El fundador del obrador de confitería y panadería ‘La Perla’, Manuel Ojeda, procedía de un linaje de maestros pasteleros. En 1944 decide emprender y abrir su primera tienda en la calle Ganado, en el centro de El Puerto de Santa María. En 1967, y dada la buena acogida que tienen los productos, el obrador se traslada a un lugar más cómodo en la Finca San Antonio, en la Costa Oeste de El Puerto de Santa María, donde aún se encuentra en la actualidad.
En 1970, Manuel falleció de manera repentina. Será entonces cuando sus hijos se hacen cargo del negocio.En los años venideros, el negocio seguirá creciendo, siendo una pieza clave el equipo de pasteleros que integrarán la plantilla. En algunos casos comenzando en el obrador como ayudantes y jubilándose como maestros pasteleros. Muchos integrarán a sus hijos en el negocio, que siguen siendo parte clave del equipo actual.
El obrador de La Perla mantendrá su calidad y artesanía durante los años venideros; por citar algunos de sus dulces más aclamados, destacan el tocino de cielo, sus tartas artesanales o sus petisús (petit choux) de crema pastelera.
‘La Perla’ orgullosa de ser portuense, ofrece productos para las fechas más destacadas de la Ciudad: torrijas en Semana Santa o mantecados, pestiños y roscones de reyes en Navidad.
En la actualidad, la tercera generación de los Ojeda gestiona el obrador, manteniendo su artesanía y respeto al producto, adaptándose a los nuevos gustos y necesidades de los consumidores.