| Texto: Manuel Martínez Alfonso.
En el número 16 (16-11-1965) de la desaparecida revista semanal ‘La Voz de la Bahía’, que se editaba en nuestra Ciudad entre 1965 y 1966, el profesor Manuel Martínez Alfonso, en calidad de columnista, publicaba un duro escrito para la época, en defensa de las plazas públicas de El Puerto. En estos espacios públicos se pretendía construir la Casa Sindical, (en la plaza de la Pescadería se construyeron viviendas) y las del Polvorista, Cristóbal Colón o en la fuente de los Ranos del Parque Calderón, estaban en la terna para ser la sede del citado edificio. Ya habían caído otros edificios históricos.
Que la Casa Sindical necesita un nuevo edificio donde establecerse es algo evidente, que ‘salta a la vista’, en el sentido más directo de la expresión. Que los portuenses deseamos que el nuevo edificio de que vaya a disponer reúna no sólo las condiciones necesarias para su normal desenvolvimiento, sino que también esté en consonancia con la categoría de esta Organización y tenga la dignidad y empaque que prestigien el panorama urbano de nuestra ciudad, es algo, también, que no admite la menor duda. Hasta aquí todo ‘correcto’, como se diría en un serial de la televisión.
Pero lo que ya no resulta tan evidente es que, para emplazar el edificio, se tenga que recurrir a mutilar -si?, esa es la expresión, mutilar- la estructura urbana del Puerto, sacrificando, en aras de una nueva edificación, una de las pocas plazas que le van quedando a la ciudad, o tal cual espacio de zona verde, tan imprescindible o ma?s en la vida de una población que la nueva Casa Sindical.
El pasado martes se reunieron en el despacho del Sr. Delegado Comarcal, los Sres. Jefes de las diversas Hermandades y Sindicatos, con el fin de buscarle un emplazamiento a esta futura Casa Sindical que, repito, todos deseamos, y nosotros los primeros, sea un edificio que prestigie nuestra población. Para dicha nueva Casa, mucho tiempo atrás concedida por la Delegación Nacional, se libraron ya los correspondientes fondosque, ante la dificultad de dar con el ansiado emplazamiento, no ha sido posible au?n utilizar. Es ya cuestión inaplazable el buscarle terreno para edificarla.
| Plaza de Cristóbal Colón, construida en 1938, uno de los lugares propuestos para perpetrar el atentado a los espacios públicos.
Por eso, los Señores asistentes a la reunión no se anduvieron con chiquitas. Y ésta quiero, ésta no quiero, determinaron al fin tres emplazamientos que, según ellos, reúnen las condiciones necesarias para sus fines. Estos emplazamientos son: un trozo lateral del Parque Calderón concretamente el que ocupa la tradicional ‘fuente de los Ranos’, y toda una espesa y rica zona de vegetación que lo circunda; la plaza de Cristóbal Colón, sacrificando otra zona verde, el sencillo recordatorio de la fuente que el Puerto dedicó al Descubridor de América […]; y por último, el Polvorista, rompiendo el cuadrado espacio de la plaza, tal vez insultando el conjunto arquitectónico de la misma si, --cómo podría ocurrir en edificio de nueva planta—la Casa fuera de nuevo corte funcional, y echando al traste de una manera definitiva la posibilidad de que algún día esa plaza del Polvorista volviera a ser la zona digna y elegante --la auténtica Plaza Mayor del Puerto-- que en otro tiempo fue, y por la que con tanto tesón venimos luchando desde nuestras columnas.
Se conforman con poco estos señores directivos de la Organización Sindical. No se les ha ocurrido pensar, como señala nuestro colega Cruzados, en la plaza de Isaac Peral, del Castillo o del Ave Mari?a. Porque,puestos a pedir, ¿por qué? conformarse con so?lo cualquiera de estos tres emplazamientos que ha escogido?
| La desaparecida Fuente de los Ranos en el parque Ruiz-Calderón.
