En el año 1924, Rafael Alberti, joven de 22 años, publica Marinero en tierra, un libro de poemas que le valió el Premio Nacional de Poesía. El poeta lo escribe desde la sierra de Guadarrama, donde se recupera de una afección pulmonar. Allá, lejos del mar de su infancia, escribe versos llenos de nostalgia. En los poemas de esta obra, hay tres sonetos dedicados a la Virgen del Carmen Marinera, en su festividad portuense.
Es cierto que este libro supone un retorno a la infancia. Pero curiosamente, también, es un modo de perpetuar por escrito sus imágenes, devolviendo a la memoria la frescura del momento, la intensidad acuática de su escenografía, cruzando los tiempos en que se conjuga cada acción.
Quizás por ello, el cuadro que nos presenta Alberti es el de un mar benéfico, permanente, que se afirma a sí mismo a pesar de la historia y de los acaecerse de la vida. Entre los poemas que conforman esta obra, hay tres sonetos dedicados a la Virgen del Carmen Marinera, tal como se festeja en El Puerto de Santa María, su lugar de nacimiento. He aquí los versos con los que se inician los tres sonetos.
Día de la coronación
Sobre el mar que le da su brazo al río
de mi país, te nombran capitana
de los mares, la voz de la mañana
y la sirena azul de mi navío.
Día de amor y de bonanza
Que eres loba de mar y remadora,
Virgen del Carmen, y patrona mía,
escrito está en la frente de la aurora,
cuyo manto es el mar de mi bahía.
Día de la tribulación
¡Oh, Virgen remadora, ya clarea
la alba luz sobre el llanto de los mares!
Contra mis casi hundidos tajamares,
arremete el mastín de la marea.
| Cartel de la festividad de la Virgen del Carmen 2021, obra de Fernando Quirós.
Los poemas de Alberti ponen esa nota azul a María, Nuestra Señora del Carmen, en su fiesta de mañana. | Texto: Antonio Gil Moreno. Sacerdote y periodista.