| Texto: Antonio Gutiérrez Ruiz.
Posiblemente sí. Tenemos referencias de la extraordinaria antigüedad de la casa ubicada en el número 19 de la calle Larga, a la que eruditos historiadores la señalan como existente a fines del siglo XV. Situada a pocas varas de distancia del camino Real, debió ser construida como apeadero de viaje y usada por la Orden de los Franciscanos Mínimos como sede durante las obras del monasterio de la Victoria.
Confirmando esta antigüedad, en un itinerario colombino, redactado por el Centro de Patrimonio Histórico, que recoge edificios y lugares de la época en que Cristóbal Colon estuvo en El Puerto de Santa María, antes y después del Descubrimiento, se incluye la "Casa de los Torrejón" que es el nombre como se conoce en la toponimia local de las casas más significativas y palaciegas, bautizada así por Don Hipólito Sancho, que la cita como existente a comienzos del XVI: "Todavía los conventos de la Victoria y San Francisco, permanecían en despoblado y el de las monjas de Sancti Spiritu casi lo mismo, bien que algunas casas aisladas --tal la del vínculo de los Torrejón-- sirviesen de enlace entre él y el núcleo de la ciudad." (1).
El escudo sobre la puerta
La clave para determinar la familia o el señor que la labró está, sin duda, en el minúsculo blasón que campea sobre su puerta.
El campo de la heráldica es tan vasto que resulta difícil localizar la identidad del titular. Conocemos el intento de algunos investigadores con escaso éxito. Sin embargo, otros --de los que no tengo referencia escrita, solamente oral-- lo atribuyen a los Ponce de León, (2) suponemos que de una de las muchas ramas existentes y, por tanto, debería ser ese el nombre que se adjudicara a tan remota mansión, tal vez la más antigua de todas las existentes actualmente en El Puerto de Santa María.
Alianza entre los duques de Arcos y de Medinaceli
Aunque, como anteriormente indicamos, sin entrar en épocas anteriores a las señaladas al inicio de la introducción, excepcionalmente expondré una hipótesis personal en relación a la labranza de esta casa. En unos documentos de la Casa de Osuna, que forman parte de la sección Nobleza del Archivo Histórico Nacional se cita el compromiso, acuerdo o confederación realizado en el primer tercio del siglo XVI entre los ducados de Arcos y Medinaceli.(3) No conocemos el alcance y contenido de este convenio entre dos poderosos señores de la provincia pero parece obvio se trataba de un intercambio de licencias y servicios en beneficio de ambas partes. Una alianza comercial y tal vez una coalición de carácter militar. Algo similar a la mancomunidad de municipios actual.
Así pues, el joven Juan de la Cerda, II duque de Medinaceli, empeñado en esas fechas en el patronazgo del convento franciscano para los frailes Mínimos de San Francisco de Paula, y Rodrigo Ponce de León y Ponce de León, I duque de Arcos, protector de los franciscano descalzos o alcantarinos, que tuvieron convento y regentaron hospicio en el siglo XV en Arcos de la Frontera, concertaron la labranza de una mansión, por parte del segundo, en terrenos cercanos al monasterio de la Victoria y al camino Real, cedidos por el primero.
En principio parece lo más lógico que sirviese de apeadero para el duque y sus huestes en los viajes que realizase a diversas posesiones de su mayorazgo en nuestra provincia y a Cádiz, tanto con fines comerciales como lúdicos. Anteriormente a esta fecha, cuando el título que ostentaba era el de marqués de Cádiz, solamente poseía en el término de El Puerto de Santa María un molino en las afueras de la población. Cuando creó un Mayorazgo para su hija mayor, Dª Francisca Ponce de León, incluyó en él dehesas, donadíos, tierras de pan sembrar y cortijos en Utrera, Carmona, Coria, Las Cabezas, Rota y Jerez. Posteriormente, en su testamento, suprimió el Donadío de Hixar y el Quarto de Layna, sustituyéndolo por el molino que creemos estaba en la linde entre Jerez y El Puerto, en la sierra de San Cristóbal, tal vez en las proximidades del actual Conjunto Arqueológico de Doña Blanca. (4)
| Detalle de la fachada principal del Monasterio de la Victoria, sobre la puerta de acceso.