Caballeros, un poco de formalidad. Ni el Puerto es una pieza de tejido que se pueda cortar con arreglo a· los patrones que ma?s gusten, ni las plazas ni espacios abiertos de una ciudad están a disposición de cualquieraque pretenda levantar en ellos su propia mansión, por muy sindical que sea. Lugares hay, y de sobra, donde podría edificarse con tanta facilidad o ma?s, y con ma?s atinado emplazamiento, esa Casa Sindical que tanta falta hace al Puerto.
Sin ir más lejos –o mejor dicho, yéndonos un poco más lejos—tenemos esa futura Gran Vía en proyecto, que puede convertirse en la arteria vital de la población, descongestionando nuestro reducido y apretado centrourbano y desplazando hacia horizontes ma?s amplios la vida oficial de la ciudad. Y si la cosa es tan urgente que no cabe ma?s aplazamiento, ¿por que? no utilizar esa enorme finca de. la Calle Javier de Burgos,propiedad sindical, ofrecida no se sabe por que? causas en permuta al Ayuntamiento a cambio de la Casa Cuna [Calle San Juan, hoy viviendas sociales], y ahora, segu?n comunicado del señor Delegado Provincial de Sindicatos, lei?do en el último Pleno municipal, de nuevo estimada, puesto que se manifiesta la renuncia a la pretendida permuta? Si la casa era buena para Centro Cultural, como asi? la ofrecio? el Sr. Alcalde cuando confiaba en esa permuta, ¿por que? no iba a ser buena para Casa de Sidicatos?
Eso, sin contar con la solucio?n, que ya apuntábamos en una edición anterior de adquirir o restaurar cualquiera de los viejos palacios en ruinas con lo que, además, ganaría una antigua joya arquitectónica para la riqueza monumental de la población.
| Plaza del Polvorista, con la Casa-Palacio que servía de Colegio Público Sagrado Corazón, (más tarde se trasladaría a las cercanías de la playa de La Puntilla) hoy destruido y convertido en viviendas | Foto: CMPH. Rafa.
Fotografía del derribo del Colegio del Sagrado Corazón, tomada desde la calle Sol, el 26 de octubre de 1978. En pocos días dejaba de existir uno de los prosopopéyicos cien palacios de El Puerto. La resta continuaría…
Soluciones son éstas dadas muy a la ligera, claro, Pero, no es ligereza, también, atentar tan sin consideraciones contras las plazas públicas de la ciudad?
Lo más sensacional del caso no es, con todo, lo ya referido. Sino que el mismo Pleno Municipal, que es quien con mayor interés que nadie debe velar por los intereses colectivos de la ciudad, ha encontrado al parecer razonable la petición de los directivos sindicales, y a los terrenos solicitados, sin descartar ninguno, ha añadido el ofrecimiento de otros nuevos, algunos, la verdad, bastante más apropiados que los pedidos por los Sindicatos.
El tema, con todo, ha quedado sobre el tapete, en espera de que el mismo Delegado Provincial visite en nuestra Ciudad los distintos emplazamientos para determinar el que estime más conveniente. Una posterior reunión del Pleno adjudicará finalmente el terreno escogido, para que en él sea erigida la futura Casa Sindical.
Realmente nos estremece la simplicidad con que se trata de resolver el caso. No cuenta la opinión de nadie más, ni siquiera la de esa Junta de Iniciativas y Turismo, que debería saltar como ante un insulto al haber tenido conocimiento de lo que en términos cervantinos llamaríamos ‘sin par desaguisado’. No; no cuenta nada. Cuenta sólo la santa voluntad de algunos y la completa indiferencia de otros.
| Plaza de la Pescadería o del Carmen, donde se construyeron viviendas en 1962.
Luego, cuando, como en el caso de la que fue Plaza de la Pescadería, preguntes quién fue el responsable del desafuero, cada uno dirá, encogiéndose de hombros, que él ‘no estaba allí’.