto con las personas de su servicio. | En la imagen, a la izquierda, San Francisco de Borja y el Papa Alejandro VI, a la derecha.

Ausente de El Puerto por motivos profesionales durante algún tiempo, Isidoro de Uriarte, hijo y nieto de miliares ilustres, llevaba varios años residiendo con su familia en esta casa.  Personaje ligado a la historia local y descendiente de San Francisco de Borja, descendiente a su vez del hijo del papa Alejandro VI, merece la pena hacer mención de tan ilustre y desconocido vecino portuense aportando algunos datos genealógicos de dicho personaje.

En las Islas Canarias

Después de ejercer como teniente de las Milicias Urbanas, siendo oficial del ministerio de Marina fue nombrado en 1824, por designación Real, Secretario del Gobierno, Inspección y Comandancia General de las Islas Canarias y de las Juntas de Purificación, Fortificación y Agravios, marchó a las islas Afortunadas donde residiría varios años, quedando en El Puerto su mujer, con la que había contraído matrimonio en esta ciudad en 1800 por poderes, ratificando posteriormente el sacramento matrimonial en la ciudad de Écija donde se hallaba destinado como Teniente 1º de Granaderos del 3º Batallón del Regimiento de Infantería de Burgos.

| Palacio de la Capitanía General de Canarias en 1885, en primer plano los terrenos de la plaza Weyler, inaugurada en 1893.

Allí sería Brigadier de los Reales Ejércitos, presidente de su Real Audiencia, Inspector General de sus Milicias, Comisario Regio, Comendador de la Orden Real y Militar de San Luis de Francia y placa de la de San Hermenegildo, condecorado con varias cruces y escudo de distinción por méritos de guerra.

Regreso a El Puerto

En 1828 volvió de Canarias, figurando censado en los padrones de ese año en calle de la Plata número 3, de la que solo queda su solar y parte de la fachada pues después que robasen algunos de los cierros de hierro y desmontasen los demás, quedando la fachada mocha, aunque encalada.

| La fachada de la casa de Ángel Urzáiz donde vivió nuestro protagonista, sin los cierros, tapiada y hecha por dentro un solar | Foto: Google Maps.

Meses después se trasladó con su familia a una casa en la calle Cielos, donde fallecería, el día 27 de septiembre de 1829.

Sucesor del linaje familiar de los Uriarte

Su hermana Francisca Javiera Uriarte Gálvez casó con su tío Francisco Javier de Uriarte y Borja, Capitán General de la Armada y presidente del Almirantazgo, convirtiéndose por tanto en cuñado, además de sobrino, del ilustre marino, Francisco Javier de Uriarte y Borja que falleció sin descendencia.

| Francisco Javier de Uriarte y Borja por Ramón Salvatierra y Molero (detalle) | Museo Naval (Madrid)

Era pues, el sucesor del linaje familiar de los Uriarte, en su calidad de primogénito de Francisco Uriarte y Borja, casado con doña María Josefa Gálvez y Piedrola. Tanto su padre, como él mismo y su tío, Francisco-Javier, fueron Caballeros Veinticuatro y hermanos de número de la Archicofradía del Santísimo Sacramento de la ciudad de El Puerto de Santa María. Su padre fue Mayordomo de la misma en 1790, y su tío, Mayordomo, Hermano Mayor y presidente en varias juntas de gobierno siendo sus abuelos Miguel Uriarte Herrera, Caballero profeso del hábito de Santiago, nacido en Quito (Ecuador), y María del Carmen de Borja y Lastrero. Continuando la línea paterna, su bisabuelo fue Juan de Uriarte y de Ibieta, de Maurtúa y Leiceaga, nacido en Elorrio (Vizcaya) y casado con María Josefa Herrera y Gutiérrez, Fernández de Quirós, hijo a su vez de Juan de Uriarte y Maurtúa, casado con María de Ibieta y Leiceaga, vasca igualmente. Y, finalmente, el fundador del linaje, padre del anterior se llamaba Martín de Uriarte, casado con María de Maurtúa, ambos naturales de la pequeña villa citada, perteneciente al partido judicial de Durango, en la que naciera el Beato Valentín de Berro-Ochoa.

Descendiente de San Francisco de Borja y del Papa Alejandro VI

Más interesante, si cabe, es la rama paterna de su abuela, que nos conducirá al conocimiento de que este personaje, era séptimo nieto de San Francisco de Borja, descendiente a su vez del hijo del papa Alejandro VI, Pedro Luis de Borja Catanei, Duque de Gandía, título concedido por Fernando el Católico en 1483. descendiente, por tanto, de Alfonso de Borgia (Borja, en español) que ejerció el pontificado con el nombre de Calixto III, quien dirigió y promocionó la carrera eclesiástica de su sobrino Rodrigo, consiguiendo que reinara en el orbe cristiano, entre otros, con la ayuda de los Reyes Católicos, bajo el nombre de Alejandro VI, a partir de 1492.

| Los papas Calixto III y Alejandro VI | Corredor Vasariano (Florencia - Italia).

Pedro Luis fue uno de los cinco hijos reconocidos por este prelado que alcanzó la tiara pontificia. Así pues, su abuela María Borja Lastrero era hija del Duque de Estrada, Francisco José Borja y Paz, hijo a su vez de Juan Francisco Borja Larraspuru, y este de Juan de Borja y Heredia, que estaba casado con una dama con apellido materno de linaje portuense, Tomasa Larraspuru y Araníbar. El padre de este último citado fue Juan de Borja y Armendáriz, hijo de Juan de Borja y Castro y este de Francisco de Borja, IV Duque de Gandía y de doña Leonor de Castro.

| Francisco de Borja por Alonso Cano (detalle) | Museo de Bellas Artes (Sevilla)

Como es bien conocido, Francisco de Borja abrazó el estado religioso al enviudar, entrando en la Compañía de Jesús a la que dirigía cuando falleció en 1572, siendo posteriormente elevado a los altares. Había nacido en Gandía (Valencia) en 1510. Contrariando su inclinación a la vida religiosa, su padre, el III Duque de Gandía lo envió a la corte de Carlos V, donde se casó. A la muerte de su esposa, ocurrida en 1546 entró en los jesuitas, ordenándose sacerdote con 41 años de edad, siendo nombrado general de la Compañía en 1565, cargo que desempeñó hasta su fallecimiento, ocurrido siete años después, cuando contaba 62 años de edad.

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