Interpretación de una historia olvidada
| Texto: J.M. Morillo-León.
Publicamos entrevista con el multifacético portuense Alberto Castrelo González, colaborador de Gente del Puerto, quien anuncia nuevo volumen que se podrá encontrar en las librerías portuenses a partir del 27 de septiembre: ‘Canteras de San Cristóbal. Interpretación de una historia olvidada’, de la editorial Kaizen Editores, con 591 páginas. “Creo que es de justicia que los portuenses reivindiquemos lo nuestro, mantengamos nuestras raíces y lo que nos ha traído a ser lo que somos. Los veranos de festivales y las cien cabalgatas están geniales, pero es un modelo copiado y duplicado por todo el mundo; nuestros yacimientos, nuestras canteras, nuestra cultura y nuestro folclore no”
Las presentaciones, exposiciones y ponencias se harán ya en 2023. Existen además diversos proyectos sobre la sierra que Castrelo desvelará con el inicio del año próximo.
--¿Por qué este título?
--Porque mi único afán con la obra y todo el proceso ha sido aunar e interpretar la información que ya existía sobre las canteras y hacerla comprensible a los ciudadanos interesados por el tema. Había cierta información de mucha calidad, como las nótulas de Pérez Fernández y López Amador en Gente del Puerto, artículos, libros o vínculos, pero no aglutinado en un mismo lugar. Es uno de los proyectos más bonitos y satisfactorios en los que me he metido nunca, y usted sabe que he estado metido en más de uno y de diversa índole.
--¿A qué se debe el alumbramiento de este libro?
--El libro nace fruto de la inquietud y la rabia. Rabia por descubrir tan tarde un patrimonio portuense del que nunca oí hablar y lo que oí, fueron anécdotas sin importancia ¡Cómo si no fueran motivo de atención! Y de la inquietud de dejar testimonio vivo de cómo se encontraban las canteras en nuestro tiempo, a principios del siglo XXI. Al igual que existen escritos y fotografías de principios de siglo XX, no quería que esta joya del patrimonio portuense se perdiese sin que nadie pudiera encontrar testimonio de su estado en nuestra época. En estos cuatro años se hicieron fotos que serán imposible volver a tomar, porque varias canteras han sufrido desplomes y derrumbes en sus techumbres, cerrando completamente accesos o haciendo que se pierdan signos lapidarios. Es un patrimonio que sigue en decadencia y quería aportar mi grano de arena a mantener viva la memoria del lugar. Otro de mis objetivos, el primordial y más importante, es poder dejar un ejemplar del libro en el archivo de Patrimonio Histórico portuense.
--¿Qué pretende publicando este volumen?
--Organizar datos, información e historia del lugar, en muchos casos existentes y en otros casos desconocidas. Que los portuenses e interesados tengan en un manual la mayor información posible sobre estas canteras. Dejar testimonio. Por otro lado, dar a conocer qué maravilla estamos dejando morir e intentar que se consiga proteger el lugar y su naturaleza, haciendo del entorno un sitio de recreo seguro, natural y sin añadidos. Esto quizás sea lo más difícil, porque es un arma de doble filo. Poner en valor para mucha gente es especular y construir hoteles. Esto sería destrozar la naturaleza o el entorno y para eso, casi mejor que se caigan y sucumban al paso del tiempo.
--¿El libro está en imprenta actualmente?
--Si todo va bien el 27 de diciembre deberían estar impresos y en las librerías portuenses, pero dependemos de la imprenta. Tuvimos problemas con las primeras muestras, porque las fotos no se veían y eso ha retrasado todo. Siendo optimistas y si todo sale según lo previsto el libro podrá comprarse antes de Reyes y las presentaciones, exposiciones y ponencias se harán ya en 2023.
--¿Cómo ha sido la colaboración con el profesor Ruiz Mata?
--El proyecto comenzó en 2019 y se ha estado visitando la sierra hasta 2022. Gracias a la Fundación de Estudios Fenicios y Diego Ruiz Mata, tuve acceso a la zona militar en una visita con el departamento de Infraestructura de Defensa, algo que aún no sé cómo agradecerle a Diego. Visitar la zona militar, de forma guiada y poder tomar fotos fue una de los aspectos más sorprendentes de toda esta aventura.
--¿Quiénes han participado?
--El libro está escrito por mí, pero sin Francisco Jiménez, José Jurado, Fernando Renedo y Francisco Mesa, no hubiera sido posible sacarlo adelante. Ellos me han acompañado y han sido cruciales para las exploraciones. Este libro le debe mucho a mucha gente, como es el caso del arquitecto Fernando Visedo Manzanares, quién me cedió las fotos de los cursos de arquitectura que tuvieron lugar en la Cueva de la Mujer; Luis Salas que me ha cedido planos originales para el libro o Miguel Sánchez Lobato, que me cedió su colección de fotos antiguas para el libro.
--¿Cuáles son los complementos audiovisuales del libro?
--Todas las fotos, ilustraciones y mapas que hay en el libro podrán descargarse a través de un código QR. El libro tiene 591 páginas, de las que más de 100 son fotografías de cada una de las canteras que tenemos registradas, que llegan en torno a las 70 actualmente, aunque muchas están en terrenos privados.
Entre los proyectos, además de las presentaciones, se está trabajando en un video documental hecho por nosotros mismos donde aparecen vecinos de la sierra, el biólogo Juan Carlos Neva, vecinos de la sierra, uno de los últimos canteros portuenses y alguna que otra sorpresa más.
--Reivindicar, ¿es una forma de amar El Puerto?
--Le diré que lo he hecho porque creo que es de justicia que los portuenses reivindiquemos lo nuestro, mantengamos nuestras raíces y lo que nos ha traído a ser lo que somos. Los veranos de festivales y las cien cabalgatas están geniales, pero es un modelo copiado y duplicado por todo el mundo; nuestros yacimientos, nuestras canteras, nuestra cultura y nuestro folclore no. Lo que nos hace único se entierra y se ningunea, si esto no es motivo para darle foco a nuestra historia... ya me dirá...
El Indiana Jones gaditano