1917: Cambio de propiedad
Tal vez el duque cediera el uso de la casa a la comunidad franciscana durante el periodo de construcción del convento de La Victoria y, posteriormente, pasando los años y sin uso propio, sus herederos la donasen a algún familiar en premio a sus servicios o, simplemente, como parte de una testamentaría. Estos parientes, los Rodríguez Ponce de León, a través de varias generaciones, mantendrán la propiedad de la casa desde fecha indeterminada, posiblemente desde la última década del siglo XVII hasta 1917, fecha en la que la adquiere Fernando Torrent Anglada, cuyos ascendientes, oriundos de Saint-Malo (Francia) estaban ya en El Puerto mediado el siglo XVIII, escriturándose la compra en la notaría gaditana de don Eugenio Sánchez. [La casa ha tenido después diversas propiedades, algunas de ellas portuenses, hasta los propietarios actuales]
Torrejón: alias de los Rodríguez Ponce de León
Esta especie de discrepancia entre la denominación de Torrejón y Ponce de León no es tal, pues tenemos ampliamente contrastado que "Torrejón" era un alias de los Rodríguez Ponce de León, que es la rama que hemos localizado en el siglo XVIII en los padrones eclesiásticos y municipales.
Sin conocer con exactitud el origen del alias que, andando el tiempo, llegará a convertirse en apellido, en lo poco que hemos podido indagar al respecto, podemos esbozar dos teorías sobre el mismo.
| El palacio del Conde de Torrejón, hoy convertido en hotel de cuatro estrellas en el caso antiguo de Sevilla.
La primera, referida al palacio del Conde de Torrejón, un edificio barroco del siglo XVIII ubicado en el casco antiguo de Sevilla, que contiene elementos arquitectónicos anteriores a esa época, precisamente de los siglos XV y XVI, que primitivamente perteneció al mayorazgo fundado por Juan Torres Ponce de León. Tal vez un descendiente reconocido, probablemente bastardo, iniciara el alias de “Torrejón”. (5)
| Ayuntamiento de Torrejón del Rey (Guadalajara).
La otra se refiere a una pequeña villa de Guadalajara llamada Torrejón del Rey. Mediado el siglo XVII habitaba aquella comarca la familia Rodríguez Ponce de León, algunos de cuyos miembros pasaron a Indias (6) y otros debieron establecerse en El Puerto. Es también posible que, al instalarse, se les refiriese con el nombre de pila y el de su pueblo de procedencia. El padrón municipal de 1777 no deja lugar a dudas. Cita a “Juan Ponce de León, propietario de una casa en calle Larga, alias Torrejón…”, señalada la cuarta entre las calles de la Plata y Espíritu Santo, en dirección al convento de la Victoria.
VER NOTAS:
1.- SANCHO, Hipólito. Historia del Puerto de Santa María, (edición de 1946) página 418.
2.- CONCHA o VENERA: El primero simboliza al caballero que, abandonando las delicias de su casa, marcha a las fronteras de sus estados para ensancharlas combatiendo. Lo segundo, claramente se identifica con peregrino. CORAZÓN o PANELA: El primero es símbolo de vasallo vigilante. Dos características de Rodrigo Ponce de León y Ponce de León, que repite en su blasón –suponiendo que sea el suyo- estos dos símbolos, al igual que repite sus apellidos. El segundo es la representación de una hoja de árbol, concretamente la del álamo. El tacón que sobresale parece indicar claramente se trata de esto último, desmontando la suposición de que el escudo fuese de los Ponce León. Por el diseño de su contorno, (muy similar a los irlandeses) podría ser el blasón de una orden religiosa, que no hemos conseguido identificar.
3.- AHN. Sección Nobleza. Signatura OSUNA, C, 1635, D, 38. Título de la unidad: “Traslado de la aceptación otorgada por la villa del Puerto de Santa María, de una confederación establecida entre duque de Medinaceli y duque de Arcos”
4.- AHN, Sección Nobleza, legajo 169.
5.- Paralelamente a esta saga familiar, coincidiendo en el tiempo, existía una familia con este apellido en nuestra ciudad: Alonso Torrejón, cuyas casas estaban también en la calle Larga, aunque en el extremo opuesto de la calle, cercanas al denominado “Torno de las Monjas” del Convento de la concepción, que aún existe. Y el personaje que más se presta a confusión es Francisco de Paula Torrejón, presbítero, nombrado en 1734 por Felipe V capellán Prior lateranense de la Real y Pontificia Capilla de San Juan de Letrán.
6.- AGI. Signatura GUADALAJARA, 230, L, 3, F, 163R-165R
Muy bueno