En 1996, el estudio de arquitectos ceutí Carlos Pérez Marín, junto a los partners Resti Bravo y Juan Astorga, idearon una intervención en el casco antiguo para que las aguas del río Guadalete se acercaran, como antaño, al Castillo de San Marcos y, posteriormente, a la antigua lonja del Resbaladero, en lo que fue la plaza de la Pescadería.
El proyecto, que se presentó a concurso, argumentaba que “El castillo de San Marcos estuvo, hace mucho tiempo, junto al río, pero varias iniciativas urbanísticas lo han ocultado tras los nuevos edificios. La propuesta promueve la recuperación de la superficie de agua junto al Castillo y a la antigua aduana, permitiendo además que el viejo barco (vaporeto) que une [unía] Cádiz con El Puerto de Santa María, vuelva a atracar en el centro de la Ciudad”. Las ilustraciones son las originales del proyecto que se presentó.