| Texto: Pipi Gago
Isabel Milagros Hidalgo González, ha publicado recientemente su libro “Encajes”. Estudió por prescripción paterna Magisterio, en la Escuela ‘Josefina Pascual’ de Cádiz –su padre fue el profesor de Safa Ginés Hidalgo-- desarrollando su vida laboral entre Chipiona y Sanlúcar, pero sin olvidarse de El Puerto “a donde siempre vuelvo”.
1962
Isabel nace en Cádiz el 29 de septiembre de 1962 y como muchos recién nacidos de la época en la capital, fue trasladada a los pocos días a El Puerto de Santa María. Aquel año era alcalde de la Ciudad Luis Portillo Ruiz. Se rodaba en El Puerto la película ‘La Becerrada’ con Fernando Fernán Gómez; la Plaza de Toros y el Vapor, fueron espacios inmortalizados. Rafael Alberti publicaba ‘Poemas Escénicos’ primera serie.
| Manuel Martínez Alfonso publicaba su libro «El Puerto de Santa María en la Literatura Española».
Se inauguraba el Hotel Meliá ‘El Caballo Blanco’. Se inauguraban las viviendas de La Pescadería, hoy parcialmente derrumbadas para recuperar la Plaza del Carmen. Empezaba a realizar su labor docente el Colegio La Salle que, en septiembre, inaugura el Curso 1962/63. José de las Cuevas Velázquez-Gaztelu fue el mantenedor de los Juegos Florales de la Fiesta de la Hispanidad.
Nuestra protagonista nació en la renombrada, por entonces, clínica del doctor Muñoz, razón por la que a los pocos días de nacer es trasladada a El Puerto de Santa María, donde vivían sus padres, de los que fue su única hija.
| Isabel, junto a sus padres Ginés Hidalgo Crespo y Elena González Bruzón.
Su madre, Elena González Bruzón, portuense y perteneciente a la familia de la conocida Bodeguilla de los González Rico y su padre Ginés Hidalgo Crespo, oriundo de Sabiote (Jaén) y célebre maestro de lo que hoy es SAFA- San Luis, aunque ejerció la mayoría del tiempo, más de cuarenta años, en lo que se conocía como El Colegito o La Escuelita.
| La bodeguita de González Rico, en la calle Misericordia, hoy adaptada en un bloque de viviendas propiedad de Basteiro Hermanos, S.L.
Su infancia transcurrió en una casa situada en la Plaza de Cristóbal Colón cursando Educación General Básica en el colegio de las Carmelitas. Sendo ya adolescente, su familia se traslada a vivir a la Calle Palacios --frente a la farmacia Viqueira--, junto al almacén de comestibles La Montaña (hoy una tienda de animales) o donde el refino de Regaz y comienza su etapa de BUP y COU en colegio de los Jesuitas, San Luis Gonzaga.
De esa época guarda buenos recuerdos de sus compañeros, de su espíritu romántico, de sus pocas dotes para las asignaturas de ciencias, de su gusto por las asignaturas de letras, y ¿cómo no? de sus grandes amigas con las que se acuerda de grandes momentos vividos y del fuerte sentido de la amistad que la ha acompañado siempre.
| Antiguas alumnas de San Luis Gonzaga, primera promoción de chicas que entraron a cursar sus estudios en dicho centro, hasta entonces solo para hombres. | 2013.
La escritora
En la biografía que acompaña a su recién estrenada novela, “Encajes”, deja bien reflejados los recuerdos que tiene de aquellos momentos de su vida: “El hecho de ser una niña tímida y reservada, pero con un rico mundo interior me hace, desde muy pequeña, refugiarme en la literatura”, como lectora y también haciendo sus primeros intentos como escritora de sencillos cuentos infantiles los cuales apremia a leer a su padre, gran impulsor de su mayor afición: la escritura. Es este el que, con cariño, le va guardando todo lo que crea y le alienta a participar en algunos concursos literarios de poca importancia pero que le dan impulso y ánimo para seguir en su empeño.
Cuenta Isabel que “terminados los estudios secundarios y ante la gran disyuntiva que le planteaba su padre: hacer Magisterio o Magisterio, no tuvo duda en matricularse en la escuela de magisterio ‘Josefina Pascual’ de Cádiz”. Confiesa que esta carrera, quizá por la imposición familiar, no le atraía en lo más mínimo y tardó bastante tiempo en dedicarse a ella.
Cuando falleció su padre fue cuando “tomé conciencia de la necesidad de abrirme al mundo profesional. Por lo que me puse a estudiar con ahínco y, y así saqué sacó una plaza como funcionaria”. Su primer destino, el colegio “Princesa Sofía” de Sanlúcar de Barrameda.
