Texto: Daniel Marín Gálvez
Pensaste que nunca te engancharías porque tú no eras tonta «—Yo controlo». Pero un día, sin darte ni cuenta, ya necesitabas tu dosis diaria. «—Sí, pero yo sólo tomo porque me lo puedo permitir». Pensaste que nunca lo harías, pero metiste la mano en la caja. Te pillaron y perdiste el trabajo. Pensaste que nunca meterías la mano en el monedero de tu madre y la metiste. Pensaste que nunca venderías tu medalla de la Comunión y la vendiste. Y la cadena con medalla con la Virgen del Carmen de tu madre y la vendiste. Tu madre, sabiéndolo, nunca te preguntó para ahorrarte una mentira. Callaba y sufría. ...continúa leyendo "Historias de Danielón (V). Yo controlo. #5.094"