Ana Márquez Ojeda es un no parar desde que nació. Su periplo comenzó el 7 de diciembre de 1990 en Madrid, donde sus padres, Milagros (Laly) Ojeda y Leonardo Márquez, portuenses de toda la vida, aterrizaron y se establecieron después de trabajar en Bagdad (Irak), aunque hoy en día están felizmente asentados en nuestra ciudad. Tiene una hermana, de nombre Rocío, que sí nació en El Puerto de Santa María, y su pareja Xavi, es de Barcelona, aunque con algún que otro antepasado gaditano (una de sus abuelas era de La Línea).
1990
El año de su nacimiento, era alcalde de El Puerto de Santa María, el socialista Juan Manuel Torres Ramírez. La población era de 64.849 habitantes. Llegaba a Cádiz capital el legado artístico de Rafael Alberti, a la Diputación Provincial. Se producían enfrentamientos entre motoristas y la Policía Local, durante la celebración del Mundial de Motoclismo que se celebraba en Jerez.
| Inauguración de la Feria de Primavera el año del nacimiento de Ana Márquez.
El cartel de la Feria de Primavera, obra de Rafael Tardío Alonso. Se celebraba una exposición antológica del pintor Juan Lara en bodegas Osborne. Se abría al público el Mesón del Asador.
| Ana, de niña, en el Pueblo Marinero.
Nuestra protagonista, exceptuando un año de Secundaria que cursó en Dublín (Irlanda), desarrolló su etapa escolar y universitaria en la capital de España, en cuya Universidad Politécnica estudió Ingeniería de Telecomunicaciones con especialidad en Bioingeniería. Recientemente ha terminado el Máster de Profesorado de Educación Secundaria y Bachillerato en la especialidad de Matemáticas, este último en la UDIMA (Universidad a Distancia de Madrid). Y ahora puede que su etapa profesional se dirija a la enseñanza.
| Ana con la familia, en la Feria de Primavera.
Para esta joven, nacida en Madrid y vecina de Castelldefels (Barcelona), El Puerto es su hogar y es familia. «--Mi infancia son recuerdos vividos en la urbanización de Las Viñas: jugar en el árbol torcido de lo que ahora es La Isleta, a "caballería" o "polis y cacos" en la plazoleta, practicar coreografías de las Spice Girls o los Backstreet Boys en el merendero, acampar en el jardín de mi tía Susi, baños en la charca del Tiro Pichón (algo que debía ser completamente insalubre, pero de lo más divertido). Y, sobre todo, es esa sensación mágica cuando cualquier viernes mi madre nos despertaba en Madrid y decía "Venga, vístete y no te pongas el uniforme que hoy no vas al cole, nos vamos a El Puerto"».
En 2014 sus padres volvieron a El Puerto, y nuestra protagonista y su hermana se quedaron en Madrid, pero en 2017, ambas abandonaron la capital. Su hermana directamente a El Puerto y Ana a Barcelona para trabajar en consultoría tecnológica y estratégica, en Accenture, donde permaneció hasta 2021. En la actualidad, sus perspectivas profesionales están encaminadas hacia la enseñanza en Barcelona, donde se ha quedado “por amor”.
| En moto de agua, con su padre y Xavi, buscando la Nao Victoria.
Sin embargo, el vivir en Barcelona no le impide venir a El Puerto «--Al menos una vez al mes a pasar un fin de semana (y si es largo, mejor). Además de eso suelo ir el mes de vacaciones todos los veranos. Ahora estoy disfrutándolo el doble porque estoy enseñándole a mi pareja todos mis rincones, los sitios que me gustan, y es otra forma de volver a vivirlo todo».
| Multitudinaria celebración familiar de los Ojeda.
@lamina.me
El dibujo es un hobby desde pequeña, fue nueve años a clases de pintura en la Casa de la Cultura de Boadilla del Monte (Madrid), pero desde que empezó el Bachillerato lo dejó muy de lado. Sin embargo, aldecorar el piso donde actualmente vive, su pareja y ella decidieron hacer ellos mismos los cuadros y muchos de los muebles. En ese momento fue cuando comenzó a dibujar láminas y a retomar un hobby que hoy disfruta y comparte.
| Lámina glamour.
Muchas de esas láminas, que iban destinadas a decorar su hogar, se quedaron sin colgar (hizo más láminas que paredes había en casa), así que el pasado mes de septiembre, su pareja creó en Instagram @lamina.me para ponerlas a la venta y, de esta manera, casi casual el dibujo recobró protagonismo en su vida. En este proyecto común, Xavi se encarga de gestionar y Ana de dibujar. Un tándem perfecto.
| Lámina bailarina.
Su trabajo está dirigido a todo el mundo, tanto que además de las láminas que genera por iniciativa propia; se aceptan pedidos personalizados, es decir, cualquier persona puede escribir con una idea abstracta o un concepto que tenga en su cabeza y, la autora intenta plasmarla en el papel. Y sólo cuando esa persona está de acuerdo con el boceto es cuándo se lleva el diseño a la lámina final, que se manda a domicilio.
| Lámina girasola
La vida da muchas sorpresas y, en este caso a Ana, después de realizar algunos ajustes, le ha traído la oportunidad de descubrir un ámbito profesional diferente por el que navegar y ampliar horizontes. Le auguramos éxito infinito. | Texto: P.G.