Texto: Verbigracia García L.
Julio Otero Santamaría es un periodista portuense enamorado de su ciudad, pero también de Serbia y del mundo eslavo. En este país se encuentra actualmente completando una estancia de investigación en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Belgrado, en el marco de los estudios de doctorado que cursa en la Universidad de Córdoba. Más que un periodo formativo, la estancia está siendo para él una experiencia vital muy intensa y de un valor incalculable | Fotografía tomada delante del Hotel Moskva en Belgrado.
| Julio Otero ante una panorámica de Belgrado.
Su tesis doctoral, que analiza la historia de Yugoslavia desde el punto de vista de la política y la comunicación, se está viendo enriquecida por entrevistas, conferencias, visitas museísticas y otras actividades. Mayor tesoro aún ha encontrado en la oportunidad de aprender la lengua serbia y en la de conocer de primera mano su cultura, lo que trasciende lo meramente académico. Todo ello está siendo posible merced a la hospitalidad característica del pueblo serbio, encarnada en este caso en todos los profesores y amigos a los que ha conocido y, especialmente, a la familia de su esposa, Branislava Grujic, conocida en España por el diminutivo de Branka. A todos ellos les estará eternamente agradecido.
| Fotografía la fortaleza medieval de la ciudad de Smederevo.
Vino y Cien Palacios a orillas del Danubio
Desde el primer día Julio se adaptó con naturalidad a la capital serbia, una ciudad llena de vida, aunque en ocasiones puede resultar estresante. El paralelismo con Madrid es evidente.
| Iglesia de San Marcos. Iglesia Ortodoxa Serbia en Belgrado
Por el contrario, Vršac, el municipio natal de su mujer, recuerda mucho más a El Puerto de Santa María. Ambas son ciudades vitivinícolas, multiculturales y con un gran patrimonio histórico, artístico y monumental. Al igual que en El Puerto, importantes figuras de la política, la literatura, la pintura o el deporte vieron la luz en esta localidad de la Voivodina, cercana al río Danubio y a la frontera con Rumanía.
| Palacio de los Obispos del Banat en Vršac
Vršac también puede presumir de tener 100 palacios, aunque de diferente época y estilo que los de nuestros cargadores a Indias. El símbolo de la localidad es una torre del siglo XV erigida en la cima de una de las montañas que rodean su centro urbano, una construcción defensiva que a los porteños que la han visitado les evoca al Castillo de San Marcos.
| Otra imagen de Vršac | (Vinopedia.rss
El catavino portuense de Dražen Petrovic
Pero, inesperadamente, donde El Puerto de Santa María se hizo verdaderamente presente en este periplo fue en Zagreb, ciudad a la que viajó Otero en busca de testimonios y datos para su investigación doctoral. Sin saber exactamente por qué, en su segundo día en la capital croata sintió la necesidad de conocer el Museo de Dražen Petrovic, uno de los mejores jugadores europeos de la historia del baloncesto. La primera sorpresa fue que la entrada era gratuita porque, precisamente ese día, era el aniversario de la muerte de Petrovic, que falleció tristemente en un accidente de tráfico el 7 de junio de 1993. Este centro memorial se halla junto al pabellón donde juega el primer club con el que triunfó, la KK Cibona, en una plaza que ha recibido su nombre y donde se erigió una estatua en su honor.
| Foto con el pabellón y la estatua de Petrovic de fondo
Otras sorpresas con las que se topó vinculan a esta leyenda del baloncesto con la Bahía de Cádiz a través de sus trofeos. Entre las muchas e importantes copas ganadas por Dražen Petrovic, Julio identificó la de Máximo Encestador del III Torneo Internacional de Baloncesto “Villa de Puerto Real”, que el deportista de Šibenik consiguió en 1986 cuando militaba en la Cibona.
| Foto Trofeo al Máximo Encestador del III Torneo Villa de Puerto Real
Otro de los reconocimientos exhibidos es el Trofeo Cruzcampo, centenaria empresa cervecera fundada por el portuense Roberto Osborne. En la copa se distingue perfectamente el Templete de la Cruz del Campo, cuyo ancestral vía crucis dio origen a finales del XVI a los desfiles procesionales de la Semana Santa sevillana.
| Foto del Trofeo Cruzcampo
Pero la impronta portuense en Zagreb tiene forma de catavino. En las vitrinas del museo memorial luce el premio al Mejor Jugador del IV Torneo Internacional “Villa de Puerto Real”, celebrado en agosto de 1987 y recibido también por Petrovi? como jugador de la Cibona, el club del que sería fichado un año después por el Real Madrid.
| Trofeos en forma de Catavinos, como los que se entregan en las competiciones de la Semana Náutica y en los Trofeos de Fútbol Ciudad del Puerto | Foto: Diario de Cádiz.
Este galardón estuvo patrocinado por Osborne, grupo bodeguero de prestigio internacional, cuyo capital sigue siendo 100% de El Puerto de Santa María. La forma del trofeo es un catavino plateado de vino Sherry, en la línea de los que frecuentemente se entregan en las competiciones deportivas que se disputan en el municipio portuense, entre los que podemos destacar el Trofeo “Ciudad de El Puerto”, organizado por el Racing Club Portuense.
| Foto Trofeo al Mejor Jugador del IV Torneo Villa de Puerto Real