Fue en esta época cuando conoció al que sería su marido, con el que se casó y con quien tiene dos hijos: “María, que ahora, como en un juego del destino, es Orientadora en SAFA-San Luis del Puerto y Ginés, que tras estudiar derecho, decidió que quería ser militar, ingresando en el Ejército del Aire. Ambos son mi motor de vida y lo más grande que el Cielo me ha podido regalar”.
| Isabel, arropada por sus dos hijos.
Luego, profesionalmente, ejerció durante dos años en el colegio ‘Cristo de la Misericordia’ de Chipiona, donde fue afianzando su pasión por la enseñanza y “reconociendo cuánta razón llevaba su padre al elegir su vida profesional”. Por aquel entonces establece su vida en Sanlúcar junto a su familia, aunque nunca ha dejado de sentirse de El Puerto, y añorarlo, ya que aquí vivió hasta los 27 años y paso y disfrutó de una etapa muy importante en su vida. “Para nunca perder mis raíces cuento en esta Ciudad con una casa a las que, quizá, no tarde en volver”.
Después de esos dos años ejerciendo en Chipiona, consiguió plaza en propiedad en Sanlúcar, “casualidades de la vida, en el mismo centro que la viera nacer como profesional, el colegio Princesa Sofía”, corría entonces el Curso 1991-92. En él, ya en su destino definitivo se implicó ampliamente en la vida del centro, siendo varios años Coordinadora de su ciclo y, posteriormente en el Curso 1998-99 nombrada Secretaria, dentro del equipo directivo, cargo en el que sigue y en el que se jubilará en junio de este año entrante.
Con todo este bagaje profesional y familiar, es fácil entender que Isabel durante algunos años no tuvo tiempo de dedicarse a su gran afición: la literatura, como ella dice, “a trancas y barrancas nunca dejé de leer, mi gran pasión, pero el escribir necesita mucho tiempo y dedicación”, solamente escribió algunos cuentos para su alumnado y varios teatros para representar con ellos. Sin embargo, la pandemia que compartimos todos, le hizo echar mano de todos sus escritos que conservaba como preciados tesoros y, de alguna manera, estos le animaron a retomar su afición dormida, cosa que no le costó mucho, ya que como reconoce, siempre en su mente ha habido argumentos para escribir.
Encajes
Y así, inspirada por un viejo caserón en el camino de “La Jara” en Sanlúcar, nace “Encajes”, cuya sinopsis dice: “ambientada en finales del siglo XIX aunque sin ningún rigor ni pretensión histórica, cuenta en primera persona la vida de una mujer de clase acomodada. A través del relato vamos viendo crecer a Caridad que como un siglo después diría su tataranieta, comienza siendo una joven sencilla atrapada en su época y va evolucionando movida por los avatares que le dispone la vida. Amor, maternidad, celos, infidelidades, amistad, tragedias, sexualidad, religión… desde una perspectiva profundamente femenina, van tejiendo la vida de nuestra protagonista dando como resultado ese encaje que metafóricamente configura la vida de cualquier persona”.
Encajes, es un homenaje que Isabel ha querido darse, un capricho por cumplir, algo que le debía a su padre, que siempre le decía que algún día sería escritora, en definitiva, una experiencia de la que no se arrepiente, porque además, nunca esperó la gran acogida que ha tenido, de lo que está profundamente agradecida, y la buena crítica entre los que la han leído, coincidiendo muchos en que es un libro que poco a poco te atrapa y sus personajes te enredan y te llaman cuando te sientas en el sofá, porque por unos días se vuelven parte de la vida del lector.
Si os animáis a leer “Encajes” de Isabel Hidalgo, está a la venta en Librería Zorba del Puerto de Santa María, Librería Forum de Sanlúcar de Barrameda, Ediciones Ende o poniéndose directamente en contacto con la autora.
Y con toda esta buena experiencia es seguro que Isabel seguirá escribiendo y sacando a luz todas esas historias que anidan en su mente. El próximo parece que será “El carro de mulas”, ya el título suena bien, esperemos que responda a las expectativas creadas.
Muchas gracias a todos los que me habéis felicitado por esta publicación tanto por Facebook como personalmente, y especialmente a Pipi por haberme permitido dar a conocer mi novela y mi biografía. Saludos
Muchas gracias a Gente del Puerto y también a Pipi Gago, por esta magnífica redacción sobre mi madre. Saludos.
Isabel, ¡Enhorabuena!. Me hubiera encantado acudir a la prensentación de tu libro. Espero no perderme el siguiente