En enero de este año que termina, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias nombraba a la gaditana Esther Virginia Serrano Escobar nueva directora del Centro Penitenciario Puerto III. Licenciada en Derecho por la Universidad de Granada, ocupaba hasta entonces la subdirección de Tratamiento en Puerto III. Está en posesión de la Medalla de Plata al Mérito Penitenciario concedida por el Ministerio del Interior.
La directora de Puerto III es funcionaria de prisiones desde marzo de 2010, y desde entonces pertenecía al cuerpo de ayudantes de Instituciones Penitenciarias, desempeñando las tareas en el área de vigilancia de Puerto II y Puerto III.
Tras superar las oposiciones al Cuerpo Superior Técnico de Instituciones Penitenciarias, fue destinada como jurista, en 2012 al centro penitenciario ‘Salto del Negro’ en Las Palmas de Gran Canaria y desde allí a un nuevo destino, el Centro de Reinserción Social ‘Manuel Montesinos’, en Algeciras. Hasta su nombramiento como directora, relevando en su puesto a Miguel Ángel Rodríguez, --quien se jubilaba tras 9 años al frente del centro--, Esther Serrano era la subdirectora de Tratamiento en Puerto III. La plantilla es de 587 trabajadores, si bien no se encuentra cubierta al completo.
Es la primera mujer en dirigir uno de los tres centros penitenciarios con que cuenta el término municipal de El Puerto de Santa María, siendo Puerto III el de mayor capacidad. Se encuentran destinados en este presidio 1.300 reclusos, mayoritariamente de la provincia gaditana. Cuenta además con un departamento de Régimen Especial, donde están recluidos internos muy conflictivos clasificados como de ‘extrema peligrosidad, que proceden de diferentes centros del país, donde han sido protagonistas de incidentes tipificados como ‘muy graves’.
| Esther Serrano con el alcalde de El Puerto, Germán Beardo, entidad que colabora con instituciones penitenciarias.
Puerto III desarrolla un plan de programas de tratamiento que favorezcan el cambio de actitud en los internos, en función de la tipología delictiva en la que están clasificados. Se da la circunstancia que diferentes ONG’s y otras entidades colaboran con estos programas del Centro de Cumplimiento Penitenciario, facilitando la integración de los internos en las actividades y posibilitando una continuidad y seguimiento por parte de las mismas, una vez se produce la libertad del condenado. En la mayoría de los casos las entidades los tutelan y aportan ayuda y colaboración para su integración social.