Texto: Antonio Fernández Feria.
En la calle de la Zarza en la finca de Eduardo Teja, que tenia el bar ‘El Níspero’, mi padre Antonio Fernández Galloso, se lo alquiló y puso un bar, al que llamó ‘El Ocho’ en recuerdo del que había estado allí antes con el mismo nombre. Recuerdo que, en muchas ocasiones, se reunían para cantar Pansequito, su padre, Fernando Gatica y otros gitanos aficionados al cante | En la imagen, el bar ‘El Ocho’ fue bendecido por el párroco que fue de San Joaquín, José María Rivas Rodríguez. El segundo niño, por la derecha, es el torero José Luis Galloso | Fotos: Colección Antonio Fernández Feria.