Estoy pensando en la inmortalidad de algunos seres humanos... Mi tío Fermín ‘el de la Gallera’, (Fermín Ramos Ros, 1940-2021), tenía esa rara habilidad de las personas buenas y carismáticas, en eso no había quién le empatara y como tal ha ido dejando huella en todos los que hemos tenido la dicha de conocerle. | Una imagen reciente de Fermín, regente que fue del Bar La Gallera y la peña gallística del mismo nombre en la calle Ganado, casi esquina con Yerba.
No podré olvidar jamás mi infancia junto a mis hermanos y mis primos cada vez que había ocasión y él aparecía con las enormes ollas y cacharros de cocina para deleitarnos con una de sus habilidades: la cocina; o esos enormes tocinos de cielo que mi madre guardaba encima del ropero para que los niños no le metiéramos mano hasta el momento propicio.
| Aficionado a los toros, tuvo una etapa corta etapa como novillero y luego apoderaría a su sobrino, Marianín Ramos. Foto superior, en el callejón de la plaza, foto inferior, durante una faena.
No puedo dejar de recordarlo siempre amistoso y afable con mi padre y con todo el mundo y no puedo dejar caer alguna lagrima de hombre adulto cuando rememoro la frase con la que alegre me recibía en La Gallera... «--¿Y el gatito niño?...» Y es que de niño me encantaba que mi padre me llevara a La Gallera a ver los gatos corretear por el patio de atrás. Mi tío Fermín será inmortal. Inmortal en el recuerdo de todos los que hemos tenido el privilegio de quererle como era, único e irrepetible: ‘El mago de la cocina’. Fallecía con 81 años. | Texto: Joaquín Cordero Ramos.
Yo conoci a Fermin toda la vida, persona buena y amable todos los veranos nos veiamos por la playa de la Puntilla y la verdad es que tanto a el como a mi nos daba mucha alegria de vernos...D E.P. mi amigo Fermin y que Dios lo tenga en su Gloria