4.901. Javier Ollero Marín. Arquitecto. Diploma de Patrimonio Histórico a título póstumo

El arquitecto Javier Ollero Marín nacido hace 73 años, que fallecía a mediados de septiembre pasado, ha recibido el reconocimiento municipal con el Diploma de Patrimonio Histórico a título póstumo, que recogían su viuda, Marta Ruiz-Gollury sus hijos Javier y Marta. El galardón se entregaba con motivo del Día Local de Patrimonio Histórico —4 de diciembre— que conmemora el 41 aniversario de la declaración de El Puerto de Santa Maria como Conjunto Histórico Artístico, en 1981.

| La viuda e hijos de Javier Ollero, Marta Ruiz-Gollury, Javier y Marta, junto al alcalde de la Ciudad posando con el diploma de Patrimonio Histórico 2021, otorgado a Javier Ollero a título póstumo, y los otros premiados, los hermanos Miguel Ángel y Óscar Sordo, del bar 'El Cafetín' y, en representación de la Tertulia Tomás El Nitri, su presidente, Bartolomé Brao.

Javier Ollero, aunque nacido en Sevilla, vivió su infancia en Cádiz junto a sus padres Manuel Ollero Larosa y Concepción Marín Gestoso y sus ocho hermanos: Manuel, Jorge, Juan, Álvaro, Pedro, Concepción, Ernesto y Miriam aunque su juventud fue portuense, como recuerda su hermano, el abogado Ernesto Ollero. Aquí fue donde se casó con Marta Ruiz-Gollury y aquí fue padre de dos hijos, Javier y Marta, que siguieron la profesión paterna.

Un buen albañil, mejor que un mal arquitecto
Estudió arquitectura en Sevilla, donde tuvo como referente al catedrático de dicha disciplina, al gaditano Rafael Manzano Martos, quien ejerció una importante influencia en nuestro protagonista, también académico de Bellas Artes de Santa Cecilia, de cuya institución Javier Ollero sería presidente en 1987.

| Estudio Ollero en la calle Sol, esquina y vuelta con Palma.

Fue en 1975 cuando Javier se incorporó al ejercicio profesional de arquitecto en el estudio donde hoy se encuentra la Notaría en la plaza Juan de la Cosa, para, en 1988 dirigir su propia organización, Estudio Ollero, en la esquina de las calle Sol y Palma, donde trabajó en asociación con diferentes profesionales para trabajos específicos. Incluso su hijo Javier Ollero Ruiz-Gollury empezó su actividad como arquitecto en el estudio paterno.

| En una celebración en Bodegas Osborne. De izquierda a derecha: Diego Gómez Ángel, Carlos del Río, Susana Macpherson, Ch. Oriol, Mercedes del Río, Marta Ruiz-Gollury y Javier Ollero | Foto: Ignacio Casas de Ciria.

Recuerda Enrique Bartolomé, que Javier “Fue y ejerció de valiente, aportó al urbanismo portuense ejemplos que aún están ahí, vivos, con la impronta de un arquitecto enamorado de su profesión. Honesto y cabal. Caballero de exquisito trato. En nuestras charlas interminables recuerdo como defendía a capa y espada que, un buen albañil era mejor que un mal arquitecto”. 

| En la fotografía de la colocación de la primera piedra de rehabilitación y construcción de la sede central de APEMSA, en la calle Aurora, durante el mandato municipal 1987-1991. De izquierda a derecha, desconocido, detrás de la barra, Rafael Contreras de Oliveras, concejal del PSOE; Juan Vaca Ramos, concejal del PP; desconocido; Juan Campos Guereta-León, Director General de APEMSA; Francisco Arniz Sanz, concejal del PP; Javier Ollero, arquitecto director del proyecto; José Antonio Hernández, concejal del PP; Indalecio Rábago Vega, Primer Teniente de Alcalde del PP; Enrique Bartolomé, López, concejal del CDS; y a continuación diferentes empleados de la empresa municipal, entre otros, José Ortega Herrera,  Ramón Arana, Margara Romero Díaz, detrás de ella a la izquierda Guillermo Salas Ferreiro, Paco Orihuela, Eduardo Brea López. Con la pala, Juan García.

Ollero elaboró un número importante de proyectos de arquitectura y urbanismo, dejando su impronta no solo en El Puerto de Santa Maria desde donde desarrolló prácticamente toda su vida profesional, y la provincia de Cádiz, sino en municipios como Alicante, Córdoba o Cornellá de Llobregat (Barcelona), entro otros. 

| Sala de Exposiciones de Caja Inmaculada (CAI) en la antigua Fábrica de la Luz, en la plaza de Isaac Peral.

Grandes urbanizaciones, paseos marítimos, centros de enseñanza, el edificio de APEMSA (Aguas de El Puerto), el Polígono Industrial de Las Salinas, equipamientos como la Piscina Municipal Cubierta, iniciativas de ámbito privado como centros comerciales, hostelería, el hotel Del Mar, Camping-Playa Las Dunas, viviendas rehabilitadas en el conjunto histórico o en zonas nuevas, reformas y ampliaciones, como la Sala de Exposiciones CAI (Caja Inmaculada) en la antigua fábrica de la Luz en calle Javier de Burgos, como la bodega ‘La Vieja’ de Osborne, que acoge la moderna tienda del grupo bodeguero, así como un restaurante.

| Bodega La Vieja, perteneciente a Osborne, adaptación para nuevos usos: tienda, restaurante, ...

Tradición y vanguardia
Javier mantenía un ritmo acompasado entre la tradición y la vanguardia, características ambas que forman parte de su sello como arquitecto, donde incorpora de forma medida y armónica materiales modernos en edificios antiguos e incluso históricos.

| Sala de Degustaciones del Castillo de San Marcos, anejo a la muralla de la fortaleza y el Centro de Estudios Alfonsíes.

Tal es el caso del Centro de Estudios Alfonsíes, con su cátedra científica, cuya sede fue construida anexa a la muralla de la antigua fortaleza del Castillo de San Marcos, en base a un proyecto de Ollero, entre los años 2003 y 2004, así como la Sala de Degustaciones.

| Impartiendo una conferencia magistral en el Archivo Histórico Municipal.

En 2007 compitió con el también arquitecto portuense Ramón Pico por la presidencia del Colegio de Arquitectos de la provincia de Cádiz, perdiendo frente a su paisano por 37 votos. En aquellos años propugnaba que “Hay que potenciar las actividades culturales en ciudades como Jerez o El Puerto, y no restringirlas a la capital. Potenciar los cursos de formación, fomentar los equipos pluridisciplinares porque un arquitecto no es un hombre orquesta que sabe de todo. Por ejemplo, se necesita de alguien especializado en energía solar si se quiere construir un edificio que funcione con este tipo de energía. Además, creo que habría que ayudar más a los jóvenes y a las mujeres arquitectos, y aprovechar los conocimientos de los jubilados”.

Aficionado a la vela
Javier fue un apasionado del mundo de la navegación a vela, teniendo como acompañante a Joaquín Calero Roncero (quien llegó a ser Campeón de Andalucía en patín a vela senior en 1978, 1979, 1981 y 1984) , con quien recorrió el Mediterráneo y Atlántico en mas de una travesía | Texto: J.M. Morillo-León.